Spectacular Lincoln Loud One Shots

Apunta y dispara

Nota— Esto se desarrolla como historia secundaria en el capítulo 20 de Spectacular Lincoln Loud (leer antes de comenzar con este shot), como contexto la ciudad está en medio de un apagón con varios supervillanos sueltos de la prisión Rykers y tanto SpiderKid como Hawk Arrow han decidido que pasarán a patrullar durante la mañana.

Para el Capitán Stacy todo era confuso, había pasado tantos años protegiendo la ciudad, pero ahora ni siquiera el sistema de walkie-talkies funcionaba mientras ellos intentaban contener a un villano que ni siquiera estaba seguro si podía considerarse villano como tal, aunque estaba claro que este era de los locos que escapó de Rykers durante la gran fuga, de hecho, Holiday se reía mientras él apuntaba con el arma.

—Ya no los hacen como antes.—dijo el oficial Holiday desde su asiento.

—Manuel Eloganto está bajo arresto.—dijo el oficial Stacy sin dejar de apuntar.

—¡Olé!—exclamó el villano extendiendo una sábana roja a su lado.

—Por el amor de todos los santos, señor Eloganto esta no es una corrida de toros, no está en España… ¿Entiende lo que le digo?—no solía ser racista, pero el hombre seguía agitando su capa esperando que el oficial le siguiera el juego mientras decía palabras con un acento gracioso.

—Vociferaís sin sentidos para el Matador.—dijo dando media vuelta hasta quedar de espaldas a oficial y agitando aún más su manta con ambas manos.

—¿El Mata…?—intentó preguntar el oficial Stacy antes de ver atentamente esa sabana rojiza y su movimiento ondeante con lujo de detalle.

No había notado como el viento ondulaba y provocaba que quisiera arrancarla del muerto cadáver del torero. Cerrando los ojos corrió en dirección al Matador presionando el gatillo de su arma, el cual afortunadamente estaba con seguro. El oficial Holiday no podía creer aquello, Stacy había enloquecido. En tanto el matador con una mano sujetó la capa y con otra la espada con la cual decapitaría justamente a su nueva víctima.

—No debisteis haberos quedado aquí capataz.—dijo el Matador viendo como aquel hombre rubio terminaba en el suelo revolcándose para golpear esa manta roja—¿Acaso no sabéis porque cruce el Atlántico desde mi querida Andalucía?

Levantó la espada para darle fin a su acto justo y benevolente cuando repentinamente sintió que esta se le era arrebatada por una telaraña que estiró hasta quitársela de las manos. En el suelo el Capitán Stacy recobró la cordura y le dio una patada en su tobillo.

El villano sin embargo tomó su capa y comenzó a ondearla de un lado a otro, buscando a su enemigo:

—He escuchado rumores sobre ese niño araña del que tanto hacéis eco en Nueva York.—dijo prácticamente emocionado—¡Olé!

Pero en lugar de atraer de nuevo las telarañas varias flechas aterrizaron a sus pies y sacaron una estela de humo que dejo al malhechor tirado en el suelo junto a Stacy. El oficial entendió rápidamente que no debía respirar aquel aire y comenzó a arrastrarse por el suelo cubriendo su nariz.

—¿Capitán Stacy?—dijo sorprendido SpiderKid saltando frente al hombre y ayudándolo a levantarse—Me alegro tanto de verlo.

—Por una vez estamos de acuerdo, te prefiero en las calles ahora.—dijo el hombre limpiando su uniforme—Pregunta, ¿No estás relacionado de alguna manera con el apagón verdad?

—Por supuesto que no.—dijo el chico intentando sonar seguro.

—De acuerdo, es una amenaza nivel Vengadores, dudo que tu estés metido junto a… ¿Qué hace él aquí?—dijo apuntando al compañero del chico.

—¿Esteisi? ¿Es su nombre?—dijo sin entender el arquero.

—Es mi apellido, Stacy.—dijo el hombre llevándose las manos a su cinturón antes de añadir—¿Hiciste equipo con el arquero asesino?

—Técnicamente es Hawk Arrow.—interrumpió el hombre intentando entrar a la conversación.

—Tu calla, SpiderKid, escúpelo.—dijo el oficial con los brazos cruzados.

—Se lo juro, ya no mata, mire capturamos al Torero juntos.—dijo antes de voltear a ver que el hombre español aún seguía moviendo su pie—Y sigue vivo.

—Nuestro amigo mexicano puede volver a Rykers por mi.—dijo el arquero esposándolo en el suelo.

—Creo que los toreros eran más españoles.—añadió SpiderKid.

—Eso fue lo que dije.—le reclamó el arquero.

—No, España, está en Europa.—le corrigió el chico.

—Araña por favor, México no está en Europa.—comenzó a discutir el arquero, pero la conversación fue detenida porque el Capitán Stacy los separó estirando sus brazos.

—¿Así que ahora ayudan a capturar a criminales menores que escaparon de la cárcel?—dijo aun sin creérselo Stacy—¿Cómo una especie de Vengadores Kids?

—¡No soy un niño!—dijo molesto el arquero.

—No exactamente capitán, pero ayudaremos en lo que podamos.—dijo el niño antes de lanzar una telaraña a un letrero publicitario—Estaremos patrullando todo el día de hoy, si ve a sus oficiales diga que no nos disparen…

—No prometo nada.

Dijo el Capitán Stacy antes de que ambos salieran de su campo de visión y tomase al Matador inconsciente y su espada para dejarlos en la parte trasera de la patrulla de policía.

—¿Por qué no los detuviste? Confías demasiado en los mutantes Stacy.—le dijo molesto el oficial Holiday.

—Sigo siendo el Capitán y, al menos SpiderKid, ha demostrado ser digno de confianza, aunque no me gusta tampoco que se junte con el arquero asesino.—dijo el hombre arrancando el vehículo.

Pero antes de que pudieran avanzar escucharon balas provenientes desde la ventana de un edificio cercano directamente a su patrulla, tanto Stacy como Holiday se ocultaron debajo del tablero, el capitán solo podía pensar en su hija en aquel momento, y lo triste que estaría si algo le pasase.

Pero rápidamente las balas dejaron de sonar para fortuna de ambos policías, ambos voltearon a verse para asegurarse que no tuvieran ningún agujero de bala, pero a pesar de que se había escuchado claramente el metal de la patrulla y varios de los impactos cercanos ni una sola munición impactó a los oficiales.

