Hola a todos! He aquí trigo una pequeña historia para temblar, así que bienvenidos los valientes que dos cantantes sabrán lo que es pasar una noche de sustos por culpa de un fantasma, así pues… COMENZAMOS!
….
Capítulo 41.
Estuche.
Algunas veces Jagged y Anarka se reunían para recordar sus viejos tiempos. Hablar, pelear, comer, y sobretodo reírse. Les encantaban pasar tiempo juntos, y Penny se ponía feliz cuando veía a Jagged reír así.
-Recuerdo esa vez en la que casi le rompes la cara a nuestro antiguo representante.
-Bien que se lo merecía esa rata. ¡Nos estaba robando!
-Ya, pero éramos demasiado jóvenes para saberlo.- miraron por la ventana del café del hotel a algunos niños disfrazados para Halloween. Y Jagged sonrió de lado.
-Hey, te acuerdas de… tu sabes.- susurró a lo bajo de forma tétrica y Anarka saltó de su asiento.
-¡Oh, no! Calla insensato.
-Veo que te acuerdas.
-Como si pudiera olvidarme de tal abominación.- se quejó la pirata y Penny los miró confundidos. Entonces Jagged explicó.
-Es un suceso extraño que nos sucedió cuando éramos más jóvenes y apenas iniciábamos en el mundo de la música. ¿Quieres escuchar una historia de miedo?
-Sí, claro.- dijo la pelirrosa interesada y Anarka alzó sus manos en señal de resignación.
-Bien, en ese entonces…
…
Una fuerte lluvia caía por la ciudad y ambos músicos corrieron intentando protegerse lo más rápido posible de aquel aguacero, llegando hasta los techos de hule del hotel en el que estaban alojados.
-Qué asco de clima.- se quejó Jagged, un joven en sus veintes y sin su distinguido bigote, sino que tenía una perilla en la barbilla. Miró a su compañera la cual estaba peor que él, la trenza de Nanarki estaba deshecha y su cabello se pegaba a su cabeza.
-¡Agh! Voy a matar a nuestro representante. ¿Cómo se le ocurre mandarnos a ese club al otro lado de la ciudad y después no contratar un maldito transporte para nosotros?
A Jagged le gustaba cuando Nanarki estaba furiosa, le hacía demasiada gracia.
-Vamos, no pongas esa cara. Ya llegamos y con nuestras guitarras enteras.
-Oh, Jagged…- la joven notó una rasgadura en el protector de su guitarra y este al verla suspiró de mala gana.
-Bueno, casi enteras.- revisaron la guitarra del músico y notaron que estaba mojada de arriba a abajo.- Mierda…
-Debimos usar ese dinero extra para comprar un buen estuche.
-Ya, ¿y ahora qué voy a hacer?- un relámpago ilumino el oscuro callejón que estaba frente a ellos y Jagged vio algo de reojo. Como si hubiese sido caído del cielo, del otro lado de la calle, sobre bolsas de basura estaba un estuche de guitarra.- No me lo creo. Ven, Nanarki.- ambos cruzaron la calle, después de todo no podían mojarse más de lo que estaban y Jagged sonrió al ver el hermoso e intacto estuche de cuero negro.- Mira nada más. Como caído del cielo. Seguro alguien me quiere mucho allá arriba.
-¿En serio vas a recoger un estuche de la basura?
-¿Lo dice la chica que lleno su sala de muebles que tiraron por las calles de Paris?
Entraron al hotel y Jagged revisó su nuevo estuche. En ese entonces, Fang era más una lagartija del tamaño de un chihuahua que un cocodrilo, y le gustaba estar cálido entre las almohadas de la cama. Jagged limpió el estuche y luego lo mostró a su compañera.
-Quedo genial, ¿no crees, Nanarki?
-Lo limpiaste demasiado rápido.
-Es que no tenía mucho que limpiar.- Anarka miró con ceño fruncido el estuche.
-Eso es raro, ya que debió haber estado horas en la lluvia y en la basura.
-Bah, no creo. Tal vez alguien lo tiró minutos antes de que llegáramos.- Jagged lo abrió y acarició el terciopelo rojo que tenía dentro. Le lanzó una mirada de soslayo a Nanarki que bufó fastidiada.- Envidiosa.
-Ya quisieras.
Jagged puso adentro su guitarra. El estuche le calzaba perfecto.
-Mira Fang. Un nuevo estuche. Haz el favor de no morderlo, ¿sí, mi pequeño bebé mordelón?- Anarka se rio. Jagged trataba a ese pequeño como si fuese su madre. Pero Fang miraba el estuche y retrocedía a refugiarse en las almohadas.- Tranquilo, camarada. Esto no es piel de cocodrilo. Venga Nanarki, tengo un hambre que me hará rugir como Fang si no vamos al comedor.
-Ya voy, ya voy.
Iban a salir de la habitación pero Fang bajo de la cama y siguió al cantante.
-Aww, ¿también quieres venir? Vamos, ya has estado mucho tiempo solo.
Salieron del lugar dejando atrás sus cosas. Jagged lo puso bajo sus ropas para que así estuviera calientito. Si bien el hotel no era la gran cosa, tenían un comedor de lo más bonito y tampoco permitían animales. Ambos se sentaron y comenzaron a comer apenas y sus platos estuvieron en la mesa. Jagged le daba pequeños pedazos de comida a Fang que devoraba todo sin dudar y sin morder los dedos de su dueño. Un buen cocodrilo. De repente alguien del personal se acercó a su mesa, un joven que debía tener su misma edad.
