Capítulo 3: "Traición"

Una pequeña araña negra paseaba tranquilamente por la pared del salón de ciencias. De pronto, al pasar junto a un contacto eléctrico, un raro humo que salió de éste envolvió completamente al bicho. Luego de unos instantes de revolverse violentamente, en sus ojos brilló un extraño símbolo rojo: el ojo de XANA.


La chica bostezó largamente, se estiró, y por fin se decidió a salir de la cama. Un movimiento en la pared le llamó la atención; era una pequeña araña negra que en ese momento se dirigía lentamente hacia el suelo.

-¡Pero qué bonita!- exclamó la pelirroja. Un instante después, el animal se encontraba aplastado y embarrado en el muro a causa de un zapatazo- No me gustan las arañas- la chica volteó a ver el reloj de pared de su habitación- Tengo que darme prisa o llegaré tarde- antes de salir, echó un breve vistazo a un libro abierto que había sobre su buró y que había estado leyendo la noche anterior.


Odd miraba la puerta del salón con ansiedad.

-¡Ya Odd! Te va a dar tortícolis de tanto voltear. Seguro que no tarda en llegar- dijo Jeremie poniendo una mano sobre el hombro de su amigo.

-¿A quién te refieres?

-Pues a Eini, claro- contestó Ulrich por su lado mirando a través de la ventana cómo Yumi se dirigía a su propio salón de clases. Odd sonrió.

-¿Por qué, se nota mucho?- dijo el rubio refiriéndose a su creciente atracción por la chica.

-¿Bromeas¡A diez mil kilómetros a la redonda!- dijo Jeremie poniendo tono de algo muy extraordinario.

Los tres chicos voltearon inmediatamente al ver que la puerta del salón se abría; por ella apareció la tan esperada Eini. Odd puso una enorme cara de felicidad, y sus dos amigos la saludaron levantando una mano.

-¡Hola! Al fin nos honra con su presencia la Bella Durmiente del bosque- dijo Odd alegre.

-Muy gracioso, pequeño. No me retrasé tanto¿o sí? La maestra ni siquiera ha llegado.

-Pues… no tardará en hacerlo. ¿Y desde cuándo me llamas "pequeño"?- cayó en la cuenta de lo que la chica había dicho.

-¿Y tú desde cuándo me llamas "Bella durmiente"?- dijo Eini sonriendo.

Odd iba a contestar cuando la maestra de ciencias entró al salón; se veía un tanto preocupada, tenía el ceño fruncido, y estaba farfullando algo. Como de costumbre, todos los alumnos saludaron al unísono.

-Buenos días, alumnos- dijo la señorita Hertz, no muy feliz que digamos- espero que hayan tenido una buena noche, porque yo definitivamente no- se rascó un brazo- Ojalá esas horrendas arañas no les hayan causado tantas molestias como a mí, al parecer hay una pequeña colonia en la escuela, pero afortunadamente ya se están ocupando del problema.

-¿Acaso invadieron su cuarto, señorita?-aventuró a preguntar un chico en alguna parte del salón.

-Preferiría no hablar del asunto- le contestó cortante la profesora recordando cómo había saltado en una silla, gritando como loca, al ver unas tres arañas en la pared de su habitación. Se giró hacia el pizarrón y comenzó a escribir algo, Odd sólo alcanzó a leer "NEWTON" antes de voltear a ver a Eini suspirando, previendo que aquella sería una muy larga clase. La chica estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta de cuando el par de ojos negros del muchacho se posaron en ella.

-¿Y ahora a ti qué te pasa¿Andas pensando en la inmortalidad del cangrejo?- preguntó él. Eini reaccionó al momento.

-¿Dónde está el esternocleidomastoideo?- Odd se le quedó viendo unos instantes con los ojos muy abiertos y luego sonrió.

-………… ¡Guau, sabes hablar en chino!

-¿Eso es un trabalenguas, verdad?- Ulrich se unió a la conversación.

-Claro que no, si abrieran un libro de vez en cuando tal vez sabrían lo que es- dijo Jeremie con los brazos cruzados.

-¿Y entonces qué es eso, Einstein?- inquirió Odd.

