Jajaja…. JAJAJAJAJAJAJA! MUAJAJAJAJA! HE VUELTO! Bienvenidos sean a unas nuevas historias de miedo. Tenemos este año una selección que espero que les guste. Tendremos terror a montones, escarbaremos en sus más profundos miedos y terminaremos este año con el ser más terrorífico que alguna vez haya existido desde principios de los tiempos, pero es mejor que no me adelante. Así pues los personajes no me pertenecen son de Thomas Astruc que NOS DEBES UN ESPECIAL DE MIEDO AMIGO! Así pues sin más qué decir… esperen… ¡Plagg esos dulces son para la noche de brujas!
Plagg: ¡No! Si le llevo a Adrien me dará un queso Monterrey, ese que no pude comprar en Nueva York.
¡Lo chocolatitos no!
Tikki: COMEZAMOS!
…..
Capítulo 33.
Vestido rojo.
Los mercadillos de Paris estaban llenos de objetos fascinantes e interesantes, y perfectos para poder usarlos a favor de alguna mentira pequeña. Lila miraba curiosa, observando qué podría ayudarle para dejar rabiando a Marinette por alguna otra historia que no podría probar. Allí había comprado un collar con el colmillo falso haciendo creer a todos que Jagged se lo había dado para la buena suerte, también una pulsera multicolor que todos pensaron perteneció a Clara Nightingale, y por supuesto cómo olvidar un broche de flor que era del reino de Achú. Era sorprendente como todos caían al escuchar unas palabras agradables.
Siguió su recorrido, vio una brújula antigua, un collar de jade que le llamó la atención y… ¡vaya!- sus ojos se toparon con un elegante y hermoso vestido rojo. Era un vestido sin mangas, con una faja ajustada en la cintura, de corte en V en la parte de arriba con un encaje en diagonal cayendo por la falda en A.
-Está en rebaja.- contestó la mujer del puesto, una mujer de pelo entrecano rubio, con gafas redondas de sol y un chal negro alrededor de su cuello y pecho a pesar del calor.- Si lo quieres puedes llevártelo, está a muy buen precio.
Lila lo miró bien, de repente recordó un vestido similar de Valentino. Buscó en su celular el vestido de la última pasarela y allí estaba, era muy parecido pero ¿quién podría ver la diferencia? Además podría decir que fue un modelo rechazado antes del modelo final y que se lo dieron de regalo.
-¿Cuánto cuesta?
El precio fue tan ridículo que Lila lo pagó sin regatear y se fue de allí con el vestido en una bolsa.
…
Apenas y entró en el instituto causó furor. Caminó con unos tacones rojos de cintas en sus tobillos, se recogió su cabello en una coleta y se puso unos aretes de piedras rojas. Lucía tan adulta que todos los chicos se quedaron embobados y las chicas la miraban con admiración y envidia.
-Lila, te ves fantástica.- dijo Mylene.
-Es verdad, ese color te favorece.- asintió Rose.
-Oh, muchas gracias, chicas. Este vestido me lo mandó Valentino, me dijo que me extrañaba y que si podría ir a su próxima pasarela pero tuve que rechazarle, ya tenía compromisos.
-Oh, hubiese sido espectacular verte allí.- volvió a decir Rose y en ese momento Alya y Marinette entraban al salón.- ¡Chicas! Miren el nuevo vestido de Lila, ¿no es hermoso?
-Vaya, chica, te ves genial. Casi como Ladybug.- Lila intentó no hacer una mueca por el cumplido pero igual sonrió arrogante.
-Yo opino que me veo mejor que Ladybug. ¿No crees Marinette?
-Sí, te queda bien.- respondió intentando ser amable aunque no le interesaba mucho lo que tuviera que ver con Lila.
-Gracias. Fue un vestido exclusivo que me mandó Valentino. Él podría darte consejos de moda, y así verte un poco más adulta. Deberías cambiar un poco tu peinado a algo más juvenil, y tu ropa...
-Sí… no gracias, estoy muy a gusto con mi peinado y ropa.- dijo evitando el tema de su supuesto contacto.
-Oh, como quieras, aunque seguro con el pelo suelto o recogido te verías linda.- Marinette sonrió tensa y se sentó en su lugar. A Lila le satisfizo ver la frustración de Marinette, era un excelente premio por haber pagado tan poco. Se lo merecía por lo de la última vez del viaje a Nueva York.- ¡Adrien! -llamó la chica al rubio.- Mira, ¿te gusta mi nuevo vestido?
