Hola a todos! Gracias a sus reviews, espero que sigan con las historias hasta el último día que será el 2 de noviembre, oh cielos estoy tan nerviosa, a unas horas de que salgan los capítulos nuevos… bueno, sin más que decir aparte de agradecimientos a Thomas Astruc y espero que esta segunda temporada no decepcione… COMENZAMOS!
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Capítulo 12
El otro niño.
Ese día estaba pronosticada una fuerte lluvia con relámpagos y posibles vientos fuertes, el cielo encapotado le hace ver que era verdad. La señora Chamack suspiró al acelerar el paso y al fin llegar a su destino donde su vieja amiga le sonríe apenas verla.
-Nadja, que sorpresa verte temprano. Pensamos que vendrías en una hora.
-Lo siento Sabine pero quise venir antes por la lluvia que pronosticaron.
-Ya veo. Marinette llevó a Manon al parque pero no han de tardar.
-¡Mamá!- y como si las hubiese llamado entraban Marinette y Manon a la panadería, Manon corrió a abrazar a su madre.
-Hola cariño, ¿te divertiste con Marinette?
-Sí, mamá y hoy me hice de un amigo.
-¿Un amigo?
-Se llama Stefan. Lo encontré en el parque y le dije que podía jugar conmigo.- la señora Chamack miró a Marinette, como toda madre le preocupaba con quien se relacionaba su hija pero al ver a la joven reír esta le susurró unas palabras que la tranquilizaron.
-Un amigo imaginario.- la señora Chamck sonríe y mira a su hija.
-Oh, pues me alegro mucho. Pero ya debemos irnos a casa.
-¿Stefan puede venir? No tiene donde ir.- solo sonríe mas ante la inocencia de su hija, era tan adorable.
-Claro que sí. Puede venir con nosotras pero a la cama a las nueve.- voltea a ver a Sabine y a su hija.
-Muchas gracias por cuidar a Manon.
-No te preocupes, siempre es un placer.- responde Sabine y ambas amigas sonrieron.
-Despídete Manon.
-Adiós señora Dupain, adiós Marinette.
-Nos vemos, Manon.- se despidió Marinette al verlas partir. No tardaron en llegar a su hogar y en poco la lluvia cayó. Fue entretenido ver como Manon le mostraba la casa a su amigo imaginario y aprovechó a hacer la cena, no por estar cansada privaría a su hija de una rica comida casera.
-A cenar Manon.- Manon se sentó pero miro con el ceño fruncido su plato de sopa y carne.
-Mamá, falta el plato de Stefan.
-Oh que descuidada.- dijo aguantando la risa y sirvió otro plato siguiéndole la corriente.
-Stefan dice gracias.
-De nada Stefan y espero te guste.- encendió el televisor para ver uno de esos programas de concursos que había a esas horas respondiendo algunas trivias para escuchar a Manon terminar.
-Gracias por la comida.- volteó a ver el plato de su hija y cuán grande fue su sorpresa de ver ambos platos vacíos.
-¡Manon! No debes comer tanto. Te va a dar una indigestión.
-Pero comí lo que me pusiste.
-¿Y el otro plato?
-Ese fue Stefan.- rodó los ojos, bien por esa vez podría dejarlo estar.
-Muy bien. Hora de darse un baño, ponerte el pijama y lavarte los dientes jovencita.- Manon hizo un mohín que encuentra adorable, aquello ya era rutina, le preparó el baño, su pijama y al fin le ayudo a vestirse y a peinarla, cuando Manon estaba lista era su turno de darse un relajante baño. Rato después salió envuelta en una bata esponjosa rosa con una toalla en la cabeza cuando escuchó a su hija reír y hablar en voz tan queda que no podía escuchar qué decía con claridad. Se acercó y abrió la puerta de su cuarto.
-Manon, ¿con quién hablas?
-Jugaba con Stefan mamá.
-Bueno, basta de juegos que es hora de dormir.
-Pero no tengo sueño.- dijo ahogando un bostezo.
-Los niños deben irse a dormir temprano. Te leeré un cuento, ¿qué tal la bella y la bestia?
-Sí, es mi favorita
-Muy bien a la cama.- esperó hasta que Manon se acostase para arroparla.- Érase una vez...- no llegó ni a la mitad del cuento cuando Manon se quedó dormida, la arropó y dejó su habitación dejando solo una luz de noche en forma de elefante encendida. Al llegar a su cuarto se puso un pijama largo sin mangas, tomó un libro y preparó una copa de vino para relajarse en su lectura, ya pasadas las once apagó las luces lista para dormir. Pasaron un par de horas, la lluvia había arreciado de tal forma que parecía que una manguera a presión golpeaba las ventanas. Se despertó cuando una manita fría tocó su hombro, apenas y abrió los ojos, todo estaba demasiado oscuro.- ¿Qué pasa cariño?- graznó por el efecto de haber bebido vino antes de dormir.
-¿Puedo dormir contigo?- fue un susurro pero logró entenderlo bien.
-Claro que sí.- se hizo a un lado y cuando se acostó le arropó.- ¿Necesitas algo corazón?
-Nada. Gracias.- ella sonrió y le abrazó sintiendo su cuerpecito frio.
-De nada. Tapate bien para entrar en calor.- en poco se quedó profundamente dormida hasta que horas después siente una cálida manita mover su hombro mientras abrazaba aun a su hija.
-Mami. ¿Puedo dormir contigo?
-¿Manon? Pero te dije que sí.- dijo demasiado somnolienta y cansada para procesar la información.
-Nop. Se lo dijiste a Stephan, a mí no.
-¿Qué?- y lo siente, algo moverse a lado suyo, todo rastro de sueño y cansancio se desvanece al instante y al voltear... No había nadie.- rápidamente encendió la luz de la lámpara sobre la mesita de noche.
-Stephan dijo que estuvo muy feliz de estar con nosotras pero ya se fue. ¿Puedo volver a invitarlo?- esta vez no responde, atrae a su hija para abrazarla con fuerza, acunándola sobre sus rodillas, demasiado asustada para responder o siquiera por el momento pensar acerca del amigo "imaginario" de su hija.
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Y… espero les haya gustado, muchas gracias a todos! Quién será el siguiente en ser asustado? Y atentos a la segunda temporada, nada de tomatazos, dejen review y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