-Un músculo- contestó el rubio de lentes encogiéndose de hombros.

-¡Pero qué obsesión tienen de andarle poniendo nombre a todo¡Bien podría llamarse simplemente músculo!

-¡Señor Della Robbia!

-¡Ah¿S-sí señorita Hertz?

-Dígame¿qué es interacción?

-Emmm… pues… qué será…

-Seguramente una forma de molestar a la maestra de Física- le dijo con los brazos cruzados y la frente arrugada.

-Ah¿viene de interactuar?- dijo tratando de hacerse el chistoso.

-Muy gracioso, señor Della Robbia. ¿Cómo lo aplicaría en Física?

-Ehhhh…

-Las Leyes de Newton bla bla bla… y que dicen que bla bla bla… y que se aplican en bla bla bla bla…- Odd suspiró. Definitivamente esa iba a ser una muuuuuuy larga clase.


-Vamos a explicar bien esto… Pongamos un ejemplo- la maestra comenzó a dibujar algo en el pizarrón- La energía bla bla bla… y que luego que bla bla bla… y que en una feria que bla bla bla… Ahora¿para qué sube el carrito de la montaña rusa?

-Para bajar- contestaron todos los chicos del salón al unísono y luego se echaron a reír. La maestra sonrió ligeramente.

-Obvio que para bajar, pero¿en qué se transforma la energía cinética?- Jeremie levantó la mano.

-En energía potencial.

-Correcto. Ahora que ya todos tienen bien entendidas las leyes de Newton y la Energía potencial y la cinética, quiero que hagan tales ejercicios de la página tal de su libro- un murmullo general de queja se dejó escuchar en el salón.

-¡Jeremie! No entiendo nada de nada- se lamentó Ulrich- ¿Me puedes explicar la primera ley de Newton?- el rubio puso los ojos en blanco.

-Esas leyes son de lo más fáciles Ulrich, si no la entiendes, dudo mucho que entiendas otra cosa- el castaño frunció el ceño.

-Tú eres el genio aquí, Einstein. Ilústrame- dijo poniéndole mucha atención. El chico de lentes miró a su alrededor. Delante de él, Eini batallaba para explicarle a Odd una sencilla fórmula de energía mecánica. Sonrió.

-De acuerdo, te voy a poner un ejemplo- le dijo tomando su cuaderno- Veamos "1° ley de la inercia"- leyó- "Todo cuerpo (Odd) permanecerá en estado de reposo (acostado) a menos que exista una fuerza externa (Eini) que modifique dicho estado de reposo (Odd va tras Eini cuando la ve, o, mejor dicho, alguien empuja a Odd para que vaya tras ella)" ¿Ya entendiste?

-¡Perfectamente, maestro!- dijo Ulrich con alegría. En ese momento la campana que anunciaba el fin de la clase sonó- ¡Salvados por la campana!

-Bueno, creo que dejaremos el ejercicio para después. Nos vemos luego- dijo la profesora saliendo del salón. En su lugar apareció la corpulenta figura de Jim.

-Quiero que todos estén en el patio en cinco minutos- dijo simplemente y salió nuevamente.

-Uy, creo que los maestros no tuvieron un buen despertar hoy- comentó Odd ante tan mal "buenos días".


Jim dirigió sus pasos hacia la bodega donde solían guardar el equipo de deportes. Esa mañana había despertado muy tranquilamente, o al menos todo había sido tranquilo hasta que había encontrado una asquerosa araña en su pasta de dientes y otras tantas caminando por su ropa. Al parecer a la señorita Hertz también le habían causado algunas dificultades.

Se acercó a la puerta de la bodega y giró la perilla empujándola levemente, pero ésta siguió en su lugar. Empujó con más fuerza y sonó como si se hubiera despegado algo viscoso del marco de la puerta. Jim se quedó paralizado cuando la abrió completamente y se encontró con que el cuarto estaba infestado de bichos negros y peludos que ya habían llenado de telarañas todo el lugar.


-Hoy una mariposa se metió a mi cuarto- comentó Odd a sus amigos, que junto con sus compañeros esperaban a que el profesor regresara con lo que tuviera que regresar- Era extraña, nunca había visto una así por aquí. Era completamente negra- Eini dio un respingo cuando escuchó eso.