-Te queda bien, Lila.- dijo intentando ser amable.
-Gracias, me lo envió Valentino. Bien podrías tú modelar para él también además de tu padre.
-Ya, pero yo…
-¡Ya deja en paz a mi Adrichoo!- exclamó Chloe.
-Oh, pero no estaba haciendo nada malo. Sólo estaba mostrándole mi vestido nuevo enviado por un amigo diseñador.
-¿Ese trapo? ¡Ja! He visto vestidos más bonitos que ese. Ni siquiera parece de buena calidad.- pasó sus dedos por la tela y Chloe la retiró de inmediato.- ¡Ugh! Se siente raro.
-No me importa lo que digas, Chloe.- refutó Lila.- Amo mi vestido nuevo a pesar de todo.- sus compañeros la apoyaron y Chloe se sentó con Sabrina en su asiento, dejándole vía libre a Lila de tomar del brazo a Adrien.- ¿Qué dices, Adrien? Sabes que tú y yo hacemos buena química en la cámara.
-Sí… no puedo.- retiró su brazo de ella con una expresión rara en su rostro.- Yo tengo contrato exclusivo y mi padre me mataría. Y no me interesa modelar más de lo necesario, así que no. Pero gracias.- se sentó en su sintió y Nino lo miró extrañado.
-Viejo, ¿qué tienes?
-No lo sé pero… enseguida vuelvo.- salió del salón con una sensación horrible en su brazo, no era solo el toque de Lila, sino que algo en la tela se sintió extraño.
-Chico, ¿qué tienes?- preguntó asomándose un poco Plagg, extrañado porque Adrien saliera de salón así.
-No lo sé, pero tengo la urgente necesidad de lavarme el brazo entero.
-Pues con semejante lapa te entiendo.
…
Pronto su vestido rojo se hizo sensación y le gustaba mucho usarlo. Todas las chicas la admiraban y los chicos babeaban al verla. Chloe se ponía verde la envidia y Marinette azul de la frustración. El único que no ponía así era a Adrien aunque se comportaba algo extraño, pero lo atribuía a que, para su mala suerte, estaba pasando más tiempo con esa japonesa. Debía idear un plan para que no volviese al colegio. Sin embargo, sentía que su salud no estaba bien, y no era mentira. Ya había varias veces que sentía mareos y debilidad. Estaba tomando todas sus vitaminas, pero veía que estaba bajando de peso y eso fue un problema en su última sesión; todos pensaron que se estaba haciendo anoréxica. No era estúpida. Así que se propuso a hacer una dieta más rigurosa que incluyera todos los nutrientes y proteínas necesarias pero parecía no surtir efecto.
Se despertó ese día con una leve jaqueca y se dio cuenta que tenía puesto el vestido, se había dormido con él puesto. Se levantó sintiéndose de repente muy débil y adolorida, durmió con su celular en mano y no pudo ponerse su ropa de dormir. Revisó pensando que tendría una arruga o dos pero no fue así, el vestido estaba impecable como siempre. Era grato no pasar una plancha por la tela a pesar de que llevaba mucho tiempo usándolo. Al ver la hora se alarmó, se le haría tarde. Rápidamente se peinó y salió corriendo con una barra de granola en mano, una manzana y un yogurt en su bolso.
Al llegar a la escuela se sentía mejor después de comer, estaba riendo y disfrutando de la atención cuando a la hora del receso vio a Marinette buscar irse lo más rápido de allí.
-Marinette~. ¿Quieres sentarte en la mesa con nosotras?
-No, gracias. Debo hablar con el maestro de arte.
-Oh, qué bien. Hablando de eso, un chico me propuso posar para él en una pintura. Pero no sé qué usar.
-Marinette, tú sabes de moda.- dijo Alya impidiendo que su amiga huyera del lugar.- ¿Por qué no le das un consejo a Lila?- la de coletas suspiró, invocando su paciencia e intentando aguantar hacer una mala cara. Miró a Lila de arriba abajo con ojo crítico y al final respondió.
-El blanco es una buena opción, naranja, verde musgo, café claro, rojo cereza y también azul marino son opciones de colores que le favorecerían.
