LA SUBASTA

Gracias x sus comentarios, pr favor este capitulo va a tener angustia, violencia...etc no m mateis o no sigo escribiendo :p gracias a Vampisandi, flame-alchemist-x y luzy snape...

Cap X: Retazos

- Bienvenido- esa voz...

- Vaya¿no vas a responderme?- esa maldita voz. No quería levantar la mirada, enfrentarse a esos ojos, sentirse indefenso ante ellos.

- Vamos gatito, levántate ante tu dueño...- esas palabras, le hacían sumergirse en un mar de recuerdos, recuerdos que hasta ahora estaban bajo llave.

- Por aquí- Hermione caminaba sin ninguna duda de donde iba, mientras los dos jóvenes la seguían. Los tres se detuvieron ante una puerta pintada totalmente de negro. Draco alzó una ceja sorprendido, pero se sorprendió aún más al ver la habitación de su novio, toda pintada y decorada con tonos verdes y plateados.

- Vaya, no sabía que era tan...

- ¿Slytherin?- terminó la chica con diversión,- sí, Harry es nuestro Slytherin con corazón de Gryffindor. Lo descubrimos en los años que fuimos sus amigos, aunque claro, lo disimulaba tan bien que habría podido pasar por un Gryfffindor completamente,- mientras tanto, había abierto un armario cerrado mágicamente, de donde sacó un pensadero.- Una vez me dijo que quería uno de estos- dijo Herm ahora seria,- para vaciar sus recuerdos dolorosos. Eso fue después de lo que ocurrió,- los dos chicos cruzaron una mirada y volvieron a dirigirla hacia la castaña.

- Yo nunca supe exactamente lo que sucedió...aunque me lo pude imaginar.- añadió Ron

- Sí...- suspiró la joven- Harry nunca fue muy dado a expresar sus sentimientos.- Posó el pensadero sobre la cama y puso una mano a cada lado- ¿preparados?- ante el asentimiento de ambos, les cogió de las manos, y se inclinó hasta tocar el líquido plateado. Con brusquedad, cayeron sobre el duro suelo de piedra, aunque sin sufrir las consecuencias.

- No te voy a morder- la voz rió de nuevo, pero ya no era la misma voz, ahora había cambiado. El dueño, se acercó y se agachó donde estaba, cogiendole la barbilla con delicadeza,- abre los ojos-, ante la ternura de tres simples palabras, Harry los abrió sorprendido para encontrarse cara a cara con Lucius Malfoy.

- Tú otra vez- estaba furioso¿cómo podía haber vuelto a esa situación?

- Te equivocas- la otra voz, la voz que en un principio le había reclamado, volvía otra vez,- ahora estás aún peor- una risa macabra que le puso los pelos de punta, le obligó a desviar su mirada hacia donde salía, pero la figura estaba en completa...oscuridad.

- ¿Qué hacemos aquí?- Draco ya se empezaba a desesperar de estar tanto tiempo entre la oscuridad.

- Paciencia, seguro que todo empieza ahora...- y en efecto, antes de que terminase de decir eso, pudieron ver a Harry y Boot sobre un sofá. El moreno estaba recostado en él, mientras que el Ravenclaw, sobre él, le besaba el cuello una y otra vez. Draco desvió la mirada molesto, aunque no pudo evitar mirar de reojo a los dos tortolitos a ver lo que ocurría.

- No, Terry, no puedo seguir...- el chico se le quitó de encima con cara de fastidio, pero luego cambió su cara por una de comprensión.

- Entiendo...espero que alguna vez puedas superar lo de tu tío, y...ya sabes.

- Sí- una sonrisa de alivio se había formado en el rostro del ojiverde,- gracias Terry, no sabes cuánto te amo.

La escena cambió, y volvieron a ser los mismos chicos que al finalizar las clases, se besaron con ternura, una vez más, Terry intentó llegar a algo más que a simples caricias, y una vez más fue rechazado. Pero esa vez algo había cambiado, la cara de Terry no era de profunda comprensión sino de desprecio absoluto, - cuando me quieras de verdad, sólo avísame.

Harry, lloroso, salió de la estancia corriendo, y los tres le siguieron. Por el camino, le interceptó Ginny, a quien Harry se abrazó llorando.

- ¿Qué ha ocurrido esta vez?

- Me ha dicho...él ha insinuado que no le quiero porque no quiero...

- Harry, sabes que no puedes seguir así. Tú no puedes estar con alguien a quien no le importa dañarte con tal de conseguir lo que quiere.

- Ya lo sé, pero es tan cariñoso conmigo, tan comprensivo...

- Era, Harry. Era tan cariñoso, y tan comprensivo. Desde que lo dejó de ser, vienes cada poco hecho un mar de lágrimas...

- Usándote como paño de lágrimas- le corrigió el moreno, separándose,- oye, lo siento Gin, yo no pretendía ser tan egoísta.

- No seas tonto- rió la otra volviéndole a abrazar,- eres mi amigo, y quiero ayudarte, no eres egoísta, sólo necesitas alguien que te escuche, y ese alguien soy, yo. Pero- añadió poniéndose seria- esto ha ido demasiado lejos, debes olvidarte del que fue en el pasado, y vivir el presente, el futuro, debes romper con él.