Lo cual no se podía decir para El Matador, quien en aquel momento se encontraba acostado en el asiento trasero, sus ropas tintadas de rojo en medio de un asiento lleno de agujeros que aun tenían rastros de humo debido al impacto. La mirada perdida del hombre parecía mostrarles a ambos hombres lo cerca que estuvieron de conocer al creador.

—Puta madre…—dijo Holiday abriendo la puerta de su lado de una patada e intentando salir, olvidándose que tenía el cinturón provocando que este le apretara.

—Busca de donde vinieron los disparos.—le intentó calmar Stacy tomando el arma de su funda y saliendo del auto con tranquilidad.

En el techo de uno de los edificios cercanos pudo ver un hombre con una ametralladora apuntando a su dirección, pero completamente inmóvil, debido al ángulo en picada del sol le era imposible ver algo que no fuera la silueta general, aquella figura salió corriendo hasta que la perdió de vista.

—¡Capitán!—gritó SpiderKid dando un salto frente a la patrulla.

—¡AHHHH!—gritó Holiday en pánico parando en su intento de quitarse el cinturón y tomando su arma—¡Fuiste tú!

—Holiday no, ya se fue.—le intentó calmar el Capitán Stacy.

—¡Fue él! ¡No es coincidencia! ¡Quiere rematarnos!—gritaba enloquecido el hombre apuntando a través del cristal del vehículo al niño.

Cuando iba a tirar del gatillo una mano tomó fuertemente su pistola y se la arrebató de las manos, al voltear al lado, notó que aquel era el Arquero Asesino. Holiday continuó gritando mientras se alejaba de la ventana para que este hombre no lo matase.

—Oficial calma…—intentaba pedir el Arquero.

Pero sus palabras no parecían tener efecto, así que tomó el cargador del arma, lo arrojo lejos y le regresó la pistola a Holiday lanzándola a la parte trasera.

—Pero, ¿Qué paso aquí?—dijo sin entender SpiderKid—Capitán, ¿Está usted bien?

—Sí, sí…—dijo el hombre mirando aun a su alrededor—El asesino vino de esa dirección.

Apuntó al edificio donde vio la silueta negra alejarse a toda velocidad.

—¿Lo vio?—preguntó el arquero mirando la parte trasera de la patrulla muy en contra de las quejas de Holiday.

—¡Fuiste tú!—gritaba el oficial aun con el cinturón puesto.

—¿Cuándo he matado a algo con una pistola? Es muy ruidoso y arriesgado, prefiero el arco, tu víctima no se lo espera.—dijo Hawk con los ojos cerrados sin darse cuenta de donde estaba—PERO POR SUPUESTO QUE HABLO DEL PASADO.

—¿Por qué lo defiendes?—dijo el Capitán llevándose una mano a sus sienes por el dolor.

—Sin él yo habría muerto ayer, además me consta que no ha matado.—confesó el chico.

—¿Cuándo ocurrió el apagón?—dijo el Capitán levantando mucho una ceja.

—No… ¿Entonces es en ese edificio es de donde vinieron los disparos?—cambió rápidamente el tema el chico.

—Sí.—dijo el capitán Stacy tomando su arma listo para inspeccionar.

—No.—le corrigió el arquero tomando una de las balas—Estas balas claramente vienen con inclinación, pero no una en dirección Este, sino Oeste a contrapicado del sol para no generar sombra.—apuntó hacia una bodega que estaba del otro lado donde Stacy había visto al criminal escapar.

—Sé lo que vi.—le dijo molesto el Capitán.

—Y conozco la estrategia más básica para burlar a la policía, deja un rastro que lleve a ningún lugar, es lo que hizo el Unabomber con el FBI.—dijo el arquero tomando una de las balas—Esta bala no es estandarizada, hecha en casa.

—¿Qué significa eso?—preguntó SpiderKid quien por una vez se sentía fuera de lugar.

—Irrastreable.—dijeron a la vez el capitán y el arquero.

—El que sea que cometió el delito contra nuestro amigo mexicano sabe perfectamente como evadir a la policía.—dijo rápidamente el arquero entregándole la bala que extrajo al capitán.

—Español…—le dijo molesto SpiderKid.

—Nosotros iremos a investigar en la dirección que vi.—insistió Stacy—Ustedes vayan a seguir la dirección que dice… Él.—dijo mirando con desconfianza al arquero.

—¡No puedes dejarlos libres!—dijo molesto desde el asiento Holiday.

—Buena suerte.

Dicho esto, ambos héroes salieron disparados directamente al techo del almacén donde decía el arquero que provenían los disparos. Rápidamente el hombre comenzó a investigar por toda la orilla, esperando encontrar rastros de pólvora o cartuchos.

—Lo sabía.—dijo presumido el hombre tomando algunos restos grises en el suelo—Tenía un ángulo perfecto para la parte trasera desde aquí.—dijo mirando por el balcón.

—Bien, ahora sabemos dónde lo hizo, pero ni idea de quien sea.—dijo molesto SpiderKid.

—Creo que sé quién es.—le corrigió el arquero.

—¿Qué?—dijo SpiderKid ofendido—Hawk, ¿Por qué no le mencionaste eso al capitán Stacy?

—Confías demasiado en la policía.—le reclamó el hombre subiendo de un salto a una antena parabólica—Además si estoy en lo correcto, le acabo de salvar la vida a tu preciado Capitán.

—¿Qué?—dijo sin entender Lincoln.

—¡Ahí está! Sígueme, y no uses tus telarañas para saltar.—dijo el hombre dirigiendose a un edificio cercano.

SpiderKid estaba molesto, pero no tenía mucha alternativa, así que saltó persiguiendo al arquero, el cual seguía de cerca a una furgoneta hippie, pero de color negro. Esta camioneta pasaba por distintas calles evadiendo siempre los caminos estancados por los diversos choques que había provocado el apagón.

Finalmente, la camioneta llegó hasta un almacén de un supermercado, ambos tuvieron que bajar con delicadeza para no hacer ruido y ocultarse detrás de postes de luz. Vieron al dueño de la camioneta bajar, pero no desde el asiento del conductor, sino desde la puerta trasera, mostrando que dentro tenía equipo computacional y una colección tan variada de armas que algunas eran desconocidas para ambos. Lincoln sentía que aquel hombre debía tener que compensar algo para necesitar tantas armas, puesto que apenas pudo ver por un parpadeo y no alcanzó a contar cuantas había.

