Capítulo 23

Bella 17 años

En ese entonces creí que estar ahí dentro era la peor tortura que existía en la tierra, pero quizás me había equivocado, era la segunda peor tortura, la primera era lo que Edward había hecho conmigo, me había dado un "hogar", me había enamorado, ilusionado, me había dado todo lo que jamás tuve, para al final decirme que todo era un juego, que nada había sido real, que yo había imaginado gran parte de ello

La puerta principal se abrió de pronto, de ella salieron primero las niñas pequeñas, seguidas por las mayores, seguían vistiendo el mismo uniforme gris sin chiste, los mismo zapatos, peinadas de la misma manera, de pronto y sin saber por que desee estar ahí adentro, seguir siendo una huérfana, jamás haber conocido a Edward.

—¿Bella?— dijo una vocecita emocionada, que no reconocí muy bien— Bella, ¿de verdad eres tú?— abrí mis ojos y ahí estaba Victoria, una de las niñas que había sido algo así cómo mi amiga

—Hola, vic, si soy yo— dije fingiendo emoción

—Vienes de visita?— te hemos extrañado o bueno yo— sus rizos seguían tan salvajes cómo los recordaba— le diré a la directora que estás aquí para que te abra— mierda no, ella probablemente me preguntaría por Edward o peor le diría que estaba aquí

—No— la detuve— solo vine a verte rápido, tengo que ir a…— mierda si iba a vivir esta vida, necesitaba aprender a mentir— a la escuela, si o llegaré tarde

—Oh, está bien— dijo decepcionada—pero ¿vendrás después?

—Tratare de hacerlo— prometí

—Bien, cuídate, te extraño

—Yo también— dije sinceramente

Comencé a caminar antes de llamar más la atención, no tenía adonde ir, aunque la central de autobuses estaba cerca, cómo a 20 minutos caminando, quizás lo mejor era seguir el plan inicial.

Quizás el destino no quería que me fuera de Seattle o quizás quería que regresara a mi pasado o quizás el destino no existía y esto solo era una cruel casualidad del destino, me encontraba frente al panteón en donde mi familia fue sepultada, jamás había venido, cuando le pregunte al abogado en donde estaba mi familia el me dijo el nombre de cementerio, pero jamás tuve la oportunidad o la valentía para venir.

Entre con paso trémulo, leí cuidadosamente cada tumba buscando a mi familia, después de no se cuanto tiempo por fin los encontré, una lápida claramente abandonada, llena de pasto y hierba mala, ahí estaban, mamá estaba a la derecha, James al centro y papa a la izquierda, estaban juntos. Las lágrimas corrían libremente por mis mejillas sin la mínima intención de detenerse, los extrañaba tanto, usualmente me obligaba a no pensar mucho en ellos para no terminar llorando cómo ahora, las inmensas ganas de haber muerto junto a ellos, regresaron más fuertes de lo que las recordaba.

Quizás era momento de por fin ir con ellos.

...

Edward 30 años

Hacía días que no sabía nada Isabella, más que la carta, que no podía dejar de leer..

Aun no me rundía con ella, tenia gente buscándola por todos lados, aunque en el fondo sabía que no volvería, lo sabía, era un idiota, la había lastimado profundamente, ¿por que no hable con ella desde un inicio? ¿por qué la dejé ir? ¿por que le mentí tanto?

—Edward— Emmett irrumpió en mi oficina

—¿La encontraste?— pregunte emocionado.

—No— su ánimo cayó drásticamente— lo siento, aun no hay noticias de ella— me serví otra copa de whisky, no podía soportar el dolor e inútilmente trataba de anestesiarlo con alcohol— ¿Cómo has estado?— lo mire mal— lo siento, es que me preocupas, no has salido de aquí en días, ¿cuánto has bebido?— pregunto mirando las botellas de mi escritorio

—No, lo suficiente— dije tomando un gran trago de mi vaso

—Creo que has tomado lo suficiente para un batallón

—No, necesito una niñera— le dije enojado— ¿que haces aquí de todos modos?

—Tranquilo hombre, solo vengo a decirte que Tanya a aceptado el acuerdo, bueno con una pequeña modificación, quiere 10% más de lo que le ofrecimos en primer lugar— por supuesto, ella era igual a Irina, solo le importaba mi dinero

—Dáselo— el dinero ya no me servía de nada, no tenía con quién compartirlo

—Bien, entonces mañana a las 9 vendré por ti, así qué aféitate, toma un baño y trata de estar sobrio

—¿Por qué no viene ella?— pregunté con recelo, no tenía la menor intención de salir de aquí, era estupido ,pero si mi ángel volvió, quiera estar aquí para recibirla

—No, quiere ver a Isabella, quiere terminar las cosas con dignidad, sus palabras no las mías— se defendió. Era comprensible, que Tanya no quisiera verla, cuando aclare las cosas con ella, le confesé que amo a Isabella, qué no me casaría con ella porque lucharía por mi ángel. Ella no dijo nada, en cambio ese mismo día tomó sus cosas y se mudó, no se lo dije pero estaba muy contento por eso, había recuperando un poco de la libertad que Eleazar me había arrebatado además tontamente, pensé que con eso Isabella regresaría a mi lado, pero me equivoque, ¿por que querría ella regresar con un maldito bastardo, que solo la usaba? ella era un ángel que no merecía vivir en el infierno conmigo.

