LA SUBASTA
Cap VII¿Qué me ocurre?
Harry se despertó a la mañana siguiente con un terrible dolor de espalda, y una extraña sensación que no sabía definir. Se encaminó a su habitación para coger la túnica y vestirse. Al llegar al baño se miró al espejo pero no había nada especial. Todavía medio dormido, se le ocurrió mirar el reloj de su muñeca: - Mierda¡¡ya llego tarde otra vez!
En escasos segundos se apareció en el vestíbulo del Ministerio y fue corriendo a coger el ascensor que le llevaría a la segunda planta. Nada más entrar por el departamento el jefe de aurores le interceptó el paso.
- Esto...lo siento, señor, yo...
- ¿Se puede saber qué hace aquí?- interrumpió sus balbuceos Danswill,- debería estar en casa descansando.
Harry no pudo disimular su cara de sorpresa, ni tampoco las palabras que salieron de su boca.
- Pero¿tú eres nuestro jefe? Ese ser déspota, terriblemente amargado aún siendo tan joven, controlador, manipulador, a quien todos critican por detrás, pero más sexy que llamarlo...- al llegar ese momento en el que su jefe iba a ponerse a chillar, Harry se tapó la boca con la mano y salió corriendo.
- Eh, discúlpelo todavía está convaleciente- Draco habló al jefe para tranquilizarlo, y luego corrió tras Harry quien se había encerrado en uno de los cubículos del baño.
- Potter...
- ¡No!
- Potter, sal de una vez.
- ¡He dicho que no!
- Me vas a acabar cabreando...Harry
Tras esas últimas palabras, se oyó un clic, producido por el cerrojo al abrirse, y Harry salió con la cara como un tomate, avergonzado hasta más no poder.
- Le he llamado de todo,- Draco sonrió ligeramente,- y he dicho que era sexy- la sonrisa del platinado se congeló pero no dejó de intentar consolarlo.
- Vamos, no es tan malo, lo que pasa es...- cogió aire dispuesto a soltar lo que ocurría,- lo que pasa es que ayer me confundí de poción...
- ¿Hmm?- Harry parecía no escucharlo así que prosiguió.
- Severus, me dijo que cogiese una poción, pero no estaba seguro de cual era, así que decidí por él...y te di la poción de confesar los sentimientos. Según esa poción, en las próximas 24 horas actuarás y dirás todo lo que tus sentimientos te digan, y no tu razón.
Harry parecía haberse quedado paralizado en medio del baño, y Draco, un poco aliviado por no encontrar reacción en el moreno, fue saliendo poco a poco marcha atrás.
- ¿Dónde te crees que vas?- chilló el moreno sobresaltándolo,- serás...por tu culpa, ahora tendré que esconderme de todo el mundo si no quiero decir lo que siento.
- ¿Y tendrás que esconderte de mí?- preguntó zalamero Draco, aún habiendo prometido a su padrino no aprovecharse de la situación del moreno.
- Sí,- soltó automáticamente Harry.
- ¿Y por qué?
- Porque si no, te puedo decir que me gus...- Harry se tapó la boca con la mano, y salió del baño, fulminando con la mirada al platinado, quien pensó divertido, lo fácil que sería atormentar al gatito.
- Harry¿Por qué llegaste tan tarde ayer?- nada más salir del baño Ron le había interceptado, pero Harry, no queriendo descubrirse se alejó de él, aún tapándose la boca. Cuando llegó a su cubículo respiró aliviado, y se puso a trabajar en el caso de los mortífagos.
Horas después llamaron al descanso de la comida, lo que alivió a Harry pues se había pasado el rato entre pensamientos que prefería no comentar en voz alta. Varias veces tuvo que contenerse para no ir hasta la mesa de Draco, que estaba frente a la suya, y gritarle cosas para nada decorosas.
- Harry¿no vienes a comer?- Ron le llamó distrayéndole de sus pensamientos una vez más.