Aquel hombre pareció darse cuenta de que lo estaban observando, así que volteó rápidamente de un lado a otro, pero tanto arquero como niño eran más rápidos para ocultarse que el ojo humano. El hombre finalmente entró por una puerta trasera al supermercado con unas llaves especiales.

—Sí es él.—dijo el arquero emocionado.

—¿Quién?—preguntó sin entender Lincoln.

—Niño, no me digas que aún no te das cuenta.—dijo decepcionado el arquero—Nunca pensé llegar a conocer la ubicación de su guarida o de su furgoneta de la muerte?

—¿Furgo qué?—dijo el chico sin entender antes de hacer memoria—Por favor dime que no estás hablando del otro loco de las armas…

—Ni siquiera sabías quien era hace un mes.—dijo ofendido el arquero.

—¿Es el Punisher?—dijo SpiderKid tragando en seco—Hawk, el tipo estaba encerrado en Rykers por un motivo.

—Lo acusaron injustamente, él solo hacía justicia.—dijo el arquero mostrando comprensión.

—No hay justicia en matar.—dijo molesto el niño.

—Dale una oportunidad, sígueme.—dijo el arquero yendo de un lado a otro, hasta que finalmente llegaron frente a la camioneta.

El niño no perdió el tiempo y abrió la parte trasera de la camioneta, notando que los vidrios estaban polarizados para que no se pudiera ver en el interior, dentro había suficiente armamento para una veintena de soldados.

—Este tipo está loco…

—Siempre soñé con esto…

Las reacciones de cada uno a pesar de ser increíblemente distintas no paraban ser de sorpresa por el repertorio de armas. Sabiendo lo peligroso que podía ser el sujeto SpiderKid de una patada abrió la puerta del almacén y entró con toda violencia:

—Sabemos que estás aquí.—dijo molesto viendo de uno a otro lado con el arquero a su espalda.

—¿Frank? ¡Frank Castle soy tu mayor admirador!—decía el arquero sin siquiera tomar su arma.

—Vas a hacer que nos…—dijo molesto SpiderKid antes de que su sentido arácnido le obligara a agacharse.

Desde el techo del almacén una horda de balas se acercó a toda velocidad hacia ellos y algunas de estas pasaron justo donde Lincoln había estado un solo momento atrás. Sabiendo que aquel no era un ataque único se propuso tomar una de las bombas telarañas de Peter, cuando repentinamente sintió a su espalda el arquero aplicando una llave de lucha sobre él.

—¿Qué haces?—dijo molesto el niño.

—Espera, pudo habernos matado por el ángulo en el que está, pero no lo hizo.—dijo el arquero fascinado—¡Enserio eres un hombre de principios!

Lincoln pudo notar en el techo la figura del encapuchado al cual habían estado persiguiendo alrededor de la ciudad sigilosamente, era un hombre que le sacaba casi una cabeza a Hawk, con una gabardina oscura de la cual solo se dejaba ver un chaleco antibalas en su interior el cual tenía como característica principal una calavera blanca, además de unas botas y guantes militares. Lo segundo más remarcable eran dos ametralladoras que tenía a cada mano.

—¿Qué hacen ustedes aquí?—dijo desconfiado el hombre.

—No eres particularmente cuidadoso, simplemente seguimos tu obviamente maligna camioneta.—dijo Lincoln desde el suelo intentando moverse.

Pero el arquero no solo tenía la fuerza como para retenerlo, sino que también había aplicado muy bien la llave de modo que su brazo se torcía más mientras se retorcía, no iba a librarse a menos que rompiera su hombro.

—SpiderKid, he escuchado muchas historias en la prisión sobre ti, ninguna buena.—dijo aquella figura antes de soltar una risotada seca, para Lincoln era imposible leer las intenciones de ese hombre.

—Tengo un curriculum prometedor, ¿Cuál era tu nombre? Tal vez lo agregue cuando vuelvas a la cárcel.—dijo el chico intentando romper su hombro, pero el arquero no se lo permitió—¡Hawk se supone que estamos del mismo lado!

—¿Hawk?—dijo el Punisher sin entender finalmente bajando del techo con un mecanismo de cuerdas y poleas—¿El Arquero Asesino?

—Sabe quién soy…—dijo el Arquero con los ojos brillando, provocando que Lincoln solo se ofendiera aún más.

—También escuché mucho de ti.—dijo el hombre complacido mientras acercaba su mano para estrecharla—Punisher.

—Ohhhh…—el arquero tomó la mano y la estrecho mientras no paraba de agitarse—Hawk Arrow, admiré su trabajo toda mi vida.

—Interesante.—dijo el Punisher al mismo tiempo que se agachaba hacia las manos de Lincoln y tomaba unas esposas—Míralas bien SpiderKid, estas fueron creadas para neutralizar los poderes mutantes.

—¿Qué?—dijo el chico sin entender.

—Mira, lo entiendo, quieres encerrarme, pero francamente yo no quiero volver a las rejas, no aun.—aclaró aquello último mientras tomaba con firmeza ambas manos y les pasaba las esposas—Volveré cuando terminé mi trabajo.

—¿Te refieres a que mataste a más personas que al Torero?—dijo molesto el niño aplastando sus dientes mientras sentía las esposas inyectar algo en su sangre.

—Para empezar, se llamaba el Matador y el hijo de puta era un asesino en serie, con tendencias necrófilas, de alguna manera obligaba a sus víctimas a aceptar ser los toros en su retorcida corrida, después simplemente les cortaba la cabeza a todos.—dijo el Punisher levantándose con ayuda del arquero—No sé si tus papás ya te explicaron sobre la abejita y la flor, bueno, este enfermo lo hacía con las cabezas de sus víctimas.

—¿Qué?—dijeron a la vez tanto SpiderKid como Hawk.

—Sí.—dijo el Punisher claramente esperando esa reacción—El muy idiota lo presumía en Rykers, se ganó un par de golpizas, pero siempre presumía de ser el terror de España.—dijo cerrando los ojos y sacudiendo su cabeza para limpiarla—Ya no podrá hacerle daño a nadie.

—¿Ves?—dijo el arquero satisfecho—Hay gente que simplemente merece morir.

En aquel instante Lincoln se debatía sobre si vomitar o comenzar de nuevo esa estúpida discusión que ya debió haber sido zanjada. Odiaba tanto que el arquero defendiera tanto sus métodos, la Gata robaba, pero al menos ella admitía que estaba mal.

—He hecho justicia contra los asesinos en serie que estaban en el mismo bloque que yo.—dijo el Punisher tomando una libreta y tachando otro nombre de la lista.

