Hola a todos! Me alegro tanto que les gusten las historias, espero que las que vienen les sigan gustando XD Esta historia está basada en una historia real. Por favor no traumaos, y aparte de agradecimientos a Thomas Astruc por la serie… COMENZAMOS!
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Capítulo 14
La habitación Royeaux.
Ese fin de semana su padre tenía una cita fuera de Paris, y Chloe no iba a desaprovechar la oportunidad de poder pasear por una hermosa ciudad marítima. Y para no estar sola mientras su padre estaba de negocios había invitado a Sabrina que aceptó encantada apenas tuvo permiso de su padre. Al llegar ese viernes en la noche al hotel Chloe y Sabrina quedaron encantadas por el estilo barroco del lugar en donde, a diferencia de su hotel, la madera era el principal elemento en la decoración. El hombre de recepción les dio una calurosa bienvenida.
-Bienvenidos al hotel Royeaux señor Bourgeois, llevaremos su equipaje a sus respectivas habitaciones. Habitación 25 para usted y para las jóvenes la habitación...- se detuvo al ver la llave disponible con el número 24 y de repente sonrió nervioso.- Permítanme un momento por favor.- el hombre fue a hablar con uno de los de recepción, ambos parecían discutir en voz bajar hasta que el señor Bourgeois se muestra molesto por la espera.
-Disculpe, pero estamos cansados y queremos dormir. ¿Puede darnos la llave faltante?- ambos hombres se acercaron y quien les atendió se veía algo apenado.
-Una disculpa señor es que hemos cometido un error en el registro y esa habitación no está disponible para...
-Ocuparse de momento.- le interrumpió el otro encargado y rápidamente tomó la llave que estaba colgada para dársela al señor Bourgeois.- Pero nos encargaremos de revisar que esté en perfectas condiciones para que pueda ser ocupada enseguida.
-Pues espero sea rápido. Estamos muy cansados.
-Por supuesto señor. Enseguida.- ambos hombres volvieron a alejarse y Sabrina comenzó a tomar fotos del lugar sin percatarse lo cerca que estaba de los encargados.
-¿Estás loco? Sabes que no debes dar ese cuarto.
-No pasaran nada, se irán este domingo temprano, ¿qué puede pasar en dos noches?
-Mucho más de lo crees idiota.- gruñó molesto pero ambos detienen su charla cuando un botones se acerca y ambos van de regreso con los Bourgeois dejando a una confusa Sabrina.
-Ya todo está listo para su estadía señor Bourgeois, esperamos que sea de su agrado.
-Muchas gracias.- respondió con una sonrisa y fueron al ascensor donde Sabrina se sintió algo nerviosa ante la conversación de ambos encargados. Al llegar a su cuarto ambas chicas sonrieron, era una suite donde ambas parecían tener una habitación propia separadas solo por una puerta corrediza de madera, ambas parecían encantadas y más por la vista que tenían de la ciudad de noche.
-¡Es precioso Chloe!
-¿Verdad que sí? Yo diría que es perfecta. Papá dijo que no cenaría, vamos a pedir servicio a la habitación.- en eso Sabrina recuerda lo que escuchó hace un momento.
-Sabes Chloe, escuché a ambos de la recepción decir que este cuarto no debía estar disponible.- Chloe mira a Sabrina por sobre el menú.
-¿Y eso?
-No lo sé. Pero quien nos atendió primero estaba muy molesto.
-Tal vez la habitación estaba sucia y apenas la limpiaron, no le demos importancia. Mira esto, tienen tu favorito.- Sabrina bajó los hombros, Chloe tenía razón, se estaba inventando historias sola. Ya ambas preparadas para dormir cada una fueron a su respectiva habitación. Sabrina con un pijama pantalón de color lila bostezó al ir a la cama mientras que Chloe con un pijama tipo vestido blanco y largo se cepillaba el cabello.
-Buenas noches Chloe.
-Buenas noches, usa la crema que te sugerí antes de dormir, necesitamos cuidar nuestra piel para mañana que vamos de compras.
