LOS GUARDIANES
CONTRA:
LA INVASIÓN DE LOS LADRONES DE LA NAVIDAD
Este fanfic ha sido presentado
por Dimitrix Enterprises
y Dimitrix Inc.
CAPÍTULO 6: LA CAÍDA DE LOS TECNOGIZADORES
EPISODIO FINAL
VARIOS SIGLOS ATRÁS
El cuerpo congelado de Morticus estaba tendido sobre una camilla hecha de tecnología avanzada que le estaba escaneando el interior de su figura. Al lado había una pantalla levantada por medio de un brazo robotíco que iba mostrando un diagrama holográfico del interior de su cuerpo, se veía todo su esqueleto dibujado en forma de silueta de color turquesa. Abajo había un pequeño diagrama donde se estaba escaneando sus constantes vitales, un rectángulo rojo mostraba una línea roja que titilaba consecutivamente, eso indicaba que estaba vivo, pero su pulso era muy débil.
Al lado estaba el Amo observando detenidamente a Morticus, mostraba una expresión de decepción ya que no le gustaba tenerlo ahí. Se había enterado de lo que hizo en la Tierra y prefería que se hubiese quedado congelado aquel lago para sufrir su castigo. Pero en vez de eso decidió rescatarle para determinar si podía mantenerlo con vida para que así luego se recuperara y pudiera insuflar un castigo mucho peor que él que estaba recibiendo.
Una puerta se abrió y de ahí pasó un joven Tecnogizador, se acercó poniéndose al lado del Amo. Se mostró conforme y luego se puso a mirar el cuerpo de Morticus.
-Aparentemente le has rescatado, padre -dijo el joven.
-Así es -confirmó.
-¿Lo has hecho cometiendo un acto altruista o simplemente has decidido rescatarlo de ese lago porque te importaba? -le preguntó inquisitivamente, quería determinar el motivo por el cual decidió sacar al traicionero terrícola de su esperada muerte.
-Podría decirse que lo he hecho por el puro instinto personal de verle la cara, para así tener bien en cuenta cuál ha sido mi error, ya que esto es algo que se recordará durante mucho tiempo -aclaró indicando que lo rescato solamente para tomarlo de ejemplo.
-Los demás apenas le recordarán -terció indirectamente.
-Los otros cadetes puede que se olviden de él una vez que aprendan lo que sucede cuando se me traiciona. Pero yo lo recordaré por demasiado tiempo como uno de mis pequeños errores.
-Quizás no. Morticus puede que te haya defraudado, pero a pesar de ello sigue siendo un hombre leal que ha hecho todo cuanto le pediste. No puedes decir que haya sido un error haber contado con él -argumentó señalando todos los puntos positivos.
-Conté con él cuando apenas era un niño. Le enseñé todo lo que sabía porque me exigía que le dejase vivir junto con su amigo. Si no hubiese sido por eso, le habría dejado morir con los de su calaña, pero en cambió le di una oportunidad de demostrar su valía. Y que he conseguido con eso, acabar creando a un soldado que podría habernos arruinado a todos. Se llevó una de nuestras armas consigo para llevarse al joven campesino llamado Overland utilizando una fuerza que no le había pedido que usara. Desobedeció todas mis órdenes de una forma poco predecible.
-Aún así consiguió capturar a Jackson Overland. Podemos mandar a un nuevo equipo y capturarle para terminar lo que él empezó.
-Eso no va a poder ser.
-¿Por qué razón?
-Antes de que tú vinieras, he estado vigilando al joven Overland para encontrar el momento indicado para poder capturarle con una de nuestras naves. Pero desgraciadamente he visto que ha caído a un lago congelado cerca de su aldea.
El hijo bajó la mirada, tomándolo como disgusto.
-Ha sido un acto desagradable, eso sin duda. ¿Pero al menos se ha podido recoger el cuerpo?
-No ha habido cuerpo, ha desaparecido. -¿Cómo es eso posible?
-Yo tampoco lo comprendo, pero nuestros escáneres no han podido detectarlo. Están haciendo lo mejor posible para encontrarle, pero temo decir que no encontrarán nada.
-Es una lastima, era posiblemente el individuo más apto para nuestro proyecto.
-Así es, y todo por culpa de este terrícola irresponsable -achacó con desdén-. Debería devolverlo donde lo encontré y empezar desde el principio como si no hubiese ocurrido nada.
-Quizás no sea necesario eso.
-¿Qué quiere decir?
Se giró dirigiéndole una mirada seria y conflictiva a su padre.
-Padre, piénsalo bien. Puede que él nos haya traicionado y eso haya arruinado nuestros futuros planes, pero a pesar de ello Morticus ha demostrado tener una gran firmeza y una gran inteligencia a la hora de cometer todos tus planes. Es el mejor soldado que hemos tenido en mucho tiempo. No podemos desaprovechar su potencial
-Si consigo curarle, seguramente creerá que alguno de sus dioses está de su parte y le ha salvado la vida. Y una vez que lo mande de vuelta a la Tierra, volverá a cometer el mismo error imprudente que le ha llevado al fracaso. Los terrícolas son una especie tan egoísta que es incapaz de reconocer sus errores. Y con él no pienso hacer ninguna excepción.
-Eso es cierto, pero sin la arrogancia que tiene sigue siendo bueno en lo que es -índico. El Amo pudo sentir que tenía una idea.
-¿Qué tienes planeado hacer con él?
-Convertirlo en uno de los nuestros, convertirlo en un Tecnogizador que tenga nuestra misma sangre. Pero le borramos los recuerdos de todo lo que ha vivido y las emociones para que no sepa que es terrícola. Si le quitamos eso solamente quedará un hombre leal al Imperio Tecnogizador.
-¿Incluido los recuerdos de Von? ¿El hermano que le acompañaba?
-Tendré que hacerlo, si recuerda a su hermano fallecido, será una persona inestable. Gimió pensativo, no le gustaba su propuesta a pesar de que se veía razonable.
-¿Recuerdas bien de que impuse la ley de que un Tecnogizador nunca debería de experimentar con individuos de otros planetas para convertirlos en otros Tecnogizadores? -recalcó seriamente.
-Así es, pero tú puedes romperlas en secreto. Hubo un silencio en el ambiente.
-Hijo, ¿me estás pidiendo que rompa la ley?
-No, te estoy pidiendo que me permitas romperla en secreto para que yo me haga responsable de ayudar a Morticus a convertirlo en un mejor hombre -aclaro con total impetud-. Solo digo que hagas algo poco común por una vez.
Se replanteo seriamente esa propuesta.
-¿Te harás responsable de lo que suceda, si yo no estoy presente para manejar la situación?
-Así es padre. Si por algún motivo consigue recordar quién es o descubre todo lo que hemos hecho. Yo me encargaré de castigarlo si es preciso -decretó decidido.
-De acuerdo hijo mío. Te hago responsable de transformar a este individuo condenado al fracaso, en el primer híbrido Tecnogizador terrícola.
-Acepto tu permiso padre. Me encargaré de convertirlo en uno de los nuestros.
AHORA
Morticus estaba tan tenso con lo que estaba sucediendo que no sabía qué pensar. Quería sentirse feliz porque por fin después de mucho tiempo había conseguido vengarse del Amo por lo que le hizo. Pero después de lo que le dijo ahora sentía que toda su vida había sido una completa mentira. Primero su hermano había muerto a manos de Jackson Overland, luego provocó su muerte haciéndole caer a un lago congelado donde debería haber muerto. Luego le quitaron los recuerdos y le transformaron en algo no humano, para que encima luego creyese que tenía un propósito especial, pero no lo era. Simplemente le usaron como conejillo de indias para poder enmendar sus errores. Ya nada tenía sentido, excepto una cosa.
Estaba en la sala de vigilancia observando las pantallas donde se mostraba los últimos indicios que se habían tenido de Jack Frost y sus amigos desde que se escaparon de las celdas. Todos los técnicos estaban ajetreados ya que intentaban de encontrar cualquier pista que les hiciese saber de su paradero actual, pero ninguno encontraba nada.
-¿Tenéis algo? -pregunto, esperando que alguno le respondiese.
-Señor, estamos revisando todas las grabaciones. Pero en ninguna de ellas podemos ver cualquier atisbo de reconocimiento de los prisioneros -comentó uno de los técnicos que tenía delante.
-Pues mirad más a fondo -presiono golpeando el puño contra su mesa. El técnico quedó endurecido por su reacción.
-Tienen que estar por alguna parte -añadió con seriedad.
-Eso lo sabemos señor, pero...
Le lanzó la mirada a uno de los robots custodios que venía consigo, se puso delante del técnico mirándole con aquel penetrante ojo digital que decía mucho de sí. Se quedó mirándole fijamente con una posición que indicaba que en cualquier momento se pondría a atacar. Luego giró la mirada de nuevo hacía Morticus, quien expresaba una mueca de insistencia mientras le apuntaba con su otra mano el cayado de Jack, se podían ver pequeñas motas de nieve saliendo de él, indicando que podría sus poderes de frío con él.
-Revisare las grabaciones de nuevo, y haré un análisis -añadió con tono pasivo.
-Eso me gusta más -aceptó convencido y se alejó.
Se puso la mano sobre la boca y acto seguido empezó a morderse el dedo, nervioso. Tan desesperado estaba por acabar con Jack que haría lo que fuese con tal de que ocurriese un milagro que le llevase ante aquel joven de escarcha para sacarse de encima todo su infinito rencor.
-Mi señor -apareció otro soldado por detrás.
-¿Qué ocurre soldado? -le preguntó, sin apenas dirigirle la palabra.
-He intentado reclutar a alguno de mis hombres para hacer la búsqueda.
-Uhum.
-Pero muchos se han enterado de lo que le ha ocurrido al Amo y han decidido discrepar de mis órdenes o siquiera cometer la búsqueda por voluntad propia.
Morticus se extrañó tanto que se giró para mirarle de frente.
-¿Que quiere decir con eso? -cuestiono.
-No están muy de acuerdo con la decisión de que usted esté al mando señor.
Bajo la mano sintiendo que todo se le estaba viniendo abajo de nuevo.
-¿Me está diciendo que han decidido amotinarse contra mí?
-No se si esa es la palabra exacta para describir este suceso señor. Pero muchos se están reuniendo en el hangar negándose a colaborar.
-¡Pues entonces ordena a las demás tropas que los arresten!
-No podemos señor.
-¿Por qué no?
-Porque va en contra de las normas. No podemos detener a miembros del Imperio Tecnogizador a menos que se produzca una solución pacífica y razonable.
Tenía ganas de congelar a aquel soldado por verle soltar esos comentarios. Pero al mismo tiempo le hizo darse cuenta de un problema en el que no se había cerciorado, uno que debía solucionar fácilmente antes de que todo se descontrolase más de lo que ya estaba.
-Lléveme al hangar, soldado -le ordenó con tono intimidante.
-De acuerdo señor -aceptó y se dio la vuelta.
Se dispuso a seguirle, pero se acordó del robot custodio.
-Tu -le señaló con tono desafiante-, encargate de vigilarles. Si en alguna de las grabaciones se ve algún rastro de Frost o de sus amigos. Avísame a mi. ¿entendido?
La mirilla de su ojo digital giró por ambos lados. Esa era una señal de afirmación. El robot custodio dio la vuelta y se puso a mirar las pantallas. El técnico quedó intimidado ante aquel robot, este levantó la cabeza y se puso a mirarle mientras su ojo se giraba. Lo ignoró y siguió con lo suyo como si no pasase nada, aunque le molestaba que estuviera ahí parado.
MIENTRAS TANTO
CON JACK FROST
Jack y su pequeño grupo se habían pasado un buen rato recorriendo todas las instalaciones con el sumo cuidado de que ninguno de los soldados Tecnogizadores que estaban transitando los pasillos les viesen. Gracias a la ayuda de 4-0-9 pudieron esquivarlos sin ningún problema. Pero ambos sabían que esto no iba a durar mucho ya que en cualquier momento, Morticus traería más tropas y pronto les descubriría y acabarían siendo acorralados sin forma de escapar. Por eso mismo necesitaban aprovechar este momento para poder defenderse y encontrar una manera de detener los planes de Morticus antes de que cometiera un acto vil y rastrero.
Se dispusieron a entrar en la sala de almacenaje donde había todo tipo de artilugios que podrían servirles como armas. Asomaron la cabeza desde la esquina en la que estaban situados y pudieron ver que habían dos guardias Tecnogizadores armados con las armas de plasma defendiendo la puerta a cada extremo. Estaban rígidos y no parecían inmutarse.
-Vamos a tener que encontrar otro modo de entrar. Esos dos guardias no se van a ir de ahí -les comento 4-0-9 con tono precavido.
-¿Y por donde se puede entrar? -preguntó Jaime.
-Pues... no sé. Quizás sea por arriba. Pero eso nos costará más -opinó con tono dubitativo. Jack se desesperó demasiado con este tema.
-No, lo haremos ahora -protesto.
-¿Ahora?
-Hemos llegado demasiado lejos con este tema. No pienso perder más tiempo por complicarnos las cosas. Si vamos a entrar ahí, será librándonos de esos guardias -argumentó estrictamente Jack harto de tener que dificultar las cosas sin un motivo aparente.
-¿Y cómo lo haremos? -pregunto intrigado Jaime.
Dirigió la mirada al joven Tecnogizador que tenía delante.
-4-0-9, ¿crees poder engañar a esos guardias para que nos dejen pasar? -le propuso.
-¿Engañar a esos guardias? -se puso nervioso de solo pensar en esa idea-. No se si puedo.
-Venga vamos, son Tecnogizadores, no tienen emociones, son capaces de ser engañados por cualquier cosa. Ve ahí y diles de que el Amo ha decidido perdonarte, a ti y a nosotros.
-Podría ser un buen plan -opino interesado Jaime. Se puso a replantearse ese plan.
-No se si puedo -contestó, tímidamente.
-¿Por qué no? -preguntó Jaime.
-Yo siempre he sido leal al Imperio Tecnogizador, nunca he hecho nada malo intencionadamente, nunca he cometido ningún error y nunca he traicionado al Amo o a alguno de los demás Tecnogizadores con los que trabajo. Es lo que he sido siempre, un soldado leal e inquebrantable -concretó señalando con frustración todo lo que estaba apunto de quebrantar por ellos.
Ambos se miraron reconociendo que no iba a poder hacer nada a menos que no se sintiese seguro de sí mismo. Necesitaban ayudarle a superar todos sus miedos sin que se lo tomará a mal.
-Te entiendo bien 4-0-9 -apoyó su mano encima de su hombro. -¿De verdad? -pregunto sorprendido.
-Así es. Se lo que se siente estar ligado a una idea al creer que es buena. Yo pase lo mismo hace mucho tiempo por eso. Siempre creí que haciendo lo que me daba la gana lograría encontrar un motivo por el cual me había convertido en Jack Frost -explicó con tono compasivo. Luego giró la mirada dirigiéndose hacía Jaime-. Pero entonces encontré a un grupo de amigos que me ayudaron a darme cuenta de que había algo más importante que hacer reír a los niños, y era hacerles creer que no debían de tenerle miedo a lo que no podían confrontar.
-Yo antes tenía miedo de sentirme solo, pero gracias a Jack he podido darme cuenta de que siempre he tenido a un amigo que me cuidaba las espaldas -continuo Jaime con tono confiado.
Jack le rasco la cabeza como gesto de buena consideración. El pequeño se rio.
4-0-9 quedó tan impresionado al ver lo bueno que eran ambos, que empezó a reflexionar sobre el asunto. Cierto era de que siempre había sido leal al Imperio Tecnogizador, pero ahora que se habían descubierto ciertos secretos relacionados con Morticus y el Amo, sentía que ya no valía la pena seguir actuando correctamente como solía hacer habitualmente. Esta vez tenía que demostrar su valor pensando en lo que resultaba moralmente justo.
-De acuerdo -acepto.
Jack le dio un golpecito de confianza en el hombro, seguido de Jaime y se marchó algo nervioso a distraer a esos guardias. Fue andando mientras mantenía la compostura, debía actuar como un Tecnogizador más que no mostrase emociones para evitar un arresto inmediato.
Los dos guardias le vieron y rápidamente se pusieron delante del camino apuntándoles con sus armas. 4-0-9 se detuvo mostrando una expresión rígida, pero por dentro estaba nervioso.
-Cadete 4-0-9, quedas arrestado por haber confraternizado con enemigos hostiles. Te ordeno que te rindas -exigió el guardia de la derecha.
Se concentró lo suficiente en mantener la compostura. No podía perder esta oportunidad.
-Cadetes, debo informarles de que discrepo de sus órdenes -les comento, con tono rígido. Ambos guardias se miraron confundidos.
-Les exijo que me dejen entrar -ordenó con tono estricto.
-Cualquier exigencia que nos haga será rechazada. El general Morticus nos ha ordenado detenerle junto con los dos terrícolas que le acompañaban.
-¿Dónde se encuentran? -preguntó el guardia de la izquierda.
Debía pensar en soltarles alguna contradicción para confundirles.
-Cadetes, ¿conocen la clausura 3-2-3?
Se miraron de nuevo confundidos.
-La conocemos -reafirmó el guardia de la derecha.
-¿Entonces sabrán que el Amo es el único que puede imponer una orden de arresto contra un Tecnogizador que esté violando la cláusula 1-7-0?
-Así es, pero ahora el Amo se encuentra indispuesto. Lo cual indica que el general Morticus está al mando y cada una de sus órdenes es aceptable -comentó el guardia de la izquierda.
-Eso es cierto, pero no creo que al Amo le guste saber que habéis recibido órdenes de un general de menor rango en comparación con nuestro señor el Amo. Queréis que al detenerme le explique de qué habéis violado esa cláusula y provoque que ambos seáis llevados a juicio. Queréis sufrir este castigo ahora que nos encontramos en peligro de ser invadidos por individuos hostiles -argumentó amenazándolos de forma directa.
Ambos volvieron a mirarse, pero tardaron bastante en asimilar sus opciones.
-Debemos comunicárselo al general Morticus -propuso el guardia de la izquierda.
-No lo hagáis -imploro-. Si el general Morticus lo sabe le comunicará al Amo lo que sabe y sufriremos el mismo problema.
-¿Y qué propone entonces?
-Dejadme pasar con unos invitados y quedaros aquí a esperar mis siguientes órdenes.
-¿Sabe que aquí no se puede dejar pasar a nadie sin autorización?
-Tengo la autorización. Si me lo permiten, quisiera pasar al almacén antes de comunicarme con vuestro general al mando para determinar cuál podría ser vuestro castigo.
Ambos obedecieron y se apartaron permitiéndole el paso a la entrada.
4-0-9 se giró observando que al otro lado de la esquina se encontraban Jack y Jaime asomando la cabeza para ver lo que sucedía. Les hizo un gesto con la cabeza indicando que podían pasar.
Ambos se entusiasmaron y salieron de la esquina, marcharon corriendo a juntarse con él. Los dos guardias les miraron con indiferencia.
4-0-9 se acercó al panel y se puso a teclear el código. La barra de arriba se puso en rojo. -Han cambiado el código de nuevo -declaró, con tono fingido.
-No te preocupes -dijo Jack, se acercó al panel y se puso a congelarlo.
Los dos guardias les estaban mirando rígidamente sin hacer nada. No mostraba ninguna expresión, pero en el fondo les preocupaba la presencia de aquellos dos sujetos que les parecían desconocidos.
El panel se congeló y eso provocó que la barra de arriba se volviese azul. -Vamos -exigió, animándoles a entrar.
Jack y Jaime se metieron en el almacén quedando 4-0-9 detrás.
-Si otro Tecnogizador pasa por aquí y pregunta por la localización de los intrusos, responded que estáis obedeciendo órdenes del general Morticus o el Amo -les recomendó estrictamente.
-De acuerdo -aceptaron convencidos mutuamente.
4-0-9 pasó al interior y la puerta se cerró.
Los dos guardias se giraron poniéndose en la posición rígida que estaban antes.
-No lo entiendo, ¿esos no se suponen que son los terrícolas que se han escapado de las celdas? -objetó cuestionadamente el guardia de la derecha.
-Así es -confirmó el otro.
-¿Y porque estamos haciéndole caso a ese Tecnogizador que ha traicionado al Imperio?
-No estoy muy seguro, supongo que es porque somos... ingenuos -contestó con duda.
-¿Qué nos está ocurriendo?
-Creo que estamos empezando a reconocer que hay ciertas cosas que no funcionan. Y obedecer a ese Tecnogizador usando la excusa de las cláusulas, es una de ellas.
Giró la cabeza mirándole con intriga.
-¿Deberíamos de hacer algo?
-Primero espera a ver qué ocurre, luego ya actuaremos.
-De acuerdo -aceptó y se incorporó mirando al frente.
··
Dentro, Jack y Jaime observaron asombrados lo que tenían delante, era una enorme sala llena de artilugios depositados en cajas translúcidas como si fuesen artículos de exposición y se extendían por todo lo ancho como si se tratase de un museo.
-¿Esto es La Despensa? -pregunto Jack.
-Así es, antes Norte y 3-0-6 estuvieron para recuperar el abrigo de tu amigo de rojo. Creo que también se llevó consigo un arma que pudo usar para detener a los guardias -comentó 4-0-9 con tono estrafalario al recordar lo sucedido.
-Entonces puedo deducir que se llevó unas cuantas consigo por el camino.
-Hizo más que golpearles, casi destruye todo el hangar -añadió con ironía.
-¿Que se supone que tenemos aquí? -preguntó Jack con curiosidad.
-Debemos buscar armas, cualquier tipo de artilugio que pueda servir para defendernos.
-¿No podemos ir al arsenal donde tienen todas las armas que usan siempre? -cuestiono ese hecho.
-Podríamos, pero si usamos sus armas nos vencerán fácilmente. Necesitamos algún tipo de arma que pueda facilitarnos una victoria simple y efectiva.
-Y con decir que necesitamos una victoria simple y efectiva quieres decir coger el arma más grande para hacerlo todo fácil -terció indirectamente.
-Yo no lo trataría así, pero... viéndolo de ese modo podría suponer que es exactamente esa idea.
Jack sonrió alegrado al ver lo bien que se estaba empezando a llevar con ese Tecnogizador.
-¿Sabes si hay algún tipo de arma de hielo? -objetó Jack.
-¿Arma de hielo? -cuestionó, frunciendo el ceño extrañado.
-Si, un arma que te permita disparar frío helado. Como lo que yo hago con mi cayado.
Se replanteo esa propuesta.
-Dudo mucho de que tengamos algo así -opino incredulamente.
-¿En serio? ¿Venís de muchos planetas y no tenéis algo que dispare hielo? -crítico cínicamente.
-Tienes demasiado imaginación Jack Frost.
-Me he pasado 300 años viendo cómo el mundo avanzaba con todo tipo de cosas que al principio me resultaban raras. A estas alturas soy capaz de imaginarme cualquier cosa que me parezca creíble -argumentó con simpatía.
Continuaron recorriendo mientras observaban todo lo que había, Jaime era el que estaba más impresionado. Desde siempre había querido visitar un lugar así, una especie de sala que contuviese todo tipo de aparatos que le pudiesen servir de utilidad. Había algunas cosas que le parecían interesantes, y otras tenían un aspecto tan raro que ni siquiera sabía distinguir de qué se trataban.
De pronto sintió que pasó de largo de algo importante.
Caminó unos metros atrás y se fijó que en uno de los estantes formados por cajas translúcidas, se encontraba metido algo parecido a una planta, pero se movía como si estuviera vivo. Se acerco y observo que no era una planta, era una criatura parecida a un bicho palo pero tenía un color tan verde como las hojas de eucalipto. Era larguirucho, tenía seis pinzas como las de una langosta y cuatro ojos amarillos que se alargaban como si fuesen los de un caracol.
-Vaya -exclamó sorprendido.
Levantó la mano dispuesto a tocarlo, eso hizo que la propia criatura también se acercó dispuesto a tocarlo con una de sus pinzas. Jaime sentía un enorme entusiasmo por tocar un alienígena.
-¡No lo toques! -protesto 4-0-9 acercándose por detrás.
Aquello hizo que ambos se asustasen, la criatura verdosa se alejó andando hacía el otro lado.
-¿Qué pasa? -preguntó Jack asomando la cabeza desde otra esquina.
-Tu pequeño hermano casi estaba apunto de tocar a un Paleductus -declaró con severidad.
-¿Un qué? -cuestiono Jaime.
-Un Paleductus, un organismo invertebrado del planeta Ugandu. Estos pequeños serés al principio se muestran amables y cooperativos. Pero luego cuando les intentas de soltar la más mínima orden. Te atacan mordiéndote por toda la cara y te arrancan los pezones del pecho.
-¿Te arrancan los pezones? -crítico tímidamente Jack, asimilando esa explicación.
-Así es, te arrancan los pezones y luego se los comen -añadió con tono de consideración. Jack tragó saliva, asustado al imaginarse eso.
-¿Y por qué está aquí metido? -señaló Jaime.
-Capturamos a este organismo para experimentar con él y averiguar cómo controlarlo. -Eso es cruel -protesto ofendido.
-Lo sé, pero es parte de nuestras investigaciones, coger a cada organismo de un determinado mundo que nos resulte desconocido e interesante y averiguar sobre él durante el proceso.
Jaime se giró observando al pequeño insecto, se alejaba de ellos pero no dejaba de mirarle. Verle metido en esa caja hizo que le entrase lastima.
-Deberíamos de sacarlo -opinó con tono decidido. -¿Sacarlo de ahí? ¿Por qué?
-El pobre está sufriendo ahí dentro. Y encima creo que se siente solo -se giró mirándole de nuevo, se acercó sintiendo que le quería ayudar de verdad.
-Es un espécimen peligroso, está mejor ahí metido.
-Pero no es justo que esté encerrado. Está igual que nosotros hace un rato en las celdas. Ambos se miraron dudosos de su argumento.
-Lo siento mucho chico. Pero este tipo de organismo nos costó innumerables pérdidas en el pasado. No podemos arriesgarnos a que se suelte y nos arranque los pezones -espetó sincerándose con él.
-Pero... yo.
-Jaime -le interrumpió Jack-. Él tiene razón, no podemos perder ahora este tiempo en preocuparnos de este pequeño insecto. Debemos pensar primero en nosotros. Quizás luego nos ocupemos de liberar a todos los demás organismos que hayan aquí encerrados.
-Si es que el Amo decide hacerlo -indicó el otro.
Jaime bajó la cabeza apenado.
-Ey Jaime, no te sientas mal. Estamos en una nave espacial alienígena dispuesto a atacar a toda la tripulación que quiere matarnos -intento de animarle haciéndole ver el lado de la situación en la que estaban metidos-. ¿No te parece eso un poco alucinante?
-Supongo -contestó con dudas.
-Si quieres te permito elegir el arma que quieras.
-¿El arma que yo quiera?
-Claro, ahora eres un Guardián, te mereces tener tu propia arma.
Aquello hizo que se lo replantease con entusiasmo.
-¿Sabes que es demasiado pequeño para poder usar un arma? -cuestiono 4-0-9 recalcándole ese hecho de forma cínica.
-Lo sé, pero no te preocupes, él sabe lo que hace. -¿Seguro? -frunció el ceño.
-Si -afirmo con orgullo.
-Siendo ahora su hermano mayor no debería cuidarlo. -Bueno, a ver...
-Chicos -protestó Jaime.
Ambos reaccionaron sorprendidos.
-Tenemos trabajo que hacer.
Se miraron reconociendo que se estaban olvidando del tema principal.
-Cierto -reafirmó Jack con seriedad.
-Busquemos por aquí -sugirió 4-0-9.
Ambos se alejaron quedando Jaime pensando. Se giró y se fijó de nuevo en el insecto, este volvió a acercarse levantando su pinza para tocarle. Jaime apoyó su dedo sobre la caja sintiendo que estaba en contacto con la criatura.
-No te preocupes, te prometo que te sacaré de ahí -le prometió con confianza. Se marchó quedando el Paleductus despidiéndose de él con la pinza.
MIENTRAS TANTO
EN EL PALACIO DE LAS HADAS
Había pasado como una hora desde que los Guardianes y el resto del grupo se puso a reparar el platillo volante. En todo este tiempo se encargaron de todo. De reparar los sistemas, de ensamblar toda la maquinaría que se había desprendido durante el impacto, de reconstruir las piezas exteriores dañadas e incluso de conseguir una nueva batería.
-Muy bien, tirad, tirad -ordenó Norte alzando los brazos para guiar a los yetis.
Un grupo de forzudos yetis se pusieron a tirar de las cadenas para ensamblar el último trozo de metal que iba acoplado al extremo frontal del platillo. Iban tirando de él con toda la fuerza que tenían a medida que una grúa materializada por Sandy la iba bajando para poder apoyarla en el lugar indicado sin que se desnivele en el intento.
-Un poco más, un poco más, ahora.
Tiraron una última vez y la pieza cayó en el lugar señalado, soltaron las cadenas y Sandy desmaterializo la grúa, luego voló poniéndose encima de él, materializó un soldado y una máscara para protegerse de la luz y se puso a soldar como si fuese un mecánico de verdad.
Los demás estaban fuera observando lo perfecto que estaba el platillo. Algunas partes no estaban ensambladas de la forma correcta, pero lucía impecable.
-Es increíble que lo hayamos conseguido -exclamó sorprendido Norte.
-Si, ¿quién diría que nos hemos pasado toda una tarde reparando una nave espacial? -recalcó Halt asimilando con ironía el trabajo que hicieron.
-O de que acabamos trabajando con estadounidenses a montarla -añadió Olaf.
-Eso no es nada. Yo una vez tuve que limpiar toda mi madriguera porque el tontorrón de Jack me lo ensucio de jugo de arándanos -añadió Bunny.
-Jack Frost no es un tontorrón -protestó Stella tomándolo como ofensa.
-No, en realidad es un chico travieso. Uno que casi me deja todo el pelaje de color purpura. Hada se rio para adentro.
-¿Eso te causa gracia? -crítico Bunny mirándola de reojo.
-No, que va -negó, pero volvió a reírse.
-¿Te estás riendo de nuevo? -se mosqueó aún más.
-Si, pero no de lo que tú crees.
-¿Ah no? ¿Y de qué es?
-De que ahora me doy cuenta de lo buenas que son las travesuras de Jack -comentó con lastima.
-Ah, cierto -consideró Bunny.
Todos se sintieron pensativos al reconocer lo especial que era Jack, el joven de escarcha no solamente era un chico gracioso, sino que encima era una buena persona que sacaba lo mejor de cada uno. Y ahora que no estaba con ellos, ambos se sentían un poco abrumados ya que sin él el equipo no parecía completo del todo.
Kaity se acercó pudiendo notar su tristeza y le agarró de la mano. Hada la miró sorprendida.
-Le recuperaremos Hada -le prometió confiadamente Kaity.
Hada le sonrió alegrada de ver cómo la ayudaba.
Sophie se acercó agarrándola de la otra mano.
-La hadita estará con Jackie -le dijo con tono inocente.
Hada se entusiasmó aún más al oírle decir eso.
Stella se ofendió, no le gustaba que Hada estuviese enamorada de Jack ya que sentía que era suyo. Pero viendo cuánto le apreciaba, le dio algo de consideración.
Sandy finalizó de soldar, el soldador y la máscara protectora se desmaterializaron en pequeñas motas de polvo. Levantó el pulgar en señal de confirmar que ya estaba.
-Sandy ha terminado de reparar, voy a ir a ver cómo le va a 3-0-6 -propuso Norte.
-Nosotros nos quedamos aquí -aviso Nolan.
-Bien -acepto Norte con tono conforme.
-¿Podemos ir a mirar? -preguntó Oskar.
-Quedaos aquí, si algo sale mal es mejor que no os haga daño -aviso explícitamente Norte. -¿Como por ejemplo? -objetó Stella.
-Como que salgáis despedidos del asiento -opino indirectamente Bunny.
-¿Salir despedidos del asiento? -cuestiono Kaity esa mención.
-Si, como en las películas, cuando el protagonista se eyecta del asiento antes de que el vehículo explote o choque, ¿no es así como sucede?
Ambos se miraron con indiferencia.
-¿No te estarás refiriendo a las películas de espías nó?
-Si -se quedo pensando-, no... espera un momento.
-Eso sucede en las películas de espías, no en las de naves espaciales -le aclaro Oskar.
-¿Ah sí? -cuestiono indeciso al no saber cómo asimilarlo-. Pues a mí me contaron otra cosa.
-¿Quién te lo contó? -pregunto Hada.
Se quedó pensando hasta que se puso rígido al reconocer quien hizo el comentario.
-Jack -declaró frunciendo el ceño con disgusto.
Ambos se rieron al ver que volvió a caer en una de las bromas de Jack.
-Agh -se quejó, manteniendo la paciencia.
Norte pasó al interior de la nave, en la cabina de mando se encontraba 3-0-6 reescribiendo los sistemas del vehículo con suma precisión. Necesitaba que todo estuviese en orden ahora que estaban consiguiendo reparar.
-¿Todo bien por ahí? -le pregunto, llamando su atención.
-No oigo ruido, lo que indica que habéis terminado -opino sutilmente.
-Así es, Sandy ha conseguido soldar el último trozo de la nave. Todo el resto de los metales ya están acoplados, lo que indica que dentro de un rato este armatoste podrá echar el vuelo.
-No es un armatoste, es un vehículo de uso intergaláctico creado hace 700 años por el Imperio Tecnogizador -le corrigió con seriedad.
Norte quedó indeciso al oír eso.
-Vale, lo que tu digas -acepto conforme sin saber qué pensar-. Hay que mejorar tu sarcasmo.
-El sarcasmo es una excusa para hacer sentir indiferente a la gente en situaciones incómodas, no lo necesitaría usar si no fuese que nos encontramos en una situación de máxima urgencia -argumentó mientras se sentaba en uno de los asientos del lado trasero de la cabina de mando.
-Vaya, si que te tomas las cosas muy en serio -exclamó impresionado Norte.
-Así es, soy un Tecnogizador, mi deber es tomarme las cosas con suma responsabilidad. No como otras especies que actúan sin ningún tipo de fundamento o propósito.
-Pues yo me tomo las cosas muy en serio, y no por eso significa que tenga mostrarme serio todo el día -añadió con tono considerable.
3-0-6 se gira mirándole con una mirada de curiosidad.
-¿Qué quieres decir?
-¿Sabes como hago para que mi trabajo funcione tan bien?
-Dirigiendo a tus tropas, que puedo asumir que son tus pequeños elfos y los yetis -opinó. -Si, pero la cuestión no es lo que hago, sino... cómo lo hago.
3-0-6 se cruzó de brazos intrigado por lo que estaba contando.
-Veras: yo siempre he sido un hombre muy optimista, nunca me ha gustado que la gente se porta mal, tanto con ellos mismos como con otros. Y cuando veo que alguien lo está pasando mal por varias razones, siempre logro que de alguna se ponga mejor. Ya sea dandole un juguete, un buen manjar o dandole un buen consejo que le ayude en su vida. ¿Pero sabes cual es la cosa que más importa de todo esto?
-¿El qué?
-La magia -expresó una explosión con las manos.
-¿La magia?, ¿te refieres a la magia que liberas de tus manos? -cuestionó esa mención.
-No, la magia física no, sino la interna.
Frunció el ceño cada vez más extrañado.
-Esto es algo que tu amigo Morticus nunca pudo entender a la hora de analizarme -se levantó del asiento y se puso en el asiento de copiloto que había al lado-. Cuando la Luna me eligió para convertirme en Santa Claus, lo hizo para que le demostrara a los niños de que tienen magia en su interior, y esa magia, es la creencia de pensar que siempre poniendo algo de voluntad en sus corazones, podrán saber lo que harán con su vida una vez hayan madurado. Y una vez que la consigan, entonces habrán valorado todo cuanto tienen una vez llegue su momento de morir en paz, sabiendo que todo lo que hicieron en su infancia valió la pena.
3-0-6 se pone a pensar profundamente sobre ese tema.
-¿Entonces la magia es solamente una idea?
-Una idea, una metáfora, hay muchas formas de explicarlo, pero lo que importa no es encontrarle un sentido, sino creer que esa magia te fortalece por dentro, ya que eso es lo que te mantiene vivo el suficiente tiempo para saber que estarás bien con tus propias decisiones.
Empezó a comprenderlo con una mayor exactitud.
-Por eso mismo me encanta mi trabajo. Porque todo lo que hago, lo hago para que los niños se sientan bien, y al mismo tiempo yo me sienta bien con la gente que me rodea -recalcó esbozando una sonrisa de entusiasmo que indicaba su arduo aprecio a los demás.
-¿Tu quieres a tu equipo verdad?
-Así es, y haría lo que fuese por ellos, incluso sacrificar mi vida si algo malo les pasase. -Pues eso a nosotros los Tecnogizadores nunca nos ha pasado -comentó.
-¿Ah no? ¿Quieres decir que cuando uno de los vuestros se hiere...
-¿Nadie le salva? Si, así mismo -declaró con tono solemne.
Norte quedó indeciso al oír esa revelación.
-Vaya -exclamó-. No tenía ni idea de eso.
-Tampoco sabía muchas cosas, como que Morticus era un terrícola. De haberlo sabido el hijo del Amo me habría especificado un poco más los detalles acerca de dónde provenía Morticus, ya que la primera vez que le conocí poco me dijeron de cuál era su procedencia. Pero como era un miembro nuevo e importante, lo ignoré siguiendo las reglas del Imperio Tecnogizador -comentó indicando que sentía remordimientos de no haberse percatado de ciertas cosas.
Norte lo reconsideró también, le parecía un buen gesto de su parte reconocer que a pesar de que seguía siendo leal al Imperio, se daba cuenta de que había ciertas cosas que no funcionaban, eso lo hacía más humano que mostrar emociones.
-Un momento -se percató de algo importante-. ¿Has dicho que el Amo tiene un hijo?
-Así es, el Amo tiene un hijo. Antes de que se convirtiese en un Tecnogizador él seguía siendo una persona normal con familia. Pero después su mujer se murió quedando solo con su hijo. Desde entonces ha permanecido alejado de cualquier tipo de conflicto que le pudiese ocasionar una desgracia -explicó mostrándose interesado en contar sobre el tema.
-¿Entonces no se encuentra en la nave nodriza que hay arriba? -señaló al cielo.
-No, él se encuentra a salvo de todo lo que está pasando.
-¿Entonces no vendrá en algún momento como el Amo a ver lo que ocurre? -No, muy pocos saben que el Amo tiene un hijo.
-¿Incluso Morticus?
-A Morticus solamente se le enseñó lo primordial, la existencia del hijo del Amo es algo que debe permanecer oculta para muchos.
-¿Excepto tu? -indico.
-Yo ya conocí al hijo del Amo hace mucho tiempo, y créeme, no le gustaría para nada al Amo que alguien hostil supiese de su existencia ya que sino eso cambiaría muchas cosas.
-¿Qué quieres decir? -crítico ese argumento.
-El hijo del Amo es su heredero, todo su legado está con él. Si en algún momento él muere, su hijo pasará a dirigir todo el Imperio Tecnogizador y podrá tomar todas las decisiones que le parezcan correctas -comentó con total seriedad.
-¿Incluso para dejar de ocultar sus emociones? -Si le parece bien si.
Norte carraspeo intrigado.
-¿Y donde se encuentra ahora?
-A mil años luz. Eso es lo único mejor que puedo decirte.
-¿Por qué? ¿No confías en mí?
-No lo hago por eso. Si Morticus se entera de que el Amo tiene un hijo y sabe dónde se encuentra, entonces asumo que posiblemente vaya por él para matarlo y así tomar su poder.
-¿Pero al matarlo no deberían arrestarle?
-Podrían, pero según nuestras costumbres, si lo hace en un lugar sagrado, entonces toma el mando y continua legado iniciado por el Amo. Tendría no solamente el control de toda la armada sino también de todo el planeta para hacer lo que le diese la gana.
-Sería cómo convertirse en el mayor dictado que haya existido nunca.
Asintió con la cabeza indicando la gravedad de este asunto.
-Por Stalinovsky -exclamó Norte soltándolo con un fuerte acento ruso.
-Dudo mucho que el Amo se lo diga, pero si lo hace, tendremos un grandísimo problema.
-Por eso mismo debemos detenerle ahora -decretó con tono decidido.
-Si -afirmo estando de acuerdo con él.
Se acomodó y se dispuso a activar los sistemas.
-¿Crees que funcionará? -le pregunto con curiosidad.
-Me imagino que perfecto no será, espero que la carcasa que le habéis puesto al motor sirva para protegerlo durante el trayecto -opino con un cierto intento de parecer optimista.
-Y recuerda también de que hay una cinta atada en los sistemas -le recalcó Norte.
-Ah sí -recordó con indiferencia.
Engancho los dos últimos cables que quedaban sueltos, los metió dentro del panel, cerró la tapa y se puso a encenderla tecleando varios de los botones que habían sobre el panel de mando. Las luces se encendieron pero al cabo de unos segundos se apagaron.
-¡No! -se quejó.
-¿Qué pasa? -pregunto preocupado Norte.
-La energía no funciona -declaró con disgusto.
Siguió tecleando con la intención de que algo pasase.
-Será por el motor -opinó.
-No, el motor funciona bien. El problema es la energía que no quiere pasar a los sistemas. Sin eso, esto no se encenderá nunca -aclaró golpeando con disgusto la máquina.
-¿Quieres que lo haga yo? -propuso.
-Mejor que ahora no, esto es demasiado complejo y difícil, no quiere que la cosa empeore aún más -abrió la tapa y se puso a revisar los cables de nuevo.
Norte se puso hacer una idea de lo agobiado que se estaba poniendo 3-0-6. -Esto tiene que funcionar -volvió a meter los cables dentro del panel.
Las luces volvieron a encenderse por toda la cabina de mando.
-Ahora vamos bien -exclamó aliviado.
Tardo como un minuto y las luces volvieron a apagarse de nuevo, quedando todo a oscuras.
-¡No! -golpeo enrabiado el panel.
Norte quedó impresionado con el cabreado que le dio. 3-0-6 se disgustó tanto que se estiró sobre su asiento mientras resoplaba amargado al no saber qué pensar.
-¿Estás bien? -le pregunto, queriendo saber cómo se sentía.
-No lo se, no se como sentirme, nunca antes he sentido esto en mucho tiempo. La única vez que sentí algo fue siendo niño. Pero después me convirtieron en Tecnogizador y ahí entonces deje de pensar o sentir nada -explicó soltándolo todo con remordimientos-. Todo esto es culpa mía.
-No es culpa tuya -le animo queriendo que no se sintiese culpable.
-Si que lo es, yo deje que Morticus, o 1-0-8 en aquel entonces fuese nuestro general porque me lo recomendó el Amo. Pero si hubiese tenido algo en común debería haber preguntado quién era en realidad o de donde provino. La mayoría de todos nosotros sabemos de dónde venimos, pero con Morticus nadie lo sabía. Debería haberme dado cuenta de que sería una mala influencia -comentó demostrando lo culpable que se sentía de que todo hubiese acabado tan mal.
Norte quedó aún más impresionado todavía por lo sincero que estaba siendo con él. Todo ese enfado hacía que le pudiese comprender, pero se equivocaba en una cosa, y necesitaba ayudarle.
-No fue culpa tuya -le dijo con total honestidad. Se giró mirándole con el ceño fruncido.
-Tu no podías saber quien era Morticus, en ese momento no pensabas en nada, solamente recibías órdenes del Amo. En tal caso él tiene la culpa de que todo esté pasando.
-¿Qué quieres decir? -se extraño.
-Todo esto no hubiese ocurrido si el Amo no os hubiese quitado las emociones, podrías haber seguido viviendo como un Tecnogizador pero sin necesidad de quitaros vuestra humanidad.
-Pero no somos humanos -rectificó ese hecho.
-No, pero la humanidad es algo que todas las especies deberían de tener, ¿y sabes por qué?
-¿Por qué? -se acercó interesándose en esa cuestión.
-Porque eso es lo que hace que seáis imperfectos. -¿Imperfectos?
-La vida no es perfecta, nosotros tampoco lo somos, y al ser imperfectos, hace que nos demos cuenta de que hay ciertas cosas que pueden acabar mal. Pero siempre se pueden reparar si uno tiene la suficiente voluntad para reconocer lo que está mal. Y yo creo que lo hizo el Amo por ti y tu especie está mal.
-Pero él nos salvó.
-Os salvó de que os murieseis, pero no de que vivieseis.
Aquella cuestión hizo que se replantease muchas cosas en las que antes no había caído. Se sentía inseguro pensando en esto, pero no le preocupaba, más bien lo aceptaba.
-Puede que esta nave no funcione, pero si puede funcionar que las cosas cambien. En cuanto venzamos a Morticus, le diremos al Amo lo que debe cambiar.
-¿Quieres razonar con el Amo?
-Quiero proponerle una idea que puede ayudar a todos los Tecnogizadores, una en la que no requiera cometer los mismos actos que hizo en el pasado.
Se replanteo esa propuesta. Cierto era de que el Amo había creado todo un sistema que permitía que los Tecnogizadores viviesen de forma perfecta. Pero ahora toda esa perfección se estaba rompiendo a causa de una serie de malas decisiones desafortunadas, esto ya no podía continuar igual.
-¿Qué te parece? -le pregunto, queriendo saber su opinión.
Viendo la confianza que le estaba dando con esta idea, no podía negarse.
-Si -afirmó confiado en su propuesta.
Justo de pronto las luces se encendieron haciendo que tanto los sistemas como el motor de la nave se activasen sorpresivamente. Luego apareció la pantalla holográfica que salía del panel. En ella se mostraban toda una serie de imágenes que iban cambiando consecutivamente. En varias de esas imágenes se iba mostrando datos de información y muchas cosas más.
-Es increíble -exclamó sorprendido-. Ahora lo entiendo.
-¿El qué?
-Tenía que darle algo de tiempo a la energía para que se conectará a la red. ¿Cómo se me pudo olvidar? -se llevó la mano a la cabeza mientras sonreía avergonzado de una forma optimista.
-Yo no creo que haya sido por eso -terció Norte. -¿Ah no?
-No, yo creo que ha sido la magia -opinó.
-¿La magia?
-La magia que tienes en tu interior, ha salido y ha hecho que los sistemas se activasen.
-Eso es teóricamente imposible -discrepo rotundamente de esa opinión.
-Nada es imposible con un poco de fe.
No entendía nada de lo que decía, pero aceptaba que le diese esos ánimos.
-Será mejor que le avises a los demás de que estamos listos. En cuanto ponga esto en orden, nos iremos de aquí -le propuso con tono decidido.
-Perfecto -acepto convencido.
Norte se levantó y se marchó a salir de la nave, pero se giró y observó que 3-0-6 estaba pasando las páginas de aquella pantalla holográfica, aquello le hizo pensar en una idea.
-Disculpa, pero... ¿esa pantalla funciona como un ordenador nó? -le pregunto con curiosidad.
-Si -afirmó seriamente.
-Busca cualquier cosa relacionada con Jack, quiero saber donde le tienen -le pidió explícitamente.
-Eso haré -acepto conforme.
Asintieron firmemente con sus cabezas y Norte se marchó saliendo de la nave.
3-0-6 se quedó solo, pasando rápidamente las páginas con tal de buscar lo que necesitaba saber.
-Venga, ¿dónde estás? -se preguntó nervioso.
MIENTRAS TANTO
EN LA NAVE NODRIZA
Morticus bajo al hangar, siendo acompañado por aquel soldado Tecnogizador que siempre le notificaba todos los asuntos que se producían en la estación. Se abrieron las puertas del ascensor y de ahí marchó caminando con paso firme y apurado. El otro soldado estaba intentando de seguirle con el mismo ritmo, pero le resultaba imposible, no estaba tan apurado como él.
Entró al hangar por una de las puertas laterales y se encontró con todo un pelotón de soldados que iban corriendo de un lado para otro a medida que iban transportando cosas. Pero en un rincón se encontraba un grupo de cinco jóvenes Tecnogizadores sentados alrededor de un grupo de cajas de armás amontonadas entre si formado un medio círculo como si fuesen los objetos que uno se encuentra colocados en un parque de parvulario.
Morticus quedó impresionado. Sabía que había un grupo que se estaba oponiendo a actuar, pero tampoco se intuía que se encontraría con un grupo de jóvenes actuando con tan pocas ganas.
Se acercó hacía ellos y al instante el grupo le dirigió la mirada.
-Cadetes -se presentó formalmente.
-Señor -contestó uno que estaba más al frente.
Volvió a sorprenderse al ver que ni siquiera mostraban una mínima cordialidad.
-¿Alguno de vosotros me puede explicar porque habéis decidido desobedecer mis órdenes? -les exigió queriendo recibir una respuesta honesta.
Todos se miraron echándose unas miradas cómplices como de no querer decir nada.
-Cadetes, ¡os ordeno que me respondáis! -protesto exigiéndoles de nuevo.
Uno de ellos le dirigió la mirada y se levantó.
-Señor, ¿se acuerda de mí? -le preguntó aquel cadete.
Le miro bien y pudo reconocer su mirada, era uno de los cadetes que habían venido con él a capturar a los Guardianes en la cabaña.
-Si, me acuerdo de usted-. Es 5-0-1.
-¿Recuerda que fuimos con usted a capturar a los objetivos?
-Si, lo recuerdo perfectamente.
-¿Y recuerda también de que el soldado 7-5-8 apareció siendo traído por usted, con la garganta cortada? ¿Y nos comento de que se lo había provocado Jack Frost?
-Así es, ¿acaso no recuerda que explique de que el objetivo al que veníamos a buscar lo atacó?
-Lo recuerdo, pero hay un problema.
-¿Cuál? -empezó a sentir que se estaba yendo por un camino poco agradable.
-No creemos que el Guardián lo haya hecho -declaró.
Aquello le hizo darse cuenta de que aquel cadete estaba empezando a desconfiar de verdad. No a hacer preguntas dudosas como todos los Tecnogizadores hacían habitualmente.
-Creemos que lo que dijo el Guardián conocido como St. Nicolas Norte, más conocido como Santa Claus decía la verdad. Usted no es un Tecnogizador, es un terrícola, uno que ha intentado de matar a uno de los nuestros y se ha desecho de nuestro verdadero jefe que es el Amo -explicó acercándose hacía él con una expresión desafiante.
Aquello le dejó bien claro que aquel cadete iba en serio con lo que contaba.
-Disculpe mi señor, pero...
Levantó la mano interrumpiendo al soldado que tenía detrás.
-Márchese de aquí -le exigió con tono intimidante.
-Pero...
-Hazlo -le ordenó nuevamente.
-Si, mi señor -aceptó y se dio la vuelta marchándose por donde vino.
Volvió a dirigir la mirada al grupo de cadetes, que se estaban poniendo cada vez más molestos.
-Queremos la verdad Morticus.
-¿Cual verdad?
-¿De que usted intenta matar al Amo?
-Matar al Amo, el Amo está encarcelado por insubordinación.
-Eso es mentira, y usted lo sabe.
Estaban siendo tan francos con ese tema que no sabía que excusa darles para justificarse.
-¿Dónde está el Amo?
-¿Por qué? ¿Qué queréis hacer?
-Liberarle y permitir que le detenga.
Morticus se rió incredulamente.
-Si, claro -discrepo burlonamente.
Miro sus caras y empezó a cerciorarse de que estaban volviendo cada vez más molestos, tanto que le hizo percatarse de algo importante que no había tenido en cuenta hasta ahora.
-Vosotros tenéis emociones -declaró.
-No sabes como, pero desde que nos fuimos de esa cabaña en la Tierra, hemos estado experimentando cosas que nos han hecho darnos cuenta de que todo lo que hace ya no nos gusta. Y una de ellas es que no esté dando órdenes a un terrícola.
Los demás cadetes se levantaron esbozando unas miradas rencorosas.
Morticus se hizo rápidamente a la idea de que aquellos cadetes buscaban pelea.
-Cadetes, será mejor que vuelvan a sus aposentos, ahora mismo.
-No queremos -contestó otro.
Con eso ya tuvo bien claro que no tenían pensado cooperar.
-Pues muy bien, si no vais a obedecerme, entonces no sirve de nada que sigáis aquí -decreto esbozando una sonrisa picarona mientras mantenía agarrado el cayado.
5-0-1 sacó una espada que tenía guardada detrás de su chaleco, la extendió y la usó para atacar a Morticus, pero este se defendió agarrándole del brazo con el cayado provocando que cayera de cabeza contra el suelo.
-Oh -exclamó dolorido.
Los otros sacaron también sus espadas y marcharon corriendo a atacarle.
Uno a uno todos se pusieron a atacarle por diferentes ángulos con tal de derribarlo, pero Morticus era tan rápido que era capaz de esquivar todos sus golpes mientras usaba el cayado para asestarles varios golpes a cada uno como para poder volverlos vulnerables en el acto.
Se alejó de ellos poniéndose en una posición defensiva para tener ventaja.
El grupo ayudó a 5-0-1 a levantarse, se tocó el cuello sintiéndose dolorido por el golpe. Agarro su espada y la envaino dispuesto a usarla de nuevo para atacar.
-No vas a poder vencerme -le aviso Morticus.
-Puede que no te venza, pero al menos te haremos saber de que tu no nos mandas -recalcó demostrando que hacía todo esto nada más que para señalar un mensaje.
Todos marcharon aceleradamente hacía él y entonces Morticus activo el cayado haciendo que se iluminase y salieran motas de nieve. Los golpeo a todos usando el cayado que les iba congelando los estómagos y luego aprovechaba para asestar un golpe directo en la cara que les dejaba mareados. Luego uno a uno los fue venciendo tanto dándoles golpes en el pecho como en las piernas para evitar que se levantasen de nuevo.
Quedaron tirados en el suelo doloridos sin apenas poder moverse.
5-0-1 se giró y observó que su espada estaba tirada a unos metros alejada de él, se arrastró para cogerla, pero Morticus se puso delante aplastando con fuerza la mano.
-Ríndete -le pidió explícitamente.
-Nunca, tu no eres el Amo, jamás lo serás -soltó echándole en cara lo que pensaba de él.
-¿Quién dice que yo quiero ser el Amo? Yo solamente quiero ser yo -aclaro tomándolo como una simple modestia.
Se apartó y entonces le lanzó una ventisca de hielo que le pasó por encima de las manos.
-¡Ah! -grito de dolor.
Se giró mirando hacía arriba, se miró observando que tenía tanto los dedos como la mitad de sus manos congeladas, más azules que su piel de Tecnogizador.
-Tómalo como un recordatorio de lo que sucede por desobedecerme -le comento con severidad.
Justo en ese momento apareció un grupo de seis guardias Tecnogizadores armados.
-Llevaos a estos traidores a las celdas -les ordenó.
Cada uno cogió a uno de los miembros del grupo, le ayudó a levantarse y luego le ató las manos por detrás poniéndoles unas esposas brillantes. Los dos últimos levantaron a 5-0-1 quien no paraba de mirarse las manos con angustia.
-A este llevadle a la enfermería, que le sustituyan las manos por implantes -anunció.
-¿Qué? -exclamó alarmado.
-No te preocupes querido amigo, ya verás como te gustará tu nuevo tú -le comento burlonamente.
-No, no, no -protestó atemorizado ante lo que iba a hacer.
Los guardias se lo llevaron arrastrando mientras forcejeaba para soltarse.
-Esto no quedará así Morticus, el Amo acabará contigo -le aviso amenazadoramente 5-0-1 una última vez antes de salir de la sala.
Morticus se sintió agobiado por tener que pasar por esto. Quería tener el control de todo por una vez en la vida y ni siquiera eso podía hacer porque siempre había alguien que le echaba en cara que todo lo estaba haciendo mal. Pero ahora le daba igual, tenía lo que quería y lo debía aprovechar.
Se giró y observó que varios de los Tecnogizadores que estaban trabajando en el hangar se quedaron detenidos mirándole con una expresión indiferente.
Se sentía incómodo que pasase esto ya que no sabía si todos estaban sintiéndose igual que él o estaban apunto de rebelarse como el grupo que le atacó.
-Volved a vuestras posiciones -ordenó exigentemente señalandoles con el cayado. Obedecieron y se movilizaron yendo cada uno a continuar con su trabajo determinado. Morticus se agobió de nuevo, se acomodó el traje y decidió calmarse por el momento.
Levantó la mano y se percató de que tenía una herida cerca de la muñeca. Era un pequeño corte leve, pero le salía algo de sangre. Asumió que ese corte se debió de producir cuando estaba peleando con el grupo de traidores, uno le debió hacer daño, pero iba tan rápido que no se enteró. Se subió de la mano de su traje dispuesto a ocultarla, no podía dejar que ahora que estaba siendo sumamente poderoso alguien le viese y se cerciorará de que era vulnerable.
-Disculpe señor.
-¿Qué? -reaccionó girándose con severidad.
Observó que se trataba del mismo Tecnogizador que le había acompañado hasta el hangar. Había regresado y ahora le estaba mirando con una expresión indecisa.
-Lamento molestarle, señor -se disculpó con tono cordial.
-Agh -rezongó mosqueado, intentando mantener la compostura de nuevo-. No pasa nada, ¿pero se puede saber ahora que es lo que quieres?
-He aprovechado estos últimos minutos para hablar con otros generales, y vera... -se dispuso a buscar una manera de decirlo mejor-. Aparentemente hay otro grupo de Tecnogizadores que también están desobedeciendo órdenes, se rehúsan a continuar con su trabajo.
-Oh -se llevó la mano a la cara, agobiado al ver que tenía de nuevo el mismo problema.
-Me temo señor que tendremos que tomar medidas en el asunto -añadió con seriedad.
-¿Medidas? -cuestiono esa mención.
-Señor, esos opositores no se van a detener, al menos que le demuestre que nuestro Amo nos ha traicionado y usted es nuestro líder ahora -indicó concienzudamente.
Aquel argumento le hizo pensar en una idea que resultase conveniente.
-Cierto -dijo, ocurriendosele una idea.
-Señor, ¿que propone?
-Comunica a todos nuestros empleados y demás soldados, que dentro de diez minutos, haré un discurso presentando mis nuevas nociones -le pidió con entusiasmo.
-Si señor -aceptó convencido.
-Y quiero que se escuche por toda la nave. Para que lo sepan todos, incluso Jack Frost.
-Si señor.
-Y también... -se cercioro de algo más importante-. Quiero saber donde está el Super Tecnogizador. Hace un buen rato que no le veo por ninguna parte.
··
En otra sección, el Super Tecnogizador estaba metido dentro de los aseos personales de la nave nodriza, estaba delante de un espejo mirándose el rostro que tenía cubierto por implantes metálicos. Se lo tocó y sintió que le dolía por dentro, los tenía clavados tanto en la piel como en el músculo de la cara, eso hacía que fuese difícil hacer algo. Cuanto más tiempo se miraba, más empezaba a recordar su auténtico aspecto.
Recordaba ser un Tecnogizador normal como el resto de las tropas. Y siempre mostraba tener una mirada rígida como de no soportar que las cosas le fueran mal. Cuando le dispararon, recordó como aquel humano llamado Albert Nolan le disparó en el hombro.
Se levantó la manga del traje que llevaba puesto y pudo ver que tenía una leve cicatriz casi arreglada del disparo que recibió. Recordaba el dolor que le provocaba, pero también de la petición que le dio Morticus antes de salir.
-Te necesito para una misión importante.
Empezó a agonizar al sentir que estaba recordando demasiado. Golpeo el espejo con el puño provocando que este se fracturase en varios pedazos.
Miro el espejo y comenzó a recordar más cosas.
Recordó a Morticus diciéndole que planeaba un motín para acabar con el Amo. Que tenía ganas de hacerlo desde hacía mucho tiempo. Y también ocurrió algo más.
Le rajó el cuello de la garganta provocando que casi muriera.
-No te preocupes, les diré que fue Jack Frost quien acabó contigo.
Se levantó la manga del cuello del traje y observó que tenía una cicatriz en el cuello cosido con unas grapas especiales que le mantenían cosida la piel. Aquello le hizo doler la cabeza, se la apretó provocando que empezase a dar vueltas en círculos por todo el aseo personal, se tiró en el suelo y recordó algo más, algo que no era bueno.
-No te lo tomes a mal, te haré lo mismo que el Amo hizo por mi -acto seguido le sonrió.
-¡No! -bramó euforicamente.
Se giró y volvió a golpear el espejo de nuevo provocando que los cristales cayeran sobre el lavabo.
Una pequeña lagrimilla empezó a salir de su ojo, era una lágrima de angustia al cerciorarse de que Morticus le había arruinado la vida. Le había destruido tanto dentro como fuera. Eso era algo que no iba a tolerar de ninguna manera.
Salió de los lavabos y marchó todo recto cuando de pronto se topó con un Tecnogizador.
-Super Tecnogizador -le llamó.
Se detuvo al ponerse delante suyo, mirándole fijamente sin ningún miedo.
-Super Tecnogizador, Morticus le está llamando, será mejor que se reúna con él en el hangar -le pidió con tono explícito y estricto.
Rezongo en señal de confirmación.
El Tecnogizador asintió con la cabeza y se marchó para el otro lado.
Al oír eso le vino una idea a la cabeza, una que consistía en acabar con Morticus.
··
Jack y el resto del grupo continuaban buscando armas con las que poder defenderse, La Despensa era enorme, lo cual hacía que resultase muy difícil saber qué escoger de todo lo que había. Estar ahí metido se sentía como ir al supermercado, solo que en lugar de comprar comida, comprabas armas alienígenas que podrían servir para acabar con tus enemigos.
Jaime estaba distraído mirando todos los estantes repletos de extraños artilugios, mientras hacía eso, Jack decidió aprovechar este momento para seguir conversando con 4-0-9. Necesitaba saber más cosas de los Tecnogizadores para así poder entenderles.
-4-0-9, ¿puedo contarte una cosa? -le preguntó Jack.
-Claro -aceptó encantado.
-El Amo dijo que llevabais tiempo buscando a alguien que tuviese la fuerza suficiente para poder ayudaros a ser mejores de lo que sois ahora -parafraseó esa mención-. Y yo era el elegido para tener esa fuerza, ¿por qué?
4-0-9 le miró con una expresión inquisitiva.
-¿De veras quieres saberlo? -le pregunto con seriedad.
-Quiero saberlo todo -pidió clementemente.
-Cuando el Amo nos convirtió en Tecnogizadores, usamos nuestras nuevas habilidades para mejorar el trabajo, prácticamente lo hacíamos perfecto todo -relató-. Pero estaba el problema de que de vez en cuando fallábamos en alguna cosa importante.
-¿Por ejemplo?
-Cuando cometíamos un plan de exploración. Nos salía todo perfecto, pero en algunas ocasiones cuando nos metíamos en un planeta hostil. El plan fallaba y perdíamos a demasiados de los nuestros. Algunos eran devorados por diversas criaturas y otros eran dejados atrás sin pensar en la posibilidad de rescatarles siquiera.
Jack se puso a pensar en ese último aspecto.
-Como no teníais empatía, jamás os preocupabais por los vuestros -asimilo pensativamente.
-Exacto. Cuando el Amo vio esos pequeños desperfectos en nuestras misiones, tanto en las nuestras como la de los humanos a los que enviaba a capturar a niños más jóvenes, empezó a preocuparse ya que sentía que algo estaba fallando. No sabía lo que era hasta que entonces hubo un día en que un inesperado incidente lo cambió todo.
-¿Cuál? -se intrigó
-Lo que pasó contigo y Morticus -declaró.
-¿Quieres decir que el incidente que tuve con Morticus hace 300 años fue lo que provocó que el Amo se preocupase de verdad sobre el asunto? -cuestiono asimilando ese argumento.
-Cuando descubrió que Morticus se había llevado un arma Tecnogizadora para poder capturarte por la fuerza. Se dio cuenta de que se fió demasiado de su instinto y no percibió lo que él haría. Le decepcionó tanto que empezó a cambiar las cosas de forma drástica.
-¿Como de drástico?
-Cuando el Amo se dio cuenta de que estábamos perdiendo el tiempo con nuestras exploraciones, empezó a darse cuenta de que lo que fallaba, era que nos faltaba algo que no teníamos siquiera cuando solíamos ser normales.
-¿Que era?
-El factor humano -declaró. Se extrañó al oír eso.
-Nosotros somos una especie que siempre ha vivido de los cálculos y la lógica. Nunca nos hemos preocupado si algo estaba moralmente correcto o no. Y cuando descubrimos que tu especie funcionaba con eso, el Amo decidió buscar a gente que le pudiese servir de ayuda para mejorarnos y convertirnos en una raza mucha más perfecta que no nos llevase a cometer más errores.
-Y yo era la persona más humana que les servía -indicó indirectamente-. ¿Pero por qué?
-Cuando llegamos a tu planeta la primera vez. Tu especie solía ser muy ignorante y temerosa de cualquier cosa que no pudiese comprender. No podíamos escoger a cualquiera y asumir que su mentalidad serviría tanto como la de los nuestros. Necesitábamos a alguien que no tuviese miedo a enfrentarse a lo desconocido o a no dejarse engañar por las apariencias.
-Y como me enfrente a Morticus asumió que yo era el anfitrión perfecto -recalcó juntando todas las piezas de este puzzle que ahora se había convertido en su vida.
-Así es, tú fuiste el único de todos los humanos con los que se había negociado, que se negó a dejarse engañar por nuestros cómplices terrícolas. Eso hizo que el Amo se interesase por ti más que por ningún otro -cambió de expresión a una de disgusto-. Pero claro, Morticus lo arruinó todo, tú te moriste, y se perdió toda esperanza de que pudiésemos cambiar las cosas.
-¿Y qué pasó después?
-Como ya no valía la pena seguir en la Tierra buscándote, nos marchamos decididos a buscar otro planeta parecido al tuyo, que tuviese el mismo factor humano que os hacía especiales. Pero jamás lo encontramos. Estuvimos siglos y siglos buscando a alguien tan perfecto como tú. Pero entonces un día uno de los nuestros encontró una información que decía que quizás tú estabas vivo y te habías convertido en otra persona. Eso hizo que volviéramos al planeta a buscarte.
-Y puedo asumir que quien os dio esa información era Morticus, ¿verdad? Asintió con vergüenza.
-No había asimilado eso hasta ahora -opino, sintiendo remordimientos. -Era imposible que lo hicieras -espeto con honestidad.
-Lo sé, pero todo esto es culpa mía -comentó con lamento.
-¿Y eso porque?
-Cuando 3-0-6 se puso a rescatar a Norte, yo confronté a Morticus, le pedí que me explicase toda la historia. Y cuando empezó a burlarse de mí, yo quería pegarle, quería devolverle el golpe. Pero no pude, me bloqueé y a causa de eso todo ha ido a mal -apretó fuertemente el puño sintiendo remordimientos de lo que sucedió en ese momento.
Jack quedó indeciso al ver como se echaba la culpa. -Ey venga, no es culpa tuya -le animo.
-Claro que si, soy un cobarde.
-No -protesto-, no lo eres.
Le miro sorprendido.
-Gracias a ti 3-0-6 y Norte pudieron escapar de aquí a tiempo, y encima te quedaste atrás para sufrir las consecuencias de sus actos. Te sacrificaste como haría un ser humano -le concreto haciéndole ver todas las acciones que demostraban que se equivocaba.
-¿De verdad?
-Así es, lo mismo hice yo hace tiempo. Salve a mi hermana y eso me provocó la muerte. En cambió tu has tenido mucha más suerte porque aún sigues vivo. Deberías estar orgulloso de eso.
Se puso a reflexionar sobre ese aspecto.
-Yo nunca he sabido estar orgulloso de algo -opino dudoso. Jack se acercó apoyando su mano encima de su hombro.
-Pues esta es la mejor oportunidad para estarlo. Porque una vez que nos ayudes a acabar con Morticus, verás que te sentirás mucho mejor que nunca.
4-0-9 quedó impresionado al ver la capacidad de ánimo que tenía el joven escarcha.
-¿Cómo haces para lograr que me sienta tan bien? -le preguntó indirectamente.
Jack sonrió orgulloso.
-Porque siempre busco lo mejor de la gente, y en los amigos que me rodean -dirigió la mirada hacía Jaime que seguía mirando en los estantes.
Pudo comprender esa fácilmente esa idea.
-¿Tienes a alguien más esperándote ahí abajo? -le pregunto con sinceridad.
-Tengo a mi equipo, pero sobre todo tengo a Hada.
-¿Al Hada de los Dientes?
-Cuando estuvimos juntos por última vez, descubrí que me amaba desde siempre. Y ahora que lo sé, me doy cuenta de que yo también la amo. Y pienso decírselo cuando la vuelva a ver.
4-0-9 sonrió contento al oír eso.
-Ahora entiendo porque el Amo te buscaba. Eres especial Jack, más de lo que crees.
No sabía si sentirse complacido u extrañado de ese comentario. Pero si le hizo darse cuenta de que era tan buena persona que hasta conseguía que un alienígena confiase en él, eso era algo que ningún otro ser humano hubiese imaginado jamás.
··
Morticus se subió a la plataforma que estaba por encima del hangar acompañado de dos de los robots custodios yendo detrás suyo. Se agarró con una mano a la barandilla mientras se mostraba esbozando una mirada de omnipotencia. Golpeó el cayado contra el suelo metálico haciéndolo resonar. Se puso a mirar abajo observando como aquellos soldados Tecnogizadores que iban recorriendo de un lado para otro se estaban preparando para cometer su plan de ataque. Un plan de ataque que llevaba demasiado tiempo planeando pero nunca había llegado a producirse. Pero en cambio ahora sí, lo tenía todo perfectamente coordinado, y no iba a permitir que Jack Frost, el Amo o cualquier Tecnogizador que intentase oponerse, le arruinase el plan.
Sintió de nuevo un fuerte dolor. Se levantó la manga observando que la herida que tenía en el brazo se estaba infectando, se puso de un color púrpura que pocas veces había visto. Empezó a arrepentirse por no haberse tratado esa herida antes, pero como estaba demasiado ocupado con su enojo no le prestó atención. Se le ocurrió que en cuanto terminase con este discurso regresaría a la enfermería para tratarsela antes de que empeorarán las cosas de nuevo.
De pronto escucho unos pasos acercándose.
Se giró junto con los robots custodios que se pusieron apuntar con precaución a la figura que se aproximaba por el otro lado. Salió de las sombras revelando ser el Super Tecnogizador.
-Señor -saludó, con un tono inentendible.
-Llegas tarde -le reprochó.
Hizo el gesto con las manos para que los robots bajaran las armas.
-Lo... siento -contestó con titubeo.
-Más te vale no volver a separarte de mí sin un motivo.
Soltó un leve gemido de disgusto.
-Pero me enorgullece de que estés aquí -dijo con alivio. Soltó otro leve gemido que sonaba de aceptación.
De pronto se escuchó un pitido saliendo de un pequeño aparato que estaba colocado en el centro de su traje. Lo pulso y dejó de escucharse.
-¿Si? -pregunto.
-Mi señor, ya está todo listo para que pueda hablar -le contestó el Tecnogizador asistente.
-Muy bien -finalizó y cortó la comunicación.
Se colocó delante de la barandilla de nuevo y sacó un aparato ovalado cuya capa estaba formada por una malla parecida a un micrófono. Lo encendió y al instante empezó a sonar una alarma grave que resonó por todas las salas que se encontraban en la nave nodriza.
··
Incluida La Despensa, donde estaban Jack y sus amigos. Ambos alzaron la mirada hacía arriba quedándose sorprendidos al escuchar ese sonido tan repentino.
-¿Qué es eso? -se cuestionó Jaime.
-Eso es una alarma -crítico Jack.
4-0-9 la reconoció al instante.
-No es una alarma cualquiera. Es la señal de aviso de un comunicado importante -aclaró.
-¿Un comunicado importante?
-Morticus me parece que va a dar un discurso para que lo oigan las tropas -opinó.
··
Todos los trabajadores que se encontraban en el hangar alzaron la vista hacía Morticus. Vio que todos le estaban prestando atención y se puso a contar.
-Queridas tropas del Imperio Tecnogizador -su voz resonaba con eco produciendo que se notase un mayor aire de soberanía-. Seguramente muy pocos sabéis que se ha producido una fuga en nuestras celdas, dos prisioneros terrícolas y un traidor andan sueltos por la nave. Se supone que este debería de ser un asunto principal que a todos nos concierne, pero en vez de eso se está produciendo una serie de actos graves que no puedo permitir.
Su voz resonó por toda la nave haciendo que cada Tecnogizador la escuchase atentamente.
Los dos Tecnogizadores que custodiaban La Despensa se miraron intrigados por lo que estaba apunto de contar, asumieron que lo contaba les haría dar un motivo por el cual entrar en el almacén y coger a los prisioneros que se habían metido intencionadamente ahí.
-¿Qué es lo que está diciendo? -cuestiono Jaime sin comprender lo que decía. 4-0-9 le rechisto, estaba intrigado y preocupado por lo que podía contar.
··
-Muchos de vosotros sabéis que el Amo ha sido detenido, arrestado por insubordinación, y eso ha hecho que ahora yo sea el que esté al mando de esta operación. Esperaba algo de respeto por esta decisión, pero veo que no es así -golpeó fuertemente su cayado contra el suelo.
El sonido del golpe con el metal del sueño resonó por todo el hangar.
-Desde hace menos de una hora lleváis oponiendoós a actuar según mis órdenes y las de vuestros superiores al mando. Y encima habéis conspirado para cometer el asesinato de matarme o incluso de liberar al Amo. Eso es algo que me avergüenza demasiado, tanto que siento ganas de ejecutaros sin mostrar la más mínima clemencia.
Esa última frase hizo que todos los Tecnogizadores del hangar se miraran dudosos de sus palabras. Esto era algo que para ellos jamás se había mencionado nunca.
-Pero en realidad no lo voy a hacer, ¿y sabéis por qué? -se puso a caminar por toda la plataforma a medida que hablaba con tono cordial-. Porque voy a deciros algo que seguramente el Amo jamás os ha mencionado nunca, una pequeña información que ha sido ocultada durante mucho tiempo.
··
4-0-9 escucho eso y se hizo rápidamente a la idea de que esto era algo malo.
-Oh no -exclamó preocupado.
-¿Qué pasa? -le preguntó Jack acercándose por detrás suyo.
-Va a contarlo todo -dijo.
-¿Qué todo? -continuo Jaime.
-Va a contar toda la verdad sobre él -aclaró.
-¿Y qué pasa si lo hace? -dudo Jack con esa pregunta. -Que arruinará a todos los Tecnogizadores -indico con pavor.
··
-Todos vosotros me conocéis como 1-0-8, pero después os dije que ahora me llamaba Morticus, y no es un nombre que me acabo de inventar para presumir de mi poder. Lo he mencionado porque ese es mi auténtico nombre -alzó los brazos postrándose ante ellos-. Soy un ser humano.
Todos los Tecnogizadores reaccionaron sorprendidos al escuchar eso.
-Así es, queridos Tecnogizadores, yo soy un terrícola, un hombre venido de ese planeta en el que estamos flotando alrededor de su órbita. Fui capturado hace años por el Amo, y me acogió a cambio de que yo hiciera trabajos para él. Y uno de esos trabajos fue capturar al individuo que ahora todos conocemos como Jack Frost -soltó con malicia.
A medida que seguía hablando, los Tecnogizadores se ponían más tensos y no sabían que pensar.
