Hola a todos! Seguimos por este rumbo del terror. Por aquí, por allá, ¿por dónde se irá? Deberían no confiar demasiado en sus ojos. Un consejo útil. Pero bueno, gracias a todos por leer esta sección, y sin más qué decir… COMENZAMOS!

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Capítulo 26.
Doble.

Marinette se estaba aburriendo a morir. Es decir, la fiesta había comenzado con un éxito total. Pero una hora después cuando Lila llegó, todo mundo estaba más concentrado en sus fantásticas historias que en la fiesta. Era hora de salir huyendo o se ahogaría entre tanta mentira y alabanza hacia la morena.
-Hey, Marinette. ¿Por qué esa cara?- pregunto Alya.- ¿Estas así porque Adrien no vino?
-De repente la fiesta ha perdido su encanto.- dijo tragando el amargo trago sobre cómo dejó ir su crush hacía unas semanas atrás. Pero ya no le dolía tanto como antes.
-Oh, chica. Por favor. No porque el ogro de su padre no le dejo venir, quiere decir que tu no vayas a disfrutar de la fiesta.
-¡Alya, ven! ¡Lila nos está contando como es que rescató a un niño de la india de tigres hambrientos!- gritó Mylene y Marinette rodó los ojos ante esa historia tan inverosímil y poco creíble que aguantó la risa.
-Espera, yo...- ante la duda de su amiga Marinette sonrió.
-Tranquila. Llegare con bien. No es como si mi casa estuviese lejos.
-Lo siento. Te compensaré luego, lo prometo.
Marinette salió de la fiesta antes de ver a su amiga como le besaba los pies a Lila y comenzó a caminar. Había mucha gente por las calles, los turistas aprovechaban para caminar por la llamada tan famosamente Ciudad de la Luz, y los ciudadanos aprovechaban la noche ya fuera en antros o en ese ambiente lleno de romanticismo. Marinette estaba feliz de haber nacido en una ciudad tan bella. Suspiró cuando vio a lo lejos a André regalar un helado a un par de enamorados. Desde la última vez, sentía que algo había cambiado, y no hablaba del sabor, sino en su corazón. Suspiró y siguió su camino cuando se detuvo al notar al frente alguien saludarla entre la multitud.
-¿Adrien?
Era inconfundible, su chaqueta blanca, sus cabellos rubios y esos ojos verdes. Era él. Podría distinguirlo entre docenas.
¿Acaso al final iba a ir a la fiesta?
¿Cómo había convencido a su padre?

Iba a acercarse pero de repente, Adrien se dio la vuelta y comenzó a correr.
-¡Adrien, espera!
Comenzó a seguirlo. Cada tanto, Adrien se giraba y le señala seguirlo, sin decir ni una palabra.
-¿A dónde me llevas? ¿Por qué huyes?- preguntó mientras notaba como las calles iban cada vez vaciándose más y más. También estaban cada vez menos iluminadas. Perdió de vista a Adrien, y al darse cuenta que estaba en medio de un lugar que no conocía, comenzó a ponerse nerviosa y Tikki pudo sentirlo.
-Marinette, esto no me gusta.
-Tienes razón. Sabes, tal vez me confundí y no era Adrien. Mejor volvamos.- se dio la vuelta y se paralizó en el acto al ver a Adrien en la entrada de un oscuro callejón, tan oscuro que no veía nada mas allá.- Adrien... ¿qué haces aquí? ¿Por qué me has traído?
El rubio sonrió, y sin decir palabra, señaló el callejón y le pidió que guardara silencio mientras se adentraba desapareciendo en la oscuridad.
-¡Adrien, espera!
-¡Marinette!- la mano de Luka la detuvo.- ¿Qué haces aquí?
-Luka. Yo...
-Es peligroso que estés por esta zona a estas horas. Ven, vámonos.
-¿Qué haces tú aquí?
-Cubrí el turno de un compañero y te vi correr por unas calles, así que decidí seguirte. Este lugar es peligroso, mucha gente ha desaparecido por esta zona. Pero no has respondido mi pregunta.
-Es que yo... seguía a Adrien.
-¿Adrien estaba aquí?- preguntó sorprendido.
-Sí. Fue raro. Estaba justamente allí, y entró a ese callejón.- Luka frunció el ceño.- ¿No me crees?
-No es eso. Es que justo hace una semana la policía investigo esta zona. Encontraron sangre por un callejón cercano.- Marinette palideció.
-Luka... me crees, ¿verdad? Te juro que a quien vi fue a Adrien.- Luka podía ver en sus ojos una clara sinceridad y el temor plasmados.
-Te creo. Pero vámonos de aquí. Y por si acaso llamaré a Adrien. No me parece que haga este tipo de bromas.

-Él no es así… pero llámalo.- ella asintió siguiéndolo, no deseando estar más en ese lugar y escuchando a Luka llamar a Adrien.
-¿Adrien?
-Hola, Luka. ¿Cómo estás? ¿Ocurre algo?- escuchar la voz de Adrien en el teléfono los hizo avanzar más rápido. Luka apretó la mano de Marinette en el momento en que comenzaron a correr hacia su motocicleta y alejarse de allí.
Detrás de ellos, en el oscuro callejón, unos brillantes ojos los miraron irse del lugar. Una hilera de afilados dientes se abrieron, y el ser hambriento gruñó al perder una presa. Muchos desaparecen sin ser encontrados nunca. Si tenía suerte, no tardaría en encontrar otra presa esa noche, y saciar su hambre por un tiempo.

Y… espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer, dejen review, nada de tomatazos, y sin más qué decir aparte de que estoy emocionada por el especial Miraculous New York en el que comenzarán a trabajar los estudios ZAG… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!