-¿Y- y qué hiciste con ella?- preguntó un tanto preocupada.

-Pues la dejé salir- contestó el chico extrañado. La pelirroja suspiró aliviada- ¿Por qué?

-¿Eh¡Ah, bueno! Es que, yo…

-¿Era tuya¿Tienes una especie de criadero o algo así?- siguió preguntando el chico divertido al ver que Eini no le podía responder.

-¡Ahem!- la chica tosió un poco- Bueno es que… sip, algo así. No precisamente un criadero, pero…

-¿La trajiste de tu país?- preguntó sorprendido.

-No, esas mariposas son muy comunes en todas partes, pero no precisamente en este lugar. Simplemente traje algunas de donde vivía antes, y creo que les está yendo bien.

-Eso parece. Bueno, ya sé a quién recordar cuando vea una…- Odd vio sobre Eini que Jim se dirigía hacia donde estaban con la cara de quien no sabe dónde está- ¿Y ahora qué les pasa todos¿No creen que los profesores están un poco extraños hoy?- sus amigos voltearon a ver a su maestro.

-¡Todos vayan a su salón¡No quiero ver a ningún estudiante fuera de él¿Entendido?- dijo Jim después de casi tropezar con un estudiante.

-¿Qué? Pero Jim, si apenas acaba de comenzar la…- intentó explicar un alumno.

-¡Váyanse! Me haré cargo del problema.

-Emmm, de acuerdo- contestó el chico sin saber siquiera de qué problema hablaba Jim.


-¿No creen que este ha sido un día muy raro?- preguntó Odd a sus amigos.

-Pues al parecer es por culpa de unas inocentes arañas que están invadiendo la escuela- comentó Yumi- Hasta nos adelantaron el receso para que pudieran fumigar los salones- dijo encogiéndose de hombros.

-Hola, Ulrich querido- los cinco chicos voltearon a ver confundidos a una Sissi con una sonrisita boba en sus labios, que había salido de quién sabe dónde, y que en ese momento acercaba su cara lo más que podía a la de Ulrich, el cual sólo arrugó la frente.

-¿Y ahora qué quieres?- preguntó molesto el castaño.

-¿Qué quiero? Pues vengo a hacerte la mejor de las ofertas que…- el muchacho puso los ojos en blanco y bufó con exasperación.

-Sissi… ¿Hasta cuándo demonios vas a entender que jamás voy a salir contigo?- la chica sólo sonrió.

-Eso es imposible. Rechazar a la chica más bonita de la escuela sería firmar tu sentencia de que jamás vas a salir con nadie- dijo acomodándose el cabello como tratando de lucirse. Odd fue el que respondió, harto como todos de la molesta hija del director, altiva como no había otra, que ni aún pasándole todo lo que le pasaba bajaba de su trono.

-La más bonita de la escuela es Eini, y ella no le ha pedido nada a Ulrich- la aludida se sonrojó notablemente ante esta mención.

-A ti nadie te pidió tu opinión, cabeza hueca- le contestó la morena poniendo sus manos en la cintura, molesta.

-Pero a ti te gusta que te digan que te vayas volar¿verdad?- contestó Odd totalmente exasperado, cruzando los brazos igualmente molesto.

-¡Tú cállate, pedazo de spaghetti! Ahora¿en qué estábamos, Ulrich querido?- dijo Sissi poniendo un tono meloso que nunca antes había utilizado, dirigiéndose al castaño. Eini alzó una ceja ante esto. Yumi, con el puño apretado, ya estaba a punto de contestarle algo a la hija del director cuando la pelirroja la tomó del brazo.

-¿Sabes qué, Sissi, cómprate un bosque y piérdete- dijo Eini con la misma melosidad que la chica había utilizado hacía un momento. Sus amigos estallaron en carcajadas; Eini había exagerado tanto el tono que parecía haber sido un globo el había hablado. Sissi la miró furiosa.

-¡Óyeme, qué te crees…¡Cómprate una alcancía y ahórrate tus comentarios!- una idea cruzó como rayo por la mente de Eini.