-Pero desgraciadamente fallé en mi misión. Morí, morí por culpa de Jack Frost quien asesinó a mi hermano a sangre fría -soltó con mayor severidad.
··
-Eso no fue lo que pasó -protestó Jack, indignado al ver que cambiaba la historia.
-Pero para él sí -indicó expresamente 4-0-9.
Jack resoplo mosqueado al no saber qué pensar. Morticus lo estaba empeorando todo cada vez más.
··
-Después de que muriese, el Amo me rescató, me salvó la vida, pero en vez de ayudarme me transformo en lo que veis ahora. Me convirtió en un Tecnogizador, un híbrido entre terrícola y Tecnogizador, el primero de todos.
Aquello último hizo que todos sobresaltarán largando todas sus emociones de preocupación al no poder soportarlo. Uno de estos se puso delante de la fila de Tecnogizadores que estaba más cercana, esbozo una mirada desalentadora y dijo:
-Es un impostor, ha encerrado el Amo -le señalo acusadoramente. Morticus se desalentó al oír eso.
Los robots custodios y el Super Tecnogizador se pusieron delante dispuestos a atacar. Morticus les puso el brazo delante impidiendo que pasasen, mantuvo la compostura.
-Cierto, soy un impostor. Pero un impostor que también fue engañado por el Amo. Se me borró la memoria, y se me hizo creer que era uno de vosotros -comentó justificándose de manera que no pareciese culpable de sus actos-. Y si, lamento mucho que haya encerrado al Amo. Pero lo he hecho por un motivo.
Jack escuchó y reaccionó sorprendido.
Los otros dos le dirigieron la mirada.
Ambos se miraron intrigados ante ese comentario.
-El Amo también ha sido un mentiroso, nos ha estado ocultando cosas importantes. ¿Sabíais acaso de que tiene un hijo? -soltó con ironía.
Todos volvieron a sorprenderse de nuevo ante ese descubrimiento.
-Así es, tiene un hijo. Uno que ha ocultado durante mucho tiempo. ¿No os parece eso un poco insultante viniendo del hombre que nos ha dado un motivo para vivir?
Todos confirmaron empezando a estar de acuerdo con ese argumento.
-O también de que os ha quitado las emociones sabiendo que eso estaba mal. Bajaron la cabeza sintiéndose mosqueados con esa idea.
-El Amo os ha mentido en muchas cosas. Pero al menos hay una cosa que yo no he hecho, y ha sido mentir. Yo he sido sincero ahora mismo. ¿No es mejor ser sincero que dar órdenes que nos hagan creer que estamos haciendo lo correcto aún cuando no lo es?
-¡Si! -afirmaron lanzando el puño.
-¿No es preferible elegir a alguien que nos permita ocultar nuestras verdaderas emociones? ¿O a alguien que os deja actuar con libre albedrío?
-¡Si! -alzaron el puño de nuevo estando de acuerdo con sus palabras. Aquello hizo que Morticus empezase a sentirse encantado.
-Y como veo que estáis de acuerdo conmigo y me preferís a mi como líder que al Amo, os propongo esto -levanto el dedo en señal de mostrarse optimista.
Todos se callaron escuchando atentamente lo que tenía.
-Si me seguís a mí, os prometo que romperemos todas las normas y cláusulas que el Amo os ha impuesto durante todos estos siglos de dinastía -comentó con vacilación.
Todos se echaron unas miradas de duda al sentirse molestos con esa propuesta.
-Usted no puede hacer eso, no puede romper las normas -protesto el Tecnogizador que antes le había señalado acusadoramente con el dedo.
-Si que puedo, y lo haré, ¿y sabéis por qué?
Volvieron a callarse dispuestos a escuchar intrigados.
-Porque estoy harto de cómo funciona este sistema. Estoy harto de este sistema que se ha creado en base a las mentiras del Amo. Y como el Amo ya no está aquí para justificar sus actos, ahora me toca a mí terminar lo que empezó, pero esta vez a mi manera -golpeó su cayado de nuevo contra el suelo, creando una sensación de impotencia.
Todos quedaron dubitativos ante esa propuesta, jamás lo habían hecho.
-No puede ser hacer eso. Es un monstruo -achacó de nuevo el Tecnogizador.
-¡No! -grito otro Tecnogizador que estaba más atrás-. Él tiene razón, llevamos demasiado tiempo viviendo bajo las órdenes del Amo. Estoy harto de no poder sentir, quiero volver a tener emociones como solía tener antes de estar aquí.
-Si -coincidieron unos cuantos con él.
Morticus sonrió alegrado al ver que estaba consiguiendo una rebelión.
De pronto todo el grupo se convirtió en una enorme muchedumbre enfurecida que empezaba a gritar a los cuatro vientos todo lo que pensaban. Tenía aspecto de que en cualquier momento todos iban a empezar a pelearse con tal de mantener el orden.
-¡Silencio! -grito euforicamente Morticus lanzando una ventisca de hielo a través del cayado.
La ventisca de hielo pasó por delante de los Tecnogizadores sorprendiéndolos e intentando cubrirse ya que parte de las motas de nieve les estaban dando en la cara.
Morticus se detuvo y se mostró de nuevo con una posición firme.
Los Tecnogizadores levantaron las miradas indecisos ante lo que acababa de pasar.
-Aprecio mucho vuestro entusiasmo al poder opinar. Pero desgraciadamente estamos perdiendo el tiempo peleándonos contra todos nosotros cuando en realidad lo tendríamos que estar haciendo contra aquellos que desconocen de nuestra existencia.
Ambos se miraron confundidos al no comprender ese argumento.
-Ahí abajo -señaló con el cayado hacía el frente.
Todos se giraron dirigiendo la mirada hacía la puerta de plasma que separaba el exterior, se podía ver el planeta Tierra de muy cerca.
-En este planeta, tenemos un montón de posibilidades para empezar de cero. Pero no podemos hacerlo ya que se encuentra viviendo la misma raza que yo fui una vez, la misma raza que me trató como escoria cuando yo era niño. Así que por eso mismo se me ha ocurrido una idea -levanto el dedo indicando que iba a lanzar otra sugerencia-. Esta vez utilizaremos toda nuestra tecnología, no para experimentar con la superficie del mundo, sino para conquistarlo. Conquistaremos ese mundo y haremos que sea nuestro, y lo mismo con todos los demás. Crearemos una nueva galaxia ocupada solamente para nosotros y para nadie más.
Todos los Tecnogizadores volvieron a divagar sobre ese tema mientras la mayoría se estaban volviendo locos al no saber qué pensar de este tema.
-No puede hacer eso -protestó de nuevo el Tecnogizador que le recriminaba-. Las cláusulas nos ordenan que solamente el Amo puede ordenar una invasión a escala global.
Morticus frunció el ceño esbozando una mirada indirecta.
-Disculpa cadete, ¿acaso está el Amo aquí? -le pregunto cínicamente.
-No, lo que significa que ahora yo mando, y ordenare lo que yo quiera -indicó descaradamente.
-Aunque usted lo diga, yo seguiré siendo firme ante el Amo -decreto el Tecnogizador poniéndose firme en señal de mostrar lealtad.
-Muy bien, como tu digas -volteo la mirada hacía el robot custodio que tenía a la izquierda y le echó una mirada que el androide supo reconocer.
Se puso delante de él y apunto contra el Tecnogizador, apretó el gatillo y el arma lanzo una ráfaga de color verde esmeralda que impacto de lleno contra su pecho. El impacto fue tan poderoso que lo lanzó volando varios metros hasta caer al suelo donde se alejó patinando. Salía humo de su herida y quedó con la mirada rígida con los ojos bien abiertos. Todos los Tecnogizadores alzaron la mirada hacía Morticus, el robot custodio levantó el arma y se alejó.
-Ahora yo soy el nuevo Amo, y todo aquel que intente desobedecerme o criticarme. Acabará sufriendo el mismo destino que mi hermano -aviso amenazadoramente-. ¿Ha quedado claro?
Los Tecnogizadores se miraron con dudas, se postraron firmes ante Morticus y acto seguido dijeron:
-¡Larga vida a Morticus! ¡Larga vida a Morticus! -vitorearon alzando el puño al aire.
Morticus esbozo una enorme sonrisa de satisfacción al ver que ya consiguió convencerles.
-Ahora, quiero que os ocupéis de buscar a Jack Frost, y mientras hacéis eso. Quiero que busquéis todas las armas más potentes que tengamos. Porque en menos de una hora, todas las naves saldrán y marcharan para atacar a la Tierra. Y una vez que estéis ahí, les haréis saber a la humanidad quienes sois. De lo que podemos hacer. Quemad sus casas. Destruid sus monumentos más preciados. Y todo eso para quitarles la Navidad -concretó largando todas las opciones que tenía pensadas cometer durante este plan de invasión-. No, mejor dicho. Vamos a robarles la Navidad.
Le entusiasmó tanto que largo una fuerte risa que resonó por todo el hangar.
-¡Morticus! ¡Morticus! ¡Morticus! -siguieron vitoreando mientras el resto de los Tecnogizadores lo hacían por todas las secciones de la nave.
··
4-0-9 quedó indeciso ante lo que acababa de escuchar. Se sentía tan sorprendido que por poco empezó a caer al suelo derrotado, pero Jack le cogió a tiempo.
-¿Estás bien? -le preguntó preocupado.
-No, no lo estoy -contestó apenado-. Morticus lo ha hecho.
-¿Qué ha hecho?
-Se ha hecho con el control de todos los Tecnogizadores, ha roto las normas, todo el orden que teníamos establecido se ha arruinado. Ahora acabaremos cometiendo los mismos errores que llevaron nuestro mundo a la destrucción -comentó señalando lo entristecido que estaba de ver que todo en lo que creía estaba apunto de ser destrozado por Morticus.
Jack asintió, pudo comprender su frustración. Era como si le quitasen una parte de él. Jaime estaba a un lado observando lo que sucedía.
-No solo eso, Morticus va a mandar a todo un ejército para atacar a la Tierra. Y encima en Navidad -añadió exaltadamente.
-Si arruina la Navidad a la gente, perderá la confianza en nosotros, y dejaremos de tener fuerzas para vencerle -añadió considerablemente.
-¿Qué hacemos? -protesto aterrado.
-Tenemos que detener a Morticus e impedir que mande esa flota -decreto.
-No vamos a poder hacer eso -dijo 4-0-9.
-¿Por qué no?
-Ahora que todos obedecen a Morticus, seguramente habrá avisado a las demás flotas que se encuentran en el otro lado de la galaxia para que vengan aquí a ayudarle en su plan de conquista. Aunque le detengamos, las demás naves vendrán a hacer el trabajo -argumentó demostrando que estaban metidos en una batalla contra la que no iban a poder ganar.
-Genial -se quejó Jaime-. Ahora somos tres contra todo un Imperio, ¿como ganaremos?
Jack se puso a pensar en un plan.
-¿Hay alguna forma de que desobedezcan a Morticus? -preguntó intrigado.
-La única forma de que desobedezcan sus órdenes, es que el Amo les diga la verdad. -¿Pero el Amo no estará muerto ahora, nó? -objetó Jaime.
Jack se puso a cuestionar ese hecho.
-Yo no lo creo -dijo Jack con tono concienzudo. Ambos le miraron intrigados.
-Morticus quería castigar al Amo, hacerle saber que todo su mundo se viene abajo, como ocurrió con él. ¿Qué te apuestas a que seguro que está vivo y encerrado en las mazmorras? -soltó confiado en ese argumento.
4-0-9 se puso a indagar en ese argumento.
-Es una posibilidad -reconoció con confianza.
-¿Y donde puede estar el Amo? ¿En otras mazmorras como en las que estábamos?
-No, debe de estar en algún lugar donde nadie sepa de su existencia -indagó Jack. -Se donde puede estar -dijo 4-0-9.
-¿Dónde?
-Abajo, en lo más profundo, hay una celda especial, una que solamente sirve para contener especies tan enormes y hostiles que ninguna otra celda puede contenerlas. Es prácticamente un hoyo.
-Tiene que estar ahí -se convenció Jaime.
-Pues entonces iremos a buscar el Amo -decidió Jack.
-¿De veras quieres ir a liberar al hombre que decidió secuestrarte hace 300 años?
-Y si, ahora las cosas han cambiado. El mundo está en peligro y debemos tomar todas las opciones que hagan falta para impedir una masacre -indicó Jack demostrando que estaba dispuesto a aliarse con cualquiera con tal de proteger a los inocentes.
Ambos le miraron convencidos de esa idea.
De pronto se oyó un sonido metálico que les llamó la atención.
Caminaron hacía el centro de la sala y pudieron ver que estaban entrando los guardias que les habían pedido que custodiasen antes la entrada.
4-0-9 se puso delante dispuesto a hablar con ellos sin mostrar emoción alguna. -Cadetes, ¿explíquenme a que se debe esta intrusión? -les preguntó con desdén.
-Cierre la boca traidor, ya no nos creemos su historia -declaró el guardia de la derecha.
Ambos quedaron indecisos al ver que ya no mostraban emociones.
-Antes nos creíamos sus órdenes, pero desde que el general Morticus ha decidido romper con las normas, ahora nos da motivos para poder capturarles -aclaró el guardia de la izquierda con frialdad.
-Entréguese 4-0-9, o nos veremos obligados a tomar medidas poco eficientes -comentó el otro acercando la mano hacía el arma que tenía colgando del cinturón.
Ambos se miraron reconociendo que estaban en un grave problema.
-Agáchate -le pidió Jack a Jaime haciendo que se arrodillara en el suelo.
Jack se enderezo y cogió uno de los estantes que tenía al lado.
-Señores, ese hombre que ahora dirige la nave, no es nuestro Amo, no necesitáis hacer esto -imploro 4-0-9 queriendo que tuviesen algo de sentido común.
-Esto no lo hacemos por él, lo hacemos por nosotros -declaró el guardia de la derecha.
-Me parece a mi que no pienso cooperar -opinó el de la izquierda.
-Cierto -coincidió el otro.
Ambos cogieron sus armas, las encendieron haciendo que varias ranuras y bordes del arma se iluminarán con una tenue luz celeste de neón.
4-0-9 trago saliva, aterrado al no saber qué hacer.
-¿Dónde está Jack Frost? -preguntó el de la izquierda.
-Aquí -bramó Jack, tirando un cubo contra ellos.
El cubo impactó contra el guardia de la derecha, grito dolorido y cayó al suelo. 4-0-9 aprovechó el momento para escapar moviéndose hacia el otro lado. -Que no escape -gritó el guardia derribado.
Levantó el arma y se puso a disparar contra 4-0-9 quien escapaba corriendo para cubrirse de los disparos. Fue lanzando varias ráfagas que iban rompiendo todos los estantes que se encontraban alojados en La Despensa, se estaba creando una lluvia incesante de cristales.
Terminó de disparar y se puso a observar con detenimiento la escena. El otro guardia se levantó con un fuerte dolor en la cabeza.
-Será mejor que no disparemos, o romperemos los artilugios -sugirió precavidamente.
-Si -acepto con seriedad.
El otro levantó su arma y ambos marcharon a capturar a los fugitivos.
Jack asomo la cabeza al ver que se estaban acercando, necesitaba pensar en una estrategia que le pudiese servir para detenerles. Giró la cabeza y observó que al otro lado de la sala, se encontraba un arma parecida a una escopeta, solo que esta era blanca con un bordeado verde esmeralda. Le resultó un arma tan curiosa que decidió ir por ella.
A su lado tenía a Jaime, preocupado y tiritando de miedo por lo que estaba pasando. Jack le siseo queriendo que estuviese callado. Se puso a caminar de puntillas mientras se iba acercando para coger el arma. Giro en una esquina y acabó golpeándose con un estante.
Eso provocó que llamase la atención de los guardias. El de la derecha le hizo señas al de la izquierda para que ambos se separasen. Este se fue hacía donde estaba Jack y el otro se puso a buscar a 4-0-9, quien estaba escondido entre los estantes, esperando el momento para atacar.
El guardia se puso a mirar con detenimiento, sentía algo pero no lo veía. Continuó andando hasta que de pronto sintió que algo a su lado se movía.
-Ey -gritó Jack tirándole encima un estante.
Levantó el brazo intentando cubrirse, pero no le dio tiempo y acabó cayéndole encima provocando que se estampase torpemente contra el suelo. Jack aprovechó el momento y saltó volando hacía donde estaba el arma. Estaba apoyado sobre un estante y protegida por una caja de plasma, tiró el estante al suelo provocando que se desactivase el sistema electrónico que la protegía. El guardia se quitó de encima el estante mientras se quejaba abrumado por lo sucedido.
Jack cogió el arma al mismo tiempo que el guardia lo hacía con la suya. El guardia disparó lanzando una ráfaga que casi impacta contra el joven de hielo, pero Jack rápidamente salta hacía arriba esquivando el disparo y luego dispara usando el arma. Esta acaba impactando contra el guardia creando unas enredaderas de ramas que le atan los brazos quedando inmovilizado.
Jack queda sorprendido por lo que acababa de pasar.
El guardia intentó forcejear moviéndose para quitarse de encima las enredaderas, pero no pudo y acabó cayendo de cabeza contra el suelo. Se golpea de cabeza dejándole inconsciente.
El otro guardia se giró sorprendido al ver que su compañero cayó. Miró a Jack quien se queda indecisa ante esta sorpresiva situación. Se enfada y se dispone a disparar, pero entonces 4-0-9 le golpea en la cabeza por detrás con otro estante que lo deja también inconsciente, luego cae al suelo.
Ambos se miran respirando agotados por la terrible que estaban manteniendo.
-¿Estás bien? -le preguntó Jack.
-Mejor que tú, si -contesto con incredulidad.
Jaime asomo la cabeza intentando de ver lo que había pasado.
-¿Estás bien campeón? -le preguntó Jack, preocupándose ahora del pequeño.
-Si -contestó tímidamente.
Jack le ayudó a levantarse y entonces se fijó en el arma.
-¿Qué es esa cosa? -le señaló sorprendido.
-No tengo ni idea -contestó, sin asimilar lo que le hizo al guardia. 4-0-9 se acercó y pudo entender de qué se trataba.
-Has encontrado la Brotadora -declaró sorprendido.
-¿La Brotadora? -cuestionaron ese nombre.
-Es un prototipo de arma que funciona por medio de una semilla viviente, es capaz de lanzar todo tipo de plantas o cualquier organismo vegetal.
-Espera, ¿estás diciendo que esta arma dispara plantas? -crítico Jaime con desdén.
-Lanza pequeños brotes vegetales que al impactar contra un objetivo son capaces de crecer en diversos tamaños según la superficie o el tamaño del objeto que esté tocando.
-Vaya -exclamaron sorprendidos.
-Un momento, ¿nunca habéis usado esta arma? -cuestiono Jack.
-El arma es un prototipo, y al ser un prototipo tiene sus defectos. -¿Cómo cuáles?
-Los brotes son aleatorios, cada vez que esta arma dispara algo, el brote crece hasta convertirse en una planta distinta. Una vez en unas pruebas, lanzaron un brote que se convirtió en una planta carnívora que se comió a uno de los nuestros.
-¿De verdad? -preguntó Jack anonadado. Meneo afirmativamente con la cabeza.
-Después de esa prueba fallida, era mejor que quedase aquí resguardada para que nadie más volviese a cometer el mismo error.
-¿Y nunca intentasteis de mejorarla? Averiguar qué era lo que tenía mal.
-El Amo nos recomendó que no lo hiciésemos porque no encajaba con nuestra tecnología.
-Como a vosotros os encanta utilizar armas eléctricas no les gusta un arma de naturaleza orgánica -asimiló concluyentemente Jaime.
-Si -confirmó solemnemente.
-Muy bien dicho campeón -le felicito Jack acariciándole la cabeza.
Jaime sonrió alegrado de ver que asimilo todo el argumento.
Jack miró el arma complacido.
-¿Esta arma no la han usado en años?
-En efecto.
-¿Y no saben lo que puede hacer?
-Lo dudo mucho.
Esbozo una mirada exagerada de intriga y curiosidad.
-Me la llevo -dijo decidido.
-¿De veras quieres usarla? -pregunto cuestionadamente.
-Si esta arma es capaz de lanzar cualquier cosa, entonces me conviene -indicó sarcásticamente.
-¿Y yo qué? -crítico Jaime, desesperado por tener un arma.
-Ah... pues -Jack se puso a buscar de un lado para otro un arma que le pudiese servir.
Se fijó en una de las armas que llevaban los guardias inconscientes. La cogió y se puso a mirarla con detenimiento, tenía miedo de que se disparase sola sin querer.
-¿Esta arma no lanzaba un látigo que se te enganchaba a las extremidades? -indaga Jack.
-Si, solamente tienes que pulsar ese botón -le señalo un pequeño botón luminiscente que había en la parte frontal del arma-. Y entonces se activará el modo de captura.
-¿El modo de captura? -crítico Jaime ese nombre.
-Estas armas en realidad están hechas para atrapar presas importantes. Pero como siempre suelen actuar de formas hostiles, en ocasiones es mejor usar la fuerza bruta como último recurso.
-¿Cómo estás ahora nó? -objetó indirectamente. -Es una forma de decirlo, pero sí.
-Pues muy bien, un arma alienígena para el campeón -le entregó amistosamente el arma a Jaime.
-Guay, mi primera arma alienígena -contestó entusiasmado mientras miraba el arma.
-Procura no cambiarlo al botón de antes, podrías hacerle daño a alguien -le aviso precavidamente.
-No te preocupes, Jaime es un chico listo, sabe lo que hace -insinuó sarcásticamente Jack.
De pronto se oyó un gemido.
Jaime se asustó y se giró disparando el arma. Salió un látigo de plasma que se enganchó al brazo del guardia inconsciente, lo levantó y le golpeó la cabeza contra el estante que antes se había caído.
Ambos quedaron indecisos al ver su repentina reacción.
-Perdón -se disculpó avergonzado Jaime.
Se miraron sin saber qué pensar.
-Creo que es mejor que nos vayamos ya de aquí -opino irónicamente Jack.
-Si, será lo mejor -coincidió con él.
4-0-9 cogió el arma del otro guardia y ambos se marcharon corriendo hacía la entrada. Justo en ese momento Jaime se percató de que el estante donde se encontraba encerrado el Paleductus se había caído al suelo, seguramente durante los disparos de antes. El pequeño bicho golpeaba la caja, llamándole. Verle en ese estado le hizo sentirse triste, si ya tenía suficiente estando metido en aquella caja, ahora era peor ya que estaba tirado en el suelo sin poder hacer nada.
-Jaime, vámonos -apuro Jack.
-Un momento -aviso, se le ocurrió una idea.
Afuera, Jack y 4-0-9 asomaron sus armas apuntando vigilando de que nadie viniese. Se quedaron ahí como medio minuto hasta que al final Jaime se acercó.
-Ya estoy -dijo.
-¿Qué estabas haciendo? -le preguntó Jack.
Jaime se puso a buscar una excusa.
-Preparándome para la batalla -soltó con optimismo.
-Egh -se quejó 4-0-9, no estaba muy convencido.
De pronto se escucharon el sonido de unas pisadas, se hicieron a un lado y observaron que venía un grupo de soldados Tecnogizadores corriendo por el pasillo del otro frente. Pasaron de largo sin que sucediese nada alarmante.
-Esto se pondrá difícil -opinó honestamente 4-0-9.
-Si queremos llegar hasta el Amo tendremos que abrirnos paso a todo lo que se nos presente -indico Jack haciéndose una idea de lo que pasaría.
-¿Sabes que si hacemos eso Morticus descubrirá lo que estamos haciendo? -objetó indirectamente.
-Morticus tiene mejores cosas de las que ocuparse ahora -señaló. Estuvieron de acuerdo en eso aún sabiendo que sería peligroso. Volvieron a mirar de un lado para otro y observaron que no había nadie. -Vamos -ordeno 4-0-9.
Los tres marcharon corriendo para el otro lado del pasillo.
-¿Cómo se llega a los niveles inferiores? -le preguntó Jack, asumiendo que si iban a bajar, tendrían que hacerlo con algo que les resultase seguro.
-Hay un elevador por aquí, pero si Morticus descubre que vamos a liberar al Amo, seguramente nos descubrirá y nos encerrará -argumentó señalando que lo tenían complicado.
-¿Habrá escaleras nó? -objetó Jaime-. Unas que actúen como escaleras de emergencia.
-Hay una sección por aquí que tiene unas escaleras secundarias, nadie las usa, así que deduzco que podrá servirnos de mejor ayuda -comentó señalando el camino que debían tomar-. Pero tened en cuenta de que hay como 20 plantas para bajar.
-Eso no es ningún problema -exclamó sarcásticamente Jack.
Sin que se dieran cuenta, una cámara del techo les estaba grabando.
··
La imagen de ellos tres corriendo por el pasillo llegó hasta la sala de vigilancia, el Tecnogizador que se encargaba de buscar a Jack Frost captó su imagen. Se giró dirigiendo la mirada hacía el robot custodio que tenía al lado vigilandole.
-Les he encontrado -le aviso.
Aquello hizo que el robot custodio se pusiese a enviar una señal.
MIENTRAS TANTO
CON LOS GUARDIANES
Norte abrió un portal y de ahí salieron un par de yetis trayendo consigo un carro cuyo contenido estaba tapado bajo una lona negra de aspecto antiguo. Los demás se levantaron de donde estaban sentados y se acercaron para observar lo que apareció.
-¿Qué es eso Norte? -preguntó Bunny.
-Me he dado cuenta de que si vamos a pelear contra cientos de Tecnogizadores en esa nave nodriza, necesitamos estar mejor preparados, por eso mismo he encargado de crear esto -quitó la lona revelando que dentro había todo un arsenal de armas.
-Una nueva colección de armas que he pedido construir para vosotros. Con esto ahora podréis hacer muchas más cosas que las que hacíais antes -comentó con tono optimista.
Hada cogió lo que parecía ser una pequeña ballesta atada a una muñequera.
-Eso es para ti, es un lanza púas -le comento y cogió una pequeña bolsa que se encontraba metida en el carro-. Con esto te permitirá disparar pequeñas púas desde largas distancias.
-Impresionante -dijo halagada Hada observando con detenimiento el arma.
-Bunny, tú tienes esto -le paso lo que parecía ser un conjunto de puños dorados-. Con esto ahora podrás pegar mejor tanto en las manos como en los pies.
-Vaya, así que por fin podré dar hostias de verdad -contestó Bunny enorgullecido mientras se probaba los puños metiéndolos en sus manos.
-Ahora parecerás un rapero -opino Kaity.
-Ni de coña pienso que parezco un rapero, ¿sabes lo que hacen los raperos? -Rapear -dijo indirectamente Halt.
-No, meterse con los demás y soltar malas palabras.
-Pues eso parece justamente lo que vas a hacer -indicó Kaity de nuevo. Bunny quedó indeciso al caer en la cuenta.
-Vaya -exclamó decepcionado.
Ambos chicos se rieron al ver que se dejó en ridículo otra vez.
-Y para ti Sandy -cogió lo que parecían ser unos grilletes de muñeca pero tenían unas ranuras cuadriculadas como dientes alrededor de las esquinas-. Tengo unos propulsores que te permitirán disparar tu arena a través de ellas como si fuesen proyectiles.
Sandy se entusiasmó y cogió los propulsores y se los puso en las muñecas, las ranuras de las esquinas se iluminaron del mismo color que su arena.
-¿Y para nosotros? -pregunto Nolan, asumiendo que él y Halt tendrán armas también. Norte les dirigió una mirada seria, de aspecto personal.
-¿De veras queréis venir? -les pregunto con duda.
-¿Porque preguntas eso? -cuestiono Nolan sin comprender esa molestia.
-Nosotros somos los Guardianes, es nuestro deber proteger a los mortales, y vosotros os habéis arriesgado mucho estando con nosotros. No se si me parece bien que os quedéis -argumentó teniendo dudas sobre si dejar que se quedasen o no.
Ambos volvieron a mirarse hasta que Nolan esbozó una mirada seria.
-Norte, si nos hemos quedado es porque esto nos afecta a nosotros también. Esos Tecnogizadores llevan semanas matando a personas inocentes, y yo he intentado detenerles, estuve investigando por todas partes hasta que al final di con Jack Frost -explicó razonando con el grandullón de rojo esbozando un tono de confianza-. Y eso me llevo a tu equipo, y desde que nos hemos unido a esta misión, se ha convertido ahora en prioridad nuestra. No voy a marcharme y asumir que habéis tenido éxito o no, yo pienso quedarme a luchar, y Halt igual.
Halt asintió con la cabeza estando de acuerdo.
-Somos un equipo, y si morimos, lo haremos protegiendo a la Tierra -decreto confiadamente.
Norte quedó sorprendido por sus palabras, esbozó una media sonrisa mientras su enorme barba blanca se movía como si estuviera viva de felicidad.
-Eres un buen hombre Albert Nolan -espeto entusiasmado de su confianza-, por eso mismo te regale el muñeco del Llanero Solitario.
-¿Al final te lo regalo? -pregunto Halt, sorprendido al recordar ese detalle. -Si, lo encontré en perfectas condiciones -aclaró.
Ambos se rieron del entusiasmo.
-Mola -dijo Kaity.
-Muy bien, pues si os quedáis entonces esto es para vosotros -les entregó unas armas a cada uno.
Ambos las acogieron con entusiasmo, en cuanto las puso en sus manos se quedaron estupefactos al ver que a Nolan le dieron una ametralladora semiautomática y a Halt un subfusil.
-¿Solo esto? -se cuestionó Halt.
-Es lo mejor que he podido construir en poco tiempo -declaró honestamente-. Además, no soy muy fanático de las armas de fuego.
Se lo tomaron como un pequeño de cortesía.
-Las usaremos para cubrir vuestra retaguardia -ideó Halt. -Perfecto -confirmó estando de acuerdo.
-¿Y nosotros? -preguntó Olaf.
Todos echaron la mirada hacía el grupo de niños islandeses.
-¿Qué? -exclamó Oskar sin entender lo que pasaba.
-La verdad es que... -se rasco Norte la nuca, avergonzado por lo que iba a decir. Justo en ese momento apareció 3-0-6 saliendo apurado del interior del platillo volante. -Guardianes, tenemos un problema -aviso nerviosamente.
-¿Cuál? -preguntó Bunny intrigado.
-He estado revisando los informes de cada operación u orden cometida por el Amo en la nave nodriza -comentó empezando a aumentar sus nervios-. Y he encontrado algo preocupante.
-¿El qué? -pregunto Hada, temiéndose una mala noticia que no quería escuchar. -Ninguna de las operaciones ha sido accedida por el Amo.
-¿Y eso es algo preocupante? -cuestiono Nolan.
-Bastante, cada vez que se decide cometer una operación, se le avisa al Amo o se le manda un pequeño informe explicando cada una de nuestras acciones, para hacerle saber que seguimos el protocolo sin desobedecer sus órdenes. Pero ahora desde hace un buen rato todos esos informes han sido alterados y ahora ponen el nombre de Morticus.
-¿El de Morticus? -se alarmó Norte.
-Morticus no tiene acceso a esos informes, y tampoco puede manipularlos. Que este pasando esto solamente puede significar que ahora tiene un acceso permitido para registrar cada informe de alto secreto. Ningún otro individuo podría cometer esa acción excepto el Amo.
-¿Y eso que quiere decir? -cuestiono Stella.
-Que Morticus lo ha hecho -declaró ensombrecido Norte-. Ha derrocado al Amo y se ha hecho con el poder de toda la nave nodriza.
Todos se miraron alarmados ante lo que eso podría significar.
-Y eso no es todo -añadió.
-¿Hay algo más? -preguntó sobresaltado Bunny.
-He visto un reciente informe que indica que se está cometiendo una operación de conquista.
-¿Un plan de conquista? -crítico Halt, alarmada por como sonaba eso.
-Un plan de conquista para atacar la Tierra con una enorme flota de naves y soldados.
Aquello hizo que todos se sobresaltasen al ver que se estaba planeando una invasión a gran escala.
-Pero no lo entiendo, ¿creía que a Morticus solamente le interesaba vengarse del Amo? -cuestiono Oskar recordando toda la historia de antes.
-Lo ha hecho, pero creo que Morticus quiere algo más, quiere lo que ha deseado siempre.
-El poder -índico Norte.
Ambos asintieron con la cabeza estando de acuerdo con esa idea.
-Tenemos que avisar a todo el mundo de esta invasión -sugirió Stella.
Halt se acercó a Nolan.
-Deberíamos avisarle a Mendes de lo que está sucediendo -le propuso con seriedad.
-Aunque lo hagamos, no creo que Mendes nos crea. Además, dudo de que tengamos el tiempo suficiente como para crear una flota de defensa contra un ataque alienígena. Eso nunca se ha hecho -argumentó señalando que no era el momento más oportuno para hacerlo.
Todos se miraron sintiendo que estaban en una mala situación insolucionable.
-No -reaccionó Norte-. No necesitamos eso.
-¿Qué quieres decir? -cuestiono Hada.
-Si Morticus planea atacar la Tierra, tenemos que hacerlo antes de que lo haga -decreto decidido, volteo la mirada hacía 3-0-6-. ¿Está lista ya la nave?
-Está todo listo -confirmó serenamente.
-Nos vamos ahora mismo -decreto alzando el puño en señal de estar decidido a luchar.
Ambos se miraron estando de acuerdo con él.
-Vamos a salvar la Tierra y a recuperar a nuestros amigos -añadió considerablemente.
-¡Si! -grito Hada seguido de los demás.
Stella estaba tan eufórica que acabó cayéndose hacía atrás.
Norte sacó otro de sus globos de nieve y lo lanzó al aire, se creó un portal que daba lugar al taller de Norte en el Palacio, todos los yetis se marcharon atravesándolo.
-¿Adonde van? -pregunto Kaity.
-Regresan al taller. Ya han cumplido con su propósito, ahora nos toca a nosotros -indicó Norte dejando constancia de que no pondría en riesgo a nadie más de lo necesario.
-¿No vienen con vosotros? -preguntó Oskar.
-En la nave solamente hay lugar para unas diez personas, alguien se tendrá que quedar -claro 3-0-6 dirigiendo una mirada compasiva a todo el equipo.
Todos se miraron sabiendo bien quién no iba a venir.
-Nosotros nos quedamos, ¿verdad? -objetó Olaf.
Dirigieron una mirada de incomodidad a los niños islandeses.
-La verdad es que... -se rasco Bunny la nuca al no saber qué decir.
-No importa -dijo con tono solemne.
Se quedaron sorprendidos de su simple reacción.
-Sabíamos que no íbamos a poder ir, es demasiado peligroso para que unos niños inútiles como nosotros se metan -indicó Oskar argumentando con frustración.
Ambos se quedaron indecisos ante su declaración.
-Ey, eso no es verdad -se acercó Hada desalentada-. Vosotros no sois unos inútiles, nos habéis ayudado bastante.
-¿De verdad? -cuestiono Olaf.
-Si no fuese por vosotros, no hubiese podido ayudar a Norte -menciono 3-0-6.
Ambos recordaron ese suceso, tenía razón. Cuando le encontraron, apenas podía ayudar a Santa Claus, si ellos no hubiesen estado ahí, todo se hubiese vuelto más lento.
-Y si no hubiese sido por la cinta de Stella, ahora mismo la nave no funcionaría -añadió Nolan.
Ambos se intercambiaron las miradas al estar reconsiderando sus opiniones.
-Y si no hubiese sido por los cinco juntos, no hubiésemos regresado aquí a tiempo -añadió Norte demostrándose con esa última acción que hicieron más de lo que creyeron.
-Es verdad -considero Stella con entusiasmo.
-Hoy vosotros habéis hecho tanto como nosotros, como si fueseis Guardianes -indicó Bunny.
Aquello los entusiasmó tanto que les regresó la confianza en sí mismos.
-Pero igualmente, ahora no podemos hacer nada -objetó Oskar sabiendo bien que por mucho que sirvieran de ayuda, no tenían nada en lo que poder ayudarles-. No tenemos poderes, y ni siquiera sabemos cómo luchar contra unos asesinos alienígenas.
-No necesitáis luchar para ayudar -dijo Norte.
Todos dirigieron sus miradas al grandullón de rojo.
Norte se acercó y sacó un globo de nieve de uno de los bolsillos de su chaqueta.
-Ya no nos podéis ayudar más, pero si hay alguien a quien podéis ayudar.
-¿A quién? -preguntó Olaf.
Dio la vuelta dirigiendo la mirada hacía Kaity y Sophie, quienes miraban sorprendidas.
-Ellas necesitan volver a casa, sus padres necesitan saber que están bien, ¿podéis hacer eso?
Ambos se miraron esbozando una mirada de pura voluntad.
-Lo haremos -dijo confiado Oskar.
-Muy bien -acepto conforme Norte, esbozando una sonrisa de gratitud. Ambos se alejaron y le dieron un globo de nieve a Kaity.
-Concéntrate y piensa en tu casa -le aconsejo Norte.
-Vale -acepto pensativo Kaity.
Cerró los ojos y se concentró en el lugar al que quería ir.
Tiro el globo de nieve al aire y este se transformó en un portal que daba lugar a una calle. Ambos quedaron sorprendidos al ver que lo logró.
-Kaity -se acercó Hada a la pequeña joven-. Dile lo que le ha pasado a Jaime, y mencionale también de que Jack le ayudará.
-Pero no sabemos si le está ayudando -objetó Kaity.
-Yo tengo la confianza de que ambos se están ayudando mutuamente -señaló pensativa Hada mientras se tocaba el corazón con ambas manos. Una pequeña lagrimilla le cayó del ojo.
Stella pudo ver su tristeza y pudo ver con total precisión cómo le quería de verdad, empezó a reconsiderar que no era merecedora del corazón de Jack, ella debía estar con él.
-Muchas gracias Hada -le dijo solemnemente Kaity y entonces se acercó para abrazarla.
Hada quedó indecisa al recibir ese pequeño gesto de afecto. Tenerla ahí en sus brazos le hizo recordar a cuando Jaime le abrazó cuando se despidieron por primera vez de los chicos. Asumió que esta debía de ser la misma sensación, la de ser una hermana mayor para un niño mortal. Le gustó tanto que se enderezo para devolverle el abrazo.
-Hadita -se acercó corriendo Sophie a abrazarla también.
-Oh, creo que voy a echarte de menos -cogió al pequeño en brazos, sentía como le pesaba.
Sophie se acurruco en su regazo.
Bunny se sintió complacido al verla.
-Ven aquí -se acercó a cogerla.
La pequeña se giró viendo que tenía delante a Conejo.
-Conejito -exclamó ella con tono dulce.
Bunny la abrazó y se puso a acariciarle el cabello.
Halt le veía consolando a la pobre niña y no pudo evitar darse cuenta de que Bunny era la persona, no, el sér más bondadoso que había visto en mucho tiempo.
Olaf se acercó hacía 3-0-6 mirándole con una expresión compasiva.
-Gracias por ayudarme a superarlo -soltó agradeciéndole por los ánimos que le dio antes.
-Tenía que ayudarte porque eso es lo que hacen los Tecnogizadores, se ayudan unos a otros, aunque en este caso he tenido que ayudar a otra especie -espeto pensativamente.
-¿Y cómo te sientes al respecto? -le pregunto con curiosidad.
Se puso a indagar sobre esa cuestión.
-Me siento sorprendido, pero halagado -dijo, esbozando una media sonrisa de satisfacción. -Eso es porque por primera vez te sientes bien contigo mismo.
-¿Conmigo mismo? -se extraño con ese argumento.
-Tu siempre lo haz hecho todo siguiendo las órdenes del Amo, pero esta vez nos has ayudado porque querías hacerlo pensando que era lo correcto -señaló concluyentemente.
Se puso a indagar de nuevo en ello cerciorándose de que era cierto. -Si -esbozo una mayor sonrisa.
Se enderezo y apoyó su mano encima del hombro de Oskar.
-Creo que ahora tu me has ayudado a mi -opinó.
-¿Si? ¿En que?
-En saber ahora lo que tengo que hacer -indicó pensativamente.
Olaf sonrió halagado y entonces 3-0-6 se enderezó de pie de nuevo.
-¿Te portarás bien hasta que tu hermanito vuelva? -le pregunto con tono cínico pero sarcástico.
-Si -afirmó ella.
Bunny se rio convencido.
-Estupendo -dijo y la bajó dejando que regresase con Kaity.
-Prometedme de que Jaime regresará -les pidió explícitamente.
-Haremos que vuelvan todos -decretó decididamente Norte.
Sandy levantó confiadamente el dedo y materializó otro pulgar levantado con su arena.
Oskar y los demás sonrieron confiados de su palabra.
-Tomad esto también -saco Norte otro globo de nieve de su chaqueta-. Una vez que llevéis a Kaity y Sophie a sus respectivas casas, usad este otro globo para volver al vuestro.
-De acuerdo -acepto Oskar.
-Volver a casa, yo pensaba quedarme a ver Estados Unidos -se quejó Olaf.
-No te preocupes, si todo sale bien y conseguimos salvar el mundo te llevaremos de excursión -propuso Bunny como excusa para que se lo tomase a bien.
-¿De veras? -cuestiono 3-0-6.
-Claro, somos Guardianes, cumplimos lo que prometemos -aclaro con desdén.
Sandy materializó un signo de pregunta y miró extrañado a Bunny.
-No me mires así, sabes que es verdad -le regaño por cómo le miraba.
-Marchaos de aquí, antes de que el portal se cierre -exigió Norte.
-De acuerdo -acepto Oskar.
-Adiós -se despidió Stella del grupo.
-Adiós -todos se despidieron de los chicos.
Todos cruzaron el portal pero Stella se detuvo un momento, se giró y acto seguido dijo: -Decidle a Jack lo que siento por él -pidió apoyando su mano en su corazón.
-Venga Stella, vamos -apareció Oskar y cogió la mano de Stella.
La tiró a través del portal justo en el momento en que se estaba cerrando. Se cerró y se produjo un ambiente muy silencioso.
Todos se miraron extrañados ante lo último que dijo Stella.
-¿Qué fue lo que dijo? -pregunto Hada.
-Creo que dijo algo relacionado con Jack -opino Halt.
Todos se llevaron las manos a la cabeza intentando asimilar ese comentario.
-Bueno, si nadie se acuerda, que se lo pregunté a Jack cuando vuelva -propuso Bunny con desgana.
-Si -confirmaron todos con amargura.
-Vayámonos ya antes de que sea demasiado tarde -exigió apuradamente 3-0-6. Ambos se sintieron conformes con la cabeza.
Se metieron dentro del platillo y Norte y 3-0-6 se sentaron en los asientos de la parte trasera mientras Bunny y Hada se sentaban en los asientos traseros, que se podían levantar desde el suelo como si se tratasen de los asientos de un coche que se inclinaban para dejar más espacio. Luego Sandy junto con Nolan y Halt se tuvieron que apoyar en diversos extremos del compartimento ya que no había más espacio donde se pudiesen sentar.
-¿No podías haber puesto más asientos? -crítico reprochadamente Halt.
-Es que esta es una nave de transporte, no está hecha para llevar a más gente -comentó 3-0-6.
-Genial, ahora tendremos que agarrarnos para impedir que salgamos volando -se quejo Nolan sintiendo que no iba a tener un buen viaje.
-Eso no es ningún problema -dijo Bunny dirigiendo la mirada a Sandy.
Sandy asintió con la mirada sabiendo lo que quería decir y entonces materializó unas baldosas para que ambos estuviesen apoyados de forma cómoda seguido de unos cinturones de seguridad acoplados a la pared.
-Gracias Sandy -le agradeció Halt satisfecha.
Le guiño el ojo seguido de otro enorme que materializó por encima de su cabeza con arena.
-Vamonos -dijo 3-0-6 y entonces aceleró los motores.
La nave empezó a levantarse provocando que ambos sufrieran una aceleración en el cuerpo.
-¿Te imaginas esto cuando irías al espacio? -le preguntó Nolan a Halt. -Ni siquiera se me ocurrió la idea de ir al espacio -contestó irónicamente. Nolan se rió con sarcasmo.
La nave continuó subiendo hasta abandonar el Palacio de las Hadas, siguió así y luego abandonó la órbita del planeta, desapareciendo en el espacio.
MIENTRAS TANTO
DE VUELTA EN LA NAVE NODRIZA
Morticus se reunió en la sala de vigilancia para ver la grabación que mostraba la ubicación de Frost y el equipo que se había formado, veía en una pantalla como el grupo se marchaba corriendo por el pasillo contrario a La Despensa, y se podía notar también que ahora iban armados con armas de los Tecnogizadores, pero había un arma que apenas reconocía en pantalla.
Agrandaron la imagen de otra grabación y se veía que llevaban una escopeta de color verde.
Tenía a su lado a 4-8-4, el ingeniero de armas responsable de construir todo el armamento que solían tener guardado en La Despensa. Lo trajo porque quería averiguar qué fue lo que se llevó Jack del almacén para así saber a que se enfrentaba ahora.
-¿Qué arma es la que lleva Jack Frost? -le pregunto dirigiendo la mirada al ingeniero.
-Se hace llamar La Brotadora, es un arma que dispara plantas de origen orgánico. Quedó guardada en La Despensa ya que la carga de sus proyectiles provocan efectos aleatorios, perdimos a un -argumentó seriamente el ingeniero.
Morticus se quedó asimilando con incredulidad esa descripción.
-Y en vez de destruirla, decidisteis guardarla en el almacén -asimiló ese hecho.
-Así es señor -confirmó solemnemente.
-¿Por qué? -frunció el ceño estando enojado.
-Fueron las decisiones del Amo, lo hizo con la intención de mantenerla guardada en caso de que se necesitase usar un arma para defendernos de un enemigo hostil que no pudiésemos vencer con arma convencional -añadió soltando un argumento más complejo.
Morticus escuchó y no pudo evitar ser defraudado.
-Y en vez de guardarla en un lugar seguro la dejasteis ahí metida para que cualquiera la cogiese -le reprocho echándole la culpa.
-La Despensa es un lugar seguro -le aclaro retrospectivamente.
-Pues se ve que no -indicó contradictoriamente.
Todos se quedaron tensos ante su repentina reacción. El ingeniero giro la mirada observando la penetrante mirada del Super Tecnogizador, dudaba de si le mataría o no.
-Lo lamento mucho señor -se disculpó el ingeniero.
-Ya es demasiado tarde para lamentarlo -discrepo ignorandole con amargura.
Volvió a mirar la pantalla observando como el grupo continuaba corriendo por los pasillos. A medida que avanzaban, Morticus empezó a sentir algo que no cuadraba con el recorrido.
-¿Adonde llevan esos pasillos? -preguntó dirigiéndose al técnico que tenía al lado.
-Al elevador que lleva a los niveles inferiores -confirmó.
-¿A los pisos inferiores? No lo entiendo, no vienen hacía aquí para luchar contra mi -se cuestionó intentando de asimilar sus acciones.
-Aparentemente no señor, creo que se están alejando -abrevió el técnico.
-Eso me he dado cuenta, pero no lo comprendo, ¿que te pretenden hacer? Si van abajo no encontrarán nada excepto... -se detuvo al venirle una certeza.
Todos se le quedaron mirando con curiosidad, querían saber qué descubrió.
-Va a liberarle -dijo entre dientes.
-¿Señor? -le preguntó el técnico.
Morticus se llevó las manos a la cabeza al darse cuenta de que estaba perdido de nuevo.
-No lo hará -se enfadó y se giró golpeando su puño contra un extremo de la pared de la sala.
El golpe fue tan enorme que abolló la pared dejando una marca abombada de sus nudillos. Todos se quedaron mirando sorprendidos ante su reacción. Morticus suspiro intentando de aliviarse y les echó a ambos una mirada amarga como de querer que le ignoraran.
Se acercó de nuevo al técnico para ver el resto de las imágenes. Dejó de verles, pero se podía notar que estaban cerca de toparse con el elevador.
-Si quiere puedo desactivar el elevador una vez hayan entrado -propuso el ingeniero.
Morticus se puso a pensar, conocía demasiado bien a Jack para saber lo listo que era, y él no era tan ingenuo para saber que si cogía el elevador, se convertiría en una trampa mortal para él, y ahora que estaba con 4-0-9, seguramente le habría sugerido otra cosa distinta.
-¿Hay alguna otra forma de bajar a los niveles inferiores que no sea con el elevador? -le pregunto, asumiendo que con lo listo que era Jack, no cogería ingenuamente el elevador.
-Si, hay unas escaleras secundarias cerca de donde se encuentra el elevador.
-¿Tenemos hombres ahí abajo?
-Si señor.
-Bien, avisales de mis órdenes de retenerles una vez estén abajo, no quiero que salgan de ahí -le ordenó y agarró fuertemente el cayado con ganas de pelear.
-Si señor -obedeció el técnico.
Se dio la vuelta y se acercó al Super Tecnogizador.
-Tu te vienes conmigo, hay una cosa que necesito descubrir -le pidió explícitamente. Soltó un fuerte suspiro que indicaba una confirmación.
Morticus se sintió conforme y pasó por delante de él.
Justo en ese momento, le vinieron de nuevo más imágenes a la cabeza. Recordaba estar tendido sobre la cama, haciéndole experimentos que le dolían, y a Morticus riéndose con descaro. Eso le enfadó tanto que le entraron más ganas de acabar con él.
··
Morticus entró en una sala segura que estaba bajo su nombre, era una sala cuadrada vacía cuyo único contenido en ella era el libro que relataba los orígenes de los Guardianes, estaba apoyado sobre un pedestal rodeado por un escudo en forma cubo de plasma que lo mantenía protegido. Se acercó a un panel conectado a una columna que se encontraba apoyado en un extremo, pulso una serie de botones, era el código para desactivar el escudo.
El cubo de plasma se disipó y se acercó hacía el libro, lo abrió y se puso a tirar de las páginas intentando de encontrar algo que le sirviese de ayuda. Encontraba tan poca información que empezaba a ponerse nervioso al no saber qué hacer.
-Tiene que haber algo aquí que me diga como destruirle -protesto euforicamente.
El Super Tecnogizador estaba detrás mirándole con indiferencia, le veía ahí mismo, vulnerable, solo, sin nadie quien le protegiese excepto él, y él era el único que podía hacerle todo cuanto quisiese hacer. Tenía que aprovechar este momento para vengarse de lo que le hizo. Se fue acercando alzando los brazos con intención de asfixiarle.
-¡Venga ya! -cerró el libro de un golpe.
Se giró observando que tenía al Super Tecnogizador detrás suyo.
-¿Qué estás haciendo? -le pregunto extrañado.
-Na... da -contestó con titubeo.
Se sintió indiferente con su respuesta.
-Alejate un poco, que me distraes -le pidió con tono calmado.
Obedeció y se alejó avergonzado al ver que desperdició su oportunidad de matarle. Morticus se enfureció tanto que se agarró al pedestal y se puso a removerlo.
-Tiene que haber algo que me indique como matar a Jack Frost -protesto con más euforia. De pronto se le vino una cosa a la cabeza.
Abrió el libro de nuevo y se puso a remover las hojas, llegó a la parte donde contaba la historia de como Jackson Overland se convirtió en Jack Frost, ya había leído esos párrafos pero sentía que a lo mejor encontraría alguna pista que ignoró en su momento. Pasó un par de páginas hasta que dio con algo importante, miro el cayado y eso le hizo dar con una hipótesis que le entusiasmó.
-Si -dijo convencido y cerró el libro de un golpe de nuevo.
Lo cogió y se dio la vuelta pasando por delante del Super Tecnogizador, abrió la puerta y antes de que se pudiese marchar, se giró para ver al enorme Tecnogizador con una sonrisa picarona.
-Ven Super Tecnogizador, vamos a encargarnos de que Jack Frost pierda la batalla -le propuso echándole una mirada de confianza que indicaba que tenía un plan perfecto.
MIENTRAS TANTO
DE VUELTA CON JACK
Los tres continuaron corriendo durante un buen rato hasta que al final Jaime empezó a no poder más, le agotaban las piernas y estaba que resoplaba con angustia.
Jack se acercó para ayudarle.
-Jaime, ¿estás bien? -le pregunto, ayudandole a enderezarse.
-Estoy bien, pero me siento cansado, y con hambre -comentó con resentimiento.
-No has comido nada en mucho tiempo, ojala termine esto pronto para que pueda devolverte a casa -opinó Jack sintiéndose culpable por haberle metido en este asunto.
-Daos prisa -presiono 4-0-9 mirándoles de reojo. -Si -dijo Jack y se puso a ayudar a Jaime a llevarle.
En cuanto se puso a andar, de pronto sintió un fuerte dolor en el cuerpo que le hizo temblar, cayó de rodillas provocando que Jaime se empezase a asustar.
-Jack, ¿qué te ocurre? -le pregunto exasperado Jaime.
4-0-9 se giró observando lo que pasaba, marchó corriendo a ayudarle.
-Jack, ¿son otra vez las visiones? ¿Te viene un recuerdo a la cabeza? -protesto poniéndose histérico al no saber qué le ocurría, quería ayudarle pero no tenía ni idea de como hacerlo.
-No -contestó dolorido, empezó a tiritar.
-¿Qué tienes? -apoyó su mano sobre su hombro.
-Tengo... frio -contesto.
-¿Qué?
-Siento... mucho... frío.
Jaime se quedó asimilando esa respuesta.
-¿Como que tienes frío? Eso no tiene ningún sentido, tu no sientes frío. -Pues... yo me estoy... sintiendo... muy helado -murmuró tiritando.
4-0-9 se quedó mirándole, observando sus efectos, sentía frío a pesar de que él podía soportar menos de 100 grados bajo cero, y encima todo su dolor parecía ir directamente dirigido al estómago, donde no había sufrido daño alguno, pero era un lugar importante.
-Ayudale -le exigió Jaime, asumiendo que él podría ayudarle. -No puedo hacerlo -dijo.
-¿Por qué no?
-Porque creo que se lo que le pasa.
Ambos le echaron una mirada de curiosidad.
-Jack, ¿alguna vez sentiste un dolor así de parecido? -le pregunto con intriga.
-No... lo sé -contestó con duda.
-Piénsalo bien, ¿lo has sentido alguna vez?
Se puso a recordar todos los sucesos que le ocasionaron algún golpe, recordaba las magulladuras recibidas por culpa de Morticus y sus hombres. También las de algunas peleas aparte, pero había una en especial que le provocaba un cierto dolor significativo.
-Ya se -recordó.
-Dime.
-Hace un año, cuando me enfrente a Pitch, él me rompió el cayado y perdí mis poderes. -¿Y cuando lo hizo no te ocurrió algo?
-Si, sentí un enorme dolor en el estomago que me debilitó.
-Exacto, eso es.
-¿Qué es lo que ocurre?
-Su cayado no solo le da poderes, también le mantiene con vida.
-¿Qué quieres decir?
-Cuando él cayó en el lago, se tragó un montón de agua helada que le congeló los pulmones y eso ocasionó su rápida muerte, pero como fue revivido por magia a través del cayado, ahora su magia interior está desapareciendo y regresa a su estado original -argumentó detalladamente.
-¿Su estado original?
-Si no recupera su cayado pronto, morirá como lo hizo cuando estaba vivo.
Jaime se alarmó al oír eso, empezó a preocuparse más de lo que había hecho nunca. -Pero él es un Guardián, no puede morir.
-Lo hará, este lugar está exento de magia, lo cual hace que no tenga ninguna ventaja o fuerza que le permita seguir luchando como suele hacer siempre -indico señalando los inconvenientes.
A Jaime le resultó tan preocupante este asunto que no sabía qué hacer, quería ayudarle pero ahora estaban atrapados en una encrucijada.
-Pues entonces volveremos a recuperar su cayado -propuso nervioso.
-¿Como? -bramó con tono insistente-. Morticus lo tiene en sus manos, y ahora encima dispone de un ejército de Tecnogizadores y de la guardia del Amo para defenderle. Si vamos de nuevo adonde estábamos, acabaremos cayendo en una emboscada tan predecible que se sentirá inútil. Lo mejor que podemos hacer ahora es seguir adelante.
-Pero Jack está...
De pronto Jack salto largando un fuerte suspiro de alivio.
-Estoy bien -dijo atónito.
Jack le miró extrañado al ver que parecía recuperarse de repente.
-Jack, ¿estás bien? -le pregunto, intentando de entender ahora la situación. -Estoy bien, ya no me duele... -se quedó asimilándolo-, nada.
-Imposible, si hace un rato estabas...
-Lo se -contesto indeciso.
-Ahora estás bien, pero pronto te volverá a pasar de nuevo -comentó esporádicamente 4-0-9.
-¿Qué quieres decir? -le preguntó Jaime.
-Está tan acostumbrado a su cayado que sus efectos se producirán de forma espontánea, irá de menos a más. Es como alguien que se ha pasado toda su vida sin poder caminar y ahora está aprendiendo a hacerlo de nuevo y le duele en el intento, solo que aquí es a la inversa. A medida que se va poniendo más débil, más pronto comenzará su fatídico final -argumentó señalando que era cuestión de tiempo que sus poderes menguasen hasta llegar al límite.
Ambos se miraron sabiendo lo que les esperaba.
-Pues entonces aprovechemos este tiempo para terminar con esto -decretó decidido a seguir adelante aún sabiendo lo que le esperaba después.
Jaime le ayudó a levantarse y entonces ambos volvieron a marchar corriendo.
Siguieron adelante por aquel camino recto hasta que dieron con una esquina diferente que daba al elevador, era una enorme puerta metálica dividida por dos hojas abombadas en un ángulo estirado y por encima había un tubo transparente que se veía el interior. Ambos se detuvieron para descansar un momento mientras 4-0-9 se puso a mirar de un lado para otro. Examinaba la sala hasta que de pronto se percató de una pequeña cámara colocada en un rincón del techo.
Levantó su arma y disparó contra la cámara destruyéndola.
Los otros dos se alarmaron al ver lo que hizo.
-¿Qué haces? -protesto Jack indeciso.
-Morticus debe de haber asumido que hemos cogido las escaleras porque si usamos el elevador nos encerrará, y al estar viéndonos sabe que haremos lo que él asume.
-Pero irá a por nosotros de todas formas -señaló retóricamente Jaime.
-Morticus irá a por nosotros haciendo lo que se le da la gana, pero los Tecnogizadores seguirán los protocolos porque harán caso a lo que él les ha ordenado hacer.
Ambos se miraron sin comprender su argumento.
4-0-9 se acercó a un panel que había colocado en un bordillo cercano al elevador, pulso uno de los botones y al instante se empezó a escuchar un sonido insonoro que indicaba que subía.
-Cuando el elevador venga, quiero que dispares al interior -le propuso girando la mirada hacía ellos.
-¿Qué? -exclamó Jack sin comprenderle. -Hazme caso.
Pasaron como menos de un minuto hasta que el elevador llegó, se escuchó un sonido metálico. Las dos puertas se abrieron de forma circular relevando el interior del elevador, era un espacio circular con un circulo luminiscente de color azul colocado en el suelo.
-Ahora dispara -le pidió explícitamente.
Jack disparó y lanzó una ráfaga que cayó en el interior del elevador, 4-0-9 pulso el otro botón del panel y las puertas se cerraron, luego el elevador empezó a bajar.
-No lo entiendo, ¿porque hemos dejado que el elevador baje con eso? -se cuestionó Jaime intentando comprender su plan.
-Morticus les habrá ordenado que nos detengan en las escaleras asumiendo que iríamos por ahí, pero nosotros los Tecnogizadores tenemos la mala costumbre de rectificar varias órdenes en base a pequeños sucesos que tenemos delante -explicó de forma más abreviada para que entendiese su complejo plan-. Como verán que el elevador funciona, entonces los técnicos de arriba creerán que relativamente estamos bajando y decidirán atacarnos.
-Pero entonces se encontrarán con una sorpresa -finalizó Jack entusiasmado con la idea.
-Exacto, Morticus acabará perdiendo el tiempo con esta confusión -indicó concluyentemente.
··
Los técnicos estaban registrando todas las salas operativas cuando de pronto uno de los técnicos recibió una señal de que el elevador estaba bajando, en la pantalla se veía una imagen gráfica del elevador bajando por un tubo que se conectaba a todas las secciones de la nave nodriza.
Tecleo en su panel conectándose con Morticus.
Morticus había bajado por un elevador común junto con un equipo de soldados Tecnogizadores, robots custodios y el Super Tecnogizador, ambos iban andando con calma mientras Morticus andaba con apuro mientras agarraba fuertemente el cayado. Estaba dispuesto a usarlo para matar a Jack, le parecía una buena estrategia usar su arma preferida para rematarlo por fin.
Se escuchó el sonido de un pitido que venía del comunicador de su traje.
Lo pulso y contestó a la llamada.
-¿Qué ocurre? -preguntó con amargura.
-Señor, he detectado que el elevador de la zona central ha sido activado -contestó el técnico.
Morticus se sorprendió tanto que levantó la mano en señal de detener al grupo.
-Repitame eso.
-Señor, he detectado que el elevador de la...
-Eso no, explicame con detalles lo que está pasando -protesto euforicamente.
-Señor, el elevador que usted dijo que no usaría Jack Frost, ahora está funcionando y está bajando al nivel -1 que es donde estaba detenido antes -le aclaro abreviadamente.
Morticus se quedó pensando en ese último detalle.
-¿El nivel -1? Pero eso no tiene ningún sentido, eso no lleva a...
-En vistas de lo que está sucediendo debo informarle de que debemos llevar las tropas a ese nivel y detener a los intrusos en cuanto se abran las puertas.
-¿Qué? -se sobresaltó.
-He mandado un equipo inmediatamente para detenerles.
-Alto ahí, yo no he ordenado eso.
-Si lo ha hecho señor, nos ordenó de que detuviésemos al objetivo conocido como Jack Frost y los individuos que le acompañaban en caso de detectar su presencia. Y como están bajando por el elevador que usted dijo que podría ser una posibilidad que usasen para escapar, he cometido la orden según sus directrices.
Morticus quedó tan confundido con eso que no supo cómo reaccionar.
-A la porra las directrices, exijo que esas tropas se retiren -protesto lanzando un fuerte bramido de frustración al ver que nadie parecía hacerle el más mínimo caso.
-Lo siento mucho señor, las tropas ahora mismo se encuentran en los niveles más bajos, no puedo ordenarles que vuelvan a menos que hayan detenido al objetivo.
-¿De qué cojones me está hablando? ¿Quién ha ordenado eso?
-Lo ordenó el Amo, se encuentra dentro de sus normas establecidas, todo objetivo que se encuentre bajando en los niveles inferiores, deberá ser detenido sin posibilidad de retirarse. Es vital que se cumpla ese tipo de actos señor.
Quedó tan harto de escuchar acerca del Amo y de sus normas que al final no pudo aguantarlo más. Apagó el comunicador e ignoró completamente lo que estaba pasando arriba.
-Señor, ¿cuáles son sus órdenes? -preguntó uno de los soldados que tenía detrás. Se giró dirigiéndole una mirada inquietante a todo el equipo.
-Las órdenes son hacerme caso solamente a mí, ¿ha quedado claro? -decreto echándoles la bronca para que entendiesen que él era el que mandaba aquí ahora mismo.
-Si señor -confirmaron todos mutuamente.
El Super Tecnogizador gimió en señal de confirmación.
Morticus se giró esbozando una mirada seria y entonces marchó intentando mantener la compostura, cuantas más cosas le salían, más sentía como se enloquecía mentalmente.
MIENTRAS TANTO
CON LOS GUARDIANES
El platillo volante consiguió salir de la órbita del planeta, siguió todo su curso a medida que se iban alejando de la Tierra. Dentro todos estaban flotando, no había gravedad, eso hizo que ambos se pusieran a aprovechar las ventajas que tenía este viaje. La barba de Norte estaba flotando como si estuviera siendo arrastrada por el viento, las plumas de Hada se ponían en punta y Bunny tenía las orejas rígidas de las sensaciones que le estaban entrando ahora mismo en el cuerpo.
Ninguno de ellos había pasado por una experiencia así.
Nolan y Halt se soltaron de los cinturones mágicos de Sandy, quien ahora estaba flotando en medio de la nave esbozando una sonrisa de puro entusiasmo. Asomaron la mirada por una de las ventanas pudiendo observar el enorme esplendor que mostraba el planeta Tierra.
-¿Alguna vez te has imaginado ver la Tierra así? -le preguntó Nolan. -Ni siquiera creo que existan palabras para describir esto -opino Halt.
Nolan estaba tan entusiasmado que se puso a abrazar a Halt celebrando que estuviesen viviendo esta experiencia como nunca antes la habían visto.
Bunny giró la mirada echando un vistazo a Halt, le satisfacía ver como aquella mujer mortal se entusiasmaba por esto, era la primera persona que veía ponerse contenta de algo así. Era más, era la primer mujer normal aparte de Hada con quien mejor había conectado en mucho tiempo. Pensar en eso le hizo reflexionar sobre su estado como Guardián y lo que le conllevaba.
-¿Hay alguna forma de desactivar esto? -le preguntó Norte, agobiándose un poco de la gravedad.
3-0-6 se puso a teclear una serie de botones.
-Me temo que no, la gravedad está fallando, no puedo desconectarla sin que se apaguen los motores -comentó con tono paciente.
-¿Y eso que nos supone? -intercaló Hada.
-Que estaremos flotando durante un buen rato -aclaro honestamente.
La mayor parte del grupo se agobió con esa noticia.
-Por lo menos no nos están atacando -opino Nolan.
-No, pero pronto sus escáneres nos detectarán y ahí es cuando tendremos problemas -añadió.
-¿Qué quieres decir? -le preguntó Bunny.
-Si mis deducciones no me fallan, esta nave tendría que haberse estrellado en la Tierra, y seguramente los técnicos habrán apuntado en sus listas de informes que esta nave no debería de seguir funcionando -argumentó detalladamente.
-Y si Morticus se entera de que esta nave es la misma nave que destruyó con nosotros dentro entonces sabrá que venimos hacía la estación para atacarle -finalizó concluyentemente Norte con un tono serio que indicaba que iban a tener un grave aprieto con este plan.
-Genial, nos ponemos a volar hacía el espacio sabiendo que nos atacarán en cuanto nos acerquemos a su condena nave, ¿que podría salir mal de este plan? -se quejó Bunny sintiendo que este plan ya se estaba arruinando solo desde que empezaron a cometerlo.
-¿Hay alguna forma de que nos podamos introducir dentro de su nave sin que nos detecten? -sugirió pensativamente Halt, asumiendo otra estrategia.
-No podemos entrar sin que nos detecten ya que si no dan la orden de desactivar sus escudos de plasma entonces no podremos pasar -aclaro seriamente mientras se ponía a teclear rápidamente en el panel-. Pero si podemos evitar que nos disparen al pasar.
-¿Como? -pregunto Hada con curiosidad.
-Si consigo comunicarme con la nave, quizás pueda engañarles para que creen que es una nave que jamás salió de la estación, solo así podremos entrar.
-¿De veras crees que funcionará? -le pregunto cuestionadamente Nolan.
-Somos Tecnogizadores, no tenemos emociones ni sentido común, será fácil engañar a los técnicos para que no nos vean como una amenaza -indicó cínicamente.
Ambos se miraron sorprendidos al ver que con capacidad el Tecnogizador se estaba volviendo una persona muy confiada y directa con sus pensamientos teóricos.
Sandy levantó el dedo queriendo anunciar una cosa.
-Sandy, ¿qué ocurre? -le preguntó Halt notando la atención del hombrecillo de arena.
Materializó la imagen de un hombre encima de su cabeza.
-¿Un hombre?
La cambió a una silueta que se podía reconocer enseguida.
-¿Morticus?
Sandy afirmó meneando agitadamente la cabeza. Luego cambió la figura al dibujo de una nave alienígena enorme seguida disparando contra una nave.
-¿Dos naves? -quedó más confundida con sus materializaciones.
-Creo que se refiere a Morticus disparandole a nosotros -aclaró Nolan comprendiendo lo que quería decir-. ¿Qué pasará si Morticus decide atacarnos al ver que le estamos engañando?
Todos se miraron cerciorándose de que ahora estaban en una encrucijada de la que no había forma de que fuese solucionada. Tanto si engañaban a los Tecnogizadores para que les dejasen entrar como que no, acabarían mal porque de cualquier forma se verían envueltos en un tiroteo espacial.
-Esperemos de que Morticus no se esté enterando de esto ahora -opino nerviosamente 3-0-6 intuyendo la posibilidad de que todo saliese bien.
Ambos se miraron poco confiados, excepto Hada, que estaba decidida a rescatar a Jack aunque le supiese pasar por toda una serie de problemas consecutivos.
-Guardianes, nos estamos aproximando -anunció seriamente 3-0-6.
Pulso una tecla del panel y eso hizo que la nave disminuyese la velocidad.
Ambos se acercaron mirando a través de los ventanales, se podía ver que arriba de todo había una nave enorme que desprendía unas luces turquesas parecidas a las de un letrero de neón.
-Esa es nuestra estación nodriza -declaró.
-Es enorme -exclamó Bunny.
-¿Cuantos Tecnogizadores ahí hay? -pregunto Nolan.
-Por ahora solamente 908 miembros Tecnogizadores.
-¿908 Tecnogizadores se alojan en esa cosa? -cuestiono Hada.
-472 soldados, 205 técnicos, 56 operadores y 33 médicos, y todos son una amenaza capaz de detenernos una vez nos metamos ahí -específico de forma explícitamente concreta.
Ambos se miraron sintiendo que iban a tener mucho por hacer.
-Genial, estamos en la boca del lobo -exclamó descaradamente Halt.
-Lo único que tenemos que hacer es detener a Morticus y rescatar al Amo, si hacemos todo eso rápidamente, quizás haya una oportunidad de que no lance su ofensiva contra la Tierra -indico 3-0-6 señalando que solamente debían hacer una única cosa importante.
-Para ti es fácil decirlo, pero para nosotros no -espeto incredulamente Bunny.
-Ojala Jack pueda hacer algo -opino Hada sintiendo que aunque ellos estuviesen dispuestos a salvar a sus amigos, esperaba que él hiciese lo mismo también.
MIENTRAS TANTO
DE NUEVO CON JACK
Los tres se pusieron a bajar apuradamente por las escaleras de emergencia, se veían tal cual como las escaleras de emergencia de un rascacielos, solo que estas tenían las paredes de un gris altamente metalizado y los bordes de los escalones estaban iluminados de una tenue luz turquesa.
Jack estaba tan débil que apenas podía ponerse de pie, Jaime y 4-0-9 se pusieron a ayudarle a bajar con cuidado ya que en cuanto pisaba un escalón, parecía que se iba a resbalar. Jaime lo miraba preocupado consecutivamente, estaba tan atemorizado de que algo le ocurriese a su mejor amigo que no era capaz de quitarle el ojo de encima por cualquier cosa.
-Deberíamos descansar -propuso nerviosamente Jaime.
-No, hay que seguir -insistió Jack.
-Pero estás muy débil -le presiono.
-Me da igual, hay que seguir bajando -protesto enfurismado, hay que terminar con esto.
Jaime quedó indeciso al ver esa expresión de furia en la cara de Jack, nunca se la había visto.
Continuaron bajando hasta que de pronto apareció un grupo de cuatro soldados Tecnogizadores armados, ambos grupos alzaron la mirada quedándose indecisos al no saber cómo reaccionar. Se creó una enorme tensión como si ambos no supiesen qué hacer ahora, ninguna se esperaba encontrarse así. Jack puso a Jaime detrás, indicando que iba a luchar.
-¡A él! -ordenó el soldado Tecnogizador que estaba adelante.
Reaccionaron aceleradamente y marcharon a subir para combatirlos.
4-0-9 levanto la pierna golpeando al primero y el segundo se la cogió provocando que se tambaleara contra el suelo, Jack se acercó y se puso a golpear a ambos hombres con la escopeta, no quería usarla porque 4-0-9 estaba en medio y no pretendía disparar sin saber que sucedería. Les golpeó a ambos con la culata del arma pero el cuarto soldado Tecnogizador se tiró encima de él intentando de quitarle la escopeta, se pusieron a forcejear en el suelo.
Jaime estaba indeciso sin saber qué hacer. -¡Jack! -le gritó asustado.
-Jaime, vete de aquí -le ordenó Jack.
Otro de los soldados Tecnogizadores se levantó y se marchó arrastrando a coger a Jaime, el joven mortal se fue alejando al ver cómo aquel hombre se estaba acercando de forma precavida.
-¡Jack! -bramó Jaime asustado. -¡Jaime!
Jack se hartó y apoyó su mano encima de la del Tecnogizador, le largo parte de su frío provocando que se le congelase tanto la mejilla como su sien.
-¡Ah! -soltó un leve grito y se alejó cayendo para el otro lado.
Jack se giró y cogió al Tecnogizador por su traje, lo lanzó con fuerza hacía atrás mientras 4-0-9 estaba intentando de levantarse de pie de nuevo.
-¡Atrás todos o disparo! -les gritó amenazadoramente apuntándoles con la escopeta. Los cuatro Tecnogizadores se alejaron apoyándose contra la esquina.
4-0-9 se puso a subir arrastrándose, quedo con todo el cuerpo dolorido.
-No escaparás de esta -le amenazó uno de los soldados.
Sacó un cuchillo detrás de su traje.
Jack vio eso y supo reconocer que tenía que detenerlo ahora mismo.
Los Tecnogizadores empezaron a acercarse esbozando una mirada con intenciones homicidas.
Levantó el arma y disparó, de la escopeta salió una pelota con forma de bellota que cayo rebotando sobre los escalones hasta caer delante de los Tecnogizadores.
Todos se miraron indecisos al no entender qué era eso.
De pronto estalló lanzando unas enormes enredaderas con forma de tentáculos que cogieron a cada uno de los soldados, se pusieron a zarandearlos de un lado para otro golpeándose con las esquinas.
Jack y los otros dos quedaron sorprendidos al ver lo que estaban viendo.
Las enredaderas soltaron a los Tecnogizadores dejándoles caer inconscientes al suelo, luego estas se marchitaron volviéndose grises de repente.
Ambos se miraron sorprendidos ante lo que acababa de pasar.
-Alucinante -exclamó Jack sorprendido por lo que podía hacer la escopeta.
-¿Pero qué ha pasado? -se cuestionó Jaime sin comprender lo que ocurrió. -Eso era una bellota trepadora -declaro 4-0-9.
-¿Una bellota trepadora? -crítico Jack.
-Una bellota inteligente, la entierras en el bosque o en cualquier hábitat orgánico y pasado un tiempo crecen unas enredaderas que son capaces de crecer a la altura de un rascacielos, se vuelven muy molestas en cuanto detectan algo que les resulte amenazante -argumentó cínicamente.
-¿Y eso existe de verdad?
-Si, lo descubrimos en el planeta donde conseguimos las muestras para crear el arma -comentó con tono orgulloso, luego cambió de expresión-. Claro, que para conseguirlas perecieron demasiados soldados Tecnogizadores en el intento.
Ambos se miraron escépticos al ver que su especie parecía tener un problema por cualquier cosa.
-¿Y qué les ha pasado a las enredaderas? -se cuestiono Jaime notando que parecían haber muerto.
-Como no se encontraban en un hábitat formado por tierra orgánica, obviamente han muerto en cuestión de segundos al ser afectadas por el oxígeno artificial de esta sala -aclaró.
-Como en La Guerra de los Mundos, con los marcianos muriendo por los gérmenes de La Tierra -menciono Jaime haciendo otra de sus referencias.