-Lo sé. Gracias.- Sabrina sonrió, muchos decían que no era cierto pero ella sabía que Chloe había cambiado un poquito, al menos con ella y le encantaba la nueva Chloe. Cuando las luces se apagaron ambas cayeron en un profundo sueño.
Crujido, crujido, era el sonido que despertó a Chloe. La rubia frunció el sueño y estiró su mano a la cómoda a lado de la cama para tomar su celular y ver la hora, la 1:36 de la mañana, ella gruñó y se apoyó con los codos en la cama.
-¿Sabrina? ¿Se te olvidó ponerte tu paladar de nuevo?- pero no hubo respuesta, Chloe frunciendo el ceño se frotó los ojos y por un momento le pareció ver algo moverse en la oscuridad, aquello la despertó agudizando sus sentidos e intentando ver en la oscuridad, se encogió en la cama al escuchar de nuevo ese extraño crujido y con un rápido movimiento su mano fue a la lámpara de la cómoda e iluminó como pudo la habitación. Pero no había nada. Abrió la puerta entre ambas habitaciones y vio a Sabrina dormir tranquilamente. Sintiéndose una tonta Chloe suspiró y cerró la puerta.- Qué tonta, seguro fue mi imaginación.- fue a la cama más tranquila y apagando las luces intentó dormir ignorando de nuevo aquel ruido extraño de su habitación.
Al otro día mientras su padre trabajaba, ambas iban por las calles viendo cada tienda. Pasaron de las tiendas de ropa, a almorzar en una bonita cafetería, y después ver las joyas o complementos hechos en su mayoría de perlas. Al final estaban tan cansadas que regresaron al hotel después de mediodía.
-Habitación 24 por favor.- dijo Chloe a la chica en turno que apenas escuchó el número la típica sonrisa cordial que daba se borró de su rostro.
-Disculpe, ¿qué número?- Chloe rodó los ojos, detestaba repetir las cosas.
-Dije habitación 24, por favor.- la joven revisó algo en la computadora y palideció al ver el Ocupado en el registro de la habitación.
-C-Claro. Ya les doy su llave.- no pasó desapercibido para ambas chicas que algo estaba raro. La recepcionista les dio su llave y su sonrisa parecía una mueca forzada. Al ir ambas al ascensor Sabrina de inmediato habló en susurros.
-Te dije que algo raro había con ese cuarto.
-Pues vamos a averiguar qué es. No me gustan que me guarden secretos.
-¿Y cómo lo haremos?
-No te preocupes por eso. ¿Lista Chat Noir?
-Siempre Ladybug.- ambas sonrieron comenzando el juego. Después de dejar las cosas ambas intentaron hablar con cada empleado con el que se topaban, pero cuando nombraban la dichosa habitación todos parecían querer salir huyendo o inventaban una excusa para no responder. Frustrada Chloe se sentó en su cama y Sabrina suspiró, habían pasado las últimas tres horas así.-Es imposible Chloe, nadie quiere hablar con nosotras.- Chloe se golpeó la barbilla con el dedo índice pensando.
-Debe haber una forma de que alguien hable con nosotras... ¡Lo tengo!- se levantó de la cama y sin más tomó la lámpara encima de la cómoda y la tiró haciéndola añicos.
-¡Chloe! ¿Qué haces?
-Ya verás.- tomó el teléfono y llamó a recepción.- Hola, disculpe pero una lámpara se cayó y se rompió, ¿podría enviar a alguien para limpiar y reemplazar la lámpara? Habitación 24 por favor...- colgó y Chloe sonrió.- Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma.- al poco más de cinco minutos una mucama entró y comenzó a recoger los restos de la lámpara pero Chloe la detuvo casi a media tarea.
-Le quiero hacer una pregunta. ¿Qué tiene este cuarto que asusta a todos?- la mujer se tensó.
-No sé de lo que habla señorita.
