NOTA: Elegí poner esta nota aquí porque entiendo que algunos considerarán este capítulo como algo que no es. Así que les comento para que, por favor, no asuman erradamente la finalidad de este capítulo, ya que: 1) Lo hago para incorporar diversos puntos de vista y no específicamente porque yo esté emparejando a ciertas personas, de todas formas, de esto ya he hablado en Dear Diary, y los que siguen todos mis fanfics entenderán. 2) La información sobre los criterios del amor es bastante real y basada en el libro "Juventud en Éxtasis" de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, los llamados "Pilares del Amor", así que es contenido súper útil para entender las relaciones y en gran medida los vínculos afectivos. 3) Utilicé a Suika para explicarlo porque los que me conocen saben que Suika es mi personaje femenino favorito de todo Dr. Stone, así que bueno, sin más que agregar… el capítulo. Espero que lo disfruten.
Capítulo 2: Criterios necesarios para el amor
Martes, 08 de septiembre.
Definitivamente Suika no podía dormir esa noche.
Estaba muy preocupada desde que había empezado a darse cuenta de que alguien la seguía en algunas ocasiones del día. Tenía la leve sospecha de que probablemente fuese un detective contratado por Ryusui, pero ella ya era una profesional evadiendo esas cosas. Y no era para menos, ya que el hecho de haber crecido con un padre yakuza en Tokio la había acostumbrado a evitar ser encontrada: era una profesional ocultándose. Sí, eso hasta que, cuando tenía 12 años, su madre decidiera que era momento de entregar a su padre a la policía japonesa.
Tras este evento, su madre había también terminado en prisión junto a su padre y el gobierno japonés la había incluido en un programa de protección a testigos, escondiéndola en la casa de un empleado del gobierno. Así era como ella había pasado a llamarse Kamiya Suika el día en que cumplió 13 años, además de recibir una identidad que implicaba una edad mayor que la que realmente tenía, por lo que, en lugar de cumplir 13 años, su identidad reflejaba que había cumplido 14 años en ese momento. Y, sin ninguna información previa sobre su existencia, Kamiya Suika había entrado en el último año de secundaria en una secundaria de Kioto, lo que, por suerte, no había sido difícil para ella, ya que era realmente inteligente.
Todo esto evidentemente era algo que nadie sabía y era el motivo por el que ella debía mantener en secreto toda su vida entera, incluso ante sus amigos. No obstante, cuando Kohaku había tenido la idea de estudiar en una universidad en California, Suika había considerado que esta sería la oportunidad perfecta para terminar de cambiar su vida y por fin podría ser sincera con sus propios amigos hablándoles sobre su pasado.
Y todo eso habría sido perfecto, de no ser por la aparición de cierto millonario extremadamente guapo que insistía constantemente en estar cerca de Suika y que simplemente estaba atormentando sus ideas de una forma ilógica.
Sí, era cierto que se sentía bastante halagada de que un ser humano la viera como algo más que una rata de laboratorio, pero lo cierto era que Suika no estaba cómoda con alguien que se interesara tanto en ella y que pudiera de alguna forma arruinar sus planes de alejarse completamente de los riesgos que implicaban ser la descendiente de un líder yakuza. Porque sí, el padre de Suika era un importante líder yakuza al que habían conseguido poner tras las rejas por la misma traición de su madre, y lamentablemente, en Japón, eso sería un estigma que ella tendría, incluso siendo que su actual padre era realmente amoroso y tenían un vínculo agradable.
Pero no… tenía que aparecer un millonario ambicioso que anhelaba todo lo que pudiera conseguir y, justamente, anhelar estar con ella. ¿Qué pasaría si, en medio de su absurdo interés, se enteraba de su pasado? Y, al mismo tiempo, una parte de ella se preguntaba por qué no había tenido coraje para rechazarlo sin contemplación.
Se sonrojó de sólo pensar en cómo él se comportaba cerca de ella, invitándola a salir, a pasear, diciéndole que ella podía pedirle lo que quiera y que él lo conseguiría para ella. Y luego tapó su rostro con las manos ahogando un chillido de sólo pensar que ella simplemente lo veía como un tonto que no parecía querer darse por vencido. Pero ella tampoco quería rechazarlo porque, ¿quién en su sano juicio rechazaría de golpe a un millonario y prácticamente sin razón alguna? La lógica simplemente le decía: No tienes a más nadie, ¿qué ganas rechazándolo? Y luego una parte de ella se sentía mal por no ser franca respecto a su desinterés hacia él.
Pudo decírselo desde que estuvieron a solas en el laberinto y que él le habló de sus sentimientos y le dijo que realmente estaba interesado en ella, que nunca había conocido a ninguna otra chica tan interesante como ella y que no dejaba de pensar en su radiante y dulce sonrisa. Jamás Suika se había sentido tan halagada y, a la vez, tan presionada en su vida, así que su reacción había sido huir por el laberinto ante el primer descuido de Ryusui y esconderse (la mejor habilidad que le había quedado como heredera yakuza). En consecuencia, no le había dado ninguna respuesta al rubio, pero al mismo tiempo había decidido que intentaría apartarse.