- Sí ahora mismo, primero debo devolver esto a los archivos,- mientras lo decía se levantó y fue directo a la pequeña habitación sin ventanas que contenía todos los datos de los casos que llevaban o habían llevado en los últimos años. Luego de cerrar la caja S-560 se giró para salir, descubriendo que había alguien cortando el paso.- Malfoy, cómo no.
El rubio soltó una breve risita que erizó los pelos de Harry.- Por favor no hagas eso- suspiró.
- ¿Qué no haga el qué?- el rubio hechizó la puerta para que nadie pudiese entrar, y se adelantó hasta llegar al lado del moreno.
- Draco, yo...- horrorizado por lo que iba a decir, se echó a sí mismo un encantamiento Silencius.
- Muy listo¿no crees?- a Draco parecía no importarle el total silencio de Harry,- pues la verdad es que no. Así quería tenerte yo desde hace tiempo, concretamente desde la última vez, a mi merced- Harry abrió y cerró la boca al no poder decir nada. El rubio, se echó hacia delante y comenzó a atacar su cuello con voracidad, como si no hubiese comido en días.
Harry no pudo más que dejarse hacer, ya que en el fondo era lo que deseaba. Draco aprovechó a quitarle el hechizo silenciador a Harry, quien prorrumpió en gemidos totalmente excitantes, y siguió sin intentar apartarlo.
Draco, empotró al moreno contra una estantería haciendo que cayesen varias cajas y sus hojas se desperdigasen por el suelo, pero a ninguno de los dos pareció importarle. Harry pasó una de sus piernas por la cintura del rubio, instando a que se acercase más, pero algo le hizo detenerse.
- ¿Has oído algo?- el sensible oído de Harry había captado algo que Draco se negaba a escuchar.
- Vamos, no seas paranoico gatito.
Siguieron con sus juegos un poco mas pero Harry volvió a oír ese ruido sospechoso- es como un clic¿será un cerrojo?
- Harry, olvídate ya de eso...- Harry, siguiendo sus instintos retornó al juego, pero la sensación de sentirse observado continuaba.
- Draco, esto es en serio, creo que hay alguien- pronunció apartándose.
- Shhh, es normal que te sientas vigilado, al fin y al cabo estás en tu lugar de trabajo,- el ex-Slytherin mordió ligeramente el sonrojado labio inferior del moreno,- pero no me negarás el placer de continuar luego con el famoso niño que venció- terminó con una pícara sonrisa, saliendo del almacén.
- Si será...- lo que pensaba de él, Harry se lo guardó y con un cansado movimiento de mano recogió los archivos del suelo, para después salir por la misma puerta que antes había utilizado el ojigris
El moreno salió a la calle, tras arreglarse en el baño, y fue a la cafetería muggle de siempre donde se encontró a sus amigos, quienes, al llegar él a la altura de la mesa, callaron abruptamente.
- ¿Qué ocurre?- preguntó sospechoso.
- Nada- se apresuró a responder Ron, tal vez demasiado deprisa.
- Estabais hablando sobre mí¿no?- a cada momento sentía mayor certeza de ello.
- ¡Harry no seas paranoico!- se exaltó Hermione, pero al mirarla Harry comprendió que lo que decía él era cierto.
Agarró al pelirrojo por la muñeca, y preguntó nuevamente: - ¿Qué hablabais sobre mí?
- Sólo le comentaba a Hermione lo raro que estabas hoy, y que ayer llegaste tarde y no quieres hablar con nos... - en ese punto el pelirrojo se mordió la lengua y miró extraño a Harry.
- ¿Qué me has hecho?
- Yo no te he hecho nada- se quejó el ojiverde, quien ya había soltado la mano de su amigo, y entonces comprendió... - funciona en sentido inverso. - y con una sonrisa traviesa abandonó el local, para volver a su puesto de trabajo.
Draco, salía del baño pensando en cómo conseguir nuevamente a su dios de ojos verdes, cuando, al llegar a su cubículo, se lo encontró encima de su mesa.
- ¿Qué haces aquí?- preguntó claramente divertido.
- Esperarte- respondió mecánicamente el ojiverde.