—Oh, ¿A ti? ¿Te pusieron en la sección de asesinos en serie? No me digas…—dijo desde el suelo el chico intentando sonar lo más irónico posible.

—Di lo que quieras, la justicia debe hacerse.—dijo el Punisher mirando su libreta—Scott, once víctimas.

—¿Estás planeando ir por alguien más?—dijeron a la vez el arquero y la araña, uno entusiasmado el otro claramente ofendido.

—Sí, el último del bloque.—dijo sin ningún interés—Si no lo hago yo, tarde o temprano volverá a las andadas.

Cerró la libreta con sus anotaciones, la guardo dentro de su gabardina y se dirigió hacia la salida de emergencia, ahora destrozada.

—¿Podemos ir contigo?—preguntó el arquero emocionado.

—¿Por qué no liberas a tu amigo araña cuando yo me vaya?—dijo el Punisher sin siquiera voltear a verlos—O si quieres ven, pero déjalo aquí.

—Lamentablemente lo necesita la ciudad para salvarla de todos los supervillanos que salieron de la cárcel.—dijo el arquero con cierto pésame de no poder aplicar la segunda opción, SpiderKid volteó a su dirección con una mirada penetrante.

—Entonces no me molesten.—dijo el Punisher entrando a su camioneta.

—Por favor, lo callaré.—dijo el arquero tomando parte de la telaraña que estaba en la muñeca del chico.

—No te atrevas Hawk, jamás te dggggrhh ghhh hhhhh.—intentó hablar Lincoln hasta que fue silenciado por su propia telaraña— "Vaya humillación" pensó.

El Punisher pareció analizar durante un momento si valía la pena llevándose el dedo índice al mentón para distribuir sus opciones:

—Tu eres un sucesor digno de mi legado.—apuntó al arquero—Pero él, aun no entiende cómo funciona el mundo.

—Hagámoslo entender.—dijo Hawk emocionado—Déjanos acompañarte, el chico se asqueó con el Matador, déjalo ver lo podrido que está el mundo de primera mano.

—Pero si se libera tu peleas contra él.—dijo el Punisher subiéndose a su camioneta y sentándose frente al volante—Andando.

—Sí….

Y así fue como Lincoln fue arrastrado a la parte trasera mientras que en la delantera iban tanto el arquero como el Punisher, ambos parecían decididos y aunque tuviera la boca descubierta sabía perfectamente que no importase lo que dijera, ambos iban a apuntar para matar.

—Ya lo hicimos a tu manera, deja que él y yo te mostremos como hacemos esto.

Escuchó como a manera de disculpa proveniente de su ya no tan amigo arquero cuando estaban ya conduciendo por las calles.

—¿Y qué hizo este Scott?—preguntó Hawk mientras llevaba ambas manos a los bolsillos de sus pantalones.

—¿Cuántos años tienes?—preguntó Punisher sin dejar de ver el camino.

—Veinticuatro.

—Vaya, aun eres bastante joven.—comentó el hombre complacido—Scott fue muy conocido hace varios años, mató a once personas en una sola tarde, antes de que pudieran detenerlo a él.

—Suena casi como un terrorista.—dijo el arquero molesto.

—Precisamente, no lo hubiera puesto en mi lista antes porque se veía arrepentido, pero desde hace un par de meses lleva intentando escapar y hablando sobre una nueva oportunidad.—dijo molesto el Punisher—Algo en Nueva Jersey.

—Que asco.—dijo el arquero molesto—¿Crees que durante todos estos años solo se arrepintió de que lo atraparan y no de sus acciones?

—Conoces muy bien la mente de estos enfermos.—lo felicitó Punisher.

—Si quiere ir a Nueva Jersey, tomando en cuenta que toda la ciudad está estancada y hay mucha vigilancia en los puentes, intentará tomar un ferri o algo por el estilo.

—Exactamente.—le dijo Punisher con una sonrisa de medio lado—Pero sé por un informante de la policía donde podría estar ocultándose, no lo persiguieron porque estaban más ocupados con otros villanos de Rykers, pero iba en dirección a la bahía norte.

—Hasta que la seguridad de los puertos baje, que rata tan astuta.—dijo el arquero apretando sus puños.

El resto del trayecto le tocó a Arrow y Punisher intercambiar anécdotas de diferentes monstruos a los cuales le pusieron fin. En la parte trasera SpiderKid escuchaba horrorizado, ni siquiera podía taparse los oídos.

La furgoneta del Punisher se estacionó a varias cuadras de un puerto que estaba cercano a la región de Hell's Kitchen, aquello pudo reconocerlo Lincoln por el tipo de construcciones que había. El Punisher tomó un rifle con silenciador de la parte trasera, además de sus dos metralletas y miró a SpiderKid con una ceja levantada:

—¿Seguro que se quedará callado?

—Yo mismo lo llevaré.—dijo el arquero tomando al niño y llevándolo de rehén notando la resistencia del pequeño—Oh vamos, ¿Enserio le tienes pena a alguien que ya mató a once inocentes por un ataque terrorista?

El niño asintió con la cabeza, provocando que los ojos del arquero rodaran de un extremo al otro, por supuesto que el niño iba a intentar ser un santo.

Mientras que SpiderKid intentaba hacer ruido el arquero simplemente lo llevó cargando y tomó sus piernas para que no intentara dar patadas. El niño aun así luchaba, así que el arquero le tapó la boca provocando que el ruido fuera mínimo. Estaban cerca de las costas, pero el edificio en el cual habían estacionado parecía abandonado desde mucho antes que ocurriese el apagón.

—Sé que ahora no lo entiendes, pero pronto lo harás.

Juntos se acercaron hasta la parte trasera del edificio de oficinas donde Punisher había estacionado su vehículo y lo vieron entrar apuntando de uno a otro lado, apenas haciendo ningún ruido. El arquero lo siguió de cerca, aun cargando a SpiderKid, parecía convencido que de alguna manera SpiderKid iba a cambiar de opinión y entender las ventajas de matar a los villanos. El Punisher los guio hasta llegar al sótano, hasta entonces se había mantenido en silencio, pero repentinamente comenzó a acelerar cuando las luces se encendieron, persiguiendo a una sombra que corría de uno a otro lado entre las habitaciones vacías.

El arquero comenzó a ir por un pasaje secundario del sótano, intentando entre ambos rodearlo, para sorpresa del arquero fue demasiado sencillo, cuando las ratas no tienen a donde correr entran en pánico.