Pensó que esto sería fácil, pero definitivamente con Ryusui nada era fácil. Estando en la biblioteca de la mansión Nanami con Sai, una de las personas más brillantes que Suika había conocido en su vida, su situación había pasado de ignorar a Ryusui a ser casi presionada a responderle. Lo que había llevado a que el rubio le dijera que, si no quería nada con él, pues que lo rechazara de una vez, pero que no lo evadiera. El problema era que ella pensaba que, mientras no hubiera nadie en su vida, podría dejarlo ahí, ¿no? Porque realmente dudaba que Ryusui fuese una persona precisamente fiel que se mantendría sin ver mujeres mientras esperaba su respuesta, así que no había apuro, o al menos era lo que Suika quería creer.
Otra cosa que rondaba por su mente era el hecho de que siempre se imaginó que algún día conocería una rata de biblioteca como ella, interesado en la investigación tanto como ella y ávido de conocimientos con quien compartir intereses tontos como los que ella tenía: amor por la ciencia, pasión por la investigación, incontrolable deseo de saber lo que ocurría a su alrededor y "buscar pistas" para desentrañar misterios. Pero, por lo contrario, había llamado la atención de un rubio guapo y millonario, que, aunque notoriamente también tenía sus "especialidades" (si en términos de inteligencia hablamos), no estaban dentro de los intereses de Suika.
No existía química ni se cumplían las condiciones para que el amor romántico se lograra. Ya lo había analizado un día con Aisha durante el viaje, ya que había considerado que era una persona que podría saberlo mejor que ella y pues Kohaku con su actitud calenturienta de "sólo sexo" con Senku tampoco había sido en ese momento la mejor opción para preguntar. Curiosamente, a pesar de los gustos de Aisha, la chica había reconocido estar muy enamorada de su pareja, así que Suika se había abierto a contarle lo de Ryusui y pedirle un consejo.
—No me gusta realmente, pero tampoco me disgusta —había concluido su explicación Suika de esa forma, sin siquiera hablar en tercera persona con la morena, pues en ese momento sentía que la seriedad lo impedía—. Es decir, no quiero estar con Ryusui, no despierta sentimientos en mí, pero tampoco quiero rechazarlo y luego quedarme soltera por el resto de mi vida —lloriqueó la rubia sin saber qué hacer.
—Y aquí en los Estados Unidos los hombres son sólo machistas opresores que fingen interés en las mujeres. ¿No has pensado en probar suerte con mujeres? Créeme que es mejor tener una pareja que nos entienda plenamente antes que estar con un imbécil —expresó la morena, demostrando por enésima vez su odio irracional por los hombres, lo que hizo reír mucho a Suika, quien ya se había acostumbrado a las actitudes exageradamente feministas de Aisha.
—Ey, no he probado, pero creo que tampoco despiertan mi interés. —Suika no podía parar de reírse—. Es sólo que… imaginaba que sería distinto, ¿no debería sentir mariposas en el estómago? ¿No debería sentir que su tacto me haga sentir bien? Ryusui a veces intenta tomar mi mano y yo simplemente evito cualquier tipo de acercamiento. Es como si… no me interesara. Pero… tampoco quiero quedarme soltera.
Suika estaba más confundida que cuando había intentado por primera vez entender los ejercicios matemáticos antes de que Sai, su salvador, llegara y le enseñara todo la tarde antes de esa reunión con Aisha.
—Mira… te hablaré de algo que es básico en "la química del amor". No sólo servirá para ti, Suika, sino también para que aconsejes a tus amigas a partir de esto. Y esto es importante porque Elise lo reseñó de otros autores y consiguió construir una idea certera de lo que es necesario para que realmente exista amor —expuso, y Suika la miró interesada—. Es importante destacar, mi querida blanca privilegiada, que el amor no se siente como imaginamos por las películas y cuentos de hadas, no necesariamente sentirás "mariposas en el estómago", pues esto podría ser enamoramiento y ser confundido con el sentimiento real —enfatizó seguidamente Aisha.
Suika parecía estar ante la clase más importante de su vida y miró fijamente a la mayor, quien se aclaró su garganta antes de hablar.
—Para sentirte cómoda con una persona, lo primero que necesitas es que esa persona y tú sean capaces de intimar emocionalmente, y esto no quiere decir "intimidad sexual", para nada, esto habla de esa capacidad que tendrías de contarle todo, hablar de todas y cada una de las cosas que sientes, contar tus temores y anhelos, que no existan miedos entre tú y esa persona. Que tu confianza trascienda los límites de la comprensión, que cada segundo que hablen, puedas decir todo lo que desees, sin miedo a ser rechazada y sin miedo a salir lastimada porque serán tan cercanos que sus conversaciones irán a lo más profundo de sus seres. Es lo mismo que sentimos con nuestros amigos cercanos, así como cuando somos capaces de reconocer sus cambios de humor y somos capaces de entenderlos e interactuar plenamente con ellos, contándoles nuestros temores, desaciertos, errores y demás. Entonces, tal y como sucede ante el hecho de que no hay secretos con los amigos, no habría secretos con esa persona.