-Oh, yo sé que sí. Queremos saber y no saldrá hasta que nos diga o aténgase a las consecuencias, mi padre es alcalde de Paris pero tiene contactos en otras partes.- la mucama observó en silencio a la rubia que no quitó su expresión altanera y al final suspiró.
-Por favor no digan que fui yo.- rogó a ambas.- Verán, hace poco más de un año una mujer con su hija se instalaron aquí, al parecer todo era normal, una mujer con su hijas de vacaciones, nada inusual, hasta que un par de días después nos enteramos que la policía buscaba a la mujer por secuestras a la niña que era su sobrina. Fue horrible, no supe los detalles de por qué la secuestró pero sí escuche que fue algo escabroso.- dijo llevando sus manos a sus ojos como si no quisiera ver alguna cosa desagradable.- Se originó un incendio, justo en este cuarto. Abrieron la puerta y encontraron a la niña en brazos de esa mujer que estaba a punto de... inmolarse con ella, ambas llenas de gasolina. Lograron quitarle a la niña antes de una desgracia pero aquella mujer murió quemada vida… murió aquí.- aquello dejó descolocadas a ambas jóvenes.- Tiempo después cuando la habitación fue reconstruida los huéspedes se iban después de la primera noche diciendo que habían visto... algo. Historias de terror pero ninguno quiso desmentirlas al ver que decenas de clientes decían lo mismo. Y hasta los empleados del hotel al limpiar en la noche temían a lo que veían a veces y que concordaba con lo mismo que decían los huéspedes…
-¿Qué cosa?
-Algo... los mirada en la oscuridad.
Chloe y Sabrina se quedaron en el restaurant del hotel un tanto calladas, muy bien, debían admitir que la historia les provocó escalofríos, tanto así que en vez de pedir servicio al cuarto ahora estaban en el restaurante. El silencio incomodo en poco es roto por la rubia azotando la taza de té en su plato.
-¿Pero qué nos pasa? No vamos a creer en tonterías raras y tontos cuentos. Por favor ya somos grandecitas para eso.
-Pe-Pero lo que dijo de...
-¡Bobadas! Además mañana nos vamos y la noche anterior ¿escuchaste o viste algo raro?
-N-No.
-Allí está. Digo, admito que fue horrible pero hagamos esto, si tienes miedo podemos cambiarnos de habitación. ¿Te parece?
-¡Sí! Lo preferiría.- Chloe asintió, aunque la verdad nunca admitiría estar igual o más aterrada, ya con Sabrina siendo un manojo de nervios tenía más que suficiente. Y fue que al voltear vio a su padre entrar, con una sonrisa alzó su mano para llamar su atención.- ¡Papá!- le llamó endulzando su voz y el alcalde se sentó con las dos chicas.
-Hola chicas, ¿cómo les ha ido?
-Pues bien. Compramos algunas cosas. Pero papá, quisiera preguntar, ¿Hay alguna forma de que nos podamos cambiar de habitación?
-Bueno pues ya que lo dices me quedé algo molesto cuando les dieron la habitación, sospecho que el cuarto tiene algo sino no se hubiesen puesto tan renuentes.
-¿Y?
-Quise solicitar su cambio pero me dicen que todo está ocupado. ¿Ha pasado algo con esa habitación?- Chloe lanzó un bufido.
-La verdad no pero...
-Bien. Recuerda Chloe, soy alcalde de Paris pero no de toda Francia. Pero si llega a pasar algo solo debes avisarme y hablaré con mi colega.
-Bien.- dijo a desgana, no tenía una justificación válida para cambiarse de cuarto, vio a Sabrina y suspiró.
Pronto la noche llegó, durante la cena se habían olvidado del cuarto entre risas y comentarios de la comida y Chloe a veces se mostraba molesta cuando a Sabrina iba pedir platos baratos a su opinión. Pero toda risa se esfumó cuando llegaron esa noche a su habitación. En un silencio incomodo ambas se pusieron sus pijamas pero Sabrina parecía renuente a ir a su cama.