Finalmente, ahí estaba el tan proclamado Scott, un hombre en sus cuarentas con barba descuidada y cabello largo castaño que caía por sus hombros, el hombre parecía estar llorando con los ojos entrecerrados mientras tocaba la pared a su espalda como si esperase una salida.

—Scott, un placer volver a verte.—dijo el Punisher apuntando con su ametralladora claramente sin ningún tipo de placer.

—Frank, por favor… Escucha.—decía el hombre entre llantos.

—Ya tuve suficiente de ti Summers, hasta la vis…—pero antes de terminar su oración pudo notar como su ametralladora salió volando hasta chocar contra una estantería a varios metros de distancia.

Antes de poder hacer nada notó un puño pequeño en su rostro que lo derrumbó con facilidad. Lo último que pudo ver antes de caer desmayado fue aquella máscara roja con ojos blancos y líneas de telarañas, ya en el suelo estuvo consiente el tiempo suficiente para escuchar:

—Para tu información, no soy un mutante.—dijo el niño llevándose las manos a sus muñecas.

—Auch…—el arquero tenía una de sus manos en su nariz sangrante, probablemente no esperaba tanta fuerza del niño.

Pero Lincoln estaba hecho furia, sin siquiera pensarlo lanzó unas telarañas a los pies del arquero y las estiró para derrumbarlo. El hombre cayó de espaldas, cosa que el niño aprovechó para lanzar otras telarañas directamente a sus manos, y otra más al pecho, dejándolo completamente inmóvil. A sabiendas que el Punisher en cualquier momento intentaría despertarse no tardó ni un segundo y arrojó varias telarañas hasta asegurarse de dejarlo inmóvil igual que el arquero y luego apuntó a Scott:

—Podrás ser un terrorista y todo, pero tienes tu día de suerte.—dijo el niño apuntando con sus muñequeras.

—¿Terrorista?—dijo Scott confundido.

—¡Ja! Sabemos todo sobre ti.—dijo el arquero desde el suelo—Sabemos que has estado en Rykers encerrados porque mataste a once personas.

—Sí, pero…—dijo Scott claramente afectado por aquellas palabras cerrando completamente los ojos que estaban enrojecidos, lágrimas salían de estos—No es lo que parece.

—Tus lágrimas de cocodrilo no nos conmoverán.—dijo molesto el arquero intentando liberarse pero solo logrando quedar más enredado entre las telarañas.

—Yo no quise que eso pasará, lo perdí todo…—dijo Scott llorando mientras ponía sus manos en posición de plegaria y SpiderKid se quedaba quieto.

—¿Qué hiciste?—preguntó el chico con genuino interés, provocando que el hombre levantase la mirada.

—¡No! ¡No lo escuches SpiderKid! ¡Es un asesino!—dijo molesto el arquero.

—Tú también, y me salvaste la vida ayer.—dijo el chico molesto antes de volver a voltear al hombre y levantar ambas manos en señal de paz.

—Vaya, he escuchado mucho de ti, serías un X-men espectacular.—dijo el hombre limpiándose las lágrimas.

—Ya soy el espectacular spider…—iba a presumir Lincoln antes de detenerse—Espera ¿Dijiste X-men?

—Sí.—confesó Scott abriendo los ojos y mostrando que estos brillaban de rojo como si fueran luces de automóvil—Yo era uno de sus lideres, en aquel momento se me conocía como Ciclope.

—¿Qué?—dijeron tanto arquero como araña sorprendidos.

Ambos escucharon lo que Scott tenía que decir con mucha atención:

No siempre he sido el despojo de hombre que tienen frente a ustedes, yo antes era conocido como Ciclope, líder de uno de los primeros escuadrones de los X-men, cuando la escuela del profesor Xavier fue fundada. No sé si lo recuerden, todo eso fue en los noventa hasta dos mil seis, pero fuimos el primer grupo de superhéroes oficiales junto a los Cuatro Fantásticos. Éramos bastante populares en nuestro momento, yo estuve ahí prácticamente desde el inicio, segunda generación, cuando solo éramos apenas una docena de X-men, vi crecer y madurar a lo largo de doce años a varios mutantes que llegaban a nuestra escuela luego de ser corridos de la casa de sus padres o de ser llevados desde la correccional por ser bandidos. Tratábamos de guiarlos por el buen camino, tuve que educar a mutantes como Gambito, Jubilo, incluso recuerdo cuando Logan se enojó conmigo y John Grey por llevar a varios de los mutantes jóvenes una noche en la ciudad para que convivieran con otras personas.

Lo siento, no trato de justificarme, solo, es doloroso recordar todo eso, pensar que fue mi culpa su desintegración es lo que a veces puede conmigo, pero no, no estoy bien.

Lo que causó mi encierro fue de hecho en dos mil seis, aún recuerdo ese seis de septiembre como si fuera ayer, Magneto volvía a atacar la ciudad con su discurso de odio contra los no mutantes, nada fuera de lo común…

O eso pensábamos, el profesor Xavier me asignó a mi como líder de la misión como era costumbre, era simple, íbamos deteníamos a Magneto, o evitábamos que dañase a los ciudadanos y regresábamos. Pero nunca podía ser fácil con Magneto, no, en esa batalla yo lideré a mi equipo, les dije que fueran a Central Park, deduje que Magneto no tendría suficiente metal en medio de la arboleada.

Pero creo que, por la manera en que me miran ya saben lo que pasó… Sí, detuvimos a Magneto, pero apenas el hombre vio que iba a ser capturado dijo algo parecido a "No, no permitiré que mis hijos crezcan sin su padre". Todos pensamos que era una broma, conocíamos a Erik el tiempo suficiente, no había nada más que odio dentro de ese pequeño hombre. Bueno, normalmente solo era odio, pero aquella vez… Enserio estaba decidido a no ser capturado, nadie sabe aún porque, lo ejecutaron el año siguiente, pero muchos creyeron que básicamente Erik embarazó a alguna de sus seguidoras sin que nadie lo supiera. Cuando los mutantes aun no eran perseguidos por SHIELD me contaron que buscaron muchos niños y niñas nacidas en la ciudad durante dos mil cinco a dos mil siete, sin éxito.