Esas palabras calaron en Suika. Especialmente al darse cuenta de que ella jamás había sido capaz de contarle, ni siquiera a la que consideraba su mejor amiga, sobre su vida y su pasado. ¿Entonces Suika no tenía amigos? ¿Qué sentía Suika realmente por las personas? ¿Podría alguna vez tener ese nivel de cercanía con alguien? Se estresó de sólo pensarlo, y ni hablar de que con Ryusui mucho menos sería capaz de hablar esas cosas. Sus conversaciones eran escasas y la mayoría de las veces él sólo se limitaba a ofrecerle cosas materiales.
—No tengo eso con Ryusui, y dudo poder alcanzarlo. Él me habla de cosas de su vida, pero siento que ha de ser un chico muy experimentado para mi gusto y… no me imagino, como persona inexperta, intentando siquiera abrazarlo —afirmó Suika sonrojándose ante la sola idea de tener que abrazar al rubio.
—Insisto, abrazar mujeres es más delicioso, sentir los suaves pechos de ellas cerca de los tuyos —sugirió, soñadora, Aisha.
—Igual mis pechos no son demasiado grandes —se burló de su propia desgracia Suika, riéndose ante la ocurrencia bastante perturbadora de Aisha.
—No digas que no si no lo has probado, mi pequeña blanca privilegiada —expresó con una mirada pervertida la morena.
—Olvida eso y continúa con lo que sigue…
—Bien… lo segundo que es necesario para amarse está dado por los gustos en común que tengan, la capacidad para disfrutar esos gustos en común, interactuar con los mismos intereses y pasarla bien haciendo cosas que son del gusto de ambos. Eso es maravilloso cuando puedes hablar de temas que a ambos les interesan, cuando pueden disfrutar de películas que a ambos les gustan, bandas y música en común, ir a lugares de interés similar, jugar videojuegos en caso de que ambos disfruten eso, entre otras cosas. Generalmente aplica también entre personas que estudian la misma carrera o incluso compañeros de escuela y por eso puedes decir que esa persona es tu "compañero"; pero eso no significa que necesariamente sea tu amigo, por ejemplo. Aunque, interesantemente, cuando tienes gustos en común con algunas personas y, a la vez, tienes la capacidad de contarle todo, es decir, cumples con estos dos criterios, puedes decir que esa persona es tu mejor amigo o mejor amiga —describió con detalle Aisha.
Bueno, definitivamente Suika acababa de sentirse como una basura enorme, pues básicamente no tenía mejor amiga. Nunca le había dicho a Kohaku nada de su vida pasada, incluso todos sus conocidos tenían la idea de que Suika había vivido siempre en Hokkaido y se había mudado a Kioto por un cambio de trabajo de su padre. Ahora sentía que su vida había sido un autoengaño para sentir que ella realmente tenía amigos en los que podía confiar, pero seguía teniendo la fe de que eso cambiaría cuando estuvieran en la universidad y pudiera alejarse definitivamente del estigma de la yakuza.
—Bueno, supongo que Ryusui y yo tenemos algunos gustos en común. Nos gustan las películas de Marvel y cuando estuvimos en el cine hablamos sobre otras películas que le gustaban y había algunas en común, también algunos grupos musicales, aunque yo prefiero el pop y él es más del rock alternativo —dijo Suika sonriente.
—Bueno, parece ser que podrían ser compatibles al menos para compartir intereses, aunque eso no es lo más importante —explicó levantando un dedo y negando con él—. Lo más importante, mi queridísima blanca privilegiada, es el tercer criterio, que es indispensable para que surja el amor.
Suika la miró con un interés superior al que había tenido cuando Aisha le había hablado de los primeros dos criterios.
—Lo más importante es que exista química en el amor. Porque sí, como bien lo dice el libro, el amor no es más que un conjunto de reacciones bioquímicas que nuestro cuerpo experimenta y que afectan nuestro sistema nervioso central, haciéndonos sentir todas esas cosas y anhelar más de esos químicos. Básicamente es una forma de adicción, por lo que es fácil confundirlo, especialmente cuando se está en la etapa de enamoramiento, porque al perder el aporte químico, evidentemente tu cuerpo entra en una especie de síndrome de abstinencia. En fin… esas reacciones químicas te hacen querer abrazar, besar, tocar, acariciar, hacer y dejarte hacer por esa persona, empiezas a sentir deseo sexual aun cuando antes de eso nunca lo hubieras experimentado. Y evidentemente tu situación con Ryusui carece de eso y no quiere decir que esto no pueda ocurrir, porque hay personas que se enamoran después de años conociéndose o haciendo intentos, pero muchas veces esto puede terminar siendo forzado y la idea es que todo lo que sientas se dé naturalmente para que experimentes plenamente los cambios hormonales que se producen.
Con lo último Aisha fue muy enfática, haciendo que Suika se sintiera mal, la verdad no sentía ningún tipo de cambio hormonal alrededor de Ryusui, sólo se sentía como si una parte de ella considerara que no sería apropiado rechazarlo y esa parte era la misma que le repetía muchas veces que se podría quedar sola. Así que prácticamente estaba sufriendo una mala pasada de su cerebro que le impedía rechazarlo, pero al mismo tiempo tampoco le daba razones para aceptarlo y, la verdad, ella no sentía realmente deseos de aceptarlo.
