LA SUBASTA

Nota: este capitulo esta dividido en dos partes (os va a sorprender la identidad del lord asta el final muajaja :p)

Agradecimientos a vampisandi, Eri mond licht y flame-alchemist-x x sus reviews (sois unikos!) bs

Cap. XII: El comienzo del fin

Colocó una mano en la cabeza del chico, y un torrente de recuerdos suyos, junto con otros de Harry, apareció ante sus ojos.

oOoO F B OoOo

La falta de magia no le dejaba respirar, sabía que iba a morir, y lo que más miedo le daba de todo eso era no volver a ver al amor de su vida,- Lo siento...Draco, te amo- en el momento de desmayarse una deslumbrante luz azulada le rodeó como protegiéndole. Dicha luz fue lo primero que vio Neville al despertarse, pero no le dejaba acercarse a su amigo.

- Harry- el moreno no respondía, y esa luz comenzaba a ponerle nervioso, tanto que no notó que la celda había dejado de absorber su magia para concentrarse únicamente en la de Harry.- ¡Harry!- no supo exactamente si fue su voz o no la que hizo que Harry se despertase pero el moreno se levantó de un salto jadeante todavía de espaldas a su compañero de celda.- Harry creía que te había pasado algo malo- tanteó el castaño dubitativo. El auror se giró hacia él con una mueca de desprecio.

- ¿Algo malo¿De verdad creías que había magia más poderosa que la mía?- Neville casi suelta un grito al ver a su amigo. Harry seguía igual que siempre, sí, excepto los ojos, que en ese momento eran de un color rojo sangre, y su piel, era tan blanca que parecía casi transparente, aún así seguía conservando su moreno cabello alborotado y sus perfectas facciones.- Salgamos de aquí- una sonrisa de medio lado fue lo único que indicó que se había dado cuenta de la reacción del otro joven. Alzó una mano y la puerta de la celda estalló reduciéndose a simple polvo. Se paró en medio del pasillo todavía con esa extraña fuente de luz rodeándole, y respiró profundamente. Neville que estaba un poco nervioso y se mantenía al margen, vio cómo se alzaba en el aire, mientras la luz se hacía más y más intensa, se oyeron chasquidos provenientes de distintas celdas, y aturdidas personas se reunieron con ellos.- Venid conmigo,- les dijo Harry con voz ronca por el esfuerzo. Y mientras bajaba de nuevo la luz volvió a disolverse. Neville supo, sin saber exactamente cómo, que no volvería lo que le alivió un poco a la vez que le preocupó.

Llegaron a la salida principal sin encontrarse a nadie por el camino, tan solo a guardias desmayados, lo cual era algo sospechoso. Harry volvió a sonreírle irónico, pero no dijo nada.

- Salir, rápido- las puertas se abrieron y los magos y brujas salieron tan deprisa como pudieron pero Neville se negaba a dejarlo sólo.

- Harry, ven con nosotros, sin tu ayuda nos capturarán.

- No Neville, quien va a ser capturado, es aquel que se atreve a manchar el digno nombre de Lord con su magia. Vete tranquilo.

- Pero Harry...- en ese momento se oyeron ruidos de pasos que se acercaban. El moreno tomó a un sorprendido Neville por la nuca para acercarlo a él y le besó en la boca profundamente, el muchacho no intentó separarse debido al shock. Sentía en el beso cómo una poderosa magia iba fluyendo hacia su cuerpo, quien la asimilaba.

- Vete ya Neville- se oían ruidos de pasos, miró una vez más a Harry para comprobar que tenía los ojos de color verde esmeralda nuevamente y ahora se veía sumamente cansado. Se alejó rumbo a la salida, y al volverse por última vez vio a Lucius llegando junto a Harry.

- Espero que les vaya bien- le llegó la voz de Harry por el viento antes de desaparecerse.

´´´´´´´´´´´´´´´´´´´

El rubio retiró su mano de la sudorosa frente, ligeramente mareado.

- ¿Qué pasó a partir de ahí Neville?

- Me desaparecí, estaba...desorientado, y no sabía donde estaba el resto, me desmayé, la magia de Harry era demasiado poderosa para mí. Luego me encontrasteis...

- ¿Recuerdas donde estabais encerrados¿De dónde salisteis?

- No me acuerdo...no lo sé- Draco bajó la cabeza derrotado,- ¡espera! Era un edificio, conocido...era...estaba en el callejón Diagón¡no! Callejón Knockturn, era aquel edificio que se utilizaba como museo de artes oscuras...

- ¡El museo de Borgin y Burkes! Gracias Neville, te debo una- salió tan rápido como podía, con la esperanza de llegar a tiempo, - resiste amor.

- ¿Cómo demonios lo has conseguido Potter?- preguntó con lo que creía era una sonrisa tranquila.

- A ti te lo voy a decir- espetó éste con asomo de diversión.