-¿Como? -no comprendió 4-0-9 esa referencia.
-Cosas nuestras -espetó sarcásticamente Jack.
De pronto uno de los soldados Tecnogizadores soltó un gemido, estando inconsciente.
-Estos hombres venían de abajo, seguramente Morticus los habrá mandado para detenernos -dedujo seriamente Jack.
-Sabe lo que estamos haciendo, hay que bajar ahora mismo -insistió apuradamente 4-0-9.
-Si -acordó Jack y ambos se levantaron dispuestos a correr de nuevo.
Jack gimió dolorido.
-¿Estás bien? -le pregunto preocupado de nuevo.
-Estoy bien, soy yo el que debería preguntártelo -terció indirectamente.
El pequeño asintió poco conforme con la cabeza.
-No te preocupes Jaime, estaré bien, siempre lo he estado -le dijo asertivamente seguido de una amigable sonrisa que irradiaba confianza.
Jaime se enderezo y ambos se marcharon corriendo cuesta abajo, pero Jack se detuvo.
-Seguid, yo antes tengo que ocuparme de una cosa -pidió con seriedad.
Jack se giró y se acercó hacía los Tecnogizadores inconscientes, se puso a mirar de un lado para otro hasta que encontró lo que buscaba, el cuchillo que aquel Tecnogizador estaba apunto de usar antes para atacarle. Lo cogió y se puso a mirarlo, imaginándose lo que haría con él ahora.
Se lo guardó y se marchó bajando por las escaleras.
Se reencontró con los otros dos de nuevo bajando apuradamente.
-Chicos, una cosa, ¿que creéis que le habrá pasado al grupo que nos espera en el elevador? ¿Habrán recibido nuestro regalo? -preguntó Jaime cerciorándose de ese hecho.
-No lo sé, pero me imagino que lo recibirán muy pronto -exclamó irónicamente Jack.
··
Un grupo de siete soldados Tecnogizadores estaba en el interior de una sala circular, se pusieron delante de las puertas del elevador esperando a que llegase.
El que dirigía al grupo pulso un botón que tenía en el pecho de su traje.
-¿Cuánto falta para que bajen? -pregunto.
-Menos de un minuto -comunicó uno de los técnicos.
El elevador empezó a acelerar al llegar al piso.
Los Tecnogizadores levantaron sus armas dispuestos a atacar a lo que saliese de ahí.
Se escuchó un leve pitido y entonces las puertas se abrieron, pero no había nadie, ni Jack y ni de sus amigos metidos dentro. Ambos se miraron extrañados al no entender lo que ocurría. Bajaron las miradas observando que en el suelo había algo raro.
Se pusieron a acercarse dispuestos a averiguar lo que ocurría.
El que estaba más cerca bajo la cabeza percatándose de que era una especie de planta, pequeña y con una florecilla amarilla en el centro.
Conectó su comunicador dispuesto a llamar a Morticus.
Morticus continuaba recorriendo el pasillo con sus soldados cuando de pronto escucho que alguien le llamaba por el comunicador, contesto la llamada.
-¿Si? -preguntó con voz refinada.
-Mi señor, el elevador ha bajado, y no hay rastro alguno de los intrusos.
-Pues claro, si no estaban hay dentro -aclaró quejándose de lo obvia que era la revelación.
Los demás soldados se miraron con indiferencia.
-No hay rastro de Jack Frost en el elevador, pero hemos encontrado una extraña planta orgánica situada en el centro -añadió.
Morticus frunció el ceño extrañado.
-¿Una extraña planta orgánica?
-Sí señor, no sabemos qué hace aquí, pero parece haber sido metida aquí a propósito.
Morticus se puso a pensar en cualquier motivo que indicase porque había una planta ahí dentro, no, mejor dicho, se puso a deducir de dónde pudo haber sacado una planta. La obtuvo, de la única cosa que podía sacar plantas.
La planta empezó a moverse.
Aquello hizo que el soldado Tecnogizador y todos los presentes apuntasen contra ella.
-Mi señor, la extraña planta orgánica se mueve.
-Soldado, dispare contra esa planta y matela -le ordenó, sabiendo bien lo que iba a pasar.
-Mi señor, aún no representa una amenaza.
-¡Matela! -ordenó ferozmente.
De pronto la planta sacó un tentáculo que se agarró al cuello del soldado, lo levantó mientras este se ponía forcejear para quitárselo de encima. Todos los demás soldados se pusieron a disparar contra la planta, pero esta sacó más tentáculos que cogieron a cada uno de los soldados y se puso a golpearlos de un lado para otro mientras estos disparaban a bocajarro.
Morticus escuchaba a través del comunicador los gritos de los soldados, cerró los ojos intentando asimilar que no estaba pasando lo que no quería que sucediese. Cortó la comunicación y asintió profundamente, olvidando que este asunto se produjo porque nadie le hizo caso.
··
Jack y los otros estaban bajando y escuchaban unos sonidos parecidos a golpes y disparos que venían de muy lejos, se detuvieron para asimilar ese griterío.
-¿Qué es eso? -cuestiono Jaime.
-Yo diría que es la planta que hemos dejado en el elevador -dedujo sarcásticamente Jack. Ambos se miraron imaginándose lo que podría estar pasando.
··
Uno de los soldados Tecnogizadores se acercó hacía Morticus con expresión firme.
-Mi señor, creo que deberíamos ayudarles -le propuso con seriedad.
Morticus se giró esbozando una mirada de confusión.
-¿Ayudarles? Te das cuenta de que me estás pidiendo que regresemos por donde hemos venido mientras el enemigo está apunto de meterse en un lugar donde no deben estar -le recrimino argumentándole su propuesta tan incondicional.
-Lo sabemos, pero el código estipula que si hay un varios miembros en peligro, se debe renunciar al objetivo principal para...
Le interrumpió dándole un fuerte golpe con el cayado en la cara que lo tiró al suelo.
Todos le miraron sorprendidos al ver la increíble fuerza que ahora tenía.
-Yo soy el Amo ahora, y eso indica que yo impongo mis propias normas y yo tomo las decisiones que son más favorables para todos vosotros -recriminó argumentándoles con impunidad a todos los soldados como funcionaba su propio criterio-. Me da igual que si uno de los nuestros está en problemas o no, que se ocupe otro. Aquí lo único que importa es la misión principal, y la misión principal consiste en atrapar a Jack Frost, ¿os ha quedado claro o lo tengo que repetir?
-No señor -confirmaron todos mutuamente.
Echo la mirada de nuevo al Tecnogizador que tiró de un puñetazo en la cara al suelo. Le estaba saliendo sangre de la boca y le miraba con una expresión perdida.
-¿Tienes algo más que decir? -le pregunto, intuyendo que no le volvería a contradecir.
Le miro dispuesto a comentarle algo, pero entonces giró la mirada hacía el Super Tecnogizador y los robots custodios, rápidamente se hizo a la idea de que era mejor no decir nada.
-No, señor -contestó tímidamente.
-Bien -exclamó satisfecho.
Le cogió de la mano ayudándole a levantarse, le limpió y le miró fijamente, acto seguido dijo:
-Vuelve a tu puesto -le ordenó.
-Si señor -obedeció y se colocó de vuelta con el grupo.
Se mostró conforme y entonces se giró dispuesto a seguir adelante.
DE VUELTA CON LOS GUARDIANES
El platillo se aproximaba a la nave nodriza, cuanto más cerca estaban, más grande se podía ver, y no solo la maquina en general, se podían ver todos los detalles, la forma tan abombada que tenía, las luces turquesa que desprendían una tenue luz que parecía de neón y lo más sorprendente de todo. La enorme esfera con una anchura deforme que estaba conectada a lo que parecía ser una sección subterránea en forma de edificio que medía como 200 metros para abajo.
Ambos guardianes quedaron anonadados al ver semejante aparato, nunca antes en sus vidas habían visto algo semejante a eso, y lo peor de todo es que encima aquella cosa había estado flotando en órbita durante varios meses sin que se hubiesen dado cuenta.
-¿Cómo es posible que nuestros satélites no hayan detectado una cosa así? 3-0-6 estaba tecleando apuradamente en el panel.
-Vuestros satélites no lo han detectado porque tenemos un sistema de altas frecuencias que permite la manipulación de cualquier transmisor terrícola que nos detecte. Nadie en vuestro planeta se enterara de lo que está pasando ahora mismo -comentó detalladamente 3-0-6.
Todos quedaron sorprendidos al descubrir eso. Giraron la mirada volviendo a mirar a la enorme máquina en la que estaban apunto de meterse.
-¿Dónde creéis que puede estar Jack? -se preguntó Hada.
-Yo asumo que en las mazmorras, a menos que se haya escapado -opino con tono apresurado.
Norte se giró percatándose de la rapidez con la que escribía 4-0-9 en el panel.
-¿Qué es lo que estás haciendo? -le pregunto extrañado.
-Estoy intentando enviar un mensaje a la nave nodriza -declaró.
Aquello sorprendió al grupo. Todos se giraron mirándole con expresiones de asombro.
-¿Les estás mandado a ellos un mensaje? -le pregunto reprochadamente Bunny.
-Nos estamos acercando demasiado a la nave nodriza, en cuanto estemos dentro del perímetro notarán nuestra presencia y nos tomarán por intrusos -argumentó seriamente-. Por eso mismo es mejor avisarles de nuestra llegada antes de tiempo.
-¿Pero y qué pasa si no aceptan el mensaje y no creen que seamos uno de ellos? -objetó Nolan sintiendo que se estaba arriesgando demasiado con esa idea.
-Ahora que Morticus ha tomado el poder debo suponer que ahora está violando todas las normas decretadas por el Amo, eso nos supone que identifiquen sin antes hacer un escaneo para determinar la existencia de esta nave -señalo demostrando que ahora lo tenían más complicado que antes-. Por eso mismo es mejor que actuar primero antes que esperar lo impredecible.
-¿Ese mensaje conseguirá que los técnicos nos dejen pasar? -continuo Halt.
-Eso espero, a menos de que los sistemas funcionen -comento nerviosamente mientras continuaba tecleando, la pantalla holográfica estaba empezando a fallar-. Si los sistemas se apagan, nos verán como una amenaza y ahí entonces tendremos problemas. Dadme un momento.
Ambos se miraron teniendo serias dudas sobre este plan de entrada.
··
Una de las operarias Tecnogizadoras estaba analizando la órbita del planeta, tenía la imagen azulada sin mostrar nada que resultase relevante. De pronto apareció un icono de color rojo en la pantalla, se detuvo y se puso a mirarlo. Agrandó la imagen pudiendo identificarla como una nave por medio de una serie de dígitos que iban apareciendo en un costado de la pantalla.
-Señor -dijo dirigiéndose al operario jefe.
El operario jefe se acercó.
-¿Ocurre algún problema 3-0-3? -le pregunto con seriedad.
-He detectado que una nave ha entrado en nuestro perímetro -declaró.
-¿Es terrícola?
-No, es de diseño Tecnogizador, es de los nuestros -le aclaro desconcertada.
El operario jefe se acercó pudiendo ver por los dígitos que tenía razón.
-Es imposible, todas nuestras naves están estacionadas esperando ser lanzadas.
-Pues entonces debe de tratarse de un error señor, porque la máquina ha verificado al 100% que es una nave Tecnogizador -indico señalando que no podían negar ese detalle.
Ambos se miraron desconcertados ante este asunto.
-¿Le avisamos a Morticus de este descubrimiento?
-No creo que podamos, se encuentra en los niveles inferiores buscando al intruso conocido como Jack Frost, acompañados de su amigo terrícola conocido como Jaime y el traidor 4-0-9.
-¿Y qué hacemos entonces? Tratamos de detenerles.
El operario jefe se quedó pensando.
-Aún no, primero debemos averiguar si esto no es un engaño por parte de los Guardianes -decretó decidido a cambiar de plan-. Ponte a buscar cualquier rastro que indique su procedencia. Esa nave no ha podido venir de ninguna parte del planeta Tierra.
-De acuerdo señor -confirmó la operaria y se puso a analizar el objetivo. La pantalla mostraba que se estaban acercando cada vez más.
MIENTRAS TANTO
DE VUELTA CON JACK
Jack y los otros dos salieron de las escaleras tirando forzosamente de una puerta, ambos suspiraron aliviados tras haber estado un buen rato bajando apurados.
-Creía que no bajaríamos nunca -exclamó Jaime agotado.
-Y yo que pensaba que dejaría hace años de bajar escaleras -opinó Jack. Jaime le miró.
-¿Llevas años sin bajar por unas escaleras? -le preguntó indirectamente.
-¿De que me iba a servir si puedo volar? -objetó sarcásticamente.
-Muchachos, démonos prisa -insistió pasivamente 4-0-9.
Alzaron la vista observando que delante suyo tenían un enorme pasillo oscuro que daba a otra sección mucho más oscura, pero iluminada con unas pequeñas líneas blancas luminiscentes en el suelo. Ambos se miraron sabiendo bien que estaban en lo más bajo de la nave nodriza.
Se levantaron y marcharon corriendo por el pasillo.
Giraron en la esquina y acabaron metidos en otro pasillo mucho más amplio, más adelante había una puerta hexagonal metálica de color gris que tenía incorporada con unas pequeñas ventanillas triangulares que encajaban con las secciones de la misma. Corrieron hacía la puerta que se encontraba a unos 13 metros de largo como mínimo, se colocaron delante y asomaron la mirada para ver que había al otro lado, no podían ver nada excepto unas luces azules.
4-0-9 se puso delante de un panel con botones numéricos, se puso a teclearlos rápidamente para abrir la puerta, se escuchó un pequeño pitido.
-Maldición -se quejó.
-¿Qué sucede? -le preguntó Jack.
-Han cambiado el código, no puedo abrir la puerta -declaró.
-¿No te sabes otro código?
-Se unos cuantos, pero Morticus fue el último que estuvo aquí, debe haber instalado un código cualquiera con tal de procurar que nadie la abriera -señaló honestamente.
-¿Si lo rompemos se puede abrir? -objetó Jack.
-No, es de tecnología avanzada, nada de lo que hagamos lo romperá -indicó honestamente.
-¿Y qué hacemos? -se cuestionó Jaime.
Jack ideó un plan.
-Déjame a mí -le pidió, acercándose al panel.
-¿Qué vas a hacer? -preguntó Jaime sin comprender lo que pretendía hacer.
-Lo mismo que hice arriba.
-Yo no te lo recomiendo -dijo precavidamente.
-¿Por qué no?
-Piénsalo bien, sin tu cayado te estás debilitando, y como no usas tus poderes los efectos se están manifestando muy lentamente, pero en cambio si usas parte de tu poder ahora, te debilitarás más rápido y posiblemente te quede una hora de vida antes de que te mueras por hipotermia interna -argumentó señalandole con seriedad el riesgo que se estaba tomando.
-¿Hipotermia interna? -cuestiono Jaime esa frase.
-Jackson Overland murió porque trago agua congelada, pero como está vivo por medio de magia, esa agua congelada empezará a hacerle daño a los pulmones hasta congelarlos.
Aquello hizo que Jack quedase con una mirada endurecida al cerciorarse de lo que suponía.
-Lo voy a intentar -decidió impunemente.
-¡No! -protestó Jaime juntándose con él-. Jack, si lo haces morirás.
-No moriré, soy un Guardián, puedo con todo -dijo confiadamente.
-¿Y si esta vez no? ¿Y si esta vez no funciona y te mueres? -concretó con pesimismo. Se lo replanteo mentalmente de nuevo.
-se que quizás me ocurra algo, pero tanto si me pasara algo malo o no, lo que hagamos ahora, depende de que el mundo esté a salvo. Tenemos que proteger a la gente que conocemos a tu madre, y a Sophie, no podemos echarnos atrás por miedo a que me pase algo a mí -argumentó señalandole que su vida no importaba más que la de todos los demás.
Jaime lo reconsidero ese argumento, Jack podía ser su mejor amigo, su hermano mayor, pero también era un Guardián, alguien destinado a proteger a todos los seres vivos del planeta, y eso suponía sacrificarse para que otros siguieran viviendo.
-Hazlo Jack -le dijo permitiendo cometer esa acción.
Sonrió confiadamente al ver que ahora le entendía.
Levantó la mano y la apoyó sobre el panel, se concentró lo suficiente y entonces el panel empezó a congelarse lentamente. Ambos miraron asombrados cómo estaba funcionando, Jack mantenía la concentración en el panel, pero en el fondo estaba sintiendo un enorme dolor que no podía frenar, cuanto más se esforzaba, más sentía que se iba a desplomar.
El panel se congeló y entonces la puerta se abrió levantándose hacía arriba. Jaime y 4-0-9 se entusiasmaron al ver que lo logró.
Jack gimió y entonces se durmió cayendo inconsciente al suelo.
-No -bramó Jaime acercándose a ayudarle.
Ambos le ayudaron a acostarlo cómodamente en el suelo.
-Jack, ¿estás bien? -le preguntó Jaime.
-Siento...
-¿Qué? -acercó el oído para escucharle mejor.
-Siento... mucho... dolor -apoyó sus manos sobre su estómago. -Lo que me imaginaba, ya está empezando a dolerle más. -Jack, no debías hacerlo -crítico honestamente Jaime.
El joven guardián giró su mirada hacía el pequeño.
-Debía hacerlo, por ti, por mi hermana, y por todos los demás -indicó compasivamente.
Jaime se rió de lo incrédulo que era, sabía que siempre se iba a preocupar por los demás, pero jamás imaginaba que antepondría su vida sin darse cuenta del daño que se hacía para que encima luego se lo tomase a broma.
-¿Cómo te sientes? ¿Crees que puedes levantarte? -le pregunto 4-0-9.
Jack trató de levantarse, pero le seguía doliendo el estomago.
-No, estoy muy mal -contestó con amargura. -Hay que ayudarle -exigió Jaime.
-No te preocupes, se recuperará pronto, solo que estará más débil -indico con poca perseverancia.
-¿Y qué pasa si le sucede algo más? ¿Cómo le ayudamos entonces? -crítico dificultando las cosas.
4-0-9 asintió amargado al no saber que suponer de todo este asunto.
-No te preocupes Jaime, ve con él, yo me quedo aquí -le pidió compasivamente Jack.
-Pero no puedo dejarte -protesto molesto.
-Lo se, pero no me importa, llevo 300 años cuidándome solo sin la ayuda de nadie, podré ocuparme de esto también, solo una vez más -indicó tomandoselo con optimismo.
Jaime sonrió confiado al ver que siempre lograr encontrar un punto a su favor. -Ven conmigo chico, tenemos que ayudar al Amo -le pidió exigentemente 4-0-9.
Jaime aceptó con pocas ganas y se levantó mirando seriamente a Jack, no le gustaba dejarle, pero si era decisión suya, entonces debía aceptarselo.
-Volveremos a por ti -le aviso confiadamente Jaime.
-Lo sé, tengo como defenderme -cogió la escopeta dispuesto a usarla si era necesario.
Sonrió confiado al saber que la usaría, se juntó con 4-0-9 y ambos pasaron al interior de aquella habitación misteriosa. Dentro era todo un túnel de paredes abombadas divididas por secciones, estaban hechas de un material parecido a la espuma pero no se notaba muy rugoso. Giraron en una esquina que les llevaba hasta una habitación cuyo suelo era hexagonal, más adelante había una celda hecha de un escudo de plasma que desprendía una enorme luz azulada, iluminaba como si fuese de neón, en el interior había un hombre sentado de rodillas.
Ambos se acercaron temerosos de lo que pudiera pasar. No tenían ni idea de si era Morticus le hizo algo al Amo o no, y si se lo hizo, debían procurar que no les atacará por cualquier motivo.
-¿Has regresado para castigarme aún más? -preguntó sorpresivamente. Ambos se detuvieron ante su comentario.
-Si vas a matarme, hazlo ahora -pidió exigentemente.
Los dos se echaron unas miradas de extrañitud, se intuyeron que estaba mal. -¿Amo? ¿Se encuentra bien? -le pregunto.
Movió su cabeza, indicando que estaba consciente.
-¿Quién es?
-Soy 4-0-9, el Tecnogizador que le traicionó, hemos venido a sacarle de aquí -le comunicó.
El Amo levantó la cabeza, la oscuridad de la celda hacía que apenas se le viese la cara, pero se le podían notar unas ciertas magulladuras alrededor de la cara. Con eso indicaba que Morticus se aprovechó de él y le propinó una paliza con tal de castigarlo.
-¿Habéis venido a matarme?
-No, hemos venido a sacarle de aquí para que nos ayude a derrotar a Morticus -le aclaro seriamente.
El Amo le miró extrañado, luego giró su mirada hacía la de Jaime.
-Ese pequeño terrícola, estaba con el Guardián del Invierno -recalcó.
-Soy Jaime Bennett, señor -le aclaro cordialmente.
-¿Dónde está él? ¿Jackson Overland?
-Está fuera, pero débil -señaló para el otro lado.
-¿Él ha venido a matarme, por lo que le hice? -pregunto nuevamente.
-¿Qué? -exclamó Jaime molesto con sus condescendientes preguntas-. Señor, acaso no lo entiende, no hemos venido a matarle, ni a vengarnos siquiera. Hemos venido a sacarle porque necesitamos que nos ayude a parar a Morticus, planea mandar toda su flota a la Tierra para conquistarla, es un monstruo que merece ser detenido, y usted es el único que puede obligar a todos los Tecnogizadores a que dejen de hacer lo que están haciendo. Tienen que volver a hacerle caso.
4-0-9 quedó impresionado con la fiereza que utilizó para dirigirse al Amo.
El Amo levantó la cabeza, se acercó mostrándose la luz. Ahora se podían ver con más precisión las magulladuras que tenía en la cara, tenía un ojo morado y unas cuantas marcas alrededor de la frente, como si le hubiesen golpeado la cabeza contra la pared.
-Después de todo lo que os he hecho, en serio queréis ayudarme en el estado en que me encuentro -argumentó intentando de entender esa cuestión.
-Así es señor -le confirmó serenamente 4-0-9.
-¿Por qué? -pregunto soltando un leve suspiro.
-Porque nosotros tenemos algo que su raza no tiene, empatía -mencionó Jaime.
-¿Empatía? -no comprendió esa palabra.
-Mi madre me dijo una vez que cuando vemos que alguien sufre, no podemos evitar preocuparnos por él porque eso nos volvería ignorantes, nos haría tan malos como los individuos que hacen daño a otras personas que no pueden defenderse. Y usted ahora mismo es alguien que no puede defenderse, eso ahora le hace tan igual como nosotros -explicó Jaime sincerándose con él para que viese la gran diferencia que había ambas especies.
4-0-9 escucho eso y sintió admiración de sus pensamientos morales, miró al Amo y él estaba reflexionando profundamente sobre esa idea.
-Usted es malo por todo lo que ha hecho, pero eso no significa que no pueda cambiar.
-¿Cambiar?
-Morticus merece pagar por lo que le ha hecho, incluso por lo que le hará al planeta Tierra y a nuestra especie, destruirá todo lo que usted ha creado. No parará a menos que nos ayude a detenerle y a restaurar el orden en esta estación, solamente usted puede cambiar eso si decide cambiar las cosas de buena manera -recomendó 4-0-9 queriendo que reconsiderará sus opciones.
-Todo esto empezó porque usted decidió implementar esas normas, y por culpa de eso ahora estamos aquí en esta situación, tiene que reconsiderar un cambio en su imperio.
Reflexiono sobre esa idea.
-Me cree esas normas, para proteger a mi gente -comentó.
-Las creó sin saber las consecuencias que vendrían, pero ahora eso puede cambiar. Cree unas nuevas normas, unas en las que protejan tanto como la de la suya -recomendó nuevamente 4-0-9 dirigiendo la mirada hacía Jaime.
El joven terrícola se puso de acuerdo con esa idea.
-Podría hacerlo, pero él me ha quitado todo, mi nombre, mis custodios, mi uniforme, todo.
-No -protestó Jaime, se acercó enderezándose para mirarle fijamente-. Aún tiene algo que Morticus no le ha quitado todavía, y es su hijo.
Quedó indeciso al recordar ese detalle.
-Mi hijo -farfulló entristecido.
-¿Usted nos dijo que su hijo estaba a salvo, verdad? -Si, él no está aquí.
-Pero en cuanto Morticus le descubra ya será demasiado tarde, le matará y conseguirá vengarse. Y luego se hará con todo el Imperio, tiene que ayudarnos a detenerle -exigió nuevamente 4-0-9.
-No puedo hacerlo, he mentido, he mentido sobre quién era Morticus en realidad, he traicionado a las leyes que yo me cree, ya nadie confía en mí -comentó teniendo remordimientos.
-No, confiarán en usted -continuó firmemente Jaime-, ¿y sabe por qué?
Miró fijamente a los ojos del muchacho terrícola.
-Porque usted es su líder, y ellos confían en usted, solamente necesita tiene que ser sincero y explicarles todo lo que ha estado haciendo, solamente así conseguirá que eviten el ataque.
-¿Cómo estás tan seguro de eso?
-Porque he aprendido a confiar en la gente, en aquellos a quienes considero mis amigos -declaró dirigiendo una mirada de simpatía hacía 4-0-9.
4-0-9 le devolvió la mirada sabiendo bien que lo consideraba un amigo más.
-Ayúdenos a terminar con esto, y le prometemos que le ayudaremos -exigió Jaime apoyando su mano sobre el escudo de plasma en señal de tener confianza en su petición.
El Amo miró a ambos sintiéndose estupefacto.
-No se si podría permitírmelo, no merezco vuestro perdón.
-Yo sí le perdono -dijo Jaime-. Fue engañado por Morticus siguiendo sus ideales, todos cometemos errores, pero siempre hay tiempo para redimirse.
El Amo se puso a reflexionar de nuevo el asunto, no se sentía muy a gusto, pero viendo que un niño terrícola era capaz de perdonarle sus actos, entonces él también podía perdonarse a sí mismo.
-Si -acepto firmemente.
Ambos se miraron entusiasmados, 4-0-9 se acercó al panel que tenía delante.
-¿Sabes cual es el código? -le preguntó Jaime, asumiendo que sabría la clave.
Se disponía a pulsar los botones, pero tenía miedo de equivocarse.
-Lo sé, pero Morticus puede haberlo cambiado también -indicó nerviosamente.
-Es 1-7-1-2 -dijo el Amo.
-¿1-7-1-2? ¿Cómo lo sabe? -cuestiono 4-0-9.
-Vi como pulsaba esas teclas, se que es esa.
Jaime se quedó pensando en esa enumeración.
-Un momento, ese es el año en que murió tanto él como Jack, por eso la ha puesto -reconoció Jaime.
-¿Tú crees? -cuestiono pensativo 4-0-9.
-Alguien que tiene un asunto personal siempre recuerda la fecha en la que se produjo el problema -indicó con tono coloquial.
-Pues probemoslo -acepto convenientemente 4-0-9 y se puso a tocar las teclas. Puso la clave y al instante la puerta de plasma se desactivo, dejándolo libre.
-Ha funcionado -dijo felizmente Jaime.
-Ayudemosle -exigió apuradamente 4-0-9 metiéndose en la celda.
-Si -dijo Jaime volviendo rápidamente al tema principal.
Ambos cogieron al Amo y se pusieron a ayudarle para levantarle con fuerza.
-¿Como dicen los terrícolas cuando se acepta la ayuda de otro individuo? -preguntó el Amo.
-Se le agradece diciendo "gracias", ¿nunca ha agradecido nada a nadie?
-Y no, los Tecnogizadores solo aceptamos favores, no tenemos nada por lo que decir "gracias".
-Pues señor Amo, usted tiene mucho que aprender ahora -espetó considerablemente Jaime.
Lo sacaron de la celda y se pusieron a llevarlo por todo el camino.
MIENTRAS TANTO
CON LOS GUARDIANES
El platillo volante estaba empezando a acercarse a la entrada principal, iba dando vueltas por la enorme estación mientras los Guardianes iban viendo el sofisticado diseño de aquella estructura gravitacional, era más grande de lo que parecía y se le podía notar un peculiar diseño futurista que nunca habían creído ver, solo con ver eso ya se podían hacer a la idea de que no solamente estaban viendo una sociedad alienígena avanzada, sino que encima presenciaban el arma que daría lugar a una inminente invasión de la que no se salvaría nadie.
De pronto empezó una alarma que venía del panel.
Los guardianes se asustaron al oírla.
-¿Qué es eso? -preguntó Bunny.
-Es la llamada de comunicaciones, están intentando conectarse -anunció 3-0-6.
Ambos reaccionaron temerosos al saber que este era el momento que estaban esperando. Saltaron usando la gravedad y se acercaron para ver lo que iba a hacer. Fue tecleando varias teclas hasta que consiguió activar la llamada.
-Aquí nave nodriza Tecnogizador, está entrando en un área restringida, identifíquese -ordenó exigentemente uno de los técnicos al otro lado.
-¿Estás seguro de que te podrá dejar pasar? -le preguntó Nolan, otorgándole una última duda.
-Si contesto bien a todas sus preguntas, entonces supongo que si. A menos que Morticus haya cambiado algo en mi ausencia -señaló seriamente.
Ambos volvieron a mirarse con seriedad al resultarle un plan demasiado arriesgado. Contesto la llamada y entonces dijo:
-Aquí platillo Tecnogizador, me identifico 14-0K-AB, solicito entrada en la nave nodriza.
-¿De donde proviene 14-0K-AB?
-Provenimos del planeta denominado Tierra.
-¿Por qué ha tardado tanto en regresar 14-0K-AB? Sabe que todas las naves han regresado al hangar principal para ser reparadas y usadas en el siguiente plan de ataque.
Ambos se pusieron tensos al saber muy bien que esa era una de esas preguntas en las que no si no sabías dar una excusa justificable, no te creerían para nada.
-Lamento la tardanza, mi nave sufrió una avería y tuve que repararla en el planeta. He conseguido reparar los daños y he decidido regresar a la espera de la siguiente operación.
-No se lo creerán -opinó incredulamente Bunny.
Ambos le rechistaron susurradamente.
-Identifíquese soldado.
-Soy 1-3-5, solicito regreso a la nave nodriza para una inspección. -1-3-5, ¿confirma que viene usted solo o acompañado?
-Confirmo de que estoy solo pilotando la nave.
Hubo un tenue silencio que hizo que ambos se miraran al no entender lo que pasaba. -Entendido, espere para la verificación, manténgase a una distancia segura. -Confirmado -acoto y cerró la comunicación.
-¿Y ahora qué? -se preguntó Halt, intrigada.
-Hay que esperar a que nos den el acceso de entrada una vez verifiquen el número clave del platillo -aclaró-. Si lo verifican entonces nos dejarán entrar sin ninguna duda.
-¿Estás seguro? Porque ese número que les has dado me ha parecido muy aleatorio -opino Bunny sintiendo muy poco convencido de esa conversación que tuvo con el técnico.
-La clave que les he dado ha sido de una nave que ahora mismo está en reparaciones, he manipulado los informes haciéndoles creer esa nave es esta, si consiguen verificarlo entonces asumirán que ha estado formando parte de la flota y no habrá ningún problema -comentó demostrando que ya había encontrado la solución a ese detalle.
-Vaya, que bien pensado -exclamó asombrada Hada.
-Ahora solamente tenemos que cruzar los dedos y asumir que nadie se pondrá a cuestionar ese informe -espeto Nolan teniendo la sospecha de que posiblemente alguno podría cerciorarse de cualquier detalle que les incriminase la tapadera.
··
La técnica 3-0-3 estaba tecleando en su pantalla cuando recibió un informe.
-Señor -giró la cabeza avisando al operario jefe.
Este se acercó con paso firme desde el otro lado.
-¿Qué sucede 3-0-3? -le pregunto.
-He recibido el informe de la nave misteriosa que se encuentra volando alrededor de la estación -abrió el informe mostrando toda una serie de dígitos.
El operario jefe acercó la mirada observando la clave.
-Según esto el piloto que controla la nave ha verificado que se trata del platillo 14-0K-AB.
-Eso confirma que es de los nuestros.
-Así es señor, pero hay un problema.
-¿De cuál se trata?
-Esa nave fue llevada a reparaciones en nuestra estación metalúrgica hace un año. Recuerdo perfectamente el informe que me llegó que me confirmaba la llegada de esa nave, es imposible que sea la misma con esa clave -comentó señalando que había un error de información.
El operario jefe se puso minucioso.
-Esto nos sugiere que hay un fallo en nuestros sistemas.
-Eso nos han mandado información falsa desde fuera -terció seriamente.
-¿Cómo es eso posible señor?
-Ha sido cosa de uno de los nuestros -comentó haciéndose una idea-. Mantén fijada esa nave, yo me encargaré de hacer unas llamadas para verificar que esa nave se encuentra en la ubicación correcta. No voy a permitir que entre ningún intruso ahora que nuestro señor Morticus no está aquí.
-Si señor -aceptó 3-0-3.
La técnica se puso a teclear mientras el operario jefe se marchaba de vuelta para el otro lado.
··
Jack continuaba donde se encontraba, sentado con las piernas estiradas sobre el panel, había pasado un buen rato desde que Jaime se marchó con el joven Tecnogizador al sacar al Amo, asumió que sacarle de ahí sería fácil, pero tardaban más de lo que pensaba, esto le preocupaba, pero no mucho más que preocuparse de lo que le podría pasar a él.
Cada vez empezaba a sentirse más débil por dentro, tenía frío y los músculos le dolían, era la primera vez en mucho tiempo que le ocurría eso, y ahora que sufría estos efectos, hacía que le entrase un miedo profundo que desconocía cómo tratarlo.
El mayor problema que padecía ahora no era aceptar la idea de que en cualquier momento se podría morir al no tener su cayado, era aceptar la idea de morirse ahora que había mejorar como persona. Se había pasado los últimos siglos intentando relacionarse con alguien, y por fin después de mucho tiempo había conseguido mucho más que eso. Descubrió que Jaime era su descendiente, lo cual eso ahora lo convertía en parte de la familia, había hecho las paces con Conejo después de estar años atosigandole por diferentes motivos, descubrió que Hada había estado enamorada de él y nunca se había dado cuenta de eso, y sin tener tiempo de decirle lo que sentía, y lo mejor de todo. Salvo a todos los niños del mundo de las pesadillas de Pitch Black, eso no solo lo convirtió en un Guardián, sino también en un héroe. Eso era algo de lo que siempre estaría orgulloso, pero había una cosa que seguía sin quitarle el ojo.
Todavía no recordaba el nombre de su hermana.
Desde que acabó metido en este asunto relacionado con los Tecnogizadores, no había parado de sufrir visiones de todo tipo, de su pasado como Jackson Overland y de todas las acciones que le llevaron a enfrentarse a Morticus, pero ninguno era sobre mencionar el nombre de su hermana, no lo entendía, ¿porque nadie mencionaba el nombre de su hermana? Era como si no tuviese nombre, cosa que le resultaba imposible, porque presentía desde lo más recóndito de corazón que lo sabía, pero no se le presentaba ningún recuerdo que lo soltase.
A pesar de todo ahora eso le daba igual, lo único que le resultaba prioritario ahora era acabar con Morticus, y se iba a asegurar de que aquel monstruo no volviese a hacer daño a nadie más.
De pronto se escuchó un sonido raro, Jack asomo la mirada asustado e inmediatamente se estiró hacía atrás mientras agarraba La Brotadora, estaba dispuesto a usarla contra lo que estuviese apunto de venir. Mantuvo la mirada fija en el frente, sabiendo que algo vendría por ahí.
Estaba tan concentrado que no escuchaba ninguna otra cosa, solo el silencio en su cabeza. -¡Jack!
Se asustó y entonces se giró apuntando malintencionadamente hacía Jaime que venía acompañado de 4-0-9 y el Amo, ambos quedaron indecisos al ver lo que hacía, Jack se calmó y entonces bajó el arma mientras suspiraba aliviado de que no hubiese disparado.
-¿Estás bien? -le preguntó Jaime.
-Estoy bien, mejor -contestó cínicamente.
Levantó la mirada fijándose que tenían al Amo. Este levantó la cabeza mirando al joven Guardián.
-Jackson Overland -contestó con poca fuerza en la voz.
-Hola Amo -le saludo indirectamente-. Y es Jack Frost, ahora.
El Amo lo reconsidero.
-Parece que le han dado una buena paliza -opino notando sus heridas.
-Morticus se ensayo conmigo, pero he conseguido recuperarme -espeto considerablemente.
-Nos va a ayudar -comentó 4-0-9.
-Qué bueno -exclamó con ironía.
De pronto se escucharon unas voces que se aproximaban y entonces un grupo de soldados aparecieron girando en la esquina del pasillo ancho que había más adelante. El grupo estaba dirigido por Morticus que venía farfullando, alzó la mirada observando lo que pasaba al otro lado.
-Jackson -dijo halagado Morticus al verle.
-Morticus -le dijo Jack con frialdad.
Giro la mirada observando que el Amo estaba con ellos.
-Veo que habéis conseguido liberar al Amo de su cautiverio -vaciló indirectamente.
-Pagarás por esto -protesto marchando corriendo hacía él.
Estaba tan malherido que acabó cayendo estrepitosamente contra el suelo.
Morticus se rió de su torpeza, Jaime se puso a ayudar a levantar al Amo.
-Dime una cosa, ¿porque le habéis sacado de su celda? -le pregunto con curiosidad.
-Le hemos liberado porque nos ha prometido ayudarnos a detenerte -aclaró descaradamente Jaime.
Morticus se rió con desprecio de nuevo.
-¿Ayudaros? Miradle. ¿De verás creéis que os ayudará en algo? Si nunca en su vida ha hecho nada por nadie, todo lo ha hecho por su propia conveniencia -comentó con desprecio-. ¿Verdad que sí 4-0-9? ¿A que todo su trabajo ha sido simplemente para hacer que fuese a su manera?
4-0-9 le echó una mirada desafiante.
-Puede ser que eso sea cierto, pero hay una cosa que sí puedo reconocer, y es que tu no eres mejor jefe ni líder para liderarnos -opino honestamente-. Eres la vergüenza del imperio Tecnogizador.
-No, yo no soy la vergüenza, yo soy la solución a todos los problemas del universo.
-¿Qué quieres decir? -cuestiono esa respuesta.
-El universo ha existido durante millones de siglos, y en todo este tiempo lo único que hemos aprendido es que es más preferible dejar que todo siga su curso, para que así tengamos cientos de mundos hostiles poblados con criaturas capaces de matarte o matarse entre ellos. Sin nadie que les controle o les digan cómo deben comportarse -argumentó dando su hipótesis de todo lo malo que se encuentra en el universo-. El universo estaría mejor con alguien impartiendo algo de equilibrio para que así no tengamos que seguir sufriendo por todos nuestros actos, todos deberíamos de seguir a un sér superior que la gente sepa venerar por lo que le da.
-¿Y tu eres la persona más indicada para ello nó? -insinuó indirectamente Jack.
-Puede ser, pero eso no sucedería si no fuese por él -señaló al Amo.
El Amo quedó confundido ante esa respuesta.
-Él fue el primero que quiso impartir sus propios ideales, él fue el primero en transformar a toda su especie en algo perfecto. Pero nunca lo supo aprovechar bien, por eso mismo los Tecnogizadores están manifestando sus emociones, porque en el fondo se sienten aburridos de estar sufriendo la misma rutina de siempre -indico señalando todos los problemas que causó el Amo-. Pero yo no cometeré ese mismo error, yo pienso terminar lo que él empezó, solo que al menos haré lo que al parecer nadie en este universo ha intentado hacer jamás. Imponer equilibrio en el universo.
-Más bien lo quieres dominar todo para convertirte en un Dios -aclaro concluyentemente Jaime.
-Y que no es un Dios sino alguien que sabe lo que es mejor para todos -indicó con egocentrismo.
··
El operario jefe regresó con la técnica 3-0-3 que continuaba vigilando al extraño platillo que se encontraba flotando alrededor de la órbita de la estación.
-Señor -contestó la técnica.
-He llamado a nuestra estación metalúrgica y confirman que el platillo que precede a esa clave todavía continúa estacionada a la espera de ser mandada a otra ubicación -comento seriamente.
-¿Entonces eso verifica que la nave que planea entrar a nuestra estación no es la que se nos ha notificado -indicó concienzudamente 3-0-3.
-Así es, y posiblemente el Tecnogizador que la pilota no sea uno de los nuestros -añadió señalando la imagen de la pantalla con severidad-. Es un intruso entrando en nuestro espacio orbital.
-¿Qué hacemos señor? ¿Le avisamos a Morticus de esta intrusión?
-Morticus no se encuentra disponible ahora mismo. Tendremos que actuar sin su aprobación.
-Pero señor, eso va en contra del reglamento -señaló 3-0-3.
-Lo se, pero Morticus dio el consentimiento de no seguir al pie de la letra el reglamento. Lo cual eso ahora nos permite tomar las decisiones que nos resulten más convenientes -comentó demostrando que ya no quería continuar haciendo lo mismo de siempre-. Da la alarma y ordena a los operadores que activen las torretas, estamos bajo ataque enemigo.
-Si señor -obedeció 3-0-3 y se puso a teclear en el panel.
Mando un mensaje por todo el sistema provocando que sonase una sirena.
··
La alarma empezó a sonar hasta en los niveles inferiores, donde estaban Jack y los demás. Ambos alzaron la mirada al cerciorarse de que algo raro estaba pasando.
-¿Qué es eso? -se preguntó Jack.
-Ugh, genial, es la alarma de emergencia, alguien planea atacarnos -comentó amargamente Morticus dirigiendo una mirada indirecta hacía Jack.
Jack se sintió incómodo al ver que parecía echarle la culpa de lo que sucedía.
-A mí no mires que aún no he hecho nada -aclaro incredulamente Jack.
-Deben de ser los Guardianes, han venido a ayudarnos -opino convencido Jaime. Eso les entusiasmó a ambos con confianza.
-Genial, ahora viene todo el grupo a montar un espectáculo -berreó Morticus con desprecio.
-Termina con esto Morticus, no conseguirás nada conquistando la Tierra -le exigió Jack.
-Te equivocas, si que conseguiré algo -terció indirectamente- Conseguiré cumplir la promesa que le hizo a mi hermano antes de que tu le matarás.
-Lo que le sucedió a tu hermano estuvo mal, pero tu tienes la culpa de que aquello hubiera acabado como acabó -protestó honestamente Jack con franqueza-. Destruirlo todo no te lo devolverá.
-No, eso ya lo sé con seguridad, pero al menos lograre vengarme de él matando a su asesino -indicó señalando que planeaba matarle con total impunidad.
Los robots custodios apuntaron sus armas contra él.
Jack se puso serio al ver que estaba en una situación peliaguda.
-Rindete Jack, y te prometo que no le haré a tu amiguito lo mismo que le hiciste a Von -le pidió amenazadoramente mientras seguía manteniendo la compostura.
Aquello hizo que Jack se enfadase aún más de lo que ya estaba. Empezó a mover la mano detrás de su pantalón dispuesto a sacar el cuchillo.
-Hazle caso Frost -le dijo el Amo.
Se giró observando que le miraba preocupado.
-Tiene todo el poder para vencernos, lo mejor es rendirse y esperar a que vengan a salvarnos -recomendó tediosamente, suspiraba agotado.
Morticus se rió descaradamente de nuevo.
-Miralo, por primera vez dice una cosa honesta -vaciló incredulamente.
Jack se enfado, pero por otro asunto.
-No -dijo firmemente.
Cambió la expresión de Morticus a una de extrañeza.
-No me pienso rendir, no mientras tenga fuerzas -decreto con tono confiado.
-¿Y cómo lo vas a hacer sin tu cayado? -le preguntó indirectamente, le señalo el cayado en señal de que él lo poseía y no lo podría obtener.
-El cayado no me hace falta -discrepo y pasó a dirigirse hacía él.
De pronto le vino un dolor en el pecho que hizo que se desplomase.
-¡Jack! -chillo Jaime viendo de nuevo como su amigo sufría.
Su caída provocó que Morticus se riese más descaradamente.
-Mirate, hasta tú mismo te estás muriendo, sin tu cayado no puedes hacer nada -le comento echándole en cara lo que le pasaba.
Alzó la mirada sorprendido al ver que sabía lo que le pasaba.
-¿Lo sabes?
-Si, se lo que le pasa a Jack, se que se está muriendo, y a menos que no obtenga el cayado no volverá la magia a su cuerpo.
-Pero no lo entiendo, eso no ha pasado hasta ahora, ¿cómo es posible que se haya enterado? -se cuestionó Jaime intentando entender esa información.
-Muy fácil, por el libro -declaró.
-¿El libro? -Jack reaccionó sorprendido al oír eso. -El Origen de los Guardianes.
Aquello le convenció de que era cierto.
-¿Tienes el libro?
-Así es, lo tengo resguardado bajo mi mando, gracias a él he podido descubrir varias cosas, como encontrar la debilidad que tanto ansiaba encontrar -aclaró señalandole indirectamente.
-¿Como? -cuestiono confundido.
-Siempre me lo he estado preguntando, ¿cómo era posible que siguieras vivo a pesar de que habías caído en aquel lago congelado? La magia te transformó, pero en realidad no debería haberte devuelto a la vida, ¿a que nó? -argumentó mientras se iba acercando por el pasillo-. Entonces mire el libro, encontré la página donde explicaba que utilizabas tus motas de nieve para entusiasmar a la gente y hacerle reír, ahí entonces lo descubrí.
Mantuvo fija la mirada sobre él, quería comprender lo que estaba contando.
-Tu siempre has sido un chico muy travieso y juguetón, eso ha hecho que te hayas convertido en lo que eres ahora. Pero todo ese entusiasmo se reduce a una sola cosa, y es tu felicidad.
-¿Mi felicidad? -cuestiono confundido.
-Piénsalo bien Jack, ¿cómo has conseguido mantenerte con vida? ¿Ha sido a causa de tu amigo La Luna, o por el hecho de que te has pasado los últimos 300 años jugando con los niños?
-¿Que? -quedó más confundido que antes.
-El cayado no es lo que te da el poder, es la felicidad. -¿La felicidad? -indagó en ese tema.
Le parecía una locura, pero en cierto modo tenía razón. Durante años siempre había estado sintiéndose triste por el hecho de que nadie le hiciese caso, pero al menos había aprovechado sus habilidades para jugar con los niños y ponerles contentos, eso hacía que le diese sentido a su vida antes de que tuviese un propósito, sin eso habría sido alguien oscuro como Pitch.
-Sin todo ese entusiasmo, no serías nada, y ahora que yo he llegado, ese entusiasmo ha ido desapareciendo, ¿verdad? -soltó descaradamente.
Empezó a juntar todas las piezas, y cuanto más cosas descubría, más se daba cuenta de que tenía razón en todo lo que contaba.
-Solamente he tenido que cometer una serie de pequeños actos violentos, para conseguir que te vuelvas débil, y yo más fuerte.
No podía soportarlo, tantas conclusiones le estaban agobiando más de la cuenta.
-Mentira -protestó, discrepando de ese argumento.
-Niégalo si quieres, pero ambos sabemos la verdad, y la verdad es que todo este tiempo persiguiéndote ha hecho que te hayas una persona muy oscura, como yo.
Eso fue algo que no pudo soportar para nada, se enderezo poniéndose en posición de atacar.
-Jamás seré como tu, y como crees que soy débil, entonces no sabes nada de todo lo que puede hacer -le dijo con total franqueza mientras apretó fuertemente su puño.
Jaime vio lo que hacía y sentía que estaba apunto de cometer un error.
Jack estiró su brazo y lo movió logrando que saliese disparada una ráfaga de frío, pero ese frío se disipó en pequeños copos de nieve al alcanzar unos pocos metros.
Todos quedaron indecisos al ver lo que pasó.
-¿Pero qué? -Jack se miró la mano, no le salían motas de nieve como pasaba siempre.
Morticus quedó impresionado y luego estalló poniéndose a reír a carcajadas de una manera que hizo que todos le miraran indignados. Siguió riendo hasta que de pronto se cercioro de que él era el único que se estaba riendo, se sintió incómodo.
-Reíros todos -les ordenó exageradamente a los soldados que tenía detrás.
Los soldados obedecieron e inmediatamente se pusieron a reírse seguidos de la repulsiva risa de Morticus, se estaba divirtiendo tanto con esto que empezó a exagerar su cara.
-No lo entiendo, ¿qué ha pasado? -se cuestionó Jack intentando comprender lo ocurrido. Morticus terminó de reírse y acto seguido dijo:
-¿No has entendido nada de lo que te he dicho? Tu poder solamente viene de la felicidad, y cómo estás lleno de odio y remordimientos, no puedes hacer nada, no tienes poderes.
Morticus se rio mientras Jack se miraba las manos reconociendo que ya no podía materializar la nieve de su cuerpo, por primera vez se sentía incapaz de no hacer nada.
Jaime quedó alarmado al ver esto, le resultaba imposible ver a Jack sin poderes, pero eso no le impedía reconocer que él aún tenía una ventaja.
-Puede que no tenga poderes, pero aún sigue teniendo corazón -objetó concienzudamente. Eso le sorprendió a Jack, le miró de reojo.
-Lo se, pero dejará de tenerlo, como mi paciencia -mencionó con tono solemne-. Apresadles.
Todos reaccionaron sorprendidos al escuchar eso.
-Pero mi señor, no podemos hacer eso -se le acercó el Tecnogizador joven.
Frunció el ceño indignándose rápidamente.
-¿Cómo no podéis hacer eso? -protesto.
-Según el código estipula que no podemos detener a un enemigo hasta que se rinda al encontrarse en una situación vulnerable -le comentó con tono estricto.
Morticus se quejó apretándose fuertemente la cabeza, estaba tan agobiado con ese tema que no sabía qué hacer.
-¿Sabes porque te está pasando esto Morticus? -le preguntó indirectamente el Amo-. Porque ellos me siguen siendo leales, incluso estando en una posición inferior.
Morticus se enfado con eso, pero rápidamente reconsidero.
-Cierto -contestó-. Siguen siendo leales a ti, y lo serán siempre.
Se giró mirando fijamente a cada uno de los Tecnogizadores que tenía detrás, todos ellos mantenían unas mismas miradas fijas, lo cual era un indicativo de que seguían sin tener las emociones liberadas, eso le suponía un problema ya que no era el mensaje que quería dar.
-Y si nos ponemos a pensar, en realidad no les necesito, yo tengo la fuerza suficiente para encargarme de todo, así que... -voltea la mirada dirigiéndose a los robots custodios que tiene más adelante-. Acabad con ellos muchachos.
Los robots custodios obedecieron y se giraron apuntando hacía los Tecnogizadores, esto provocó que cada uno de los soldados reaccionase sorprendido al no entender lo que pasaba.
-¿Qué estás haciendo? -preguntó alarmado el Amo al ver lo que hacía.
-Voy a enseñarte lo que sucede cuando alguien me traiciona, lo que deberías haber hecho tu hace mucho tiempo -aclaró con tono vacilante.
El Tecnogizador joven miró con una cara compasiva hacía Morticus. -Adiós chicos -se despidió de forma descarada.
-No espere, señor...
Los robots custodios dispararon con sus armas lanzando unas ráfagas verdes que atravesaron por ambos lados a todos los soldados. Jack quedó aterrado al ver lo que hacían mientras 4-0-9 tapaba la vista de Jaime con sus manos para que no lo viera.
Los disparos cesaron y los soldados cayeron al suelo teniendo un montón de agujeros en el cuerpo, les salían humo de los bordes quemados, todos estaban muertos. Morticus asintió aliviado y entonces se giró dirigiéndoles una mirada socarrona.
-Ahora se siente todo mucho más fácil -exclamó sarcásticamente.
Jack alzó la mirada dirigiéndole una expresión de horror con los ojos muy abiertos.
-Eres un monstruo -soltó asombrado.
-Lo soy, y me encanta -confirmó esbozando una sonrisa picarona.
Se puso a reír mientras todos se quedaban indecisos al no poder creerse lo que había hecho.
Y MIENTRAS TANTO
CON LOS GUARDIANES
Los Guardianes continuaron mirando aquella enorme nave esperando a que sucediese algo, habían venido a luchar y eso hacía que les entrasen ganas de actuar, pero estando en la situación tan complicada en la que se encontraban, empezaban a temerse otra cosa.
Hada era la que más temía que algo ocurriese porque le desesperaba no poder entrar para ver a Jack, se acercó hacía 3-0-6, intentando de comprender si sabía lo que hacía.
-¿Por qué no contestan? -pregunto Hada dirigiendo la mirada al panel.
-Deben de tener problemas, ahora que Morticus está cambiando las cosas seguramente se estarán replanteando si dejarnos pasar o no -opino concluyentemente 3-0-6.
Bunny se quejó.
-O quizás están esperando para saber si actuamos o no -protesto.
-¿Qué quieres decir? -pregunto Nolan extrañado por la reacción de Conejo.
-Pensadlo bien, estamos atrapados en un platillo volante esperando poder entrar en la nave donde se encuentran estos serés que han estado asesinando a gente inocente en las últimas semanas -argumentó seriamente mientras se acercaba al Tecnogizador-. ¿Cómo sabemos que él no nos ha estado mintiendo durante todo este tiempo?
Todos reaccionaron indecisos al oír ese argumento.
-¿Estás insinuando algo Conejo de Pascua? -preguntó indirectamente 3-0-6.
-Si, estoy insinuando que a lo mejor has maquinado todo un plan desde que te capturamos, que a lo mejor sigues siendo un espía y en realidad nos está llevando a propósito a la nave donde seguramente nos emboscarán y nos capturaran como han hecho con Jack, ¿es así? -añadió elevando la voz a un tono severo muy incriminatorio.
Todos dirigieron la mirada hacía 3-0-6, no se creían para nada esa teoría, pero sentían que algo no cuadraba y quizás a lo mejor resultase ser cierto lo que decía Conejo. 3-0-6 se mantuvo con una mirada rígida, sin pestañear y sin siquiera moverse de su asiento.
-Conejo de Pascua, creo que te estás equivocando -le contestó honestamente.
-No, di la verdad -achacó acercándose cada vez más hacía él.
-La verdad es que he decidido cambiar de bando, me he unido a vosotros y pienso ayudaros a detener a Morticus porque ahora creo que existe un mundo mejor, y lo hago gracias a vuestro líder -explicó dirigiendo la mirada hacía Norte.
Dirigieron la mirada hacía el grandullón de rojo, querían saber qué pensaba.
Norte se mantenía rígido, perspicaz al saber muy bien lo que tenía que decir.
-Sí 3-0-6 os hubiese querido capturar, ya lo habría hecho antes. Además, ni siquiera se habría atrevido a matar al médico que me mantenía retenido en esa camilla -aclaró Norte señalando todos los actos que marcaban su inocencia.
Todos se quedaron conformes con eso, incluyendo a Bunny que ahora se lamentaba.
-Lo siento -se disculpó.
-Ey, pero Bunny, ¿qué ocurre? -se acercó Halt a ayudarle.
Bunny le miró con una expresión compasiva.
-No sé lo que estoy haciendo, jamás he estado preparado para esto -confesó honestamente.
-Y yo tampoco, pero eso no hace que me enfade.
-Para ti eso es fácil decirlo, tú no has tenido como 500 años defendiendo la Tierra de criaturas mágicas para luego descubrir que existe un enemigo mucho peor que viene de fuera del planeta.
Todos reconsideraron ese argumento, ninguno había estado preparado para combatir algo así.
-¿Quieres saber una cosa? ¿Te acuerdas de lo que te comente sobre Derek?
-Si, lo recuerdo bien -confirmó.
-¿Quién es Derek? -pregunto Hada, confundida al oír eso.
-Una historia nuestra -comento sarcásticamente Bunny.
Todos se miraron con indiferencia.
-¿Recuerdas que te había comentado que se había casado con una top model? -Si, como no olvidar eso -se rió recordando esa anécdota.
Halt se rió también, pero rápidamente cambió de expresión.
-Pues resulta que hay algo que no te comente -declaró.
Bunny quedó indeciso y a la vez intrigado.
-Resulta que hace unos años decidí ir a verle -confesó avergonzada.
-¿De verdad?
-Así es, quería saber cómo era la vida que tenía, si era feliz. -¿Y qué descubriste?
-Que no solo estaba casado, también tuvo hijos.
-¿Tuvo hijos con esa modelo?
-Si, me intereso tanto que fui a verle, a su enorme mansión que tiene en San Diego, me presentó a sus hijos, le conté un poco sobre lo que hacía, y aceptamos que las decisiones que tomamos nos hicieron un gran bien.
-¿Entonces debiste sentirte orgullosa? -objetó Bunny.
-Si -confirmo, con dudas-, pero había un problema.
-¿Cuál? -se acomodo.
-No me quede convencida de que todo estuviese bien, así que me puse a seguirle hasta que descubrí algo que me hizo darme cuenta de que me equivocaba con él.
-¿Qué ocurrió?
Se tomó su tiempo para contarlo.
-Hubo un día en que le descubrí sentado en una cafetería en el centro, iba vestido de incógnito, como si no fuese él. Estuvo ahí sentado durante un buen rato hasta que entonces apareció una joven muy distinta a su mujer, se sentó a su lado y se pusieron a besarse, de una forma muy apasionada -confesó esbozando una mirada rencorosa.
-¡No! -chillaron todos alucinando con la historia.
Bunny les miró sorprendido al ver que todo el grupo estaba interesado en la historia.
-Al verles ahí besándose lo entendí, Derek no había cambiado, seguía siendo el mismo de siempre solo que peor. Estaba desperdiciando toda su vida por seguir actuando como el mismo idiota por el que me enamore de él la primera vez, y eso me dolió, porque creí que había madurado después de mucho tiempo, pero entonces me di cuenta de una cosa.
-¿De qué? -pregunto intrigado.
-Que mis sentimientos por él no dependían de lo que yo hiciera -confesó honestamente-. Yo había tomado mi decisión de dejarle porque quería estar en el ejército, eso me convirtió en lo que soy ahora, y si no hubiese tomado esa decisión en aquel momento, entonces ahora mismo sería como su mujer, una pobre rubia despechada a quien su marido le estaba siendo infiel.
Se puso a reflexionar sobre ese asunto.
-Yo no estaba preparada para saber lo que sucedería después, pero tras verle, pero ver lo que pasaba me hizo más fuerte, y de que jamás me rendiría por nada, ni por vergüenza, ni por miedo y ni por lo que piensen otros de lo que podría hacer. Yo soy la que soy y pienso enfrentarme a cualquier cosa aunque me resulte difícil -señaló a la ventana que había al lado-, incluso pelearme con esos alienígenas que hay ahí.
Bunny se rio esbozando una sonrisa de halago.
-No tienes porque sentir miedo de lo que puedas hacer Bunny, a veces tienes que tomar la decisión que mejor te parezca por muy conflictivo que resulte el resultado -indicó honestamente.
Aquella frase hizo efecto en todos los presentes, todos se pusieron a reflexionar sobre lo que estaban haciendo, incluso Hada, quien quedó más decidido que nunca a estar con Jack, o 3-0-6 a cambiar sus ideas con respecto a la vida de los Tecnogizadores.
Bunny se enderezó y se acercó hacía el joven Tecnogizador, con una mirada firme y seria.
-Lo siento mucho, soy un Guardián, no debería juzgarte por lo que eres -le disculpó avergonzado por su reciente comportamiento.
-No tienes porque disculparte, yo también pensaba lo mismo que vosotros al principio, creía que erais una amenaza por ser unos individuos tan extraños, ahora me doy cuenta de que somos iguales, tanto dentro por fuera -confesó demostrando que ahora sentía empatía por ellos.
Todos sonrieron sintiéndose satisfechos de ver que arreglaron sus diferencias. De pronto sonó una alarma que venía del panel.
-¿Qué es eso? -pregunto Nolan desconcertado.
-Es la alarma de detección de escáneres -declaró.
-¿Qué? -cuestiono Bunny ese nombre.
-Nos están escaneando ahora mismo -aclaró y se puso a teclear apuradamente.
Todos se miraron sintiendo que estaba pasando algo malo. Se acercaron a la ventana y observaron que en varias secciones de la nave nodriza se estaban desplegando unas armas parecidas a torretas, tenían dos cañones y defendidos con unos escudos cuadriculares de plasma.
-Eh, ¿es algo bueno que esas torretas nos estén apuntando? -pregunto sarcásticamente Bunny.
3-0-6 encendió la comunicación en el panel.
-Aquí 14-0K-AB, informó de que hemos sido escaneados y las defensas de la nave nos están apuntando, ¿me pueden confirmar? -preguntó con apuro.
Todos se giraron dirigiendo la mirada al Tecnogizador.
-Confirmado, habéis sido escaneados y según nuestros escáneres se ha confirmado de que está no es el platillo volante que ha confirmado ser. Y también se ha confirmado de que usted no es el único ocupante a bordo, ¿me puede confirmar eso?
3-0-6 asintió amargado al ver que les descubrió.
-Lo confirmo y lo confieso, soy 3-0-6, he regresado para derrotar al traidor conocido como Morticus que ha encarcelado al Amo injustamente, solicitó la entrada a la nave nodriza para...
-Denegado 3-0-6, por orden del amo Morticus ha quedado impuesto que es un traidor al Imperio Tecnogizador y merece la ejecución inmediata, abandone este área o será destruido.
Cortó la comunicación y golpeó el panel cabreado.
-¿Y ahora qué hacemos? -se cuestionó Hada.
-Lo que hemos venido a hacer -agarro de los mandos-. Sujetaos.
Todos se sentaron en sus respectivos asientos sabiendo lo que iba a pasar.
Aceleró la nave y se puso a dar vueltas por todo el área, eso provocó que las torretas se pusieran a dispararles lanzando varias ráfagas azules dirigidos hacía el platillo, la nave las iba esquivando a medida que sobrevolaba el espacio orbital en línea recta.
MIENTRAS TANTO
CON JACK
De pronto se produjo un temblor que hizo que todo se tambalease y casi perdiesen el equilibrio, todos se sorprendieron al sentirlo.
Morticus encendió su comunicador del pecho.
-Aquí Morticus, ¿qué sucede? -preguntó con amargura.
-Señor, hay una nave intrusa que está intentando entrar en la estación, se ha confirmado que quien pilota el platillo es 3-0-6 -contestó el técnico al otro lado, eso provocó que Morticus asintiera con mayor amargura que antes-. Y creemos que va acompañado.
Jack y el resto se entusiasmó al escuchar eso.
-Genial -se quejó Morticus-, parece que tus amigos vienen a rescatarte.
-No vienen a rescatarme, vienen a detenerte -le aclaro honestamente.
-Que lo hagan, los detendré a ellos también -asintió molesto-. Y me ocuparé de asesinarlos para que así todo el mundo les vea y sepa que sus Guardianes les han defraudado.
Jack quedó indeciso al ver la capacidad que tenía de seguir siendo cruel.
-¿Tú nunca te cansas de pensar en matar? -le preguntó escepticamente.
-No, pero si me cansa perder la paciencia -dirigió la mirada al Super Tecnogizador-. Super, encargate de capturarle por mí, quieres.
El Super Tecnogizador giro la mirada fijándose en el joven escarcha, Jack le miró y pudo sentir las intenciones homicidas que mostraba aquella cosa enorme. Gimió salvajemente y marchó corriendo a cogerlo como si fuese una presa. A Jack le entró el pánico por la forma en que se dirigía hacía él. Le apunto con La Brotadora y disparó lanzando una planta que se enganchó al Super Tecnogizador, le empujo contra la pared y entonces unas enredaderas que salían del interior del muro metálico lo engancharon contra la pared provocando que no se pudiese mover.
Bramó fuertemente como si fuese un animal salvaje.
-Que decepcionante -exclamó disgustado Morticus.
Jack movió el arma y apunto contra Morticus, disparo varias veces haciendo que saliesen varias semillas de La Brotadora, rápidamente los robots custodios se pusieron delante cubriendo a Morticus y dispararon contra las semillas, impactaron tan rápido que las propias semillas acabaron destruidas con tan solo un montón de restos de la sustancia toxica que las mantenía con vida.
Jack quedó impresionado, no se lo esperaba. Levantó la mirada con desolación. -Rindete Jack, o será peor -le exigió Morticus con desdén.
Jack frunció el ceño hastiado con el tema.
-¡Jamás! -protesto discrepando de su aviso y se puso a seguir disparando con el arma.
Lanzó tantas semillas que a los robots custodios no les dio tiempo de acabar con todas y varias de ellas acabaron cayendo al suelo, de ellas emanaron unas plantas carnívoras que crecieron tan alto que chocaron contra el hecho, abrieron sus horribles y babosas bocas y luego bajaron en picado atrapando a cada uno de los robots custodios.
-Alá -exclamó asombrado Jack.
Los otros tres quedaron igual.
Morticus se apartó intentando de que no le cogiese ninguna de esas plantas carnívoras, una de ellas arrancó la cabeza de un robot custodio, se cayó el cuerpo y escupió la cabeza. Se giró y se fijó en Morticus, este se alarmó al ver que le detectó.
La planta carnívora marchó a atraparle con su boca, pero entonces Morticus levantó el cayado de Jack y le echo una brizna de hielo que le congeló en el aire, luego la golpeó con el propio cayado haciendo que se rompiese en mil pedazos que cayeron al suelo.
Jack vio lo que estaba haciendo y aprovechó la oportunidad, marchó corriendo por él.
Salto encima de uno de los robots custodios, seguido de las plantas carnívoras hasta pasar al otro lado. Se juntó con Morticus sorprendiéndole mientras intentaba arrebatarle el cayado, pero utilizó toda su fuerza para impedírselo.
Se pusieron a forcejear con tal de que alguno de los dos lo soltase.
-Devuélvemelo -le exigió reprochadamente Jack.
-¿Para qué? No te sirve de nada, no tienes poderes -le dijo descaradamente.
Jack apretó fuertemente su cayado intentando de que este se iluminase y le activase sus poderes, pero en cuanto parecía que estaba apunto de brillar, se apago ignorandole.
-¿Qué? -se extraño Jack.
Morticus se rió malévolamente de nuevo.
Jack le miró indeciso.
-Tu no puedes controlarlo, pero yo sí -dijo soltando una mirada rastrera.
Jack bajó la mirada y observó como el cayado se estaba iluminando a través de las manos de Morticus, se iluminó y se sobrecargo provocando que empujase a Jack y lo hiciese salir volando al otro lado, cayó desparramado contra el suelo.
-¡Jack! -grito Jaime.
Morticus suspiro aliviado, miró halagado el cayado sintiendo que le funcionaba perfectamente bien.
Los robots custodios se liberaron de las plantas carnívoras aunque la mayoría de ellos quedaron con alguna parte destrozada, uno perdió un brazo y otro tenía las piernas tan dañadas que apenas podía mantenerse en pie.
Morticus paso por delante acercándose hacía Jack.
-Tengo que reconocerlo Jack, siempre logras que te subestime -objetó con consideración.
De pronto recibió un disparo en el hombro que le hizo caer estrepitosamente contra el suelo.
4-0-9 se quedó sorprendido al ver eso, pero todavía más de no entender de dónde provino ese disparo, bajo la cabeza observando que lo hizo Jaime, había cogido el arma Tecnogizador que se llevó del Almacén, la sujetaba con ambas manos mientras ponía una mirada amarga.
Los robots custodios se pusieron a ayudar a Morticus a levantarse, estaba malherido.
Jack se giró mirando atónito a lo que hacía Jaime, verle en aquella posición con esa mirada de furia, le hizo fijarse que no se estaba portando como el niño de siempre.
Morticus se enderezó mientras gemía dolorido, tenía un agujero con bordes quemados que le había traspasado el traje, murmuró frunciendo los dientes.
-Alejate de Jack o te mato -le ordenó exigentemente Jaime con tono de estar decidido a hacerlo.
Morticus se rió con pocas ganas.
-Jaime, baja el arma -le suplico Jack.
-No -discrepo reprochadamente- Por su culpa nos ha arruinado la vida, ha hecho que nos pasemos corriendo de un lado para otro huyendo, nos ha secuestrado y nos ha hecho daño. Pienso terminar con esto antes de que los Guardianes vengan.
Ambos se miraron sintiendo que esto era una mala idea.
-Jaime -dijo 4-0-9-. Dame el arma, no sabes usarla.
-No, voy a acabar con él -protestó, decidido a disparar de nuevo.
-Hazle caso niño, tu no sabes con qué estás jugando -le comento el Amo-. Esa arma no se usó para matar gente, sino para dejar a individuos hostiles vulnerables, si la usas mal, acabarás provocando un daño mucho mayor que el que estás perpetrando cometer, ¿y tu no quieres eso verdad?
Jaime empezó a dudar de sus palabras.
-No, pero quiero volver a casa -dijo honestamente.
-Y yo también quiero volver a casa Jaime -continuo Jack, poniéndose con el pecho contra el suelo-. Pero no quiero que vuelvas y le tengas que decir a tu madre que intentaste matar a alguien.
Aquello hizo que volviese a cuestionar sus actos con mayor duda.
-Tu eres bueno Jaime, no seas como él, no dejes que él te convierta.
Tenía el gatillo preparado para disparar, pero empezó a tiritar de miedo.
Morticus le miraba, sonriendo con descaro, como sabiendo que no lo iba a hacer.
Jaime se lo replanteó de nuevo y empezó a apretar aún más el gatillo, tenía más ganas de disparar que nunca. Jack le miraba y no sabía que hacer, era evidente que esto iba a acabar mal.
De pronto el Amo le cogió el arma, le miró con una cara compasiva. Todos se quedaron asombrados al ver lo que hacía.
-Tu no eres él chico -le dijo expresamente.
Al oír eso supo darse cuenta de que tenía razón, no era un asesino, era imposible que lo fuese, bajo el arma y el Amo se la cogió. El pequeño alzó una mirada entristecida hacía Jack.
-Volveremos a casa -le dijo compasivamente Jack.
-Lo sé -asintió desconsolado.
··
El platillo volante continuaba girando alrededor de la nave mientras intentaba de esquivar a cada uno de los disparos que les lanzaban las torretas, se encontraban en medio de una encrucijada de la que apenas podían escapar. De pronto una de las ráfagas les golpeó en el casco de la nave.
Dentro empezaron a saltar chispas que asustó a todo el grupo, ambos se miraron atónitos. -Creo que nos han dado -opino Nolan.
-¿Esta cosa tiene armas? -pregunto reprochadamente Norte.
3-0-6 se puso a teclear el panel con la esperanza de activar las defensas, apareció una pantalla que mostraba un icono de unas pequeñas torretas incorporadas al casco de la nave, de pronto se puso en rojo y quedó envuelto en otro cartel marcado por una enorme letra X.
-Por el cosmos, las torretas han quedado desactivadas, no puedo usarlas -declaró 3-0-6-. Me parece que tendremos que seguir volando estando indefensos.
-¿Hay alguna otra forma de defendernos? -inquirió Hada-. ¿O de entrar?
-La única forma de entrar es por la entrada principal, pero supongo que la deben de haber cerrado para impedir que entremos -comentó apuradamente.
Asomaron la mirada por la ventana y se fijaron que en un costado de la nave nodriza se encontraba una sección cuadriculada envuelta en un escudo de plasma que daba al interior.
-Es cierto, está cerrada, hay un escudo que la protege -confirmó Norte.
-¿Hay alguna forma de desactivarlo? -pregunto Nolan.
-Desactivarlo no, pero si dañarlo como para entrar en el momento justo antes de que se active el escudo de plasma alterno -indicó.
-¿Escudo de plasma alterno? -cuestiono Halt esa mención.
-Si el escudo de plasma que mantiene cerrado el hangar se desactiva, los técnicos se encargan de activar un segundo escudo que impide que todo salga despedido al exterior.
-¿Y qué pasa si lo activan una vez se desactive el primero?
-Que chocaremos contra el muro -indicó concienzudamente Norte.
Ambos se miraron reconociendo que era una ventaja arriesgada.
-¿Crees que puedes lanzar una ráfaga que lo destruya? -pregunto Nolan acercándose a su lado.
-No, no funciona nada, y aunque lo hiciese tampoco serviría, nuestra propia tecnología es incapaz de dañarse a sí misma, la única forma de hacerlo es con otra fuente, como la magia.
Sandy materializó una bombilla por encima de su cabeza, se le ocurrió una idea. Se acercó poniéndose en medio de la vista de todos y materializó una flecha señalándose a sí mismo.
-¿Qué quieres decir Sandy? -le preguntó Bunny.
Materializó una bola hecha de arena mágica, luego cambió a una de un cañón que disparaba esa misma bola de mágica y la lanzaba contra un platillo volante.
-¿De verás quieres hacer eso?
Asintió seriamente con la mirada.
-¿Qué es lo que quiere hacer? -cuestiono Halt, sin entender sus mensajes.
-Quiere materializar un cañón alrededor de la nave para disparar contra el escudo -aclaró Hada.
3-0-6 reaccionó sorprendido.
-Si, pues claro, al estar hecho de magia podría contrarrestar la electricidad de nuestra tecnología -argumentó 3-0-6 estando de acuerdo en esa propuesta.
-Pero para hacer eso necesitaría crear un arma muy grande -opinó Halt.
-Y la hará -dijo Norte con confianza- Si todos creemos en que podrá hacerlo, la magia de Sandy crecerá lo suficiente como para aumentar su imaginación.
Sandy sonrió confiado ante esa idea.
De pronto sintieron otro golpe que les hizo perder el equilibrio.
-Lo que tengáis pensado hacer debéis hacerlo ahora, los motores están fallando, hay que entrar ahí ahora mismo -ordeno exigentemente 3-0-6.
Todos se pusieron de acuerdo y Sandy se colocó en el medio, se agarró a Norte y 3-0-6 mientras el resto apoyaba sus manos encima de él, cerraron sus ojos y se pusieron a concentrarse. Sandy empezó a brillar emanando una luz blanquecina que cubrió toda la sala de mando.
Una de las torretas lanzó una ráfaga dirigida hacía el platillo, un escudo de magia dorada apareció alrededor de la nave provocando que la ráfaga impactase en ella y no sufriese ningún rasguño.
Todos sintieron ese golpe, pero continuaron adelante.
-Piensa en tus amigos Sandy, piensa en que no quieres que les ocurra nada -le pidió Norte, queriendo que tuviese confianza en sí mismo.
Sandy pensó en eso y no pudo evitar recordar todo aquello por lo que pasó antes, cuando cayó en aquel lago y asumió que iba a morir. Se confió en que no iba a dejar morir a su equipo, no les iba a perder, y tampoco iba a permitir que ningún ser de otro mundo destruyera la Tierra.
Unas luces salieron de su cuerpo, atravesaron el platillo y se pusieron a cubrir la nave hasta colocarse en la parte delantera transformándose en un cañón.
··
En la sala de mando, todos estaban pendientes de la nave a la que estaban persiguiendo, iban ajetreados de un lado para otro intentando de saber que hacer ya que no podían permitir que esa nave se zafase tan fácilmente de sus defensas.
3-0-3 tenía la imagen fijada en la nave, hizo zoom y pudo observar que ahora el platillo estaba emanando una energía proveniente de su interior.
-Señor -aviso euforicamente.
El operador jefe estaba hablando con otros técnicos, escuchó el grito y vino corriendo apurado.
-¿Qué sucede 3-0-3?
-El platillo volante está emanando una energía que no había visto nunca, mire -le señalo la pantalla.
