LA SUBASTA

Cap III: Conociendo mi nuevo hogar

A la mañana siguiente, Harry despertó temprano sintiéndose muy confundido. Sentado en la confortable cama y tapado por las suaves sabanas de seda hasta la cintura comenzó a recordar todo: el engaño, Neville, la subasta...Se levantó y un nuevo sentimiento se apoderó de él, se sentía como observado, pero eso era imposible pues no había nadie más en la habitación y en su entrenamiento de auror había aprendido a detectar capas invisibles aunque no a ver quien estaba debajo de ellas.

Recorrió despacio la habitación, con ese sentimiento latiendo en su interior, y se fijó en las paredes donde diversos cuadros muggles. Se detuvo a observar cada uno con curiosidad y al llegar a un retrato el sentimiento de ser observado se intensificó. Era un bello óleo representando a una mujer de pelo negro y profundos ojos grisáceos...¡un momento¡Acababa de parpadear¿ Y sie ra un retrato mágico? Peor aún¿y si alguien...?

Harry sacudió la cabeza para deshacerse de sus paranoias y se encaminó hacia una silla donde le había parecido ver antes algo de ropa. En efecto, ahí colgada había una camisa, y unos pantalones doblados encima. Como no había baño, Harry procedió a ponérselo. Primero se quitó los pantalones y los pateó con el pie. Un jadeo se oyó brotar del cuadro. Harry sonrió interiormente habiendo descubierto al fin el secreto del cuadro, y el motivo de su intranquilidad.

El moreno se puso más cerca del cuadro disimulando el hecho con que iba a posar la ropa en la cama y se quedaba a medio camino. Una vez situado comenzó a desabrochar la camisa botón a botón, lenta y sensualmente imaginando que lo hacía por y para su amor secreto. Por cada parte que desabrocaha rozaba su piel levemente mientras pequeños gemidos provenían del cuadro. Cuando por fin se deshizo de la camisa, un gran gemido ahogado surgió de ese punto. Harry sonrió disimuladamente y aún de cara al cuadro se abrochó rapidamente y con maestría los botones de la camisa limpia notando que le venía grande al igual que los pantalones, pero no más de una talla. Se acercó disimuladamente al cuadro y susurró¿quien eres? La reacción del otro era de esperar; los ojos grises del caudro fueron sustituídos por los negros originales, inertes, pintados. Harry se había divertido bastante sacando a relucir ligeramente su parte Slytherin pero ahora una nueva tanda de ¿y si...? volvía a atacarle¿y si era un depravado que pretendía utilizarlo como Lucius insinuó? Bueno, mientras estuviera bueno...- No, no- Harry sacudió al cabeza una vez más.

Toc, toc, toc

Los golpes en la puerta de su habitación lo distrajeron nuevamente y algo le hizo temer que el hombre detrás del cuadro se hubiese sentido invitado a tocarle...

Toc, toc, toc

- A-adelante- Harry cerró los ojos con fuerza y respiró profundamente preparándose para cualquier cosa... Pereo al abrirlos solo encontró a una elfina que le miraba con curiosidad. Estaba tan aliviado que no recordó que él había intentado abrir la puerta sin éxito.

- Buenos días señor, Sindy le trae su desayuno.

- Buenos días Sindy, gracias- Harry se fijó en el coqueto vestido que traía y se extrañó de que el amo, siendo un "mago oscuro" siguiese las nuevas normas de regulación de elfos, es decir, paga mensual, ropa propia, vacaciones... Por si se equivocaba, empezó a interrogar a la elfina, concluyendo que al fin y al cabo no era un mal hombre. Pero en eso quedaría, en hombre, puesto que la elfina se negó a darle datos sobre su amo.

- El amo ha dicho a Sindy que se debe tomar esto tras el desayuno- la elfina le mostró un frasco con una poción verdosa.

Harry tomó el frasco y lo miró largamente, olió su contenido y llegó a la conclusión de que no sabía que puñetas era, tal vez debería haber prestado más atención a las clases de Pociones en Hogwarts.

