LA SUBASTA

Cap VI: curación

Un atractivo hombre de piel color oliva y nariz ganchuda, se encontraba en su estudio estudiando las aplicaciones del caparazón de escreguto en las Pociones, cuando oyó cómo llamaban a la puerta. Decidió obviar la llamada mientras consultaba libros de su amplia biblioteca. Pero la llamada era insistente, por lo que no tuvo más remedio que levantarse.

Con un suspiro, se incorporó maldiciendo a Granger por los derechos impuestos a los elfos domésticos, pues al suyo, Robbin, le había tocado hoy día libre.

- ¿Draco?- el hombre se extrañó de ver a su ahijado en la puerta de su mansión, ya que normalmente era él quien le iba a visitar, pero luego le hizo pasar con alegría.- ¿Qué te trae por aquí?- mientras realizaba esta pregunta se fijó en el aspecto del rubio, al borde del llanto, y que cargaba con un bulto envuelto en una larga capa.

- Es Harry, Severus. Yo, él...no sé qué ha ocurrido, y...

- ¿Potter!

- Sí, ...Zabini era un mortífago... un rayo blanco lo atravesó...

Severus dejó de preguntar ya que todo lo que obtenía no era más que frases inconexas.

-"Nunca lo había visto así de preocupado"- se sorprendió pensando.- "Debe de querer mucho a Potter. Espero que él lo sepa."

- Rápido Draco, súbelo a la habitación de invitados, ya sabes cual es,- subió las escaleras tras su ahijado, preocupado de verdad por el estúpido de su ex-alumno- ¿Es que no puede dejar de meterse en líos?

- No fue su culpa Severus- le respondió el rubio. Sev se reprendió mentalmente por haber dicho esa frase en alto delante de la persona que suponía estaba enamorada del muchacho.

- Enervate.- Severus apuntó con su varita al cuerpo del muchacho tendido, pero lo único que ocurrió fue que una leve sacudida recorriese en frágil cuerpo.- Hummm, ya se encuentra en estado de trance, si no lo despertamos pronto, podrá quedar en coma durante mucho tiempo

- Pero¿qué fue lo que ocurrió?- preguntó Draco, ahora que su padrino parecía encontrarse en su elemento.

- Corpus pruina, es un hechizo congelador relativamente nuevo. Congela lentamente la sangre del individuo. Actúa por partes, la última es el corazón, si llega ahí todo está perdido.- al ver la cara de preocupación de su ahijado le recomendó- si quieres que se salve, tráeme las pociones del laboratorio azul turquesa y rosa¿o era morada?- era la primera vez que dudaba, y era un caso de emergencia, pero antes que pudiera decir algo más el Slytherin había salido corriendo, él mismo decidiría cuál poción era.

Mientras esperaba, retiró un mechón de pelo rebelde, de la frente del muchacho mirándolo cariñosamente.

- "Harry siempre creyó que odiaba a su padre. Pero no es verdad, el único odio que pude sentir fue dirigido a Lily Evans. Yo amaba a James Potter, le pedí aquella cita a cambio de guardar silencio por lo de Lupin, sólo por fastidiarle, pero acabé enamorado de él como un tonto. Cuantas noches sin dormir recordando el beso que le robé, y luego la tonta de Lilan, que me consideraba su amigo me invitó a la boda. Ja, si hubiese ido, los merodeadores me habrían matado..."

Miró alrededor, recordando, sabiendo lo injusto que había sido con el muchacho que ahora tenía enfrente sólo por sus ojos, porque eran un recuerdo intachable del amor de James y Lily. Y aunque muchos decían que era clavadito al padre, él opinaba que no.

- "No tiene sus orejas, la nariz es más pequeña, la cara más estrecha...la verdad es que James tenía un aspecto más varonil, su hijo salió como un muñequito. Ahora entiendo por qué mi ahijado se ha encaprichado de él...siempre le gustaron las cosas bellas."

- Severus...aquí...estoy- le interrumpió Draco sumamente cansado tras haber bajado corriendo tres tramos de escalera y subido otros tantos.-...podrías quitar la barrera anti-aparición de tu casa¿no?

- Tonterías- masculló el hombre, quitando la camisa al pelinegro. Como bien supuso, allí en la zona del estómago se encontraba una herida, que lógicamente ya no sangraba, pero se veía dolorosa.

- Así que eso es lo que trataba de ocultarme- repuso el rubio ligeramente enfadado con el inconsciente.

Su padrino prefirió no responder lo que tenía en la punta de la lengua, y levantando ligeramente la cabeza del moreno, le hizo beber la poción rosa.

- Enervate- pronunció por segunda vez, sólo que ahora sí que dio resultado. El moreno se despertó tosiendo como si acabase de salir del lago.

- ¿Cómo te encuentras?- le preguntó cariñosamente Draco, claro que el único que se percató de ese tono, fue Severus.

- Tengo frío- repuso el moreno todavía tumbado.

Draco y Severus intercambiaron una mirada, tras la cual el moreno de piel cetrina se desapareció para aparecerse segundos después portando con él una botella de poción morado.

- Tómate esto.- Harry notó cómo iba recuperando el calor corporal habitual.

- Gracias- aún se encontraba atontado- ¿qué ha ocurrido?

- ¿No lo recuerdas?- Draco se sentía asustado de que hubiese perdido parte de la memoria.

- No lo sé, recuerdo a... ¡Zabini¿Dónde está?- se intentó incorporar de una sola vez, pero un agudo dolor en la parte del estómago le hizo volver a recostarse.

- ¿Sabías que eras un tonto Potter?- le recriminó Draco intentando que su voz sonase dura, pero el tono que empleó era todo lo contrario,- ¡Cómo se te ocurre levantarte así de golpe estando herido?

- Lo siento- murmuró Harry, aún sin saber por qué le pedía disculpas.

Draco le ayudó a levantarse despacio mientras le ponía al día, sobre lo ocurrido entre tanto que le atacaban. Harry le agradeció profundamente la ayuda que le brindaba el platinado, quien le llevó hasta el apartamento que compartía con sus dos amigos, y le tumbó en el cómodo sofá de la salita.

- Lamento no adentrarme más, pero si la comadreja y Granger están en casa, y me ven saliendo de tu habitación, tus heridas serán pocas comparadas con lo que me harían.

- No te preocupes- musitó Harry adormilado, sin parecer darse cuenta del término empleado por el rubio para referirse a su amigo.

Draco se quedó quieto unos segundos observando lo bello que se veía Harry mientras dormía, y deseó con todas sus fuerzas habérselo llevado a su casa para dormir junto a él, y observarlo toda la noche. Pero tuvo que desaparecerse pues oyó un ruido de pasos procedentes de las habitaciones, y no quería que su ángel fuese molestado por su culpa...

fin del capitulo. corto, ya lo se, pero que kereis?