Suika suspiró.
Todas esas cosas estaban resultándole estresantes porque ella sólo quería investigar y terminar de organizarse para vivir en California junto con sus amigos, pero, contrario a ello, estaba pensando en la mejor manera para rechazar a un millonario al que probablemente otras chicas no habrían rechazado. No sabía siquiera si debía consultarlo con alguien más, lo único que sabía era que realmente no cumplía con casi ninguno de los criterios para enamorarse de Ryusui.
—Tienes razón, Aisha. No siento eso y no lo he sentido por nadie hasta ahora —confesó Suika—. Pero al mismo tiempo, es la primera vez que alguien se interesa en mí y en algún momento tengo que dejar de ser una niña que se esconde detrás de sus libros para evitar el amor. Pienso que los científicos también tenemos derecho a enamorarnos y a mí me gustan las películas románticas un poco.
—Insisto, búscate una chica. Son mejores que los chicos —le aseguró Aisha y luego le sonrió.
Suika rio un poco ante la ocurrencia.
—No tengo esa clase de intereses, creo. ¿Algo más que agregar? —interrogó finalmente la más pequeña.
—Sí —respondió Aisha—. Nunca, pero nunca, Suika, dejes que lo físico interrumpa tu visión de lo que realmente quieres. Lo físico es necesario para alimentar la chispa que hará que tu cuerpo empiece a producir las reacciones químicas vinculadas al amor. Pero esa chispa se apaga, esa chispa se pierde y no enciende más la fogata en un momento determinado. Se acaban las sensaciones banales y sólo lo puro y sincero mantiene la llama encendida. Por eso te reafirmo que el amor es químico, no físico, y tú, Suika, no has aún percibido ni una octava parte de lo que es la activación de tu cuerpo ante estos cambios químicos.
Ese recuerdo rondaba en su mente de una forma clara, no sólo por lo útil que había sido esa información para Suika, especialmente considerando el proyecto que estaba planificando con Elise, sino porque también la había ayudado a entender mejor por qué se producía el amor. Y en ese momento podría ser capaz de hacer este tipo de análisis complejos, incluso si tuviera que analizar a sus propias amigas con respecto a lo que sentían, y esto motivaba realmente a Suika.
Vio la hora y eran las 23:32 horas y aun no conseguía dormirse. Así que decidió interesarse en los bocetos preliminares de su proyecto de ciencias, por lo que se levantó nuevamente y encendió la luz mientras veía los diseños que había dibujado previamente. Mientras tanto, consideró que podría ser una buena opción escribirle a Sai, que seguramente estaría despierto (en La India debían ser más o menos las 20:00 horas) y podría pedirle ayuda para repasar los cálculos.
Suika: Hola…
¿Cómo está, Sai-sensei?
Suika estaba pensando en su proyecto de ciencias y necesita preguntarte algo.
Sai-sensei: Hola, Suika.
Pregunta.
Te contesto en un momento porque ahora mismo estoy apenas llegando a mi casa.
Fue un día horrible el de hoy.
Sai-sensei envía un sticker lloriqueando.
Suika: Oh, lamento mucho si soy una molestia.
Es sólo que de todas formas no consigo dormir.
Así que pensé en ocupar mi mente en algo para terminar de cansarme.
Sabes que pensé en que primero necesito hacer las estandarizaciones, por lo que probablemente necesite una inteligencia artificial que funcione con machine learning para primero hacer estos estándares. Pero se me presentan varios inconvenientes.
1.- El primero sería conseguir sujetos de experimentos sinceros con sus sentimientos.
2.- El segundo sería que muchas personas sufren más por amor de lo que expresan, entonces esto me llevaría nuevamente a tener que plantear otras estandarizaciones de acuerdo con cómo ellos vean el amor, lo que implica que necesitaría varios grupos para la experimentación. Sería un primer grupo de estudio con personas realmente enamoradas, un segundo grupo de estudio con personas que sufran por amor y un tercer grupo de estudio que debería ser el grupo control, es decir, personas que no amen ni se hayan enamorado alguna vez. Esto implica que debería separar los grupos y estandarizar cada uno de ellos antes de poder hacer algo y me llevaría un tiempo determinado a menos que consiga ayuda para recabar los datos y no sé si lograrlo para la feria de ciencias de la escuela que es para el 11 de noviembre.
3.- El tercer problema es que suponiendo que consiga todas las estandarizaciones a tiempo, luego la máquina debería ser capaz de tomar una muestra sanguínea, por ejemplo, con un pinchazo como los medidores de glicemia capilar y tener los datos específicos de los valores hormonales y clasificar a las personas en estos tres grupos. Esto permitiría posteriormente establecer un requerimiento mínimo en los posibles compuestos sintéticos que emulen a las hormonas y ofrecer una dosis específica que podría funcionar para mejorar emocionalmente, sin caer en trastornos mentales. Es decir, ahí entraría la parte de Elise sintetizando una dosis exacta y esto implicaría que básicamente el amor no sería como tal necesario para las personas, porque podrían obtenerlo a través de estos compuestos sintéticos.