-De acuerdo Sissi, si contestas una sencilla pregunta, Ulrich saldrá contigo.

-Ah, de acuerdo, sí claro… ¿Qué!- Ulrich abrió mucho los ojos al comprender la frase.

-¿Qué es el esternocleidomastoideo?- preguntó ella sin hacerle caso al muchacho.

-……¿E-eso se come?- contestó Sissi.

-Esa respuesta es… ¡Incorrecta! La respuesta correcta es: un músculo- Eini puso voz de anunciadora de televisión- Lo sentimos, cupón no ganador, sigue participando.

-¡Son una bola de...!- dijo rabiando la morena. Dio media vuelta y se alejó echando humo por la orejas.

-¡Genial! Tú sí que eres divertida, Eini. ¡Vaya manera de mandar a volar a Sissi!- dijo Yumi muy alegre.

-Bueno, nunca aprende a estarse quieta aunque la ponen en su lugar más seguido de lo que es necesario, así que más vale que se te ocurran más ideas como esas para mandarla a volar- le dijo sonriendo Jeremie a su amiga. Los muchachos comenzaron a caminar platicando muy alegres. Cuando pasaron frente al edificio donde estaban sus respectivas habitaciones, Eini se detuvo en seco. Tuvo una idea. Era su única oportunidad. Sus amigos la miraron extrañados.

-¿Sucede algo?- preguntó Ulrich.

-E-es que me acabo de acordar de que se me olvidó algo en mi habitación- sin decir más, la pelirroja dio media vuelta y se alejó corriendo. Los otros chicos sólo cruzaron miradas y se encogieron de hombros.

-Pues ni hablar¿qué les parece si la esperamos aquí?- dijo Odd. Sus amigos asintieron y se sentaron sobre el pasto.

Aunque su plática era muy entretenida, después de media hora los chicos comenzaron a inquietarse, pues Eini aún no aparecía y ya no se veía algún alumno o profesor por ninguna parte. Decidieron ir a investigar y entraron al edificio por la parte trasera.

-¿Es mi imaginación, o esto se está poniendo cada vez más raro?-comentó Odd al no encontrar a nadie en los corredores. Llegaron hasta la habitación de Eini y el rubio tocó un par de veces. Giró la perilla al no obtener respuesta, pero se encontró con que el cuarto estaba vacío, con la ventana abierta- Chicos, esto me está dando muy mala espina- dijo cerrando la puerta. Justo en ese momento, una voz que salió de la mochila de Jeremie, comenzó a llamarlo con insistencia. El chico genio sacó su computadora portátil.

-¿Qué pasa, Aelita¿Sucede algo malo?

-Tal vez no tan malo, pero sí de lo más extraño- le informó la chica virtual.

-¿A qué te refieres?

-Hace casi veinte minutos sentí cómo algo entró a Lyoko. Y no era un programa ni nada por el estilo, se parecía a la sensación que tengo cuando virtualizas a tus amigos.

-¿Qué? Eso es imposible- el chico se mostró asombrado.

-Yo también lo creí, así que decidí investigar, pero no encontré nada… y justo hace unos momentos Xana despertó. Es demasiado extraño.

-Bueno, no tanto como crees. Eso explica muchas cosas aquí- dijo mirando significativamente a sus amigos, Aelita se desvaneció de la pantalla al comprender el mensaje. Todos asintieron y se pusieron en marcha. Al abrir las puertas que daban hacia el patio, los muchachos no pudieron menos que quedarse con la boca abierta: de todos los árboles colgaban una especie de capullos gigantes de tela de araña que se mecían de un lado a otro, dando a entender que lo que había envuelto ahí eran personas. Unas cuantas arañas se aproximaron a ellos y Yumi se adelantó a aplastarlas sin piedad.

-¡Miren, ahí está Jim!- la chica señaló un capullo tendido en el suelo cubierto de arañas. Ella y Ulrich se apresuraron a tomar unas escobas que estaban a la mano y despojaron al maestro de esos molestos bichos.

-¡Al fin, chicos! Pensé que ya todos estaban cautivos- dijo el hombre, que aún no estaba totalmente envuelto.