Sí, lo sé, solo le doy vueltas, pero es que entiéndanlo, es mi culpa, y solo mi maldita culpa la razón que los X-men dejaron de existir… Yo fui el que dio la orden de llevarlo a Central Park… Yo fui el que decidió llevar en su equipo a John a pesar de que Xavier había dicho que no. Magneto se defendió con uñas y dientes, todos luchamos lo mejor que pudimos y vencimos, pero el hombre no solo logró herir a varias personas que estaban en el parque, sino que también dio con una tubería en el estómago a John.

De repente en medio del puto Central Park apareció un Fénix de fuego que provocó una explosión que terminó de rematar a algunos de los heridos e hizo que John desapareciera en las estrellas… No, no me miren así, nunca encontraron el cuerpo de John Grey, oficialmente él solo desapareció, pero yo lo vi, ¡LO VI! Al hombre que amé siendo arrastrado en un ave fénix de fuego directamente hacia las estrellas.

Nadie me creyó, claro, ¿Cómo lo harían? Me consideraron mentalmente inestable, tome toda la responsabilidad de lo sucedido, fui a la cárcel y prácticamente al aceptar la culpa provoqué que el gobierno clausurase la escuela de mutantes de Xavier, fui demasiado idiota como para pensar que no intentarían culpar de todas las muertes a los mutantes.

—Juro que eso fue lo que pasó, solo quise cumplir con mi deber, pero todo terminó en desastre.—se detuvo para continuar llorando agachado, claramente aquel hombre estaba muy lejos de la imagen que SpiderKid tenía de un X-men.

—¿Por qué te encarcelaron tantos años?—dijo sin entender SpiderKid—El culpable fue Magneto.

—No, yo di la orden de ir a Central Park, ni siquiera nos aseguramos de que estuviera vacío…—le contradijo Scott—Merecía estar en la cárcel, no solo por lo que provoqué, sino por todo lo que hice a todos los mutantes…

—¿Ves? No todas las personas condenadas son monstruos.—le dijo Lincoln a su compañero.

En aquellos momentos Hawk tenía los ojos cerrados y se encontraba mirando hacia el lado contrario de donde estaban SpiderKid y Scott.

—¿Y por qué Punisher dijo que recientemente encontraste una nueva oportunidad? ¿Qué significa eso?—dijo el arquero ya sin nada que perder.

—Hay rumores recientes que debido a todo el abuso que estaban sufriendo los mutantes Charles volvió a abrir la escuela de mutantes, pero clandestina.—confirmó el hombre sentándose en unas escaleras—No quiero volver a ser un X-men, solo ayudarlo, Charles ha hecho tanto por mi…

—¡No tiene sentido!—gritó el arquero molesto—No eres un monstruo…

—¿Gracias?—dijo sin entender Scott.

—¡No! ¡No lo entiendes!—dijo molesto el arquero levantando la cabeza—¡Te íbamos a matar por tus crímenes!

—Lo sé.—dijo Scott antes de voltear al Punisher—¿Frank?

—Nada me da más asco que los asesinos que se victimizan.—escucharon desde el suelo al hombre.

—Se acabó el teatro Punisher.—dijo molesto SpiderKid—Confiesa y tal vez no te de una paliza.

—Ja… Nunca has amenazado a nadie de verdad.—dijo el Punisher desde el suelo sonriendo provocando que todos temblaran.

—No lo entiendo…—dijo Hawk Arrow también pegado al suelo y ofendido—¿Por qué?

—Porque ustedes no estaban vivos cuando los imbéciles de los X-men seguían operando, ustedes no veían a la ciudad siendo destrozada cada dos semanas.

—¡Nosotros ayudábamos a salvarla!

—De otros como tú.—dijo el Punisher mirando con furia al hombre—¿Cuántas personas murieron en tus otras misiones Scott? ¿Ya les constaste del incidente del noventa y siete? ¿O de cuando varios de los suyos se unieron a Apocalipsis?

Tanto Lincoln como Hawk se quedaron mirando de uno a otro lado, claramente había un motivo por el cual habían encerrado a Scott.

—No es tan sencillo.—dijo Scott de brazos cruzados—No todo es blanco y negro Frank.

—Ja, ¿Entonces porque tu gran amigo Charles sigue ocultándose de las autoridades? Tú no eres una buena persona, conocí a tu calaña, guiaste a tu grupo al Central Park porque querías que no salieran lastimados tus amigos, sin importarte que lastimaras a gente inocente.

Durante un momento Scott pareció quedar pálido y quiso responder, pero tenía algo atorado en su garganta.

—¿Qué pasa? ¿Te comió la lengua un gato?—dijo Punisher mirando a su alrededor, notando todas las telarañas que lo tenían pescado—¿A él no lo detienes SpiderKid?

—Yo…

—Solo quiero pagar mi error.—dijo el hombre atemorizado—No me envíes de vuelta a Rykers…

—Lo siento Scott, Punisher tiene razón, ambos tienen que volver a prisión, cuando termines tu condena entonces podrás…

—¡NO!—gritó Scott molesto retrocediendo y con un rayo saliendo de sus ojos que terminó rebotando en una de las estanterías, desintegrándola en segundos—Por favor…

—Scott, para, te salvé la vida.—dijo SpiderKid apuntando sus telarañas, sin darse cuenta que Punisher estaba retorciéndose demasiado en el suelo.

—Si regreso a la prisión no podré ser útil, solo seré un preso más.—replicó el hombre mirando de uno a otro lado con sus ojos aun brillantes de rojo.

—Tienes que pagar tu condena.—le dijo SpiderKid molesto—No somos quien para decidir cuándo frenarla.

—¿Y si para cuando matarme?—dijo ofendido Scott.

—¡Yo te protegí la vida!—dijo molesto el chico viendo en el aprieto que estaba metido.

—Me envías a morir lentamente, si esto va a ser así, al menos ten piedad y mátame aquí.—dijo Scott lanzando una ráfaga de su laser directamente hacia el Punisher.

SpiderKid intentó interponerse en el camino rayo rojizo, pero no tuvo tiempo sino más que para ver que el rayo impactó justo en las telarañas primero. El Punisher giró sobre su propio eje aprovechando aquello y de un salto se terminó de librar de sus ataduras.

—¡Paren!—intentó detener Lincoln lanzando telarañas a los pechos de ambos adultos y estirando para derrumbarlos al suelo, cosa que logró con Scott más no con Punisher—¡Ni se te ocurra!

Mientras Lincoln de un salto corrió a detener al Punisher fue la oportunidad de Scott para escapar directamente hacia las escaleras, evadiendo por poco una ráfaga de balas que un Punisher intentó acertarle al mismo tiempo que forcejeaba con SpiderKid.