Acercó aún más la imagen pudiendo ver que había una energía cubriendo el platillo, de pronto empezó a formarse un objeto cilíndrico en la parte frontal del vehículo.
-Esa cosa está creando algo -objetó 3-0-3.
El operador se puso a mirarlo bien, la nave iba girando hasta curvarse en una posición frontal.
-Eso no es una cosa, es un arma -aclaró, temiéndose lo peor.
··
El platillo consiguió ponerse delante de la compuerta de entrada a la estación, Sandy tenía colocado el cañón a tiro dispuesto a volarlo por los aires.
-Dale con todo Sandy -le animó Sandy.
-Será mejor que le des bien, una vez que el escudo se desactive, volverá a conectarse el escudo secundario en un mínimo de menos de diez segundos -aviso precavidamente 3-0-6.
Sandy se concentró teniendo a tiro el escudo en el centro. Se iluminó y el cañón lanzó una ráfaga de magia dorada que iba directa hacía el escudo.
-Vamos -acelero y marchó a meterse.
La ráfaga impactó contra el escudo sobrecargando todos los sistemas, se desactivo y todo el cargamento que se encontraba instalado en el hangar salió disparado hacía el exterior.
··
Un cartel rojo apareció en la pantalla holográfica de 3-0-3.
-Le han dado al escudo, el hangar está desprotegido -le aviso al operador.
-Están intentando de entrar, activa el escudo secundario -le ordenó euforicamente. Se puso a teclear rápidamente en el teclado.
··
Los Guardianes se agarraron a sus asientos sabiendo que estaban apunto de llevarse una sacudida. 3-0-6 mantenía la mirada fija en el hangar, mostraba una cara de nerviosismo nunca antes vista.
La magia de la ráfaga comenzaba a desaparecer por los costados de la entrada, se iluminó de azul y entonces un escudo de plasma empezaba a materializarse muy lentamente.
-Se está cerrando -aviso Norte.
-¡Agarraos! -grito 3-0-6, aceleró la nave más de lo que podía correr. El motor del platillo se estaba calentando, poniéndose naranja.
El platillo atravesó el hangar justo en el momento en el que el escudo secundario se activó, pero le dio en la parte trasera dañándose los motores. El platillo aterrizó forzosamente en el suelo y marchó patinando por todo el hangar, salían chispas por el suelo. Recorrió unos cuantos metros hasta que acabó chocando contra otro platillo estacionado en un extremo, el golpe sacudió el vehículo.
Se formó un silencioso ambiente en el hangar.
··
Una cámara mostraba al platillo derribado dentro del hangar, se podía ver que le salía humo tanto por el frontal como por la parte trasera, donde estaba más dañado que el resto.
-Han entrado -confirmó 3-0-3.
-Los pilotos deben de seguir vivos, manda a un equipo de soldados Tecnogizadores y que los detengan usando la fuerza bruta -ordenó el operador alejándose de 3-0-3.
-¿No hay que avisarle a Morticus de esta situación?
-Si el señor Morticus no responde, entonces me temo que tenemos que actuar sin su consentimiento -indico el operador, sabiendo bien que no podían perder el tiempo por nada.
-De acuerdo señor -confirmó 3-0-3, acercó la mirada observando detenidamente la nave. Estaba de una pieza pero le resultaba imposible creer que hubiese sobrevivido a tanto.
MIENTRAS TANTO
CON JACK FROST
Jaime estaba apunto de disparar, cuando se escuchó un fuerte temblor que hizo que ambos volvieran a perder casi el equilibrio, quedaron atónitos ya que se sintió que ese golpe venía de muy cerca.
-¿Qué ha sido eso? -se cuestionó Jaime.
-Eso ha venido del hangar -dedujo 4-0-9.
-¿Del hangar? -le preguntó Jack.
-Algún vehículo espacial debe haber entrado por la fuerza, y no creo que hayan sido de los nuestros porque el escudo les habría destrozado, a menos que lo hayan desactivado -indicó deductivamente.
En ese momento Jack se puso a pensar, no había forma de que nadie entrase en la estación, a menos de que alguien con algún tipo de tecnología diferente a la de los Tecnogizadores hubiese conseguido la manera de pasar el perímetro, y solamente conocía a alguien que pudiese hacerlo.
-Por la luna, están aquí -exclamó.
-¿Qué? -no comprendió Jaime.
-Los Guardianes han venido, ellos son los que han entrado en el hangar -aclaro con euforia.
Jaime abrió la boca, estando sin poder creerlo.
-Eso es imposible -dijo el Amo.
-No, si se trata de mi equipo, ellos logran lo imposible -le dijo con total confianza.
-Si -saltó Jaime del entusiasmo.
-¡No! -graznó Morticus-, eso es imposible.
Jack se dirigió furtivamente hacía él.
-No, si que es posible, sobretodo cuanto confiás en la gente que te rodea, y como tu no confiás en nadie, has acabado peor que todos nosotros juntos -le achacó señalandole sus desventajas.
Morticus se rió con descaro.
-¿De veras me vas a hacer creer que estoy solo? -le critico con malicia-. No, yo no estoy solo.
Los robots custodios se pusieron delante apuntándole con las armas.
Ambos se prepararon para lo peor.
-Ya me he cansado de este juego, acabemos con esto ya -dijo exasperado, voltea la mirada hacía el Super Tecnogizador-. Tu encargate de cogerles y romperles las piernas para que no vuelvan a andar.
Jaime se asustó al oír eso, se puso detrás de 4-0-9.
El Super Tecnogizador le miró gimiendo con indiferencia.
-¿No has escuchado nada de lo que te he dicho? Acaba con ellos maldito inútil -le reprocho señalandole amenazadoramente con el cayado.
El Super Tecnogizador giro su mirada hacía el grupo que tenía delante, pero no sintió nada por ellos, en cambio miraba a Morticus, y sentía un enorme despreció hacía él.
-¡Quieres hacer algo! Maldito idiota, no se ni para que te rebane el cuello y te transforme en esto, si sigues siendo un ingenuo, tanto vivo como medio muerto -soltó con total descaro.
Aquella última frase hizo que le viniesen a la cabeza todo tipo de recuerdos que quería olvidar, recordó la conversación que tuvieron en el bosque, como le confesó lo que planeaba hacer, y sobretodo recordaba cuando le rebano el cuello con intención de dejarle inconsciente para luego transformarlo en el monstruo que era ahora.
Recordó todo de una sola vez.
Morticus se quejó hastiado al ver que no le hacía caso.
-En fin, me tendré que ocupar yo de esto -alzó el cayado apuntando hacía Jack y los otros.
Los robots custodios hicieron apuntando con sus armas.
Jack levantó La Brotadora y 4-0-9 levantó su pistola, ambos apuntaron hacía Morticus.
-Será mejor que no dispares Jack, esto no acabará bien -le aviso sarcásticamente.
-Lo se -dijo firmemente, sin miedo a las consecuencias.
Ambos quedaron mirándose fijamente con odio.
-Esto es por mi hermano -concentró todo su poder en el cayado, estaba dispuesto a disparar.
Los robots custodios estaban apunto de disparar, cuando de pronto el Super Tecnogizador agarra a uno de ellos por el brazo. Todos le miran sorprendidos. El Super Tecnogizador se lo estira y se lo arranca haciendo que caiga al suelo.
Desde su punto de vista veía como el Super Tecnogizador le estaba apunto de aplastar la cabeza con su pie, se lo aplasta y la cabeza se rompe, salían chispas del ojo cibernético.
-¿Pero qué estás haciendo? -protesta Morticus absorto ante lo que ve.
El Super Tecnogizador le golpeó en la cabeza haciendo que caiga contra el suelo.
Los robots custodios se juntaron y se pusieron a dispararle con sus armas, varias ráfagas les pasaron rozando los brazos, pero no le afectó en lo más mínimo, se abalanzó y cogió a uno apretándole el pecho, acto seguido se puso a girarlo provocando que golpease a todos los demás. Uno por uno todos fueron cayendo como si de un torbellino se tratase.
Jack y los otros contemplan la escena atónitos ante lo que sucede.
Termina de girar y aplasta del todo al robot custodio, se desconecta provocando que su ojo se apague quedándose negro, lo suelta y cae al suelo, se veo que todo su pecho quedo abombado. Otro robot custodio que estaba tirado en el suelo trató de levantarse, le faltaba una pierna. Cogió una de las armas, se acercó y lo golpeó brutalmente en la cabeza. Lo hizo con tanta violencia que varias partes de su cabeza salieran expulsadas por doquier.
El Super Tecnogizador suelta el arma y resopla aliviado.
Jack y los otros se quedan indecisos al no entender lo que pasó. Se acercaron y entonces el monstruoso Tecnogizador les echó una mirada vacía, les asiente con la cabeza. Ambos quedaron más indecisos al no entender lo que le pasaba, se suponía que estaba siendo controlado por Morticus, pero ahora parecía que había recuperado la voluntad por su propia cuenta.
-Oh -gimió Morticus sintiendo un dolor en la cabeza.
El Super Tecnogizador gimió enfadado y marchó a por él. Se acercó y le agarró la cara, lo levantó como si fuese un muñeco de trapos.
-¿Qué estás haciendo? Detente Super Tecnogizador, yo soy tu Amo, tienes que obedecerme -le suplico exigentemente Morticus, tratando de quitárselo de encima.
Acercó su mirada y dijo:
-¡No! -contestó.
Todos quedaron asombrados al ver que ahora podía hablar.
-Yo no soy el Super Tecnogizador, yo soy 7-5-8 -le dijo con una voz grave. Morticus quedó anonadado al ver que había vuelto a ser el que era.
MIENTRAS TANTO
EN EL HANGAR
El platillo continuaba echando humo desde donde había aterrizado.
Las puertas se abren y un grupo de 50 soldados Tecnogizadores entran corriendo apurados y armados con unas armas potentes, mucho más que las que se habían visto usar antes. El grupo se acercó al platillo y lo rodeó por todo el frente.
-En posición -ordenó uno de los Tecnogizadores.
Todos levantaron sus armas y las encendieron al mismo tiempo, lucían como escopetas pero se iluminaban como si fuesen unas luces halógenas de color cían.
-Aquí el ejército Tecnogizador, vosotros los intrusos que se encuentran dentro de este platillo robado, identifíquense y salgan con las manos en alto -ordenó el Tecnogizador que lideraba el grupo, se postraba con una posición firme y estricta.
Nadie respondió y la puerta no se abría. Ambos se miraron indecisos al ver que no había respuesta.
-Si no salen, abriremos fuego contra vosotros -añadió con severidad.
Pasaron unos segundos hasta que la puerta se fue abriendo lentamente. Los soldados se mantuvieron erguidos ante lo que fuese que estuviese apunto de salir, la rampa descendió y se veía que toda la entrada estaba cubierto por una pantalla de humo, no se veía nada de lo que había adelante.
El Tecnogizador frunció el ceño intrigado, giró la mirada dirigiéndose hacía otros dos soldados Tecnogizadores que tenía al lado.
-Vosotros dos, id delante -les ordenó con tono pasivo. -Si -obedecieron ambos.
Marcharon corriendo, se colocaron encima de la rampa y fueron subiendo mientras intentaban de ver lo que tenían delante, no veían nada. Se giraron negando con la mirada.
El Tecnogizador se empezó a extrañar no entender lo que pasaba.
Echaron la mirada al frente de nuevo y de pronto un enorme puño de luz hecho con arena mágica les golpeó y les hizo salir volando varios metros atrás. Un par de Tecnogizadores les cogieron, pero el golpe fue tan brutal que acabaron cayendo al suelo también.
El Tecnogizador líder quedó extrañado al ver eso.
La pantalla de humo se disipó y apareció Sandy, tenía materializado una torreta formada por una ametralladora giratoria y un escudo. Todos miraron eso y esbozaron unas miradas de asombro al saber muy bien lo que suponía que estuviese armado con eso.
Sandy puso una mirada orgullosa y la ametralladora empezó a girar.
-¡Corred! -ordenó aterrado el Tecnogizador.
Todos los Tecnogizadores se dispersaron apuradamente y entonces Sandy se puso a disparar contra ellos provocando que toda el área que habían rodeado antes se dispersara. Terminó de disparar y entonces se dio la vuelta haciendo una seña. Los Guardianes aparecieron por detrás. Norte se mostró con una mirada firme y enseñó su hacha.
Los Tecnogizadores levantaron sus miradas al ver de quienes se trataba.
El líder Tecnogizador cogió su arma, se levantó y se dispuso a disparar a Norte. Hada lo vio y lanzó una púa de su muñequera ballesta, la espina impactó contra el arma haciendo que se rompiese y no pudiese disparar. Al verlo soltó el arma y sacó una espada que tenía incorporada en un cinturón colocado alrededor del pantalón.
Todos los Tecnogizadores sacaron sus espadas y se pusieron a rodearles de nuevo. 3-0-6 salió de la nave postrándose ante todos los Tecnogizadores.
-Soldados, Tecnogizadores, dejad de seguir a Morticus, os está mintiendo -bramó autoritariamente.
Ambos mantuvieron la mirada firme.
-Sabemos que él nos miente, pero no haremos caso a un traidor como tu -dijo un Tecnogizador, blandió su espada dispuesto a pelear.
Ambos se miraron al ver que no estaban dispuestos a rendirse.
-Venga Guardianes, a por lo que hemos venido -animó Norte con ganas de pelear.
Se pusieron a gritar mutuamente alzando sus armas.
Los Tecnogizadores reaccionaron igual y marcharon corriendo blandiendo sus armas.
Hada marchó volando y se puso a lanzar varias púas contra algunos Tecnogizadores que la estaban disparando desde abajo. Luego aterrizó y utilizó sus espadas para golpearles mientras iba girando haciendo piruetas imposibles.
Bunny estaba peleando contra un grupo doce Tecnogizadores, les lanzaba sus bumerangs y luego saltaba dando brincos mientras golpeaba a unos cuantos Tecnogizadores con sus puños dorados, todos iban cayendo mientras gritaban doloridos.
Sandy utilizó sus ranuras para golpear a los Tecnogizadores, les lanzaba bolas de arena mágica que al acercarse se convertían en puños gigantes que los golpeaban.
Norte golpeaba a todo Tecnogizador que se acercaba usando su hacha. Lo derribaba mientras giraba sobre su propio eje como si fuese un torbellino.
De pronto uno de los Tecnogizadores se levantó, cogió su espada y se fue acercando hacía Norte estando distraído, se disponía a clavárselo en su espalda.
Pero de pronto recibió un disparo en el pecho que le derribó. Norte se giró sorprendido, no lo vio venir en ningún momento. Se giró para el otro lado y observó quien le disparó fue 3-0-6, estaba colocado en la entrada del platillo junto con Nolan y Halt que estaban usando sus armas para disparar a los Tecnogizadores restantes.
Norte le agradeció meneando la cabeza, 3-0-6 lo recibió.
Halt se puso a disparar a diestro y siniestro contra todo Tecnogizador que intentase acercarse hacía ellos, uno por uno todos iban cayendo como moscas sin problema alguno.
-¿Sabes una cosa Nolan? -vociferó Halt.
-¿Qué? -pregunto Nolan, golpeó a un Tecnogizador con su arma.
-Esta es la mejor misión que he tenido en mi vida -declaró, volvió a disparar.
-¿De veras lo crees?
-Si -confirmo euforicamente-. Creo que nunca antes me he sentido más viva.
Nolan se rió de su entusiasmo.
-Lo mismo digo, me siento como un niño haciendo esto -declaró enérgicamente.
-¿De verás soñaste hacer esto cuando eras niño?
-Pelear con los Guardianes si, enfrentarme a alienígenas, me temo que no. Pero me alegro de que suceda -comentó estrafalariamente mientras continuaba disparando sin parar.
Halt soltó una pequeña risilla falsa de lo absurdo que se veía toda esta situación.
Disparó contra un Tecnogizador que estaba apunto de golpear a Bunny, el Conejo de Pascua se giró sorprendido, miró a Halt y le esbozo una sonrisa de confianza. Halt se la devolvió.
Uno por uno todos los Tecnogizadores cayeron hasta que no pudieron más, recibieron tantos golpes que no tenían fuerzas suficientes para levantarse, quedaron desparramados por el suelo.
El equipo se juntó mientras resoplaba aliviado.
-Creo que esta es posiblemente la pelea más dura que he tenido nunca -objetó Bunny. -Y que lo digas -chocó Hada los cinco con él al estar de acuerdo.
Norte cogió al Tecnogizador que lideraba el grupo, estaba consciente.
-¿Dónde está Jack Frost? -le preguntó con severidad.
-¿Eh? -no lo comprendió.
-Jack Frost, Jackson Overland, el Guardián que raptasteis en la Tierra, ¿donde está? -añadió intentando por las buenas de que le contase lo que quería.
El Tecnogizador gimió dolorido, acto seguido contesto: -Ha escapado -declaró.
-¿Qué? -exclamó Hada.
Todos se acercaron a escucharle.
-El prisionero llamado Jack Frost se escapó con otros dos prisioneros, llevan desaparecidos menos de una hora. Nuestro señor Morticus les está buscando -añadió, luego se durmió.
Norte le soltó y ambos se miraron sorprendidos al descubrir semejante giro.
-Si Jack ha escapado con Jaime seguramente estará en problemas -opino Halt.
-Yo iré a buscarlo -dijo decidida Hada.
-No, iremos todos a buscarle -decretó decidido Nolan.
-No creo que podamos hacerlo -dijo 3-0-6.
-¿Por qué no? -cuestiono Bunny.
-Nos han estado observando -dirigió la mirada hacía el fondo.
En una esquina del tejado había una cámara, estaba girando.
-Ahora que han visto de lo que somos capaces traerán a más soldados -añadió seriamente-. Y posiblemente más armados que antes.
-¿Qué hacemos entonces? -cuestiono Halt.
Sandy tuvo una idea, materializó una bombilla por encima de su cabeza.
-¿Qué ocurre Sandy? -le preguntó Hada.
Se puso a materializar figuras por encima de su cabeza de forma consecutiva hasta que acabó materializando la imagen de un grupo de personas sentadas delante de un panel.
-No entiendo eso.
-Creo que está hablando de la sala de mando -corroboró 3-0-6.
-¿La sala de mando? -le preguntó Bunny.
-Ahí es donde se controla toda la estación, creo que lo que Sandy dice es que vayamos ahí.
-¿Para qué? -cuestiono Halt.
-Si tomamos la sala de mando entonces tendremos el acceso de todo el sistema de la estación, de armas, de vehículos, de las comunicaciones, de todo, Morticus no tendrá más opción que ir ahí a recuperarlo o sino perderá el poder.
-¿Y eso porque? -objetó Nolan.
-Existe una norma que indica que si un intruso se hace con el control de la sala de mando, el hombre que esté al mando perderá su puesto al no estar en posiciones de resolver un asunto de semejante impotencia. Y Morticus no es el mejor líder para este tipo de circunstancias -argumentó señalando que tenían una ventaja.
Ambos se miraron sorprendidos ante esa opción.
-¿Cómo sabías eso? -le preguntó Bunny a Sandy.
Sandy materializó la figura de Jack encima de su cabeza.
-Ah no, se refería a Jack -aclaró Nolan.
-Pues claro, si nos hacemos con el control, Jack vendrá a por nosotros -indicó Norte.
-Tenemos que hacerle saber que estamos aquí -añadió Halt.
-Marchemonos de aquí antes de que vengan -precavió 3-0-6.
Coincidieron con la cabeza.
-Bien pensado Sandy -chocó los cinco con Sandy.
El guardián de los sueños materializó un puño de magia y chocó los cinco con él. Luego todos se marcharon corriendo para el otro lado del hangar, había una entrada.
··
La cámara mostró como los Guardianes salían del hangar.
3-0-3 y el Operador vio la escena a través de la pantalla.
-Se han ido -confirmó 3-0-3.
-Avisa a las tropas de que los Guardianes están en la estación, no podemos dejar que vayan correteando por ahí -ordenó el Operador mientras se marchaba apurado.
Se puso a andar por todo el salón mientras veía como el resto de los técnicos correteaban de un lado para otro intentando controlar la situación. Se detuvo y se quedó viendo el semejante caos que se estaba produciendo, estaba tan harto de esto que acabó soltando.
-¿Alguien sabe acaso donde está Morticus? -preguntó soltándolo a los cuatro vientos. La mayor parte de los técnicos le dirigieron la mirada.
Uno de ellos se acercó.
-Morticus supuestamente aún sigue en los niveles inferiores -le comentó.
Al oír eso le vino una idea a la cabeza.
-¿Quiere que mande a otro equipo? -le pregunto.
-No, yo iré a buscarle -declaró y se marchó.
··
7-5-8 continuaba sosteniendo a Morticus del cuello, mientras él trataba de respirar.
-Super Tecnogizador, por fav...
-Soy 7-5-8 -le aclaro con bronca.
-Vale, está bien, eres 7-5-8 -acepto temeroso.
Esbozo una sonrisa seria de satisfacción.
-Pero ahora por favor, suéltame, tienes que obedecerme -le suplico exigentemente. Bajo la cabeza poniéndose a reflexionar.
Los otros notaron su mirada de duda.
-¿De veras le quieres hacer caso 7-5-8? -le pregunto soberanamente Jack.
Giro la mirada hacía el joven de escarcha.
-¿Después de lo que te hizo? Yo me lo pensaría antes de actuar.
Frunció el ceño intrigado por sus palabras.
-Has vuelto a tener la voluntad de ser tu mismo, ahora puedes elegir, puedes obedecer al Amo y seguir actuando como el soldado que eras antes, o seguir obedeciendo y creer ciegamente a un falso general que jamás te respetará y te seguirá tratando como una marioneta -concretó Jack indicándole las opciones que tenía para seguir adelante.
Giró la cabeza de nuevo hacía Morticus, le veía temeroso, pero continuaba mostrando esa expresión de arrogancia de seguir creyendo que aún tenía el control.
-O puedes ayudarnos e impedir que sigan apareciendo más gente como él -añadió dándole una opción mucho más moral y humana.
Se lo pensó con más profundidad.
Miró a Morticus nuevamente, a pesar de que ahora mostrando su actitud más cobarde, seguía siendo el mismo necio manipulador de siempre, eso era algo que no iba a cambiar nunca. Estaba harto de su forma de sér, quería acabar con este sufrimiento que tanto le carcomía.
-7-5-8, vamos, por los viejos tiempos -esbozo una sonrisa picarona.
-No -contestó duramente-. Ya no te seguiré obedeciendo más.
Bajo la mirada en señal de decepción.
Ambos se miraron orgullosos de ver que tomó la mejor decisión.
-Igualmente, yo sigo al mando, tienes que obedecerme te guste o no -protesto arrogantemente.
El Amo marchó dirigiéndose hacía ambos con paso firme, se acercó y dijo:
-Según las reglas que impuse, cualquier insubordinado que haya intentado hacerse con el poder, una vez que haya sido vencido en un combate justo, será relegado de su cargo y será devuelto a su legítimo superior -argumentó soltándolo con firmeza.
-¿Qué? -exclamó sorprendido.
Los otros tres quedaron indecisos ante ese argumento.
-¿Es eso cierto? -pregunto Jack.
-Si, lo es -confirmó 4-0-9-. Cualquiera que se enfrente sin miedo a alguien como él, será tratado como un criminal de guerra y un traidor al Imperio.
Le dirigió una mirada de confianza hacía Jack.
-Y tu Jack te enfrentaste a él a pesar de lo enfermo que estabas, eso es actuar con honor.
-Ja -exclamó pensativo al descubrir eso, sonrió orgulloso.
-Mentira, yo sigo al mando, yo quite las normas, no podéis quitarme el cargo así tan simple -protestó señalando un pequeño inconveniente.
Ambos se miraron pensativos.
-Eso es verdad, pero hay un problema -dijo el Amo.
-¿Cuál? -frunció el ceño extrañado.
-Yo esto no lo haré siguiendo mis principios, esto lo haré personalmente -declaró-. Me has decepcionado mucho Morticus, y por eso mismo sufrirás un castigo mucho peor que cualquiera que se le haya infligido a un Tecnogizador.
Se tensó al escuchar eso, se puso a forcejear intentando quitarse de encima al Super Tecnogizador, pero no podía, le tenía bien retenido.
-Y como vuelvas a amenazar a mi familia, te haré tragar nieve -le amenazó descaradamente Jaime.
Se extraño sin miedo a lo que dijo.
-¿De verdad? -le pregunto incredulamente Jack.
-Si -confirmo orgullosamente.
El Amo se alejó y cogió algo que había tirado en el suelo. -Frost -le llamó-. Creo que esto es tuyo.
Le mostró que tenía en sus manos su cayado, Jack se asombró con la boca abierta, se acercó y el joven Tecnogizador se lo entregó, le echó una mirada de confianza al saber que le gustaría tenerlo de vuelta. Lo cogió firmemente con las manos y se dispuso a sentir de nuevo el frío en su cuerpo.
Todos miraron esperando algún efecto.
Jack se concentró, pero no pasó nada, el cayado no se iluminó.
-¿Qué? -exclamó extrañado Jack-. No lo entiendo.
-¿Qué pasa? -pregunto 4-0-9, se acercó hacía él junto con Jaime.
-No funciona, no me conecto con él.
Jaime se puso a pensar.
-¿Estará roto?
Lo miro por ambos lados.
-Nada, no lo entiendo, cuando Pitch me lo rompió, al juntar los trozos estos se unieron y volvió el poder en mi, pero ahora no lo siento como antes -indicó cada vez más extrañado.
Jack se enfadó tanto que no sabía qué pensar, sentía que algo fallaba. Giro la mirada hacía Morticus, se intuyo que algo le hizo.
-¿Que le haz hecho? -le pregunto acusadoramente.
-¿Yo? Nada, a tu cayado apenas lo toque, como mínimo lo único que hice fue analizarlo para entender cómo funciona, pero nada más -le aclaro justificadamente.
Jack se sintió tan molesto que no sabía qué pensar, esperaba que al recuperar el cayado volviese a ser el chico poderoso de antes, pero nada, seguía sintiéndose débil.
-Ese cayado ha pasado demasiado tiempo en las manos de otra persona, quizás le tengas que dar algo de tiempo para que vuelva a acostumbrarse a tu tacto -opino concluyentemente el Amo.
Todos se lo pensaron.
-Debe de ser eso -opino Jaime.
Jack lo miró con tristeza, si el cayado no funcionaba, no sabría cómo podría recuperarse.
-Será mejor que marchemos a buscar a los Guardianes -recomendó 4-0-9.
-Si -aceptando estando de acuerdo.
Jack se acercó hacía Morticus y le dijo:
-En cuanto te llevemos con ellos, les dirás a todo el mundo que tu plan de conquista se anula -le pidió amenazadoramente.
-Igualmente, eso no hará que esta batalla termine -comento.
-¿Qué quieres decir? -le pregunto 4-0-9.
-Mande a las demás tropas para que vengan a ayudarme, dentro de seguramente menos de diez minutos vendrán e intentarán de meterse aquí por la fuerza. Y si eso no funciona, tienen órdenes de bombardear esta estación hasta que no quede nadie con vida -confesó soltándolo todo con malicia.
-¿Qué? -exclamaron alarmados mutuamente. -
¿Cómo se te ha podido ocurrir eso? -achacó el Amo.
-Muy fácil, prefiero que todos os mueran, a ser derrotado de nuevo por el chico que mató a mi hermano -declaró demostrando una vez más el nivel de arrogancia que padecía.
7-5-8 se enfadó y le apretó el cuello para que sufriese aún más.
Ambos se miraron indignados.
-¿Qué hacemos entonces? -se cuestionó Jaime.
-Tenemos que llegar a la sala de mando, hay que mandar un comunicado ordenandoles que no bombardeen la estación -propuso seriamente el Amo.
Aceptaron mutuamente con la cabeza.
-Tu te vienes con nosotros, serás nuestro rehén -le avisó Jack.
Morticus se rió descaradamente, 7-5-8 lo soltó y se lo llevaron consigo.
MIENTRAS TANTO
CON LOS GUARDIANES
Los Guardianes se pusieron a correr apuradamente por un amplio pasillo.
-¿Dónde está la sala de mando? -pregunto Hada.
-Por aquí cerca, no falta mucho -anunció 3-0-6.
Continuaron corriendo todo recto por el pasillo hasta que de pronto apareció un grupo de Tecnogizadores que venían de una encrucijada, se juntaron y les apuntaron con sus armas.
Ambos se detuvieron al verlos.
-Soltad las armas -ordenó uno que estaba al frente.
Sandy se cabreo y dio un paso adelante, levantó las manos y materializó a través de sus muñequeras un tractor hecho de arena mágica, salió disparado patinando por el suelo y acabó impactando contra el grupo de Tecnogizadores, los levantó en el aire y cayeron estrepitosamente al suelo. El tractor se disipó en pequeñas motos de polvo doradas.
-Muy bien hecho Sandy -le felicitó Bunny acariciándole la cabeza.
El pequeño sér de arena sonrió y materializó el dibujo de una sonrisa por encima de su cabeza.
-Vuestro amigo tiene una imaginación interesante -opinó 3-0-6.
-Por eso es el creador de sueños -indicó Nolan, sonreía entusiasmado.
Escucharon unos gemidos, los Tecnogizadores se estaban despertando.
-Vayámonos antes de que sigan con más ganas de pelear -recomendó Bunny.
-Si -dijo Hada fijándose en uno que se estaba levantando.
Levantó su ballesta y le lanzó una púa, le impactó en el hombro y cayó dolorido.
Se pusieron a correr pasando por delante de todos los Tecnogizadores, se los quitaron de encima pero de pronto 3-0-6.
Giraron en la siguiente esquina y de pronto se encontraron con el Operador, se chocó con Norte y se quedó indeciso mirándole de arriba para abajo.
-¿Ustedes son...
Bunny le agarró y lo empujó contra la pared, le tapó impidiendo que siguiese hablando. Se puso a revisar por todas partes, meneo la cabeza confirmando que no había ningún arma.
-Usted no es un soldado -objetó Nolan.
-No, no lo soy -confirmo-, yo soy...
-9-1-4 -declaró 3-0-6.
-¿Le conoces? -le preguntó Halt.
-Si, lo llaman el Operador, es el jefe de los técnicos, los que se encargan de registrar cualquier actividad que se produzca tanto en el exterior como en el interior de la estación -comento brevemente-. Seguramente dio la orden de atacarnos en cuanto ha visto que eramos una amenaza.
-¿Tú nos estabas disparando para matarnos? -protestó Bunny, empujándolo aún más contra la pared.
-Solo di la orden, quienes os disparaban eran las torretas -dijo justificándose.
-¿Así? Pues yo le ordenó a este puño que te de una -alzó su puño dispuesto a golpearle en la cara.
-Bunny, basta -protestó Norte.
Bajo el puño al ver que a Norte no le gustaba su comportamiento.
3-0-6 se acercó mirando fijamente al Operador.
-¿Qué está haciendo usted aquí? -le pregunto intrigado.
-Estaba harto de que el señor Morticus no contestase, así que decidí ir a buscarle para averiguar qué es lo que estaba en los niveles inferiores -confeso estando nervioso.
-¿Qué hay en los niveles inferiores? -pregunto Halt.
-No debería decírselo -discrepo con miedo.
Se acercó a Bunny mirándole con una expresión salvaje.
-Dilo -le exigió.
Trago saliva atemorizado.
-Es donde supuestamente el señor Morticus tiene encarcelado al Amo -declaró.
-¿Lo ha encerrado ahí?
-Así es, hace cosa de una hora y 15 minutos se determinó que Jack Frost y dos prisioneros estaban yendo hacía ahí para liberarle. Pero no ha habido comunicación con él.
Ambos se miraron atónitos.
-Jack debe de estar ahí -opino Hada.
-Seguramente habrá ido ahí para liberar al Amo -opino Nolan.
-¿Cómo está tan seguro de eso? -le pregunto 3-0-6.
-Es como una de mis batallas en el ejército. Había un señor de la guerra que había sido traicionado por su hermano, le encarcelaron, le rescatamos e hicimos una tregua para detener a su hermano. Le vencimos y la paz regresó al pueblo que antes gobernaba -argumentó con perfecto detalle-. Si es lo que creo, seguramente Jack le habrá pedido que le ayude a cambio de detener a Morticus.
Ambos se miraron pensativos al ver que estaban metidos en una encrucijada de estrategias.
-Si Jack ha tenido éxito estará buscándonos -opino pensativamente Hada.
-Hay que hacerle saber que estamos aquí -indicó Halt.
-¿En sala de mando hay algún sistema que permita comunicarse con toda la estación? -pregunto Nolan dirigiéndose a 3-0-6.
-Lo hay -confirmó seriamente el Tecnogizador.
-No podréis llegar hasta ahí -interrumpió el Operador. -¿Por qué? -crítico Bunny.
-Habéis soltado todas las armas, todos los Tecnogizadores que hay en esta estación vendrán a por vosotros, y eso implica que utilizarán todo su arsenal para detener vuestros objetivos -comentó esbozando una mirada arrogante que indicaba que tenía ganas de que fuesen derrotados.
Bunny le empujó aún más contra la pared, indignado por su tono.
3-0-6 se puso a pensar detenidamente.
-Lucharemos contra ellos, no dejaremos a nadie atrás -impuso Norte.
-Si -dijeron todos estando de acuerdo.
-Esperad -interrumpió 3-0-6.
El equipo se detuvo varios metros más adelante.
-¿Qué ocurre? -pregunto Norte.
-La sala de mando está ocupada, si nos ven nos cerrarán la puerta y dudo mucho de que podamos abrirla -comentó precavidamente.
-Tenemos poderes, podemos usarlos para derribar la puerta -opino Bunny.
-Tampoco podréis, la sala de mando es la sala más protegida de toda la estación, fue diseñada para impedir ser invadida por cualquier amenaza.
-¿Y eso qué significa? -crítico Halt-.
-¿Que no podemos meternos en esa sala porque lo tendremos más complicado que antes.
-No -intervino Norte-. ¿Qué recomiendas?
-No nos dejarán entrar a menos que tengamos un rehén -confesó. -¿Un rehén? -crítico Hada.
-Alguien quienes los Tecnogizadores no permitirían ser dañado -indicó echando la mirada al Operador, le miraba confundido al no entender lo que pasaba.
MIENTRAS TANTO
CON JACK
Jack junto con su equipo se pusieron a subir por el ascensor dispuestos a buscar a los Guardianes.
Dentro, 4-0-9 mantenía retenido a Morticus atado con un látigo de plasma que salía de su pistola. Todos estaban tensos y firmes, pero cansados de esta situación. Jack era el que más lo estaba, cuando más tiempo pasaba, más débil se empezaba a sentir, no paraba de resoplar y su pelo se volvía gris cada pocos segundos, como si se estuviese volviendo un cadáver por momentos.
Jaime lo miraba, preocupado por querer saber como ayudarle, aunque sabía que era incapaz de hacer nada por él, esto lo superaba, pero había una cosa que no iba a dejar de hacer. Apoyarle para que no siguiese dejando influenciar por Morticus. Se acercó y le agarró de la mano, la tenía caliente, no fría como otras veces, una muestra más de su pérdida de poderes.
Jack se sorprendió y le miró, observando la cara angelical del pequeño.
Al ver esa cara supo que le estaba ayudando, esbozo una sonrisa de confianza.
Morticus les miraba y no pudo evitar sentir compasión por ellos, le entristecía ya que eso le hacía recordar el tiempo que pasó con su hermano, y lo mucho que le echaba de menos.
7-5-8 le tenía vigilado, no confiaba en él porque sabía que algo intentaría, 4-0-9 también le vigilaba, estaba preocupado por él, quería entenderle porque sentía que había algo más en él aparte de todo ese odio y rencor que siempre mostraba.
-Dime una cosa Morticus -le dijo.
-¿Eh? -se giró mirándole de reojo.
-¿Después de todo este tiempo que pasaste trabajando con nosotros, llegaste a importarte?
-¿Importarme? -crítico con descaró, acto seguido resoplo- ¿Porque debería importarme? Vosotros me convertisteis en esto, me hicisteis creer que era parte de una raza de serés que nunca se preocupaban por nada, eso no era vida.
-Pero te trajimos devuelto a la vida -indicó.
-Cosa que yo no pedí, yo lo único que quería era morir, estar con mi hermano -giró la cabeza dirigiendo una mirada amenazante hacía Jack.
Jack esbozó una mirada seria al saber bien que le seguía teniendo rencor por lo que hizo.
-¿Por qué no pudisteis devolverle a él la vida? -se giró dirigiendo la mirada hacía el Amo-. ¿Porque no le disteis a él la misma oportunidad que a mi.
El Amo le miró sin mostrar un ápice de remordimientos.
-Tu hermano nunca fue parte de nuestro plan -confesó.
-¿Qué plan? -se cuestiono, le resultaba nuevo.
-Cuando decidiste unirte a mi ejercito, se me ocurrió la idea de que si fallabas en algún momento, y te mataban de algún modo, entonces encontraría la manera de curarte porque tus aptitudes te hacían muy valioso -argumentó demostrando que la idea de convertirlo en un Tecnogizador ya había sido planteada desde el principio-. Pero tu hermano era un joven atemorizado, con pocas ganas de luchar, era todo lo contrario a lo que tu eras, a causa de eso nunca vi que tuviese algo de valor, por eso no le devolví a la vida cuando se murió.
Morticus quedó indeciso al escuchar eso, siempre había creído que no revivieron a su hermano por capricho, pero ahora veía que eso no ocurrió por una razón más coherente y comprensible.
-Pero él merecía vivir, él quería ver el mundo, tenía esperanzas conmigo -protestó entristecido.
-Lo se. -contestó fríamente.
-¿Entonces por qué no hiciste nada? ¿Por qué no le salvaste como a mí?
-Porque cuando descubrí que ignoraste las normas, decidí pasar de vosotros, deje a tu hermano ahí tirado en ese acantilado para que muriese como debería haberle ocurrido tiempo atrás. En cambió a ti te rescate porque quería que sufrieras el castigo que mereces. Pero mi hijo decidió darte una oportunidad, la oportunidad de cambiar tus errores, y esa propuesta al final no ha funcionado -aclaró demostrando que pudo haberles ayudado, pero se negó por indignación.
Morticus quedó tan molesto que no pudo soportarlo, se sentía decepcionado y traicionado de nuevo, estaba harto de descubrir cosas nuevas que le hacían darse cuenta de que estaba condenado a seguir soportando este castigo tan poco merecido.
Se enfadó tanto que la fuerza de sus músculos empezó a aumentar.
-Dejaste morir a mi hermano por nada -reprocho largando una alarido salvaje.
Jack le veía y pudo sentir que las cosas estaban apunto de empeorar.
-Morticus, cálmate -le exigió Jack queriendo apaciguarle.
-No me digas que me calme -reprochó aumentando su tono, tironeo más del látigo provocando que éste empezase a perder fuerza.
Todos se hicieron hacía atrás temiendo lo peor.
De pronto el ascensor se detuvo, las puertas se abrieron y apareció un grupo de soldados Tecnogizadores, alzaron sus cabezas y se sorprendieron de ver lo que tenían delante. Levantaron las armas para apuntarles, Jack hizo lo mismo apuntándoles La Brotadora.
Morticus consiguió destruir el látigo de plasma rompiéndolo en varios pedazos. 4-0-9 se cayó de la sacudida que hizo Morticus al soltarse.
-¡Disparadles! -les ordenó a los soldados.
-No, alto -el Amo se puso delante-. Soy vuestro Amo detenernos.
7-5-8 se acercó dispuesto a agarrar a Morticus, pero justo cuando estaba apunto de hacerlo, este le cogió del brazo y tironeó de él rompiendoselo, se oyó un crujido.
-¡Ah! -gritó mientras se caía de rodillas al suelo.
Jaime se apartó atemorizado. Jack le cubrió mientras veía atónito lo que hacía.
-Tu me has decepcionado demasiado -le dijo indignadamente a 7-5-8.
Le golpeó con la rodilla provocando que cayese hacía atrás.
-¡No! -grito Jack, se dispuso a apuntarle con La Brotadora.
Morticus le cogió del brazo antes de tiempo provocando que éste dispare para el otro lado, le dio a los soldados que estaban afuera, la semilla les impactó creando unas enredaderas que les engancharon a las paredes. Jack y Morticus siguieron tironeando del arma hasta que al final acabaron dándole al tejado del ascensor.
Los dos se quedaron mirándose con odio.
-Jack -dijo Jaime señalando hacía arriba.
Ambos alzaron la vista observando que el disparo de La Brotadora creó unas enredaderas que se estaban extendiendo hacía los cables que estaban sujetando el elevador, uno de ellos lo rompió provocando que este crease una sacudida, todos se agarraron al sentir que perdían el equilibrio. Se miraron intensamente al saber muy bien lo que iba a ocurrir.
-¡Todos fuera! -grito Jack.
Saltaron fuera del elevador y cayeron torpemente al suelo. Jaime fue el último en saltar, el Amo le cogió justo antes de que el elevador se cayese hacía el fondo. Siguió cayendo hasta que oyeron una enorme explosión seguido de una bola de fuego que llegó hasta arriba, acto seguido se disipó.
Ambos se miraron atónitos al ver que por poco no lo conseguían.
-¿Estás bien? -le preguntó el Amo a Jaime.
-Si -contestó atónito el pequeño.
Jack y Morticus se despertaron del golpe que se llevaron al tirarse al suelo. Se miraron y luego bajaron la mirada observando que tenían el cayado al lado. Morticus se dispuso a cogerlo, pero Jack se adelantó y le golpeó en la cara. Se tiró encima de él y sacó el cuchillo que se había guardado antes, se la apoyó con furia sobre su cuello.
-Jack, ¿qué hacés? -le preguntó Jaime, notando lo que él hacía.
-Acabar con esto -apretó aún más el cuchillo sobre su garganta-. Ya estoy harto de él, estoy harto de que haga daño a toda la gente que quiero, lleva haciéndolo desde que vivía mi otra vida. Pero ya me canse, es hora de que pague por todos los crímenes por los que se ha librado.
Morticus esbozo una mirada de odió.
-Eso es Jackson, matame, demuéstrame que sigues siendo el mismo hombre que mató a mi hermano -le exigió con descaro, se puso a reírse con malicia.
Jaime le miró y empezó a cerciorarse de algo en lo que no había caído. Jack se hartó y blandió el cuchillo dispuesto a clavárselo.
-Hermano basta -dijo Jaime.
Aquello hizo que Jack se detuviese, quedo con el cuchillo cerca de tocar el corazón, sudaba por la cabeza mientras mantenía una mirada nerviosa. Morticus hacía nada, le miraba con una expresión amarga como si se indignará de que no lo hiciese.
Se giró mirando de reojo a Jaime.
-¿Como has dicho? -le pregunto.
-He dicho que basta, hermano -le aclaro terciando su anterior frase. Jaime estaba llorando mientras mostraba una expresión de decepción. Jack quedó atónito al ver esa mirada.
-No le mates Jack, tu no eres así, tú eres un Guardián, tu naciste para proteger a la gente, para cuidar a aquellos que no pueden protegerse -comentó describiendo específicamente lo que era él.
Los otros tres quedaron atónitos ante lo que decía.
-Pero Jaime, ¿tu sabes todo lo que ha hecho? ¿Recuerdas lo que intentaste hacer antes? -le preguntó haciéndole recordar que antes pensaba de forma contradictoria.
-Lo se. Pero eso era antes de entender porque hacia todas esas cosas horribles, él no tiene la culpa.
-¿Qué? -se extraño ante esa mención.
-Mirale bien -dirigió la mirada hacía Morticus.
Bajo la mirada fijándose en Morticus, mostraba la misma cara de odio de antes.
-El ha pasado toda su vida lleno de odio, es lo único que conoce. Primero lo trataron mal, perdió a su hermano, luego lo convirtieron en un monstruo -concretó señalando todas las acciones que describían el proceso por el cual se transformó en el malvado que era ahora-. Todo esto ha pasado porque él jamás ha conocido el amor de verdad. Pero tú sí Jack.
Dirigió una mirada de expectación hacía el pequeño.
-Tu lo tuviste todo Jack, tuviste una hermana, una familia, él no, y cuando la tuvo la perdió, no es justo que él reciba menos, no merece morir para que siga sufriendo como ha hecho siempre -indicó demostrando que todo este sufrimiento no aliviaría las cosas, solo agravaría el mismo problema por el que habían estado pasando a lo largo de esta aventura.
Jack quedó atónito ante ese argumento, esta era la primera vez que Jaime soltaba una cuestión moral como esa y le dejaba pensando con dudas. Miró a Morticus, ahora estaba calmado, pero seguía mostrando esa cara de amargura que indicaba lo desesperado que estaba por acabar con todo. Sabía que en el fondo había algo de maldad en él, pero había una cosa en la que sí podía darle la razón. Había matado a su hermano impunemente, eso era cierto, pero fue en defensa propia, un acto provocado por el odio de haberle secuestrado a él y su hermana. Ambos se merecían lo que recibieron, pero tampoco ese castigo.
Jack le retiró el cuchillo y luego le ayudó a levantarse, lo puso de pie, ambos se miraron con una expresión seria, ahora peleaban como gente adulta.
Todos miraban expectantes ante lo que fuese que estuviese apunto de pasar.
-Tienes razón Morticus, no debí haber matado a tu hermano, lo que ocurrió aquel día no tendría que haber acabado así -comentó sincerándose con él de forma definitiva.
Morticus quedó extrañado ante esa confesión, no se la esperaba.
-Pero en realidad ambos cometimos un error imperdonable, tu invadiste mi aldea, mataste a un hombre y me secuestraste junto con mi hermana, y yo maté a tu hermano y provoque tu muerte -añadió señalando que en realidad se produjo por este conflicto mutuo-. He estado pensando en ello, y me he dado cuenta de que me arrepiento de lo que hice, yo no soy ese chico de antes, ahora soy una persona muy diferente, una que quiere madurar y descubrir cosas nuevas. Y eso implica perdonarme y redimirme de todos mis pasados errores.
Jaime sonrió alegrado al ver que Jack se lo estaba tomando en serio.
-Pero hay una cosa que no voy a hacer, y es perdonarme por tus actos -terció esbozando ahora un tono firme y estricto-. Lo que tu hiciste es tu problema, y de nadie más. Pudiste haber hecho cualquier cosa, pudiste haber huido del Amo y de los Tecnogizadores, y haber vivido una vida más tranquila con Von, pero no lo hiciste, por eso mismo te diré esto -se acercó mirándole fijamente a la cara-. Si no te perdonas a ti mismo por las decisiones que tomaste, entonces me temo que no voy a seguir tratando contigo para que lo comprendas, pienso dejar que lo pienses tú mismo.
Morticus se enfadó, esbozando una cara de mosqueo, pero se calmó, demostrando que una parte de él parecía comprenderlo a pesar de que no quería. Jack asintió conforme y se giró dirigiendo la mirada hacía Jaime, meneó la cabeza señalando que hizo lo correcto. Jaime se quitó las lágrimas de la cara y sonrió aliviado al ver que su hermano se comportaba como él quería.
Jack sujetó fuertemente el cuchillo y de pronto se empezó a congelar, se asustó al ver lo que hacía y lo soltó, cayó al suelo y se rompió en varios pedazos.
Todos quedaron indecisos al verlo.
-Lo has congelado, ¿pero como? -se cuestionó 4-0-9.
Jack se miró las manos, las sentía heladas de nuevo.
Le entró la curiosidad y cogió de nuevo su cayado, lo apretó fuertemente esperando surtir algún efecto, pero no pasó nada, no brillaba y tampoco soltaba un aire frío como pasaba siempre.
-No lo entiendo, ¿porque no funciona? -se mosqueó.
-¿Será por algo que has hecho o has pensado? -preguntó Jaime.
Jack se puso a pensar, esa parecía una opción probable.
-No lo sé, lo único que he pensado ha sido que me siento aliviado de estar sintiéndome sincero por una vez en la vida, como si me hubiera quitado un peso de encima -comentó con dudas.
En ese momento a 4-0-9 se le ocurrió una cosa.
-Creo que se lo que ha pasado -dijo sorpresivamente.
-¿El qué? -le preguntaron ambos.
-Como ahora has confrontado a Morticus con calma, eso ha hecho que regresen tus poderes -aclaró.
-¿En serio? -se cuestionó Jack-. ¿Por qué? Jaime se cercioro de ese hecho también.
-Jack, piénsalo bien, antes no te salían porque estabas enfadado con él por todo lo que hacía, pero ahora que has abandonado toda esa rabia, estás volviendo a ser el chico comprensivo que sueles ser siempre -indico concluyentemente mientras soltaba unos alaridos de entusiasmo.
Jack se puso a pensarlo bien, tenía razón, desde que Morticus había estado atosigandole, se había estado sintiendo mal, tanto por dentro como por fuera, lo cual encajaba con la idea de que se estaba volviendo débil. Pero ahora que se calmó y decidió confrontarle de una manera comprensiva, se sentía tan bien como antes de que todo este asunto ocurriese.
-¿Pero entonces porque no me funciona el cayado? -se cuestionó volviendo a ese hecho.
-Será porque a lo mejor hay algo en ti que aún no has solucionado -comentó el Amo.
-¿Qué quiere decir? -le pregunto seriamente.
-Estás igual que cuando descubrí la sustancia de la Tecnia, me sentía mal por como iban las cosas, pero una vez que me la inyecte y me convertí en el Amo, me propuse arreglar todos los desperfectos que había causado mi especie. Tras conseguirlo, me volví más fuerte que antes -argumentó explicando el sentimiento que tuvo tras haber pasado por toda esa experiencia.
Jack se puso a indagar en ese argumento. -¿Entonces lo que quiere decir es...
-Que para volver a ser tan fuerte como antes tienes que redimirte de todos tus errores, solo así conseguirás sobrevivir -indicó honestamente.
Jack se puso a pensar en eso también, sabía bien que tenía varios asuntos pendientes que debía solucionar, pero con todo lo relacionado con esta batalla con los Tecnogizadores, ya no sabía qué más debía solucionar, aparte de tener que terminar de confrontar a Morticus, del cual eso lo iba a hacer una vez se reencontrase con los Guardianes.
-No se me ocurre otra cosa que me quede por resolver -dijo con dudas.
-Ya se te vendrá algo por la cabeza -objetó 4-0-9-. Será mejor que ahora nos marchemos de aquí.
7-5-8 se enderezó y sintió un enorme dolor en el brazo.
-¿Estás bien? -le pregunto 4-0-9 acercándose para ayudarle.
-Estaré... bien -reafirmó murmuradamente.
Se apretó la herida en el brazo, sentía que tenía el hueso roto.
Jack se giró y dirigió una mirada firme hacía Morticus.
-En cuanto nos encontremos con mi equipo, les dirás a todo el mundo que detenga el ataque -le recomendó exigentemente.
Morticus le miró con descaró.
-¿Sabés que me negaré a eso? -objetó indirectamente.
-Lo sé, pero espero lograr lo contrario -indicó cínicamente.
Cogió a Morticus y se marcharon llevándoselo por la fuerza.
MIENTRAS TANTO
CON LOS GUARDIANES
Los Guardianes continuaron caminando por otro pasillo hasta llegar a la sección que llevaba a la sala de mando, Bunny mantenía agarrado al Operador quien intentaba sutilmente de quitarse de encima al Conejo de Pascua, pero apenas podía, tenía más fuerza que él.
-Estáis cometiendo un gran error -protestó el Operador.
-No, estamos haciendo lo correcto -terció indirectamente Bunny.
Se acercaron hacía la puerta que tenían delante, era una puerta con bordes hexagonales que sobresalían hacía fuera y estaba cerrada por medio de unas hojas metálicas en diagonal.
-¿Cómo hacemos para entrar? -le preguntó con desdén.
-Hay que acercarse a la cámara -señaló una pantalla azulada que se encontraba en el costado.
Bunny lo acercó empujándolo hacía la pantalla, el Operador se puso a teclear los pequeños botones rojos que habían debajo, luego se empezó a escuchar un pitido.
-¿Y ahora? -pregunto Nolan.
-Hay que esperar a que contesten -comentó-. Será mejor que yo hable, si os ven a través de la cámara, no abrirán la puerta.
-¿De verdad? -crítico Bunny.
-Si, así es como funciona -confirmó 3-0-6.
-De acuerdo -Bunny empujó al Operador más al frente, para que ocupase su cara en la pantalla, luego se agacho logrando que nadie le viese-. Intenta no moverte mucho.
-Vale -acepto alarmado el Operador.
Los demás se colocaron a un lado, fuera del rango de vista de la pantalla, mantuvieron agarradas sus armas por cualquier ocasión. El Operador dirigió la mirada hacía la pantalla y entonces se encendió.
-¿Identifíquese? -preguntó una voz que venía del otro lado.
-Soy el Operador jefe 9-1-4, solicito permiso urgente para entrar -dijo firmemente.
Se formó un largo silencio que hizo que todos quedasen tensos al no saber lo que pasaba.
-Usted no tiene autorización para entrar -contestó.
-Lo sé, pero necesito entrar ahora mismo, me encuentro desprotegido y los intrusos que han entrado en la estación pretenden matarme -añadió.
Los Guardianes se miraron indecisos ante ese último comentario.
-Será mejor que me dejen pasar si no quieren que se pierda a un miembro importante de esta estación -imploro exigentemente.
Se formó otro largo silencio, uno muy sospechoso.
Ambos se miraron sabiendo bien que si algo salía mal, actuarían de inmediato.
-Tiene autorización para entrar.
Se desactivo la pantalla seguido de un leve pitido.
-Uf -se aliviaron todos al ver que funcionó.
-Bien hecho tío -le agradeció descaradamente Bunny dandole una palmada en el hombro.
El Operador se extrañó.
Se pusieron delante de la puerta y entonces las hojas se movieron metiéndose dentro de las ranuras, se abrió la sala de mando. La sala era hexagonal y había una mesa con paneles en el centro. Dentro también se encontraba un grupo de Tecnogizadores yendo de un lado para otro. Adelante en la mesa un Tecnogizador asomo la cabeza, vio a los Guardianes.
¡Intrusos! -grito.
Bunny lanzó uno de sus bumerangs, fue girando alrededor de la sala hasta acabar golpeando al Tecnogizador en la cabeza, quedó inconsciente, pero en el último acto pulso un botón rojo que se encontraba en la mesa.
Las puertas se pusieron a cerrarse de nuevo.
-Sandy, detenlo -le ordenó Norte.
Sandy se puso delante y materializó unas palancas alrededor de las hojas impidiendo que se cerrasen. Todos pasaron cautelosamente al interior de la sala de mando apuntando a los Tecnogizadores que estaban trabajando, levantaron las manos con temor.
Uno por uno todos fueron acorralados sin posibilidad de escapar.
Sandy entró haciendo desaparecer las pinzas, la puerta se cerró forzosamente.
-¿Alguno tiene un arma? -pregunto Nolan.
-Yo y ella -dijo uno con aspecto robusto, señaló a una mujer Tecnogizadora.
-Dámelas -exigió 3-0-6.
Ambos se miraron con indiferencia.
-Hacedlo -protestó al ver que se negaban.
Ambos se sacaron de encima las pistolas que tenían colgando de un cinturón.
-Será considerado un traidor por sus actos -le dijo el Tecnogizador.
-Lo sé -exclamó discrepando de ese comentario.
Todos cogieron las armas de cada uno y se las entregaron a Norte, se las metió dentro de sus bolsillos mágicos por seguridad.
Los siete miembros Tecnogizadores se acercaron poniéndose en fila.
-¿Que haréis con nosotros? -preguntó otro de los Tecnogizadores.
Ambos se miraron sin saber que hacer, no tenían nada pensado con ellos.
-3-0-6, ¿puedes abrir la puerta? -pregunto Norte.
El Tecnogizador se acercó al panel de mando, pulso el mismo botón que habían usado para abrir y cerrar la puerta, lo pulso y no sucedió nada, se oyó un sonido electrónico que rebotó en el aire.
-Maldición, lo han hecho -se quejó.
-¿Qué sucede? -pregunto Nolan acercándose para verlo.
-Han activado el cierre de emergencia -declaró-. Una vez que se active esto no podremos abrir la puerta, tanto por dentro como por fuera, estamos totalmente encerrados sin posibilidad de salir.
-¿Y no hay alguna forma de desactivar ese cierre?
3-0-6 exclamó angustiado.
-La única forma de abrirla es introduciendo un código que solamente conoce el Amo -añadió.
-Y el Amo ahora no está aquí -indico Bunny molesto.
-¿Qué hacemos Norte? -le preguntó Hada mirándole con una expresión de impaciencia.
Norte miró a su equipo, todos estaban tensos al cerciorarse de que ahora se encontraba en una situación mucho más difícil. Luego se fijó en la puerta, pudo hacerse a la idea de que era indestructible y soportaría cualquier cosa, los protegería de aquellos que quisieran entrar. Eso les daba algo de ventaja. Bajo la mirada y observó que abajo al otro lado de la sala se encontraban los controles, los puestos para manejar la estación, era un grupo de siete asientos, una silla y una mesa que funcionaba por medio de paneles de tecnología avanzada. Más adelante había un ventanal abombado que ocupaba todo el espacio de la sección, se podía ver la Tierra en todo su esplendor, se veía más azul que cuando habían salido de su órbita.
Al ver todo eso, se le ocurrió una idea.
-Nos quedaremos aquí hasta que venga Jack con el Amo -propuso seriamente.
-Ya está, ¿solo eso? -protestó Bunny, se esperaba otra respuesta.
-Si -confirmo decididamente.
-¿Y mientras tanto no hacemos nada? -se quejó Bunny.
-No, haremos algo -dijo pensativo-. 3-0-6, ¿puedes encargarte de manejar la nave?
-Puedo hacerlo, pero necesitare algo de ayuda, estos sistemas son más complejos que los de un platillo corriente, un solo error podría provocar un fallo en el equilibrio de toda la estación y acabaríamos dando vueltas cerca de la órbita terrestre -argumentó poniendo nuevamente más inconvenientes que lograban que la tarea fuese más complicada de lo que parecía ser.
-¿Que tiene planeado hacer? -le preguntó Halt.
-Tenemos el control de toda la estación. Podemos alejar la nave para que así cuando los refuerzos vengan, se ocupen solamente de nosotros y no del planeta -comentó.
-¿Entonces nosotros seríamos su blanco -indicó Bunny.
-Si -confirmo angustiosamente, sabiendo lo que significaba.
Ambos se miraron estando de acuerdo con esa idea.
Norte se giró dirigiendo la mirada hacía los técnicos Tecnogizadores.
-¿Vosotros sabéis pilotar esta cosa en la que estamos flotando? -les pregunto cordialmente. -Si, pero no tenemos autorización para hacer eso -dijo uno.
-Esta es vuestra autorización -Halt levantó el arma y les apunto con severidad.
-Tranquila Halt -se acercó Nolan a bajarle el arma con calma-. No les amenacemos.
Los Tecnogizadores se quedaron intranquilos
-Escuchadme chicos, se que posiblemente os parezcamos unos intrusos o una amenaza por estar aquí, pero os juro que no vamos a haceros daño. Vale. No somos lo que vosotros creéis que somos -razonó moderadamente con ellos-. Hemos venido a ayudaros.
Ambos se miraron extrañados ante ese último comentario.
-¿Por qué deberíamos de creerle? -preguntó un Tecnogizador mucho más joven.
Nolan le miró intrigado.
-¿Cómo te llamás?
-2-0-5.
-De acuerdo 2-0-5 -se giró dirigiendo la mirada hacía Norte-. ¿Sabés quién es él?
-Se hace llamar St. Nicolas Norte -declaró.
-Si, ¿pero sabes qué es lo que hace?
-No -negó con la cabeza.
-Todas las navidades, sale de su palacio en el Polo Norte montado en un enorme trineo, y recorre todo el planeta entregando regalos a todos los niños del mundo, ¿sabéis por qué lo hace?
-¿Por qué? -pregunto una chica Tecnogizadora.
-Porque eso es una recompensa por la buena labor que hacen durante todo un año, eso les hace ser felices, y les da seguridad una vez empiezan a crecer -se giró dirigiendo la mirada hacía el resto de los Guardianes-. Lo mismo que hacen ellos, cada uno tiene su forma de hacer felices a los niños, pero siempre logran el mismo objetivo, que es protegerlos y cuidarlos porque una vez que se hagan grandes, necesitan estar preparados para el mundo que se les viene encima.
Los Guardianes sonrieron entusiasmados ante su convincente argumento.
-Cuando era niño yo estaba muy atemorizado por todo, por la vida que tenía, pero cuando me enteré de su existencia, eso me hizo sentirme mejor, me dio fuerzas, y gracias a eso me he podido convertir en el hombre que soy ahora -finalizó con un tono placentero de confianza.
Ambos se miraron intrigados ante todo lo que dijo.
-Decidme una cosa, ¿vosotros qué es lo que queréis hacer ahora?
2-0-5 se mostró pensativo, tenía ganas de hablar.
-Queremos ayudar a nuestra gente -soltó compasivamente.
Carraspeo Nolan satisfecho al oír eso.
-Pero no podemos hacerlo -dijo otro Tecnogizador-. Si hacemos eso estaremos rompiendo las reglas y el señor Morticus nos castigará.
-Si, eso es verdad -dijo Nolan pensativo-. ¿Pero de verdad creéis que Morticus es un buen líder?
Ambos se miraron con temor.
-No os pasará nada si no lo decís.
-No, se ha hecho con el poder encerrando el Amo, ningún Tecnogizador ha hecho eso nunca.
-Si, pero hay un problema -dijo seriamente-. Morticus no es un Tecnogizador de verdad, y pretende usar esta estación para atacar a la gente de ese planeta -dirigió la mirada hacía el ventanal que daba al planeta Tierra-. Así que a menos que nos ayudéis, no podremos detener sus planes, seguirá haciendo daño a la gente como hace con vosotros.
Ambos se miraron más confiados que antes.
-¿Qué decís? -esbozo una sonrisa de confianza.
Miraron a Norte y acto seguido dijeron:
-Antes ha dicho que el Amo está libre, ¿es cierto eso? -le pregunto 2-0-5.
-No lo sé, pero sí creo que Jack vendrá, y cuando venga, asumo que todo esto terminará -confirmó dando muy pocos detalles del asunto.
Se miraron confiados, pero con dudas ante ese argumento.
De pronto se escuchó un sonido que provenía de un panel que se encontraba colocado al lado de la puerta. Ambos se miraron intrigados. Norte se acercó y pulsó un botón que había debajo de un panel que se parecía al que había fuera.
La pantalla se encendió mostrando la imagen de la cara de un Tecnogizador, se veía todo de un color azul oscuro y vibraba con el movimiento.
-Equipo de mando, ¿se encuentra ahí? -preguntó el Tecnogizador.
Norte se giró mirando a los otros Tecnogizadores, asumió que ese debía de ser el equipo de mando.
-Equipo de mando, ¿se encuentra ahí? -pregunto de nuevo el Tecnogizador.
-Seguirán preguntando hasta confirmar lo que sucede -declaró 3-0-6.
Norte carraspeó al ver que no tenía otra opción que contestar.
-El equipo de mando se encuentra bien, no le hemos hecho daño -confirmó con calma.
-¿Quién hablá?
-Soy St. Nicolas Norte, líder de los Guardianes.
-Intruso conocido como St. Nicolas Norte, acaba de cometer un terrible error al introducirse en la sala de mando -le comentó esporádicamente.
-Lo sé, pero tenemos nuestras razones para estar aquí.
-Será mejor que salgan.
-No podemos salir, y vosotros tampoco podréis entrar.
El Tecnogizador se quedó tenso, giró la mirada y se escuchó un pequeño murmullo que indicaba que estaba hablando con alguien fuera del ángulo de la cámara. Norte se giró mirando a todo el grupo, todos mostraban unas expresiones de expectación al no saber que pasaría. El Tecnogizador miró de nuevo a la cámara que había afuera.
-Si me dice eso es porque entonces se ha activado el cierre de emergencia.
-Eso es correcto.
-Dadas las circunstancias no nos deja más opción que demoler la puerta. A menos que se rindan.
Norte carraspeo pensativo, miró a 3-0-6 queriendo saber que tenía que decir.
-Tienen las herramientas necesarias para cometer una acción así. Pero dudo mucho de que les de romperla antes de que se desactive el cierre de emergencia -comentó deductivamente.
Volvió a carraspear teniendo una idea.
-Escúcheme bien, no nos rendiremos, y queremos saber dónde se encuentra Morticus.
-El Amo Morticus continúa desaparecido, junto con vuestros amigos terrícolas -declaró.
Aquello hizo que ambos se miraran entusiasmados al ver que sus sospechas sobre Jack eran ciertas.
-Tengo una propuesta, queremos que Morticus y Jackson vengan aquí, y entonces abriremos la puerta, eso se lo prometo -le recomendó con seriedad.
-¿De verdad? -pregunto con duda.
-Tiene mi palabra.
-De acuerdo, en cuanto le encontremos, se lo diremos -aceptó cordialmente.
Finalizó y se cortó la comunicación.
Norte caminó hacía el panel y todos los Guardianes se le acercaron.
-Norte, ¿porque les has propuesta esa idea? -preguntó Bunny con dudas.
-Porque si Jack ha conseguido derrocar a Morticus por su cuenta, entonces tenemos que traerlos aquí para solucionar este asunto de una vez por todas -comento decididamente-. Esta gente no dejará de perseguirnos hasta que todos sepan que ese falso Tecnogizador no es su líder.
Ambos se miraron reconociendo que esa era una buena propuesta.
-¿Y qué pasa si los Tecnogizadores atrapan a Jack de nuevo? -cuestiono Halt.
-No lo harán -interrumpió Hada esbozando una expresión de confianza-. Jack puede cuidarse solo, encontrará la manera de llegar hasta aquí.
Todos estaban muy poco conformes, pero se pusieron a recordar todo lo que hacía Jack, él siempre encontraba la manera de superar todo obstáculo de forma.
De pronto el grupo de Tecnogizadores se acercaron hacía ellos.
-Nosotros les ayudaremos -dijo 2-0-5.
Captó la atención del grupo.
-Queremos volver a casa sin que nos pase nada -comentó la chica Tecnogizadora.
Norte sonrió al ver que consiguió convencerles fácilmente.
-¿Qué podemos hacer? -preguntó otro.
-Sentaos en los mandos, necesito que alejéis la estación de la Tierra lo más lejos posible -les pidió dirigiendo la mirada hacía los asientos de mando que habían abajo.
Aceptaron meneando la cabeza y se marcharon corriendo hacía abajo, cada uno se sentó en una de las sillas, encendió la pantalla y agarró el mando que tenía delante del panel. Se pusieron a controlar la estación mientras se encendían el resto de los sistemas electrónicos de la sala.
El grupo alzó la cabeza asombrado.
Nolan se acercó hacía Norte.
-Es increíble Norte, ¿como has conseguido convencerles? -le pregunto con curiosidad.
-Muy fácil esta gente ha sido entrenada para recibir órdenes siempre, apenas han sabido lo que es pensar libremente o tomar sus propias decisiones -indicó concluyentemente-. Necesitaban que alguien les dijese que podía existir esa posibilidad.
-Uhum -carraspeó intrigado Nolan, luego volteo la mirándole complacido-. Hay una cosa en la que tengo que darte algo de crédito.
-¿Y qué es? -pregunto intrigado.
-Eres Papá Noel, todo el mundo cree que lo único que haces es repartir regalos en un día al año, pero en realidad eres un líder que está dispuesto a asumir cualquier tipo de riesgo con tal de proteger a aquellos que merecen protección -argumentó indicando el respeto que le tenía.
Norte se rio halagado.
-Lo sé, pero ten en cuenta de que hubo un tiempo atrás en que las cosas no eran así. Cuando me convertí en Papa Noel, yo asumí que conseguiría cambiar el mundo a mejor, que terminaría con el odio en la Tierra. Pero cuando descubrí que en este mundo existen criaturas mágicas capaces de dañar a la gente, más que las personas, me di cuenta de que no podía ser bueno siempre, tenía que ser franco y luchar contra aquellos que destruyen todo lo que la Navidad presenta -argumentó razonando con honestidad, le miró compasivamente y acto seguido dijo-: Y ahora que veo que los serés que vienen del espacio también dañan a la gente, es cuando necesito abrir imponerme con firmeza porque sino perderé a todos los que quiero.
Nolan asintió confiado ante ese argumento, tenía razón, si no conseguía poner algo de voluntad, entonces no sería lo bastante fuerte como para combatir aquellos que proclaman el dolor y el miedo.
-Disculpe señor Norte -se acercó el Operador.
-¿Si? -se intrigó al tenerlo delante.
-Se que no debería decirlo, pero hay una cosa que debo comunicarle.
Ambos se miraron intrigados por lo que tuviese que decir. -Habla -pidió Nolan.
-¿Vosotros decís que vuestro amigo puede haber vencido al señor Morticus? -objetó-. Pero yo no creo que pueda tener el camino tan fácil para llegar hasta aquí.
-¿Qué quiere decir? -se cuestionó Norte.
-Morticus se aseguró de que si algo salía mal, siempre tuviera un as bajo la manga. Creo que vuestro amigo está apunto de caer en una trampa -comentó con seriedad.
Ambos se alarmados ante lo que tuviese por pasar.
MIENTRAS TANTO
CON JACK
El grupo salió del pasillo y entró que era mucho más grande y amplio, iban caminando precavidamente ya que no sabían con que iban a encontrarse más adelante. 7-5-8 arrastraba agarrado del brazo Morticus, tenía el brazo roto pero eso no impedía que no pudiese seguir haciendo algo, seguía siendo lo suficientemente fuerte como para mantener apresado a alguien de su misma fuerza. Morticus no decía nada, estaba amorronado sin saber qué pensar, era evidente que el argumentó que le soltó Jack antes le hizo mella de alguna manera, pero claro, seguía encaprichado todavía en seguir adelante con su diabólico plan.
De pronto todo se sacudió.
Ambos se detuvieron intentando mantener el equilibrio.
-¿Qué ha sido eso? -se cuestionó Jaime.
Sentían como todo se movía.
Morticus reconoció esos movimientos vibratorios al instante.
-No puede ser verdad -soltó alarmado Morticus.
-¿El qué? -masculló Jack.
-La estación se está moviendo -declaró el Amo-. Nos estamos yendo.
-¿Adonde? -crítico 4-0-9 dirigiendo la mirada hacía Morticus.
Morticus les miró confundidos al ver como les miraban.
-No me miréis así, yo no he dado la orden de partir hacía alguna parte -protesto justificándose-. Alguien debe de haber tomado los mandos de la nave.
Jack se puso a pensar.
-Deben de haber sido los Guardianes, se han hecho con la sala de mando -opinó el Amo.
Entonces eso significa que están ahí -objetó Jack-, hay que ir con ellos.
-Si -dijo 4-0-9 estando de acuerdo.
Jack se marchó yendo delante y los otros le siguieron, 7-5-8 agarró fuertemente del brazo de Morticus obligándole a caminar, Morticus se quejó.
Continuaron andando hasta acabar en un cruce, de pronto apareció un grupo de Tecnogizadores armados con armas especiales, levantaron sus armas apuntándoles por diversos ángulos. Jack les apuntó rápidamente con La Brotadora, los otros hicieron lo mismo con sus respectivas armas.
Quedaron todos apuntándose entre sí.
-¡Soltad las armas! -les ordenó el Amo-. Soy vuestro amo, obedecedme.
-No obedecemos sus órdenes señor -dijo un soldado Tecnogizador.
-¿Qué? -exclamó extrañado 4-0-9.
-¿Acaso no ven quién es él? -crítico encarecidamente 4-0-9 dirigiendo la mirada hacía el Amo.
-Lo sabemos, pero ahora hacemos caso solamente del Amo Morticus, él lo ha decretado, debemos seguir sus órdenes según lo establecido -comentó otro.
Todos se quedaron indecisos al oír eso, especialmente Jack, quedo con los ojos abiertos, giro la mirada observando que ahora Morticus se estaba riendo descaradamente de nuevo.
-¿Tú habías planeado esto verdad? -le pregunto retóricamente.
-Si -confirmó riéndose con descaro, estaba que no aguantaba la risa.
Jack se enfadó tanto que esbozo una mirada de molestia al estar ya harto de tantas trampas y de tantas diabólicas maquinaciones. Giro la mirada de vuelta al frente y apuntó a los Tecnogizadores de nuevo con la Brotadora, mantenía agarrado su cayado por si le hacía falta usarlo.
-Jack, ¿qué hacés? -le preguntó Jaime extrañado ante esta repentina reacción.
-Estoy harto de esto, no pienso parar -replicó molesto.
-Soltad al amo Morticus -pidió otro Tecnogizador.
-Por encima de mi cadáver -exclamó con descaro.
-Yo les haría caso -dijo Morticus.
-¿Por qué? -le miro de reojo.
-Por eso -echó la mirada al frente.
De la nada apareció uno de los robots custodios, se colocó delante de los soldados Tecnogizadores, levantó algo en su mano que parecía ser un libro. Jaime reconoció de cual libro se trataba, era el Origen de los Guardianes, el libro que pertenecía al comandante Nolan. El robot custodio lo levantó, seguido de su otro brazo, su muñeca se le abrió y de ella salió un pequeño gancho del cual salía una pequeña chispa. Ambos lo miraron comprendiendo lo que quería hacer.
-Soltadme y no le diré que no prenda fuego el libro -le exigió con pasividad.
Jack rechistó con sarcasmo.
-En serio, ¿de verás crees que te soltaré por ese libro? -le criticó indirectamente.
-Jack, ese es el libro de Nolan, el que explica todo sobre nosotros -le aclaro compasivamente Jaime.
-Ya, pero ese libro también provocó que supiese dónde encontrarnos antes -indicó rencorosamente-. Prefiero que quede destruido para que nadie siga sabiendo que existimos.
-Tampoco haría eso -interrumpió de nuevo Morticus.
-¿Por qué? -protesto exasperado Jack, estaba harto de tantos avisos.
-Porque ese libro contiene el nombre de tu hermana -declaró.
Los ojos de Jack se le abrieron como canicas, se giró lentamente mirando indeciso a Morticus, este le sonreía indirectamente.
-Mientes -exclamó.
-No, yo no miento, lo descubrí antes de que todo esto sucediese, su nombre está oculto en una de las páginas, lo hallé de casualidad -aclaró esbozando una mirada arcaica.
Jack no sabía que pensar, quería asumir que mentía, pero una parte de él le decía lo contrario.
-Jack no le escuches, te está utilizando como antes -le exigió Jaime tironeando de su manga.
Esbozo una mirada seria al saber que debía tener cuidado con ese hecho.
-¿Cómo se que dices la verdad? Nolan leyó ese libro primero y no encontró nada relacionado con el nombre de mi hermana -protestó poniéndole a prueba, quería determinar si contaba la verdad.
-No lo encontré porque su nombre está en la página que te describe -aclaró.
-¿Qué? -se extraño con esa respuesta.
-Está más atrás, en una sección donde están escritos todos los nombres de los descendientes de cualquier persona que ha tenido relación con tus amigos los Guardianes.
-Imposible -discrepo rotundamente.
-Lo sé, pero es la verdad Jack, y si no la descubres, entonces no se que te pasará -indicó echando la mirada al robot custodio.
El robot custodio acercó el libro a la llama.
Jack lo vio y se le hizo un nudo en la garganta.