-Ustedes adelántense, yo trataré de desatar a Jim- les indicó la japonesa arrodillándose junto a él, y ellos la obedecieron al instante.

-¿Qué? Un momento, van de nuevo a ese lugar secreto¿no¡Averiguaré lo que se traen entre manos, chiquillos!- Yumi, que ya había comenzado a romper las telas de araña, se detuvo mirando con el ceño fruncido a su profesor.

-Bien Jim, pensaba ayudarte, pero ya que te pones en ese plan, creo que no tengo más remedio que dejarte aquí- se levantó sin darle más tiempo de decir otra cosa y se fue corriendo a alcanzar a sus amigos, dejando a Jim gritando y revolcándose en el piso tratando de liberarse sin éxito, no tardando en ser cubierto nuevamente de animalitos negros.


-"Esto es casi exactamente igual a como lo recuerdo"- pensó y se paró un momento a observar a su alrededor. Palpó los dos objetos que pendían a ambos lados de su cadera. Se sintió extrañamente como en su hogar, y su cuerpo fue invadido por una especie de melancolía. Ya se había dispuesto a proseguir con su marcha cuando unas extrañas pulsaciones rojas en el piso hicieron que se detuviera- "¿Pero qué…? Bueno, no cabe duda de que este lugar ha sido modificado infinidad de veces, pero esto es algo nuevo para mí. Como sea, no puedo detenerme ahora"- echó a correr sin prestarle mayor atención a las pulsaciones que se hacían cada vez más intensas.
-Jejeje, hogar, dulce hogar- dijo Odd alegre al llegar a la sala de escáners.

-No sé qué le ves de hogareño a este lugar. Cada vez que venimos, lo hacemos sólo para pelear- dijo Yumi seriamente.

-Mmm, yo lo encuentro muy divertido.

-Pues serás el único- murmuró Ulrich.

-No me apoyes tanto, amiguito- le dijo el rubio enseñándole la lengua.

-Bueno, pues más vale que se preparen para luchar una vez más, porque allá van- les informó Jeremie desde su respectivo lugar. Yumi, Ulrich y Odd entraron a los enormes escáners que servían para transportarlos a Lyoko y fueron virtualizados en un instante. Dispuestos a encontrar a Aelita, miraron a su alrededor. Se encontraban en la zona desértica, y no parecía haber ningún enemigo cerca. Divisaron a la pelirrosa tras una roca agitando una mano para que se acercaran. Los tres chicos se aproximaron corriendo.

-Hola princesa- saludó Ulrich.

-¿Ya localizaste la torre?- preguntó Yumi sin más preámbulos. La chica virtual señalo hacia el frente.

-Sí, se encuentra muy cerca de aquí pero…

-¿Pero…?- Odd cruzó los brazos.

-Desde que sentí que Xana había despertado no he visto ningún monstruo, ni siquiera custodiando la torre activada. No sé, es muy extraño, parece demasiado fácil, y bien podría ser una trampa- los chicos cruzaron miradas.

-Aelita tiene razón, muchachos- dijo la voz de Jeremie- Lo que dijo que sintió puede haber sido un programa que Xana modificó para confundirnos.

-No hay problema, Einstein. Sea lo que sea lo enfrentaremos y lo venceremos- dijo Odd en tono triunfal.

-Intentaré localizar lo que sea que haya entrado ahí. Tengan mucho cuidado.

-Somos el cuidado andante, Jeremie- dijo Ulrich y los cuatro chicos virtuales echaron a correr.


La chica corría sin dirección. El viento hacía volar su largo cabello, el cual la golpeaba en el rostro a cada paso que daba. Temblaba incontrolablemente de pies a cabeza, pero sus piernas se negaban a detenerse. Recordó cómo al salir al patio después de un breve rato a solas en su habitación, había visto una imagen horripilante frente a ella: capullos enormes con personas dentro, y un ejército de miles de pequeñas arañas negras. ¿Acaso esos pequeños y repugnantes bichos habían provocado todo aquello? Se sintió culpable por haber dejado solos a sus amigos con la excusa de que había olvidado algo en su habitación; lo único que necesitaba era un rato a solas. Y ahora estaban cubiertos por esas asquerosas envolturas… al ver el espectáculo de envoltorios blancos por todos lados se había apresurado a regresar corriendo a su cuarto, y luego se vio obligada a salir por la ventana al darse cuenta de que su puerta había sido bloqueada por telarañas.