Desde el suelo el arquero rápidamente tomó su cuchillo y de un movimiento cortó las telarañas, no podía creer que de nuevo había funcionado la técnica. El arquero entonces fue notado por SpiderKid.

—Hawk, ayúdame.—pidió SpiderKid mientras usaba de cobertura un escritorio.

—¡No dejes que se escape muchacho!—le ordenó el Punisher dando otra ráfaga de disparos hacia SpiderKid.

Durante un momento Hawk se detuvo a pensar, en aquel momento tenía las dos opciones frente suya, pudo ver a Scott abriendo la puerta superior del sótano y salir corriendo… Sabía lo que tenía que hacer.

SpiderKid escuchó el sonido de una flecha, pero para su desgracia, esta no acertó a Punisher, sino que dio contra la alarma de incendios del edificio y provocó que chorros de agua comenzaran a caer de todas direcciones, nublando tanto su vista como la de su enemigo.

Mientras esos dos continuaban luchando el arquero salió corriendo escaleras arriba con una flecha ya cargada en el arco. Lincoln se encontraba decepcionado de aquello, ¿Realmente podía confiar en él?

A medida que Scott Summers corría por las escaleras de emergencia notó como las luces se apagaban y luego volvían a encenderse, pero esta vez con una tonalidad rojiza, además de una manera intermitente. Al voltear a la parte inferior de las escaleras notó la figura del arquero apuntando hacia arriba, salió impulsado corriendo a toda velocidad.

No iban a impedir que él llegase a la mansión, costase lo que costase, no iba a volver a la cárcel a podrirse, tenía que redimirse con su pueblo también, no solo con los humanos.

Llegó finalmente al tejado, donde encontró que el edificio de al lado estaba al alcance de un salto. Esa era su escape, un puerto donde podría tomar un bote y huir a Nueva Jersey, dio un último sprint para saltar, cuando repentinamente sus dos piernas fueron amarradas por una cuerda que llegó a toda velocidad. Rodó en el suelo varios metros hasta prácticamente caer por la orilla del edificio, pudo ver que al piso debía haber unos cincuenta metros o tal vez cien de diferencia.

Por la misma puerta que él había entrado se encontraba en aquel momento la figura de un hombre de cabellos castaños ocultando su identidad con antifaz y una capucha. Apuntando con su arco letal directamente a Scott, ese era su fin.

Pero notó algo, el arquero a pesar de tener la oportunidad se quedó quieto apuntándole:

—¡Vamos! ¡Termina lo que empezaste!—dijo Scott volviendo a soltar lágrimas—Al menos así volveré a ver a John…

Pero solo notó como el arquero en lugar de mantener la flecha firme comenzó a temblar, como si estuviera debatiendo internamente entre si soltar o no la flecha.

—¿Qué haces?

—¿Por qué liberaste a Punisher si sabes que te quiere matar?—dijo el arquero molesto mirando con los ojos entrecerrados a su víctima.

—No espero que alguien que mata por placer como tú o Frank me entiendan, pero no quiero volver a la cárcel, así que o encuentro la mansión por mi cuenta o me matan.—dijo molesto Scott.

—¿Por qué?

—Para ser alguien de provecho.—dijo Scott sin titubear.

El arquero entonces bajó el arma, sin poder creer lo que iba a hacer, simplemente dijo:

—Tengo un código moral.

—¿Enserio?—dijo Scott sorprendido—Porque hace poco parecías dispuesto a matarme…

—Sí, no eres un santo… Pero tampoco eres un monstruo.—dijo el hombre llevándose ambas manos al rostro—Oh Dios…

—¿Qué?—dijo Scott sin entender mientras con el láser de sus ojos cortaba sus ataduras—¿Te encuentras bien?

—¿Cuánta gente como tú mate? Ni siquiera dudé acerca de lo que me contaron de ti, y aun así estaba decidido que matarte era lo mejor.—dijo molesto—Maté mucha gente horrible en su momento, siempre me decía que eran monstruos… Pero hasta hace poco tú también eras un monstruo.

—¿Y qué cambio?—dijo Scott acercándose.

—Comenzaste a hablar, la mayoría de mis víctimas no tiene tiempo de hacerlo.—dijo el arquero comenzando a soltar un par de lágrimas mientras caía de rodillas—Por Dios…

Scott tenía por un lado la libertad, por el otro un hombre que había intentado matarlo en plena crisis existencial, la decisión debía ser simple, sin embargo:

—Creías hacer lo correcto.—lo tomó de la mano al arquero y ayudó a levantarse—No te conozco, pero no es demasiado tarde para cambiar y ser alguien mejor.—dijo Scott recordando las charlas que tenía cuando era líder de los X-men.

—Ya maté a muchas personas.—dijo el arquero totalmente derrotado en el suelo—No puedo volver atrás, y de cierta manera, no quiero…

—Nunca dije que pudieras volver atrás, dije ser alguien mejor.—dijo Scott viendo directamente al joven arquero a los ojos—Pero es tu decisión el camino que debas seguir.

Hawk Arrow tomó su flecha del pantalón y la acercó al cuello de Scott como si estuviera a punto de cortarle la yugular, pero su mano temblaba demasiado, así que soltó la flecha y cerró los ojos.

—Has que parezca como que me derrotaste.—dijo el hombre mostrando su brazo izquierdo para ser atacado.

Pudo escuchar el rayo de ciclope siendo accionado, sintió el calor cercano a su piel y estuvo a punto de gritar cuando se dio cuenta que todo había terminado, se encontraba intacto, exceptuando por una flecha que estaba tirada a sus pies y carbonizada. Fue entonces que sintió el rostro de Scott pegado a su costado, los labios del hombre chocaron contra su mejilla provocando que el arquero quedara sonrojado.

—Gracias por escuchar.—dijo Scott a su lado sin apartar su penetrante mirada roja en los ojos del arquero—Enserio.

Y dicho esto salió corriendo hasta saltar al siguiente edificio y de este al siguiente, corriendo en dirección contraria al puerto, sabiendo que ahí irían a buscarlo. El Arquero se llevó una mano a la mejilla aun sonrojado y sonriendo mientras veía al hombre alejarse a la distancia.

Se tumbó en el suelo para ver directamente el cielo azulado, aun haciéndose las mismas preguntas de antes, sobre todo por qué Punisher quería que él matase al Ciclope, de todo lo sucedido aquello seguía sin tener sentido.