Espero que Suika no esté abrumando a Sai-sensei con sus explicaciones.
Y muchas gracias por todo lo que pueda ayudar a Suika.
Se quedó mirando la pantalla esperando a que Sai respondiera. En realidad, sabía que probablemente estaría molestándolo, pero al menos así hacía algo productivo para no divagar en pensamientos tan extenuantes e improductivos. Porque, sorprendentemente, en lugar de estar preocupada por el detective privado que la seguía, estaba era pensado en cómo alejar a Ryusui sin tener que rechazarlo de forma directa.
Suspiró y se recostó nuevamente, y luego miró al techo colocándose el antebrazo en la frente mientras intentaba dormir. Pero su cerebro estaba a toda máquina ahora pensando en el amor y en los cambios bioquímicos asociados. Pensando en los posibles sujetos de experimento que podría utilizar y pensando en los planos que seguían sobre su mesa y que había estado hojeando hacía unos minutos. Necesitaba dormir y tenía que hacer lo posible para ello, así que nuevamente apagó las luces para intentar dejarse llevar por su proyecto como forma de quedarse finalmente dormida.
Empezó a pensar en los detalles científicos de lo que estaba planificando y empezó a ver todos los huecos y dificultades de su estudio. Japón había sido un país que destacaba mucho por sus problemas de natalidad y el hecho de que las personas se concentraran más en sus trabajos que en sus vidas personales, haciendo también que las personas siempre estuvieran desdichadas ya que podía ser agotador sólo pensar en lo laboral y descartar la posibilidad de enamorarse. Suika jamás habría contemplado del todo esta situación antes de no ser porque había conocido a Aisha y a Elise. La desdichada Elise, incapaz de sentir y con más depresión que ganas de vivir, mientras que Aisha, una loca irremediable, pero total y rotundamente enamorada de su pareja.
Suika no podía creer cómo era que sus pensamientos habían empezado a inundarla de tal forma y hacerla analizar todos los aspectos vinculados al amor como parte de su necesidad de buscar explicaciones.
¿Qué sujetos de experimento podría utilizar? El segundo grupo de estudio sería el más fácil, ya que la mayoría de las personas que conocía tenían amores no correspondidos o estaban enfrascados en su vida académica y no en su vida amorosa. Lo que hacía que fuese difícil incluso visualizarlos con una pareja. Algo que ella misma había pensado hasta de su amiga Kohaku, que incluso parecía más interesada en los deportes que en cualquier romanticismo, todo ello antes de que Kohaku conociera a Senku en el viaje y empezara a cambiar su perspectiva.
Y de nuevo su mente evocando lo ocurrido en ese viaje. En haber conocido a todas esas personas y en que ahora estaba pensando en cosas que realmente no le habían interesado nunca, precisamente por sus antecedentes como hija de un líder yakuza. Seguramente incluso el mismo Ryusui se alejaría si supiera que ella era descendiente de un líder yakuza. ¿Quién podría querer estar con una chica que no procede de una típica familia y que tiene tal pasado tan comprometedor?
Cerró los ojos para intentar conciliar el sueño, pero en ese momento su teléfono sonó recibiendo mensajes.
Sai-sensei: Disculpa la demora, Suika, ahora sí te estoy leyendo.
En primer lugar, me encanta cómo detallas a la perfección lo que quieres lograr, es notorio que estás bien preparada y tienes una gran determinación para lograr tu objetivos.
Creo que podríamos utilizar Python para este trabajo.
Me preocupa más la creación del dispositivo que quieres, ya que yo sólo soy un programador.
Sai-sensei envió un sticker nervioso.
Sai-sensei: Lo siguiente es que la estandarización no sería un problema desde el punto de vista informático, el problema sería con los sujetos de experimento, especialmente los enamorados.
Sai-sensei envió un sticker preocupado.
Sai-sensei: Conseguir personas enamoradas en Japón no está nada fácil.
Sai-sensei envió un sticker de un personaje de anime con una risa nerviosa.
Suika: Suika lo sabe, Sai-sensei.
Suika envió un sticker de un perrito lloriqueando.
Suika: Desde que Suika empezó este plan de proyecto con Elise, lo primero que se le vino a la mente fue esto. Es bastante probable que Suika termine estresándose.
Suika envió otro sticker de perrito lloriqueando.
Sai-sensei: No llores, pequeña Suika.
Parece que te estresas mucho, creo que nos parecemos en eso.
También me estreso con algunos proyectos, especialmente cuando tengo que ayudar a Ryusui con cosas matemáticas.
Siento que me presionan demasiado los Nanami y yo sólo quiero programar.
Sai-sensei envió un sticker lloriqueando.
Sai-sensei: Pero creo que, si preparo el programa esta semana, podrías empezar a buscar los sujetos para el viernes.
¿Te parece si te escribo mañana por la noche para comentarte mis avances?
Suika: Eh… no sé si mañana vaya a estar en casa.
Mis amigas me harán una pijamada por mi cumpleaños.