- Un poco de respeto pequeño...yo en tu lugar no sería tan engreído.

- ¿Respeto¿A alguien de mi misma edad?

- No tengo tu edad- gruñó el lord malhumorado,- ya sabes, pues eras al único al que cuento mis confidencias, que empecé un año tarde al colegio...

- Claro que lo sé- respondió Harry picajoso- sólo quería que lo repitieras. Pobre Bott, y parecía tan listo... no sé si los ravenclaws te hubiesen aceptado si lo hubiesen sabido.

- Pues claro que me seguirían aceptando- saltó de la silla acercándose amenazadoramente.

- Yo sé que no- respondió con un tono de desprecio, suficiente como para que el pelicastaño se agachase rápidamente para aferrarle del cuello.

- ¿A sí? Dime Potter¿crees que los Gryffindor seguirían queriéndote a su lado si supieran que eres un gallina?

- Yo no soy un cobarde- respondió con los dientes apretados.

- Claro que lo eres¿acaso no recuerdas ese maravilloso día? Yo aún lo recuerdo como si fuera ayer, aunque me parece que te di algo con que recordarme¿no es cierto?- Harry se llevó una mano a la pierna con gesto de dolor.- Por supuesto que sí, y ahora querría repetirlo...suerte que ya no hay ningún pelirrojo entrometido por aquí cerca¿lo ves tú por alguna parte?- el moreno se concentró en alejar el miedo de sí para prepararse a luchar, le demostraría a ese engreído que ya no era un niño. Pero antes de que pudiese reaccionar, el hombre agachado frente a él le besó inesperadamente, mordiéndole el labio en el proceso y haciéndole sangrar.

- Delicioso- se rió, suficiente para que Harry se empezase a revolver.- Me parece que sigo siendo más fuerte que tú gatito...- amenazó alzando por el cuello del jersey a Harry.

- Pero no más ágil- respondió éste soltándose con un fuerte golpe. Corrió por la habitación buscando su varita sin éxito.

- Ah, tu varita, es verdad- oyó una voz detrás suyo.- Creo que la tiene Lucius...tal vez la halla tirado por la ventana. Es una pena- añadió sin pizca de sentimiento.

- Yo no necesito una varita para vencerte- gritó Harry girándose. La extraña luz azul había vuelto a cubrirle aunque esta vez más difuminada. Aún así, el castaño miró sorprendido el cambio de aspecto.

- Vaya vaya, qué divertido...

- Jefe, creo que tenemos problemas- una voz le interrumpió la observación de tan emocionante momento.

- ¿Qué quieres?- Lucius se giró intentando no maldecir al inepto que lo había interrumpido.

- Un gran número de aurores se acaba de aparecer cerca de aquí...

- Si es eso no hay de qué preocuparse, no saben la localización de este lugar...

- Pero señor, recuerde que hubo fuga de fugitivos y...

- Esos no recordarán nada, el único con poder suficiente esta ahí dentro encerrado tras esa pared con el estúpido de Boot. Si te preocupa vete a montar guardia,- el mortífago salió del despacho sin intención de cumplir la orden de la mano derecha del Lord, y se dirigió a un lugar seguro.

- ¿Por dónde íbamos?- murmuró Lucius para sí mismo,- ahora veremos hasta dónde han llegado los tortolitos, aplicó nuevamente el aparato a la pared que le permitía ver lo que sucedía en la otra habitación.

Harry se veía delicioso con esa suave luz iluminándolo, aunque como sus dos observadores pudieron observar, la luz iba disminuyendo a cada minuto que pasaba.

- El gran Harry Potter se ha quedado sin fuerzas- ironizó el castaño.

- Cállate, aún tengo suficiente fuerza para esto- intentó gritar el moreno, pero sólo le salió un jadeo. Se desplomó sobre las rodillas apoyando sus manos en el suelo.

- Cuándo te vas a rendir, cuándo admitirás que eres demasiado débil...

- Voldemort...

- Fue pura casualidad, y todo el mundo lo sabe...por lo menos entre los mortífagos.

- No fue pura casualidad, y además adquirí nuevos poderes, ahora él habita en mí- esa confesión dejó atónitos a los dos mortífagos que le escuchaban,- sí habéis oído bien.

- "¿Habéis?"

- Sé que estas ahí Lucius Malfoy, maldito mortífago que se atreve a mancillar el nombre del Lord.

- ¿Pero cómo...?- empezó a decir el rubio teletransportándose a la habitación contigua.

- ¿Lo he sabido? Muy fácil...yo-tengo-al-único-lord...en mi interior, y en mi magia...- en ese momento ocurrieron dos cosas simultáneas: la puerta se abrió con gran estrépito, y una fuerte luz azul cobalto rodeó a dos de las tres personas del interior de la habitación. El polvo y la luz cubrieron todo durante unos cruciales segundos...

Fin de la primera parte del capitulo