De pronto se puso débil de nuevo y cayó agotado de rodillas contra el suelo. -Jack -se acercó Jaime a ayudarle.
Los Tecnogizadores se acercaron apuntándoles con mayor ventaja.
Ambos quedaron indecisos al no saber qué hacer.
-Bajad las armas -ordenó el Tecnogizador de antes.
4-0-9 no sabía qué hacer, quería defenderse y luchar como hasta ahora, pero viendo la situación en la que estaban, no iba a seguir siendo posible, se rindió.
-Soltad al amo Morticus -exigió otro de los Tecnogizadores. El Amo asintió amargado.
-Sueltale 7–5-8 -le pidió cordialmente.
Obedeció y le soltó con descaró, Morticus se tocó el brazo, le dolía por lo fuerte que le había apretado antes, se rió y se junto con los Tecnogizadores. Jack asomo la cabeza, tenía los ojos rojos ennegrecidos y la piel pálida como un cadáver. Luego los Tecnogizadores se acercaron y a cada uno les requisaron las armas, a Jack le quitaron La Brotadora y el cayado de nuevo, a 4-0-9 y a Jaime sus pistolas, ambos se quejaron de que los hiciesen.
Quedaron vulnerables sin poder hacer nada.
-Je, mirate, solamente hacía falta hacerte recordar lo que no tienes para acabar peor que yo -rechistó descaradamente Morticus mofándose de él.
Jack trató de recriminarle, pero ni para eso tenía fuerzas. Jaime le miró, cabreado y ofendido.
-Eres un condenado malnacido, ¿acaso no has entendido nada de lo que te dijo antes? -le reprochó criticándole al ver que paso de toda la compasión que tuvo con él.
-Si, pero paso de eso por completo, pasó de vuestro perdón, paso de vuestra compasión, paso de que me hagáis creer que lo que sucedió aquel día fue un error -comentó jactándose de que jamás intentaría de solucionar las cosas pacíficamente-. Pero no, no lo fue, fue una desgracia, una desgracia que no pienso permitir que vuelva a suceder.
Todos le miraron con desprecio sin mover un solo músculo.
Morticus rezongó conforme y se giró dirigiendo la mirada hacía los Tecnogizadores.
-¿Dónde se encuentran los Guardianes? -pregunto, esperando a que uno le diera una respuesta.
-Los Guardianes se encuentran encerrados en la sala de mando, han activado el cierre de emergencia -comentó uno que estaba a la derecha-. No podremos entrar a menos que derribemos la puerta, y cometer esa acción tardará lo suyo.
-Genial -se quejó-, estamos ganando y perdemos el control, magnífico.
-Su líder St. Nicolas Norte nos propuso una alternativa -añadió.
-¿Cuál? -preguntó intrigado.
-Abrirán la puerta, a menos que llevemos a Jackson Overland y a usted con ellos.
Todos se extrañaron al oír eso.
-¿De verdad pidieron eso? -se cuestionó.
-Afirmativo señor -confirmó cordialmente.
Jack levantó la cabeza, se puso a pensar.
-No lo entiendo, ¿porque les han pedido eso? ¿De que quisiesen a Jack me lo esperaría? ¿Pero que yo vaya con ellos? -se quedó Morticus indagando en esa cuestión.
Jack se puso a levantarse con pocas fuerzas, utilizó su cayado como soporte para aguantarse. Los Tecnogizadores le miraron y le apuntaron de nuevo.
-Sé lo que quieren -dijo seriamente.
Morticus se giró mirándole con interés.
-Mis amigos quieren que vayamos con ellos para terminar con esto, para solucionar todo este entuerto de una vez por todas -se puso a explicar dando su opinión sobre la propuesta-. Si queremos acabar con esto, va a tener que hacer ahí, para que todo el mundo lo escuche y ve que en realidad no tienes ningún poder sobre nadie.
Morticus quería reaccionar malhumorado de nuevo, pero estaba intrigado por su argumentó.
-¿Qué te parece esto Morticus? Vamos juntos con los Guardianes y hacemos que todos los Tecnogizadores de esta estación lo escuchen, para que así puedan determinar si lo que tu haces está bien o no, y así entonces sabremos quién ha ganado esta batalla -le propuso dandole una ultima alternativa para terminar la guerra de una manera que lo justificase todo.
Todos se quedaron mirando, indagando sobre si esa sería una buena propuesta o no. Morticus rezongó, poniéndose a pensar con mayor interés que antes.
-¿Que ventaja tengo de que tu no me atacarás una vez lleguemos ahí? -le pregunto, intuyéndose que podría acabar resultando ser una trampa para detenerle.
-Tienes el libro -señaló al robot custodio-. Que venga el robot también, si hace algo sale mal, entonces puedes dejar que lo queme, y yo no sabré nada, moriré antes de descubrir cuál es el nombre de mi hermana, y entonces podrás cumplir con tu venganza.
Jaime se quedó meditabundo al oír eso, no le gustaba esa parte del plan.
Morticus se puso a remover la lengua por su boca, pensativo de una forma incrédula, se detuvo y entonces esbozó una sonrisa descarada que indicaba que le gustaba.
-Muy bien, como tu dices -se acercó mirando fijamente a Jack.
Jack ni se inmuto al tenerlo delante.
-Terminemos con esto -aceptó con impunidad.
Morticus se alejó mientras Jack continuaba sin inmutarse por nada.
-Llevaoslos chicos -ordenó pasando por delante de los Tecnogizadores.
Los Tecnogizadores obedecieron y cogieron a cada uno por los brazos, se pusieron a empujarlos obligándoles a que caminaran a la misma velocidad.
Giraron en la siguiente esquina y continuaron caminando en línea recta. Jaime se acercó mirando a Jack con una expresión de intriga.
-Jack, ¿porque le has propuesto eso? -le preguntó queriendo entender de mala gana lo que pasaba.
-Porque quiero saber de una vez el nombre de mi hermana -comentó resentidamente.
-¿Y qué pasa si está mintiendo? -cuestiono ese hecho.
-Pues entonces tendré más razones para lincharle -aclaro con amargura.
MIENTRAS TANTO
DE VUELTA CON LOS GUARDIANES
Los Guardianes continuaban metidos dentro de la sala de mando, desde hacía un buen rato se escuchaba el sonido de algo pesado rompiendo la puerta.
Ambos sabían lo que pasaba, eran los Tecnogizadores tratando de romper la puerta abajo, y por el poco daño que estaba recibiendo la puerta, evidentemente no lo estaban consiguiendo. Bunny estaba pensativo, confiaba en que Jack regresaría con ellos y terminarían con este asunto de una vez por todas, ya estaba más que harto de escuchar hablar de cosas relacionadas con los Tecnogizadores, pero más de tener que preocuparse demasiado por lo que le pudiese ocurrir a sus amigos. Giró la mirada hacía Halt, estaba apoyada contra la pared, tensa y agotada por haber tenido que ir corriendo de un lado para otro. La envidiaba por eso, él nunca se cansaba, nunca se hartaba de muchas cosas, y en cambio ella había pasado por toda una guerra en la que no tendría que haber estado metida. De pronto empezó a darse cuenta de una cosa, le preocupaba lo que le pudiese ocurrir a Jack, pero más sobretodo especialmente con ella, había sido bueno con él, fue comprensiva, le contó toda su vida y no tenía miedo absoluto en decírselo sin pensar en que le parecería demasiado raro, y encima sabía disparar y luchar bastante bien, con diferencia de Hada, le parecía la chica más rocambolesca con la que se había topado nunca.
De pronto sintió que alguien que se le acercó, se giró viendo que se trataba de Sandman.
Le miraba con una expresión taciturna.
-Hola Sandy -le saludó amistosamente-. ¿Deseas algo?
Sandy materializó un sofá por encima de su cabeza. -
¿Quieres un sofá? -cuestiono esa imagen.
Cambió la imagen a una silueta de dos personas sentadas.
-¿Tú y yo? -se señaló en el pecho-. Sentados.
Afirmó meneando la cabeza.
-Nah, prefiero estar así -se cruzó de brazos.
Sandy se encogió de hombros y entonces materializó al instante un sofá hecho de polvos dorados, se sentó encima de él y se recostó tranquilamente.
A Bunny se le quedó mirando absorto.
Sandy le hizo señas con la cara indicando que podía hacer lo mismo con él.
-No, me gusta más así -se sentó en el suelo con las piernas cruzadas.
Bunny se alivió respirando profundamente. Giro la mirada fijándose de nuevo en Halt, no podía dejar de mirarla, de preocuparse por ella por todo.
De pronto sintió que Sandy lo tocaba, le miró y esbozó una mirada de intriga.
-¿Qué pasa? -se preguntó.
Sandy señaló a Halt, luego a Bunny.
-¿Ella y yo qué? -no comprendió esas señas.
Materializó la imagen de dos dedos índices tocándose con sus puntas. Bunny se le quedó mirando intentando de entender esas señas, hasta que al final lo comprendió.
-No -discrepo rotundamente.
Sandy frunció el ceño indirectamente.
-Venga vamos Sandy, me conoces, ¿de verás crees que podría tener algo con una humana?
Materializó la imagen de las siluetas de Jack y Hada besándose.
-Ni siquiera creo que ellos se hayan besado todavía -criticó esa imagen.
Sandy levantó la mirada observando lo que había materializado, la retiró borrandola de su cabeza. Bunny se rió de su cinismo.
Se giró viéndola de nuevo, Nolan se acercó a ella y se pusieron a conversar, apenas oía lo que decía pero se hacía una idea de que seguramente estaría tratando de tranquilizarla para superar toda esta situación tan vertiginosa. Verlos ahí hacía que tuviese ganas de ir a hablar con ella para saber lo que le pasaba, pero no se sentía capaz, tenía miedo de ponerla más nerviosa de lo que ya estaba.
Volteo la mirada fijándose de nuevo en Sandy, necesitaba la opinión de alguien.
-Sandy, ¿puedo preguntarte una cosa?
Sandy le miró intrigado.
-¿Crees que tengo posibilidades de tener algo con... -echó una rápida mirada hacía Halt. Sandy esbozó una mirada de sorpresa con las mejillas levantadas.
-Ya, ¿parece algo raro no? -objetó indirectamente.
Sandy negó moviendo convulsivamente la cabeza.
-Parece una locura, pero... desde que Jack y Hada han empezado a interesarse el uno por el otro, ahora siento que yo también debería de tener ese tipo de felicidad, como para no sentirme tan solo en mi madriguera como hago siempre -argumentó sincerándose compasivamente con él-. ¿Crees que estoy haciendo mal y no debería hacer nada?
Bajo la mirada y apoyó sus manos sobre su barbilla, quedándose pensativo.
Sandy le miró y pudo notar lo preocupado que estaba, sabía que necesitaba que le consolará, pero no solo diciéndole lo que quería, sino haciéndole entender que debía pensar por sí mismo si no quería acabar mucho más mal.
Se acercó y le golpeó en el hombro llamando su atención. Materializó por encima de su imagen a un individuo montado en una avioneta surcando el cielo.
-¿Una avioneta? -no comprendió esa imagen.
Cambió la imagen a una silueta de él.
-¿Tu? ¿Y una avioneta? -lo pensó detenidamente-. No te comprendo.
Volvió a cambiar la imagen a una con el aspecto de la avioneta, un rayo le choca encima y la avioneta se disipa, se transforma en él cayendo al agua.
-¿Caer al agua? -se puso a asimilar todo ese argumento que hizo con imágenes-. ¿Quieres decir que en algún momento te caíste al agua?
Afirmo con la cabeza.
-¿Cuándo?
Materializó una imagen mucho más grande la avioneta y una línea que daba a un grupo de individuos que tenía el aspecto del grupo. Bunny lo miró fijamente y empezó a hacerse una idea de lo que quería decir.
-¿Quieres decir que caíste al agua cuando intentaste llegar hasta nosotros?
Afirmo de nuevo con la cabeza.
-¿Por eso tardaste tanto en encontrarnos?
Confirmó de forma serena.
-Vaya Sandy, yo no lo sabía. Estabas tan pendiente de los Tecnogizadores que no nos dimos cuenta de por cuánto habías pasado para darnos ese mensaje -se compadeció Bunny sintiéndose culpable por no haberle prestado-. Lo siento mucho.
Negó con la cabeza señalando que todo estaba perdonado.
-¿Que me quieres contar con todo esto? -se acomodo en el suelo mirando fijamente hacía él.
Materializó la imagen de él ahogándose en el agua, cayendo profundo.
-Casi te ahogaste -indico.
Cambió la imagen a una de él mostrándose en una posición vulnerable, doblado y con las piernas juntas contra su pecho. Al ver esa posición Bunny se hizo una idea de lo que quería significar.
-¿Te rendiste? ¿Por qué? -se cuestionó sorprendido.
Cambió la imagen a una de Norte tirado en el suelo rodeado por unos individuos armados.
-¿Los Tecnogizadores? Los Tecnogizadores que secuestraron a Norte, ¿fue por eso? Perdiste la esperanza porque no pudiste soportar que le hubiesen secuestrado -concretó intentando de comprender el significado de ambas cosas.
Negó con la cabeza.
-¿Entonces? -se encogió de hombros.
Materializó otra imagen del grupo, estaban todos, pero él estaba más alejado. Bunny se quedó extrañado al ver esa imagen.
-¿Te sientes excluido del grupo?
Afirmo con la cabeza.
-Pero Sandy, ¿desde cuándo piensas eso?
Materializó la imagen de un reloj que iba girando rápidamente las agujas.
-¿Desde hace mucho tiempo?
Afirmo de nuevo con la cabeza y el reloj se disipó.
-¿Pero por qué?
Volvió a materializar otra imagen del grupo, pero esta vez era él llamándoles mientras ellos estaban de espaldas, señalando que no le hacían caso. Bunny pudo comprender esa imagen.
-Si, supongo que tienes un poco de razón en eso -reafirmo bajando la cabeza disgustado.
Sandy esbozó una mirada compasiva.
-Pero Sandy, no puedes pensar que te sientes excluido del grupo, haz hecho mucho por nosotros durante mucho tiempo, eres uno de los primeros Guardianes, eres el Creador de Sueños, eres la razón por la cual los niños duermen bien por las noches -concretó explicándole todas las cosas que demostraban por las cuales él si valía la pena.
Sandy meneo la cabeza halagado por ese argumento.
Bunny sonrió aliviado al ver que parecía entenderlo, pero sentía que pasaba algo más. -
Pero eso no es lo que más te importa verdad -objetó.
Esbozo una mirada cínica que confirmaba su sospecha. Materializó otra imagen, en ella se veía a una figura parecida a la de Pitch Black, apuntándole con una flecha que iba dirigida hacía él. Bunny reconoció esa escena a la perfección.
-¿Recuerdas cuando él te mató nó?
Afirmó con tristeza. Luego volvió a cambiarla a la que puso antes de estar ahogándose en el agua. Con eso hizo que pudiese comprender cuál era su problema.
-¿Sientes que eres el más débil del grupo nó?
Afirmó bajando la cabeza con tristeza y haciendo disipar la imagen.
-Pero Sandy, no deberías pensar en eso -le consoló apoyando su pata sobre su hombro-. Sé que quizás te sientes un poco decepcionado porque sientes que si te mueres todo saldrá mal, pero eso no es verdad, a todos nos sale mal algo una vez en la vida.
Le miró intrigado.
-Mirame a mi, hace cosa de unas horas tenía la pata rota, la única vez que me la he roto. Y no por eso tengo que lamentarme por creer que aunque se me rompa todo me saldrá mal. Me la seguiré rompiendo como se que me romperé otra cosa del cuerpo -argumentó señalando con ironía lo imperfecto que era como ser vivo-. Pero hay una cosa que nunca voy a hacer.
Sandy acercó la mirada queriendo escucharlo muy cerca.
-Perder la esperanza ante la idea de que no puedo ayudar a nadie más -señaló honestamente.
Sandy se quedó indeciso al oír eso, entendía lo que decía, pero nunca se había puesto a indagar en ese tema, era como una forma de mostrarle que por mucho que le ocurriesen cosas, lo único que le importaba era seguir ayudando hasta que diese su último respiro.
-Quedate pensando en ese tema Sandy -le animó dándole una palmada en el hombro.
Se levantó y el Creador de Sueños se quedó indagando en ese tema.
Bunny se acercó hacía Norte, estaba ayudando a 3-0-6 a manejar los paneles.
-¿Cómo va la cosa? -les pregunto calmadamente.
-Estoy intentando de hacer lo que puedo, lo que sea que haya hecho en Morticus en las últimas horas lo ha complicado más de la cuenta -comentó nerviosamente- Estoy intentando comunicarme con los de afuera pero es imposible. Deben de haber entrado en el hiperespacio.
-¿El hiperespacio? -cuestiono Bunny esa frase.
-Nuestras naves no pueden moverse a mil años de luz de distancia, cada vez que viajamos a un cierto punto de la galaxia, usamos un agujero de gusano que nos permite doblar el espacio y llegar a ciertos distancias en cuestión de menos de una hora dependiendo de la longitud -argumentó describiendo el asunto de forma hipotética.
Ambos se miraron indirectamente.
-Voy a asumir que eso significa algo -objetó indirectamente Bunny.
-Lo que quiero decir es que mientras estén en el hiperespacio y entre lo que haya hecho Morticus, no podré comunicarme con ellos, no hay manera -aclaró nerviosamente para que entendiesen la gravedad del asunto al que se enfrentaba.
-¿Y entonces qué hacemos? -se cuestionó Bunny cerciorándose de que lo tenían crudo.
De pronto un enorme temblor que los asustó, miraron al frente.
El operador estaba abajo, ayudando a los demás técnicos Tecnogizadores que dirigían la estación.
Se giró alzando la cabeza y acto seguido dijo:
-Han conseguido alejar la estación de la Tierra -anunció.
-Bien hecho chicos -agradeció Norte.
Ambos volvieron a mirarse pero más preocupados que antes.
-Al menos hemos conseguido hacer algo -indicó Bunny.
Norte se puso a pensar.
-Si no podemos impedir que los demás Tecnogizadores no vengan, entonces tendremos que enfrentarlos en cuanto vengan -señaló seriamente Norte.
-Genial, otra vez igual -se quejó Bunny asqueado de estar continuando con este conflicto.
La pantalla del frente se encendió sorpresivamente.
-St. Nicolas Norte, responda -exigió el Tecnogizador del otro lado.
Norte se intrigó y marchó a responderle, pulso el botón del panel y acto seguido dijo:
-¿Qué sucede? -le pregunto intrigado.
-Hemos cumplido con su petición, Jackson Overland y Morticus vienen en camino -declaró.
Norte se entusiasmo tanto por eso que se giró dirigiéndole la mirada hacía los demás miembros del equipo, todos se entusiasmaron de la misma forma al ver que la propuesta funciona. Hada era la que estaba más entusiasmada de todos ya que sentía una gran pasión por ver a Jack de nuevo.
-¿Él se encuentra bien? -aprovechó para preguntar más cosas.
-Él y su amigo se encuentran bien. También vendrán un Tecnogizador que ha traicionado a nuestro equipo y al Amo.
-Bien -dijo aliviado Norte bajando la cabeza.
-Ahora que están viniendo nos gustaría que abrieran la puerta.
-Eso solo lo haré en cuanto ellos estén aquí -le aviso impunemente.
-Muy bien, pero debo avisar de que vendrán acompañados -añadió con desdén.
-¿Cómo que van acompañados? -cuestiono ese comentario.
-No vamos a permitir que el amo Morticus entre solo con vosotros, por eso mismo vendrá un robot custodio que le está protegiendo para asegurarse de que no ocurra nada.
Aquello hizo que todos se quejasen ya que no soportaban que todo tuviese un inconveniente.
-Vendrán solos sin nadie acompañado -protestó mirando fijamente a la pantalla.
-Lo lamentamos, pero para que está negociación funcione debéis primordialmente cometer
esta acción o nos veremos obligados a detener a Jack Frost y a sus simpatizantes.
Norte rezongo agobiado al ver que de nuevo estaba contra las cuerdas.
-De acuerdo, que vengan -aceptó con pocas ganas.
-Aceptamos la condición -se cortó la comunicación.
Norte resopló amargado, se dio la vuelta y se acercó apoyando las manos sobre el panel del centro de la sala, miró fijamente a los Guardianes con una expresión de indecisión.
-En serio, ¿de verás vas a dejar que pasen con esos robots asesinos? -le critico Bunny.
-Lo se, no nos queda otra -señaló viendo el lado positivo del asunto, luego resopló amargado.
Todos se miraron estando de acuerdo, aunque poco confiados de cómo acabaría el asunto.
-A mi no me importa -soltó Hada.
Marchó volando a acercarse hacía Norte.
-Mientras Jack y Jaime estén aquí, nos ocuparemos de enfrentarnos a Morticus, aunque intente de hacernos volar por los aires -opinó Hada decidido a hacer frente a la situación.
Norte sonrió halagado de ver su fuerte voluntad.
-Si -confirmó decidido, se enderezó y se dirigió hacía el equipo con una expresión orgullosa-. Traigamos a Jack, luego nos ocuparemos de Morticus.
Ambos volvieron a mirarse pero más confiados que antes.
··
Pasó un buen rato, los Tecnogizadores dejaron de golpear la puerta y se apartaron de ella, se colocaron a un lado poniéndose en fila y se quedaron firmes sin inmutarse.
Justo en ese momento apareció Morticus, caminando con una posición y mostrando una mirada serena de pura confianza, a su lado tenía el único robot custodio que quedaba sosteniendo todavía el libro, lo tenía bien agarrado. Atrás estaba Jack, que mantenía una mirada firme pero amargada, no le quitaba ojo a Morticus por cualquier cosa.
Continuaron adelante hasta que Morticus alzó la mano para que se detuvieran, luego ando hacía la puerta, se colocó delante de la pantalla que había al lado y pulso el botón rojo de abajo.
Dentro, los Guardianes reaccionaron sorprendidos.
-Está aquí -dijo Norte marchando hacía la puerta.
Todos cogieron sus respectivas armas, se prepararon para la acción.
Norte pulso el botón del panel, la pantalla se encendió mostrando la cara de Morticus.
-Hola Norte -le saludo descaradamente Morticus.
-Morticus -berreó enfurruñado Norte.
Hada esbozo una mirada rencorosa.
-Creo que tu y yo tenemos algo de lo que hablar -exclamó indirectamente.
-Hablaremos después, ahora quiero ver a Jack -insistió impunemente.
Morticus resoplo amargado.
-Muy bien, como tu quieras -accedió con incredulidad.
Morticus se apartó, se dio la vuelta y le hizo señas a Jack para que se acercara.
Jack miró a Jaime, le hizo señas con la mirada indicando de que tuviese cuidado, Jack lo comprendió y se mostró firme sin pestañear. Camino hacía el panel y se puso delante de la pantalla. Norte le vio a través de la suya.
-Hola Norte -le saludo calmadamente Jack.
-Jack -dijo entusiasmado Norte.
Todos se entusiasmaron al ver su cara en la pantalla.
-¿Cómo te encuentras chico? -le preguntó con orgullo.
-Me encuentro bien -contestó, soltó una leve tos, empezó a sentirse más débil que antes-, y Jaime también -echó la mirada hacía el pequeño.
-Hola Santa -le saludó cariñosamente Jaime desde muy lejos.
Jack sonrió alegrado de su entusiasmo.
-Me alegro mucho -Norte se puso a pensar en qué más decir-. Dime, ¿es verdad eso que dicen de que sí te dejamos entrar con Morticus, nos acompañará con un robot custodio.
-Así es, pero también hay otro problema.
-¿Cuál? -se intrigó.
-Morticus tiene el libro -declaró.
-¿El libro?
Todos se pusieron a pensar, Nolan fue el primero en entenderlo.
-Tiene el libro -se acercó Nolan-, el libro.
-¿Qué libro? -se cuestionó 3-0-6 sin entender lo que pasaba.
-El Origen de los Guardianes, el libro que habla sobre nosotros -aclaró Norte.
-Si no le hacemos caso, el robot quemará el libro -aviso temeroso.
-Pues que lo queme entonces -propuso descaradamente Bunny.
-No -protestó Jack-, no podemos hacerlo.
-¿Por qué? -se cuestionó Norte.
Jack se puso nervioso, no se sentía conforme con lo que iba a decir. -Según Morticus el libro tiene escrito del nombre de mi hermana -confesó. -¿Qué? -todos exclamaron mutuamente.
-¿En serio? -crítico Bunny extrañado al oír eso.
-¿Seguro que debe de estar mintiendo? -opino Nolan-. Revise concienzudamente ese libro, no creo para nada que lo ponga.
-Lo sé, pero no puedo arriesgarme a que lo haga, es mi única oportunidad de saber como se llamaba -comentó sincerándose angustiosamente ante ese problema.
Norte se amargó, quería hacer las cosas bien, pero siempre había algo que le superaba. Nolan dio un paso adelante hacía él y le dijo.
-Norte, se que posiblemente parezca una tontería arriesgarse por eso, pero él tiene razón -le comentó con total franqueza.
Se giró mirándole seriamente de reojo.
-Él se ha pasado toda su vida sin saber quien es, le habéis ayudado a ser mejor ahora, pero creo que ya va siendo hora de que obtenga las respuestas que él desea -argumentó señalando que se lo debían-. Además, ese libro... se lo debo a la señora Donna, debo devolverlo a la biblioteca.
Escuchar todo eso le hizo reflexionar sobre lo que pasaba, como Guardián no podía permitir que cayesen en malas manos, sobre todo de alguien como Morticus que estaba dispuestos a matarlos por puro capricho. Pero también era Santa Claus, un hombre bondadoso que normalmente cumplía con sus promesas y siempre conseguía alegrar a la gente que más apreciaba, no podía fallarle a ninguno.
-Por Iván el Terrible lo haré -exclamó-. Está bien, os dejaremos entrar con el robot.
-Gracias Norte -le agradeció aliviado Jack al otro lado.
La pantalla se apagó.
Norte suspiro y dio un paso atrás mientras se ponía a reflexionar sobre lo que hizo.
-Has tomado una buena decisión Norte -le agradeció Nolan.
-Lo sé -miro a todo el equipo quienes les miraban confiados en su decisión.
De pronto sonó un pitido que venía del panel.
-El cierre de emergencia se ha desactivado -declaró 3-0-6.
Ambos se miraron seriamente en señal de que era la hora de abrir las puertas. Al otro lado, todos estaban impacientes por saber lo que iba a pasar.
Morticus estaba a su lado, mirándole con una expresión incrédula como de costumbre mientras jugueteaba con su cayado de nuevo, estaba harto de que lo tuviese en sus manos, pero ahora no podía hacer nada excepto metido en su juego.
-¿Debes de estar contento de ver a tus amigos verdad? -le preguntó indirectamente.
Jack no dijo nada, se mantuvo firme sin prestarle la más mínima atención.
-¿Supongo que para ti debe de ser un alivio estar con la familia que más quieres nó? -atosigó intentando de ver como reaccionaba-. Lo mismo que yo daría por ver a mi hermano de vuelta, pero se que eso no va a poder ser.
Estaba tan harto de ese tema que cada vez que lo oía, sentía unas ganas tremendas de golpearle en la cara para obligarle a que lo entendiese. Eso provocó que su cuerpo se volviese mucho más pálido que antes. Un mechón de su pelo se cayó de su cabello, eso le hizo darse cuenta de que no faltaba nada para que tocase fondo. De pronto se percató de algo más, del cuchillo que llevaba escondido detrás de su pantalón, el que usó para matarle antes, eso le dio una idea.
Las hojas de la puerta se desplegaron para ambos lados permitiendo la entrada, se pudo ver a Norte armado con su hacha y al resto del grupo apuntándoles con sus respectivas armas. Morticus se rio al verles, ambos pasaron al otro lado junto con el resto del grupo que venía atrás. Nolan y Halt apuntaron a Morticus y al robot custodio que venían consigo. El Amo, 4-0-9 y 7-5-8 fueron los últimos en pasar, 3-0-6 levanto la cabeza y quedó impresionado al verles.
-4-0-9 -exclamó 3-0-6 sorprendido.
-Hola 3-0-6 -le saludó sorprendido 4-0-9. -Creía que estabas muerto.
-Eso creí yo también -señalo indirectamente. El Amo se acercó hacía ellos.
-Amo -se presentó cordialmente ante él.
7-5-8 se puso a andar con paso firme, se fijó en Nolan, él también lo noto, ambos se miraron fijamente al reconocerse mutuamente.
-Tu -exclamó, acordándose de nuevo de lo que hizo.
Nolan no sabía que decirle, noto su mirada de rencor y se hizo una rápida idea de lo que pensaba.
-¿Qué hace él aquí? -se cuestionó Halt.
-Ahora está con nosotros, es libre de la mala influencia de Morticus -comentó Jack.
7-5-8 bajó la cabeza dolido al reconocerlo.
Nolan se compadeció de él, aún sabiendo que parecía que le odiaba.
Jaime se fijó en los Guardianes, se entusiasmó al verlos.
-Conejo -marchó a abrazar a Bunny.
-Ey, pequeño -abrazó fuertemente al joven-, ¿cómo te encuentras?
Levantó la cabeza mostrando que estaba llorando desconsolado.
-Estoy bien -recalcó rápidamente en algo-, ¿y mi hermana? ¿Y Kaity? ¿Qué les ha pasado?
-No te preocupes, están bien, les hemos llevado de vuelta a casa -le comunicó.
-¿De verdad?
-Si, tu madre te está esperando para cuando vuelvas.
Jaime sonrió aliviado, giró la mirada haciéndoselo saber a Jack, le sonrió halagado.
Hada se acercó mirando preocupada a Jack, pudo notar que estaba pálido de una manera que no se le había visto nunca. Jack se giró mirándola con una expresión seria y vacía.
-Hola Hada -le saludó sonriendo con alivio.
-Jack, ¿qué te ha pasado? -le pregunto, intentando comprender lo que le ocurría.
Se puso a pensar en una forma breve de contarle todo lo sucedido.
-Es largo de contar -dijo, esbozandole una sonrisa picarona.
Se llevó la mano al pecho, indecisa ante lo que le pudiese haberle ocurrido.
Todos se colocaron en un extremo mientras Morticus y el robot custodio quedaron en el centro de la sala, parados sin inmutarse.
-Cierra la puerta 3-0-6 -le pidió explícitamente Norte.
Hizo caso y pulsó un botón en el panel, las hojas salieron de las ranuras cerrando de nuevo la puerta, tembló y se formó un sórdido ambiente.
Morticus se rió y se puso a darle un leve golpeteo de entusiasmo con las palmas.
-Genial, por fin estamos aquí todos, reunidos para determinar cómo solucionar con este conflicto que nos ha llevado a tomar esta decisión -argumentó señalando incredulamente la razón por la que había empezado todo el asunto.
Todos le miraron con rencor, le odiaban por haberles estado atacando constantemente. Se fijó en 3-0-6, que estaba del panel.
-Dime 3-0-6, ¿cómo lleváis lo de haber traicionado a tu especie? -le preguntó indirectamente.
Se mantuvo firme sin mostrar una sola expresión en su cara.
-Tu dirás, ya que estás apunto de traicionar a la tuya -le contradijo con ironía.
Morticus se quedó pensando en ese comentario.
-Cierto -masculló, ignorando esa observación.
Todos se miraron sintiendo que había algo malo en él.
-Pero antes decidme una cosa -levanto el dedo haciéndose el pensativo-, ¿cómo habéis logrado alejar la estación del planeta?
-Con ellos -giró Norte la mirada.
De pronto apareció el Operador subiendo las escaleras, quedó absorto al ver que Morticus estaba ahí, este se quedó impresionado pero intrigado al verle también.
-Operador, ¿usted qué está haciendo aquí? -le pregunto frunciendo el ceño extrañado.
-Vine para ayudar, y los encontré a ellos -dirigió la mirada hacía los Guardianes-. Han conseguido convencerme de que tú no eres un buen líder al que merezca la pena obedecer.
Ambos sonrieron aliviados al ver que él también se dio cuenta de ese error.
Morticus esbozo una mirada de amargura.
-Increíble, cada vez hay más traidores en esta estación -refunfuño asqueado, luego se puso a pensar-, aunque en realidad eso no me sorprende, todos los que hay aquí me importan muy poco.
Todos se echaron unas miradas de incredulidad al no creerse la poca falta de empatía que tenía.
-Muy bien, id al grano, ¿qué es lo queréis? -pregunto.
-Queremos que ordenes a los demás Tecnogizadores de que no desplieguen las naves para atacar a la Tierra, lo mismo con los refuerzos que vienen en camino -concretó impunemente Norte-. Y queremos que el Amo vuelva a estar al mando.
El Amo le miró con indulgencia.
Morticus esbozo una mirada pícara de fingir que estaba pensando.
-Y decidme una cosa -levanto el dedo de nuevo-, y si lo hago, ¿qué me pasará a mi? Porque dudo mucho de que no sea castigado por todos los actos que he cometido, ¿verdad que nó?
Todos se miraron reconociendo que tenía razón en ese hecho.
-¿Por qué debería haceros caso? -crítico en forma de protesta.
-No les hagas caso a ellos -dijo el Amo, dio un paso adelante dejándose ver-. Hazme caso a mí.
Morticus frunció el ceño intrigado.
-Yo tengo la culpa de lo que te paso, yo decidí convertirte en Tecnogizador, debería haberte ayudado, pero como tenía las emociones bloqueadas no pensé con claridad y creí que hacía lo correcto -argumentó sincerándose francamente con él.
Morticus mantuvo la mirada, pero se notaba que en el fondo estaba triste.
Se acercó y aquello hizo que Morticus se molestase, el robot custodio encendió la llama dispuesto a quemar el libro. El grupo se alarmó. Morticus levantó la mano en señal de que no hiciese nada, obedeció y apago la llama, eso tranquilizó a todos los presentes.
Miró de nuevo al Amo con una expresión firme.
-Debería haberme dado cuenta de que en el fondo eras diferente a los demás, de que ese odio interno que tenías te estaba afectando demasiado, ¿pero cómo podría haberme dado cuenta de eso? -se acercó apoyando confiadamente su mano sobre su hombro-. Para mi eras solamente un soldado, uno más de todos los individuos a los que capture para mi plan de salvación, pero en el fondo tenías un potencial que resultaba especial y me quise aprovechar de ello. No debería haberte mandado a cumplir esa misión sin saber lo que pasaría, y sobre todo tendría que haberte salvado a ti y a tu hermano para que así al menos no estuvieses tan solo como lo estabas antes.
Morticus se angustió tanto que soltó una leve lágrima de su ojo.
-Sé que quizás no pueda obtener una disculpa tuya por lo que te hice, pero al menos puedo prometerte una cosa.
Esbozo una mirada rígida de intriga.
-Te voy a perdonar por todos tus actos, si te vienes a mi planeta y me ayudas a encontrar la manera de reparar mi mundo, de ayudar a mi especie, de darte un propósito mucho mejor que él que te di -le recomendó dándole una alternativa aceptable.
Morticus se puso a indagar seriamente en esa propuesta.
-Yo que tu lo aceptaría Morticus -le dijo Jack.
Todos fijaron su mirada en el joven de escarcha, estaba más pálido que antes.
-Quizás no puedas volver a la Tierra y seguir siendo normal, pero puedes ir con él y empezar de cero, tener una vida mejor que la que tuviste con tu hermano. A lo mejor solo así podrás redimirte y estar en paz contigo mismo por una vez en la vida -argumentó Jack animándole a que se pensase mejor las opciones que podría obtener con la propuesta.
Quedó impresionado de que le animase de esa manera, jamás creía que se pusiese de su lado. Miró al Amo y este ahora le miraba con una expresión de confianza, como si quisiera que lo aceptase con sumo gusto. No estaba seguro de aceptarlo o no, le parecía una propuesta razonable, pero había algo que no podía quitárselo de la cabeza.
-Podría ser -dijo.
El Amo sonrió, aliviado al ver que parecía aceptarlo. -Pero hay un problema -levanto el dedo.
Todos se extrañaron al oír eso.
Se intuyeron algo malo.
-Tu no fuiste quien me convertiste en esto -declaró.
-¿Qué? -exclamó confundido.
Jack bajó la mirada observando que Morticus estaba haciendo algo detrás suyo.
-Eso lo hizo tu hijo -aclaró.
Sacó el cuchillo por detrás de su pantalón.
-¡No! -grito Jack.
Marchó corriendo a protegerlo justo en el momento en que Morticus blandió el cuchillo haciéndole un corte en la cara del Amo. Jack le apartó mientras todos alzaban sus armas apuntando contra Morticus, el robot custodio hizo lo mismo apuntándoles con un cañón de su mano.
Jack se tocó por detrás del pantalón, no tenía el cuchillo, miró a Morticus y observó que lo tenía él, dedujo que se lo había quitado justo antes de que entrasen sin que se diese cuenta.
Bunny cubrió a Jaime al ver lo asustado que estaba, no quería que viese esta escena.
-¿De verás te crees que iba a aceptar eso? ¿Eh? -achacó descaradamente-. ¿Acaso tienes alguna idea de lo que me hizo tu hijo? ¿De en lo que me convirtió?
-Te salvó la vida -objetó 3-0-6.
-No, no me salvó la vida, me utilizó para convertirme en un arma, una en la que no yo no fui consciente en ese momento -aclaró indirectamente-. Debería haberme dejado morir para que así pudiese haber estado con mi hermano.
Jack berreó asqueado con ese tema.
-Por dios Morticus, porque no quieres entenderlo de una vez, lo que te pasó fue una desgracia, pero yo no tengo la culpa de lo que te ocurrió -le aclaró Jack reprochandole una vez más la cruda realidad de ese suceso-. Tu tuviste la culpa de haber llevado a Von ahí.
-No menciones su nombre -replicó molesto.
El robot custodio apretó fuertemente el libro, estaba dispuesto a romperlo. Ambos se mantuvieron rígidos al ver que estaba cambiando de táctica.
-Morticus, se que quieres venganza, yo también la quiero, pero no tengo más ganas de seguir peleando por algo que podemos solucionar sin causar ninguna baja -razonó con honestidad-. Deja de pensar en el pasado y afronta las consecuencias ahora.
Morticus se burló.
-Mira quien fue a hablar, el chico que aún quiere saber el nombre de su hermana muerta -soltó contradiciendole de forma terriblemente indirecta.
Todos quedaron alucinados al oír eso.
Hada levantó su ballesta de muñequera apuntándole con seriedad.
-Vuelve a decírselo y te juro que te mato -le aviso amenazadoramente.
-Hada -le dijo Jack-. Baja por favor.
Miró a Jack, le echaba una mirada compasiva que indicaba que obedeciera su petición. Hizo caso y bajó el brazo, pero sin dejar de mirar amenazantemente a Morticus. -¿Vosotros seguís sin entenderlo nó? -objetó con incredulidad.
-¿Entender qué? -crítico Norte.
-Seguís creyendo que lo que yo quiero es una vida mejor, una vida normal como la de todo el mundo, pero yo no pienso rebajarme a eso, yo quiero hacer algo más, algo que demuestre que yo soy la peor persona con la que se debería negociar -argumentó esbozando un tono serio y desequilibrado que indicaba su poco nivel de cordura-. Así que todos vosotros deberíais parar de seguir intentando detenerme, porque no conseguiréis nada.
-Te equivocas -interrumpió Nolan.
Fijó su mirada en el viejo humano.
-Seguiremos luchando aunque no te guste, y además, no vamos a seguir prestándote atención porque en el fondo solo eres un niño malcriado que se cree que por tener mucho poder eso lo hace un Dios -achacó Nolan soltándose en cara lo que pensaba de él.
-Si, eso -protestó Jaime estando de acuerdo con Nolan. Morticus se rió.
-¿Quieres saber que es poder? -les preguntó indirectamente-. Esto es poder -levantó el cayado de Jack apuntándoles hacía ellos, se iluminó mostrando que podía controlarlo.
Ambos quedaron indecisos al ver lo que hacía.
-Desde que me he inyectado la sangre mágica de Norte, he obtenido más poder del que haya tenido nunca, y pienso usar ese poder para hacer algo que ningún otra persona o criatura en el universo haya hecho nunca -comentó esbozando un tono maquiavélico.
-¿El qué? -preguntó indirectamente Halt.
-Gobernar el universo -aclaró 4-0-9.
Todos le miraron haciendo alusión a que lo decía en serio.
-Muy acertado 4-0-9 -le felicitó con ironía.
-Pero no lo entiendo, ¿de qué te sirve gobernar toda la galaxia? -crítico Jack intentando comprender sus ambiciosas motivaciones.
-Yo antes pensaba que el mundo era cruel conmigo, como si hubiese nacido solo para sufrir, pero entonces me dí cuenta de que eso que ahí hay fuera -señalo a la ventana que daba al espacio exterior-. Me quedaba muy pequeño, no era la humanidad o la propia Tierra en sí lo que me torturaba, sino el universo entero-, dirigió la mirada hacía el Amo-, el mismo universo que tú quisiste investigar cuando podríamos haber hecho mucho más.
El Amo se mantuvo firme.
Años y años de evolución y que hemos conseguido con eso -alardeó alzando el cayado-. Nada, un montón de investigaciones aquí por allá intentando entender porqué funcionan las cosas, o buscando un nuevo mundo en el que poder convertirnos en una raza superior -berreó alzando los brazos-. Y ahí está el problema, no necesitamos buscar un mundo perfecto, podemos hacer que sea perfecto, siempre y cuando utilicemos el potencial que tenemos en nuestras manos para imponer nuestra fuerza contra aquellos que no lo tienen.
-¿Entonces esa es tu idea? -replicó Hada. Fijó su mirada en la hada de plumas verdes.
-Quieres gobernar todos los mundos usando la fuerza bruta, para que así los más débiles sepan que vosotros estáis por encima de los demás -argumentó aclarándole honestamente su comentario-. A mí me suena más bien a un genocidio por toda la galaxia.
-Puede ser, pero al menos habrá una condición -índico.
-¿Cuál? -pregunto intrigado Norte cruzándose de brazos.
-Que aquellos que quieran ser como nosotros, pueden unirse a mi causa, y los que no, tendrán que ser convertidos en Tecnogizadores -declaró esbozando una sonrisa picarona y descarada.
-¿Qué? -se quedaron todos indecisos al oír eso. -No lo entiendo -cuestiono Nolan.
-Veréis, odio a los Tecnogizadores, odio todo lo que han hecho y lo que me han hecho a mí, es una raza que no sirve para nada.
-¿Por eso mismo mataste al grupo de Tecnogizadores que vino contigo para atraparme? -objetó Jack-. Porque eran una panda de inútiles.
-Eran una panda de inútiles de todas formas, además, cumplieron con su propósito, servirme para que sepan quien es el que manda -declaró con total vacilación.
Todos se quedaron desnotados al descubrir eso que eso era lo que pensaba de ellos.
-Pero no lo entiendo, si tanto odias a los Tecnogizadores, ¿entonces porque los lideras? -crítico Nolan intentando comprender todas sus acciones-. ¿Porque te has convertido en su nuevo Amo?
Yo solo me he convertido en su Amo para así liderar por una vez como siempre he querido hacer. Por eso una vez que me deshaga de todos mis problemas, le pediré a todo el mundo que abandone esas ideas que les han sido impuestas sobre cerrar sus emociones para que así sean todos como yo -explicó soltándolo todo de forma teatral-. Serés rencorosos dispuestos a tomar lo que es suyo tomando todas las medidas como sea posible.
-¿Entonces lo que quieres es un mundo de matones donde todos se ataquen de forma egoísta? -objetó Jack dirigiéndose hacía él con fervor.
Le miró con una sonrisa picarona, señal que indicaba que él tenía razón en lo que decía.
-Venga Morticus, tu no lo dirás en serio, ¿verdad? -insinuó Jack sin creerse lo que pensaba.
-No, claro que lo digo en serio Jackson -vaciló indirectamente-. Yo me prometí hace mucho tiempo que me haría con el control de todo, y ahora tengo el poder de hacerlo.
Dirigió la mirada hacía la puerta, de la que todos sabían que al otro lado se encontraba un equipo de Tecnogizadores esperándoles.
-Abriré esa puerta, y cuando lo haga, todos vosotros seréis detenidos sin posibilidad de hacer nada para evitar que no cometa mi plan, ¿lo habéis entendido? -añadió confiadamente.
Ambos se miraron indecisos al ver que lo tenían complicado de nuevo. De pronto la pantalla del panel empezó a sonar.
Morticus lo miró extrañado, no se lo esperaba, miró a los Guardianes asumiendo que tendría que ver con ellos, ningún esbozo una mirada que indicase lo que asumía, le resultó tan extraño que se acercó dispuesto a averiguar lo que pensaba.
Pulso el botón y en la pantalla apareció la imagen de uno de los Tecnogizadores. -¿Qué ocurre? -preguntó con amargura.
-Disculpe que le interrumpa señor Morticus, pero debo advertirle de que ya no está en condiciones de seguir dirigiendo esta estación -comentó el Tecnogizador.
-¿Qué? -chilló sorprendido-. ¿De qué demonios está hablando?
-Según nuestras reglas, cualquier individuo que se haga con el poder y se esté aprovechando de la raza de los Tecnogizadores será relegado de sus funciones al instante -confesó.
Los Guardianes se miraron asombrados al oír eso.
Morticus quedó indeciso al no comprenderlo, se sentía como si se burlaran de él.
-Pero eso no tiene sentido, yo impuse que retirábamos las normas, ¿porque estáis volviendo a aceptarlas de nuevo? -crítico mirando al Tecnogizador con incredulidad.
-Hemos escuchado tu conversación con los intrusos terrícolas, y hemos decidido que el Amo vuelva a ser nuestro hombre al mando -añadió con seriedad.
Aquello lo dejó ya tan extrañado que le resultaba imposible que fuese cierto.
-Pero no podéis, yo aún sigo al mando.
-Eso es cierto, pero tú nos dijiste de que actuáramos por nuestra propia cuenta, y eso es lo que estamos haciendo, actuar por nuestra propia cuenta y decidir que tu no eres nuestro líder, nunca lo has sido, ni nunca lo serás -decreto impunemente y cortó la comunicación.
Morticus quedó en shock, se sentía como si le hubieran arrebatado todos los órganos y ahora no tuviese nada que le mantuviese con vida. Se apartó de la puerta y miró a los Guardianes, todo el grupo le estaba mirando con una expresión de indiferencia, como si no quisiese decirle nada para que no se ofendiera. Estaba tan frustrado que empezó a hacerse a la idea de que a lo mejor ellos tenían la culpa de lo que había pasado, pero no sabía como lo hicieron.
-¿Qué es lo que habéis hecho? -les pregunto reprochadamente-. ¿Cómo han hecho para escuchar todo lo que he dicho?
-Muy fácil -soltó 3-0-6-. Mandando un mensaje a toda la estación.
Miro al Tecnogizador estando delante del panel, se puso a pensar en ningún momento se separó de él, ni siquiera cuando habían llegado, al verle ahí adelante llegó a una conclusión.
-¿Qué has hecho? -le pregunto con temor.
-He abierto un canal que ha permitido que se escuchen todas nuestras conversaciones a través de la estación -confesó con vacilación-. Ahora todos los Tecnogizadores saben lo poco que les respetas.
-Toma ya -exclamó vacilante Jaime.
Sandy le hizo un corte de mangas.
Morticus les miró atónitos, se la habían jugado y no se había enterado de nada.
-Ríndete ya Morticus -le pidió el Amo-. Ya nadie te sigue, no puedes ganar esta batalla.
Esbozo una mirada de frustración que le hizo desequilibrarse mentalmente. No sabía qué hacer, tenía ganas de acabar con ellos, pero sentía que tenía un as en la manga.
-Aún no -dijo.
Todos se extrañaron, se intuyeron que tenía algo más planeado.
-Aún todavía tengo a alguien de mi parte.
-¿A quién? -cuestiono Bunny.
-A los refuerzos -indico 3-0-6.
Todos se alarmaron al oír eso.
-3-0-6, ¿has podido contactar con ellos? -le preguntó euforicamente Norte.
-No he podido -declaró disgustado.
-Y no podrá hacerlo -añadió descaradamente Morticus.
-¿Por qué? -pregunto Nolan.
De pronto sonó una alarma que provenía de las pantallas de abajo.
-Señor -anunció uno de los técnicos de abajo-, unas naves están entrando en órbita.
-¿Que ha querido decir con eso? -crítico Halt.
-Que están aquí -aclaro 3-0-6.
En la ventana se pudo ver que aparecieron de la nada unas enormes naves largas y rectas con la parte frontal puntiaguda como una espada, desprendían unas luces turquesa y en la parte trasera salía un aura que se disipó en varios polvos azules. Todos miraron atonitamente aquel grupo de naves que no dejaban de aparecer, terminaron de salir una docena.
-Son muchas naves -objetó Jaime.
-Si, muchísimas -espeto Jack sin saber qué decir.
Morticus se rió descaradamente a sus espaldas.
-Ahora ellos se ocuparán de hacer lo que nadie en esta estación ha podido hacer -comentó.
-Eso es imposible, hemos alejado la estación de la Tierra, no podrán llegar hasta ahí con sus naves -mencionó seriamente 4-0-9.
-Claro que sí, porque veréis -dio un paso al frente mientras hacía gestos con los dedos en señal de hacerse el interesante-. Les avise a los demás Tecnogizadores de que esta sería una situación problemática, así que por eso mismo les pedí que trajesen Planoraptores.
-¿Planoraptores? -cuestiono Bunny-. ¿Qué es eso?
-No -soltó el Amo.
-¿Usted sabe que son? -le preguntó Hada.
-Es otro tipo de naves, diferentes a los platillos, son ligeras lo que hace que sean más rápidas -comentó concretamente-. Fueron creadas específicamente para defender estaciones en casos de extrema urgencia, no para mandarlas a atacar un planeta a gran escala.
Todos le miraron indecisos al ver que había tomado esa decisión.
-¿Y pueden llegar a la Tierra? -objetó Halt.
-Con los avanzados propulsores que tienen, pueden entrar en la órbita de la Tierra en menos de cinco minutos aproximados -corroboró 7-5-8.
Eso los alarmó aún más.
-¿Hay alguna manera de poder contactar con ellos y decirles que se detengan? -insinuó Jaime.
-No van a poder, han recibido la orden de no hacer caso de nadie más excepto de mí. Además, también les he ordenado de que en caso de que la estación represente una amenaza, la atacarán sin dejar baja alguna -añadió malévolamente Morticus.
-¿Entonces si era cierto lo que decías? -reprocho 4-0-9-. ¿De verás vas a volar todo esto contigo dentro solo para llevarnos la contra?
-O no, para llevarles la contra -aclaro con sarcasmo-. Pienso ocuparme de que todos vosotros os muráis, mientras yo me escapo para continuar destruyéndolo todo.
-Bicho rastrero -Hada negó con la cabeza y alzó su ballesta dispuesto a dispararle con una púa.
El robot custodio acercó el libro de nuevo a la llamarada.
-No -Jack le bajo forzosamente el brazo.
Dio un paso adelante hacía Morticus.
-Morticus, detén esta locura ya mismo, es a mí a quien quieres, yo soy el culpable de todo lo que te ha ocurrido -le suplico con desesperación-. Deja a la Tierra en paz y hazme daño a mi.
-¡No! -grito Jaime.
Echó a correr para acercarse hacía Jack, pero Norte le cogió entre sus forzudos brazos. Morticus se rió incredulamente.
-Eso es verdad, pero no me hace falta -indicó.
Todos se extrañaron.
Jack se asombró al acordarse de ese problema.
-¿De qué está hablando? -se cuestionó Hada.
-Jack se muere -declaró Jaime.
-¿Qué? -todos chillaron dirigiendo la mirada al niño.
-Es por sus poderes -continuo 4-0-9-. Los está perdiendo, y eso hace que vuelva a su estado original cuando Jackson Overland cayó muerto en ese lago congelado.
Jack se giró mirándoles con una expresión de tristeza, le entristecía que supiesen eso. Hada fue la que quedó más impactada.
-Jack -dijo.
-No lo entiendo, ¿por qué pasa eso? -crítico Bunny.
-Porque estoy perdiendo amor -aclaró Jack.
Todos le dirigieron una mirada de intriga.
-Mis visiones, la poca fuerza que tengo, todo eso son señales de que mi odio hacía él siempre ha estado dentro de mi pero no me he dado cuenta -comentó señalando que la razón por la que se encontraba así era a raíz de tener a Morticus delante.
Morticus sonrió, estando de acuerdo con él en ese argumento.
-Y eso provoca que no pueda estar bien, no puedo estar bien porque siempre ha estado detrás de mí, siempre ha intentado de perseguirme para hacerme sufrir, porque eso es lo que es, un demonio pegado a mi espalda para quitarme la vida que me queda -comentó soltando honestamente lo que pensaba en realidad de Morticus, eso hizo que su piel se volviese más pálida que antes, su cabello se tornó gris y su mirada cambió a una expresión de agonía y desesperanza.
Dio un paso adelante y se tambaleó.
-Jack -corrieron Jaime y Hada a ayudarle.
Ambos le ayudaron mientras él intentaba sujetarse como podía, sin su cayado, se sentía como un anciano al que le habían quitado el bastón. Levantó la cabeza mostrando una mirada de sufrimiento dirigida hacía Morticus, quien jugueteaba con su cayado.
Volvió a soltar otra risa descarada, pero esta era una risa que mostraba la poca simpatía que le tenía a Jack, le gustaba verlo sufrir de la peor forma inimaginable.
-¿Sabes? He esperado mucho tiempo para esto, y creo que merecerá la pena -se burló acercando la mirada para echárselo perfectamente en cara.
Los otros se enfadaron, pero le ignoraron por completo.
-¿Porque no le puedes perdonar como una persona madura? -le pregunto reprochadamente Hada.
-Porque si lo hiciera, entonces él no entendería que ninguna disculpa se queda sin castigo -indicó señalando superficialmente la razón por la que no se disculpará racionalmente con él.
Hada meneó negativamente la cabeza, ambos le ignoraron y ayudaron a Jack, el joven Guardián se puso a toser largando un agua blanca como la nieve.
-No faltará nada para que se le llenen los pulmones de agua bajo cero -mencionó Morticus. Hada se hartó, se levantó y se dirigió firmemente hacía él, le apunto con la ballesta.
-Si es verdad que ese libro contiene el nombre de su hermana, dilo ahora si no quieres que tu cara se arruine por nada -le advirtió amenazadoramente Hada.
Morticus se rio, ignorando sus amenazas.
-¿Y por qué lo haría? Si prácticamente he ganado -indico obstinadamente.
Todos echaron la mirada hacía la ventana percatándose de algo que pasaba fuera, se veía en las naves Tecnogizadores abriéndose unas compuertas.
-Algo están haciendo -dijo Halt.
-Van a soltar los planoraptores -comentó Morticus.
-¿Ahora? -protesto el Amo.
-Pues claro, les pedí que desplegaran las naves en cuanto llegasen -añadió cortésmente.
Todos se miraron aún más alarmados que antes, se acercaron a la ventana y observaron como todo un grupo de naves parecidas a unos cazas pero con aspecto de buitre, con las alas finas y extendidas hacía abajo salían de las compuertas de los costados. Se juntaron en fila y marcharon aceleradamente dirigiéndose hacía donde estaban ellos.
-Hay que detenerles de algún modo -recomendó euforicamente Jaime.
-Tengo una idea -dijo el Amo, se giró dirigiéndose hacía el grupo de técnicos que se encontraban abajo-. Dirigid los controles de las torretas hacía aquí, que disparen a los planoraptores.
-Si señor -obedeció la mujer técnica.
Todos se pusieron a teclear rápidamente en sus pantallas.
El grupo dirigió la mirada hacía Morticus, quien se mostraba poco reticente a lo que pasaba. -Vamos a destruir tus naves -le dijo amenazadoramente Norte.
-Intentadlo si podéis -espeto incredulamente.
··
Los planoraptores se estaban acercando hacía la estación. Las torretas se activaron, salieron de las ranuras, giraron y apuntaron hacía las naves, dispararon lanzando varias ráfagas de color turquesa que iban dirigidas en forma de espiral contra la horda de planoraptores.
Los pilotos de las naves vieron las ráfagas y se pusieron a esquivarlas girando ágilmente, todas las ráfagas se dispersaron en el espacio mientras los planoraptores se juntaban para atacar como una unidad la estación. Las torretas siguieron disparando con precisión, pero ninguna de las ráfagas que lanzaban conseguían efecto alguno. Los planoraptores sobrevolaron la estación y se pusieron a disparar contra los torretas, les lanzaron misiles que destruyeron las defensas haciéndolas explotar en enormes bolas de fuego. Continuaron atacando hasta que empezaron a disparar contra las demás partes de la estación. Algunas zonas quedaban dañadas.
··
Parte del techo se derrumbó seguido de unas cuantas sacudidas que provocaron que todos se asustasen ante lo que estaba sucediendo. Saltó el sonido de una alarma que resultaba agobiante de escuchar. Bajaron la mirada observando que las pantallas de la sala de mando que manejaban los técnicos se puso rojo.
Uno de ellos se giró para mirarles.
-Las defensas han caído, estamos desprotegidos -anunció seriamente.
-¿Y ahora qué? -se quejó Bunny.
Norte se puso a pensar, indeciso y alarmado.
-No lo sé -contestó sin tener muchas ideas.
-Habéis perdido -interrumpió Morticus-, rendiós ya si no queréis morir aquí.
El Amo se hartó de esta situación y dio un paso al frente.
-Morticus, te lo suplico una última vez, detén esta locura ya mismo, lo que yo y mi hijo te hicimos no es excusa para lo que quieres hacer.
-Ese es el problema, tu hijo tomó una decisión, y esa decisión es la que lo destruirá.
-¿Qué quieres decir? -cuestiono tan comentario que indicaba algo más.
-No solo he traído a las naves, también he traído a tu hijo -declaró.
-¿Qué? -exclamó asombrado.
-Imposible -añadió 4-0-9.
-Les pedí que le recogiesen para traerlo aquí, para así vengarme y matar a dos pájaros de un tiro -confesó seguido de una risa descarada que sonaba demasiado exagerada-. Además, también pensaba aprovechar para que me explique la razón por la que me convirtió en lo que soy ahora, y una vez que sepa toda la verdad, le matare delante de todos tus ojos para que veas lo que se siente que te arrebaten a alguien a quien quieres y no puedas ayudarle.
El Amo quedó indeciso al oír eso.
-¿Qué te parece Amo? ¿Te gusta esa idea? ¿Eh? -le reprochó burlonamente.
Todos le miraron queriendo saber lo que pensaba.
-No, no me gusta nada -dijo solemnemente-. Pero hay algo en lo que te equivocas.
-¿En que? -frunció el ceño.
-En que mi hijo no está ahí -declaró.
Aquello sorprendió a todos de forma inesperada, Morticus fue el que quedó más extrañado ya que ni él mismo se esperaba escuchar una cosa así a estas alturas.
-Mi hijo no está en esas naves.
-Mentira, es un farol. Si él no está en esas naves, ¿porque me han dicho que lo tienen?
-Porque los hombres que dirigen esas naves tienen ordenes especificas mías de no revelar esa información, y si alguien intenta de preguntar por él, mentirán o soltarán alguna excusa con tal de ocultar la auténtica verdad -argumentó señalando que fue meticuloso con ese asunto desde siempre.
-¿Y cual verdad es esa? -replicó nerviosamente.
-No, la verdad es esta Morticus, a mi hijo nunca lo deje en un lugar seguro alejado de todo esto. El quiso quedarse a trabajar en lo que más le gustaba, que era investigar con otros mundos, saber de su cultura y entender porque su raza no cometía los mismos errores que nosotros -aclaro indicando que era todo lo contrario de lo que ellos creían.
-¿Entonces ha estado aquí todo este tiempo? -objetó Jaime.
-Así es, solo oculto bajo un nombre secreto para que nadie supiese su identidad -añadió.
Morticus se quedó pensando nerviosamente.
-Pero eso es imposible, de haberlo sabido lo hubiese descubierto hace mucho tiempo.
-Lo sé, pero mi hijo es listo, y sabe cuidarse solo, por eso se que tengo confianza en que tu jamás le encontrarás -indicó esbozando una sonrisa picarona.
Morticus meneo la cabeza, estaba harto de que le mintieran y de que le tomasen el pelo, por eso mismo decidió tomar las riendas del juego. Apretó fuertemente el cayado provocando que este se iluminase y salieran motas de nieve por la madera del palo. Lo levanto y apunto contra el grupo.
-Todos vosotros, lo único que habéis conseguido es tratarme como un idiota, pero esta vez no lo pienso hacer, esta vez os matare a todos de verdad -comento dirigiéndose hacía ellos con una mirada fría llena de pura furia, luego miro a Jack-. En especial a ti. Se giró dirigiéndose al robot custodio que tenía al lado-. Quema el libro.
El robot custodio obedeció, acercó la llama dispuesto a quemarlo.
-¡No! -grito Nolan alarmado.
Jack alzó la mirada observando atónito lo que estaba apunto de hacer, iba a destruir el libro, el mismo libro que contenía el nombre de su hermana, no podía permitir eso, no podía hacerlo después de todo el tiempo que le costó hallar las respuestas sobre su pasado. Si quería acabar con esto, tenía que dar el último suspiro que le quedaba.
Apretó fuertemente la mano creando una lanza de hielo.
Jaime la noto, miro a la cara de Jack observando que estaba decidido a hacer una imprudencia, una de la que sabía que no saldría vivo.
-Ey Morticus -le llamó.
Morticus fijó su mirada en Jack, el joven Guardián esbozando una mirada seria y entonces lanzó la lanza de hielo, paso por delante de Morticus haciendo que dijese.
-¡No! -vociferó mientras mantenía la mirada fija sobre la lanza.
La lanza chocó contra el robot custodio rompiéndole tanto la mano como el pecho que lo atravesó, el daño provocó que cayese al suelo mientras se apagaba. Tiró el libro y este empezó a caer al suelo. Nolan marchó corriendo a cogerlo, se tiró y lo cogió a tiempo.
-Lo tengo -aviso orgullosamente. Todos se aliviaron.
-Malditos cretinos -les apuntó con el cayado mientras este brillaba con mayor intensidad-. Se acabó lo que se daba, os mataré ahora mismo.
Jaime se hizo hacía atrás aterrado ante lo que iba a hacer. De pronto se acordó de algo, abrió su chaqueta y de ahí asomó la cabeza el Paleductus, lo tenía él, al verle se le ocurrió una idea.
-Vamos, ve por él -le pidió con urgencia.
El Paleductus saltó, aterrizó en el suelo con la ayuda de sus fuertes patas y se puso a corretear por el suelo mientras iba pasando por delante de los Guardianes. Morticus bajo la cabeza observando que un pequeño sér se dirigía hacía él, lo reconoció al instante.
-Un Paleductus -exclamó extrañado.
El insecto saltó sobre él y se puso a meterse dentro de su traje, Morticus le dio tanto asco que se puso a moverse convulsivamente tratando de quitárselo de encima.
-No, vete de ahí, bicho, vete -protestó tratando de meter el brazo debajo.
Todos se le quedaron mirando intentando entender lo que pasaba.
Se cayó al suelo y pudo sentir cómo algo le arrancaba un trozo de piel de su cuerpo.
-No, lo está haciendo -gimió dolorido.
Al cabo de unos segundos el Paleductus salió mostrando con sus garras lo que parecían ser unos pezones arrancados, tenían sangre turquesa en los bordes.
-Oh -todos exclamaron asqueados al ver eso.
-¿Qué demonios es eso? -protesto Bunny señalando al bicho.
-Eso es un Paleductus, un insecto que se dedica a arrancar y comer pezones -aclaró 4-0-9.
Morticus alzó la cabeza observando que el Paleductus se puso a comer sus pezones.
-No, no te los...
El Paleductus se puso a devorarlos rápidamente, en cuestión de segundos no quedó nada.
-Comas -se quejó y bajó la cabeza amargándose con disgusto.
Jack volteo la cabeza fijándose en Jaime, él le miró con una expresión cínica.
-Jaime, ¿no te dijimos que no te lo llevases? -inquirió indirectamente.
Se puso a toquetear las manos en señal de culpabilidad.
-Si, pero es que no podía dejarle donde estaba -excusó.
Jack se rió avergonzadamente al reconocer que no había remedio.
-¿Y ahora qué hacemos con él? -cuestiono Bunny.
El Paleductus saltó al suelo de nuevo, marchó corriendo rápidamente, todos se apartaron atemorizados de lo que pudiese hacer, saltó a las manos de Jaime y este se recostó en ellas.
-Creo que me lo quedaré -convino Jaime.
-No se si eso me parece una buena idea -opinó dudosamente 3-0-6.
-Venga -protestó Jack-, dejáselo, que más mal puede...
De pronto Jack sintió algo, un dolor insufrible en el pecho.
Todos le miraron observando lo desorientado y pálido que se puso de repente, echó a vomitar agua fría que salía de la boca y entonces cayó inconsciente al suelo.
-Jack -todos se acercaron a ayudarle.
Bunny le agarró por detrás de la cabeza para levantársela, el joven guardián abrió los ojos, tenía las pupilas giradas para los costados, aquello los dejó a todos con una mala sensación de repulsión.
-¿Pero qué le pasa? -protesto Jaime.
-Creo que está sufriendo una convulsión -opino Nolan.
Halt acercó la mano para tomarle el pulso, lo tocó y le molesto, apartó la mano de golpe.
-¿Qué pasa? -le preguntó Norte.
-Su cuerpo está helado, es como tocar el hielo de un glaciar -comentó, tiritando de frío.
Ambos le miraron haciéndose una idea de lo que le pasaba.
-¿Pero por qué está pasando esto? -crítico Hada intentando de entenderlo.
-Es lo que me temía -comentó 4-0-9-. Jack ha usado todo su poder y eso ha provocado que disminuya su energía mágica, está volviendo a su estado original.
-¿Su estado original? -balbuceó Bunny.
-De cuando murió Jackson Overland -indico 3-0-6.
Jaime se llevó las manos a la cabeza angustiado.
-No, por favor Jack, no te mueras -le suplico exigentemente con tristeza.
-A... amigos -titubeó Jack, queriendo hablar.
Todos se miraron preocupados ante esta situación.
Morticus se despertó, gimiendo dolorido.
De pronto se escuchó un sonido que hizo temblar la sala. Miraron al frente, hacía la ventana, observando que los planoraptores pasaron por delante de ellos para dar la vuelta a la estación. Ambos se miraron recordando alarmados que estaban pendientes de ese otro asunto. 3-0-6 se levantó y marchó corriendo hacía las escaleras que daban a la plataforma.
-Operador, ¿qué sucede? -preguntó euforicamente.
El Operador se acercó a mirar una de las pantallas de los técnicos, se giró y dijo:
-Los planoraptores han dejado de atacar, se dirigen hacía la Tierra -anunció.
Ambos se cabrearon al ver que ahora tenían que preocuparse de dos cosas importantes.
-¿Que vamos a hacer con esas cosas ahora? -protesto Halt.
-Nada -contestó alguien.
Todos se giraron observando que Morticus estaba consciente, tenía la pua clavada en el hombro, le salía sangre gorgoteando a través de la herida.
-Aunque hagáis algo, Jack morirá, y vuestro mundo será conquistado por los Tecnogizadores, yo gano -declaró concretamente, acto seguido esbozó una risa descarada y bien malévola que dejaba constancia de toda la maldad que tenía dentro.
Todos le miraron con desprecio, pero ninguno se atrevía a hacerle nada.
-¿Debe de haber una manera de ayudarle? -objetó Nolan.
-Su cayado -dedujo 4-0-9-. Si lo agarrá, quizás vuelva su magia.
Todos estuvieron de acuerdo en esa propuesta.
Hada echó la mirada al frente observando que estaba tirado en el suelo cerca de Morticus, continuaba riéndose sin parar. Marchó volando a recogerlo, justo en el momento en que Morticus se disponía a cogerlo de nuevo, quedó con el brazo levantado mirando con sufrimiento a Hada.
Le ignoró con descaró y regresó volando con los demás. -Tomadlo -se lo pasó a Norte.
Norte lo puso encima del cuerpo de Jack, movieron su brazo para que lo cogiese con su mano.
-Venga Jack, tómalo -le insistió exigentemente Jaime.
Jack apretó el cayado, esperaron un buen rato a que ocurriese algo, pero no pasó nada.
-No funciona -soltó 7-5-8.
-No lo entiendo, antes le hizo efecto, ¿porque ahora no? -crítico Halt.
El Amo llegó a una conclusión.
-Porque Jack ha agotado todo su poder -comentó.
Todos le dirigieron una mirada seria.
-Ese último golpe de pie, ha sido la última fuerza que le quedaba, y ahora está perdiendo la magia, lo cual implica que ese cayado ya no sirve porque ya no lo reconoce -señaló honestamente.
Todos se llevaron las manos a la cabeza ante tal agobio.
-Tiene que haber otra manera de ayudarle -opino Halt.
-¿Pero cual? -cuestionó reprochadamente Bunny.
Jaime se puso a pensar en una idea que pudiese servir, sabía que Jack estaba mal por todo el odio que sentía en su interior, así que lo que necesitaba ahora era algo que le entusiasmase de verdad, algo que le hizo sentirse vivo de nuevo.
-El nombre de su hermana -soltó.
-¿Como? -cuestiono Bunny.
-El nombre de su hermana, es lo único que no le permite sentirse bien consigo mismo, si se lo decimos quizás se ponga bien y recupere fuerzas -aclaro euforicamente.
Ambos se miraron reconociendo esa posibilidad.
-Debe de estar en el libro -Nolan se puso a pasar las páginas apuradamente.
Hada veía lo que hacía Nolan y se intuía que le tardaría una eternidad en encontrar ese nombre, y él único que lo sabía era Morticus. Se enfadó de nuevo y marchó volando a juntarse con él, se puso encima de su pecho provocando un enorme dolor, le dolía que le quitasen los pezones.
-¿Dónde está su nombre? -le pregunto reprochadamente.
-¿Por qué debería decírselo? -se lo soltó con desprecio.
Hada se hartó, le levantó la cabeza y le propinó un golpe de puño en su cara que lo dejó más inconsciente todavía, cayó de cabeza al suelo.
-Oh -todos exclamaron asombrados ante lo que hizo.
-No sabía que pudiese pegar así -objetó Halt.
-No es la primera vez que lo hace -comentó Bunny.
Halt le miró extrañada.
La alarma seguía sonando, y con mayor frecuencia.
-Los planoraptores están a 20 kilómetros de la Tierra -anunció 3-0-6 examinando a los técnicos.
Hada se quedó, viendo de nuevo que estaba ante dos problemas.
Agarró a Morticus mientras este se estaba recuperando del golpe.
-¿Cómo detenemos a esas naves? -le pregunto, cambiando de tema.
Morticus rechistó burlonamente, no pensaba decirle nada más.
-Detén esas naves o ayudó a Jack, no puede ser ambas cosas -indicó impunemente.
Hada se cabreó aún más, pero en el fondo tenía razón. No tenían tiempo de hacer ambas cosas, si ayudaban a Jack, sacrificaban y permitían que esas naves atacasen a cualquier persona y posiblemente la matarían, pero si detenían las naves, sacrificaban a Jack y dejaban que muriera. Volteo la cabeza mirando al grupo, todos estaban igual, nerviosos y tensos porque no sabían qué hacer, pero ambos sabían que solo había una decisión razonable que tomar.
-¿Cómo detenemos esas naves? -le pidió, decidiendo la otra opción.
Morticus se rio esbozando una sonrisa picarona.
-Hay un código que yo impuse para abortar la misión -declaró. -¿Cuál?
-Jamás lo diré -soltó descaradamente y se puso a reír malévolamente de nuevo. Todos le miraron irritados de que se estuviera comportando así.
-Por favor Morticus -le suplicó exigentemente-. ¿Por qué haces todo esto? ¿Por qué tanto odio?
-Porque estoy harto de sufrir, y quiero que todos sufran -le comentó descaradamente.
-¿Cómo sufriste? -objetó honestamente.
Esa objeción tan honesta le dejó indeciso, no sabía qué contestarle.
-¿Como? -le pregunto intrigado.
-Tu no haces esto para vengarte de Jack, ni de él -dirigió la mirada hacía el Amo-. Lo haces porque no puedes soportar la idea de no haber sido un buen hermano para Von.
Eso fue algo que pudo reconocer abiertamente.
-Le prometí que nos haríamos con el mundo juntos -contestó con tono calmado.
-Así es, pero hubo un problema, ¿verdad?
Frunció el ceño, intrigado por lo que tuviese que decir.
-Él nunca quiso que gobernasen el mundo, quería que solamente le cuidasen, que le tratasen como una familia, como la que nunca tuvo -argumentó razonando confiadamente con él, volteo la mirada dirigiéndose de nuevo al Amo-. Pero ellos te enseñaron mal, te hicieron creer que podrías ser poderoso, pero jamás lo iban a hacer, ¿cierto?
Morticus se lo replanteó, desde que se alió con los Tecnogizadores, siempre creyó que sería especial, que recibiría un premio por ello, pero el Amo ni nadie más le permitió nada, solamente dejaron que continuase su trabajo como si fuese una mula de carga.
-Si no fuese por ellos, tú no te habrías convertido en el hombre que eres ahora, y quizás nada de esto hubiese pasado -señaló honestamente.
Abrió los ojos quedándose nefasto al replantearse eso, tenía razón, su mayor problema no era que los Tecnogizadores le habían mentido, sino que se creyó una idea que creía real, y como no lo fue, se llenó de más odio del que ya tenía por toda su horrible infancia.
-Von intento de ayudarte.
-Pero no le escuche -continuo-, y permití que sucediera lo que pasó.
Eso provocó que soltara unas lágrimas turquesas y brillantes de sus ojos.
Todos se quedaron absortos viendo su repentina reacción, era la primera vez que le veían llorar.
-Yo le maté, no Jack, yo tengo la culpa -reaccionó alterado y se puso a golpearse en la cara.
-Para -le insistió Hada queriendo calmarle.
Morticus le miró entristecido.
-Tu no tienes la culpa de lo que paso, lo que ocurrió fue un accidente. Te dejaste llevar por un mal odio infundado, y eso ocasionó todos los incidentes que llevaron a la muerte de tu hermano, y a casi la tuya -le comentó intentando de que viese el problema de otro modo-. Pero lo que pasó ese día no debe infundirte ahora, tienes que dejarlo ir, porque sino te matará.
-Ya estoy muerto, todos vosotros estáis muertos -protestó señalando acusadoramente a todo el grupo, se recostó en el suelo ignorandoles-. No merece la pena seguir con esto, no pienso ayudaros, pienso morirme para así irme con Von, como debería haber hecho desde el principio.
-Por favor Morticus, no digas eso, aún puedes hacer algo por él.
-¿El qué? -le miro de reojo.
-Ayúdanos a detener esas naves.
-¿Por qué debería hacerlo? No tengo nada ni a nadie por lo que vivir.
Eso era otra cosa cierta, Morticus ya no tenía a nadie, no tenía amigos y no tenía familia, aunque le hiciesen algo o le mataran, él seguiría muriendo con la razón en la cabeza. Tampoco podían hacer nada, excepto una cosa que seguro que desconocía.
-Tengo una idea -dijo.
Frunció el ceño extrañado.
-Te daré la oportunidad de poder ver a tu hermano -soltó seriamente.