Al fin se detuvo frente a una puerta que parecía aún no haber sido invadida. La abrió y se metió a esa especie de bodega rápidamente.


-"Bien… definitivamente esto sí que es extraño…"- pensó al ver que la torre de enfrente despedía un aura rojiza- "Y vaya que una noticia nueva… nunca lo había visto. Veamos, si logro acercarme a ella sin que…"- un movimiento bajo la roca donde estaba llamó su atención. Casi se va de espaldas cuando vio a cuatro chicos corriendo en dirección a la torre- "¿Pero qué diablos…!"- pensó con estupor y al mismo tiempo con angustia- "No puedo creer que… esto no puede…"- pensó sin despegar la mirada de los muchachos a los que ya podía reconocer al instante- "Excepto por la chica del cabello rosa… qué raro, sé que la he visto en alguna parte, pero no recuerdo…"- fijó su vista en Yumi- "No lo puedo creer…"- se repitió. Suspiró- "Tendré que hacerme cargo"- se dijo asiendo con fuerza los dos objetos que colgaban a los lados de su cadera.
Los cuatro chicos corrían en dirección a la torre, sin saber que un par de ojos seguían todos sus movimientos de cerca. Desde su lugar, Jeremie miraba perplejo la pantalla frente a él.

-Ya estamos cerca, chicos- dijo Yumi a sus compañeros mientras cruzaban el desierto- Mantengan los ojos bien abiertos, podría… ¡Ahh!- los chicos se quedaron petrificados y pararon en seco. Ante sus ojos, la chica japonesa se fue disipando rápidamente del mundo virtual.

-¡Aelita, corre!- gritó Jeremie. La chica se apresuró a ocultarse tras una roca. Ulrich sacó su espada poniéndose en guardia al igual que Odd. Ambos miraban el lugar de donde había provenido el ataque. Había sido...

Odd saltó con gran destreza esquivando una especie de sable que volaba en dirección a él como una flecha. El arma se clavó en el suelo y se esfumó al instante. Otro sable que se dirigía a Ulrich y que había sido desviado justo a tiempo, también se clavó en el piso y se desvaneció.

-¿Qué está pasando, Jeremie?- preguntó Aelita muy asustada al ver que alguien saltaba de una piedra a otra con suma habilidad esquivando las flechas láser de Odd.

-¡No lo sé! Sea quien sea, logró virtualizarse en Lyoko y ahora está…- el rubio se oía preocupado.

-¡Odd, ten cuidado!- la voz de Yumi lo alertó justo a tiempo de un nuevo ataque dirigido hacia él. Jeremie saltó en su asiento; su amiga había subido increíblemente rápido- ¡No tengo la menor idea de quién sea, pero es demasiado fuerte y muy peligroso¡Logró desvirtualizarme de un solo golpe!

-¿Y cómo diablos pudo meterse aquí!- Odd siguió disparando contra aquel individuo vestido completamente de negro que los acechaba.

-¡Por ahora preocúpate por proteger a Aelita!- le dijo Jeremie con impaciencia.

-¡Odd, adelántate, yo me haré cargo!- le gritó Ulrich triplicándose para cerrarle paso al desconocido- "Desconocida"- pensó al ver las suaves facciones que se adivinaban bajo la máscara que cubría el rostro de su contrincante. Su amigo le obedeció al momento y tomó a Aelita del brazo para seguir corriendo a la torre. El castaño intentó atacar a la chica que tenía frente a sí con sus dos hologramas, pero evidentemente ella era muy ágil y los desapareció al instante, para luego saltar hacia él con sus dos sables en alto. El chico logró detener el ataque con su espada, la cual quedó en contacto con sus opuestos, y tuvo que hacer un poco de esfuerzo para empujar hacia atrás a su rival. Con un rápido movimiento de la filosa hoja, logró hacer que la máscara cayera al piso partida en dos y desapareciera. La chica, desconcertada, retrocedió un poco tapándose la cara con una mano para inmediatamente volver a acercarse al muchacho, sujetando sus dos armas, que pendían a ambos lados de su cintura. Estupefacto y con un nudo en la garganta, Ulrich sintió cómo el par de cuchillas se clavaban en sus costados y lo desvirtualizaban con rapidez. Lo último que pudo ver fue un par de ojos verdes que refulgían como esmeraldas.