Suika envió un sticker de un perro tapándose la cara como avergonzado.
¿Podría ser el jueves por la noche? Suika promete quedarse despierta hasta tarde.
Sai-sensei: Oh… tu cumpleaños. ¡Qué bueno!
Feliz cumpleaños, entonces, en Japón ya deben ser las 00:00 horas, según mis cálculos.
Suika miró su reloj y efectivamente ya eran las 00:00 horas. Sintió sus mejillas arder ante ese detalle, ya que en La India debían ser aproximadamente las 20:30 horas y Sai-sensei se había tomado la molestia de calcular la hora que era en Japón para felicitarla.
Sai-sensei: Entonces será el jueves.
Empezaré el código ahora mismo y el jueves por la noche hablamos.
Espero que descanses, ya que deberías descansar si vas a tener una pijamada mañana.
Suika: Hasta el jueves, Sai-sensei.
Suika envió un sticker de un perrito despidiéndose.
Sin embargo, si Suika pensaba que podría intentar dormir en ese momento, se había equivocado completamente, ya que una tormenta de notificaciones en el grupo de sus amigos empezó a aparecer.
—Que tontos —susurró mientras abría el grupo de WhatsApp con sus amigos.
*Conversación en el grupo del La Aldea*
Mi BFF: ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, SUIKA!
Mi BFF envió un sticker de un gato comiendo pastel.
Minami-periodismo: ¡Feliz cumpleaños, preciosa Suika! ¡Te amamos infinitamente! Este año será genial para ti, ya verás que tu proyecto será el mejor y ganarás a nivel nacional. ¡Hora de aplastar a todos!
Minami-periodismo envió un GIF de alguien que recibía un trofeo y lo alzaba.
Homura-calladita: Feliz cumpleaños, Suika. Hyoga-sama también te manda a decir que feliz cumpleaños.
Nikki: ¡Feliz cumpleaños, Suika! ¡Te envié a la conversación privada una canción de Lillian Weinberg!
Kinro: Feliz cumpleaños, Suika, Ginro ya se durmió, pero sé que te desea lo mismo.
Kirisame: Feliz cumpleaños, Suika. Ahora voy a dormir, que mañana debo hacer unas cosas antes de ir al instituto.
Suika: Suika está muy feliz porque todos la hayan felicitado a esta hora.
Muchas gracias, chicos.
Son los mejores amigos que Suika pueda tener.
Mi BFF: ¡JA! Siempre estaremos aquí para ti, Suika. Y te protegeremos de los que quieran meterse contigo.
Suika: Gracias, Kohaku.
Mi BFF: También debo dormir. Hablamos mañana.
Suika: Hasta mañana a todos.
*Fin de la conversación*
Después de eso, Suika por fin consiguió dormir con una sonrisa en los labios de tan feliz que la hacían sentir sus increíbles amigos.
…
Miércoles, 09 de septiembre.
Otra vez se topó con el detective que la seguía en el mismo lugar de siempre: la estación del tren que siempre tomaba. Suspiró, parecía que ese sujeto no entendía que ella era capaz de evadirlo todas las veces necesarias y que él nunca sabría ni dónde vivía, ni dónde estudiaba. Ya era costumbre para ella evadir personas, especialmente si sospecha que podían estar vinculados con la yakuza, así que un detective común jamás podría encontrarla. Ni siquiera sus amigos conocían en qué parte de Kioto vivía. ¿Qué le hacía pensar a ese sujeto que podría descubrir algo de ella?
Sonrió y nuevamente usó uno de sus trucos que le permitía moverse con sutileza entre la gente, hasta que consiguió esconderse entre unas máquinas aprovechando su pequeño tamaño. Después de darse cuenta de que el hombre la andaba buscando en otra parte, Suika se salió de ese lugar y se fue hacia otra parte de la estación, buscando primero mantenerse oculta entre las personas, mientras se movía con tanta sutileza que parecía una danza que se sabía de memoria.
Logró perder al detective de forma definitiva y subió al tren que la llevaba al lugar donde se encontraba su instituto. Haciendo el esfuerzo por concentrarse el resto del día, especialmente siendo que, desde que había llegado, Kohaku había estado tomándole fotos y subiéndolas a Instagram como loca, lo cual a Suika nunca le había agradado demasiado, pero como era su mejor amiga no podía negarse.
De todas formas, Kohaku no tenía demasiadas personas agregadas en su Instagram, así que no debería pasar nada malo, ¿cierto?
…
Esa noche, se quedaron en la casa de Homura, ya que era la casa más grande de todas y sería una Noche de Chicas para celebrar el cumpleaños de Suik. Nikki y Minami habían decidido hornear un pastel (aunque no eran especialistas en ello, pero hacían lo que podían) y tenían preparadas muchas golosinas y bebidas, así como juegos especiales. Para esa reunión habían invitado a Amaryllis, que era otra de las amigas que tenían, pero que prefería quedarse en Japón en lugar de irse a estudiar a California, ya que quería apoyar a sus padres con diversas cosas.