—Bien—acepté, ya que no tenía ganas de seguir discutiendo con él. Emmet se dio la vuelta listo para irse pero antes se volvió a mirarme.

—Edward, ¿has considerado, hacer lo que ella dijo?

—¿A que te refieres?— Tanya no había dicho nada realmente interesante o útil

—¿Por que no intentas olvidarla? seguir con tu vida— Se refería a Isabella

—Emmett vete a la mierda— dije sinceramente— olvidarme de ella es cómo olvidarme de respirar, imposible

—Lo sé, lo siento, es que ni Alice ni yo, soportamos verte de esta manera.

Llegamos a la oficina antes que Tanya, por lo que Emmett aprovechó para explicarme con un poco más de detalle el acuerdo al que había llegado con ella.

Pero yo no podía escuchar una sola de sus palabras, parado junto a la ventana, miraba las calles, buscándola, ¿donde estaría? con Jacob no, yo mismo me había cerciorado de ello, ¿acaso abría alguien más?, ¿estaría bien? ¿tendría hambre, frío?

Dios daría todo por encontrarla, era cómo si la tierra se la hubiera tragado, desapareció sin dejar rastro, ni el imbécil de Jacob, ni sus amigas sabían nada de ella.

—Tanya— Saludó Emmett un poco demasiado alto para sacarme de mis pensamientos

—Emmett, Edward— saludó ella con incomodidad— ¿has sabido algo de ella?— me pregunto con angustia

—Nada aún, ¿cómo estás?— le pregunté, ella al igual que yo había perdido todo, al deshacer el contrato su familia le dio la espalda por completo, ahora ella formaba parte de las personas que más había herido con mis mentiras

—Mejor que tu supongo— se encogió de hombros

—¿En dónde te estás quedando?

—En un hotel— mierda, no, no podía permitir eso, ella estaba en la calle por mi culpa

—Tanya, si necesitas donde quedarte las puertas de mi casa están abiertas— ella podía dormir en una de las muchas habitaciones de huéspedes, por no mencionar que ahora me resultaba ridículamente grande y solitaria

—Gracias, no es necesario, pronto me iré a Milán, he decidido matricularme por fin en la escuela de modas— dijo con una gran sonrisa,

—Me alegro mucho— dije sinceramente, ella en alguna ocasión me había contado que ese era su verdadero sueño, peor que nadie de su familia se lo permitía, ya que no tenía nada que ver con el negocio familiar

—Bien—Emmett irrumpió — ¿listos? ¿Quieren discutir algo más respecto al contrato?

—No— dijo Tanya segura

—Si— dije sorprendiéndolos a ambas— aumenta un 20% más de lo acordado

—Edward, no es necesario

—Anya quiero que cumplas tus sueños, sin ninguna preocupación

—Es muy generoso de tu parte, gracias— dijo después de pensarlo un segundo

—Bien, firmen aquí— dijo Emmett señalando los 2 contratos— bien eso seria todo, Tanya esta es tu copia y no te preocupes le enviaremos al abogado de tu tío el otro— dijo saliendo de la oficina

—Gracias— le dijo con una sonrisa— Bien supongo que eso es todo— me dijo a mi

—Creo que sí, lamento mucho haberte metido en toda esta situación, mi intención nunca fue lastimarte o jugar contigo, yo… no sabia que hacer

—Edward, descuida— me interrumpió— esto no fue tu culpa, tú solamente fuiste una víctima más de Irina, si ella hubiera hecho las cosas bien, nosotros, bueno ya sabes. Lamento mucho lo que ella te hizo

—Descuida eso es agua pasada

—Es hora de irme, mi vuelo sale mañana temprano y aun tengo algunas cosas que debo arreglar

—Suerte

—Tu también, espero que la encuentres pronto— dijo saliendo de mi oficina con una última sonrisa.

Yo también esperaba con ansias encontrarla pronto, pero algo dentro de mi me decía que eso no sería posible.


Lo prometido es deuda este es cap especial de la semana, espero que les guste.

Gracias a todes por su apoyo y en especial a Ary Cullen85 (así es, pero es necesario, al menos para ellos), Jupy (tienes razón Edward ha cometido demasiados errores), Valeria SinaiCullen (gracias, espero que este también), Aliceforever85 (Jacob supo dar la cara, ya que después de todo el si la quería de verdad) ,Diannita Robles (saludos desde Guanajuato), ALBANIDIA (Jacob la queria de verdad, por supuesto que la iba a defender), tocayaloquis, por sus comentarios, espero que les guste el cap. La segunda actualización se publicara antes del proximo martes.

Nos leemos pronto :)