-Adiós Ulrich…- murmuró la chica con un poco de remordimiento. Miró en dirección hacia donde había echado a correr el chico rubio y se apresuró a saltar sobre una roca para ir tras él.


Mientras corría detrás de Aelita cuidándole las espaldas, Odd volteó hacia atrás. Vio justo a tiempo cómo su amigo desvirtualizaba dando paso al enemigo.

-¡Vamos Aelita, ya estamos cerca!- le gritó a la chica.

Ésta soltó un pequeño grito ahogado cuando uno de los sables de la otra joven se clavaba en el piso justo frente a ella. Odd volteó a ver rápidamente a la parte alta de una enorme roca. Tragó saliva y abrió mucho los ojos cuando vio unos cuantos mechones rojos flotando sobre la muchacha vestida de negro.

-"No puede ser…"


La chica recuperó el aliento al sentirse segura dentro de aquella habitación. Sin despegar la vista de la puerta, como si temiera que de pronto se desplomaría frente a ella dejando paso a los bichos negros, retrocedió unos cuantos pasos.

-¡Hola!

-¡Ahhh!- pegó un brinco cuando se topó con otro cuerpo tras ella. Volteó rápidamente encontrándose frente a frente con un chico castaño- ¡Theo!- dijo sorprendida- ¿Qué haces aquí?- el muchacho se encogió de hombros.

-Supongo que lo mismo que tú: evitando ser el almuerzo de esas bolas peludas con patas- ella suspiró.

-No sabes el alivio que me da no estar sola aquí- el chico le dedicó una sonrisa.

-Jeje, a mí también me da gusto tener compañía, Sissi.


La pelirroja apareció frente a ellos, con sus dos armas en alto. Odd entrecerró los ojos y apuntó su brazo hacia ella.

-Aelita, aún tienes que desactivar la torre- le recordó la voz de Ulrich.

-Es cierto, allá afuera todo podría estar muy mal- dijo Jeremie.

-Pero…- titubeó la chica.

-Ve. Yo me haré cargo de esto- le indicó Odd sin mirarla.

Aunque con un poco de temor, Aelita obedeció. Pasó corriendo junto a la pelirroja sin que ésta la mirara siquiera, y se introdujo en la torre.

-Qué hay, Eini.

-Gusto en verte, Odd. Aunque hubiera preferido que nuestro encuentro fuera en otro lugar- dijo la chica con un deje de aversión en la voz.

Eini miraba fijamente al chico, con sus dos sables en posición de ataque. Por su parte, Odd le apuntaba directamente al pecho dispuesto a acabar con ella sin ningún miramiento. Como si hubieran planeado ese enfrentamiento desde hacía mucho tiempo, simplemente se prepararon y… Odd sintió cómo uno de los sables se clavaba en su estómago, y Eini un disparo perfectamente dirigido a su pecho que la atravesaba. Ambos chicos se desvirtualizaron al instante.


Jeremie, Ulrich y Yumi miraban la pantalla sin parpadear. Aunque no podían ver lo que estaba pasando, sí podían oírlo, y sabían que ya era un hecho que los dos chicos iban a regresar al mundo real de un momento a otro. Por lo menos Aelita ya estaba segura dentro de la torre. Se dieron cuenta que los dos chicos que se encontraban en Lyoko ya habían dado el golpe definitivo.

-Jeremie, la torre está desactivada. ¿Qué está pasando allá afuera?... ¿Jeremie?... ¡Jeremie!


Las puertas de dos de los escáners se abrieron al mismo tiempo despidiendo una luz blanca de su interior. Eini y Odd salieron de ellos totalmente agotados. Al ver a la chica, inmediatamente el chico fue directo hacia ella. Sus amigos llegaron corriendo a la sala.