Decidido, se tomaría el líquido, si era un mortífago, querría matarlo con sus propias manos¿verdad? Sin pensarselo dos veces, se bebió el líquido haciendo una mueca de desagrado por el sabor. La puerta se abrió en cuanto se hubo tomado la última gota, pero no había nadie detrás, ni siquiera la elfina que había desaparecdio entre que se decidía. Harry supuso que era así como las puertas eléctricas "muggles" pero que reaccionaba con la poción. Salió de la habitación y dedicó el resto del día a explorar la casa.

Había un baño a un lado de la habitacvión al que no dio mucha importancia, y al otro lado una puerta que fue incapaz de abrir por lo que la dejó para más tarde. Siguiendo el pasillo se encontró con un amplio salón de toques modernistas. Un poco más adelante la cocina, donde la elfina se encontraba planchando ropa, y si iba hacia la derecha, la puerta de entrada que, por supuesto, no se abría. Regresó hacia la puerta cerrada suponiendo que era la del "amo"pero ni con un alohomora consiguió abrirla. Lo cierto era que ¡no conseguía hacer magia sin varita! No que se le diese bien, pero los hechizos básicos sí que le salían...

. ¡La poción verde, eso debió de ser!- habló el chico en voz alta.

- ¿No le dijeron que hablar solo es de locos?- la elfina acababa de aparecer tras él dándole un susto de muerte.

- ¿Y tú no sabes que debes respetar a los magos?- replicó este a la criatura.

- A los magos sí, pero tú eres un esclavo, no eres libre...- la elfina sonrió malevolamente, y cambió de tema rapidamente.- El amo ha dicho que si quería podía utilizar la biblioteca.

- ¿El amo está aquí?- preguntó Harry esperando resolver por fin la identidad de su comprador, mientras que por dentro pensaba- "¿biblioteca? no he visto ninguna"

- No, el amo no está. La biblioteca se encuentra en una sala aneja al salón.

Harry se encaminó hacia donde le había dicho Sindy, realmente extrañado por el comportamiento de la elfina.Abrió la puerta, y encontró una biblioteca maravillosa, con estanterías hasta el techo repletas de los más variados libros, pero lo que més le extrañó fue que había tanto literatura mágica o muggle, como libros teóricos, de pociones, animagos, criaturas, deportes... Cogió uno al azar que resultó ser de Pociones y ya de paso se puso a buscar la suya...

Tiempo después encontró al descripción de la poción tomada. Su nombre era poción Vincio, era una poción que ataba los poderes por 24 horas, lo que le dio la razon sobre su anterior suposicion. Dejó el libro y miró su reloj, ya pasaban de las tres y no había comido nada. Se encaminó a la cocina y aprovechando que la elfina no se encontraba allí en esos momentos picó algo. Luego regresó al salón donde se puso a ver la televisión.

- "Todo es demasiado extraño. Quiero decir¿quién me dejaría vagar libremente por la casa sin pedir nada a cambio?"

Entre sus cavilaciones y el documental de National Geographic Channel se quedó dormido en el sofá.

Cuando despertó era ya de noche y alguien le había colocado una manta encima. Desperezándose se encaminó a la habitación, pero al pasar por delante de la puerta cerrada vio un resquicio de luz pasando por debajo de la puerta, y la curiosidad le picó. Pegó el oído a la puerta, y poco después de apagarse la luz, se oyó una respiración acompasada. Sonriendo por la idea que acababa de ocurrírsele, entró en su habitación, pero no necontró lo que buscaba. Entonces se dirigió al baño, y en un armarito empotrado en la pared, encontró una única horquilla. Sonriendo para sus adentros, el moreno volvió a la habitación del otro, y metió la horquilla en la cerradura, moviéndola suavemente arriba y abajo hasta que oyó un chasquido, señal de que la puerta se había abierto.

- "Perfecto"

Sigilosamente se acercó a la cama. El durmiente estaba bocaabajo y los rayos de luna iluminaban su cabello, de un color inconfundible, aunque esperaba equivocarse.

Con cuidado de no despertarlo, Harry le dio suavemente la vuelta, y al ver la cara de su captor deseó con todas sus fuerzas no haberlo hecho nunca.

- "¿Por qué el?"

Ahogando un grito se encaminó lentamente a la puerta pero al llegar a ella vio el cuerpo, antes en la cama, bloqueándola.

Fin del capitulo

lamento el retraso, espero que os guste el nuevo capitulo y reviews!