-Oh, bueno, qué suerte que mi vestido sea rojo cereza.
-En realidad el que tenías ayer era cereza, este rojo que tienes es diferente.- Lila la miró extrañada, y luego se rio.
-Marinette, eso no es posible porque tengo el mismo vestido.
-No es verdad.- dijo segura.- La gama de rojos es variada, desde que has llegado con el vestido te he visto con distintos tipos de rojo, este es el cuarto vestido que tienes.
-Es cierto.- constató Rose.- Pensé que eran mis ojos pero el color es más intenso que el de la última vez.
-Vaya, no lo había notado.- se sorprendió Mylene al ver que Rose sacaba una foto y el color del vestido en efecto era distinto.
-Vaya, vaya, vaya.- zureó Chloe que se abrió paso entre las chicas con una expresión burlona.- ¿Acaso te has comprado todas las existencias de ese vestidito barato?- Lila apretó la mandíbula. No quería que pensasen que se compró más vestidos, tenía que ser un error, así que pensó en la mejor forma de salir.
-Oh, cielos. Seguro es por el lavado que le doy. Valentino me dijo que le echara un colorante especial de ropa cada cierto tiempo. Seguro me paso de ello y por eso es que el color se ha vuelto intenso. Aunque claro, siendo un modelo previo del original es normal que la tela sufra cambios.
-Eso debe ser.- aceptó Alya y Chloe hizo un gesto de hastío.- Por eso Marinette creyó que tenías más de un vestido.
-Sí, eso debe ser.- Marinette frunció el ceño, la explicación no le convencía pero era mejor dejarlo estar o la acusaría de intentar dejarla mal.
-Oh…- Lila sintió un fuerte mareo.
-Lila, ¿estás bien?- preguntó Mylene preocupada como las otras.
-Sí, es que esta clase de cosas siempre me hace sentir mal, se me baja mucho la presión.
-Mejor vamos a comer para que te sientas mejor.- sugirió Alix y todas salieron rumbo a la cafetería. Lila de repente comenzó a sentir una horrible picazón.
Crunch
Crunch
Crunch
Comenzó a rascarse de forma disimulada y pequeños calambres comenzaron a esparcirse por su cuerpo.
Al llegar a la cafetería las chicas se ofrecieron a traerle una bandeja de comida, dejándola con Alya y Mylene que no paraban de verla preocupada.
-Lila, ¿estás segura que estás bien?- preguntó Alya preocupada.
-S-Sí, no es nada. Pero la tela de repente me da mucha comezón…
Crunch
Crunch
Crunch
Comenzó a rascarse con más ahínco. ¿Qué era lo que estaba pasando? Las chicas le llamaron, ella intentó calmarse pero los calambres la hicieron encogerse ante los fuertes que eran. Las chicas llamaron a los chicos para que les ayudaran a llevarla a la enfermería, y hasta Alya acusó a Chloe de seguro ponerle polvos pica pica en la ropa, y entonces un extenso dolor atravesó todo su cuerpo. Soltó un gemido adolorido y cayó al suelo encogiéndose de dolor.
Multitud de calambres la estaban atravesando. Eran como mordidas que intentaban penetrar en su piel.
Crunch
Crunch
Crunch
Todos gritaron, y Lila no paraba de retorcerse en el suelo gimiendo de dolor. Los alumnos estaban asustados. La señorita Bustier que fue llamada al lugar intentó calmarla, recostándola boca arriba, pero apenas tocó su hombro, sintió algo húmedo en su palma. Al mirar su mano se dio cuenta con horror que era sangre.
Cuando la ambulancia llegó todos miraron a Lila ser llevada a la ambulancia, dejando un rastro de sangre en el traslado. Todos se sintieron mal al verle, hasta Chloe no pudo evitar refugiarse en Adrien, esta vez de forma sincera ante semejante escena. Y Marinette, a pesar del horror, cubrió su nariz ante el intenso olor de sangre. Siendo también consolada por Adrien al que, Chloe incluso le dejó moverse.
-¿Te sientes bien, Marinette?
-Sí, yo sí… nada más es un mareo por la sangre. El olor y… es tanta sangre.- dijo mirando el charco aplastado que Lila dejó.
-No entiendo, ¿qué le pasó?- preguntó confundido y Nino y Alya negaron con la cabeza.
-Ni idea, viejo.