-¿Qué diablos haces tú aquí!- casi gritando, Odd tomó de los hombros a Eini poniéndola contra la pared con poca delicadeza y la miró con furia.

-¡Esa es la misma pregunta que yo tengo!- la chica reaccionó de igual manera.

-¿De qué rayos estás hablando¡No tienes ni idea de con qué te estás metiendo¡De con qué rayos estás jugando!- la chica apartó sus brazos con brusquedad.

-¡Pues si estás tan seguro de lo que estoy haciendo aquí, dímelo tú entonces! Miren, no tengo ni idea de qué lado estén, pero será mejor que no se metan conmigo- miró amenazadoramente a cada uno de ellos antes de salir a paso apresurado de la habitación con ira. Todos cruzaron miradas de confusión y preocupación mezclada. Odd permaneció inmóvil, sintiendo cómo su cuerpo temblaba de rabia al sentirse traicionado, aunque aquello era más bien porque no podía aceptar que Eini estuviera en su contra, que por el hecho de que los hubiera atacado en Lyoko.

-No-no importa lo que haya sucedido, Jeremie, aún tenemos que regresar al pasado- se atrevió por fin a decir Yumi.

-S-sí, claro- el chico dio media vuelta y salió de la habitación. Odd no se movió de su lugar. Ulrich ya estaba a punto de poner una mano sobre su hombro pero Yumi lo detuvo moviendo la cabeza negativamente. Ambos salieron dejándolo solo.

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-¡Regresando al pasado ahora!


Jeremie se dirigió a la puerta al oír unos ligeros toques y la abrió. Detrás de ella se encontraba Ulrich, vestido ya con su pijama, con dos cojines en las manos y un gesto de que no quería saber nada de nadie en ese momento.

-¿Qué hay, amigo¿Una pijamada se va a organizar en mi cuarto y nadie me ha avisado?- le preguntó el rubio observando lo que llevaba en las manos.

-Lo siento si soy una molestia… pero no pienso dormir en el patio; demasiado frío e insectos- le dijo el castaño con pena.

-No me digas: te peleaste con Odd- se apartó para dejarlo pasar.

-Está de un genio de los mil demonios. Prefiero dormir en el suelo aquí contigo que estarlo soportando toda la noche.

-Es de entenderse, todos nos quedamos muy aturdidos después de lo que pasó.

-Sí claro, pero eso no justifica que el "pequeño" responda con un gruñido a todo, y que además te aviente un bote de canicas a la cabeza¿o sí?- le dijo acomodando sus almohadas junto a la cama de Jeremie. El rubio sólo suspiró.


Odd miraba la ventana sin expresión. Se sentía mal por Ulrich; en realidad no tenía la menor intención de enfadarse con ninguno de sus amigos, pero necesitaba estar solo para pensar claramente. Por lo menos por esa noche. Un movimiento frente a él captó su atención; era una mariposa negra que se había posado en el marco de la ventana. El chico entrecerró los ojos y la miró con resentimiento.

-"Traidora…"


Hola!

Jejeje.

Sí, ya sé que me van a quemar viva por tardarme tanto en subir este capi, pero además de que no había tenido tiempo (estos últimos dos meses me había quedado a vivir en mi curso y en la escuela) ayer intenté subirlo pero había un problemita con la página. ¡Pero aquí está! Ya no se pueden quejar.Espero que por lo menos estas hojitas de lectura sirvan para recompensar todo el tiempo de espera. Mmm, bueno, me parece que quedó bien.

Por lo menos ya me libré del maldito curso y muy pronto de la escuela. ¡Ya hice mi examen para la prepa! Jejeje. En estos momentos estoy viendo el partido México-Argentina. Jejeje. Emm, cof cof, creo que eso a nadie le interesa.

Bueno, con mi capi ya a la mano para que lo lean, me despido de ustedes esperando que se encuentren muuuuuy bien y que no me regañen mucho por haberme tardado una eternidad.

¡Disfruten de la vida y que tengan un buen día!

KaTmAi