Al bajar de un salto las escaleras de emergencia notó que el sótano estaba lleno de casquillos y agujeros de balas, así como de telarañas, en medio de la habitación se encontraba SpiderKid tratando de recuperar la respiración, encima suya tenía capturado a Punisher, teniéndolo amarrado de sus muñecas, tobillos y hasta del cuello, dejando solo libre de movimiento su boca y ojos.

—¿Por qué lo hiciste Arrow?—dijo decepcionado el chico.

—Escapó.—confesó el arquero molesto—Tal vez… Tal vez me contaminaste araña… Dudé durante un momento y fallé.

No se atrevía a decir la verdad, no enfrente del niño.

—Pero nunca fallas.—dijo el chico viéndolo y con un tono no muy convencido.

—No tuve el coraje después de lo que nos contó.—dijo el arquero parcialmente la verdad provocando una risotada fría por parte del Punisher.

—Debil… Estoy decepcionado.

Ambos voltearon a verlo, SpiderKid estuvo a punto de silenciarlo con una telaraña en la boca, pero el arquero le hizo bajar el brazo para escuchar lo que tenía que decir:

—Sigo sin entender, ¿Por qué lo querías matar? Se supone que tienes un código moral.

Fue entonces que los ojos del arquero y el Punisher se cruzaron, ambos decididos y molestos, solo que claramente los ojos de Punisher llevaban mucho más tiempo con ese tipo de intercambio de miradas.

—Cuando los matas haces una diferencia de verdad en el mundo, todo es mejor.—confesó el hombre antes de voltear al suelo—Ustedes dos son aún unos niños inmaduros sin el valor para hacer lo necesario.

—Al contrario.—dijo el arquero molesto—Se necesita mucho valor y coraje para hacer lo correcto y no caer en la salida fácil, dejé que me convencieras y casi me vuelves un asesino otra vez, uno sin código moral.—dijo mirando a sus manos que no pudo evitar imaginarlas cubiertas de sangre, cerró los ojos y continuó—¿A dónde te ha llevado ese camino?

—A la prisión.—dijo SpiderKid lanzando bombas telarañas para ver si llamaba la atención de la policía.

—Di tu cuento de hadas favorito cuando quieras.—dijo el Punisher intentando mover sus brazos—Jamás tendrás el valor para hacer lo que haga falta y creer que casi te consideraba como sucesor…

No pudo continuar porque SpiderKid cerró su boca con telaraña antes de añadir:

—No decía nada interesante.

Paso casi media hora hasta que la policía apareció frente al complejo de oficinas abandonado, encontrándose con la sorpresa de ver al Punisher en medio de tantas telarañas, despojado de armas. El Capitán Stacy no muy convencido de que aquel hombre fuera la única sorpresa del lugar fue al basurero de la parte trasera del edificio y comenzó a buscar alguna señal de vida, hasta que desde su espalda aterrizaron ambos héroes.

—Así que… Punisher.—dijo sin voltear a verlos, saliendo ligeramente del callejón para asegurarse que ningún colega policía estuviera cerca.

—Sí, Punisher, aparentemente quería darle caza a un hombre llamado Scott Summers.—confesó SpiderKid al hombre—Pero lo detuvimos entre los dos.

—¿Scott? Scott… Scot…—aquellas palabras le sonaban al Capitán Stacy—¿Ciclope?

—Me imagino, decía que era un asqueroso mutante.—se inventó el arquero.

—Oh, ese loco hijo de perra.—dijo molesto el capitán Stacy.

—¿Qué?—dijeron ambos sorprendidos.

—Bueno, ustedes son jóvenes aún, yo aun estudiaba para la academia, pero puedo recordar el escándalo que ocurrió.—confesó el capitán nostálgico—Nueve civiles muertos y varios heridos en Central Park, la tragedia fue cubierta en todos los canales de noticia, casi como un segundo nueve once.

—¿Por qué?

—De aquellas victimas letales, tres de ellos era una madre con sus dos hijos.—dijo el Capitán Stacy haciendo memoria—El esposo, un militar que había estado de servicio en Irak y que volvió para el nacimiento de su hija quedó malherido por meses en el hospital… Tiempo después lo dejaron salir.

—Y fue entonces cuando comenzaron a morir muchos criminales, ¿Verdad?—hizo memoria el arquero.

—Lo llamaron Punisher, el justiciero de verdad.—dijo el hombre volteando a ver al arquero—Alguien como tú.

A pesar de querer defenderse simplemente se cruzó de brazos y agachó.

—Durante treinta meses la policía intentó detenerlo hasta que finalmente fue encarcelado.—dijo el Capitán recordando con una sonrisa aquello—Aun recuerdo que parte del discurso de graduación de nuestra generación el bastardo de Jim hizo una broma sobre que no nos volviésemos los nuevos Punishers al patrullar la ciudad.

Tanto araña como arquero voltearon a verse antes de asentir y comenzar su retirada trepando de vuelta por los edificios.

—Chicos.—dijo desde el suelo y sin voltear a verlos—Suerte.

Ambos héroes asintieron antes de terminar el recorrido y salieron corriendo hacia el horizonte, de vuelta a la ciudad, probablemente al departamento de la Gata, ya estaba oscureciendo y habían hecho demasiado en su ronda.

—¿Cómo escapaste de mis telarañas si Scott no te liberó?—preguntó SpiderKid en medio de un salto.

—Es lo que te quería decir, tus telarañas son muy fáciles de cortar con un cuchillo.—comenzó a bromear el arquero.

Ambos habían vuelto a sus viejas máscaras, aunque sabían que en el fondo aquella tarde había sido valiosa. Si bien la ciudad estaba en medio de un apagón, ellos eran los faroles de luz que iban a traer la esperanza de vuelta.

—¿Realmente fallaste la flecha? —preguntó el chico confidencialmente.

Pero solo recibió una sonrisa criptica por parte del arquero quien ya estaba preparando su arco para una nueva batalla, sin saber lo que les esperaba aquella semana pesallidesca para la ciudad.

FIN

Notas: Ok, sé que esto debería haber estado en la historia principal, pero tuve que removerlo por cuestión de tiempo del capitulo 20, ya que solo esto ocuparía un tercio del capitulo, y sin desarrollar al resto de personajes, o interrumpiendo el flujo, por eso lo sentí mejor dejarlo como One Shot, en parte tampoco quería dejarlo fuera, y sí, todos los One Shot son canon. Simplemente son más fáciles de escribir porque suelen tratar un tema super especifico en lugar de acomodar todo en un coctel explosivo.