-¿Qué? -todos chillaron sorprendidos.
-¿De qué hablás? -le pregunto extrañado.
-Seguramente en mi Palacio tendré los dientes de tu hermanos, y los tuyos también.
Frunció el ceño extrañado ante esa posibilidad.
-Mentira -soltó amargamente.
-No, no lo es, los tengo, y si no me dices cómo detener a esas naves, entonces no podré ayudarte -acoto estrictamente.
Morticus no sabía qué hacer, odiaba que le dijese eso, pero había leído sobre Hada y sabía de lo que era capaz, pero no comprendía porque quería proponerle eso.
-¿Por qué quieres ayudarme? -se cuestionó con tormento.
-Porque eso es lo que él hubiese querido -dijo Jaime levantándose esbozando una mirada firme-. Jack siempre ha querido ayudar a los demás, incluso de aquellos que no se lo merecían, y si él se va a morir, al menos le gustaría que por lo menos quedase algo de bondad en aquellos que no quieren darse cuenta de que necesitan más ayuda de la que necesitan.
Ambos le miraron conformes con ese argumento.
Hada volvió a mirar a Morticus, esbozando una mirada firme de confianza que dejaba bien claro de que le dijo lo que le tenía que decir. Morticus se quedó pensando, reticente a aceptar esta idea. De pronto 7-5-8 se le acercó, mirándole con impunidad.
-Hazlo Morticus -le pidió con total sinceridad-. No hagas que todo por lo que hemos luchado acabe de esta manera, ya muchos han muerto, no dejes que años de rabia contenido terminen de esta manera, te arrepentirás suceda lo que suceda.
Asintió con la cabeza reconociendo que tenía razón, desde que habían llegado a la Tierra, había muerto demasiado gente, tanta que empezó a darse cuenta de que se acrecentó de una manera poco agradable. Estaba cansado, cansado de seguir luchando por una guerra en la que ya no le encontraba sentido, lo único que quería era descansar, y quizás desprenderse de todo lo que le agobiaba, y si era cierto que Hada le podía dar eso, entonces no podía desaprovecharlo.
-Si es cierto lo que me dices -cogió la púa que tenía clavada en el hombro y se la arrancó de cuajo-, te prometo que te mataré si me arrepiento de esto.
Hada asintió estando de acuerdo con su aviso, aunque no le gustase.
Le ayudó a levantarse con la mano y entonces se acercó al panel, 3-0-6 se apartó dejándole el control, se puso a teclear rápidamente en el teclado digital mientras todos le miraban tensos, no confiaban en él, pero tenían esperanzas en que hiciese lo correcto ahora. Siguió tocando hasta que dio con las comunicaciones de las naves exteriores.
-Aquí el amo Morticus, solicitó abortar la misión. Repito. Solicito abortar la misión, la clave para abortarla es 1-6-8-4. Repito, la clave es 1-6-8-4 -comunicó con seriedad.
Finalizó la comunicación y todos se quedaron mirándolo con curiosidad.
-¿Y ahora? -le preguntó Hada.
-Ahora hay que esperar a que se lo comuniquen a todas las naves -declaró. Todos se miraron tensos, poco confiados en su palabra.
De pronto Jack empezó a gemir.
-No te preocupes chico, te estamos ayudando -le consoló Bunny.
Jack estaba más frío y más pálido, parecía un cadáver.
-¿No hay algún médico en esta estación? -pregunto Norte.
-Lo había -soltó amargamente Morticus.
Todos le miraron con extrañeza.
-¿Qué quieres decir? -cuestiono Nolan.
-El único médico que había en la estación era el doctor -comentó el Amo.
-Y murió asesinado por ti -soltó descaradamente Morticus.
Todos se miraron indecisos ante esa revelación.
-¿En serio me estás diciendo que solamente había un médico en esta estación que alberga como a cien de los vuestros? -cuestiono reprochadamente Halt.
-Nosotros los Tecnogizadores siempre salimos victoriosos sin un rasguño, pero si lo hay, los ingenieros se ocupan de arreglarles con modificaciones -menciono 7-5-8.
Norte se quedó asimilando ese hecho, ahora comprendía porque introducían más Tecnia en el cuerpo, porque en el fondo no eran humanos, eran más máquinas orgánicas que otra cosa.
-Genial, ahora no tenemos médico ni forma de curarle, estamos apañados -se quejó Bunny sintiendo que no había forma de solucionar este problema.
Jack estaba medio consciente, pero en su cabeza solamente podía ver las imágenes de todos los recuerdos que había estado presenciado de su pasado, de su vida como Jackson Overland. Enfrentarse a Morticus, lidiar con su madre, y razonar con su hermana para que entendiese que jamás estaría sola, en todas esos recuerdos no paraba de decirle "hermana", todo el rato la misma frase. Se puso a rebuscar en su mente cualquier atisbo de señal que indicase su nombre, pero no lo encontraba, solamente veía el mismo suceso de cuando se moría una y otra vez.
Nolan siguió buscando en las páginas, las pasaba rápidamente hasta que no pudo encontrar nada más, cerró el libro de golpe.
-No lo encuentro -soltó nerviosamente.
Halt se quejó al oír eso.
-¿Es cierto que el nombre de su hermana estaba ahí? -le pregunto a Morticus con desdén.
-Lo vi, está ahí -dijo.
-¿Dónde? -se quejó Hada.
-No en las páginas, sino en la última portada.
-¿Qué? -todos se extrañaron al oír eso.
Nolan abrió el libro de nuevo, pero esta vez por el otro lado, pasó la portada del final y observó que había un mensaje escrito en él, estaba pintado de dorado y escrito en una tipografía antigua.
-Está aquí -dijo asombrado.
Hada y Bunny se acercaron para verlo.
-¿Como no me di cuenta? -cuestionó murmuradamente Nolan.
-Aquí pone -se puso a leer Hada.
Querida Mary Katherine.
Te entrego este libro para que sepas que nuestro mundo es un lugar especial, he visto cosas que superan nuestra imaginación, hay seres extraordinarios que protegen este mundo, y otros que pretenden destruirlos, pero todos tienen un objetivo por cometer.
Desde que la abuela nos contó lo que le sucedió al pobre Jackson, que la salvó de caer a un lago congelado, he creído en el fondo que existe una posibilidad de que siga vivo, pero como otra persona. No se exactamente donde se encuentra, pero deduzco que en algún momento aparecerá y demostrará que su legado perdura en él.
Cuida de este libro como se que tu cuidarás su memoria, porque algún día lo que esté escrito en él ayudará a otros.
De tu padre, William Joyce, para ti hija mía.
Todos alzaron la vista mirándose fijamente al descubrir lo que ponía.
-Veis que estaba -exclamó Morticus.
-La chica de la que habla no es su hermana -declaró Bunny.
-¿Qué? ¿No es ella?
Todos se acercaron para ver y entender mejor el mensaje.
-No, aquí pone que la madre contó como Jackson murió, la madre se convirtió en abuela -le aclaro Hada, se puso a indagar en ese mensaje-. Un momento -miró a los demás-. William Joyce, el creador de este libro es hijo de la hermana de Jack.
-Y Mary Katherine es la nieta -dijo Jaime, cerciorándose de que también era pariente de ella.
-Pero no lo entiendo, ¿no fue el padre de Jack quien escribió el libro? -crítico Morticus.
-No, el padre de Jack se marchó cuando era chico, nunca hizo nada por él y su hermana -le aclaró retrospectivamente Hada.
Morticus se quedó indagando.
-¿Pero entonces porque no tengo ese recuerdo en mi cabeza? -se cuestionó rascándose la sien-. Cuando le absorbí la mente debería de tener todos sus recuerdos, porque no tengo eso.
3-0-6 miro a Jack, tirado en el suelo temblando de frío, al verle empezó a venirle una incógnita a la cabeza que le hizo intuirse que quizás había algo en él que ninguno tuvo en cuenta.
-Claro -exclamó.
-¿El qué? -le preguntó Norte.
-La mayoría de los recuerdos de Jack están opacados, desordenados, por eso no has podido absorber esa información -comentó dirigiéndose a Morticus-. Porque sus traumas lo bloquean.
Morticus le resultó extraño oír eso, pero también se cercioro de otro hecho importante.
-Como me paso a mí -indico-, tarde bastante en recordar quien era yo antes.
-¿Pero entonces esto que nos quiere decir? -intervino Halt-. ¿De qué nos sirve para ayudar a Jack?
-No lo sé, tampoco dice nada de su nombre -señaló Nolan.
-¿Y cómo se lo hacemos saber? -cuestiono Jaime.
-Creo que esto en realidad es cosa suya -opinó el Amo, mirando fijamente a Jack-. Él debe buscar en el interior de su subconsciente ese recuerdo que le dice como se llama su hermana.
-¿Y qué pasa si no logra encontrarlo? -objetó Jaime.
-Entonces me temo que ya es tarde para él -dijo honestamente.
Todos se preocuparon más ante la idea de perderlo cuando estaban tan cerca de descubrirlo.
Jack continuaba atrapado en su subconsciente, viendo recuerdos de momentos que le hicieron suponer un enorme riesgo, cuando fue capturado por Morticus y su banda, cuando fue engañado por Pitch, y cuando tuvo que convencer a Jaime de que creyese en él, cuando se enfrentó a Morticus al querer rescatar a Jaime y a los otros, y de muchos más. Veía todo esos momentos y le hicieron darse cerciorarse de todo lo que se arriesgo para seguir luchando, pero ahora ya no podía más, estaba cansado, agotado de seguir combatiendo contra un problema que no podía solucionar.
Sentía que ya era hora de partir.
De pronto saltó el comunicador, ambos se sorprendieron.
-Aquí Crucero Estelar Tecnogizador, informe -exigió una voz.
Morticus se acercó de nuevo al panel.
-Aquí Morticus.
-Hemos recibido su clave, hemos decidido abortar la misión.
Todos se miraron entusiasmados al oír eso.
El operador se acercó corriendo hacía ellos.
-Los planoraptores se alejan de la Tierra, han dado la vuelta -informo con euforia.
Aquello hizo que todos estallasen de alegría y se echasen mutuos abrazos de felicidad, Nolan y Halt se abrazaron, los Guardianes se abrazaron junto con Jaime que reía jubiloso, 4-0-9 lloró de alegría, el Amo esbozo una sonrisa de alivio, 3-0-6 se llevó las manos a la cabeza del agobio que tenía y Morticus quedo con una mirada de indiferencia ante este momento.
Escucharon un sonido siseante, echaron la mirada al frente observando que los planoraptores estaban pasando por delante de ellos, estaban regresando hacía los cruceros de enfrente.
-Lo hemos conseguido de nuevo amigos -exclamó orgullosamente Norte.
-Si -dijo Bunny echándole una mirada picarona a Halt.
Reaccionó rápidamente y se rasca la nuca de vergüenza.
Hada se giró y observó que Jack continuaba mal, apenas se le veía respirar o siquiera mover un solo gesto de su cara, estaba prácticamente muerto.
-¿Qué hacemos ahora? -se cuestionó Bunny.
-Creo que despediros de él -recomendó el Amo. Ambos le miraron con angustia.
-Es lo mejor que podéis hacer por vuestro amigo.
Ambos se miraron disconformes con esa propuesta, pero analizando toda la situación, ya no tenían muchas opciones, debían despedirse de él ahora que tenían la oportunidad de hacerlo.
Hada se acercó y se arrodilló a su lado, le cogió de la mano mientras le miraba entristecida. Todos se pusieron a mirarle por detrás. Quedaron tan absortos al ver que su amigo no se movía. En especial Jaime quien empezó a caerle lágrimas de sus ojos, se arrodilló al lado de Hada.
Ambos se miraron reconociendo que ya era demasiado tarde.
Morticus también se acercó, mirándoles con indiferencia.
Jaime se enderezó mirando fijamente a Jack, respiró profundamente y acto seguido dijo:
-Jack, se que nos conocemos desde hace poco, pero me parece que tu me conoces de toda la vida -pronunció Jaime con tristeza-. Al fin y al cabo somos parientes, eres mi tatarabuelo.
Todos se miraron indecisos al descubrir eso, no tenían ni idea.
-Durante mucho tiempo fuiste mi protector, mi Guardián, mi hermano, si no fuese por ti, ahora mismo habría perdido la esperanza de creer en lo imposible, y quizás eso hubiese permitido a Pitch gobernar el mundo -añadió, recordando la primera vez que lo conocía-. Me dijiste que no dejase de creer, ni aunque la luna se ocultase una vez saliese el sol. Yo no he dejado de creer en la Luna, como se que no he dejado de creer en ti para que me salves.
Hada le miró complacido al ver cuánto le admiraba.
-Antes me preocupaba de que no te pasase nada ya que sino me sentiría mal, pero ahora me doy cuenta que en realidad quien más se preocupaba eras tu. Tú siempre te sacrificas por los demás. Te sacrificaste por tu hermana, y te sacrificaste por mí, y por todos nosotros -volteo rápidamente la mirada hacía todo el grupo.
Todos esbozaron una sonrisa de elogio y admiración. Miro de vuelta a Jack, sollozando de tristeza.
-Tu siempre te sacrificas, pero no porque sea tu obligación, sino porque eres un héroe Jack, siempre lo has sido, hasta el final -se tiró encima de Jack dándole un último abrazo.
Todos se miraron consternados ante ese último comentario. Jaime se puso a llorar, Hada le cogió enderezando, le caían lágrimas de los ojos, se las quitó con el dedo y luego le abrazó para consolarle, ella también se puso a llorar.
Sandy se puso a llorar, materializando gotas de arena por encima de su cabeza.
Bunny se acercó arrodillándose a su lado.
-Tu y yo al principio nunca hemos caído bien, siempre peleándonos por tonterías sin sentido. Una vez me llamaste Canguro de Pascua -comentó soltando una pequeña risilla irónica.
Norte se rió, recordando ese suceso.
-Pero después te perdone, me convertí en tu amigo y me hiciste creer de nuevo en la magia, y en muchas otras cosas, como en los niños. Hiciste todo aquello que yo antes nunca podría haber hecho, porque en el fondo solamente soy un conejo cascarrabias -asintió lamentándose al cerciorarse de lo imperfecto que era-. Pero gracias a ti he sabido cambiar a mejor persona.
Bunny no lo pudo soportar y empezó a llorar, se llevó sus patas a la cara. Halt se acercó y le consoló, le ayudó y lo alejó queriendo que no le siguiera viendo como estaba.
4-0-9 se acercó, mirándole con tristeza.
-Si no fuese por ti, ahora mismo continuaría metido en esa celda creyéndome las mismas mentiras que me he estado creyendo desde siempre -explicó resignado-. Tu me ayudaste a salir de ahí y ver que tengo que por mi mismo y reconocer qué cosas valen la pena y que no. Además, me parece que ni te agradecí por sacarme -se enderezo mirándole a la cara-. Gracias, por sacarme.
Todos le miraron halagados por ese agradecimiento.
4-0-9 se alejó, permitiendo que ahora Nolan se despidiese de él.
-Cuando estuve en Afganistán, pensé que moriría ahí, sin que nadie me rescatase, pero alguien me salvó -comentó rememorando aquel suceso que lo cambió todo para él-. Pensé que serían los Guardianes, que habían regresado por mi para salvarme, siempre creí esa idea, pero ahora me doy cuenta de que no fue así -fijo perfectamente su mirada en Jack-, quien en realidad me salvo fuiste tu, lo hiciste sin darte cuenta, y te estoy tremendamente agradecido por ello. No por salvarme la vida, sino también por la de aquel niño que venía conmigo. Nos diste esperanza a ambos, de creer en lo imposible, y ahora por fin lo he demostrado -echó una sonrisa picarona al grupo, se sentía halagado de estar con ellos-. Nunca sabré cómo hacértelo pagar Jack, pero hay una cosa que sí puedo decirte, y es que me siento orgulloso de ti, de todo lo que haces, y lo que haz hecho por nosotros. Si fueses un soldado, te daría ahora mismo una medalla, pero me conformo con que sepas que tienes toda mi gratitud -se golpeó en el pecho-, para siempre.
Nolan bajo su puño, asintió con seriedad, Halt le agarró del brazo y lo alejó, se mostró inexpresivo sin saber cómo reaccionar, ambos se miraron reconociendo lo doloroso que era.
Morticus se acercó, mirando con indiferencia al grupo. Todos se giraron observándole con intriga, no sabían lo que iba a hacer, pero ponía una expresión que indicaba que también tenía algo que decir, esbozo una mirada seria y acto seguido dijo:
-En su momento te odie, por lo que le hiciste a mi hermano, te odiaba tanto que espere años y años para poder encontrarte, para hacerte saber lo que sentía. Quería que sufrieses de la misma manera que yo sufrí -comentó sonsacando honestamente todo lo que ahora pensaba-. Pero había una cosa que jamás entendí, y era el porque siempre te preocupabas tanto por los demás.
Todos le miraron intrigados al ver que parecía estar mostrando algo de empatía.
-Y eso era porque tú tenías a gente que te quería, tanto siendo Jackson Overland como Jack Frost. En cambio yo nunca tuve a nadie, nunca supe lo que era sentir amor, entusiasmo y orgullo, lo único que conocía era el odio, y el odio me destruyo por dentro -levantó las manos fijándose en ellas, se dio cuenta de que apenas podía reconocerse siendo un Tecnogizador-, y en cuanto te vi, defendiendo a tu gente me cabreó aún más, me cabreó porque no podía entender cómo alguien podía rechazar semejante poder y desperdiciarlo sin usarlo para uno mismo -giro la mirada dirigiéndose de nuevo hacía Jack-. Nunca lo entendí, nunca quiso hacer el esfuerzo siquiera, pero ahora que te está pasando esto, no me hace sentir mejor, ni calmado, ni agradecido, ni aliviado. Solamente me hace sentirme más solo de lo que ya estaba. Supongo que eso es lo que se siente, cuando uno consigue vengarse, y quizás me lo merezca por todo lo que he hecho.
Morticus se alejó dándoles la espalda, se apoyó contra la pared del enfrente y se puso a asentir con malestar al intentar comprenderse a sí mismo.
Luego se acercó Sandy, se mostró triste, la luz que desprendía su cuerpo se estaba apagando, materializó por encima la cabeza unas siluetas con la forma de él y Jack, ambos estaban abrazados, tratándose como amigos, asintió con la cabeza y se golpeó el pecho en señal de gratitud.
-Bien dicho Sandy -le felicitó Bunny por esa muestra de gratitud.
Sonrió entusiasmado y se alejó mientras Jaime y Bunny le consolaban para que no se mostrase tan mal, eso hizo que su cuerpo volviera a iluminarse de nuevo.
Volvieron a echar la mirada de vuelta a Jack. Hada se quedó mirándole fijamente, cada vez que le veía, le hacía recordar a ese muchacho agradable y guapo que había conocido siglos atrás, esa fue una de las razones por las que se enamoró de él, pero ahora que le conocía bien, ya no solamente estaba enamorada, sino le amaba, le amaba como la mejor persona que había conocido en su vida, le necesitaba, no podía aceptar perderlo así. Pero viendo su aspecto pálido, le hizo cerciorarse rápidamente de que no iba a poder ser, le había perdido.
Le acarició suavemente el cabello para dejárselo mejor, ahora le gustaba más.
-Llevo conociéndote durante años, pero siempre me daba vergüenza hablarte. Estar tanto tiempo metida en mi Palacio me hizo tímida e incapaz de expresarme con la gente como hacía antes -comentó sincerándose con él por última vez-. Pero cuando te uniste a nosotros, de lo único que me preocupaban eran tus dientes tan blancos y perfectos.
Norte se rió, recordando la manía que le tenía antes.
-Pero cuando te uniste a nosotros para combatir a Pitch, me di cuenta de que había algo especial en ti, no sabía lo que era, pero después de todo este tiempo que hemos pasado juntos, ahora lo he entendido -bajo la cabeza pensativo-. Eres especial porque logras que la gente saque lo mejor de si misma, no te completas solo con hacer que todos seamos felices, sino que también nos demos cuenta de lo hermoso que es la vida y las cosas tan sorprendentes que puede darte. Tu me lo enseñaste al presentarme a Kaity, me diste una experiencia que no había conocido en mucho tiempo, y... -se pasó las manos por los ojos para quitarse las lágrimas, no se dio cuenta de que estaba llorando hasta que percibió las miradas de los demás, fijándose en ella con tristeza.
Ninguno quería decirle nada, querían que tuviese su momento para despedirse.
-Y lo peor de todo es que una vez que vi tus recuerdos, me di cuenta de que siempre has sido un chico bondadoso, valiente y honrado. Eres alguien que siempre se preocupó y se sacrificará por los demás, no importa lo que te pase, como haz hecho ahora -apoyó fuertemente su mano contra su pecho, le miró con una expresión de pura tristeza-. Nos has salvado Jack, nos has salvado a todos, como haces siempre. Y aunque en una vida seas una persona distinta, y en esta otra, hay una cosa que nunca dejaré de hacer, y será quererte. Te amo Jack, y siempre lo haré.
Se acercó y le propinó un suave beso en los labios, sin darse cuenta parte de su magia pasó al interior de su boca, se le iluminaron los cabellos por unos segundos.
Se alejó y Jaime la consoló apoyando su mano sobre su hombro, luego ambos se abrazaron mientras sollozaban entristecidos ante su pérdida. Todos se sintieron mal, incluido el Amo, que ahora empezaba a comprender sus emociones, volteo la mirada hacía 3-0-6, quien también mostraba la misma mirada de comprensión, ambos estaban en sintonía con esa idea.
Morticus no quiso mirar, se sentía culpable, e incapaz de aliviarse con su muerte.
Se hizo el silencio en la sala.
Mientras tanto, Jack continuaba metido en su subconsciente, viendo todos los recuerdos de la gente con la que había estado, recordaba estar con su hermana, con su madre, luego con Jaime y Sophie, con los chicos, con Bunny, con Norte, con Sandy, con los yetis, con Baby Tooth, con 4-0-9 ayudándole durante el camino para salir de la estación, y por último con Hada. Le vinieron todos los recuerdos de estar con ella, cuando la conoció, cuando la ayudó, cuando le abrazó tras haber derrotado a Pitch, cuando la llevo a ver a Kaity, cuando la consoló después de haber sido vencidos por los Tecnogizadores, y cuando ambos estuvieron metidos los recuerdos de cada uno, y terminando con ella dándole un beso en los labios.
Aquello último hizo efecto en él.
De pronto Jack pegó un saltó que hizo que todos se sobresaltasen. Luego se puso a temblar como si lo estuviesen electrocutando, ambos se miraron indecisos al no entender lo que pasaba. Morticus levantó la cabeza con seriedad, se acercó para ver qué ocurría.
-¿Jack? -soltó Jaime.
-¿Pero qué le ocurre? -se cuestionó Halt.
-Creo que está empezando a recordar -opinó 3-0-6.
-¿Recordar? -se asombró Bunny.
-No se como lo habéis hecho, pero me parece que Jack ha dado con algo que le está haciendo recordar -concluyó poniéndose pensativo con el dedo en la barbilla.
-¿Entonces eso significa que se está poniendo bien? -le preguntó Hada.
-Si, pero a menos de que no hagamos algo, Jack perderá ese recuerdo y morirá del todo. Todos se miraron entre sí atónitos.
-¿Pero qué? -se cuestionó Nolan.
Se pusieron a pensar nerviosamente en una opción, estaban tan desesperados que no les daba ni tiempo para que les viniese alguna idea a la cabeza. Sandy tenía el dedo sobre la barbilla pensativo, tenía una idea, sabía que tenía el suficiente potencial para hacer algo, pero no sabía que, entonces recordó lo que le dijo Bunny antes.
Materializó una bombilla por encima de su cabeza que se iluminó con un tono color ámbar. -Sandman, ¿tienes algo? -le preguntó Jaime, notando esa bombilla en su cabeza.
Afirmó meneando la cabeza. Se acercó y apoyó sus manos sobre el pecho de Jack. Aquello hizo que todos notasen como el creador de sueños estaba apunto de hacer algo.
Cerró los ojos y se concentró.
Comenzó a liberar motas de arena doradas de sus dedos, todas ellas cubrieron el cuerpo de Jack y una pequeña porción se metió dentro de él a través de sus orejas. Todos miraron atónitos lo que estaba sucediendo, los técnicos voltearon las miradas intentando de ver lo que sucedía.
-¿Qué está haciendo? -se cuestionó 7-5-8.
Hada le rechistó, quería que ninguno dijera nada.
Sandy se concentró profundamente, fue moviendo la cabeza de lado a lado mientras más magia dorada emanaba de su cuerpo, aquellas motas de arena empezaron a rodear la cabeza de Jack formando un espiral que fue creciendo a medida que comenzaron a materializarse figuras hechas de arena. Quedaron absortos al ver eso, una por una fueron apareciendo figuras de arena que iban girando alrededor de aquel espiral que parecía un baile. Entre ellas se podía ver a Jack jugando con niños, con una niña que parecía su hermana, luego patinaba en el hielo, luego volaba junto a un chico montado en un trineo. Jaime se rió, se percató de que se trataba de él, de cuando cometieron aquella travesura en trineo que provocó que se le cayera un diente, eso era algo que nunca iba olvidar por nada. Luego se vio luchando contra las pesadillas de Pitch, contra los Tecnogizadores, y finaliza estando con Hada. Hada se entristeció al ver que le recordaba.
Dentro de su cabeza, Jack estaba recordando de nuevo todos los recuerdos, los que tenía de su hermana, incluido cuando la vio por última vez en el hielo.
··
La hermana de Jack estaba pisando un hielo que se estaba resquebrajando, Jackson Overland estaba al otro lado tratando de mantenerla calmada.
-Jack, me voy a caer -dijo su hermana. -No te preocupes, te recogeré.
El hielo se resquebrajó aún más, la niña se puso aún más nerviosa.
-No se si puedo.
-Confía en mí.
Jackson miró fijamente a su hermana.
-Recuerda que siempre te protegeré.
La niña le miró esbozando una sonrisa de confianza. -Recuerda que siempre te querré. Emma.
··
El espiral de magia aumentó hasta que estalló largando una aureola de polvos de magia que se extendió por toda la sala, y de ahí por toda la estación.
Se disiparon en pequeñas motas de polvo doradas que fueron cayendo como una lluvia de lágrimas, una de ellas cayó sobre la nariz de 4-0-9, estalló como una burbuja, eso hizo que se riera.
Todos se miraron intentando comprender la situación.
-¿Qué es lo que ha pasado? -pregunto Halt con dudas.
Bunny miró a Sandy, esbozaba una mirada de confianza que indicaba que hizo lo que le parecía correcto, al verle empezó a hacerse una idea. De pronto Sandy cerró los ojos y cayó de cara contra el suelo, todos se alarmaron y se acercaron a ayudarle.
-¿Qué le ha pasado? -se cuestionó Nolan.
-¿Será por lo que le ha hecho a Jack? -preguntó Jaime.
-Quizás -opinó Norte intrigado.
Bunny empezó a recordar.
-Sé lo que ha hecho -dijo, abriendo unos ojos de asombro.
-¿El qué? -le preguntó Hada.
-Ha sacado todo su potencial -declaró.
-¿Su potencial? -cuestionó el Amo.
-Antes Sandy tenía miedo de creer que no podía hacer nada por el equipo, de que no era lo bastante fuerte y que no era capaz de sacar todo su potencial -comentó recordando la conversación que tuvieron antes-, creo que ahora ha sacado todo su potencial, y lo ha usado para curar a Jack.
Ambos miraron asombrados al Creador de Sueños, quedaron extrañados al enterarse de eso, no tenían ni idea de que Sandy pensase de esa forma.
-Tiene razón -dijo Jaime, tenía la mirada fija en Jack-, le ha curado, ya no tiembla.
-¿Pero que le ha hecho? -se siguió cuestionando Halt.
-Creo que le ha ayudado a encontrar su recuerdo -opinó 3-0-6.
Ambos se miraron haciéndose a la idea de que podría haber funcionado.
-Jack -se acercó Hada a verle.
Continuaba igual de inconsciente, pero ahora tenía el mismo aspecto de antes.
-¿Por qué no despierta? -se cuestionó Jaime.
-Creo que habrá que darle algo de tiempo -opino Norte, volteo la mirada a Sandman, a los dos.
Todos asintieron con la mirada al ver que ahora tenían que preocuparse de dos personas más.
El cayado de Jack continuaba agarrado a su mano, comenzó a iluminarse, la mano lo cogió y entonces empezó a iluminarse emanando una luz turquesa que llamó la atención de todo el grupo. Todos se miraron intentando entender qué era lo que pasaba, no sabían si iba a estallar o se iba a descontrolar como una máquina, Jaime miró fijamente a Jack, asumiendo que algo pasaba con él.
-¿Jack? -soltó absorto.
Su cara hizo gestos hasta que de pronto despertó lanzando un fuerte alarido mientras levantaba la cabeza, todos se asustaron alejándose ante esa repentina reacción. Jack se levantó sentándose con las palmas de sus manos apoyadas sobre el suelo mientras largaba un fuerte suspiro de sofoco, giró lentamente la cabeza observando que tenía delante a sus amigos.
-¿Jack? -le preguntó Hada, tenía miedo de que no le reconociese.
-Hada -soltó.
Movió la mirada hacía Jaime.
-Jaime -continuo.
-Jack -bramó entusiasmado Jaime-, estás vivo.
Saltó abrazando fuertemente a Jack mientras se removía con alegría.
-Estás vivo, estás vivo -chilló mientras reía con euforia.
-Ey -exclamó Jack atolondrado, le dio un fuerte abrazo y se rio entusiasmado.
Todos se miraron entusiasmados al ver que volvió a la vida.
Jaime se separó y le miró fijamente a la cara, le caían lágrimas de los ojos.
-Creía que te había perdido para siempre.
-Y yo también -se rió, intentando asimilar la situación.
Hada se tiró encima de él propinándole una serie de besos en las mejillas que le dejaron atónito. Se separó y le miró con tristeza a la cara.
-Ey -protestó Jack sintiéndose raro.
-Creí que te perdería -le dijo cariñosamente.
-Lo sé -asintió comprendiendo sus sentimientos.
-No me vuelvas a hacer eso nunca más -le pidió explícitamente.
-No lo haré -prometió con confianza.
Volvió a abrazarle sintiéndose a gusto de que se lo dijese.
-Jack, ¿te encuentras bien? -le preguntó Norte.
-Me encuentro perfectamente, como si no me hubiese ocurrido nada -comentó con tono enérgico.
Ambos se rieron al ver que también regresó su entusiasmo.
-Jack -prosiguió Jaime-. ¿Encontraste lo que querías? ¿Pudiste ver a tu hermana?
Jack se puso a recordar.
-Si, lo hice -se sobresaltó.
-¿Y? -exclamó Halt.
-Ya lo recuerdo, ya recuerdo como se llamaba -abrió la boca esbozando una expresión de gratitud-. Se llamaba Emma, su nombre era Emma -se puso a reírse de la alegría que le daba.
-Emma -dijo Nolan.
Todos se rieron entusiasmados al oír eso.
-Su nombre completo debería de ser Emma Overland Frost -opinó Jaime.
-Si -le dijo Jack la razón.
Jack estaba tan contento que se puso a soltar unas risas eufóricas, de pronto se acordó de algo.
-Un momento, ¿qué sucede con las naves? ¿El Plan de conquista a la Tierra? -preguntó cambiando su estado a uno de pura preocupación.
-El plan de conquista se ha cancelado -declaró 3-0-6.
-Ah, menos mal -cerró los ojos y suspiró con alivio.
-No lo podríamos haber hecho sin su ayuda -comentó 7-5-8 dirigiendo la mirada hacía Morticus.
Jack giró la cabeza hacía Morticus, estaba parado en medio de la sala con los brazos cruzados esbozando una mirada de indiferencia, no sabía qué decir.
-Tu, has cancelado tu...
-Si, lo he hecho -confirmó con disgusto-. Todo aquello por lo que luche ha terminado.
-¿Pero cómo? -se cuestionó.
Le resultaba sorprendente que después de todos los años ocurridos todo hubiese acabado bien, pero ahora le parecía más surrealista que Morticus haya pasado de conquistar la Tierra a abortar su propio plan de una manera tan simple.
-Tu tenías razón Jack, he estado obsesionándome con mi venganza durante años, que no me he dado cuenta de que el verdadero culpable de todo lo que ocurrió fue por mi culpa. Jamás tendría que haberte secuestrado a ti y a tu hermana, debería haber escuchado a Von y haber huido sin que el Amo nos encontrase, tener la vida que jamás pudimos tener -argumentó sincerándose con él mientras intentaba apartar la mirada para no reconocer su vergüenza.
Jack quedó impresionado, no se esperaba que Morticus acabase así, pero se aliviaba de ver que por fin lo comprendió después de tanto tiempo. Intentó levantarse, pero aún no tenía fuerzas, Jaime y los otros le ayudaron mientras él se ayudaba a enderezarse con su cayado, como si fuese un viejo que requería ayuda de un bastón. Se acomodo el cuerpo, los huesos le crujieron y marchó andando lentamente hasta acercarse hacía Morticus.
Se colocó a su lado y apoyó su mano sobre su hombro, Morticus se sorprendió.
-Te perdono -le dijo con total honestidad.
Morticus esbozo una mirada de sorpresa, no se esperaba esa respuesta.
-¿De verás me perdonas? -pregunto.
Asintió con la cabeza.
-Lo que te pasó no fue justo, pero también has sido ruin y despiadado -le comentó-. Has matado a mucha gente inocente y has intentado acabar con nosotros. Deberías de ser castigado por ello.
Bajo la cabeza reconociendo sus errores.
-Pero nunca es tarde para poder madurar -añadió dando una respuesta alterna.
Morticus levantó la mirada, asombrado, no se esperaba que le dijese.
-Aún tienes tiempo de cambiar las cosas.
-¿Por qué? -se cuestionó con duda-. He hecho cosas horribles, no debería de merecerme nada.
El Amo se acercó hacía ambos.
-Lo se, pero yo también he hecho cosas horribles en tu nombre, te pedí que cometieras misiones en las que creíamos que estábamos haciendo lo correcto. Ahora me doy cuenta de que eso no estuvo nada bien -asintió reconociendo también sus errores-. Pero hay una forma de enmendar eso.
-¿Como? -pregunto estando perplejo.
-Puedes venir conmigo, y ayudarme a reparar nuestro mundo -le recomendó.
-¿Pero de verás lo dices en serio? -crítico, seguía sin creerse esa propuesta.
-Solo si quieres -indicó honestamente Jack.
Morticus bajo la mirada, pensativo.
-No se si sería capaz de eso -contestó, dudoso.
-Piensatelo bien -le palmeó en el hombro con confianza.
Morticus bajo la mirada, reflexionando sobre esa propuesta, volvió a sentir un dolor en sus pezones.
-Y también hay que curarte eso -señaló sarcásticamente Jack, recordando malamente ese detalle.
Giró la cabeza fijándose en su equipo, miró a Jaime quien asentía orgullosamente con la cabeza.
-¿Y ahora qué hacemos? -se cuestionó Bunny. Notaba el silencio que había en la sala y se cercioro de que ahora ya no tenían nada más de lo que preocuparse.
De pronto apareció el Operador subiendo por las escaleras.
-Guardianes, Amo, he recibido una comunicación de toda la estación y de los cruceros -comentó.
-¿Y qué ocurre? -pregunto 3-0-6.
-Al parecer toda la tripulación, incluida la de aquí, están manifestando emociones -declaró.
-¿Qué? -exclamó el Amo.
-¿Cómo es eso posible? -se cuestionó 4-0-9.
-Según la confesión de varios hombres, todos ellos han dicho que se han empezado a sentir bien desde que una onda de magia dorada ha liberado la mente de todo Tecnogizador que se encontraba a 300 metros a la redonda -añadió haciendo gestos con las manos para indicar el grado de sorpresa que había provocado ese efecto-. Ahora todos sienten cosas que no sentían antes.
Ambos se miraron indecisos al no comprender eso, pero viendo que se trataba de una onda mágica lo que había hecho que manifestasen emociones, pudieron suponer raramente una cosa. Giraron la mirada observando a Sandy, continuaba dormido y tenía la piel color canela, sin brillar como hacía normalmente. No entendían por qué estaba así, pero desde que curó a Jack, se sentía como si hubiese perdido drásticamente su poder.
-¿Puedo suponer que Sandy ha tenido que ver esto? -objetó Jack.
-A lo mejor... -se rascó Norte la barbilla.
-¿Qué ocurre Norte? -le preguntó Nolan.
-A lo mejor... a lo mejor Sandy no solo ha usado todo su potencial para curar a Jack, sino también para curar a todo el mundo -abrió sus ojos como canicas-, a todos los Tecnogizadores.
-¿Pero cómo lo ha hecho? -cuestiono Halt.
-Sandy no solo tiene el poder de crear sueños, tiene la habilidad de infundir felicidad en aquellos que puedan pensar o imaginar. Y como los Tecnogizadores tienen bloqueada esa habilidad, Sandy ha usado todo su poder para liberarlos de esa condena que estaban padeciendo -argumentó Norte haciendo hincapié en lo poderoso que era el Creador de Sueños.
Todos se miraron asombrados al concluir ese hecho.
-¿Y qué pasará ahora que todos tienen emociones? -objetó Jaime.
-Supongo que empezarán a manifestar sus opiniones, sus ideas, todo será como paso nuestro mundo antes de que yo lo arreglase a mi manera -comentó el Amo, esbozando un tono de angustia que indicaba que en el fondo sentía remordimientos de que esto sucediese.
Ambos se miraron notando lo mal que se lo tomaba.
-Eso no es cierto -apoyo 3-0-6 su mano encima de la suya-. Las cosas serán diferentes, ahora que sabemos que fue lo que salió mal en Tecnia, no volveremos a cometer el mismo error.
-¿Cómo estás tan seguro de eso?
-Porque ellos me lo han enseñado todo -volteo la mirada hacía el equipo-. Ellos me han enseñado que siempre hay otra opción, pero depende de nosotros encontrar la manera de solucionar los problemas sin necesidad de arruinarnos a nosotros mismos.
El Amo reflexiono sobre ese argumento, asintió convencido con la cabeza.
-Tienes toda la razón 3-0-6 -apoyo confiadamente su mano sobre su hombro-. Estoy orgulloso.
-Lo se, p...
De pronto la pantalla del panel comenzó a sonar, alarmándolos. Ambos se miraron sin saber quién iba a encenderlo, el Amo aceptó y marchó a acercarse a la pantalla, la encendió y se mostró la imagen de uno de los Tecnogizadores que había estado vigilando la entrada al otro lado.
-¿Si?
-Amo, ¿es usted?
-Afirmativo, ¿que desean?
-Queremos saber quién está al mando ahora de la estación, si usted o Morticus.
Morticus se sintió mal al oír eso, echaba de menos sentir que tenía el mando de toda la estación.
-Ahora yo estoy al mando de nuevo cadete.
-De acuerdo señor, nos puede dejar pasar, queremos darle algo importante.
El Amo se giró dirigiéndose a los Guardianes, todos se miraron dudosos de lo que pudiese pasar al abrir la puerta, pero viendo que todo había terminado, ya no tenían nada que temer.
-Les doy permiso para entrar.
-Gracias señor -agradeció y se cortó la comunicación.
Se giró y se mostró firme ante los Tecnogizadores que estaban en la sala. -3-0-6, abre la puerta por favor -le pidió cortésmente.
Asintió conforme, se acercó al panel y pulsó el enorme botón rojo de la parte trasera, lo pulsó y al instante las hojas se metieron dentro de las ranuras, la puerta se abrió. Un grupo de soldados Tecnogizadores se asomó apuntándoles con unas armas letales. Todos alzaron sus miradas dispuestos a pelear al ver que les estaban acorralando de nuevo.
-Bajad las armas cadetes -ordenó el Amo.
-Señor -se presentó el Tecnogizador jefe del grupo-. ¿Se encuentra bien?
-Me encuentro bien -confirmó serenamente, echo la mirada al grupo-. Quiero dejar constancia de que ahora los Guardianes no son nuestros enemigos, sino nuestros aliados.
Norte asintió con la cabeza estando de acuerdo con su palabra, el Amo le devolvió el gesto.
-¿Ellos se encuentran también bien? ¿Desearíamos también examinarlos para determinar sí no...
Todos se pusieron a negar exageradamente con la cabeza, incluyendo 7-5-8 que ahora sentía pesadillas de solo recordar que un médico le examinará.
-No hay ningún problema cadete -discrepo con gusta amabilidad-. Por cierto, ¿qué era eso tan importante que queríais darme?
El Tecnogizador se dio la vuelta y apareció otro Tecnogizador llevando consigo el báculo que portaba habitualmente el Amo, el hombre quedó impresionado al verlo de vuelta.
-Estaba guardado en un almacén secreto -comentó el Tecnogizador. -¿Guardado? -cuestiono 4-0-9 dirigiendo la mirada hacía Morticus. Morticus levantó la mirada notando que le miraban.
-Nunca lo necesito, a mi ya me bastaba con el cayado -confesó.
-Y con razón -terció indirectamente Jack.
El Tecnogizador alzó el báculo queriendo que lo cogiese, el Amo lo agarró con ambas manos y lo puso en vertical mientras lo contemplaba con suma admiración.
-Por usted Amo -el Tecnogizador apoyo su puño contra su pecho en señal de respeto. Todos los Tecnogizadores lo hicieron, incluyendo a 3-0-6, 4-0-9 y 7-5-8.
El Amo sonrió entusiasmado al ver que volvía a tener el respeto de antes. Se giró dirigiendo la mirada hacía los Guardianes.
-Guardianes, terrícolas, Tecnogizadores, os doy mi mayor gratitud -agradeció con firmeza.
Ambos sonrieron entusiasmados, se sentían aliviados de haber salido victoriosos.
-Por cierto -apareció otro Tecnogizador, llevaba encima La Brotadora-. También tenemos esto.
-Oh -se entusiasmó Jack al verlo, se acercó hacía él-. Esto es mío.
-¿Qué es eso? -cuestiono Bunny.
-Esto... -Jack cogió el arma y volvió con el grupo-, es La Brotadora, de esta cosa lanza plantas, y cada vez que dispara sale algo diferente.
-¿De verdad? -se sorprendió Halt.
-Si, así es, antes la usé y salieron unas plantas carnívoras que se comieron a los robots custodios -comentó haciendo gestos con las manos para describir el asunto.
Jaime estaba mirando con entusiasmo a Jack sabiendo que todo lo que contaba era cierto. De pronto escucho algo raro que provenía del otro lado de la sala, miró al robot custodio que derribaron antes, continuaba tirado en el suelo con varias partes destrozadas. Sabía que estaba muerto, pero por alguna razón sentía que pasaba algo con él, se marchó lentamente sin que nadie lo notase.
Los demás continuaban hablando hasta que Jack finalizó la conversación.
-Discúlpeme señor Amo -interrumpió Nolan dando un paso adelante.
-¿Si? -apoyo con fuerza el báculo contra el suelo.
-Verá, no es por nada, pero... -se puso a pensar en una forma mejor de explicarse-. Pero quisiera saber donde está su hijo de verdad, ¿quien es?
3-0-6 se puso nervioso.
-Ah cierto -se incomodo el Amo-, Si, se donde está, pero no se si debería hacerlo.
-¿Por qué no? -cuestiono Jack.
-Pues porque... -el Amo se detuvo-, qué raro.
-¿Qué pasa? -pregunto Norte.
-No entiendo porque, pero no se quien es.
Jaime se puso delante del robot custodio, tenía un agujero en el pecho, que era donde Jack le dio antes con la lanza que creó con su hielo interno. Ver aquel agujero le hizo intuir que lo habían matado, pero de pronto vio algo moverse en él.
-¿Como que no sabe quién es? -protesto Nolan.
-Así es, no sé porque no recuerdo su cara -se tocó la sien.
-¿Como que no recuerda su cara? -cuestiono Hada.
-No lo se, tengo la idea de quién es mi hijo, pero no sé reconocerlo, es como si tuviese los recuerdos mezclados -se golpeteo la frente intentando de que le viniese alguna idea.
Ambos se miraron indecisos ante este problema, giraron la mirada hacía Morticus, todos asumieron rápidamente que él le hizo algo.
-No me miréis a mí, yo no le hice nada -comentó alzando las manos en señal de defenderse.
-¿De verdad? -crítico cínicamente Bunny.
-Claro que si, lo único que me importaba era tenerlo encerrado, no experimente con él -protestó justificando sus actos.
7-5-8 se amargó, sintiéndose ofendido ante ese comentario. -
¿Pero entonces qué le ocurre? -cuestiono 4-0-9.
-No lo sé -dijo pensativo el Amo reflexionando sobre el problema-. La única explicación que tengo para esto es que yo me hiciera algo.
Jaime se acercó aún más, tocó su piel metálica, su metal era muy suave, era como tocar la carrocería de un descapotable y la piel de un delfín al mismo tiempo. Se sentía atemorizado de tocarle, pero al ver que no pasaba nada le gusto, era la primera vez que tocaba a un androide.
Sin que se diese cuenta, el ojo del robot custodio comenzó a encenderse.
-¿Qué quiere decir? -pregunto Jack.
-Hubo un tiempo atrás en que experimente conmigo para determinar si la Tecnia me producía un efecto mucho mayor -comentó con seriedad.
-¿Y lo hizo? -objetó Hada. Pensó nuevamente.
-Tampoco lo recuerdo -contestó nerviosamente-, no recuerdo nada de lo que hice después de que comenzase a enfermar.
Todos le miraron indeciso.
Jaime se giró mirando al grupo, sin percatarse de lo que estaba pasando delante suyo.
-¿Usted enfermó en algún momento? -le pregunto 4-0-9.
-¿No lo estuvo? -le preguntó Bunny.
-No que nosotros sepamos -indico 7-5-8.
3-0-6 se puso cada vez más nervioso.
El Amo se puso a pensar en ese hecho también.
-Se que estuve enfermo, pero... -comenzó a venirle una idea a la cabeza-, creo que también morí.
El robot custodio se encendió del todo, se enderezó y su ojo fue girando mientras emanaba una luz roja que indicaba peligro. Todos los presentes se alarmaron mirando al androide que iba moviendo la cabeza de lado a lado, como si los estuviese analizando.
-Detectada amenaza, necesaria eliminación -soltó con una voz defectuosa.
Su otra mano se transformó en una pistola que resplandecía una luz turquesa de la ranura rectangular. Jaime quedó delante del androide sin saber que hacer, estaba petrificado, sabiendo perfectamente que ese androide le iba a disparar. El robot fijó su mirada en él.
-Detectada amenaza -dijo nuevamente, dispuesto a disparar contra Jaime.
-No Jaime no -bramó Jack.
Aquello distrajo al robot provocando que les disparase contra ellos, lanzó una ráfaga y todos se apartaron tirándose al suelo por ambos lados, la ráfaga impactó contra la pared provocando que una placa del muro se cayese, soltando chispas como el agua de una regadera.
Jaime se giró dispuesto a salir de donde estaba, pero vio que estaba apunto de caer por las escaleras, volteo la mirada y observó que el robot volvió a fijarse en él, le apunto con el arma.
-Detectada amenaza, necesario eliminación -dijo nuevamente.
Jaime quedó más petrificado que antes.
-Jaime, ¡sal de ahí! -protesto Jack.
El Amo reaccionó despavoridamente y marchó corriendo hacía el niño, se acercó y lo empujó tirandole al suelo, abrió su báculo y lanzó una ráfaga contra el robot custodio, impactó contra su ojo destruyéndole la cabeza, pero disparó igualmente lanzando una ráfaga contra el Amo. Le atravesó el pecho y lo lanzó volando hacía abajo, cayó rompiendo una de las consolas de mando sorprendiendo a los técnicos Tecnogizadores.
Los Guardianes y el resto del equipo se levantaron observando atentamente lo que sucedió, Jack se levantó de golpe y marchó corriendo hacía Jaime, se tiró al suelo abrazando al pequeño.
-Jaime, ¿estás bien? -le preguntó nerviosamente.
Le tocó todo el cuerpo para determinar si no tenía ninguna herida, miro su cara, estaba en shock, obviamente provocado por el suceso.
-Estoy bien -contestó tímidamente, volteo la mirada-, pero el Amo.
Giro la mirada observando que el Amo estaba tirado sobre aquella mesa, los técnicos se acercaron estando indecisos, el Operador se acercó con una expresión de terrible sorpresa.
Los demás alzaron la mirada, Hada se llevó una mano a la boca, quedó atónita.
-¿Amo? -preguntó el Operador, intuyendo de que alguna forma podía seguir vivo.
El Amo quedó con la mirada perdida, tenía un agujero que le abrió todo el pecho, pero noto algo raro, se acercó y tocó los bordes quemados, en cuanto lo hizo saltaron chispas, se apartó sintiendo un leve dolor en los dedos. Aquello lo dejó aún más indeciso.
-¿Qué sucede? -le preguntó Jack.
El Operador miró el agujero de nuevo, se fijó en sus músculos, no eran reales, eran toda una serie de implantes mecánicos formados por varios cables y algunos sistemas tecnológicos avanzados. Le dejó terriblemente sorprendido ante lo que estaba viendo.
-Es un androide -declaró.
-¿Qué? -exclamó Norte.
-Es un androide, no es un Tecnogizador -aclaró.
Ambos se miraron perplejos al no poder creerse esa revelación.
Bajaron y se pusieron a subir el cuerpo muerto del Tecnogizador, lo apoyaron cuidadosamente sobre el suelo y luego se alejaron contemplando con intriga sus heridas. No tenían ni idea de lo que estaba pasando, veían al Amo y asumieron que estaba muerto, pero viendo aquellos sistemas metálicos que se veían alrededor de los bordes del pecho perforado, hacían que se cuestionasen si lo que estaban viendo era el auténtico Amo o no.
-¿Estás seguro de que es un androide? -le preguntó Nolan al Operador.
-Muy seguro -confirmó el Operador.
-Nosotros no tenemos el interior de nuestro cuerpo así -añadió 4-0-9.
-¿Ah no? -objetó Halt.
-No, puede que nuestros cuerpos funcionen como una mezcla entre orgánico y electrónico, pero nada es parecido a lo que él tiene dentro -señalo 7-5-8.
-¿Entonces eso qué quiere decir? -cuestiono Bunny.
-Que el Amo es falso, no es un Tecnogizador -indicó honestamente Jack.
Volvieron a mirarse quedándose más perplejos todavía ya que ahora este asunto les provocaba más incógnitas que preguntas a ser respondidas.
-¿Será que el Amo nunca existió de verdad? -objetó Jaime.
-Eso es imposible, el Amo ha existido durante generaciones, fue el primer Tecnogizador, sin él nada de lo que nos ha sucedido habría pasado de verdad -justificó alterado 4-0-9.
Se rascaron todos mutuamente las cabezas al no saber que intuir.
-Un momento -interrumpió 7-5-8-. ¿Qué pasa si el Amo existió pero no es él?
-¿A qué te refieres? -le preguntó Norte.
-Y si en realidad es una copia y el verdadero Amo está en otra parte.
-Si -reaccionó 4-0-9-, esa es una posibilidad.
-¿Pero entonces el auténtico Amo dónde está? -señaló el Operador.
Todos giraron sus miradas hacía Morticus, haciéndose a la idea de que pudo haberle hecho algo.
-Tu -4-0-9 se levantó enfurismado y cogió a Morticus tirándole del traje-. ¿Que le haz hecho?
-No le he hecho nada -bramó Morticus-, y suéltame, que me haces daño en los pezones.
-Te arrancaré algo más que un pezón -reprochó malhumorándose más de la cuenta.
-4, déjale -protestó Jack, notando que se estaba pasando.
Todos se levantaron y separaron a 4-0-9 del otro al ver como se estaba poniendo.
-Yo nunca le hice nada al Amo, en cuanto vino, yo asumí que era él, y si ese cuerpo de ahí no es él -señaló acusadoramente al cadáver-. ¿Dónde está entonces?
Ambos se miraron reconociendo que si ninguno tenía una respuesta a este misterio, es porque entonces lo que estaba sucediendo no tenía nada que ver con todo el asunto principal por el que habían estado peleando desde hace largo rato.
-¿Será que en realidad siempre fue otro? -opino Jaime.
Todos se miraron teniendo esa posibilidad en la cabeza.
-En efecto -dijo alguien.
Voltearon las miradas hacía 3-0-6, que estaba detrás del equipo sin apenas inmutarse, tenía los brazos cruzados y les miraba con una expresión cínica y directa.
-Esperaba que no os dieseis cuenta de esto -mencionó, pasó por delante de ellos hasta acabar deteniéndose en el otro lado de la sala.
-¿Darnos cuenta de qué? -cuestiono Norte.
3-0-6 se giró dirigiéndoles una mirada casi sarcástica.
-De la verdad.
Todos quedaron más confundidos ahora.
-Un momento -dijo Morticus-. ¿Tu sabes algo sobre esto?
-Si, lo sé todo -declaró.
Todos reaccionaron perplejos al oír eso.
-¿Sabes dónde está el Amo? -le preguntó Jaime.
-Si, está ahí mismo, pero más bien lo que queda de él.
-¿Qué? -exclamó confundido Nolan.
-¿Quién eres en realidad? -le preguntó Jack, queriendo comprender este asunto.
Norte empezó mentalmente a hacerse una idea de lo que pasaba.
-¿Tu eres en realidad el Amo? -le preguntó Halt.
3-0-6 rechistó burlonamente.
-No, no lo soy, él era el Amo, pero lo fue hace mucho tiempo, antes de fallecer -declaró.
-¿Qué? -todos exclamaron mutuamente.
-¿El Amo murió? -bramó perplejo Morticus.
-Si, pero no por lo que vosotros pensáis -aclaró justificándose antes de que todos empezasen a pensar mal-. El Amo existió, él hizo todo aquello que vosotros sabéis, pero hay una cosa que nadie sabe y ha permanecido oculto durante todo este tiempo.
-¿El qué? -continuo Hada.
-Cuando el Amo se inyectó la Tecnia, se transformó en el primer Tecnogizador, y gracias a eso pudo construir la utopía que todos los Tecnogizadores conocen. Pude salvar nuestro planeta y nuestra especie, pero había un problema.
-¿Cuál? -continuo Nolan.
-Después del fracaso de Morticus, se dio cuenta de que nada de lo que hacía le resultaba suficiente, sentía que fallaba en algo, así que se obsesionó con hacerlo todo perfecto con tal de buscar nuevas opciones para ayudar a nuestra especie, siguió experimentándose con la intención de volverse cada vez más fuerte, de volverse más listo que nunca o de descubrir cosas que ningún otro sér hubiese descubierto jamás. Pero al hacerlo cometió un error que no vio venir.
Jack se puso a recordar lo que dijo el Amo antes.
-¿Se enfermo verdad? -mencionó.
-Así es, la Tecnia en vez de convertirse en su cura se convirtió en su veneno, le destruyo el cuerpo y lo volvió débil, incapaz de moverse o siquiera pensar como antes. Y como tenía miedo de que todo acabase como al principio, que se iniciará una nueva guerra que nos llevase a la extinción, en el último momento me pidió a mi que cometiera una última opción.
-¿La de construir un robot que se pareciese a él? -señaló indirectamente 4-0-9.
-Si y no -contestó sin dar detalle alguno.
Ambos se miraron confusos.
-Él sabía de qué se moriría y la gente dejaría de confiar en el Imperio Tecnogizador, así que por eso mismo decidió que la mejor opción era ocultar su muerte, y traspasar su memoria a un banco de datos móvil que pudiese actuar, interpretar y pensar como lo haría.
-¿Un banco de datos móvil? -cuestiono Nolan esa frase-. ¿Te refieres a esa máquina?
-Si, el Amo sabía de que una farsa como esa no duraría mucho, así que se me ocurrió una idea mucho más complicada y compleja, y era crear un androide, una réplica que tuviese su consciencia y actuase sin saber todo lo que había pasado en los últimos meses desde que se rescato a Morticus. Yo lo construí, pase su consciencia a la máquina, le bloquee los recuerdos de todo lo que había pasado, y quedo como nuevo, como si fuese el mismo Amo de siempre. Pero claro, fueron borradas varias cosas de él, como su instinto de supervivencia, y la cara de su hijo, tenía esa idea en su cabeza pero no tenía ni idea de por qué.
Ambos se miraron concluyendo ahora todo ese lío que tuvieron antes.
-¿Y qué pasó con el Amo?
¿El autentico? -prosiguió Jack.
3-0-6 bajó la cabeza con resentimiento.
-Al final falleció -declaró-. Unos días después de que le hubiese traspasado su consciencia a la réplica, el veneno que tenía en la sangre le llegó hasta el cerebro donde todas sus funciones se apagaron por completo. Después de eso deje que actuase como habría hecho el auténtico Amo, y como vi que funcionaba a la perfección, se creía su papel y no hacía nada que levantase sospechas sobre que era no el auténtico Amo, deje que se marchase sin vigilarlo, ya que sabía que en el fondo no haría nada que le provocase un severo daño que dejase al descubierto nuestro secreto.
Ambos volvieron a mirarse, pero ahora quedándose más perplejos que antes, toda aquella historia les dejó más confundidos que toda la trama por la que habían estado peleando.
-Pero hay algo que no entiendo -dijo 4-0-9-. Si el Amo se estaba muriendo, ¿entonces porque te confió a ti la tarea y no a otra persona? ¿Incluso a su hijo?
Ahí entonces Norte lo dedujo.
-Porque tu eres su hijo -declaró.
-Oh -todos exclamaron sorprendidos.
3-0-6 esbozo una mirada socarrona que lo confirmaba todo.
-Tu... -se puso a Morticus a tartamudear-, ¿tu eres su hijo?
-Si, el hijo de Amo ha estado con vosotros y no os habéis dado cuenta -señaló indirectamente.
-¿Pero porque no nos dijiste nada? -crítico Halt.
-Cuando mi padre comenzó a enfermar, me puse a cuidarle, y en secreto dirigí a todo el Imperio Tecnogizador sin que nadie se diera cuenta. Eso permitió que mi padre viese que tenía potencial como líder, y que cuando llegase su hora, yo podría encargarme de continuar su legado.
-¿Y por qué no lo hiciste entonces? -cuestiono Jack.
-Pensad bien esto, el Amo se convirtió en un Tecnogizador para demostrarle al mundo que era buena idea convertirse en este nuevo sér. Pero cuando enfermo, se cercioro de que entonces nada de lo que hizo valió la pena, le mintió a todo el mundo creyendo que halló la cura para nuestro problema de ambición, y no permitió que una nueva guerra ocurriese de nuevo. Y aunque me pusiese a cargo como líder para liderar a toda una especie, muchos desconfiarían de mi liderazgo, de mis palabras, o de incluso de soportar la idea de que un joven que apenas sabía manejar una nave pudiese ser igual que el Amo que les propició una nueva vida. Además, por aquel entonces los efectos de la Tecnia aún no habían tenido mucho efecto conmigo, tenía miedo, miedo de que matasen por creerme un traidor y un mentiroso -argumentó esbozando un tono serio y solemne que indicaba que ahora se lamentaba por haber pensado de esa manera.
-¿Y creaste una copia de tu propio padre para salvarnos el pellejo? -objetó Nolan.
-Cree una copia de mi padre porque tenía miedo de que todo lo que él había creado se arruinará. Hice lo que me pidió, le transferí su consciencia y deje que actuase como hasta ahora. Pero claro... -se acerco lentamente a ver el cuerpo muerto del falso Amo-. Para hacer eso él tenía que olvidarme, tenía que dejar que no se preocupase por mi ya que sino cualquiera habría descubierto nuestra farsa, y vuelta a empezar de nuevo -volvió a mirar de nuevo a los Guardianes-. Una vez que deje que se fuese, me dispuse a seguir cumpliendo con sus órdenes y las de cualquier otro superior. Incluido a Morticus, cuando había olvidado la persona que era antes.
Morticus frunció el ceño sorprendido al oír eso, ahora comprendía porque lo habían puesto al mando, porque él lo permitió a pesar de que sabía que no era un individuo cualificado.
-Me convertí en un espía, un miembro destinado a observar y determinar a ciertos individuos de otros planetas que resultasen interesantes para ser examinados.
-¿Como yo? -indicó Jack.
Asintió orgullosamente con la cabeza.
-Mi padre siempre tuvo la idea de que encontraría una cura a nuestros problemas, una que no fuese algo parecido a la Tecnia -se fue acercando hacía a los Guardianes-, y cuando me mandaron a la Tierra a investigar a ese sujeto que Morticus había pedido de investigar, y te encontré a ti.
-¿A él? -preguntó Jaime, dirigiendo la mirada hacía Jack.
Se pegó delante de Jack, mirándole con admiración.
-Al principio no entendí porque eras tan especial para Morticus, hasta que él me secuestro -indicó sarcásticamente dirigiendo la mirada hacía Norte.
Norte esbozo una mirada escéptica para no parecer culpable.
-Él me explico quien eras y lo que hacías, me contó tu historia y las razones por las caías tan bien a la gente. Tras eso lo comprendí, tú no eres un solo individuo más Jack. Eres alguien que ha nacido con un corazón tan puro que nunca será corrompido por nada, ni por el odio, ni por venganza, ni aunque te exijan que cometas el peor de los pecados.
Jack quedó impresionado al oír eso, jamás intuyó que fuese tan especial como para recibir un argumento tan honesto y concluyentemente como ese.
-Vaya -fue lo único mejor que pudo soltar.
-Tu y tus amigos nos han demostrado que se pueden cambiar las cosas, de una forma mejor sin provocar más vidas inocentes por el beneficio del Imperio de mi padre -se enderezó y le cerró los ojos al cuerpo muerto del Amo, le dejo descansar-. Él quería hacer las cosas bien, pero nunca supo cómo hacerlo, creía que las emociones serían nuestra condena, pero en realidad fue nuestra condena por abandonar la idea de vivir con nuestros propios errores.
Ambos le miraron halagados al ver que parecía comprender ese pensamiento.
-Vuestra humanidad y necesidad de encontrar una opción más razonable sin perder la esperanza es lo que necesitaba mi especie, con vuestras enseñanzas creo que podré ayudar al resto sin que cometas el mismo error de antes.
-¿Pero sin más muertes? -objetó Halt.
-Sin más muertes -confirmó estando de acuerdo-. Se hará una nueva utopía en la que todos los Tecnogizadores sean capaces de mostrar sus emociones sin necesidad de bloquearlas, todos tendrán su libertad para cometer tanto aciertos como errores.
Ambos se miraron halagados al ver que había pensado una buena forma de solucionar las cosas, les parecía una opción justa y razonable.
Los otros Tecnogizadores se acercaron hacía él.
-Entonces con eso dicho, queda claro quien es el nuevo heraldo del Imperio Tecnogizador -dijo el Tecnogizador que lideraba al equipo.
3-0-6 esbozó una expresión de asombro.
-¿De verás lo vais a poner ahora a él como el nuevo Amo? -crítico Bunny.
-Y si, según nuestra ley el heredero más próximo al Amo, se convertirá en el nuevo líder.
-¿A pesar de que os haya mentido? -cuestiono Jack en base a ese aspecto.
Todos se miraron reconociendo que ese era un problema.
-Si, es verdad, según nuestra ley si un miembro de la familia real Tecnogizadora miente con tal de ocultar un secreto que podría poner en riesgo nuestro Imperio, se le condenaría y se le juzgaría por su crimen -bajo la cabeza poniéndose a reflexionar-. Pero viendo las circunstancias que nos han llevado a esta fatídica guerra, creo que lo mejor será cambiarlas.
Ambos reaccionaron sorprendidos al oír eso, incluyendo Morticus.
-El Amo cometió el error de bloquearnos nuestras emociones creyendo que lo hacía por nuestro propio bien. Pero ahora él no está, lo que implica un nuevo cambio, y ese cambio tiene que producirse por parte de alguien que sepa pensar con claridad -argumentó el Tecnogizador señalando que hasta el mismo se daba cuenta de que seguir con esas normas no valían la pena.
3-0-6 sonrió confiado. El Tecnogizador le extendió el báculo y él lo cogió, lo bajó y se quedó contemplándolo, se imaginaba lo que su padre sentía al tenerlo en su mano.
-Alteza -se golpeteo el pecho en señal de respeto. Todos los Tecnogizadores le saludaron igual.
Se giró y miró a los Guardianes, ambos estaban complacidos de que él fuese el nuevo líder. Asintió con la cabeza agradeciéndoles lo que hicieron.
-¡No! -protesto Morticus.
Bajo los brazos y se dirigió hacía ellos con una cara de indignación.
-No es justo, él no merecía ser el nuevo Amo.
-¿En serio Morticus? ¿Quieres parar con eso? -protesto 4-0-9 harto de escucharle.
-No, no pienso parar, estoy harto. Siempre se me ha mentido, nunca se me ha dicho nada cierto, y ahora que ha pasado esto, lo aceptamos así sin más -protesto concretando todas las cosas que le mosqueaban-. Eso no es justo, que derecho tiene él a ser el nuevo Emperador y yo nada, qué derecho tenía yo a perder a mi hermano, a convertirme en esto.
Ninguno dijo nada, todos estaban que no sabían qué decirle. Morticus se acercó hacía 3-0-6, eso provocó que los demás Tecnogizadores levantasen sus armas para apuntarle, tomaban su acercamiento como una amenaza. 3-0-6 hizo un gesto con la mano pidiendo bajarlas, ambos bajaron las armas, ambos se miraron fijamente.
-Tienes toda la razón Morticus, lo que te ocurrió no debió de pasar, pero hay una explicación.
-¿Cuál? -preguntó, esbozando una mirada de frustración.
-Mientras tu estabas en la nave, sin que tu lo supieses, yo te estaba observando, te vigilaba observando cada uno de tus movimientos, y veía que tenías potencial, más potencial que ningún otro Tecnogizador, no lo entendía, como una especie tan inferior a la de los terrícolas podía dar más de si que nosotros. Quise darte mi opinión, pero por mi padre jamás me atreví a hacer nada, y cuando intente de pedirte un favor, mi padre te mandó a capturar a Jack, y ahí fue cuando todo se arruinó -comentó demostrando que se sentía fatídico por lo sucedido aquel día.
Morticus quedó impresionado al oír todo eso, no tenía idea alguna.
-Los hombres de mi padre te recogieron, en el fondo evidentemente estabas muerto, pero una parte de ti vivía. Y como sabía que él no te dejaría vivir, se me ocurrió una idea mucho mejor.
-Convertirme en Tecnogizador -sollozó.
-No, combinar tu parte humana con la de los Tecnogizadores -aclaró.
Quedó atónito al descubrir eso.
-Tu tenías potencial, y no quería que eso se desperdiciará, así que le pedí a mi padre que yo te reparase, que te transformase en alguien que supiese actuar como un individuo civilizado y no como el chico caprichoso que desobedecía nuestras normas. Mi padre aceptó que te reinventase y te reincorporase al equipo, pero eso tenía un coste, pero eso tenía un coste.
-Quitarme mis emociones y mis recuerdos de Von -indicó sollozando de tristeza, ahora que lo comprendía todo le dolía más- ¿Porque hiciste eso?
-Al principio deduje que la razón por la que habías fracasado en la Tierra era por tu amistad con Von, tus ambiciones y tu necesidad de querer ayudarle hicieron que perdieses el camino y acabarás muriendo como lo hiciste. Pero claro... -se puso a reflexionar-, como yo iba a saberlo, mi padre me inyectó la Tecnia en el cuerpo y perdí toda sensación de culpa por las cosas que hacía. Pensé que transformarte en 1-0-8 sería lo mejor para ambos, pero ahora veo que me equivoque -apoyó su mano sobre su hombro mirándole con confianza-. Jamás debí haber permitido que te quitasen tu identidad, ahora entiendo porque querías tanto a Von, no por el capricho de tener un cómplice o un compañero con el que compartir tus ambiciosos beneficios -volteó la mirada hacía el equipo-, sino por el hecho de tener una familia.
Ambos se sintieron halagados al ver que esa era la idea más lógica.
-Ahora lo sé, y por eso mismo te digo que lo siento Morticus, siento haber permitido que tanto los errores de mi padre como míos nos hayan llevado a esta situación. No espero que me perdones, pero al menos puedo ofrecerte algo.
-¿El qué? -pregunto intrigado.
-Aceptar la petición de mi padre, puedes venir conmigo y encontrar una manera de serme útil, ayudarme a reconstruir mi raza y darle una mejor oportunidad.
Morticus se puso a reflexionar sobre ese asunto de nuevo, en el fondo quería hacerlo, pero veía la cara de confianza que mostraba 3-0-6 y sentía una agonía que le golpeaba el pecho. No soportaba la idea de que él fuese responsable de que le hubiesen transformado en el individuo que era ahora y que encima lo hubiese tenido delante todo este tiempo, ya estaba harto de tantas mentiras, ya estaba harto de que le prometieron cosas que nunca se cumplían.
-¡No! -bramó largando un fuerte grito que resonó por toda la sala.
Todos quedaron anonadados al escuchar eso.
-No -protesto con tono suplicante-, no pienso aceptar nada de ti. Se enfadó tanto que se puso a dar vueltas como un caprichoso. -Pero Morticus...
-No, de Morticus nada, ¿cómo puedes ser capaz de poder perdonarme después de todo lo que ha pasado? ¿Sabes lo que he estado sufriendo, por no saber quién era yo, por no saber de donde provenía? -le reprochó largando todo su rencor hacía él, estaba tan disgustado que no sabía que más soltar, se puso a corretear en círculos de un lado para otro por toda la sala mientras hacía gestos como de que estaba apunto de decir algo pero al final nada-. ¿Quieres saber lo que es peor de todo?
3-0-6 se quedó mirándole indeciso, sin saber que responder ante esa pregunta.
-Hace cosa de casi un año, mientras veía toda la información relacionada con el planeta Tierra, descubrí videos de familias, de hermanos que se cuidaban mutuamente. Eso permitió que regresaran mis recuerdos, mis recuerdos de Von, los que tu permitiste que bloqueasen para que no recordase nada. Poco a poco empecé a recordar todo, las cosas que hacía, lo que hice, recordé a Jack, y recordé cómo fue que acabe medio muerto en ese lago congelado.
Todos quedaron patidifusos al comprender ahora la frustración que padecía.
-Por eso mismo le pedí al Amo organizar esa misión de capturar a Jack, para vengarme de él, y del Amo por haberme destruido mi vida, pero ahora... -se pasó la mano por la cabeza intentando aguantar sus ganas de cabrearse aún más-, ya nada tiene sentido, ya no puedo conseguir nada de lo que le prometí a Von, ni siquiera puedo vengarme porque mi venganza se basa en una mentira.
Estalló en sollozos, se sentó de rodillas contra el suelo y se puso la mano encima de su cara, se tenía vergüenza de sí mismo por todo lo que había hecho.
-¿De qué me sirve ahora continuar con esto? Debería de morirme -se quitó la mano y alzó la mirada hacía los otros Tecnogizadores que estaban mirando, al verles tuvo una idea-, matadme -alzó los brazos-, matadme y acabad con mi sufrimiento.
Los Tecnogizadores discrepaban de sus peticiones, le odiaban por todo lo que hizo, pero como veían que les suplicaba por su muerte, eso sí que fue algo que pudieron aceptar libremente. Sacaron sus armas letales dispuestos a usarlas contra él.
-¡No! -bramó 3-0-6 deteniendoles. Ambos quedaron indecisos.
-Guardad las armas, no mataremos a nadie más -pidió explícitamente.
Obedecieron y guardaron las armas.
Morticus miró fijamente a 3-0-6.
-Lo siento Morticus, pero no te mataré, no permitiré que este río de sangre continúe como tal.
-Pues si no puedo morir, detenme, meteme en una celda como hice con tu padre y dejame morir de agonía, así al menos sabré lo que se siente cuando te encierran en contra de tu voluntad -pidió, cruzando los brazos para indicar su frustración.
Aquella reacción hizo que todos se mirasen confusos al no saber que hacer, esta situación les había dejado en una situación en la que sentían el deber de querer ayudarle, a pesar de todo lo que hizo, pero su problema era tan grande que no sabían cómo solucionar su agobió.
Justo entonces Hada recordó algo que le podía servir de utilidad.
-Sé como ayudarte -dijo dando un paso al frente.
Morticus giro su mirada hacía la joven hada.
-¿Como? -pregunto entonando finamente como un murmullo.
-¿Recuerdas lo que te dije antes sobre tus recuerdos?
Se puso a pensar.
-Si, lo recuerdo.
-Puedo conseguirte los de tu hermano -declaró.
Aquello captó su atención, se levantó de mirándola con estupefacción.
-¿Tienes los dientes de Von?
-Puedo deducir que si -se acercó hacía 3-0-6.
-3, ¿crees que la magia funcionará aquí? -le pregunto con un lívido tono de desesperación.
-Debería, como vuestro amigo Sandman ha drenado energía mágica por toda la estación, yo deduzco que tendrías que tener alguna conexión con la magia de vuestro mundo.
Hada asintió firmemente con la cabeza. Se acercó al grandullón de rojo.
Norte, ¿me pasas una bola de nieve?
-Claro, por supuesto -sacó una bola de mágica dentro de su chaqueta.
La cogió y se alejó del grupo, poniéndose delante del borde que separaba la sala con el piso bajo.
-Hada, ¿qué pretendes hacer? -le preguntó Jack, sin comprender cuál era su idea.
-Ahora lo verás -le dijo seriamente con confianza.
Lanzó la bola mágica y al instante esta se transformó en un portal, un viento mágico golpeó a todos los presentes. La imagen dentro del portal se aclaró revelando que se trataba del Palacio de los Dientes. Ambos lo miraron atónitos, veían a las hadas volando de un lado para otro, de pronto una se detuvo en el aire, les miraba, marchó volando como un insecto hasta atravesar el portal, se trataba de nada más ni nada menos que de Baby Tooth. La pequeña hada hizo gemidos de entusiasmo y se acercó abrazando cariñosamente a Hada.
-Hola pequeñaja -la saludo acariciándole suavemente las plumas-. ¿Todo bien?
Asintió con la cabeza, giró la mirada y observó que al otro lado estaba Jack, saltó volando hacía el joven de escarcha que se puso a dar vueltas juguetonamente con él.
-Ey, hola Tooth -le saludo mientras apoyaba sus manos para que aterrizara en ellas.
La pequeña hada se acurruco sobre sus frías palmas.
-Ah ah ah, lo siento Baby Tooth, recuerda que hay que mantener el uniforme -acotó estrictamente Hada haciéndole recordar su mítica regla.
Baby Tooth meneo amargamente con la cabeza, Jack se rió y la pequeña hada volvió con Hada.
-Baby Tooth, necesito pedirte un favor -se puso a susurrarle en el oído a la pequeña hada. Ambos se miraron intentando entender lo que se proponía hacer.
-¿De acuerdo? -la pequeña Hada asintió con la cabeza-. Vamos ve.
Baby Tooth atravesó el portal de nuevo, desapareció a lo lejos.
-¿Qué va a hacer? -pregunto Morticus, confundido ante toda esta situación.
-Ahora volverá -dijo sin dar muchos detalles.
Se quedaron viendo ese portal que iba girando como si fuese un plato giratorio, la situación estaba en calma, pero todos estaban tensos por saber qué ocurriría ahora. De pronto regresó Baby Tooth atravesando el portal y trayendo consigo una pesada cápsula dorada.