-Ammm, Chloe, ¿te molesta si dejo la puerta abierta?
-¿Qué? No, para nada.
-¿Y la luz encendida?- Chloe rodó los ojos.
-No, Sabrina, no importa. Es más, solo por ti dejaré la mi lámpara también encendida. ¿Te parece?- Sabrina asintió.- Bien. Buenas noches.
-Bu-Buenas noches Chloe.- ambas fueron a sus respectivas habitaciones y se acostaron. Chloe tardó un poco más en dormir pero al final el sueño llegó por el cansancio tanto físico como mental.
Crujido, crujido, crujido, Chloe frunció el ceño molesta por el ruido, pasó su mano por su cara y entonces se dio cuenta que el cuarto estaba en total penumbra. Estiró su mano para encender la lámpara pensando que tal vez al final Sabrina se hubiese decidido a apagarlas pero nada pasó, una y otra vez intentó encender la lámpara pero nada ocurría y se detuvo al escuchar claramente detrás de ella un gemido seco y rasposo. Al voltear Chloe quedó horrorizada al ver a unos centímetros de su cara a una persona completamente oscura pero con grandes y claros ojos verla fijamente. Chloe gritó, y cayó de la cama, había estado tan cerca que un olor agridulce y a ceniza seguía penetrando en su nariz. Sabrina apareció en la puerta asustada por el grito de su amiga.
-¿Qué ocurre Chloe? ¡Aaah!- gritó al ver aquella cosa inclinada sobre la cama de Chloe y al mover el cuello para ver a Sabrina esa persona hizo un sonido de crujir que Chloe reconoció como el de la primera noche. La figura se irguió en un sonido que les pareció horrible y apenas se movió Chloe en un impulso le lanzó las cobijas de su cama encima y corrió con Sabrina empujándola y cerrando la puerta. Sabrina gritó y Chloe al sentir que del otro lado intentaron abrir la puerta esta vio sobre una silla unas mascadas que Sabrina se había comprado.
-¡Sabrina! ¡Dame eso!- la joven de lentes aterrada tomó todas las mascadas y Chloe tomó un par para ejercer su peso sobre la puerta y atar de un extremo a otro las mascadas con la puerta y la atoró. Ambas vieron como la puerta intentó abrirse una y otra vez cada vez con menos insistencia hasta que se detuvo. Las dos chicas suspiraron a lo bajo hasta que escucharon una especie de lamento del otro lado que duró un buen rato hasta que cesó.
El señor Bourgeois no estaba disgustado, estaba furioso. Encontraron a ambas chicas durmiendo en el suelo y encerradas en el cuarto. Chloe y Sabrina le contaron lo sucedido y el alcalde al creer que había sido una broma de mal gusto ahora estaba gritando a quien les dio la habitación que no pudo zafarse ni con el cambio de turno. Se fueron apenas al señor Bourgeois casi le daba laringitis de tanto gritar. En el camino Chloe iba mirando por la ventana del auto mientras su padre intentaba levantar su ánimo. Pero la mente de Chloe estaba muy lejos, ya que cuando las encontraron Chloe y a Sabrina, al salir de su refugio a su cuarto vio las sabanas de la cama con que envolvió a ese ser decadente en el suelo probando su historia ¿De qué forma? También se dio cuenta que mientras dormía esa cosa la había tocado. ¿Cómo lo sabía? Las sabanas de la cama se llenaron de un polvo negro mientras que la manga de su pijama tenia impresa una mano delgada y casi esquelética hecha de polvo y ceniza oscura... Y se juró que la habitación 24 del hotel Royeaux sería el último lugar de la tierra en donde pondría un pie nuevamente. Y ya que recordaba, le debía a Sabrina dos nuevas mascadas de seda.
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Y… espero les haya gustado, fue algo breve pero así paso en la historia real. Gracias por leer, nada de tomatazos, solo reviews y nos leemos en la próxima vez. Cuidado con los fantasmas! XD UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