- ¿Y para qué?
- Eso no es lo que importa ahora... -el moreno se empezaba a volver un poco nervioso, y no pensaba ya, que fuera buena idea lo que se le había ocurrido¿y si no funcionaba?
- Entonces¿qué es lo que importa?- Harry se levantó con una semi sonrisa, y acercándose lentamente, se situó justo enfrente.
- Lo que importa es si tú...-cogió la mano del rubio, tal como había hecho con la de su amigo antes- ¿me quieres?
- Sí
- ¿Me amas?- Harry ya estaba más confiado, su plan en tres pasos había dado resultados...satisfactorios.
- Puede que más de lo que piensas, y más de lo que tú me amas a mí- Harry frunció el ceño¿qué clase de respuesta era esa?
- La respuesta de un hombre que sabe lo que vales, y no se deja dominar por tu influjo- respondió el rubio soltándose bruscamente.
- ¿Cómo?- Harry sentía que se había perdido en algún momento.- ¿Has entrado en mi mente¿Cómo te has resistido¿Por qué es maldita respuesta?
- Vamos por partes- respondió el rubio con una de esas risitas que le daban escalofríos.- Severus, mi padrino, me advirtió de los efectos secundarios de la poción, y son los que ya descubriste: tener una intuición certera, y conseguir que los demás digan también al verdad, con tan solo tocarles...pero sólo si no saben lo que haces.
- Ah, pues vale...pues yo ya me iba...
- O no tan deprisa Potter- le cortó el rubio con una sonrisa de suficiencia.- ¿Por qué me viniste a preguntar eso?
- Porque...porque yo sí que te amo- soltó rápidamente tornándose de color rojo intenso, y a la vez forcejeando, con la cabeza gacha, para irse de allí.
- ¿Ya te marchas?- Draco, disfrutaba de esa situación, de sentirse dominante respecto al amor que creía inalcanzable.
- Malfoy, suéltame, el jefe va a venir y...
- Oh, pero sí nuestro turno ya acabó- de un tirón, Harry quedó pegado a su cuerpo, lo que aprovechó el rubio para abrazarlo fuertemente.- ¿en tu casa o en la mía?- le susurró juguetón al oído.
- "Maldito Malfoy¿quién se cree provocándome? Pues le voy a dar un corte..."- los pensamientos de la parte racional de Harry no se unían para nada con lo que acabó diciendo- En tu casa.
Con una sonrisa de autosuficiencia, el platinado se desapareció con el moreno entre sus fuertes brazos, para aparecerse poco después en su propia casa.
- ¡Malfoy!- gritó Harry separándose rápidamente, con lo que chocó contra la cama de roble, cayendo encima. El rubio se posicionó encima de sus piernas, y se inclinó hacia sus labios, besándolo lenta y tiernamente.- Malfoy no creo que...esto...- su Némesis seguía sin hacerle caso, y ahora, su lengua hurgaba en la oreja del pelinegro con extrema sensualidad...
- ¿Qué es lo que no crees, gatito?- preguntó en un susurro.
- No creo...- a Harry parecían habérsele escapado las ideas, sintiendo las suaves caricias, los pequeños besos, la camisa...- ¡un momento!
Esto cortó a Draco en seco, quien miró al joven con cara de fastidio.
- No me parece ético, que hagamos esto...sin conocernos...a fondo...- acabó con un jadeo
- Pues a mí que me parece que sí que nos estamos conociendo a fondo- respondió el otro con una sonrisa, volviendo a besarle.
- No de esta forma, no así...te amo, sé que me amas, por eso no quiero empezar una relación así, de intereses. Ya tuve muchas en el pasado, y me hicieron mucho daño...
- Entonces, hablemos- admitió el rubio, resistiéndose las ganas de volver a asaltarlo, ya que, no podría soportar que algo dañara a su ángel de pelo oscuro, quien le miró con agradecimiento, impreso en cada poro de su piel.
Continuará... (es q ya m canse del fin del cap pro si kereis lo vuelvo a poner :p)