Una chica de cabellera anaranjada y un muchacho con un sombrero de paja, con el pelo de color azabache se encontraban jugando a un videojuego.
—Luffy, debes rescatar a la princesa, no la carne! —comenta la muchacha mientras señala dónde estaba la princesa encerrada.
—¿¿Ah?? Pero, prefiero la carne —gimoteaba el chico.
—¿Oh? entonces si esa princesa en peligro fuese yo, ¿de verdad irías a por la carne y no a por mi antes? —preguntaba mientras lo miraba un poco irritada.
—¿Eh? Eres boba, eso es imposible que pasase. —soltaba como si nada, cosa que dejaba algo confundida a Nami.
—¿Cómo que boba? ¡¿Y cómo que es imposible?! —preguntaba molesta la joven de cabellera anaranjada.
—¡Claro! Tú no eres una princesa en apuros, eres más como una gran reina pirata! —contesta alegremente.
—¿C-cómo? Vaya, eso no me lo esperaba —respondía algo sonrojada.
—¿Hmm? ¿Reina pirata? Me gusta como suena —contestaba orgullosa.
—Y supongo que eso te haría a ti mi rey pirata entonces. —respondía juguetonamente.
—Obviamente! —contestaba el chico con sombrero de paja como si fuera lo más obvio.
Eso al parecer pilla tan por sorpresa a Nami y encima sumado a lo que había dicho anteriormente sobre ser la reina pirata, estaba casi igual de roja que un tomate.
—Nami, llevamos juntos ya un año y aún te avergüenzas muy fácilmente shishi —respondía con su típica sonrisa característica.
—Calla, idiota, ¡es culpa tuya por soltar cosas así como si nada!
Luffy simplemente sonreía al ver la reacción de su pareja.
—Y dime Luffy, ¿por qué me ves como una gran reina pirata? —preguntaba curiosa.
—Ohh bueno, tienes una gran voluntad, impones respeto, hmm oh! Y eres muy bruta!... —enumeraba el chico.
Nami al escuchar la parte de bruta, se cabrea y acto seguido su pareja ya estaba recibiendo un golpe de su parte.
—¡Auch! ¡Ves a eso me refiero!
—Idiota, ¡como te atreves a llamarme bruta! —decía amenazándolo con golpearle de nuevo.
—¡Pero eso no es malo! —replicaba intentando defenderse, mientras se masajeaba la zona donde había sido golpeado.
—¿Ah? ¡Me has llamado bruta! ¡Ceporro!
—¡Si! ¡Pero no es malo! Me refería a que eres fuerte —respondía Luffy.
—Ah. ¡Pero usa otras palabras mendrugo! —grita la chica un poco molesta.
—Aunque, bueno... No iba con malas intenciones, así que ¡no pasa nada! —decía alegre como si el golpe de antes nunca hubiese pasado.
—¡¿Y porque me golpeas?!
—Ah, la costumbre supongo —respondía como si nada.
—Namiii —hacía pucheros desanimado el chico del sombrero de paja.
La chica suspiraba derrotada —Vale, mira como disculpa haré tu cena favorita hoy, ¿de acuerdo?—sugería mientras colocaba el sombrero a su lado para poder acariciarle la cabeza intentando animarlo.
—¡¿De verdad?! ¡Yahoo! Por cosas así amo que seas mi reina pirata —sonreía de oreja a oreja mientras la abrazaba fuertemente y colocaba su posesión más preciada en la cabeza de Nami.
—Luffy...sabes que no somos piratas de verdad ¿no? Aunque reconozco que molaría bastante... — miraba al chico de pelo azabache y al ver su cara de alegría sólo suspiraba derrotada.
—Que demonios, yo también amo que seas mi idiota rey pirata —respondía cariñosamente mientras le da un tierno beso.
—¡Vaya! parece que es de noche ya, wow ni me había dado cuenta —comentaba algo sorprendida nami mientras miraba el reloj del cuarto.
—Shishi, toca la cena que me prometiste.
—Sí, sí, tranquilo, vamos anda —comentaba mientras lo agarraba de la mano con cuidado.
Bajaban ambos a preparar la cena, bueno realmente la hacía Nami y Luffy intentaba ayudar, pero como siempre la liaba, la joven le prohibió que tocase la cocina.
—Luffy, ni se te ocurra tocar algo de la cocina, recuerda la última vez —la muchacha lo miraba amenazante, como diciendo "atrevete que verás".
El chico hace pucheros molesto —pero al menos puedo darte ánimos ¿no? —respondí algo más entusiasmado.
La joven de cabellera anaranjada se ríe ante la actitud de su pareja —sí puedes, eso al menos no es peligroso, espero.
La última escena que se podía ver es de un Luffy super enérgico gritando.
—¡Vamos Nami tu puedes!
Y una pelinaranja aguantando la risa «serás un idiota, pero eres mi idiota» —pensaba mientras intentaba cocinar con todo el ruido de fondo, que hacia el chico.
Esta idea me vino por el pixelart que hizo Oda :D