-Muy bien Baby Tooth, así se hace -felicitó Hada dando unas leves palmadas de entusiasmo.
Morticus levantó las manos, deja que la pequeña hada soltase la cápsula, se marchó volando asustada y luego él miró de qué se trataba, era una cápsula, una de las que usaba para guardar los dientes de cada niño que hubiese nacido en todos los siglos que ella había vivido. Miro en las tapas de los frontales, en una de ellas tenía un dibujo simplificado de la cara de un niño, supo reconocer de quién se trataba, era de Von, la cara de Von cuando tenía siete años.
-Son sus dientes -exclamó absorto.
-Como te prometí -señaló Hada.
Morticus quedó absorto, se había pasado toda su vida creyendo que había perdido cualquier rastro de su hermano, pero ahora que tenía eso ahí, se sentía mejor consigo mismo por dentro.
-¿Por qué has hecho esto? -le pregunto, queriendo comprender porque le ayudaba.
-Porque en el fondo sigues siendo un niño, asustado de estar solo, y como Guardián siento que tengo que ayudarte a recordar que hubo atrás eras feliz.
-Yo apenas fui feliz.
-Lo se, pero en el fondo fuiste por un momento, pero ese momento vale mucho la pena -indicó.
Se puso a reflexionar sobre esa cuestión. Toda su vida había estado llena de odio por todas las cosas malas que le habían ocurrido, pero con Von tuvo algo de suerte. Ya que eso le garantizo por lo menos sentir que no estaba solo y que no viviría con miedo nunca más.
-¿Qué hago con ellos?
-Te mostrarán sus recuerdos.
-¿Sus recuerdos?
-Si te concentras bien, quizás algún momento de la memoria de Von te permitirá verlo todo desde su propia perspectiva.
Quedó más impresionado todavía al oír eso. Ahora no solo tenía algo de Von, sino también la posibilidad de saber lo que él pensaba de su momento, lo que nunca descubrió.
-¿Cómo lo hago?
-Déjame que te lo muestre.
Se colocó a su lado, Morticus le entregó la cápsula de nuevo, Hada la cogió y pulso el rombo dorado que había en el centro de la tapa, al instante esta se abrió desplegando unos fragmentos en forma de prisma que lo cubrieron todo de blanco.
··
Morticus abrió los ojos, tenía la vista borrosa, se le aclaró y observó que no se encontraba en la sala con todos los demás, Hada estaba a su lado mirándole con una expresión de interés. Miro al frente y vio que ahora se encontraba en lo que parecía ser un bosque sórdido y gris, era noche, estaba todo tan oscuro que parecía estar metido en una pesadilla. Se puso a andar y sintió algo raro, bajo la cabeza, estaba pisando un lago congelado de agua, se asustó al recordar que así fue como murió cuando era normal, intento de ir hacía atrás sin pisar el hielo, pero rápidamente noto algo raro, no sentía frío y el hielo no se rompía con cada paso que daba, era como si lo que estuviese pisando no existiese, todo el lugar parecía una ilusión, miro nuevamente Hada, le frunció el ceño en señal de que le estaba indicando lo que él pensaba, que todo era una ilusión de su propia mente.
Escuchó unas voces que le resultaban familiares.
Miro hacía adelante y se materializaron unas figuras que estaban sentadas alrededor de una hoguera, el fuego de esa hoguera era lo único que iluminaba la oscura zona que les rodeaba. Se puso a andar hacía adelante, cuanto más se acercaba, más reconoció a aquellos individuos. Quedó impactado ante lo que veía. Se estaba viendo a sí mismo, cuando era normal, tenía la piel blanca como la de todos los humanos y tenía pelo, el mismo pelo castaño que antes tuvo. A su lado estaba otro chico, era más joven. Eso lo dejó más impactado todavía, era Von, estaba ahí mismo sentado en el suelo lo que parecía ser la costilla de un buey.
Verlo ahí le hizo sentir que viajaba en el tiempo, aunque en el fondo sabía que lo que veía no era real, estaba sucediendo lo que le dijo Hada, se había metido en sus recuerdos. Estaba presenciando lo que su hermano recordaba de esta noche.
-Por los dioses Morticus, ¿de verás tenías que ser tan franco con esa gente? -protesto Von, devorando su trozo de carne en la boca.
Morticus le miró cínicamente.
-Pues claro, esos pueblerinos no nos estaban prestando atención, eran más tontos que una mula -comentó con incredulidad-. Si no nos mostramos superiores, de qué sirve este trabajo entonces.
Von bajó la mirada, poniéndose a reflexionar sobre el asunto.
Morticus quedó indeciso al verlo, no tenía ni idea de que Von se lo estuviese tomando tan mal.
-¿Recuerdas esto? -le preguntó Hada poniéndose a su lado.
-Si, lo recuerdo bien. Veníamos de hacer otro de nuestros habituales trabajos que nos pedía el Amo que hiciésemos en la Tierra, hicimos otra negociación, otro engaño, pero este casi nos sale mal y por poco nos matan. Si no hubiese sido por mi y mi agresividad no habríamos salido vivos de ahí -comentó tomandoselo con ironía-. Pero creo que Von se lo tomó muy mal en ese momento, lo notaba en sus miradas y en su forma de comportarse, pero le ignoré por lo testarudo que era.
Morticus siguió comiendo su trozo de carne, cuando de pronto noto que Von mostraba una mirada apagada, como si tuviera dudas sobre algo que le recorría la mente.
-Venga Von, suéltalo.
-¿Eh?
-Se que algo te molesta, lo noto en tu cara. -No es nada.
-Von, no empecemos otra vez.
Von asintió con resentimiento.
-No me gusta esto Morticus, no me gusta que tengamos que ir de pueblo en pueblo amenazando a todo el mundo -confesó soltándolo con pasividad-. No me parece bien, nada de esto, preferiría que nos quedásemos en uno de esos pueblos a vivir una vida normal.
Morticus quedó perplejo al ver eso. -No recordaba esto -dijo.
El Morticus original se quedó mirando a su hermano con una expresión de indiferencia, no se sabía si estaba asimilando el problema o no le prestaba atención a propósito.
-Lo siento hermano, no debería haberte dicho eso -se dispuso a levantarse.
-Espera -le freno.
Von se detuvo, le miró intrigado. Morticus se levantó y se sentó a su lado.
-¿Quieres saber una cosa?
-Uhum -contestó sin decir palabra.
Morticus masculló pensativo con la boca.
-Yo tampoco tengo ganas de esto -admitió.
Von abrió los ojos perplejo, no esperaba esa respuesta proviniendo de él.
-¿De verdad?
-Uhum -confirmó, dio un bocado a su trozo de carne.
Morticus bajo la cabeza quedándose sorprendido al descubrir que dijo eso.
-¿Recuerdas haber dicho eso? -le preguntó Hada.
-No, recordaba que me portaba mal con él, pero jamás creí que hubiese pensado eso -comento dudando ahora de sus recuerdos-. ¿Por qué no lo recuerdo?
-Supongo que es porque estás encaprichado en recordar solo lo malo, y nada bueno sale -opino concluyentemente Hada esbozando un tono pasivo de honestidad.
Morticus reflexiono sobre esa cuestión. Si bien era cierto que solo recordaba lo malo, tampoco hacía mucho esfuerzo en recordar lo bueno, estaba tan metido en vengarse y en odiar a la gente que le arruinó la vida, que apenas veía que tiempo atrás fue una persona muy distinta de la que recordaba. Jamás fue tan malo, tenía algo de consideración, un límite.
Von se puso a pensar con claridad.
-Pero entonces... ¿si no te gusta, porque no pasamos de esto?
-Morticus esbozo una mirada seria con el ceño fruncido.
-Porque es mejor que tener una vida normal -soltó con incredulidad. -¿De qué hablás?
-Venga Von, reconócelo, ¿qué crees que habría pasado si hubiésemos continuado viviendo como simples granjeros en otro pueblo lleno de gente sucia y descarada? Yo te lo diré, nos habrían tratado como a animales, como a porquería, sería como empezar de cero y tener de vuelta la misma vida que tuvimos cuando eramos unos niños -argumentó reprochandole con descaro lo que pensaba-. Y yo no pienso volver a tener esa vida, me gusta más esto que lo otro. Con los Tecnogizadores por lo menos nos dan un propósito, un objetivo, una vida para ambos.
Von se puso a reflexionar sobre eso también.
-¿Pero de verás quieres vivir así siempre?
-No siempre, pero una vez que les demos al Amo lo que quiere, entonces quizás nos recompense con algo mucho mejor -opino mostrando que lo que decía no lo hacía por pesimismo-. Quizás hasta nos lleve a su planeta, ¿te imaginas ir a su mundo?
-Estaría bien conocer otro mundo.
Le echó una mirada de orgullo.
-Vez, deja de pensar en una vida normal, esto está mucho mejor, no tenemos que preocuparnos de nada, lo único que interesa es seguir con esto y esperar a que el Amo nos de algo de provecho y viviremos como reyes -animó tomandoselo a broma.
Von se interesó, pero rápidamente cambió de idea al sentir otra cosa. Morticus vio la escena y se lamentó por ello.
-Eso sí lo recuerdo -dijo con tristeza.
-Pues yo si quiero una vida normal.
Morticus lo miró sorprendido.
-Quiero tener una familia, quiero tener una esposa, hijos a los que querer, una casa que cuidar, y gente con la que poder relacionarme -concretó con sinceridad-. Y quiero pasar por todas las cosas tanto buenas como malas que puedan pasarme.
Morticus bajo el trozo de carne al quedarse indeciso por oír todo eso. -Yo quiero volver a empezar como antes, pero contigo.
Morticus rezongó, resopló con amargura.
-¿De verás piensas eso?
-Y si, es lo que he querido siempre, desde que veía a los demás siendo más felices no he parado de tener esta envidia, pero es una envidia que quiero aprovechar. Deberíamos dejar esto y empezar de nuevo sin que nadie nos ayude, solo nosotros dos...
-Para -le freno, echándole una mirada fría.
Se hizo el silencio.
-Mira Von, si, parece una buena idea, tener una familia, una casa, todo eso suena bien. Pero tienes primero que entender una cosa -se dispuso a razonar con franqueza-. Vivimos en un mundo hostil, de gente que se trata mal, que se roba, que se asesina, ninguno es un santo. No se puede tener una vida normal porque aunque todo parezca estar bien. Alguien vendrá, te quitará todo lo que tienes y te dejará sin nada. Y todo eso que tu construiste, quedará como si nada hubiese valido la pena. ¿De verás quieres pasar por todo eso sabiendo lo predecible que es el resultado.
Von se puso a reflexionar con más seriedad que antes.
-Si -contestó firmemente.
Morticus quedó anonadado al oír eso, no se esperaba una respuesta tan franca como esa.
-Si, quiero pasar por todo eso. No me importa si algo malo va a suceder, no me importa si la gente a la que posiblemente vaya a querer se muera, no me importa si algún malhechor los matará a todos, no me importa si ocurre una catástrofe y todos se mueren excepto yo -concretó aceptando cada una de las consecuencias posibles con total voluntad-. Lo único que me importa es vivir cada segundo de mi vida y tomarlo como uno más largo porque en el último minuto todo puede ser arruinado, pero al menos sé que viví con lo poco que tenía, y eso puede ser perfecto.
Esbozo una mirada densa del cual le salían lágrimas de los ojos, miro al frente intentando ignorar su falta de indiferencia. Los dos Morticus quedaron atónitos ante este momento, uno quedó pasmado por no creerse que Von hubiese dicho eso, y el otro perplejo por no recordar que hubiese pasado esto, y que le resultase más intenso de lo que creía.
Se le cayó el trozo de carne al suelo y se quedó mirando a Von estupefacto.
-No tenía ni idea de que pensaras eso -dijo confundido-. De haberlo sabido te habría preguntado hace mucho tiempo sobre lo que pensabas, sobre lo que hacíamos, y sobre mi.
Aquella última mención captó su atención.
-Supongo que no he sido un buen hermano después de todo -se levantó estando patidifuso.
El otro Morticus quedó indeciso al oír eso, era algo que jamás hubiese creído salir de su boca.
Von se giró, observó como Morticus estaba cogiendo una de las bolsas que contenían los suministros que necesitaban para su viaje, se acercó a uno de los caballos y se puso a atar la bolsa en la parte trasera del animal, todo eso mientras hacía el menor ruido. Von quedó tan extrañado al ver lo que hacía que decidió meterse en el asunto para entender lo que ocurría.
-¿Qué es lo que haces?
-Me voy -contestó con firmeza.
Sintió como si le hubiesen dado una bofetada por estar distraído.
-¿Cómo te vas? -ando hacía él.
-Me voy Von, te dejo para que dejes vivir tu vida.
-¿Qué? -chilló sorprendido, marchó corriendo a juntarse con él-. ¿Cómo que me dejas? ¿En serio vas a dejarme aquí solo sin nada?
-No te dejo sin nada, tienes el otro caballo y tus cosas, podrás apañartelas solo como siempre has querido -concreto entonando una voz grave de amargura, en el fondo se notaba que estaba cabreado, pero no se entendía si con Von o consigo mismo.
Von quedó tan patidifuso que no sabía como reaccionar, quería asumir que todo esto era una prueba, un engaño hecho por él para demostrar que eran ridículas sus ideas, pero actuaba de una manera tan seria y distante, que llegó a la conclusión de que su reproche fue el detonante para hacer estallar algo profundo que Morticus llevaba tiempo escondiendo.
-Morticus, si esto es por lo que he dicho, lo siento, no era mi intención, yo...
Apoyó fuertemente la palma de su mano contra el caballo, sorprendente de que el animal no reaccionase ante ese golpe. Se giró y le echó una mirada seria y franca, como si estuviera apunto de decirle algo que posiblemente lamentaría oír.
-No estoy mal por eso Von, es por otra cosa -contestó actuando con pura sinceridad.
-¿Por qué es? -pregunto frunciendo medio ceño con intriga.
Morticus se rió, como un pequeño gesto de vergüenza por lo que diría.
-Yo antes pensaba que estábamos hechos el uno para el otro, que el destino nos unió para que juntos pudiésemos demostrarle al mundo lo cruel que era, que no nos merecían -entonó una voz con serio teniendo los labios crispados-. Pero ahora veo que en eso me equivoque, ambos no somos iguales, tú no eres igual como yo, tu no eres alguien que se ha pasado toda la vida odiando a los demás por como lo han rechazado, tu has vivido siempre de forma positiva, tanto que aún tienes la esperanza de creer que este mundo puede ser un poco mejor, y yo no.
Von asintió compasivo al ver que su hermano estaba siendo honesto por una vez en la vida.
-Yo no estoy destinando a vivir mejor, en cambio tu sí -miro fijamente a Von con una mirada de tristeza y frustración-. Tu tienes más oportunidad de soportar todo este calvario, por eso mismo me voy, para encontrar una mejor vida mientras tu encuentras la tuya.
Terminó de atar la bolsa y se dispuso a subir al caballo.
Von se quedó pensando en eso, le parecía extraordinario que Morticus pensase en eso, era algo que siempre había querido escuchar, pero no de esta manera. No quería que él se sintiese mal por pensar que tenía menos esperanzas que él, tampoco podía permitir que se fuera.
-Espera -le detuvo.
Quedó con una pierna fuera del caballo, le miró fijamente con seriedad.
Resoplo profundamente y acto seguido dijo:
-Lo siento Morticus, pero no puedo permitir que te vayas -protesto.
Bajo la cabeza lamentándose al hacerse una idea de lo que diría, que no se fuese porque ambos eran hermanos y estaban destinados a estar juntos pasará lo que pasará.
-Lo se Von, pero...
-Te equivocas.
Quedó indeciso al oír eso, no era la respuesta que esperaba. Von comenzó a sollozar de angustia.
-Tu no tienes menos esperanzas que yo para vivir, tu aún puedes tener una vida, el problema que tu tienes es que te crees que el mundo está en contra de ti, pero eso no es cierto, eres tu el que está contra el mundo -soltó largando con euforia todo lo que pensaba en realidad.
-¿Qué? -se bajó del caballo al quedar extrañado por esos reproches.
-Morticus, el mundo no ha sido cruel, solo unos pocos han sido crueles con nosotros, pero eso no hace que nosotros tengamos obligatoriamente que buscarnos una mejor vida solo por pensar que podríamos convertirnos en la gente que nos trato mal -argumentó razonando con fuerza, estaba dispuesto a decir todo lo que pensaba con tal de que entendiese su problema-. Tanto si alguno nos obliga a comportarnos mal o a tomar malas decisiones, nosotros controlamos nuestro destino, no porque una mala crianza nos influya de pésima manera. Podemos elegir, podemos elegir hacer las cosas bien o las cosas mal.
Morticus quedó patidifuso al oír eso, era una reflexión demasiado fuerte. Miro a Von y observó que estaba apunto de llorar, y lo iba a hacer porque en el fondo se sentía mal de que él no le entendiese. Cosa que era cierto, jamás le había entendido, estaba tan metido en pensar que todo estaba en su contra, que no se daba cuenta de que él ponía a su hermano en contra también.
Von dio un paso atrás y se sintió disconforme.
-Pero si tu has decidido irte y dejarme solo, entonces hazlo si así lo prefieres -se dio la vuelta dispuesto a dejar que se fuera sin echarle una última mirada de compasión.
Regreso de vuelta a la hoguera para sentarse y terminarse la comida, se sentó y se puso a pensar teniendo la cabeza baja y esbozando una mirada de indiferencia.
Morticus se sentía mal por esto, tanto que no podía permitir que Von se sintiese así. Retiró las cosas de encima del caballo y regresó a sentarse con Von de nuevo, él se sorprendió de verle.
-¿Qué haces?
-No me voy.
-¿Acaso no dijiste que...
-Si -le interrumpió-, pero no lo haré.
Quedó impresionado, miro su cara y se notaba que había decidido algo importante.
-¿Por qué?
-Porque tienes razón.
Volvió a impresionarse de nuevo, se sentía como si él se hubiese convertido en otra persona, no parecía el mismo Morticus de hacía apenas unos minutos.
-Me quiero no porque no tengo vida, sino porque no se como tenerla, en ocasiones también pienso lo mismo que tu, de tener una vida normal, de tener una familia. Pero yo no me siento capaz de eso, nunca me he sentido capaz de lograr nada, porque en el fondo yo no nací para esas cosas, yo nací para cometer cosas mucho peores.
-¿De qué hablas? -se extraño ante ese argumento.
-Mírame Von, ¿tú qué me ves?
-Te veo a ti.
-No -rectificó-. ¿Qué ves en mi de verdad?
Supo por su entonación que quería que le dijese lo que pensaba en realidad.
-Veo alguien lleno de odio, que podría matar a cualquiera solo por demostrarle quien manda.
-Exacto -se levantó de golpe y se puso a dar vueltas mientras soltaba suspiros de amargura-. Siempre he intentado entender porque yo nací rodeado de mala gente, porque me han tratado mal cuando yo no les hice nada, o porque los Tecnogizadores decidieron abducirme y no a otro más normal, ahora entiendo porque -esbozo una mirada de desquiciado-. Porque yo nací para ser un bellaco, un monstruo al que la gente debería de temer, alguien que solo vive para manifestar sufrimiento hacía los demás. Por eso me abdujeron, porque ellos saben que mi potencial solo existe para cometer esa misión en la vida.
Von quedó indeciso al oír eso, era lo más loco que le había oído escuchar nunca.
-¿De verás crees en eso? -le pregunto, queriendo comprender si era una opinión sincera o no.
-No lo se -dudo-, a lo mejor si y a lo mejor o no.
-No -protestó Von levantándose de golpe-, de ninguna manera.
-Uhm -gimió sorprendido.
-Venga Morticus, tu no eres así, es imposible que ese sea tu destino.
-Tiene que hacerlo, sino, no le encuentro sentido a todos mis desgracias.
-Tus desgracias ocurrieron porque naciste en el lugar equivocado y criado con la gente equivocada. Puede que tu infancia haya resultado horrible, pero cuando nos abdujeron a ambos. La cosa cambió, me conociste, te quedaste conmigo y me ayudaste a ver mundo. Demostraste ser el hermano que jamás tuve. Esa es una demostración de que eres diferente y eso es bueno.
Se intrigó en esa última frase.
-¿A qué te refieres?
-El mundo puede ser malo o bueno, la gente también, pero las pequeñas diferencias que tenemos, son las que nos hacen -argumentó con honestidad-. Ambos podemos decidir lo que queremos ser, sin que nadie nos controle o nos diga cuál es nuestro potencial, lo que importa es que sepamos darnos cuenta de que es lo correcto para nosotros.
Morticus le miró con una expresión inquisitiva, tenía miedo de pensar en eso.
-Venga Morticus, pasemos de esto. Ya no nos hace falta, hemos conseguido lo que queríamos hacer, busquemos una mejor vida, para ambos. Una alejada de la violencia -le presiono una última vez, esperando que ahora lo hubiese entendido mejor.
Morticus bajo la cabeza, reflexionando sobre ese asunto, Von se le quedó mirando entristecido, intentando de determinar si su hermano cambiaba de idea o no, no quería esperar mucho tiempo, se dio la vuelta dispuesto a ignorarle, le había dado demasiadas oportunidades, no iba a continuar con esto a menos que le diese una respuesta verdaderamente honesta.
-Espera -dijo.
Se dio la vuelta sintiendo que por fin tomó una decisión.
-Hay un problema.
-¿Cuál? -cuestiono.
-Ya viste la tecnología que poseen los Tecnogizadores, si nos negamos, el Amo nos encontrará y se vengará de nuestra desobediencia.
Von quedó perplejo, no había caído en eso.
-Pues entonces le pediremos ayuda a alguien -propuso.
-No -discrepo, se acercó hacía Von-, te diré lo que haremos.
Le miró fijamente, intrigado por la idea que tenía.
-Continuaremos haciendo estos trabajos, le daremos al Amo lo que quiere, y una vez que él haya conseguido lo que tanto ansía, le pediremos que nos deje libre, le soltaremos alguna excusa de que no somos tan útiles como pensábamos, y al oír eso no tendrá más opción que dejarnos marchar -ideó de forma concreta.
-¿De verás crees que nos creerá? Lo pensó detenidamente.
-No lo sé, pero el Amo me conoce demasiado bien, conseguiré convencerlo de alguna manera.
Von se convenció, pero en el fondo seguía estando mal.
-Ey venga vamos -le animó tocándole la cara para que se le cambiase la expresión de tristeza que no dejaba de manifestar-. No sigas poniendo esa cara, ya verás como todo terminará bien.
-¿De verás lo prometes? Sonrió pícaramente.
-Claro que sí -se acercó aún más y le abrazó fuertemente-. ¿Tu sabes que te quiero mucho verdad?
-Si, lo se -le agarró dejando que le abrazará lo mejor que pudiese.
-¿Y sabes que no dejaré que te pase nada nó?
-¿Lo prometes?
-Lo prometo Von, te prometo que estaremos juntos por siempre -acordó confiadamente.
La imagen se disipó, el recuerdo se desvaneció, Morticus se quedó viendo esa imagen mientras se lamentaba por no haberla recordado antes. Hada lo vio también, sorprendida, no se esperaba encontrarse con una escena así, sobre todo proviniendo de sus recuerdos. Mirto a Morticus, pudo notar que se lo tomaba muy mal, demasiado, evidentemente quería mucho a Von, tanto que estaba dispuesto a arriesgarse por todo para darle la vida que siempre quiso. Siguió mirándole hasta que se le vino una incógnita a la cabeza.
-¿Qué sucedió después de eso? -le pregunto.
-Estuvimos viajando, hasta que encontramos una aldea, esa en la que estaba Jack, él me humilló públicamente, me cabreo tanto que no pude quitármelo de la cabeza. Eso quizás hizo que me olvidase de todo -se giró dirigiéndole una mirada de culpa a Hada-. Jack tenía razón.
Hada no comprendió esa última frase.
-Jack tenía la razón todo este tiempo, yo provoque la muerte de Von, yo maté a mi hermano -estalló entristecidamente y se cayó de rodillas contra el suelo.
De pronto todo el fondo empezó a fragmentarse como si fuesen trozos de papel, todo el escenario desapareció quedando únicamente un vacío blanco que brillaba.
··
Volvió en sí y cayó de rodillas de nuevo contra el suelo, pero esta vez en la sala de mando de la estación Tecnogizadora, donde estaban todos observando, quedaron sorprendidos al ver su repentina reacción. Morticus se puso a sollozar desconsoladamente, largando unas lágrimas turquesa que brillaban como agua cristalina, Hada se agacho para consolarla, apoyo calmadamente su mano sobre su hombro, quería que lo procesará, que asimilará lo que descubrió.
-¿Qué ha pasado? -le preguntó Nolan.
-He visto la verdad -declaró Hada-, ha visto lo que quería ver.
Abrió los ojos y observó que aún seguía sosteniendo la cápsula con los dientes de Von, tenerlos en sus manos era como estar sosteniendo a su hermano.
-Lo siento mucho Von, debería haberte escuchado desde el principio -se llevó la cápsula sobre su cara para ocultar su enorme tristeza.
Todos se sintieron indiferentes al verle, querían sentir lástima pero no sabían porque, aunque Jack si sabía lo que pasaba, se hacía una idea de lo que vio. Morticus levantó la vista dirigiendo la mirada hacía Jack, verle ahí delante le hizo darse cuenta de muchas cosas.
-Lo siento mucho Jack, siempre te eche la culpa de que hubieses matado a Von -soltó disculpándose completamente con él-. Pero ahora veo que en realidad hiciste lo correcto para proteger a tu hermana, para protegerla de mi. Yo soy el único culpable de todo esto. No debí haberos secuestrado, no debí haber hecho nada de lo que hice.
Quedaron perplejos al ver que por fin se estaba arrepintiendo de todas sus acciones.
-No se si podrás perdonarme por todo lo que te he hecho a ti y a tus amigos -señaló a todo el grupo en general-. Pero al menos espero de que por lo menos entiendas, que no sabía lo que hacía, estaba tan enfadado, tan lleno de ira, que creí que hacía lo correcto para sacarme de encima todos esos remordimientos que llevaba tanto tiempo guardados dentro.
Jack asintió, comprendiendo perfectamente lo que decía.
-Pero ahora veo que no ha sido así, sigo sintiéndome tan mal como antes. Y me imagino que si Von estuviese aquí viéndome, no se sentiría orgulloso de nada de lo que he hecho -arremetió bajando la mirada mientras se compadecía de todos sus errores.
Se le cayó la cápsula de sus manos.
Todos se miraron sintiéndose mal ahora por él, antes le odiaban por todo lo que hizo, pero ahora veían que también era una víctima de una serie de circunstancias ultra complicadas que les llevaron a cometer toda esta serie de actos crueles y miserables. Querían ayudarle pero no tenían ni idea de como hacerlo, no había nada que le ayudase, excepto una cosa.
Jack se acercó, se arrodilló y miró compasivamente a Morticus.
-Creo que te equivocas -le contestó con seriedad.
-¿Eh?
-Creo que Von habría estado muy orgulloso de ti, de como has podido soportar todo esto, y como has logrado detenerte y darte cuenta de que lo que hacías estaba mal. Eso fue lo único que siempre quiso de ti, y ahora lo has hecho -argumentó señalando que el haber terminado con todo era una mayor recompensa de la que creía.
Reflexionó sobre ese asunto, tras haber visto aquel recuerdo, empezó a cerciorarse de que ese siempre fue el problema. Von quería que parase, que se detuviese de seguir atacando o echándole la culpa a los demás de todas sus desgracias, y como no hizo eso ocurrió lo que ocurrió, pero ahora que había llegado demasiado lejos, se dio cuenta de que aunque Von estuviese aquí con él, tampoco le hubiese gustado seguir adelante con este plan, detener el plan de conquista fue la mejor opción.
Cogió de nuevo la cápsula, se levantó y se la devolvió a Hada.
-¿No quieres ver más? -le pregunto.
-No, ya he visto suficiente -se lo entregó en sus manos-. Von se marchó hace mucho tiempo, y yo he estado insistiendo en recuperarle de alguna manera, pero tenerle de vuelta no hará que las cosas sean mejores. Creo que ya va siendo tiempo de dejarle descansar.
Hada sonrió complacida de su decisión.
Morticus asintió aliviado, sentía que se había quitado un peso de encima, se acercó hacía 3-0-6 y le echó una mirada franca, como dispuesto a ser sincero con él de una forma razonable.
-No estuvo bien lo que me hiciste -le dijo.
-Lo se -reafirmó, avergonzándose de esa decisión.
-Pero al menos me salvaste la vida, te lo agradezco por ello.
Sonrió halagado al ver que ya no le tenía ningún rencor.
Los demás sonrieron aliviados de ver que se le fue todo el enojo de una vez.
-Como tu dijiste antes, acepto tu propuesta. -¿De verdad?
-Si, pero con una condición.
-¿Cuál?
-Que primero me detengas.
-¿Eh? -todos se extrañaron al oír eso.
-He cometido un montón de barbaridades, le he hecho daño tanto al Imperio Tecnogizador como a la humanidad, merezco ser castigado por ello. Quiero pasar el resto de mi condena intentando de lidiar con mis errores, y una vez los haya superado, me uniré para trabajar contigo -dictaminó levantando los brazos en señal de aceptar su detención, estaba dispuesto a entregarse con tal de actuar como un hombre razonable.
Ambos se miraron sorprendidos, no se esperaban una petición tan radical como esa, pero veían la cara de confianza que Morticus y parecía ser que estaba verdaderamente dispuesto a ser detenido. Lo cual en estas circunstancias se veía razonable, quería disculparse, redimirse de sus actos tan macabros y quitarse todo los pesos de encima, que fuese detenido por sus crímenes era una forma de madurar y recompensar todas sus malas acciones.
-¿De verás estás dispuesto a aceptar eso? -le pregunto, dándole el beneficio de la duda de saber si ahora sería capaz de cambiar de opinión o no.
Volvió a reflexionar sobre esa cuestión, no era una decisión fácil, si dejaba que le detuvieran, pasaría un buen tiempo encerrado en una celda, y no sabría lo que eso podría suponer. Volteo la mirada viendo de nuevo a Jack, el joven guardián de piel pálida le veía con una firme y apática, como si no supiese que expresar en esta situación, no parecía sentir enojo o diferencia, simplemente se mostraba conforme con lo que él decidiese. En el fondo quería disculparse con él, por como le trato, y por todo el rencor que le echó por la muerte de su hermano, que ahora veía que era tanto culpa suya como de él, y no se merecía ese sufrimiento por todo lo que pasó. En cambio él sí, porque siempre se portó mal, tanto que nunca obtuvo castigo alguno por ello, y ya era hora de que sufriese su penitencia por cada una de las cosas que cometió a lo largo de los años.
-Estoy dispuesto -acepto con total conformidad.
3-0-6 asintió, conforme con su decisión.
-Muy bien, general Morticus, más conocido como el miembro 1-0-8, se te acusa de alta traición al Imperio Tecnogizador y de intento de conquista de un planeta no hostil y de conspiración para perpetrar un ataque a gran escala contra la galaxia -parafraseo dictaminando su sentencia-. Según nuestra ley de unas acusaciones tan enormes deberías de ser ejecutado en público.
Todos reaccionaron perplejos al oír eso.
-Pero eso entra dentro de la ley de mi padre, y yo no soy mi padre, por eso mismo dictaminó una nueva ley, una ley en la que seré menos indulgente y las acusaciones serán más razonables dependiendo de la acusación contra el acusado -añadió expresando una nueva mentalidad-. Morticus, tú serás el primer detenido en ser acusado con esta nueva ley, ¿te ha quedado claro?
-Si -comentó tímidamente.
-¿Deseas expresar algo antes de ser detenido?
Pensó detenidamente esa opción, había dicho tanto que no sabía qué más decir, miró de nuevo al grupo, todos en el fondo se sentían mal con él por lo que hizo, se mostraban conformes con que tomase esta decisión, pero sentía que eso no era suficiente para disculparse de sus actos.
-Si -contesto con tono firme.
Se acercó hacía los Guardianes.
-Guardianes de la Infancia, lamento mucho todo lo que os he hecho, el haberos atacado sin piedad, os he hecho huir y encima mande a un equipo para destruir vuestro Palacio -comentó recordando ese hecho que muchos habían olvidado-. No se como reparar todos esos daños, pero de haber sabido lo que estaba sucediendo en ese momento, no os habría atacado.
Ambos se miraron reconociendo su disculpa.
-No te preocupes, reconstruiremos el palacio pieza por pieza -perdonó pasivamente Norte-. Además, todo eso sucedió por culpa nuestra.
-¿Eh? -no comprendió.
-Si no hubiésemos secuestrado a 3-0-6, entonces no habríais cometido esa operación de rescate.
-Te debo una por eso -achacó sarcásticamente 3-0-6.
Norte se rio, le gustaba su sentido del humor.
4-0-9 se acercó.
-En realidad yo soy quien también debería de disculparme, no debería haber atacado al Palacio sin haber sabido antes lo que estaba pasando -comentó cerciorándose de ese error.
-Ya, pero tú no podías saberlo, hiciste lo que te mandaron a hacer -le corrigió Bunny.
-Ya, pero también pude negarme, y haber tomado otra opción -añadió alargando el tema.
-Pero no la hiciste, seguiste el protocolo como yo te pedí -continuo Morticus.
-Y aún así debería haberme dado cuenta de lo que pretendías hacer por aquel entonces -indicó esbozando una mirada incrédula al cerciorarse de lo irónico que resultaba.
Todos se miraron sintiéndose agobiados al ver que se estaban complicando con el asunto.
-¿Pero al final quién tuvo la culpa? -crítico Jaime sintiéndose confundido.
Se echaron unas miradas cómplices de duda.
-Creo que más bien la culpa es de todos, cada uno hizo lo que creía correcto y eso provocó que todos los pensamientos de cada uno chocasen en una mala situación -argumentó el Operador llegando a la conclusión más razonable y acertada.
-Eso es verdad -dijo conforme Hada.
-¿Entonces... -se quedó Bunny sin saber a qué conclusión llegar.
-Creo que no hay nada de lo que disculparse -señaló Norte-. Fue un malentendido que tuvo una mala consecuencia.
Todos asintieron estando conformes con esa decisión, no había nada que perdonar.
Morticus lo dejó estar y paso al siguiente, se acercó hacía Nolan y Halt.
-Siento mucho haber matado a toda esa gente en la Tierra, no debería haberlo hecho, se que eran inocentes, pero en ese momento yo solamente seguía mis órdenes, fue lo que me ordenaron a hacer, y es lo que básicamente he hecho siempre, eliminar a cualquier individuo que represente una amenaza hostil para ambas especies, pero para entonces ese momento me parece que...
-Te dejaste llevar por la sensación de poder -indicó Halt.
-Si -confirmo con resentimiento-. No se como podré reparar eso, todas esas familias han perdido a alguien, de la misma forma que yo, y ahora, no se qué manera hay para explicar todo eso.
Halt y Nolan se miraron reconociendo ese problema, ahora que sabían lo que paso, tenían que ocurrirseles alguna idea que justificase todos esos asesinatos, algo que pudiese explicar porque murieron y quienes les mato, si no hacían eso, las familias de los fallecidos quedarían en una terrible duda que les perseguiría para siempre.
-Supongo que les diremos algo confidencial -soltó Nolan.
-¿Confidencial? -se extraño con esa respuesta.
-Diremos que quien lo soy fue algo relacionado con el Gobierno, lo taparemos y diremos que fue su asesino fue capturado pero no podremos decir quien fue -ideó seriamente.
-Una respuesta que no suena a respuesta -aclaro Jack.
-Si, me temo que sí -indicó, lamentándose por no ofrecer nada mejor que eso.
Morticus asintió amargado al no gustarle esa respuesta, pero la aceptó teniendo en cuenta lo complicado y absurdo que sonaba contarle a algunos la verdad.
-Y encima después de eso os ataque en vuestra cabaña, cosa que tampoco debería haberlo hecho, pero quería coger a Jack y... -se quedó pensando en cómo continuar la frase, la culpa le dejaba indeciso y confundido-. Siento mucho.
Sintieron una enorme pena por él al ver que quería disculparse.
-No te preocupes, repararé esa cabaña, aunque me cueste sudor y lágrimas la dejaré como nueva -perdonó demostrando que ya no le guardaba rencor por ello.
Halt se rio confiada con esa propuesta. Morticus sonrió conforme.
Luego se dirigió hacía Norte.
-Señor St. Nicolas Norte, lamento mucho lo que le hice, no debería haberle pedido al doctor que experimentase con usted, y le perdonó por haberle matado, se que no era su intención y que su muerte fue provocada en defensa propia -se disculpó recordando malamente ese asunto.
-¿No te importa que hubiese muerto? -cuestiono Norte notando que no parecía sentir lástima por él.
El doctor era mi amigo, uno de los pocos en quien podía confiar y decirme lo que necesitaba saber, pero el doctor también tenía sus cosas, no era un buen Tecnogizador tampoco, estaba algo ido, obsesionado con el poder como yo. Él no era como yo, así que puedo suponer que de alguna forma acabó recibiendo su merecido después de mucho tiempo -argumentó señalando que el doctor se busca su propia condena él sólo-. Me molesta que se haya muerto, pero creo que con el tiempo aceptaré que él también tuvo tanta culpa como la mía por todo lo ocurrido.
Norte asintió conforme con ese pensamiento.
-Te perdono chico -se disculpó con total franqueza.
Sonrió conforme, pero no tanto como con los demás.
Luego caminó acercándose hacía 7-5-8, el Tecnogizador lo miró con un ceño indulgente.
-7-5-8, se que me odias por haberte rebanado el cuello en el bosque, y por todos estos implantes que te he instalado en el cuerpo -le señalo las partes robóticas-, si te soy sincero la verdad es que tampoco tenía ganas de hacerte eso, si hubiese querido crear un arma habría hecho otra cosa, pero como estaba enfadado porque Jack se me escapó de las manos, dirigí todo mi odio hacía ti, y te hice pagar el precio de mi arrogancia -explicó mientras se cercioraba mentalmente de que eso era algo que tendría que haberse dado cuenta antes-. No fue justo, ni siquiera tratarte así después de todo el buen trabajo que has hecho estos años.
7-5-8 asintió con indiferencia, le costaba aceptar sus disculpas.
-No se si podrás perdonarme, pero si te digo que puedo recompensarte por ello.
-¿Como? -pregunto con duda.
-Creo que puedo quitarte estos implantes -declaró.
-¿De verdad? -cuestionó sorprendido.
-Si, aunque no sé si podré.
-Yo si puedo -interrumpió 3-0-6.
Todos dirigieron su mirada hacía él.
-Conozco a unos ingenieros que serán muy capaces de devolverte a la normalidad, te quitarán todas esas cosas sin dejarte una sola cicatriz en el cuerpo.
-¿Lo dices en serio? -se interesó ante esa propuesta.
-Si quieres.
Se puso a reflexionar sobre ese asunto, le entusiasmaba la idea de volver a ser normal, odiaba en lo que se había convertido, pero había algo que sí le gustaba, y era la fuerza que tenía, la había comprobado varias veces y notaba el enorme potencial que demostraba.
Se giró dirigiendo una mirada de impunidad hacía 3-0-6.
-Quiero que me saques los implantes, pero no todos -propuso
-¿No todos?
-Sé que no debería, pero tengo en mis manos un poder que me resulta muy útil, quiero seguir teniéndolo y aprovecharlo para lo que sea.
Ambos se miraron sintiéndose extrañados con esa propuesta, les parecía raro que aceptase una cosa así, pero viendo su expresión de pura confianza que mostraba, decidieron aceptarselo.
-Si tu quieres que sea así, entonces lo haré -acepto conforme 3-0-6.
Asintió con la cabeza esbozando una media sonrisa de orgullo.
Acto seguido Morticus se acercó hacía 4-0-9, que le miraba con decepción.
-Creo que contigo he sido menos compasivo -soltó con sarcasmo.
-Por poco casi me matas dos veces -comentó sintiéndose incómodo de su presencia.
-Ya -suspiró con amargura-. He pasado más tiempo contigo que con ningún otro Tecnogizador más, que no me he dado cuenta de que podría haberse considerado un amigo, y en cambió lo único que he hecho ha sido insultarte y condenarte por nada.
-Ya -reafirmó, reconociendo perfectamente que eso fue lo que sucedió.
-No se si puedes perdonarme, pero quiero que sepas que lamento mucho lo que te hice, de haber reconsiderado lo bueno que eres, hubiese empezado una amistad contigo hace bastante tiempo.
Se puso a reflexionar sobre esa disculpa.
-Cierto que podría haberlo hecho -señalo objetivamente-. Pero entonces habría habido un problema.
-¿Cuál?
-Que me seguirías viendo como alguien inferior, y una amistad no duraría mucho. Pudo reconsiderar ese hecho como una gran verdad.
-Además, yo ya tengo otros amigos que por lo menos me tratan mejor -dirigió la mirada hacía Jack y Jaime, quienes le ayudaron a escapar y a darle motivos por los que seguir adelante a pesar de que no tenía esperanzas de ningún tipo-. Creo que estaré bien.
-Me alegro -le dio una leve palmada de confianza en el hombro.
Luego se acercó hacía Jaime, quien le seguía teniendo miedo.
-Lamento mucho todo el daño que te hice chico, no debería haberte secuestrado, a ti, a tu hermana y a tu amiga, pero quería usarte para que Jack viniera por mí -intento de disculparse profundamente con él, lo que le hizo era lo que más le dolía.
-Tal y como hiciste con la hermana de Jack -recalcó honestamente.
Cayó en la cuenta de que había hecho justo lo mismo sin percatarse de ello. -Si -le dio la razón.
-¿Cuando le tendiste la trampa a Jack, todo eso lo hiciste sin tener sentimientos, o lo hiciste sabiendo que quizás estaba mal pero te daba igual? -le pregunto, queriendo ahora saber si esa emboscada lo hizo intencionadamente por orden del Amo, o por decisión suya.
Se puso a pensar detenidamente ese hecho.
-Aquello fue una maniobra que una vez un grupo de Tecnogizadores cometieron para atrapar a un poderoso enemigo, les robe su idea -confesó cínicamente-. Pero cuando puse mi mano sobre Jack para robarle sus poderes, sentí algo más, algo despertó en mí que me hizo darme cuenta de cuánto le odiaba, por lo que me hizo, a mi y a mi hermano.
-Pero no sabías lo que era, ¿verdad?
-No -asintió arrepentido-. Me dejé llevar por un sentimiento que llevaba demasiado tiempo guardado en mi interior, de haberlo sabido no habría actuado como lo hice.
Apretó fuertemente su puño, demostrando que ahora se sentía culpable de todas sus acciones.
-¿Al menos ellas dos están bien?
-Si, están bien -confirmó serenamente Jaime.
-Bien -asintió, convencido y entristecido.
Jaime se compadeció de él, le odiaba por las cosas que había hecho, pero ahora que lo veía tan abatido, sentía que tenía que ayudarle en algo.
-Prometeme una cosa. -¿Eh? -le miró fijamente.
-Prometeme de que nunca más volverás a hacer daño a un niño como yo -pidió explícitamente.
Quedó patidifuso ante esa decisión tan imponente. -Prometelo por tu hermano.
-Lo haré, por Von prometo que no volveré a hacer daño a ningún niño más, esa época se terminó -impuso con total firmeza mientras sollozaba para sus adentros.
De pronto la cabeza del Paleductus asomo la cabeza.
Morticus le miró con temor, recordando lo que le hizo antes.
Jaime se fijó en él, movió la cabeza de un lado a otro.
-Creo que está contento -dijo entusiasmado.
-Ya veo -exclamó, asqueado e intentando apartarle la mirada.
Jaime alzó la mirada, notando su mirada de asco y pavor.
-Siento mucho lo que has hecho -se disculpó indulgentemente-. ¿Te siguen doliendo los pezones?
-Si -berreó intentando de no confirmar ese problema.
Se dio la vuelta y se puso delante de Jack, de quien más ganas tenía de disculparse, se quedaron mirándose frente a frente sin saber que hacer, el conflicto que ambos se tenían era tan largo y complejo que no sabían cómo afrontarlo, teniendo en cuenta todo lo que ocurrió. Intentar disculparse era más difícil que pelearse por odio.
-Yo... -se trabó con sus palabras-, yo nunca quise esto, ¿sabes?
Jack frunció el ceño, sorprendido al oír eso.
-Yo lo único que quería era vivir una vida en la que me quisiese, que me diesen esperanzas, pero eso jamás lo tuve. En cambio tu si -fijó una mirada compasiva en Jack-. Tu lo tuviste todo, una familia, una hermana, gente que te respetaba y te apreciaba, en cambió yo nací en un lugar donde nadie me quiso, nací como un accidente y fui criado como un animal mugriento que no debería estar ahí, pero estuve, y soporte todo lo que pude.
Jack asintió, comprendiendo su frustración.
-Supongo que por eso te quería secuestrar.
-¿Qué quieres decir? -se extraño con ese último comentario.
-Antes no lo he dicho, pero resulta que cuando Von y yo regresamos con el Amo para decirle lo que había pasado, unos después baje a la Tierra, para verte, y vi que te llevabas bien con todo el mundo, todos te respetaban como si fueses un líder, incluso tu hermana te veía como un héroe -confesó entonando una voz que indicaba que le sorprendía haber presenciado ese momento-. Al verlo ahí entonces lo entendí.
-¿Entender qué?
-Yo no te odio porque me hubieses humillado delante de todo el mundo, te odiaba porque te tenía envidia, envidia porque tu eres lo que yo nunca he sido, y como no lo quería soportar, te secuestre a ti y a tu hermana, para que supieses lo que estar como yo estaba.
-¿De verás estabas dispuesto a hacer eso?
Se puso a reflexionar mentalmente sobre esa idea.
-No lo se, quizás en ese momento si, yo no era una persona muy racional, pero Von si, de haber salido todo menos mal, él me habría detenido en el último momento -opino analizando la situación de otra manera más razonable.
Ambos se quedaron indecisos al hacerse una idea de ese argumento tan ambiguo.
-Yo también un poco de culpa -añadió Jack.
Se sorprendió al escuchar eso.
-De haber sabido que te habían cogido unos alienígenas, te habría ayudado -confesó.
Todos le miraron sorprendidos al no creerse que pensase eso de verdad.
-¿De verdad?
-Y si, yo siempre ayudo a la gente.
-Eso es cierto, pero... -se quedó pensando-. ¿De verás hubieses sabido lo que es un alienígena?
-Y supongo que no -contestó con ironía.
Ambos se rieron al cerciorarse de la situación ridícula que se estaban inventando.
Levantaron la mirada y se miraron de nuevo con franqueza.
-Creo que ambos en realidad nos hemos hecho daño mutuamente -objetó Morticus.
-Si -confirmó, estando de acuerdo con ese aspecto.
Quedaron los dos en una situación otra vez.
-Lamento mucho todo lo que he hecho Jack, si hubiese sabido que todo este conflicto nos llevaría directamente a esto, lo hubiese terminado hace mucho.
-Lo sé, pero ahora todo ha terminado, eso es lo que importa -señaló honestamente Jack.
-Si -confirmó estando de acuerdo, quedo intranquilo-. No se si podrás perdonarme ahora, pero quiero que sepas que te perdonó Jack, no quiero tenerte ningún rencor más.
-¿Lo dices en serio?
-Si, ¿qué me dices?
Todos fijaron sus miradas en él, queriendo saber si le iba a perdonar o no. Morticus estaba nervioso, desesperado porque le diese ese perdón que ansiaba una barbaridad. Jack reflexionó, levantó la cabeza y le miró con una expresión que indicaba que estaba por soltar algo.
-Quiero perdonarte Morticus, y lo digo verdad, pero todo lo que ha pasado ha sido muy grande, no sabía ni por dónde empezar, no me siento preparado, yo... -comentó sincerándose de forma arcaica-. Creo que debería tomarme mi tiempo para pensármelo mejor.
Morticus bajo la cabeza disgustado.
-Te entiendo, me costó bastante procesar el hecho de que una vez fui humano de verdad, y saber que tenía un hermano -comentó señalando que respetaba su petición-. Así que cuando te estés preparado, esperaré tu disculpa.
-Lo haré -prometió decididamente.
Sonrió satisfecho al ver que respetaba sus condiciones.
Se estrecharon las manos firmando ese pacto.
-Gracias -le agradeció sabiendo que ahora podía contar con él.
Se acercó de nuevo hacía 3-0-6 y levantó ambos brazos dejándolos rectos en el aire.
-Ya estoy listo -pidió, queriendo ser arrestado.
3-0-6 acepto convencido, dio la orden y entonces uno de los Tecnogizadores se acercó sacando unos grilletes, eran redondos como los aros de una cortina de baño y la cuerda era una delgado cable que brillaba con una tenue luz blanca que parecía de neón, se lo pusieron alrededor de las muñecas y estas se acoplaron automáticamente a sus manos, sintió un dolor al apretárselas, pero se mantuvo firme sin pestañear. Dos Tecnogizadores se acercaron por detrás, lo cogieron y se lo fueron llevando hacía la salida, se detuvo un momento para mirar de reojo al grupo.
-Lo siento -les dijo a todos una última vez.
Miró al frente y se lo llevaron desapareciendo a lo lejos en el pasillo que había al otro lado.
El Operador dio un paso al frente.
-Yo ahora debería irme, los demás técnicos deben de querer saber si sigo vivo o no -comentó esbozando un pequeño gesto de incredulidad.
-Ve con ellos Operador, gracias por habernos ayudado -le agradeció Norte.
-Lo sé, a vosotros también -asintió nervioso-. Adiós Guardianes.
-Adiós -se despidieron todos de él.
Se giró echando un último saludo, salió de la sala y siguió a los Tecnogizadores que se estaban llevando consigo a Morticus, desapareció más allá del fondo.
Todo quedó en un largo y extendido silencio de incertidumbre.
-¿De verás no le quieres perdonar ahora? -le preguntó Jaime a Jack.
-Y no, ahora no podría, primero él tiene que hacer penitencia por todas las cosas que ha hecho -comentó con tono paciente-. Y yo también.
-¿A qué te refieres?
-Hay una cosa que él tiene razón, yo jamás debí haber matado a su hermano, se que fue un accidente, pero llevo sin saber eso desde hace mucho tiempo. Yo también tengo que hacer penitencia por lo que hice -argumentó señalando su culpabilidad por lo ocurrido-. Y cuando lo haga, podré perdonarle a él por las cosas que ha hecho.
Acarició suavemente su pelo en señal de que se sentía bien consigo mismo.
-Increíble -exclamó Bunny.
-¿El qué? -le preguntó Nolan.
-Hemos pasado por una situación tan caótica, que me esperaba que esto terminase de la misma forma que empezó, ha sido demasiado fácil -opinó sintiendo que todo esto lucía como un final agridulce, como si no encajase con todo lo que habían pasado.
-Nada ha sido fácil ni difícil, solo ha sido complicado, pero al menos ha terminado bien -objetó Jack dando un mejor argumento a toda esta conclusión.
-Si -afirmaron estando de acuerdo con él.
De pronto Sandy se despertó, soltó un fuerte bostezo que largó polvo dorado de su boca.
-Ey Sandy, ¿cómo estás? -le preguntó entusiasmado Norte de verle.
Todos se acercaron para ver cómo se encontraba el Creador de Sueños.
Sandy quedó indeciso, no recordaba nada de lo que había pasado, miró a Jack, cerciorándose de que estaba bien, quedó más atónito que antes.
-Le has salvado la vida Sandy, y hemos ganado gracias a ti -le comentó Hada.
Materializó por encima de su cabeza una cara haciendo gesto de asombro. Ambos se rieron al ver lo sorprendido que estaba.
-Por cierto, ¿y ahora qué haréis? -preguntó el Operador.
Se miraron dubitativos, pero teniendo una idea clara de lo que debían hacer.
-Creo que ya es hora de volver a casa.
BURGESS, BOSQUE
Es de noche, el cielo está de color oscuro azulado repleto de estrellas brillantes, de pronto aterriza un platillo volante cerca de un bosque cercano al pueblo, aterriza suavemente contra la nieve y entonces la compuerta se abre, de ahí bajan los Guardianes junto con todo el resto del equipo, les acompañan 3-0-6 junto con 4-0-9 y 7-5-8. En cuanto pisaron la nieve, todos aspiraron el aire frío que les rodeaba. Jack estaba entusiasmado por sentir el invierno cubriendo su cuerpo.
-Creo que nunca antes había estado tan entusiasmado por ver la nieve de nuevo -comentó irónicamente mientras levantaba la nieve con sus manos.
-Y yo estoy sintiendo algo de frío ahora mismo -comentó tiritando Jaime.
Jack se rió al cerciorarse de que el pequeño no era tan tolerante al frío como él.
-No te preocupes, aquí tienes -le pasó Nolan su chaqueta para cubrirlo.
Le echó una mirada de gratitud, ahora se sentía más fresco que antes. El Paleductus asomo la cabeza sintiéndose a gusto también.
Bunny se sentó contra el suelo, respirando agotado.
-¿Estás bien Conejo? -le preguntó Halt acercándose para ver como estaba.
-Estoy bien, pero creo que necesito unas vacaciones -comentó sarcásticamente.
Halt se dio la razón, se sentó a su lado sorprendido a Conejo.
-¿Sabes una cosa? Toda esta aventura ha sido la mejor experiencia que he tenido nunca -le comentó esbozando una sonrisa de gratitud.
-Si, y miá también, he peleado contra alienígenas, he luchado junto a Santa y el Conejo de Pascua, hemos salvado al mundo y evitado que la gente sepa que serés asesinos del espacio existan -argumentó señalando concretamente con ironía todo lo ocurrido-. Yo diría que esta es una aventura que nadie olvidará.
-Pero la gente no lo sabrá, excepto nosotros -indicó Bunny.
-Si -afirmó dándole la razón.
-Me alegra mucho que hayas estado conmigo -le dijo honestamente.
-Lo mismo digo -le contestó, echándole una sonrisa picarona.
Le clavó el dedo sobre su hombro en señal de burla. Aquello hizo que ambos se rieran y se pusieran a echarse pullas constantemente como si fuesen niños pequeños.
Jaime se puso a andar y asomo la cabeza observando que al frente se podía ver su casa, tenía las luces encendidas, eso indicaba que su familia estaría ahí.
-¿Mamá y Sophie estarán bien? -se preguntó con duda.
-Tu madre y tu hermana estarán bien, me asegure de que lo estuviesen -le comentó Hada, apoyo confiadamente su mano sobre su hombro.
Al otro lado Jack la miró, sintiendo que ahora porque Hada era tan especial, era dulce y siempre animaba a cualquiera con pocas palabras, tal y como él siempre hacía.
-¿Queréis que os ayudemos en algo?, para reparar los daños por todo lo que hemos causado -propuso 3-0-6 queriendo enmendar todos los errores que cometieron durante el conflicto.
Ambos se dirigieron hacía el grupo de Tecnogizadores.
-No me parece mal, pero preferimos mejor hacerlo a nuestra manera -opinó Norte-. Nos arreglaremos como hemos hecho durante varios siglos.
Asintió conforme con su decisión.
-¿Qué pasará ahora que eres el nuevo rey del Imperio Tecnogizador? -le preguntó Nolan.
-Volveré a casa, a mi planeta natal, ahí comenzaré a quitarle a todo el mundo la Tecnia, haré que todo el mundo vuelva a ser normal como antes -comentó con tono idealista.
-Me parece muy acertado -dijo halagado Norte.
Asintió sintiéndose conforme con esa idea.
-Por cierto Jack -soltó 4-0-9.
-¿Eh? -exclamó Jack.
-Tengo algo que darte que me parece que te va a gustar -volvió a meterse dentro del platillo. Ambos se miraron intrigados por lo que fuese que vaya a regalarle.
Regresó llevando consigo La Brotadora, Jack se acercó para verla.
-Creo que ahora esto te pertenece -se la entregó.
-¿La Brotadora? ¿Pero por qué? -se cuestionó indeciso mientras cogía el arma.
-Tu la cogiste y supiste usarla bien, mejor que todos nuestros hombros, te sentirá mejor a ti que a cualquier otro Tecnogizador -comentó con incredulidad.
Jack la miró, se sentía halagado de tenerla de nuevo, pero de pronto comenzó a cerciorarse de algo que le preocupaba y le hizo reflexionar sobre lo que estaba haciendo.
-¿Sabes una cosa? Creo que no me la merezco -contesto discrepando de su obsequio.
-¿Qué quieres decir? -se cuestionó sintiéndose medio ofendido.
-El arma está buena, pero... no es para mí -se la devolvió.
La cogió sintiéndose extrañado al ver que se la devolvió.
-Lo mio es el frío, y esto ya me lo da -señalo al cayado-, además, el color no me pega. S
e rió al cerciorarse de que tenía razón.
-Creo que es mejor que te lo quedes tu -sugirió.
Levantó la cabeza perplejo al oír eso.
-¿Lo dices en serio?
-Y si, tu te lo has ganado después de todo lo que has hecho por nosotros.
-Muy cierto -le dio la razón Jaime.
4-0-9 quedó tan alucinado que no sabía como reaccionar, miró el arma por ambos lados hasta acabar poniéndola al frente, apuntándole hacía el equipo.
-Cuidado con eso -procuró Jack levantando la mano.
-Uy, perdón -se rió con vergüenza-, no estoy acostumbrado a este tipo de armas -la miró por ambos lados para notar todos los detalles-, creo que habrá que hacerle algunos arreglos.
-Creo que será lo mejor -acepto tomándolo con incredulidad.
En ese momento a Norte se le ocurrió una cosa.
-Creo que esto también merece volver adonde pertenece -se acercó entregándole a 7-5-8, él era el tipo más rudo que había para levantar algo así.
-¿De verás no la quieres? -pregunto 3-0-6.
-Soy un hombre de paz, y un arma hecha con ese tipo de tecnología es capaz de hacer daño a cualquiera de diferentes formas, es mejor que esté asegurada -argumentó señalando lo precavido que era cuando se trataba de tener en sus manos un arma demasiado poderosa para manejarla.
-Lo haré -acepto conforme.
Todos se quedaron mirándose sin saber qué más decir.
-¿Supongo que es ahora cuando nos despedimos nó? -objetó Halt.
-Si, así es -asintió Norte estando de acuerdo.
Ambos se miraron sabiendo que ahora tocaba hacer aquello que menos les complacía, pero debían de hacerlo por el bien de todos.
-Guardianes, de todos los planetas en los que he estado, este es posiblemente el más excepcional y él más valioso -explicó sintiéndose halagado de haber trabajado con ellos-, nunca antes una raza se había esforzado tanto por defender a los suyos y a aquello que les parece correcto, y vosotros como equipo marcáis la diferencia.
Ambos se miraron halagados ante ese argumento.
-St. Nicolas Norte, te debo una por haberme hecho ver la verdad -agradeció firmemente.
-Lo mismo digo 3-0-6 -se acercó a estrecharle la mano con confianza-. Lamento mucho haberte secuestrado y obligado a pasar por ese interrogatorio tan tortuoso.
Se rió al acordarse de ese suceso tan poco agradable.
-No importa, te perdono, si no fuese por eso no sería el que soy ahora.
-Lo mismo que con el niño que se portaba mal -le siguió la corriente y ambos acabaron estallando en una serie de risas sarcásticas.
El equipo se miró sin comprender de qué hablaban.
-Si algo malo sucede ahí arriba, podéis venir a buscarnos y os ayudaremos -le recomendó.
-Lo tendré en cuenta, aunque no creo que volvamos por aquí en un buen tiempo -indicó.
-Tiempo es lo que siempre tengo -terció guiñándole el ojo con sarcasmo.
Aprovechando las despedidas, Jaime se acercó con curiosidad hacía 4-0-9.
-¿Qué harás ahora? -le pregunto.
-Pues... no lo sé, antes me ocupaba de seguir las órdenes de Morticus, pero después de esto -se puso a pensar con mayor profundidad-, tengo ganas de hacer algo más útil.
-Y lo harás -soltó 3-0-6.
Giro la mirada hacía el nuevo Amo.
-4-0-9, has demostrado ser leal a nuestros amigos, has sabido recapacitar sobre nuestros actos y has podido aguantar un dolor insoportable -concretó señalando todas las cosas que hizo en el proceso-, y todo por proteger a otros, eso es lo más digno que un Tecnogizador ha hecho en mucho tiempo.
-Bueno, hice lo mejor que pude... pero en ese momento tenía miedo.
-Lo se, como yo, también tenía miedo de que nada saliese bien, pero al final salió bien -indicó con orgullo-, y como se que puedo confiar en ti para lo que sea, te nombro ahora mi segundo al mando de todas las operaciones Tecnogizadores.
Todos quedaron atónitos al escuchar eso, especialmente 4-0-9 quien se quedó con la boca abierta al no poder creerse que le estuviese dando ese honor.
-¿De verdad señor? -le pregunto, queriendo comprobar que no lo decía en broma.
-Así es -confirmó con serenidad.
Estaba tan asombrado por esta revelación que no sabía como reaccionar, quería mantenerse firme como un soldado, pero se le empezó a escapar una lágrima de júbilo.
-Gracias señor -le agradeció, estando entristecido.
-Felicidades tío -le felicitó 7-5-8 apoyando su mano sobre su hombro.
Le echó una sonrisa de satisfacción por su halago.
-¿Sabéis? Deberíamos de celebrar esto -propuso Jaime.
Todos se miraron entusiasmados ante esa idea.
-Lo siento, pero me temo que no -interrumpió 3-0-6.
Le miraron fijamente quedándose con una expresión de decepción.
-Se que parece muy bonito esto debido a que ahora somos un equipo, pero no se si me parece bien -comentó intentando de buscar la manera más apropiada para explicarse-. Me resultaría mejor si nos marchásemos ahora.
Todos se miraron reconociendo ese problema.
-Tiene razón -dijo Nolan-. Ya hemos pasado por demasiado, ya es hora de que todos nosotros volvamos adonde pertenecemos.
Asintieron con las cabezas reconociendo que era la mejor idea.
De pronto el Paleductus asomo la cabeza de nuevo sobre la chaqueta de Jaime.
-¿Seguro que quieres que ese bicho se quede contigo? -le pregunto 4-0-9 al chico.
-Si, se lo regalaré a Sophie, creo que a ella le gustará más que a mí -comentó.
-¿Creía que habías cogido al Paleductus porque te gustaba?
-Si, pero lo cogí para liberarle, además, yo ya tengo a mi perro, creo que ya va siendo hora de que Sophie también tenga su propia mascota -argumentó con orgullo.
Ambos se miraron complacidos ante esa idea.
-Pues asegurate de que se porte bien, porque si se enfada no quiero saber de quien arrancará sus pezones -le aviso explícitamente.
-No te preocupes, me aseguraré de que sepa alimentarse de otras cosas.
-¿Otras cosas que también tengan pezones? -objetó cínicamente Jack.
-Eso ya no lo se -comentó sin pocas ideas.
Ambos se rieron con sarcasmo.
-Lo que hay que hacer por ser hermano mayor -indicó burlonamente el joven de hielo.
Le echo 4-0-9 una sonrisa picarona, señalando lo incrédula que era esta situación. Jack le miró bien y se dio cuenta de que no le había agradecido nada por todo lo que hizo.
-Gracias por habernos ayudado antes 4-0-9 -le estrecho confiadamente la mano.
-No -le estrecho la mano-, gracias a ti por haberme dado cuenta de que tenía que pensar por mi mismo, y no siguiendo falsas órdenes.
Sonrió sabiendo que hizo lo correcto por él.
7-5-8 aprovechó la situación para acercarse hacía Nolan. Ambos se quedaron mirándose sin saber qué responder, se tenían un cierto rencor por lo ocurrido días antes.
-Lamento mucho lo que ocurrió en el almacén -se disculpó, sabiendo que aún estaba enfadado por ello-. No debería haberte disparado.
-Lo se -contesto.
Nolan quedó indeciso, no esperaba una respuesta tan afirmativa.
-Estabas en tu derecho, como yo de defenderte.
Asintió reconociendo que eso era verdad.
-Prometeme de que nunca más volverás a dispararme -pidió explícitamente.
-Te lo prometo -extendió la mano queriendo que se la estrechará.
Se quedó mirando su mano, como si no comprendiese su gesto, tragó saliva, tenía miedo de que se lo tomase a mal y actuase violentamente como hizo antes. Al final se la estrecho, esbozando una expresión seria de admiración.
-Eres un buen hombre Albert Nolan, estoy en deuda contigo y tus amigos.
-Gracias -le agradeció viendo que podía confiar en él.
Se la soltó y los tres Tecnogizadores se juntaron, se miraron sabiendo que estaba todo bien.
-¿Nos vamos? -le pregunto 4-0-9 a 3-0-6.
Miro a los Guardianes, ambos mostraban unas expresiones de estar conformes.
-Si, vayámonos antes de que montemos otra invasión alienígena -comentó con sarcasmo.
-¿Qué? -exclamó extrañado Jack al oír eso.
-¿Nos hace como decís los terrícolas?
Todos se miraron indecisos ante esa mención.
-No lo sé, yo creo que no -opino Jaime.
-Ah quedo patidifuso.
-Tienes muchas cosas que aprender 3-0-6 -berreó Norte.
-Lo sé -se lo tomó con modestia-. Vámonos.
Todos subieron al platillo dispuestos a irse, 3-0-6 quedó delante de la puerta.
-Por cierto, recomiendale a tu gente que celebren la Navidad -le propuso Norte.
-¿Por qué?
-Créeme, los hará sentirse más humanos.
Esbozo una sonrisa de confianza al saber bien de lo que hablaba.
-Lo haré -prometió-. Por cierto, dile a Oskar que deseo que sea fuerte.
-¿Al de los niños suecos? -cuestiono Bunny.
-Es un chico especial.
-Lo haré -prometió Norte.
Sonrió confiado ante su promesa.
-Adiós -se despidió al momento en que se cerraba la puerta.
-Adiós -le saludaron todos mutuamente.
La puerta se cerró del todo y el platillo comenzó a despegar, se alejaron procurando de que el aire que desprendía el vehículo no les lanzó volando muy atrás. Se elevó hasta el cielo tan alto que ya ni se pudo escuchar nada, continuó elevándose hasta llegar a la estratosfera.
En el cielo quedo un rastro iluminado de color cían parecido a una estrella.
Ambos quedaron alucinados al verlos marchar.
-¿Creéis que les volveremos a ver? -pregunto Halt.
-No lo sé, pero si lo hacen, espero que sigan siendo tan amistosos como antes -opino Bunny.
-No, lo serán -terció Norte pensando de manera positiva-. Después de la charla que tuve con 3-0-6, yo creo que aprendió mucho más de lo que le enseñé.
No sabían muy bien si tomar ese argumento como algo válido, pero viniendo del carisma de Norte y de su buena fe, confiaban en que eso fuese cierto.
-Vámonos de aquí, tenemos que devolver a este chico con su madre -pidió Jack dirigiendo una mirada cínica hacía Jaime, quien le miraba con entusiasmo.
··
En la casa de los Bennett, todo estaba en calma, había nieve cayendo sobre la casa y las luces estaban encendidas, creando una ambiente agradable típico de Navidad.
Dentro, la señora Bennett estaba consolando a los niños suecos que habían venido acompañados con Sophie, se habían pasado horas jugando y charlando sobre las cosas que ocurrieron desde que se encontraron con los Guardianes.
Kaity y Stella estaban jugando con Sophie en el suelo del salón mientras Olaf y Oskar bebían plácidamente un chocolate caliente sobre el sofá. Kaity había decidido quedarse de ellos de momento porque esperaba que Jaime y los otros volviesen, ahora estaba dentro de este equipo que se habían creado y por nada del mundo se iban a quedar atrás.
-¿Os gusta chicos? -preguntó la señora Bennett sentándose en el sofá del otro extremo.
-Gracias señora Bennett, es el mejor chocolate caliente que he probado nunca -agradeció encantado Oskar mientras se limpiaba los labios llenos de chocolate, quedaron marrones.
-¿No tomáis chocolate caliente en vuestras casas?
-Lo hacemos, pero siempre dicen que el chocolate americano es mucho mejor -comentó Olaf.
-¿No querrás decir estadounidense? -crítico Oskar.
-Si, es lo que he dicho.
-No, tú has dicho americano, nosotros estamos en Estados Unidos, donde están los yanquis, son dos cosas muy distintas -le aclaró con desdén.
Se quedó reflexionando sobre esa cuestión.
-Vaya -exclamó asombrado-, al menos se que el chocolate está bueno
La señora Bennett queda perpleja al ver la relación tan recíproca que tenían.
-¿Le puedo hacer una pregunta señora Bennett? -pidió Olaf.
-Si, claro, puedes preguntarme lo que sea.
-¿Dónde está el hombre de la casa?
-¿El hombre de la casa?
-Quiere decir dónde está su marido -le aclaró Stella.
-Ah, eso, pues... -se quedó indecisa al no saber qué responder.
Ambos la miraron, sintiendo que había algo malo que le pesaba.
-Si quiere no hace falta que nos lo diga -pidió Oskar, discrepando por modestia.
-No, para nada, es solo que... -juntó las manos estando nerviosa-. Ha pasado tanto tiempo que nunca lo he vuelto a pensar, y la verdad es que no sé para qué, decirlo o pensar no va a cambiar lo que ocurrió, el daño ya está todo hecho.
-Es verdad, el daño está hecho, pero nunca se curará -indicó honestamente Oskar.
Miro al chico, podía ver por su cara que entendía perfectamente lo que le ocurría. Si él también se encontraba con una situación parecida a la suya, no debía tener miedo en contarlo.
-Hace unos años, cuando Sophie nació, casi se produjo un accidente con ella -declaró.
-¿Qué tipo de accidente? -preguntó intrigado Olaf.
-Hubo un día en que estaba hablando con una vecina, Sophie estaba apunto de cumplir los dos años, estaba metida en el carrito, me distraje sin querer, y el carrito comenzó a bajar por una pendiente sin que yo me diese cuenta -comentó relatandolo sin provocarle ninguna tristeza.
Ambos chicos quedaron atónitos con esa historia.
-Lo recuerdo -interrumpió Kaity-, mis padres me contaron que hace unos años por poco muere una niña al caer rodando por la calle.
-Si, eso mismo -confirmó-. Aquel día estaba patinoso, hacía frío, yo intentaba cogerla pero no paraba de caerme todo el rato porque las calles resbalaban demasiado. Sophie casi estaba apunto de estrellarse contra unos coches aparcados en una esquina. Pero por suerte el carrito se patinó y giró hacía un montículo de nieve que detuvo suavemente el golpe.
-Ah -ambos tres exclamaron aliviados al ver que no hubo un final trágico.
-Sophie se salvó, pero lo que ocurrió dejó una mala impresión en la gente. Mi marido cuando volvió a casa se enteró y me echó la bronca de que yo había tenido la culpa de lo ocurrido.
-Que feo -dijo Stella.
-Si, fue muy feo, pero lo peor de todo vino después.
-¿Qué ocurrió? -pregunto intrigado Oskar.
-Creía que se había calmado de eso, pero al cabo de un tiempo comenzó a venir a casa muy tarde, no entendía porque, pero siempre olía a alcohol, estaba metiéndose en bares, bebiendo como un poseso, hasta que un día casi comete lo único que menos me gustaba que hiciese.
-¿Atropello a alguien? -objetó Stella.
-No, estuve con otra mujer -declaró.
-¡No! -bramaron asombrados los tres.
-Si, resulta que había conocido a otra mujer, una sin hijos, le gusta tanto que quiso estar con ella, y cuando yo lo descubrí, le eche la bronca y entonces le trate a él de irresponsable. Pensaba que con eso se daría cuenta de su error, pero sólo empeoró. Por algún motivo le vino a la cabeza que ya no quería seguir responsabilizándose de sus hijos ya que así no se volvería a preocupar como antes -comentó esbozando una mirada de tristeza al acordarse de ese suceso-. Me enfadé y me puse a pegarle, él intentó defenderse, por poco estuvo apunto de golpearme, pero no lo hizo, se marchó y decidió irse, para no volver a verme jamás.
-Que idiota -exclamó asqueado Olaf.
-Si, fue un gran idiota, pero era mi idiota -indico cínicamente.
Todos se miraron notando lo mal que estaba, se notaba que no había superado ese problema ya que en el fondo le seguía dando un gran pesar.
-Ahora lo que me queda de él es Jaime y Sophie, y desde entonces son la única responsabilidad que tengo -dirigió una mirada de ánimo hacía Sophie, quien le miraba atónita.
La pequeña se levantó y marchó andando con paso torpe hacía su madre, se acercó y ella la cogió levantándose con sus brazos.
-Tu eres lo que más me importa Sophie, y no dejaré que te vuelva a pasar -prometió seriamente la madre decidida a ser la mejor.
Ambos se miraron contentos al ver la confianza que ahora mostraba.
-¿Sabe una cosa señora Bennett? -objetó Stella con firmeza-. Usted está mucho mejor así.
-¿Qué quieres decir? -no comprendió ese comentario.
-Piénselo bien, desde que su marido se fue, ahora está más tranquila, se ha podido relacionar con más gente y eso lo ha hecho más fuerte -argumentó con impunidad.
La señora Bennett se puso a reflexionar sobre ese tema.
-Es cierto -reafirmó con tono solemne.
-Además, tiene a Jack que ha estado protegiendo a Jaime desde siempre -añadió.
Justo en ese momento Olaf pensó algo.
-¿Sabéis una cosa? -soltó-. Hay una cosa que no me deja claro, cómo puede ser que el carrito hubiese dado la vuelta justo antes de chocar.
-¿De qué hablás? -no comprendió Oskar a lo que se refería.
-Lo que ocurrió hace años cuando Sophie se iba patinando, el carrito iba todo recto y de pronto hace una curva rarísima para chocar contra la nieve, ¿no os parece un poco raro?
Todos se pusieron a indagar en esa cuestión.
-A mi siempre me pareció raro -opinó la señora Bennett.
-¿Sabéis lo que creo? Que fue Jack.
-¿Jack? ¿Jack Frost?
-Si, seguramente pasó por ahí y de casualidad salvó a Sophie haciendo que el carrito patinase hacía un lugar seguro -argumentó con vacilación.
La señora Bennett se puso a indagar sobre ese hecho, Jack siempre había estado protegiendo a Jaime desde siempre, quizás de mucho antes, asumir que hubiese salvado a Sophie en ese momento, sin que se hubiese dado cuenta de quienes eran, demostraría que Jack era lo más parecido que tenían ahora mismo a una figura paterna ocupándose de la familia. Por eso sus hijos le querían tanto, era como un padre y un hermano al mismo tiempo que los protegía de todo.
-¿Sabe una cosa señora Bennett? -interrumpió Kaity-. Jaime decidió que Jack fuese su hermano.
-¿De verdad?
-Él le quiere mucho, y nosotros también.
Todos asintieron con la mirada estando de acuerdo con esa idea.
En ese momento sintió un enorme impulso de asumir que Jack debía de ser de la familia, si él era capaz de cuidar de sus hijos, y de todos los niños del pueblo, entonces es que él era aquel individuo que siempre buscaba ayudarles en todo.
De pronto se escucharon unos cascabeles sonando. -¿Qué es eso? -se cuestionó Oskar.
-¿Son cascabeles? -continuo Stella.