-Comenzó a rascarse de la nada. Pensé que Chloe le puso polvos pica pica pero esto es… incluso demasiado para ella.
Marinette miró por donde la ambulancia se estaba marchando.
-Ojala que no le pase nada malo.- Adrien puso su mano en su hombro, en otra ocasión hubiese estado conmovido pero tenía la misma confusión y el estómago revuelto ante el olor que había en el lugar.
Ya en la ambulancia los paramédicos comenzaron a buscar la herida que provocaba tal pérdida de sangre.
-¿Dónde está? No la veo.
-¿De dónde demonios sale tanta sangre?- preguntó el otro al ver un hilo de sangre comenzar a caer de la camilla.
-Hay que cortar.- comenzaron a cortar el vestido y al hacerlo más sangre salió despedida como si cortaran piel en vez de tela.
-¡¿Qué mierda?!- el suelo, las paredes y el techo de la ambulancia se llenaron de sangre y al llegar al hospital, los médicos se horrorizaron al ver tal escena dantesca y a Lila inconsciente y pálida en la camilla. Al final, no encontraron absolutamente ninguna herida en ella.
Su madre llegó corriendo al hospital, a Lila tuvieron que hacerle una transfusión de emergencia y cuando la doctora llegó parecía un tanto confundida.
-Hemos hechos algunos estudios y notamos que su hija sufre de anemia.
-¿Anemia? No lo entiendo. Lila come bien y siempre está en movimiento.- explicó su madre suponiendo la vida de su hija de lo que escuchaba de ella.
-Revisamos a su hija, no entiendo cómo pero de camino hacia acá sufrió una importante pérdida de sangre. Sin embargo no encontramos herida alguna que expliqué aquello. Por lo que deberemos tenerla en observación unos días para poder descartar algún padecimiento de la piel.
-¿De la piel?- preguntó Lila.
-Creemos que puedes tener equimosis, ya que si bien no encontramos heridas abiertas sí encontramos serios moretones que pudieron crear sangrado. ¿Alguien te ha golpeado? ¿Has sentido dolor sin razón?
-Eh… yo…- hubiese sido una perfecta oportunidad de culpar a Marinette, volverla la culpable de sus heridas pero estaba tan mareada en su estado convaleciente que apenas y logró poner las ideas en su lugar.- No, nadie… pero sí he sentido calambres.
-Entiendo. La mantendremos en observación una semana con dieta especial. No deje que se levante de cama durante las siguientes horas. Comenzaremos los exámenes cuando te estabilices.
Cuando la doctora se fue, Lila se giró a su madre.
-Mamá… mi vestido.
-No te preocupes hija, preguntaré por este, por ahora duerme.- Lila obedeció, dejándose vencer por el cansancio. Al comprobar que estaba dormida, su madre fue a recepción para preguntar sobre el vestido de su hija. La asistente se movió nerviosa.
-Una disculpa, madame, pero como los asistentes tuvieron que buscar el origen del sangrado tuvieron que romper el vestido.
-Válgame, era el favorito de mi hija. Bueno, le traeré ropa de casa, muchas gracias.
Regresó a la habitación, luego la enfermera se levantó de su puesto para ir bajar las escaleras y reunirse con la doctora en el sótano, sumando también a la enfermera en jefe y los dos camilleros frente al horno de cremación.
-Esto no va a salir de aquí, ¿lo han entendido?- habló la doctora con tono duro.- Igualmente nadie nos creería si esto se sabe.
-¿Y qué vamos a hacer con eso?- preguntó la enfermera en jefe, mirando los restos del vestido sobre una camilla de acerco.- la doctora abrió el horno ya encendido.
-Lo que se debe hacer con una abominación así. Y si alguien pregunta no saben nada- los camilleros empujaron la camilla hacia el fuego y cerraron las puertas.
Desde la pequeña ventana la doctora vio la tela comenzando a arder, pero no de la forma normal en que ardería la tela, sino que comenzó a ennegrecerse poco a poco hasta que de la nada escucharon un quejido proveniente del interior. La enfermera corrió fuera de allí asustada y los camilleros no tardaron en hacer lo mismo. Sólo la doctora y la jefa de enfermeras se quedaron, observando cómo ardía ese vestido similar a como lo haría la piel humana.
….
Y… espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Así pues dejen review, nada de tomatazos, acepto bebidas de temporada y postres, y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