- Pero Ginny...

- No Harry, debes hacerlo...

Mientras la escena cambiaba nuevamente, Ron miró a sus dos acompañantes. Los dos con los ojos entrecerrados por distintos motivos, uno porque alguien se hubiese atrevido a hacer daño a su ángel, y otra por no haberse dado cuenta antes de lo que ocurría.

- Estás completamente perdido- siguió la voz deleitándose con sus palabras,- absolutamente perdido.

- Te equivocas- respondió Harry, pensando en el plan.

- Oh¿creías que no sabía acerca del plan? Cómo no iba a saber, si el tonto de Wood se pone a publicarlo por medio restaurante,- ¿sabes? Fue casualidad que estuviese allí, y también casualidad que oyese el plan sobre destrozar mi resurgiente imperio.

- ¿Tú imperio?- Harry estaba más que confundido¿quién era aquel hombre¿Y pro qué Lucius no negaba para nada sus palabras?- Que yo sepa, el rubiecito éste es el nuevo Dark Lord, él mismo me lo confesó.

- Bajo mis órdenes.

- Él me mandó secuestrar, y montó la subasta.

- Él sólo actuaba bajo mis órdenes¿verdad Lucius?

- Sí, señor- contestó éste inclinándose ante a figura que se encontraba aún en la oscuridad.

- Y esta noche, él te secuestró para mí, porque el día de la subasta, se fijó en ti demasiado tarde, pensó que me podría gustar estar contigo, y no se equivocaba. Pero se le ocurrió demasiado tarde, y ya no era capaz de comprarte, su joven hijo se le adelantó.

- Me tuve bien merecido el castigo- declaró éste como un antiguo elfo doméstico.

- Bien, bien¿por qué no indicas a nuestro joven amigo cuál será su habitación? Cuando sea el momento, disfrutará de mi digna presencia, hasta entonces...que se quede encerrado.- Harry fue arrastrado fuera sin poder poner ningún tipo de resistencia, pero antes de salir oyó nuevamente al lord que añadía- los hechizos de localización no funcionan aquí Potter- y con ello se llevó toda esperanza de poder escapar.

- Terry debo hablar contigo...- ahora los cinco se encontraban en los vestuarios de Quidditch, tras un partido de Gryffindor- Slytherin bastante reñido. El moreno había esperado a que todos salieran para meter al chico en su interior.

- ¿Qué quieres?- espetó éste sin mucha delicadeza.

- Tenemos que dejarlo.

- Es por Oliver¿no es cierto?- Harry le miró con extrañeza.- Sé que tuvisteis algo este verano, la verdad es que estaba esperando que te revelases como la putita que eres pero preferiste mantenerte en tu fachada de niñita buena,- Harry estaba atónito, no sabía qué responder ni siquiera se esperaba esa reacción.- Respóndeme Potter¿te gustó reírte de mí¿Saber cómo quería montarte y lo único que obtenía eran burdas disculpas? Oh, no quiero una relación de sólo sexo, soy muy tímido- imitó una voz fina e infantil intentando imitar al propio Harry.

- Te equivocas Boot. Estás muy equivocado- la mirada de Harry era de dolor, pero sus palabras salieron de forma fría, sin ninguna vacilación.

- Pobre niño dorado, a quien todos utilizan- siguió Terry- tus amigos sólo están esperando que te mueras para poder contar a todos lo buenos amigos que fuisteis¿no lo sabías? Así tendrán la vida asegurada, yo fui amigo del niño que murió.

- Basta- la voz de Harry ya no salía tan firme, parecía estar reteniendo las lágrimas.

- No, Potter, no hemos hecho más que empezar, empezar a contar tu vida¿pero tú mereces vivir? Después de tanta gente que murió por tu culpa...

- Déjame.

- Tus padres, tu padrino, Cedric...sé cuánto te gustaba.

- ¡Tú no sabes nada!- en un arranque de furia, Harry soltó un tortazo directo a la cara de Terry quien encajó el golpe sin moverse.

- Claro que lo sé- el prefecto le había sujetado ambas manos para que no volviese a golpearle- hasta tú te engañabas pensando que quien te gustaba era la tonta de Cho, pobrecito- añadió con fingida lástima.- Te diste cuenta demasiado tarde¿no es cierto? El caballeroso Diggory que murió a tu lado, era tu primer amor platónico...

- Suéltame,- una vez más el moreno hervía de furia, intentando soltarse.

- Por fin te tengo donde deseaba¿por qué iba a hacerlo?- acercó su boca a la de Harry, besándole con furia y provocándole múltiples heridas que le hicieron sangrar,- humm, delicioso.