Empezaron a hablar de cosas de revistas de mujeres y Minami sólo se reía con emoción ante algunos chismes de famosos. Como, por ejemplo, el hecho de que Lillian Weinberg, que además era prima lejana de Kohaku, se hubiera casado y ahora estuviera viviendo en Tokio con su nuevo esposo: Ishigami Byakuya.
—¿Será familiar de Senku? —cuestionó Minami al leer el nombre en la revista.
—¿Quién es Senku? —preguntó con interés Amaryllis.
—El que le quitó la virginidad a Kohaku en California —se emocionó Minami. Definitivamente era la reina de los chismes.
Amaryllis tenía la mandíbula desencajada ante ese comentario.
—¡No puede ser! ¿Kohaku ya no es virgen? ¿Por qué no me habían dicho antes? —Amaryllis chilló de emoción.
Kohaku puso cara de desaprobación mirando a Minami, lo cual fue completamente comprensible para Suika.
—Yo pensé que ella te lo diría, si hubiera sabido, pues te cuento primero, pero como ustedes son tan unidas imaginé que Kohaku lo contaría primero. —Minami parecía sentir mucha tristeza de no haber podido ser la primera en contar el chisme, lo que hizo reír a Suika: definitivamente su grupo de amigas era muy loco.
—Yo también perdí mi virginidad en vacaciones con Hyoga-sama —expresó de repente Homura y todas voltearon a verla. Incluso Suika estaba sorprendida ante tal declaración, ya que todos pensaban que eso había pasado hacía muchísimo tiempo y no que se trataba de un evento reciente.
—¿Cómo es que tú eras virgen si estás con Hyoga desde hace tanto tiempo? —interrogó una sorprendida Minami.
—No estaba con él como pareja hasta estas vacaciones. Incluso pensé que estaba enamorada sola —confesó la chica de cabello rosado, haciendo que todas las demás dijeran un "Oh" al unísono.
—No sé qué me sorprende más, si el hecho de que Kohaku ya no sea virgen o el hecho de que Homura fuese virgen —dudó Amaryllis, también bastante interesada en ambos chismes.
Suika volvió a reír. Sus amigas no tenían remedio.
—No sé por qué les preocupa tanto mi vida sexual —expresó Kohaku por fin—. Pero, por si quieren saberlo, ¡ja! Reconozco que me gustó mucho perder la virginidad con Senku —afirmó con orgullo.
Nuevamente hubo chillidos de emoción por parte de Amaryllis y Minami, quienes miraban a Kohaku con interés, y empezaron a pedir detalles. Suika se sonrojó mientras oía la narración de su mejor amiga y, mientras, la declaración de Homura quedó en el pasado por un momento, sólo hasta que Kohaku terminó de hablar, que Amaryllis y Minami empezaron a interrogar esta vez a Homura. Homura no dio demasiados detalles, ya que ella solía ser muy callada, pero lo poco que dijo hizo chillar de emoción a las dos entrometidas. Finalmente, Minami empezó a contar sus gratificantes experiencias con el estudiante primate más fuerte, el famoso Shishio Tsukasa, convirtiéndose en el ídolo de Amaryllis por unos momentos.
—Pero lo bloqueé al volver —finalizó la periodista, sorprendiendo a todas.
—¡¿Qué?! ¿Por qué? —cuestionó completamente sorprendida Nikki, quien había estado con Minami la mayoría de las veces que había salido con Tsukasa.
—Bueno… esto es algo que no va para ningún lado y evidentemente no debo ilusionarme con un hombre famoso, y menos siendo que tengo riesgo de demanda por parte de uno de sus amigos —explicó Minami, sorprendiendo aún más a las chicas.
—¿Cómo que tienes riesgo de demanda? ¿Quién te amenazó?
—Bueno… no sé si recuerdan que le tomé una foto a Gen con Elise cuando Gen la abrazó en los kartings; bueno, sus abogados me llamaron y terminé teniendo que firmar una declaración de que no publicaría nada relacionado con Asagiri Gen. Entonces, si llego a publicar algo del mentalista, existen altas probabilidades de que deba enfrentarme a sus abogados, así que prefiero evitar problemas con todo ese grupo. Fue bueno mientras duró, Tsukasa es todo un semental y tiene un cuerpo increíble, pero… no voy a arriesgarme a una demanda —esclareció con tristeza Minami.
—¿También conocieron al mentalista Asagiri Gen? ¡Es una estrella en ascenso! —se impactó Amaryllis—. ¡Oh, por Dios! ¡Yo debí haber ido con ustedes! ¡Quizás habría conocido algún chico guapo que me enamorara! —exclamó con ilusión.
—¡Ja! ¡Ese grupo no tiene nada de especial! Si más bien Nanami Ryusui es casi un acosador obsesionado con Suika —dijo una muy enojada Kohaku. Los celos de su mejor amiga sorprendían a Suika.
—¡¿TAMBIÉN ESTABA NANAMI RYUSUI?! —se impactó mucho más Amaryllis—. ¿Y ESTÁ OBSESIONADO CON SUIKA? —chilló más impactada, volteando a ver a Suika—. ¡No me digan que Suika también perdió su virginidad!
