Hola a todos espero que estén bien, les deseo sonrisas a todos pero recuerden que estamos en el mes de los sustos! Así que he aquí comenzamos con una nueva historia. Shhh, no hagan ruido, vayan por su manta que la historia ahora leerán cuando diga… COMENZAMOS!

….

Maniquí.

Buenas noches, el centro comercial cerrará en 30 minutos. Favor de finalizar sus compras y dirigirse a la salida. Gracias por venir.

Rose miró hacia el techo, incapaz de encontrar el altavoz del lugar con sus bolsas en mano.
-Oh, cielos, debo irme ya. Voy a llamar a mamá.
Su cumpleaños había sido hace un par de días, tuvo una gran fiesta con sus amigos, comió mucho pastel, recibió regalos y su familia le dio dinero para que se comprara un conjunto o accesorios de su gusto. Ya tenía un vestido blanco con mangas de tul, unos zapatos, maquillaje, y le hubiera encantado un bolso nuevo pero no encontró ninguno de su gusto.
Pasó por las tiendas, mirando a los pocos compradores que comenzaban a dejar el lugar. Era extraño que la enorme tienda estuviera casi vacío siendo que a todas horas era muy concurrido. Estaba lista para irse finalizando sus comprar cuando lo vio. Un bolso de mano blanco con correa larga y bordado en rosas rosadas. Era hermoso pero no tenía etiqueta de precio.
-Oh, cielos.- miró a todos lados. Los empleados parecían haberse ido también con el aviso y no había nadie más alrededor. ¿Cómo era posible que la poca gente restante hubiese desaparecido así como si nada? Estaba a punto de darse por vencida cuando una sonriente mujer rubia apareció de la nada.

-Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarla?

-Oh, buenas noches, es que necesito saber el precio de este bolso.

-No se diga más, pase a caja por favor.- Rose fue a caja, mirando de reojo a la mujer que con una amplia sonrisa pasó el bolso por el lector.

-€19.99.

-Oh, vaya… me falta €1.99.- dijo con desilusión y la mujer emitió un leve murmullo y luego se agachó a su altura con los ojos entrecerrados como medias lunas.

-Sabe, tenemos bolsos similares pero más baratos, y vi uno muy parecido a este en el almacén.

-¡Oh, cielos! ¿En serio?

-Claro. Venga conmigo y le mostraré.

Rose asintió y siguió a la empleada, vio su gafete, pero este estaba en blanco. Eso le pareció extraño, ¿no todos los empleados tenían su nombre y foto en los gafetes? Por un momento sintió una punzada de desconfianza en su pecho. ¿Debería irse? Sería conveniente regresar mañana temprano, ¿no? Es decir, no necesitaba un bolso con urgencia. Pero siquiera pudo abrir la boca la empleada presionaba el botón del sótano. Rose se dio cuenta que la había seguido hasta el elevador como un corderito inocente mientras divagaba en sus pensamientos. Ya no le gustó estar cerca de esa mujer, sonreía todo el tiempo y sus ojos eran extraños, como si estuviese riendo por dentro. Pasaron varios pisos, Rose miró con nerviosismo la pantalla que marcaba en qué piso estaban y al llegar donde debía ser estacionamiento, vio una extraña distorsión que apagó la pantalla. Tragó duro. Eso tenía que ser un error, ¿verdad? La puerta se abrió, pero no estaban en el sótano, o al menos eso quiso creer Rose, era un lugar oscuro, apenas iluminado por la luz del ascensor que iluminaba unos cuantos metros lejos, y lo peor, además de su oscuridad, había un silencio perturbador que tapó sus orejas.

La mujer entonces salió y señaló a Rose que saliera.

-Lo sentimos, las luces a veces fallan, el interruptor está del otro lado, ¿puede venir conmigo? Así no nos perderemos.

-Yo, amm, claro…- su desconfianza subió a niveles críticos. Apenas dio un paso afuera del ascensor, su mano presionó otro botón del piso superior al azar.

«Corre»

«Debes huir»

«Te pasará algo»

« ¿En qué lugar un botón de encendido está en el fondo?»

« ¡Corre!»

Eran los pensamientos que la estaban alertando. La mujer que había avanzado hasta casi desvanecerse con las sombras se detuvo al escuchar la campanilla del ascensor anunciando el cierre de puertas.

SWIIISH

A pesar de lo oscuro que estaba, vio el claro movimiento y el sonido de la cabeza girar hacia atrás hizo que Rose diera un salto hacia el ascensor que casi se cerraba. La mujer corrió hacia el ascensor y su mano y cabeza quedaron atoradas entre las puertas, incapaz de salir y alzando su cabeza hacia ella que ahora era tiesa y sin movimiento.

-¡Tenemos su bolso! No se vaya. Aquí tenemos toooodo lo que quiere.- habló entre risas con una voz chillona y mecánica. Rose contemplaba con horror su cara, dura y lisa, sus ojos de cristal y una boca tiesa pero de la que salía esa voz.

Un maniquí.

Esa mujer era un maniquí.

Rose gritó y en su desesperación golpeó la mano y cabeza con sus bolsas. La cabeza cayó y sus dedos se desarticularon regándose por el suelo. La puerta se cerró y el ascensor avanzó hacia arriba. Mientras miraba con terror a la cabeza que rodó hacia una esquina, con la mirada en la puerta.

La puerta se abrió y un guardia al verla se sorprendió.

-Señorita, ¿qué hace aquí? Estamos a punto de cerrar, debe irse.

-Y-Yo…- su voz temblaba.

-¿Le ocurre algo?- ella negó y salió corriendo de allí con sus bolsas jurando nunca pisar ese lugar ni aunque hubiese barata. El guardia se quedó confundido y miró el interior del ascensor. Observó la cabeza del maniquí y los restos de dedos. Pisó uno de estos que se rompió bajo sus suelas y presionó un botón antes de salir de este. Las puertas se cerraron, el guardia regresó a su posición inicial, y cuando una linterna lo iluminó, el guardia de seguridad del edificio lo miró confundido y le acomodó la gorra.

-Qué raro. Juraría que la linterna de este maniquí estaba encendida.- dijo dejando al maniquí uniformado, antes de terminar de revisar la tienda y poder cerrarla, sin notar detrás suyo al resto de maniquíes en la tienda lo miraron al pasar.

…..

Y… espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, acepto bebidas y dulces de temporada y si tienen calabaza mejor, así pues sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!