Y le golpeó con un puño en el estómago haciéndole doblarse de dolor, a la vez que le soltaba,- ¿sabes Potter? Eres demasiado ingenuo, pensaste que yo te comprendía, que quería escuchar tus patéticas disculpas...suerte que todo haya terminado.- Harry se asustó al oír eso, pero no lo demostró, y aún en el suelo se intentó incorporar. Terry aprovechó para agarrarle del pelo y tirar de él,- hoy...será el día en que te abrirás de piernas para mí, como te abriste para Oliver- una risa de maníaco brotó de la enrojecida cara de Boot,- ¿me dirás luego si te ha gustado tanto o más?- y tiró a Harry de nuevo al suelo, tumbándose sobre él.

- No, déjame...- se intentó mover sin éxito, pues su fuerza era inferior al de su acosador, quien le besaba, le tocaba por todas partes sin delicadeza. Sus manos deshacían toda su ropa, desgarrándola, inflingiendo todo el daño posible.- Suéltame- Harry intentó deshacerse nuevamente de él en un arranque de miedo, pero el otro joven, más rápido, le volvió a tirar en el suelo haciendo que se golpease dolorosamente la cabeza contra la losa.

- ¿Estás preparado?- no sabía ni siquiera por qué le preguntaba eso, si sabía que no lo estaba, más bien quería que no lo estuviese, pero aún así el malnacido volvió a preguntar sádicamente.- esta será la peor tarde de tu vida, me pregunto en qué estabas pensando cuando te citaste a solas conmigo...

- En lo que no estaba pensado, era en que un loco maníaco como tú pudiese estar en tan respetable colegio,- escupió Harry, seguido de un rodillazo en las partes de su captor, al cual le pilló por sorpresa y le dejó escapar. Pero Harry no podía correr muy deprisa, pues estaba completamente dolorido, y se había mancado en un pie, por lo que el Ravenclaw le dio captura poco antes de que llegase a la puerta de salida.

- ¿Te gusta jugar duro, eh?- parecía aún más divertido que cuando comenzó todo, cosa que notaron las tres personas que estaban viendo la escena sin poder hacer nada, impotentes, y desesperados. Boot, sacó una navaja de su bolsillo derecho, mientras con su otro brazo seguía sujetando firmemente a Harry contra la pared.- Vamos a jugar a un juego, se llama¿cuánto resistirás¿Cuanto resistirás la navaja?- y mientras hablaba hizo un pequeño corte en un brazo de Harry, a quien le acometió un escalofrío.- Shhh, tranquilo amor, no te he dado tan fuerte,- parecía querer tranquilizarlo, mientras hacía otro corte, esta vez más fuerte, en el hombro, un gemido de dolor llegó al orgulloso prefecto, a quien le pareció simple música. - ¿Y si hago esto?- rodeó con un brazo la fina cintura del moreno, quien había dejado de resistirse, y clavó su navaja en el muslo, oh, sí- exclamó cuando oyó el débil sollozo del ojiverde. Apretó su excitación contra el cuerpo de su asustada presa quien sintió arcadas que casi le hacen vomitar. A Terry eso le pareció de lo más excitante, y siguió con el profundo corte en el muslo del morocho, formando una profunda T, que momentos después, se llenó de sangre, que recorría la larga pierna de Harry.- No te vas a olvidar de mí tan fácilmente- le susurró excitado a más no poder. Cogió con una mano los bóxers del moreno, dispuesto a bajarlos mientras acercaba la navaja a su cara,- pero antes, vamos a desfigurar un poco esta preciosa cara¿no crees? -de improviso se abrió la puerta.

- ¿Harry estás ahí...?- un Ron algo más joven que el que contemplaba la escena, entró por la puerta descubriendo un panorama desconsolador. Su amigo, se encontraba completamente ensangrentado, siendo empujado contra una pared por el que creía un tipo legal, Terry Boot, quien tenía en una de sus manos una navaja con la que se disponía a rajar la cara del agraciado Gryffindor, el cual al oír la voz, se giró a mirar a su amigo, los ojos llenos de lágrimas de dolor.- ¿Pero qué...?- sin detenerse a pensarlo más, lanzó un hechizo de desarme al sorprendido prefecto que salió despedido, separándose por fin de Harry.- ¿Estás bien?- Harry se le abrazó lloroso, llenando su túnica de sangre, pero eso era lo que menos le preocupaba por el momento. Se giro para enfrentarse a Boot que ya se había incorporado y lucía una sonrisa desdeñosa.

- ¿Ves Potter? No te puedes defender sólo, eres un cobarde¿cómo has podido pensar que acaso puedas derrotar al señor tenebroso?

- Déjale en paz Boot, lárgate si no quieres que te machaque- un aura de oscura rabia salía de Ron, asustando al castaño, que se fue sin antes añadir:

- Volveremos a vernos Potter, tenlo por seguro.

- Desde ese momento no volví a dejar a Harry sólo- confesó Ron.- Sabía que ese capullo se traía algo entre manos, pero Harry me pidió que no le hiciese nada, no quería que luego las culpas recayeran sobre mí- sonrió con tristeza mientras salían del pensadero.

- Gracias- le dijo Draco, de verdad agradecido porque alguien hubiese parado todo aquello. Ron le sonrió débilmente.

- Sólo hice lo que haría un hermano mayor- y abrazó a la llorosa Hermione que repetía para sí, cómo pudo haber sido tan ciega...

Fin