Sophie lo reconoció.
-Jackie -saltó de los brazos de su madre.
Marchó corriendo hacía la puerta, intentó girar el picaporte pero no podía.
-Sophie, ¿qué haces? -pregunto confundida la madre.
-Jackie está fuera -exclamó la pequeña.
Ambos se miraron asumiendo que regresaron.
-Yo te abro -marchó Kaity a ayudarla.
Le abrió la puerta y en cuanto lo hicieron, pudieron ver que al otro lado estaba apareciendo un grupo de individuos bastante reconocible, eran los Guardianes, y Jaime venía con ellos.
-Hermanito -bramó entusiasmada Sophie con un tono adorable.
Ambos hermanos marcharon corriendo hasta juntarse en un fuerte abrazo.
Los Guardianes se sonrojaron entusiasmados al verlos encontrarse de nuevo.
-¿Me echabas de menos? -le pregunto.
-Si, muchísimo -contesto con un cierto tono tierno.
Volvieron a abrazarse en un suave abrazo.
Bunny se rio al verlos juntos.
Sophie se percató del enorme conejo que tenía delante.
-Conejito -chilló entusiasmado.
Se juntó con Bunny y él se levantó con entusiasmo.
-Hola pequeñaja -le saludo mientras le hacía cosquillas en la panza-. ¿Te has portado bien?
-Si -confirmo, se puso a hacer ruidos de conejo.
Bunny le siguió la corriente.
Halt le miró pudiendo notar nuevamente lo mucho que le gustaban los niños a Conejo. Justo en ese momento apareció Kaity, poniéndose delante de Jaime.
-Kaity, ¿qué estás haciendo aquí? -preguntó el joven desconcertado.
-He venido para ayudar a tu hermana y a tu madre.
La señora Bennett salió asomando la cabeza para ver lo que pasaba, ambos se miraron.
-Mamá -exclamó Jaime.
-Jaime -marchó corriendo con tristeza.
Ambos se marcharon corriendo hasta que la señora Bennett se arrodilló en el suelo sujetando fuertemente a Jaime mientras sollozaba contenta.
-Hola mamá -le saludo Jaime.
-Hola hijo -le devolvió el saludo, lo apretó aún más fuerte.
Jack miró consolado a aquellos dos, verlos juntos le hizo recordar a él con su hermana.
-¿Estás bien? -se puso a examinarle por todas partes.
-Estoy bien mamá, pero no tienes ni idea de las cosas que me han pasado.
-¿De qué hablás?
-Unos alienígenas me secuestraron a mi y a Jack y nos tuvieron retenidos en una nave espacial.
-¿Qué? -exclamó confundida.
-Si, vi el espacio, luego nos escapamos, nos enfrentamos a unos soldados alienígenas y por poco evitamos que atacaran la Tierra -divagó soltando entusiasmado todas las cosas que ocurrieron.
La señora Bennett se quedó sin saber que decir al oír todo eso.
Justo en ese momento llegaron los niños suecos saliendo de la casa.
-Jack -marchó Stella corriendo hacía el joven de escarcha.
Chocó con él y lo abrazó fuertemente, se puso a aspirar el aire frío que emanaba de su cuerpo.
-Te echaba tanto de menos -berreó con pasión.
Jack quedó confundida al verla, alzó la mirada y observó que venían los otros dos.
-Jack, ¿estás bien? -le preguntó Oskar.
-Si, estoy bien, pero... chicos, ¿qué estáis haciendo aquí? -les pregunto desconcertado.
-Ah, no te lo contamos -interrumpió Norte-. Cuando 3-0-6 me rescato de la nave, caímos justo donde tu vivías y esos chicos vinieron a ayudarnos.
-¿De verdad?
-Oh si, han resultado de mucha ayuda, sin ellos no hubiésemos podido encontrar al resto -añadió.
-Lo hicimos todo por ti, porque eres nuestro amigo -comentó Oskar.
-Como un hermano para nosotros -aclaró animadamente Olaf.
-En realidad es más bien mi hermano -señaló Jaime con incredulidad.
-¿Qué quieres decir? -se cuestionó la señora Bennett.
-Ah mama, no te lo vas a creer, Jack resulta ser descendiente nuestro -le confesó euforicamente.
-¿Qué? -vociferó como un graznido, eso la dejó más desconcertada que con cualquiera de las demás cosas que le soltó anteriormente.
-Así es, resulta que es nuestro tatarabuelo fallecido.
Jack sonrió cínicamente al oír eso.
La señora Bennett se enderezó mirando desconcertada a Jack. Se fue acercando lentamente hasta ponerse delante de él, le levantó la cara y se puso a tocarle la mejilla, la tenía suave y fría, le daba frío, pero no le importaba, pero lo que más le llamaba la atención eran sus ojos, eran parecidos a los de su marido, y a los de sus hijos, como si pudiera verlos a ellos reflejados en él.
-¿Pero cómo? -se cuestionó dudosa.
-Gracias a esto -Nolan se acercó enseñándole el libro-. Gracias a este libro hemos podido comprobar que en realidad Jaime es descendiente de la hermana de Jack, y abuela del autor que escribió que relata todos los orígenes de los Guardianes.
-¿Los Guardianes? -levantó la mirada fijándose en que había más gente además de Jack, vio a un montón de figuras que supo reconocer al instante-. ¿Ustedes son...
-Son los Guardianes mama, los mismos de los que te he hablado siempre, mira... -se puso a presentar a cada uno-. Son Santa Claus, el Hada de los Dientes, el Conejo de Pascua, Sandy, el creador de Sueños y Jack es el último en formar parte de ellos.
-Hola -se pusieron todos a saludarla con amabilidad.
La señora Bennett quedó algo más que desconcertada, no tenía ni idea de lo que estaba viendo. Rápidamente se puso a teorizar sobre un montón de cosas que le venían a la cabeza.
-¿Entonces todo aquello que pasó el año pasado en Navidad, ocurrió de verdad? -le preguntó a Jaime, ella sabía en parte algo de lo ocurrido con la primera batalla de los Guardianes.
-Así es, nos enfrentamos yo y mis amigos a Pitch -le aclaro orgullosamente Jaime.
Aquello la dejó aturdida, por miedo a pensar que cometió una imprudencia.
-Debo estar soñando -exclamó confundida.
-No señora Bennett, está despierta, créame, yo he pasado por eso también -le consoló Nolan sabiendo lo confundida que estaba con tantas revelaciones al mismo tiempo.
-¿Y usted es? -le preguntó, fijándose en que era un hombre normal y corriente.
-Comandante Albert Nolan de las Fuerzas Especiales -se presentó cordialmente estrechándole la mano-. Ella es la capitana Lindsay Halt.
-Hola señora -le saludo Halt con cortesía.
-Trabajan para el gobierno, el gobierno de los Estados Unidos -le aclaro animadamente Jaime.
-¿De verdad? -les miró desconcertada.
-Así es, desde que les encontramos nos hemos ocupado de ayudarles en todo momento, ha sido una larga travesía, pero pudimos salvarlos sin que no les pasase nada -comentó frívolamente Halt.
-Bueno, en realidad Jack es el que mayormente hizo todo el trabajo -señaló Nolan.
Jack levantó la cabeza quedándose asombrado.
-Lleva ayudándome desde hace mucho tiempo -comentó, volteo la cabeza hacía la señora Bennett-. Hace unos años él me salvó de morir en Irak, si no fuese por él ahora mismo estaría muerto.
Aquello la dejó teorizando de nuevo sobre lo que pensaba antes, sería posible que Jack hubiera salvado a Sophie mucho antes de conocer a Jaime. Se acercó de nuevo a él mirándolo con duda, Jack quedó indeciso ya que no sabía que le iba a decir.
-Dime una cosa -soltó tartamudeando con nerviosidad-. ¿Salvaste a Sophie años atrás?
-¿Como? -no comprendió esa pregunta.
-Hace unos años casi pierdo a Sophie, se me resbaló de las manos y fue rodando por una carretera, por poco la pierdo pero se salvó de milagro -le aclaro brevemente-. Dime, ¿fuiste tú quien hizo que el carrito patinase y chocase contra una montaña de nieve?
-Yo... -se puso a pensar-. Pasó hace mucho tiempo, recuerdo a una niña pequeña que se iba cuesta abajo, lo vi rápidamente e hice lo que tenía que hacer...
La señora Bennett estaba exhausta al ver que parecía ser cierto lo que pensaba. Todos se quedaron mirándole, asumiendo que esa teoría fuese cierta.
-Fue un día después de conocer a Jaime por primera vez -recalcó asombrado.
-¿Entonces tú fuiste quien...
-Si, lo hice -confirmó quedándose con una mirada rígida de asombro.
La señora Bennett estalló en llantos, se acercó y le abrazó fuertemente, dejó a Jack indeciso ante esa repentina reacción. Se puso a llorar entusiasmada al ver que le ayudó desde siempre.
-Gracias -le agradeció con total cortesía.
Jack no entendía a qué venía esa reacción, pero pudo entenderla, sonrió orgulloso al comprobar que no solo había ayudado a un montón de niños, sino también a unos cuantos adultos, miro a Nolan y este le sonrió orgulloso por lo que hizo, y por lo que era.
La señora Bennett se quitó las lágrimas de la cara y miró con satisfacción a Jack.
-No se como hacértelo pagar -le dijo.
-Yo se como -interrumpió Jaime.
-¿Como? -le preguntó Jack.
-Que Jack se quede a vivir con nosotros -declaró.
-¿Qué? -todos exclamaron sorprendidos.
-Jack es descendiente nuestro y ahora es mi hermano, lo que hace que sea de la familia. Jack quedó indeciso cayendo en la cuenta de que eso era cierto.
-Sería el perfecto lugar para que se quede mientras no esté protegiendo el mundo.
Todos se quedaron mirándose intentando de determinar si era una buena idea o no, Jack era el que quedó con las palabras con la boca, se giró mirando a los Guardianes, todos estaban perplejos ante esa propuesta, sabía bien que si la aceptaba todos iban a sentir esta opción como algo complicado, en especial a Hada, quería estar cerca de él y si lo hacía, ya no podría hacerlo. Tenía que tomar la opción más vital para sí mismo, y por ellos.
-Es una buena idea Jaime -se enderezo mirándole cínicamente-. Pero es mejor que no lo haga.
-¿Por qué? -se decepcionó.
-Porque yo ya tengo mi propia vida, y aquí no puedo hacer mucho, además -se giro dirigiendo una mirada de confianza a Hada, quien le miraba preocupado-. Yo soy un Guardián, y tengo que estar lo más cerca posible de mi equipo para cuando algo malo ocurra.
Hada sonrió satisfecha al ver que tomó la opción más inteligente.
Jaime bajó la mirada, decepcionado ante su decisión.
-Ey, no te pongas así -le levantó suavemente la barbilla con el dedo-. Volveré a verte como siempre, además, te has portado excelente durante todo este tiempo, has sido más Guardián que yo.
-¿De verdad? -aquello lo entusiasmó más de la cuenta.
-Uhum, gracias a ti no seguiría estando aquí -le dijo confiadamente.
Jaime sonrió agradecido.
-Tu hermana estaría muy orgullosa del hermano mayor que eres ahora -le dijo honestamente y le dio otro afectivo abrazo que Jack supo responder rápidamente.
Este era un abrazo mucho mejor que el primero que le dio el año pasado.
Todos sollozaron entusiasmados por la amistad que ambos tenían.
De pronto Stella se junto abrazando a Jack y soltando unos suspiros de satisfacción.
-Quita -Olaf la agarró sacandole de encima de Jack, ella gimió desconsolada.
Ambos se separaron y el Paleductus asomo la cabeza de nuevo.
-¿Qué es eso? -chilló sorprendido Olaf al ver el insecto.
El Paleductus les saludó con el fino brazo que tenía.
-Es un Paleductus, un insecto alienígena, lo rescate de la nave nodriza -aclaró, salió de su sudadera y se puso a corretear por su brazo hasta apoyarse sobre su brazo.
-Un momento, ¿estás diciendo que eso es un insecto alienígena? -preguntó Kaity queriendo confirmar lo que estaba presenciando.
-Si, he decidido que venga conmigo -extendió el brazo y el insecto se puso a corretear hacía abajo apoyándose sobre la palma de su mano.
-Bichito -se acercó Sophie queriendo verlo de cerca.
El Paleductus saltó sobre el hombro de Sophie y se puso a dar vueltas sobre su cuerpo, eso hizo que Sophie girase siguiendo el correteo del Paleductus, reía de alegría.
-¿Nos lo ponemos quedar mama? -le preguntó Jaime.
La señora Bennett se quedó indecisa sin saber qué responder.
-Bueno... parece un insecto palo, supongo que nadie lo notará -opino medio concienzuda.
-¿Y qué es lo que come? -pregunto Stella.
-Pezones -declaró.
Eso hizo que todos endureciesen la mirada al escuchar eso.
-¿Como has dicho? -le preguntó Oskar.
-Le gusta comer pezones, así hemos conseguido ganarle a Morticus -aclaró sarcásticamente.
Quedaron tan aterrados ante la idea de que ese insecto pudiese comer eso, que rápidamente cruzaron sus brazos sobre sus pechos queriendo que no se acercaran a tocar sus pezones.
-Por cierto, ¿qué ha pasado con 3-0-6? -preguntó Kaity, acordándose de los Tecnogizadores.
-Resulta que 3-0-6 era el hijo del Amo -comentó Jack. -¿En serio? -berreó absorto Olaf.
-Si, y ahora se ha ido a reconstruir su planeta.
-Por cierto Oskar, él te manda saludos -le comento Norte.
-¿De verdad ha dicho eso?
-Si, también quiere que sigas siendo fuerte y que puedas superar tus problemas. Eso hizo que reflexionase sobre la conversación que tuvieron antes.
-Lo haré -prometió confiadamente.
Asintió Norte esbozando una sonrisa de gratitud.
-Por cierto chicos, ¿no deberíais volver a vuestras casas? -pregunto la señora Bennett dirigiéndose a los tres chicos suecos.
-Cierto -exclamó Olaf-, ya debe de estar apunto amanecer.
-¿Seguro que no podemos quedarnos un poco más? -protesto Stella.
-Chicos, no os portéis mal, haced lo que los adultos os dicen -regaño cínicamente Bunny, no quería que se aprovecharan de esta caótica situación para creer que podían hacer lo que querían ahora.
Ambos asintieron con la cabeza.
-¿Cómo haremos para volver? -preguntó Oskar.
-No os preocupéis, yo lo solucionaré -saco Norte otra de sus bolas de nieve y la lanzó hacía el otro lado, esta se transformó en otro portal que largo una ventisca de frío hacía ellos.
Ambos se cubrieron sintiendo como aquella ventisca les golpeaba en sus caras.
-Gracias por todo chicos -les agradeció Jack.
-Igualmente Jack, ¿nos volveremos a ver? -le preguntó Olaf.
-Supongo que si, además, seguro que dentro de un rato estaré de nuevo en casa -comentó.
Ambos asintieron estando de acuerdo con eso.
-Gracias por el chocolate caliente señora Bennett -le agradeció Oskar.
-Muchas gracias chicos, si queréis podéis volver algún día -les recomendó gustosamente.
-Lo haremos -prometió Olaf.
Se dieron la vuelta y se dirigieron hacía el portal mientras saludaban a todo el grupo, Olaf y Oskar lo atravesaron, pero Stella se giró mirando una última vez a Jack.
-Adiós Jack, buscame cuando regreses a casa, te prometo que...
-Ven aquí -Oskar la cogió del cuello de su chaqueta y tiró de ella hacía el otro lado del portal.
-Adiós -se despidió largandole un beso en el aire y acto seguido se cerró el portal.
-Una chica muy peculiar -exclamó indirectamente Bunny.
Jaime se giró dirigiendo la mirada hacía Nolan y Halt.
-¿Y vosotros? -les pregunto con intriga.
Ambos se miraron reconociendo que debían irse.
-Me parece que nos tendremos que ir -objetó Nolan.
-Si -confirmo asintiendo Halt.
Eso molestó a Bunny, quería estar más tiempo con ella.
-¿Queréis que os acompañemos a vuestras casas? -sugirió amistosamente Norte.
-Es todo un detalle, pero... -Norte se puso a pensar-. Preferiría volver a la cabaña, quiero saber lo que ha quedado de ella, además, hay está el coche con el que nos trajimos.
-Ah, cierto -reconoció cínicamente Jack.
-También tengo que devolverle el libro a la señora Donna, merece estar donde estaba -indico levantando el libro, señalando que faltaba solucionar ese asunto.
Ambos se miraron sintiendo que estaba todo conforme.
-En ese caso entonces os agradecemos mucho lo que habéis hecho por nosotros. Sois los primeros serés mortales en ayudarnos en una dura batalla que creíamos perdida, jamás sabremos cómo hacérselo pagar -comentó sincerándose Norte con total honestidad.
-No os hace falta, mi sueño siempre fue estar con vosotros, y lo he conseguido -indico Nolan esbozando una sonrisa picarona de satisfacción-. Para mí ha sido todo un honor.
Ambos sonrieron agradecidos de su gratitud.
Sophie se acercó hacía Halt, ella miró a la joven pequeña.
-¿Volveremos a jugar algún día? -le pregunto con tono dulce.
-Oh, claro que sí -Halt la levantó mirándole con una expresión de ternura-. Cómo no iba a volver después de todo lo que hemos pasado.
Aquello hizo que Bunny reflexionase sobre lo que quería. Dio un paso adelante y dijo: -Halt, podemos hablar antes un momento en privado -pidió Bunny.
Todos le miraron indecisos.
-Claro -acepto confundida Halt, bajo a Sophie al suelo.
Ambos se marcharon alejándose del grupo, todos quedaron tan confundidos con esta situación que no pudieron evitar fijarse en lo que iba a pasar.
Jack miró de reojo a Hada.
-¿Tú crees que...
-No lo sé -contestó Hada, sabiendo lo que le iba a preguntar. Bunny estaba tenso, no sabía cómo explicarse.
-Conejo, ¿qué ocurre? -le preguntó Halt, notando su preocupación.
-Lindsay, se que hace poco que nos conocemos, pero hemos trabajado muy bien codo con codo, y no me gustaría que todo esto terminase así después de la larga batalla por la que hemos pasado... -se quedó trabado sin poder terminar la frase.
Lindsay se quedó indecisa, sabía en el fondo lo que le pasaba.
Bunny resoplo, dispuesto a cambiar de tema.
-¿Sabes? Llevo siglos sin hablar con un ser mortal, apenas me he relacionado con otras personas que no fuesen mis compañeros, y desde que te conozco, siento algo nuevo en mi, algo como lo que tiene Hada cuando ve a Jack -expresó nerviosamente, quería sincerarse pero le costaba demasiado-, pero yo no soy Hada ni Jack, no se como expresarme como lo hacen ellos, pero... quiero que sepas que me alegra mucho conocerte, y quisiera que nos podamos ver de nuevo.
Lindsay quedó con la boca medio abierta al oír eso.
-Ya sea en otro momento... o...
-Ey, para -Halt se acercó apoyando suavemente sus manos sobre sus mejillas.
Bunny quedó patidifuso ante ese movimiento.
-Te entiendo perfectamente Bunny, si, me ha gustado mucho estar contigo, me ha encantado contarte mi vida y que tu me digas la tuya -le comentó con gratitud.
Bunny soltó una pequeña sonrisilla picarona, le gustaba que ambos estuviesen de acuerdo.
-Y si, me resulta muy nefasto que nos tengamos que separar ahora después de todo esto... -se quedo pensando en una forma razonable de decirlo sin que resultase lo suficientemente chocante como para dañar sus sentimientos-, pero tengo que volver al Pentágono para continuar mi trabajo y solucionar varias cosas.
-Ya, me imagino que tendrás que explicarles a tus superiores donde has estado todo este tiempo -argumentó cínicamente Bunny, ya se hacía una idea de todo el planteamiento por el que tendría que pasar para cuando volviese.
Se rió, le resultó divertida esa suposición tan predecible.
-Pero eso no quiere decir que te ignore -añadió.
Se le endurecieron las orejas, sintió esa frase como una propuesta.
-Conejo de Pascua, de todos los hombres con los que he estado, tú has sido el mejor -declaró.
-¿De verdad? -esbozo una sonrisa de confianza que pocas veces expresa.
-Si, tu has sido por lo menos el único hombre que ha sido sincero y no ha intentado demostrarse a sí mismo por puros actos altruistas -indico con un cierto toque cínico.
Bunny se rió de nuevo, tomándolo como una simple modestia.
-Y si te soy sincera, no sé muy bien dónde llevará esto -se mordió el labio queriendo ocultar su vergüenza de no saber en que se estaba metiendo-, pero al menos sé una cosa.
Bunny quedó intrigado, sentía que iba a decir algo importante que lo dejaría flipando en colores. Ella se acercó un poco más, al tenerla tan cerca, Bunny pudo notar su impresionante belleza, Halt no era solo una mujer fuerte y robusta, era hermosa y mostraba una sensación bondadosa de poder confiar en lo que sea, ahora lo entendía, porque sentía algo por ella.
-Si algún día ocurre algo malo, buscame, y te ayudaré de nuevo -le propuso con total firmeza.
Tomó ese acto de confianza como una declaración de que estaba abierta a cualquier tipo de relación, ya sea amistosa o algo más que resultase frívolo de tomarse en serio.
-¿Quedamos así? -le pregunto, queriendo saber si aceptaba su propuesta.
-Absolutamente -exclamó sarcásticamente.
Se estrecharon las manos sellando la propuesta.
Al otro lado el grupo les miraba, indecisos al no entender lo que sucedía.
-¿Qué están haciendo? -pregunto Jack.
Sandy materializó la imagen de un estrechamiento de manos.
-Eso lo veo, ¿pero por qué lo hacen? -se cuestionó con dudas.
Terminaron de abrazarse y luego Halt le propinó un suave beso en su peluda mejilla, se le endurecieron los bigotes de la narizota al sentir eso.
-Cuidate bien Conejo -le dijo confiadamente.
-Lo sé -asintió sonriendo conforme.
Terminaron y regresaron con el equipo quienes les miraban con curiosidad.
-¿Qué era lo que tenías que decirle? -le preguntó Hada.
-Eso es algo que dejaremos en secreto -comentó Halt.
-Me lo imagino -exclamó incredulamente Nolan, se hacía una idea de lo que podría tratarse.
Jaime se acercó hacía Nolan con una mirada de preocupación.
-¿Volveremos a verle? -pregunto.
-Sinceramente no lo sé, pero os tendremos vigilados, nos aseguraremos de que no os pase nada malo como antes -recomendó frívolamente.
-Y nosotros también -dijo Jack, apoyando confiadamente sus manos sobre los hombros de Jaime, este le miró con una expresión de orgullo y satisfacción.
Nolan echó una mirada de confianza hacía Jack.
-¿Sabes una cosa Jack? Siempre había asumido que quien me salvó de ese lugar habría sido alguien como yo, nunca lo creí probable debido a que apenas sabía adonde me llevarían mis ganas de creer en lo imposible, pero ahora me doy cuenta de que me equivocaba en todo -apoyó su mano sobre su hombro-. Aquella noche no solo me salvaste la vida, hiciste que volviera a ser la persona que solía ser antes, alguien que se esfuerza en creer en lo imposible, incluso aunque uno no lo quiera. Como has hecho con cada uno de estos amigos tuyos.
Echo la mirada al equipo, todos ellos eran quienes eran gracias a él.
-Nunca sabré como agradecerte todo lo que haz hecho por mi Jack, pero se decirte que de entre todos los Guardianes, tú siempre serás mi favorito -declaró con ebullición.
Se le escapó una lágrima a Jack, era la primera vez que alguien le decía eso. Nolan se le acercó y le propinó un fuerte abrazo que Jack supo responder rápidamente.
-Gracias -dijo enorgullecido.
Todos le miraron alegres y entristecidos ante ese fuerte gesto de gratitud.
Se separaron y Nolan echó un vistazo a su libro, le vino una idea a la mente.
-¿Sabes? Este libro debería de pertenecerte -opinó.
-¿Por qué? -cuestiono confundido.
-Es de tu familia, te ha pertenecido a ti desde generaciones, tú eres quien debería de quedárselo -le entregó el libro queriendo que lo cogiese.
Jack lo cogió, sintiéndose indeciso ante esa propuesta, le gustaba tener algo relacionado con su hermana, pero sentía que no podía aceptarlo.
-Es todo un honor, pero... -discrepó devolviéndole el libro.
Nolan quedó indeciso, no esperaba esa respuesta.
-En realidad esto pertenecía a Jackson Overland, y Jackson Overland murió congelado en el hielo hace 300 años, merece estar donde le corresponde, en un lugar donde todo el mundo pueda leerlo y descubrir secretos -argumentó concienzudamente.
Nolan sonrió, le parecía una mejor idea.
-Además, yo ya tengo algo que pertenece a mi hermana -echó la mirada hacía la familia Bennett, quienes le miraban con curiosidad-, y son ellos.
Ambos sonrieron alegrados al ver que los tomaba como familia.
-Pues en ese caso entonces... nos vamos -decretó decididamente. Ambos agentes se miraron sintiendo que ya era la hora.
-Norte, te importa.
-Claro -Norte sacó otra bola de nieve y se la entregó.
Nolan la cogió y se concentró pensando en el lugar al que quería ir, se formó una imagen dentro de la bola y acto seguido la tiro en el mismo sitio en el que antes se tiró la anterior bola, esta se transformó en un espiral que se abrió dando lugar a un portal, el portal mostró la cabaña en el estado en que se encontraba la última vez que la vieron, destartalada y con las ventanas rotas.
Nolan quedó indeciso al verla de nuevo.
-Al menos no la derribaron cuando se fueron -comentó Bunny.
-Si -afirmó Nolan frunciendo cínicamente el ceño.
Se giró echando una última mirada a los Guardianes.
-Guardianes, he esperado mucho tiempo para veros, y tengo que decir que luchar con vosotros ha merecido mucho la pena, estoy en deuda con vosotros -les comento enorgullecidamente.
-A nosotros también -dijo Jack.
-Ahora ustedes dos son Guardianes también -objetó Jaime.
-¿De verdad? -pregunto sorprendido.
Asintieron honestamente con la cabeza.
-Entonces si algún día sucede algo malo y necesitáis mi ayuda, buscadme.
-Lo haremos -acepto Norte.
Asintió Nolan conforme.
-Adiós -se despidió y cruzó el portal al otro lado.
Halt se giró echando una última mirada compasiva a Bunny.
-Adiós Conejo -se despidió de él cortésmente.
-Adiós Lindsay -se despidió con tristeza.
Le echó una sonrisa encantadora y cruzó el portal, ambos quedaron al otro lado, terminaron de saludarles y entonces el portal se cerró, desapareció en pequeñas motas de nieve.
Se creó un entorno silencioso en el ambiente.
-¿Estás bien Conejo? -le preguntó Kaity.
-Lo estoy -dijo, esbozando una mirada de morros que indicaba lo contrario. -No te preocupes, ya volverás a ver a tu novia -le dijo confiadamente Jack.
-Si, eso es... -rápidamente se cercioro de lo que dijo-. ¿Qué has dicho?
-¿Qué? ¿Acaso no es tu novia?
-Claro que no, si ni siquiera la quiero de esa manera -protesto sintiéndose indignado.
-Pero si te has despedido de ella con su nombre de pila -le comento Hada.
-Ya, porque es una amiga.
-Una amiga que le interesan los conejos -achacó incredulamente Jack.
-¡Eso no es verdad! -Bunny estalló y se puso a perseguir al joven de escarcha.
Jack se reía burlonamente mientras dejaba que el Conejo de Pascua le persiguiera sin parar, lo tomaba como un juego, Bunny estaba tan cabreado que parecía un toro persiguiéndole para asestar uno de sus cuernos en el cuerpo. Los demás se rieron al ver la absurda escena que se estaban creando aquellos dos, lucían como dos niños pequeños.
Al final Bunny se patinó con el hielo resbaladizo de la cerca, cayó de culo contra el suelo.
-¡Oh! -ambos exclamaron doloridos.
Jack se acercó mirándole preocupado.
-¿Estás bien? -seguía riéndose a pesar de cómo se encontraba.
-Estoy bien -contestó, riéndose con ironía-, me alegra mucho que no hayas muerto.
Ambos se rieron y Jack ayudó a Conejo a ponerse de vuelta de pie. Se juntaron de nuevo con el grupo que ahora no paraban de reírse de esta situación tan caótica.
-Equipo, volvamos de vuelta al Palacio, hay cosas que reparar y una Navidad que proteger -acotó Norte decidido a empezar de cero con todo.
-Cierto -protestó Bunny, tenía pocas ganas de trabajar.
Kaity se acercó hacía Hada, antes de que se marchase con el resto.
-¿Te volveré a ver algún día? -le pregunto, intuyendo que no lo haría.
-Claro que te volveré a ver, sin ti no hubiese tenido la suficiente voluntad como para poder volver a luchar de nuevo por lo que me importaba -echó una mirada de orgullo hacía Jack, hizo todo lo que cometió por él-. Es más, como has sido buena conmigo, te daré un pequeño regalo.
-¿Un pequeño regalo? -se cuestiono, le resultaba raro que el Hada de los Dientes diesen regalos así tan fácilmente, sobretodo teniendo en cuenta de que no se trataba nada relacionado con dientes.
-Si, uno muy especial -se acercó a su odio y mágicamente extrajo una moneda, Kaity quedó impresionada al cerciorarse de que también tenía habilidades mágicas de ese tipo.
Le entregó la moneda, se la dio y observó que no era una moneda normal y corriente, era una con indicaciones europeas, y parecía muy antigua, con los bordes corrosivos y apenas brillaba.
-¿Qué es esto? -se extrañó al ver que ese regalo parecía ser una bazofia.
-Es una moneda griega, la conseguí hace 300 años, la he mantenido guardada todo este tiempo porque siempre he creído que me serviría para algo -comentó mirando dulcemente a Kaity para que viese que se la daba con suma confianza-. En realidad nunca la he necesitado, no le veo mucho valor, pero yo creo que para ti si lo tendrá.
-¿Por qué? -frunció el ceño esbozando un gesto de extrañez, no entendía lo que quería decir.
-Kaity, te doy posiblemente el mayor obsequio que le he dado nunca a un niño. Esta moneda aparte de ser antigua, cuesta mucho en este tiempo, así que si quieres venderla, o dársela a otra persona para que la tenga -agarró las manos de Kaity y las cerró confiadamente con la moneda dentro-. Ten en cuenta de que posiblemente haga feliz a alguien, pero eso solo si decides usar esa moneda para cometer algún acto que no lleve a una respuesta ambiciosa o mal pensada.
Kaity reflexionó sobre esa propuesta, era algo complicada, pero si lo que Hada decía era cierto. Entonces sabría muy bien como usarla para cuando obtuviese alguna idea, una idea que le sirviese para usarla en contra de su propio beneficio.
-No te preocupes Hada, sabré bien qué hacer con ella -declaró confiadamente.
Jaime se acercó hacía Jack, con paso lento y dudoso.
-Oye Jack, ¿vendrás en algún momento a visitarnos? -le pregunto.
-No lo sé, pero sé que os echaré una visita para ver como estáis -dijo animadamente.
Jaime sonrió contento con la propuesta, la señora Bennett se acercó con una mirada de orgullo.
-La puerta siempre estará abierta para ti, ahora eres de la familia -le comento.
-Lo se -contesto, significando mucho para él- Iré a veros de vez en cuando.
La señora Bennett se alegró mientras abrazaba entusiasmadamente a Sophie.
-Oye Jack, ¿las visiones se han acabado ahora que ya sabes el nombre de tu nombre? -le preguntó Jaime, recordando ese hecho que antes no sabían como solucionar.
-Si, se me han ido, pero...
-¿Qué pasa? -le preguntó Hada, notando una duda que tenía en la cabeza.
-No se, a pesar de que ahora lo se todo, siento que hay una cosa más que quiero resolver, pero no se que es -se llevó la mano a la barbilla intentando de pensar con claridad.
Al verle tan preocupado, a Hada se le ocurrió una forma de ayudarle. -Se como ayudarte -dijo ella echándole una mirada dubitativa.
-¿Como? -se intrigó.
PALACIO DE LAS HADAS
El equipo regresó al Palacio de las Hadas, Hada se llevó consigo a Jack de vuelta hacía las torres de recuerdos para enseñarle algo que necesitaba ver, sacó una de las cápsulas almacenadas y se la entregó, en ella se mostraba la imagen de una niña, una muy familiar.
-Es Emma -dijo sorprendido, reconociendo que eran los dientes de su hermana, miró a Hada, la tenía delante esbozando una mirada de culpa- ¿Tú sabías que estaban aquí?
Confirmó asintiendo con la cabeza, le daba miedo confirmarselo con palabras.
Jack se quedó dudando de no saber cómo reaccionar y responder.
-¿Por qué no me lo dijiste antes? -le reprocho, sintiéndose indignado al ver que había estado ocultándose esa información importante, no le parecía algo digno de ella.
-Porque no estabas preparado -le contesto, serenamente.
-¿Eh? -no comprendió esa respuesta.
-Jack, tú apenas sabías quien eras, ni siquiera recordabas tu pasado, aunque te hubiese dado sus recuerdos para que los vieses y descubrieses cuál era su nombre, eso te habría afectado de una manera que yo no podría prever -argumentó declarando que tenía sus inconvenientes-. Era mejor que descubrieras más sobre ti mismo que de ella, y solo cuando estuvieses preparado de afrontar la realidad de las cosas, entonces ahí si podrías ver en sus recuerdos.
Jack agarró fuertemente la cápsula, estaba enfadado por tener que descubrir esto ahora, si fuese por él ahora mismo estaría achacando a Hada por ocultárselo de esta manera. Pero pensó rápidamente en que tenía razón, él no estaba bien, jamás lo estuvo desde hace mucho tiempo, y él solo hecho de tener que ver sus recuerdos en el estado en que se encontraba, solo empeoraría las cosas.
-Lo siento -se disculpó, queriendo que no pensase que estaba cabreado con ella.
Miró su dulce expresión de consideración, comprendía su frustración y sabía que le perdonaba por ello. Miró de nuevo la cápsula, imaginándose lo que supondría ver todo lo que no conocía de su hermana, su futuro, su familia, su muerte, todo eso quizás lo acabaría viendo en unos segundos. Ahora entendía porque ella le avisaba de eso, era cierto, no estaba preparado para afrontar todo esto a pesar de que ya lo había superado.
-Ayudame con esto, por favor -le pidió con tono calmado.
Viendo la cara de impaciencia que tenía, pudo hacerse a la idea de que lo necesitaba más que nunca.
Ambos bajaron volando de vuelta hacía la Piedra de los Recuerdos, Jack se sentó arrodillado sobre la meseta y Hada se sentó delante suyo, mirándole preocupada por saber si estaba muy dispuesto a querer hacer esto o no, sus constantes miradas de preocupación al estar fijándose en la cápsula que llevaba en las manos indicaban que no tenía ni idea de lo que quería hacer, se sentía como si le obligasen, cosa que él sabía que no era cierto.
-¿Seguro que lo quieres hacer? -pregunto, dándole el beneficio de cambiar de opinión.
Jack levantó la mirada, fijándose en ella con una expresión de desconcierto.
-¿Si quieres lo podemos hacer en otro momento?
Jack se lo pensó detenidamente, mientras miraba la cápsula, no paraba de ver la imagen de Emma en la tapa, era como si no quisiese que se le fuese ese rostro de encima.
-No, lo quiero hacer -se dispuso.
-¿Estás seguro?
-Si -confirmo decididamente.
Sonrió Hada alegrada al ver que tenía la suficiente voluntad para tomar esta decisión.
Hicieron el mismo procedimiento que antes, dejaron la cápsula en medio, se agarraron ambos de las manos y cerraron los ojos concentrándose en el lugar al que querían ir, quedaron así un buen rato hasta que de pronto todo se volvió blanco.
··
Jack se despertó, sintiendo un fuerte golpe en el pecho, se hizo hacía atrás, casi apunto de caerse, pero de pronto alguien con unas manos pequeñas le cogió.
-Jack, cuidado -era Hada, estaba a su lado, sujetándole.
Quedó atónito, entrar en este recuerdo le pareció una experiencia mucho más tensa que cuando se metió antes en sus recuerdos.
-¿Estás bien?
-Si, estoy bien -confirmó, estando demasiado nervioso para soltar otra palabra.
Alzó la mirada, observó que estaba todo blanco, como la nieve, no tenía ni idea de si se encontraba dentro de un recuerdo o estaba de nuevo en el Polo Norte, porque era imposible no ver nada. De pronto algo comenzó a proyectarse al frente, todo un escenario se materializó formándose a partes de fragmentos triangulares como si fuese un prisma. Todo se transformó hasta que apareció una figura, un individuo pequeño que se encontraba arrodillado delante de algo que apenas podían ver.
Ambos se miraron extrañados, se hicieron una idea pero no estaban seguros, comenzaron a acercarse hasta que estuvieron lo suficientemente cerca para darse cuenta de quién era, era Emma, estaba arrodillada delante de lo que parecía ser una cruz de madera con el nombre de Jackson Overland tallado en el tablón horizontal de arriba de la cruz. Quedó atónito al ver eso ya que pudo reconocer lo que era, era una tumba, una dedicada a él, de cuando murió en el lago.
Escuchó unos sollozos, ella estaba llorando, tenía las manos apoyadas sobre su pecho, sus lágrimas caían como gotas de lluvia. Jack la miró fijamente, pudo comprender rápidamente su tristeza, esto era algo que tampoco le gustaba.
Se limpió la cara y levantó la mirada, fijándose en la cruz.
-Lo siento hermano, se que no quieres que esté triste, pero no puedo evitarlo, odio que te hayas hundido en el lago, odio que te hayas muerto -soltó divagando todos los pensamientos pesimistas que se le pasaban por la cabeza.
Jack quedó absorto al verla decir esas cosas.
-Te agradezco que me hayas salvado la vida en el lago, pero lo que te paso no debería haberte ocurrido a ti, sino a mi -golpeó el puño contra la espesa nieve-. Yo soy la que debería haber muerto, tu no, tu no con lo bueno y especial que eres.
Escuchar eso hizo que Jack se derrumbará, no soportaba que alguien dijese eso ya que era una mala manera de victimizarse, pero viniendo de su hermana, hizo que se sintiese más culpable todavía por lo que ocurrió en ese momento. Hada se acercó intentando de consolarle, pero resultaba imposible, quedo con una mirada de desasosiego fijado sobre ella.
Emma se quitó de nuevo las lágrimas de la cara, se sentía tan entristecida que no sabía qué hacer, si seguir llorando de la tristeza que tenía, o intentar de afrontar el problema como sea. Alzó la mirada hacía la cruz, cada vez que la veía, se imaginaba a Jackson, consolándola con entusiasmo como hacía siempre, pero ahora que no estaba él, no sabía cómo estar bien. Le resultaba imposible quitarse esa imagen de la cabeza, de él hundiéndose en el lago, era algo que le perseguiría de por vida. Pero en el fondo sabía que no podía quedarse en este estado eternamente, tenía que superarlo como Jackson pudo superar el hecho de que su padre se fue.
Se enderezó, se reincorporo y respiro profundamente. Jack la miró sorprendido, no entendía qué fue lo que pasó pero de pronto parecía que su estado de ánimo cambió de repente, como si se hubiese dado cuenta de algo que él no captó a tiempo.
-¿Sabes hermano? Tu a pesar de todo siempre fuiste fuerte, incluso antes de que yo naciera, y ahora que me he quedado sola, me he dado cuenta de que yo también tengo que ser fuerte, por mí y por madre -explicó actuando con madurez.
Jack se enderezó, sintiéndose absorto y extrañado al mismo tiempo, estaba viendo como su hermana parecía estar afrontando muy decididamente la pérdida.
-Se que te has ido y que quizás no escuches lo que te estoy diciendo, pero quiero que sepas también, que me asegurare de que te recuerden -añadió con un tono más decidido que antes-. No se como lo haré, pero dentro de unos años, escribiré mis memorias, y en ellas explicaré todo sobre mi vida, te presentaré como la persona que eres, como el chico entusiasta y feliz que jamás dejaría que a nadie le pasase nada y daría su vida para proteger la de aquellos que no saben protegerse, porque ese eres tu, un protector, un guardián, mi guardián.
Jack esbozó una sonrisa de tristeza al comprender ahora porque habían pasado todas las cosas con las que se había topado, nada fue una casualidad, todo fue alguien impuesto por su hermana, ella fue quien se aseguró de que se convirtiese en el hombre que era ahora, y la razón por la que ese libro fue escrito, porque se le ocurrió a su hermana, se aseguró de dar huella de su presencia.
Emma se levantó, terminando de decir lo que necesitaba contar, sollozo una última vez y se giró quedándose perpleja al ver algo que tenía delante. Jack quedó indeciso, parecía que le estaba mirando, cosa que le resultaba imposible, era un recuerdo, pero... ¿Sería imposible que ella le estuviera viendo ahora? ¿Sería esta una conexión de la que no tenía ni idea de que podía existir?
-Jack -Hada le sacó de ese repentino trance. Se asustó, la miró desconcertada.
-Mira -le señalo al otro lado.
De pronto apareció otra figura, una que apenas se podía ver a causa de la nieve y encima venía con la capucha puesta, pero Emma parecía saber de quién se trataba. Se acercó revelando que iba bien abrigado con un traje hecho de piel de mamífero, pero a causa de la capucha seguía sin notarse su cara, solo se le veía la barbilla. Emma dio varios pasos al frente, el otro individuo se detuvo al verla. Se quitó la capucha revelando ser una cara muy conocida.
-Mamá -soltó indeciso Jack.
Emma la miró, temblando, sin saber que responderle.
-Al fin has venido -le dijo Emma, con un tono desdeñoso.
La madre asintió levemente con la cabeza.
Jack quedó desconcertado por la forma en cómo se hablaban, se intuía que parecía haber un conflicto entre ambas por algún motivo.
-Y yo creía que no vendrías -terció la madre. Emma asintió seriamente la cabeza.
-¿De verás te irás? -le preguntó, sin mirarle a la cara.
Ahora Jack entendía porque había tan mal ambiente entre ambas, su madre estaba dispuesta a seguir con esa idea de marcharse y dejarla a ella sola.
-Yo...
-¿Lo harás ahora que él no está?
-¿Qué? -se extraño con ese repentino arrebato de rabia.
Emma la miró con rencor, como si no quisiera aceptar esa realidad.
La madre bajó la cabeza, reflexionando sobre lo que iba a decir.
-Si quieres irte, solo dilo, a mi no me importa -se dio la vuelta ignorándola.
Jack estaba tan desesperado ante esta situación que sentía la necesidad de hacer algo, sabía que no podía, pero de ninguna forma iba a permitir que ambas estuviesen así de enfadadas.
-Tu no tienes la culpa, ¿lo sabes verdad? -objetó la madre.
Emma aguantó las ganas de no explotar, mantuvo los brazos cruzados en señal de discrepancia.
-No podías saber que el hielo se rompería, de haberlo sabido os lo había prohibido.
-Pero no lo hiciste.
Reflexiono seriamente sobre ese hecho.
-No, no lo hice porque tenía confianza en que no os pasaría nada, sobre todo después de que ambos os hubieseis salvado de que los secuestraran esos hombres. Creía que pasado eso todo iría bien, pero al final no fue así -se culpó llevándose la mano a la cara mientras sollozaba con dolor.
Jack quedó devastado, le resultaba doloroso tener que ver a su madre llorar de esa manera, lo cual le resultaba comprensible. Ella fue quien le entregó los esquís que ambos usaron para ir a patinar, si no fuese por eso, todo habría sido diferente.
-Yo debería haber caído en el hielo, y no él.
-No -interrumpió Emma, se giró mirándole de reojo con tristeza- Ninguno debería haber muerto, pero Jackson se sacrificó por mí, como siempre hace, porque eso era él.
Jack frunció el ceño intrigado ante lo que contaba.
-Jackson no solo era mi hermano, era hermano de todos nosotros, él era quien hacía que la aldea prosperase, el que le daba algo de felicidad, él que nos protegía de las cosas que más temíamos, si se murió, fue porque hizo lo correcto.
Bajo la cabeza reconociendo que eso era cierto.
Jackson era el chico más bueno que había existido nunca, siempre se podía contar con él para cualquier cosa, incluso si eso implicase meterse en problemas, pero siempre conseguía resolverlo todo fácilmente.
-Y ahora que él no está, ¿no será que pasará ahora? -se cuestionó, reconociendo que la situación era mucho más dura de lo que creía al principio.
Ambas se pusieron a reflexionar sobre ese problema.
-Sé lo que pasará ahora -dijo la madre.
Emma fijó la mirada en su madre.
-Nosotras nos ocuparemos de ayudar a la aldea -añadió.
-¿Nosotras?
Se acercó hacía ella sentándose de rodillas.
-Hija mía, sé lo fuerte que eres, yo también, y si Jackson ya no puede seguir ayudando a los demás como hacía siempre, nosotras nos ocuparemos de continuar con lo que él empezó -le propuso apretando fuertemente su puño contra su corazón, en señal de estar bien decidida a hacerlo.
Emma quedó entusiasmada con esa idea ya que en el fondo ya que era lo que quería hacer, pero le resultaba raro este cambio de parecer en su madre, era como si no viniese de ella.
-¿Has estado escuchando lo que dije? -le pregunto, frunciendo el ceño con duda.
Asintió cínicamente con la cabeza.
-Tienes toda la razón Emma, Jackson era el mejor de todos nosotros, sin él esta aldea no superará su pérdida, no podemos dejar que acaben tan perdidos como antes. Tenemos que ayudarles y dejar huella de todo lo que hizo él, ya que así nadie se olvidará de todos sus progresos -le explicó indicando con total soberanía que estaba de acuerdo con todas sus ideas.
-Pero... -titubeó, teniendo un problema-. Tú te irás, me dejarás sola.
-No -negó seriamente-, no me iré, me quedaré aquí ayudándote con todo lo que necesites.
-¿Y qué pasa con él? -le pregunto, refiriéndose a la pareja con la que quería irse.
Esbozo una media sonrisa de discrepancia.
-Tendré que dejarle -declaró.
Quedó absorta al oír eso. Jack también.
-Seguro que lo entenderá, pero... me importas tú Emma, no voy a dejarte por nada del mundo, voy a asegurarme de que hagas cada una de las cosas que querías hacer.
-¿Incluido el libro?
Confirmó serenamente con la cabeza.
-Te ayudaré a escribir el libro, y en él pondremos lo suficiente como para saber quién era Jackson Overland -impuso bien decididamente.
Emma quedó tan impresionada por la buena voluntad de su madre, que no pudo evitar abrazarla, para perdonarla por todo su silenció, la agarró fuertemente sintiendo que ahora podía seguir adelante sin pensar en que ella tuvo algo de culpa por lo que le ocurrió a su hermano.
Jack sonrió alegrado al ver que ambas consiguieron disculparse y solucionar sus problemas, en especial su madre, que pensaba que les abandonaría, pero resultaba que no, continuó ayudando a Emma a pesar de lo sola que estaba.
-Te quiero mucho mamá -dijo Emma.
-Y también mi vida -soltó la madre sollozando de alegría.
Jack estaba tan contento que empezó a llorar de entusiasmo y orgullo, pensaba que lo que encontraría en este recuerdo le provocaría un sentimiento de culpa, pero en vez de eso lo que halló fue lo suficiente como para solucionar su dilema sobre lo que ocurrió después de que muriese. Hada se le acercó apoyando la mano sobre su hombro, se compadeció de él al saber muy bien lo que le pasaba, estaba soportando todo ese dolor como podía al presenciar esto.
La imagen se disipó, y todo volvió a ponerse blanco como antes.
··
Jack y Hada despertaron largando un fuerte bramido de asfixia, fue tan repentina la desconexión que provocó que se ahogasen con sus propias palabras, largaron fuertes bocanadas de aire y ambos se miraron quedándose atónitos ante semejante experiencia.
Hada alzó la mirada fijándose en Jack, estaba atónito, pero se le seguía notando triste por todo lo que vio, evidentemente eso no lo iba a tranquilizar tanto. Comenzó a caerle una pequeña lágrima al joven de escarcha, estaba triste y dolido, Hada se le acercó apoyando suavemente su mano sobre su hombro, le dolía demasiado ver lo triste que estaba, esto era algo que se temía desde el principio, que Jack no pudiese soportar fácilmente ese recuerdo, cosa que era obvio que no era fácil, se había esperado algo malo y en vez de eso vio algo bueno, tan bueno que le dolía con tristeza.
Jack se calmó, no estaba tan triste como antes, cogió la cápsula y se puso a mirarla de nuevo, asimilando el hecho de que gracias a eso pudo solucionar todas sus dudas.
-¿Estás bien? -le pregunto, queriendo comprobar como de afectado estaba.
Jack levantó la cabeza, esbozando una media sonrisa de alivio.
-Siempre pensé que mi hermana estaría sufriendo por lo que me pasó, que estaría sufriendo y que jamás podría formar una familia -levantó la cápsula-, pero ahora que he visto esto, me he dado cuenta de que me porte como un verdadero hermano mayor.
-Le enseñaste a ser fuerte -indicó Hada.
-No solo eso, le enseñe a ser como yo, a pensar y encontrar la forma de ayudar a los demás, nunca perdió la esperanza o la voluntad de hacer algo. Escribió el libro, pero no por lastima, sino... -se quedó pensando en una manera más breve de contar lo que pensaba-. Para dejar constancia de que puedo ser una persona esperanzadora, tanto siendo yo como en una versión ficticia -se rió sintiéndole irónico ese detalle.
Hada se rió también, dándole la razón.
-Ahora se que Emma nunca estuvo sola, estuve a su lado ayudándola, sin que yo estuviera. -Fuiste un buen hermano.
-Y un buen Guardián -indicó sonriendo aliviado ante lo que vio.
Le devolvió la cápsula a Hada.
-Ya tengo lo que necesitaba, no lo volveré a ver más -decreto con sinceridad.
Hada sonrió entusiasmada de su decisión, le parecía una acción muy madura.
Le ayudó a levantarse y en ese momento aparecieron los Guardianes viniendo del otro lado.
-¿Y bien? -preguntó cínicamente Bunny.
Ambos se miraron soltándose unas miradas de satisfacción.
-He visto lo que quería, y puedo decir que me siento liberado -comentó Jack dirigiendo una mirada de satisfacción hacía Hada, se sentía agradecido por haberle ayudado.
-¿Seguirás buscando respuestas a tu pasado? -le preguntó Bunny.
-No, ya tengo lo que quería, además, el pasado es el pasado, lo que importa ahora es el presente -indico aceptándose conforme con lo que tenía.
-Me alegro mucho -Norte río-. Por cierto Jack, ¿qué harás ahora?
-Bueno, supongo que ahora tendré que volver a mi caseta para asegurarse de que está todo en perfecto orden, que no es mucho pero al menos es un algo -comentó vacilante al cerciorarse de que iba a tener que volver a esa casa que tiene que le provoca muy poca satisfacción.
Ambos se miraron soltando unos gemidos de intriga.
-¿Qué pasa? -quedo confundido ante sus miradas de complicidad.
-Jack, en cuanto los chicos me llevaron a tu casita, me he dado cuenta de que no me parece un buen lugar para que te quedes -le comentó honestamente Norte.
-Así que por eso mismo se nos ha ocurrido algo mejor para ti -comentó Bunny.
-¿El qué? -frunció el ceño intrigado y atemorizado ante la propuesta que tenían en mente.
··
Después de eso las cosas volvieron a la normalidad, los Tecnogizadores se marcharon y nadie más volvió a preguntarse o cuestionarse cómo se produjeron aquellas muertes, aunque hubieron algunos que empezaron a cuestionarse cómo fue que paso todo eso, y aunque intentasen de descubrirlo por su propia cuenta, nadie encontraría nada, toda información quedaría perfectamente guardada y mantenida en secreto.
Nadie sabe qué pasó con los Tecnogizadores, muchos opinan que 3-0-6 cumplió con su promesa y regresó a su planeta natal para reparar el daño causado por su padre, utilizó las técnicas aprendidas por los humanos y los Guardianes para crear una nueva nación, una libre de exponer las ideas de cada uno, pero teniendo en cuenta de adonde podrían llevar, ya que si cometían el mismo error que al principio, el universo entero tendría que pasar por una guerra mucho peor que la anterior. Morticus seguramente estaría encerrado en una celda intentando de redimirse de sus actos, nadie sabe si estaría haciendo algo importante o no, pero seguramente decida lo que decida lo hará bien esta vez. 4-0-9 posiblemente esté ayudando al nuevo Amo en todo momento, asegurándose de que no se le suba el poder a la cabeza. 7-5-8 estaría usando sus nuevas habilidades para convertirse en un mejor guerrero, uno que sepa enseñar a los demás sin usar la violencia. El Operador quizás continuaría con su labor de trabajo, y apoyando a 3-0-3 con quien mejor se llevaba.
Mientras tanto en la Tierra, Albert Nolan le devolvió el libro a la señora Donna, se lo entregó pero con la condición de que lo dejase en un lugar importante, uno que sirviese para que todo el mundo viniese y pudiese leer sus páginas para descubrir todos sus secretos. La gente necesitaba saber quién era Emma Overland y el legado que dejó consigo. Después regresó al Pentágono para anunciar su aventura de los últimos días, tal y como acordaron, le mintieron a sus superiores diciéndoles de que no pudieron resolver el problema, lo dejaron estar al ver que no hubo ningún rastro que indicase que las misteriosas muertes fueron producidas por alienígenas. Tras eso continuó con su labor junto con Lindsay Halt como compañera. Ahora ambos habían formado un equipo que estaría dispuesto a resolver cualquier incidente relacionado con alguna criatura mágica que existiera de forma oculta en todo el planeta. Después de lo que pasó con los Tecnogizadores, no podían permitir que ningún ser extraño provocase un altercado que llamase la atención del Gobierno o de alguien más.
Los Bennett continuaron con sus vidas, la señora Bennett halló a un hombre interesante que le apoyaba en todo momento, no estaba segura de si le parecía correcto comenzar una nueva relación, teniendo lo que paso con su anterior marido, pero estaba dispuesta a dejar pasar página y a ser feliz por una vez en la vida. Lo mismo con Jaime, comenzó a salir más con Kaity, ambos iban de un lado para otro ayudando a los demás como hacía Jack, quería seguir su ejemplo y el de su hermana.
Y en cambio con los Guardianes, le hicieron el mayor regalo que le podían haber dado a Jack.
-Un poco más.
CONCLUSIÓN
UNOS DOS MESES DESPUÉS
-Haber chicos, ¿podéis decirme adonde me lleváis? -protesto Jack, teniendo los ojos tapados sin poder ver nada, solo veía un fondo negro.
-Esperate.
-¿Que me espere qué? -protesto de nuevo, cada vez más harto de no saber qué ocurría.
-Creo que ahora bastará.
-A mí me parece que sí.
-Muy bien.
Retiraron las manos de la cara de Jack y se le hizo la luz al joven Guardián de escarcha, se le aclaró la vista en cuestión de segundos y pudo observar que lo que tenía delante era como el salón de un castillo de cuento de hadas pero hecho de hielo, todo estaba construido con hielo, las paredes, el tejado con algunas pequeñas estalactitas colgando en respectivas áreas. Al frente había una escalera que llevaba a un piso franco, en un rincón se encontraba una chimenea metida en un hueco recoveco cuadriculado. Jack quedó tan asombrado que quedó con la boca abierta, no entendía qué era lo que estaba viendo pero le asombraba más que cualquier otra que hubiese presenciado.
Los Guardianes se miraron cínicamente al notar su entusiasmo.
-Lo hemos hecho para ti Jack -le notificó Norte.
Se giró repentinamente mirándoles con perplejidad.
-¿Para mí? -se señaló en el pecho.
-Si, te hemos construido un hogar hecho únicamente para ti -añadió Bunny.
Soltó un alarido que sonó a una risa exagerada que resultaba divertida de escuchar, se giró y acto seguido se puso a dar vueltas en 360 grados, como intentando de asimilar cada uno de los detalles que conformaban aquel salón. Había muchas más cosas, en un rincón se encontraban dos sofás alrededor de una mesa, del tipo como para tomar té en alguna reunión importante. Más adelante debajo del piso franco se encontraba una galería, como para introducir libros o algún que otro objeto importante que sirviese de utilidad.
-¿Todo esto es mío? -pregunto nuevamente, pero con mayor estupefacción.
Afirmaron cínicamente con la cabeza.
Jack estalló de júbilo y saltó volando por todo el salón como si quisiera analizar más a fondo el salón. Todos se miraban aturdidos ya que no esperaban una reacción tan ajetreada de su parte, aunque les entusiasmaba qué reaccionase así ya que esperaban esa respuesta. Se apoyó de pared a pared hasta acabar aterrizando en el piso de franco. Camino hacía el frente, había un ventanal abombado, parecido al que había en el Palacio del Polo Norte, asomó la mirada observando que el castillo estaba construido alrededor de una colina, cerca del pueblo islandés donde antes residía. Lo que indicaba que estaba en casa y no en otro sitio desconocido. Se giró y se apoyó sobre la barandilla del frente, pudo vislumbrar con mayor impresión todo el salón, era mucho más grande que lo que se veía a simple vista, tenía la anchura de una sala victoriana y con el aspecto tan frío con el que estaba construido, le daba una impresión mágica.
Abajo el equipo le miraba con satisfacción. Jack saltó y aterrizó volando hacía ellos.
-¿Pero cómo lo habéis hecho? -les pregunto con curiosidad.
-Con un poco de ayuda de un Creador de Sueños -indicó sarcásticamente Bunny dirigiendo la mirada hacía Sandy que estaba al lado de Norte.
Sandy materializó una camiseta de cuadros por encima suyo, se postraba como un manitas.
Jack se rió halagado por su entusiasmo.
-Tu nunca fallas con tu imaginación -exclamó con gratitud.
Levantó el pulgar y esbozó una sonrisa picarona.
-Y también de ellas -dijo Hada, silbó con los dedos.
Inmediatamente aparecieron las Hadas saliendo de los rincones ocultos del salón, se unieron formando una marabunta de aves chillonas y bajaron poniéndose delante de Jack para saludarle. La mayoría de ellas estaban tan ajetreadas que no se quedaban quietas un solo momento.
-Quisieron ayudar a remodelar este sitio, se han pasado horas alijando las paredes para que fuesen lo suficientemente lisas como para que te apoyases sobre ellas -comentó Hada señalando cada una de las esquinas que habían remodelado-. Saben lo mucho que te encanta brincar de pared en pared.
Jack se rió entusiasmado al ver que se fijaron en ese detalle.
-Chicas, sois las mejores hadas del mundo -les agradeció con ternura.
Eso hizo que la mayoría de las hadas se ruborizasen y se cayesen embobadas al suelo.
-Ey pequeñas, mantened el uniforme -impuso Hada poniéndose firme.
Jack se rió, no por la escena que estaban montando, sino porque sabía que esto no era idea de ellas, sino de Hada, lo hizo todo por él porque sabía cuánto lo quería.
-¿Te gusta esto Jack? -le preguntó Bunny, queriendo saber su opinión.
-Me encanta, pero... -pensó-. ¿Cómo se os ha ocurrido hacer esto?
-Verás Jack -confirmó Norte, se puso a su lado apoyando su mano sobre su hombro y comenzaron a andar por el salón junto con los demás-. Nos dimos cuenta de que al ser un miembro importante del equipo, te merecías un hogar digno de tu reputación, un lugar donde pudieses reposar y al mismo tiempo operar en caso de que decidas actuar por tu propia cuenta.
-Como una base secreta -objetó viéndolo desde otra perspectiva mucho más gratificante.
-Una que también sirve de lugar de reunión -añadió escepticamente Hada.
-¿A qué te refieres? -cuestiono Jack, no comprendió ese comentario.
-Te lo mostraremos -le hizo girar hacía una puerta que había en un costado.
Pasaron por un pasillo formado por un túnel circular, parecido al de un puente veneciano, eso les llevó al interior de una sala circular construida como si fuese el interior de un iglú, en el centro había una mesa grisácea enorme con unas seis sillas montadas alrededor de ella.
-¿Y esto? -Jack quedó indeciso ante lo que veía.
-Después de lo que paso con los Tecnogizadores, nos dimos cuenta de que el Palacio no es tan fuerte como lo era antes, así que en caso de que seamos atacados y no tengamos donde refugiarnos, podemos hacerlo aquí y planificar un contraataque en caso de que algún enemigo muy poderoso, decida atacar tanto a nosotros como a la humanidad -argumentó seriamente Norte.
Jack dio un paso adelante, al ver eso le vino una idea.
-Como una sala de mando -indicó alucinando con interés. De pronto se percató de algo raro relacionado con las sillas-. Ahí hay seis sillas, somos cinco.
-También cuento yo -se oyó una voz conocida.
Se extrañó al oír eso, se giró y descubrió que detrás de los Guardianes se encontraba Jaime, estaba ahí parado, vestido con su clásico abrigo de invierno y mostrándose con una expresión petulante.
-Jaime, ¿qué estás haciendo aquí? -le preguntó absorto al ver a su pequeño amigo.
-Jaime también es un Guardián, así que también merece tener su silla -declaró Bunny.
Sonrió alegrado al ver que Jaime se había convertido en algo más.
-¿Pero cómo has venido aquí?
Nosotros les invitamos -comentó Norte.
-¿Invitarles? -se extraño al ver que lo decía en plural.
-Hola -al otro lado los otros tres chicos asomaron sus cabezas.
-Olaf, Oskar, Stella, ¿qué hacéis aquí? -pregunto absorto al ver que todos los niños que conocía no dejaban de aparecer de forma esporádica.
-Fue idea suya lo del castillo -comentó Hada.
-¿De ellos?
-A nosotros tampoco nos gusto la idea de que vivieses en una cabaña, así que se nos ocurrió la idea de crearte un nuevo hogar con el que te sintieses a gusto y pudieses reunirte con gente que necesitase tu ayuda -argumentó honestamente Jaime.
-Y ellos trabajaron muy duro en como diseñar esto -indico Norte.
Olaf sacó de su chaqueta unas hojas de papel dobladas, se las entregó a Jack y observó que se trataban de ilustraciones dibujadas con crayones del castillo en el que se encontraban, eran planos indicando cada uno de los aspectos que conformaban la estructura.
-Pensamos en una base secreta de superhéroe -dijo Oskar-. Pero vimos que eso no iba mucho contigo, se nos ocurrió mejor la idea de inventarte algo que recordase a tus antepasados, algo que la gente supiese que eres como un mito medieval pero moderno.
-Ah -esbozo Jack impresionado ante ese detalle.
Siguió pasando las páginas hasta que dio con una en la que estaba dibujado el exterior del castillo, la ilustración mostraba el diseño de un castillo de aspecto sencillo, era azulado, con unas cuantas torres, una puerta ovalada y un pequeño banderín en el costado de la estructura. Jack lo miró fijamente, le parecía tan simple que al mismo tiempo lo dejaba confundido.
-¿No se parece a un castillo de cuento de hadas? -pregunto intentando no parecer ofendido.
-Eso lo dibuje yo, quería que vivieses en un castillo porque luces como un príncipe azul -comentó Stella ruborizándose al solo hecho de mencionarlo.
Quedó indiferente ante ese comentario.
-Bueno, mientras no parezca un castillo de Disney, me parece bien -dijo satisfecho.
Los niños se alegraron al ver que les gustaba.
-¿Sabes una cosa Jack? -objetó Hada poniéndose a su lado-. Mientras no estemos aquí, podrías usar esta sala para invitarlos, para ayudarles en lo que sea necesario.
-Como un equipo -objetó Olaf.
Jack se puso a reflexionar sobre esa propuesta. Se había pasado años yendo de un lado para otro sin un objetivo fijo con respecto a su vida, pero tener ese lugar, y a la gente que conocía, le daba una oportunidad de cometer una acción mucho más grande.
-Si, podría montarme mi propio equipo, uno por debajo del nuestro -indicó estallando de júbilo-. Uno dedicado a ocuparme de las cosas que tengan menor importancia.
-Cómo proteger nuestro pueblo -añadió Olaf.
-El protector de Islandia -abrevió Oskar con satisfacción.
Alzó la mirada esbozando una sonrisa de orgullo.
Ambos salieron de la sala de mando y regresaron al salón principal, se pusieron a andar mientras examinaban nuevamente cada objeto que conformaba el lugar.
-¿Cómo haré para comunicarme con vosotros? -pregunto intrigado.
-Nosotros te encontraremos, pero si en algún momento tienes problemas o necesitas ayuda, necesitarás esto -saco Norte de su abrigo una pulsera.
Se la entrego y Jack la examino, la pulsera era negra y tenía una piedra en forma de estrella navideña de color cían, estaba parpadeaba desprendiendo una tenue luz más azulada.
-Brilla -dijo sorprendido.
-Es de carbón mágico, brilla con las auroras boreales, si se ilumina, es que avisa de que hay un problema o de que necesitamos ayuda -agregó concretamente.
-Sabré darme cuenta -lo acepto y lo ató a la mano.
Ambos se miraron satisfechos.
-Jack, ¿estarás bien aquí? -le preguntó Jaime.
-Estaré bien, será como un patio de juegos, aunque...
-¿Aunque? -se extraño Norte notando su mirada de preocupación.
-¿Sabéis? No me vendría nada mal conseguirme alguna que otras cosas.
-¿Por ejemplo? -preguntó Bunny.
-En esa estantería, debería de poner libros, algunos para leer, y otros para que me ayuden a combatir asuntos que podrían tener que ver con criaturas mágicas.
Ambos se miraron intrigados ante esa idea.
-Luego por ahí a lo mejor podría poner una barra.
-¿Una barra? -crítico Bunny extrañado.
-Si, una barra para ir sirviendo copas -aclaro con vacilación-. Claro, que nada alcohólico.
-Me lo imaginaba -dijo Norte tomándolo en consideración.
-Y en la sala de mando podríamos poner uno de esos televisores de pantalla plana, para comunicarnos desde el exterior y saber que cosas ocurren en el mundo.
-Podrías comunicarte hasta con el Presidente -opinó Oskar.
-Si -se rió Jack al resultarle divertido todas esas ideas-. Y también una cama, una cama enorme donde podría acurrucarme como quiera.
-Ni que fueses a hacer una pijamada -criticó indirectamente Jaime.
-¿Quién dice que no lo haga? -objetó sarcásticamente.
Ambos se miraron incrédulos al ver como se tomaba tan a pecho las cosas.
-Y algunas otras cosas más para adornar por ahí -señalo a los alrededores, asintió reflexionando sobre todo lo que haría-. Como por ejemplo en esta pared -camino hacía el centro de la sala donde se encontraba la mesa con dos sillones, se sentó en el sillón derecho mirando hacía una columna que conformaba una de las paredes-. Aquí debería de haber un cuadro de Emma.
-¿De tu hermana? -cuestiono Norte.
-Para que pueda mirarla y saber porque hago lo que hago -indicó convencido con orgullo. Se levantó y se puso a reflexionar sobre todo lo que le suponía vivir ahí, tener responsabilidades y actuar como un verdadero héroe-. Me parece que ahora tendré mucho trabajo que hacer.
-¿Quieres que te ayudemos en algo? -le preguntó Olaf.
-No -acompaño al equipo hacía la salida-. Por ahora prefiero quedarme aquí y acostumbrarme a este sitio, si esta va a ser mi fortaleza privada, debo acostumbrarme a ella y actuar como su amo, antes de que alguien me la quite por las malas.
-Porque siento que eso no me sorprendería -exclamó sarcásticamente Bunny.
Abrieron las puertas permitiendo que saliese una humareda de copos de nieve que les golpeó las caras, acto seguido se giraron mirando satisfechos hacía Jack.
-¿Estarás bien aquí? -le preguntó Norte.
-Lo estaré, además, no puedo sentirme mucho mejor que nunca -indicó cínicamente.
Ambos se rieron.
-Oye Jack, ¿nos invitarás a todos a tomar cuando lo hayas redecorado? -le pregunto Jaime.
-Claro, será como una segunda casa para ti, a menos que quieras invitar a tu madre.
-Creo que ahora mi madre está ocupada con otras cosas -tiritó de vergüenza.
Jack se rió, sabiendo muy bien porque sentía tanta repulsión.
-Te dejamos aquí, cuando quieras ven a vernos de nuevo -acotó Norte.
-Lo mismo digo, amigos míos -respondió con gratitud.
Ambos se miraron encantados al sentir que con ese tono los tomaba como una familia. Se giraron despidiéndose elegantemente de él. Jack sonrió alegrado por haberles ayudado. Echo la vuelta hacía el salón, se dio cuenta de que a pesar de que tenía todo un lugar enorme construido únicamente para él, se sentía igualmente solitario, necesitaba a alguien más, y sabía quién pedírselo.
-Esperad -bramó llamando la atención del equipo.
Ambos se giraron extrañados ante esa repentina reacción suya.
Jack saltó volando hacía ellos.
-Hada, podrías venir dentro un segundo, necesito hablarte de algo importante -le pidió con un cierto tono serio que sonaba muy fingido.
-¿Yo? -se ruborizó al referirse a ella.
Afirmó meneando la cabeza.
Hada se quedó indecisa, aquella petición le resultaba tan súbita que no sabía qué hacer, miró a los demás, todos se echaron miradas cómplices como de saber muy bien lo que iba a suceder.
-De acuerdo -aceptó convencida.
-Ven -se marchó de nuevo hacía el castillo.
Hada se despidió de los demás, los dos Guardianes entraron y acto seguido la puerta del castillo se cerró dando un enorme portazo que resonó con eco en los alrededores.
-¿Qué es lo que va a decirle? -se cuestiono Stella, no había entendido la situación.
-¿No lo sabes? -le habló Olaf-. Ellos dos van a... -hizo un gesto con los dedos de besarse.
-¡No! -berreó con disgusto.
-Oh si, Jack y Hada se aman desde hace mucho tiempo -aclaró irónicamente Jaime.
Stella esbozo una mirada de furia exagerada con las mejillas agrandadas.
-Se va a enterar esa Hada -protesto y se puso a marchar corriendo hacía el castillo de nuevo.
Sandy la cogió de su abrigo con la ayuda de una pinza materializada por encima de su cabeza.
-Oye suéltame -le reprocho intentando quitárselo de encima, pero no podía. Todos se miraron perplejos al ver como se estaba poniendo aquella niña.
-¿Les dejamos solos? -le preguntó Bunny a Norte.
-Será lo mejor -acepto convenientemente el grandullón de rojo.
Se rieron con sarcasmo y se marcharon dando la vuelta para el otro lado, mientras Stella continuaba protestando a los cuatro como si fuese una niña pequeña al que le habían quitado su juguete.
-Suéltame, necesito ver a Jack, es mi novio, no puedo dejar que esa Hada me lo quite -continuo berreando sin parar a pesar de que no tenía formas de solucionar su problema.
Dentro, Hada salto volando delante de Jack, quedaron parados cerca del centro del salón.
-Dime, ¿qué es lo que querías decirme? -le pregunto con interés.
Jack esbozó una sonrisa picarona, la misma que ponía cuando tenía una propuesta que dar.
-Hada, verás, me gusta mucho lo que has hecho con esta casa, pero me he dado cuenta de que no te he agradecido por el trabajo que has hecho por mí -comentó con tono cínico pero fingido.
-Lo sé, han pasado muchas cosas, desde que los Tecnogizadores.
-Ya, por eso mismo se me ha ocurrido que quiero estrenar el castillo, pero no quiero hacerlo solo -dio un paso adelante mientras aumentaba la vacilación en su rostro.
-¿A qué te refieres? -comenzó a ponerse nerviosa al ver como se acercaba.
-Me gustaría que estés conmigo esta noche -declaró.
Se ruborizó aún más de solo hacerse esa idea.
-¿Estás contigo? -titubeó.
Asintió con la cabeza.
Hada se quedó patidifusa ante esa propuesta, le resultaba demasiado.
-Yo... no sé si debería, tendría que volver al Palacio para dirigir a mis hadas y...
-Hada -apoyó sus manos sobre sus hombros.
Hada se detuvo, mirando atentamente sus ojos, esos ojos azules que tanto le gustaban.
-Durante todo este tiempo me has estado ayudando a resolver todos los problemas de mi pasado, por fin sé quien soy ahora, por fin puedo dejarme de sentir culpable, y todo eso te lo agradezco a ti. Te agradezco que te hayas preocupado más que cualquier individuo con el que me haya topado -argumentó sincerándose honestamente con ella- Y después de esta horrible pero intensa experiencia, me he dado cuenta de que tu siempre has estado cerca de mí, ayudándome.
Hada reconoció mentalmente que eso era cierto, le conoció incluso antes de que supiese de su existencia, pero para entonces era una persona muy diferente, pero había una cosa que nunca había cambiado, y lo que sentía por él.
-Te quiero Hada -soltó inesperadamente.
Eso la dejó más atónita que nunca, era la primera vez que le decía eso.
-Te he querido desde que he empezado a confiar en ti y a darme cuenta de que eres la chica más dulce y hermosa que he conocido en mucho tiempo. Y no se que haría sin tu apoyo y tu sinceridad cuando más lo necesito.
Su corazón comenzó a palpitar de tanta excitación.
-Hada de los Dientes, quieres unirte a formar una relación conmigo -le pidió dandole un suave beso en la mano de forma totalmente cortes.
Hada miró fijamente a Jack, pudo notar por su sonrisa de confianza que verdaderamente lo decía en serio, ahí ya no tuvo vergüenza, sino tristeza, tristeza por darse cuenta de que el chico que siempre había amado, aceptaba sus sentimientos y le pedía quedarse con él.
-Jack Frost, Guardián del Hielo, te he amado desde que tengo memoria, adoro todo de ti, tu cabello blanco, tus ojos azules, tu piel pálida, tus poderes para entusiasmar a tu gente -concretó soltando todos los fijaciones que le hacían una persona perfecta-, y por sobretodo tus dientes.
-Eso ya lo sabía -exclamó, soltando una risa sarcástica.
-Pero hay una cosa que adoro más de ti, y es tu voluntad para estar feliz sin perder un ápice de ese entusiasmo que tanto te fortalece -añadió, soltando una pequeña lágrima de alegría.
Jack lo tomó en consideración.
-Nunca vuelvas a dejarme.
-No lo haré -prometió con total impunidad.
Se acercó apoyando la mano sobre la cara de Hada y le propinó un suave beso en los labios. Hada asintió quedándose embelesada al sentir el suave tacto de sus labios, ese beso provocó que le viniesen una serie de sensaciones al cuerpo, se le pararon las plumas de solo sentirlo. Era apetitoso, relajante y enternecedor, era lo mejor que había sentido nunca.
Ambos se separaron y se miraron con ternura.
-Hacía tiempo que quería hacer esto -dijo Jack.
-Y yo mucho más -terció indirectamente.
Jack se rió y ambos volvieron a besarse, pero esta vez dándose un fuerte beso que llevó a que ambos sintieran una sensación de amor incandescente.
Quedaron ahí detenidos, girando en ese torbellino de amor, mientras afuera, estaba nevando.
Y esta nevada, daba lugar a un nuevo inicio, y a una nueva aventura para Jack Frost y los Guardianes, que seguirán luchando para defender a los niños del mundo.
FIN.