—¡No, no, no! ¡Para nada! —se defendió de inmediato Suika—. Suika está bien, Ryusui es muy caballeroso, aunque es demasiado insistente y suele agobiar a Suika —explicó.
—¡¿Qué?! ¡No me digas que lo rechazaste! ¡Es millonario! —se horrorizó Amaryllis.
—Bueno, pero es que a Suika no le interesa eso. Suika no está interesada aun en el amor —aclaró con tranquilidad Suika.
—¡Ja! ¡Yo protegeré la virginidad de Suika! —afirmó con orgullo Kohaku—. Especialmente de ese millonario degenerado, ¿y si es como Christian Grey?
—¡AH! ¡¿Cómo vas a rechazar un millonario que es como Christian Grey?! —volvió a decir una muy horrorizada Amaryllis—. ¡Ese sería el sueño de mi vida! —dijo con ilusión.
—¡Christian Grey era un degenerado sadomasoquista! ¿Y si Ryusui es así y azota a Suika? Ella es delicada —expuso una muy horrorizada Kohaku.
—Ay, no me lo sigas vendiendo que me emociono más —dijo Amaryllis apretando sus manos y sus piernas mientras se sonrojaba.
—Eres una pervertida, Amaryllis —se burló con diversión Minami.
—¿Tiene algo de malo que le gusten los azotes? —preguntó Kirisame sonrojada y haciendo que todas la miraran con una cara de pervertidas.
—¿Quién diría que Kinro tendría esas actitudes? —indagó Minami.
—Bueno, últimamente rompo las reglas a propósito —dijo una muy ruborizada Kirisame.
—¿Empezaste a salir con Kinro en vacaciones? ¿También tuvieron sexo? —Amaryllis definitivamente estaba impactada ante tantas declaraciones de sus amigas.
—No, no, es más lo de los azotes que realmente haber tenido sexo. Por algún motivo lo de los azotes me enciende mucho y no hemos llegado tan lejos aún. —Kirisame estaba mucho más ruborizada al declarar eso.
Realmente la conversación ya estaba tornándose perturbadora para Suika, quien no tenía nada que aportar. Al menos se sentía tranquila porque Nikki tampoco aportaba nada a la conversación.
—Ay, debí haber ido para California con ustedes… hasta pude haberme quedado con el millonario que no le gustó a Suika. —Amaryllis realmente parecía decepcionada al decir eso.
—¡Ey! Aunque no me gusta, la verdad es que Suika no lo ha rechazado aún.
Si bien era cierto que a Suika no le gustaba Ryusui, tampoco le gustaba la actitud de su amiga sólo pensando en el dinero del chico. Ok, era un fastidio, pero realmente era muy caballeroso y se portaba bien con Suika, así que le parecía injusto que alguien se fijara en él por su dinero.
—¡Ja! Igual no hablaremos más con ninguno de esos chicos —aseguró Kohaku mirando fijamente a Amaryllis—. Así que puedes olvidarte de conocerlos siquiera.
—¿Entonces ya no sigues hablando con ese tal Senku? —preguntó Amaryllis con notoria sorpresa.
—¿Por qué debería de hacerlo? Se supone que era un ligue de verano y ya terminó el verano —dijo encogiéndose de hombros, pero Suika sintió que en su voz había un deje de tristeza.
—¿Pero no dijiste que te gustaba? —Amaryllis parecía no salir de su estupefacción ante cada cosa que se enteraba durante esa noche.
—Me gustó y aun me gusta, pero las cosas deben zanjarse para no terminar en malos entendidos, así que ni yo, ni ninguna de nosotras hablará más con esos chicos —garantizó Kohaku con firmeza, señalando a las demás. Pero Suika sintió que todas querían exactamente lo contrario.
—¡Qué desperdicio! —Fue lo último que dijo Amaryllis, antes de cortar el pastel de cumpleaños de Suika y distraerse con otras cosas.
Definitivamente, según el criterio de Suika, Kohaku estaba escondiendo algo importante sobre sus sentimientos, y la verdad era que Suika esperaba que las cosas no terminaran lastimándola más de lo que ella podría tolerar.
…
Y así termina el segundo capítulo. Sí, usaré la perspectiva de Suika en algunos capítulos, pero esto tiene una razón de ser como ya mencioné al principio, además de que necesitaba explicar los criterios para el amor, aunque también se conocen como los pilares del amor, pero hice una versión adaptada. Espero que les haya gustado y que sigan leyendo esta interesante historia.
Como siempre, les recuerdo que Dr. Stone no es mío, pertenece a Inagaki y Boichi, yo sólo uso los personajes para esta y otras historias, que con mucho amor escribo para ofrecerles lo mejor.
Los quiero mucho y no olviden dejar comentarios que me motivan a seguir escribiendo, especialmente los de mi preciosa Marisol. Besitos, Marisol, disculpa por hacerte sufrir un capítulo más sobre los sentimientos de Kohaku, pero te prometo que en el próximo capítulo compensaré todo eso y te emocionarás muchísimo con lo que viene. En estos días dejaré listo el capítulo para tratar de actualizar la semana que viene.
Besos a todos.
