Capitulo dos: Olvidar que todos somos iguales….

Frío….Silencio…

Había llegado

Era un césped frío, húmedo, algo marchito, áspero. Sabía que había llegado: a un entorno oscuro, que se le hacía vagamente familiar, pero no se hallaba en condiciones de reconocer nada… si no fuese por que sus ojos se encontraron con el gran castillo que la acogía cada año a la lejanía, no hubiese adivinado que ese lugar que lucía tan lúgubre en la oscuridad era Hogwarts. Se sentía perdida, con ganas de vomitar, parecía aun mas distraída que de costumbre, con sus grandes ojos azules abiertos al máximo, con esa expresión de perplejidad que tienen todos los que aun no asimilan lo que les ha pasado. No, no lo había asimilado solo hasta sentir que lo que acariciaba entre sus dedos no era el pasto: un cabello de intenso color rojo. Dos cuerpos. Dos expresiones vacías. Dos cuerpos. Dos muertes….

-Ron….

Y un desgarrante grito salio de su garganta en la oscuridad de aquella triste noche.

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-Harry…

Había despertado sobresaltado solo con aquel lamento de inusitada tristeza, sin la necesidad de que Hermione le susurrara a su lado. Lo miraba, atemorizada, con aspecto enfermizo, arrodillada junto al sillón donde no alcanzó a dormitar más de media hora. A su alrededor, en la sala común de Gryffindor, estaba Seamus mirando expectante por la ventana, Dean paseándose de un lado a otro y Neville, inmóvil y tan pálido que parecía un muerto con la excepción de sus ojos abiertos y brillantes. La sala común estaba con los pocos chicos de la casa que quedaban. No más de 30, y casi ningún pequeño. Sus rostros reflejaban temor y lo miraban como esperando una respuesta.

-¿No fue un sueño?- murmuró con voz trémula aferrándose a la mano de su amiga- ¿También lo escuchaste?

No sólo Hermione, sino todos, asintieron con la cabeza, en silencio, como si el hablar los sentenciase a una dolorosa muerte, pero sólo ella se atrevió a decir algo después de las preguntas de Harry.

-¿Qué-que haremos?

-Salir…

Los chicos obedecieron las palabras de Harry como si fuese una orden ineludible del profesor Dumbledore y automáticamente salieron a través del retrato de la Señora Gorda, sin cuestionarse por posibles castigos, olvidando que eran las tres de la madrugada, conscientes que la única cosa que podían hacer era ayudarse mutuamente.

Llegaron afuera velozmente, casi sin darse cuenta, buscando ávidamente entre las sombras nocturnas el indicio de alguien herido, quizás muerto. El eco del grito seguía flotando en el aire como una sentencia desgraciada que nadie quería aceptar, buscaban su rastro atemorizados, como si fuese el peor de los augurios. Harry, mientras tanto, pensaba un montón de cosas a la vez, inevitablemente los recuerdos de Cedric, Sirius y Dumbledore acudieron a su cabeza sin el previo aviso posible. A su lado, Hermione buscaba con su mirada acuosa, temblorosa, en silencio. Se estremeció cuando la voz de Seamus interrumpió el silencio anunciando un hallazgo.

-Por acá…….cerca del lago…..

Todos se acercaron con prisa y vieron como Seamus se retiraba a un arbusto para vomitar, completamente descompuesto y fue en ese momento cuando Harry sopesó lo fuerte de la situación. Corrió velozmente hasta la orilla. Al lado de un gran tronco se encontraba una chica de aspecto ido y completamente cansado, con sus ojos vacíos mirando la nada.

-Luna….

No pareció escucharlo. Murmuraba una melodía con letra incomprensible por la comisura de la boca y movía sus manos acariciando algo….que al principio creyó que solo era césped. Obligándose a mirar mejor, comprendió el shock de la chica: las manos de ella se enterraban suavemente en los cabellos de un muchacho pelirrojo tumbado en el suelo, a su lado una silueta más pequeña, continuaba abrazándolo con fervor, a pesar de que estaba muerta hace ya unas horas. Eran unos rostros tan familiares, alegres lozanos y pecosos que Harry, por un momento, no pudo dar crédito a lo que veían sus ojos… por un momento esperó que sólo fuese otro boggart jugándole una mala pasada como ocurrió en Grimauld Place hace dos años. Su corazón se aceleró y se olvidó de respirar unos instantes. Le escocían los ojos… la verdad era tan dolorosa que se sintió desgarrar por dentro.

-¡NOOOOOOOOOO!

Gritó tan fuerte como lo había hecho Luna, sacándola de su ensimismamiento y al mismo tiempo de sentir a Hermione apretándole con fuerza su hombro izquierdo, silenciosa, pero seguramente con una mirada de incrédulo espanto. Harry, estúpidamente intentó abalanzarse sobre Luna para golpearla y pedirle una explicación razonable a los hechos, pero Dean y Neville lo sujetaron fuertemente hasta que cayó llorando ruidosamente al césped. Estaban callados y sombríos.

-Dos más……Ron y Ginny…- murmuró Luna, mirándolos fijamente a todos y desplomándose de cansancio en el césped

Y como si esas palabras confirmaran que todo lo que ocurría era cierto, Hermione sintió como el nudo que anidaba en su garganta se desataba violentamente, ahogándola en un desconsolado llanto.

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I can blame for the blue blood that runs in my veins

But I seem to forget that we are all the same

¿Somos todos lo mismo? Era algo que siempre dudé y preguntaba con regularidad a mi padre. Siempre insistió en que éramos especiales por pertenecer a una orgullosa y prestigiosa familia de magos de sangre limpia con una antigua tradición….Ser de Sangre Limpia… algo que nunca entendí a cabalidad, pero al fin y al cabo, terminé apreciándolo, al igual que todos mis familiares; excepto los Weasley, claro: tan o más despreciables que todos los sangre sucia del mundo. Fui criado para servir al Señor Oscuro y para odiarlos, pues representaban lo peor de mi clan. Pero que mas daba ser Sangre Limpia y de familia adinerada… ¿acaso por eso era más que los demás? Enamorarse de Ginny Weasley hizo que sus antiguas convicciones se fuesen al carajo. Con ella hasta la sabelotodo le parecía agradable, pero eso era algo que jamás aceptaría en público, le había mostrado que se podía elegir… pero jamás le enseño a dejar la maldad…Cuanto le hubiese gustado… cuanto…

-Draco… es hora de irse- murmuró Nott con dificultad detrás de su máscara de mortífago.

Malfoy dio su última mirada a la hoguera que quizás humearía varios días antes de consumirse. A lo lejos se escuchaban ya esos ruidosos aparatos que aullaban llamados automóvil de los Muggles que perseguían asesinos al igual que los aurors. Si, debían irse……. Irse para dar cuentas al Lord…al Señor Oscuro…

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Capitulo en extremo corto, pues lo basé solo en dos versos de la canción

Pido perdón expresamente por demorarme tanto en actualizar, pero he pasado por diversas cosas y cuestionamientos inútiles en mi vida muggle…..espero ahora estar mas activa

Saludos

CamiL