-Disculpen, ustedes son los que están en la habitación 127.
-Sí, ¿ocurre algo?- preguntó Nanarki mientras que Jagged ponía una mano en su pecho donde Fang estaba, temeroso de que alguien hubiese ido con el chisme.
-Es que me reportan que hay mucho ruido en su habitación. ¿Viene alguien con ustedes?- los dos se miraron al mismo tiempo y se levantaron dejando atrás sus platos a medias. Corrieron escaleras arriba con el chico detrás y al llegar vieron a otro hombre del personal, uno mayor que los miraba con desaprobación.
-¿Se puede saber qué pasa adentro? Los demás huéspedes se quejan del ruido constante.
-Oiga, que no sabemos de qué habla.- se quejó Jagged.- Sólo somos nosotros, no hay nadie en ese cuarto.- se les dio permiso de abrir el cuarto, la llave giró y al ver el interior este estaba impecable. Las dos camas seguían tendidas, el televisor apagado, y hasta las toallas del baño estaban en su lugar.
-¿Ve? No hay nadie.- se quejó Anarka y Jagged bufó molesto.
-Seguro que es de algún otro cuarto, porque acabamos de llegar y estábamos cenando hasta que nos interrumpieron.
-Sentimos mucho la confusión. Es que los huéspedes de al lado se quejaron diciendo que escucharon a una mujer gritar y cantar.
-Pues mire que mi compañera es la única mujer y se le da más tocar la guitarra que cantar. Así que mejor compruebe bien de donde viene ese sonido y así nos evitamos problemas.- después de eso los empleados se fueron y Anarka se sentó en su cama mientras Jagged dejaba en la suya a Fang.- ¿Te lo puedes creer? Menuda panda de torpes. De seguro que nos vieron y con las pintas que cargamos ya quieren deshacerse de nosotros.
-Déjalos, después de todo nos iremos mañana.- se dejó caer en la cama aun con hambre y entonces notó algo.- Hey… ¿no estaba tu estuche sobre la cama?
-Anda. ¿Es en serio? ¡Me han robado!- Jagged miró a todos lados y encontró su estuche detrás de un sillón de la esquina.- Vaya, pero sí que soy descuidado. Lo habré puesto allí sin darme cuenta.
-Te estás haciendo viejo. Si la pierdes dile adiós a tu guitarra, y no te prestaré ninguna de las mías.
-Oh, pero qué tacaña eres.- Anarka rio. Momentos después los del hotel les enviaron en disculpa una bandeja de aperitivos. Ambos comieron gustosos y Jagged fue el primero en quedarse dormido en un pijama de franjas azules y blancas a lado de Fang que tenía un sombrerito chistoso a juego. Anarka se lavaba los dientes vistiendo como pijama un short negro hasta media rodilla y una camiseta sin mangas rosa con el estampado de un tigre adorable, cuando escuchó algo arrastrarse en el suelo. Se asomó pero no vio a nadie, por un segundo pensó que sería Fang pero este estaba dormido mientras Jagged lo abrazaba.
Estaba cansada. Necesitaba un descanso.
Apagó la luz y se dirigió a su cama. El sueño la golpeó apenas y se acomodó en las sábanas. ¿Qué la despertó a horas de la madrugada? Unas frías manos que apretaron sus pies. Saltó y encendió la luz de la lamparita de noche muy enojada.
-Maldición, ¿a qué mierda estás jugando?- preguntó molesta pero miró a Jagged dormido en la otra cama, o haciéndose el dormido. Anarka tomó su almohada y lo golpeó con ella.
-¡Auch! ¿Pero de qué vas?
-Lo mismo digo. ¿Qué horas crees que son para hacer ese tipo de bromas?- Jagged gruñó y su cabeza se dejó caer en la almohada.
-No tengo idea de qué hablas…
-¿Ah, no? Tienes las jodidas manos de un muerto. Estaban heladas y me has tomado los pies.
-Debiste soñarlo. Yo no te he tocado, ¿verdad Fang? ¿Fang?- el cocodrilo no estaba con él y se levantó de la cama asustado.- Baby Fang, ¿dónde estás?- escucharon algo arrastrarse combinado de una especie de queja gutural en la esquina detrás del sillón. La luz no daba a esa parte y se veía oscuro.- ¿Qué fue eso?- preguntó abrazando su almohada.
-¿Fang?- preguntó Anarka y Jagged la miró ofendido.
-Fang no hace un sonido así cuando se mueve.
-Oh, perdone usted. Entonces debe ser una cucaracha gigante.
-¡Fang!- gritó aterrado al pensar que de verdad una cucaracha gigante se había comido a su mascota. Y entonces vieron algo moverse hacia ellos, Fang regresaba campante y alzó su hocico para que Jagged lo subiera a la cama.- ¡Ay, my baby! No me vuelvas a dar esos sustos, ¿me oyes? No quieres que a papi le dé un infarto.
Fang asintió y abrió su boca dejando caer algo a la cama. Anarka se acercó y también movió la lámpara de la mesita para que estuviera más cerca de la cama de Jagged.
-¿Qué es eso?- ella lo tomó, tenía un tacto duro y fibroso. Era ovalado de un lado y se notaba que Fang había arrancado el otro lado. Lo giró y fue que vio lo que lucía como… ¿una uña? Se quedó sin aliento.- Jagged… esto es…- y entonces de nuevo esa mano fría la tomó del pie, apretando su tobillo con fuerza y tirándola al suelo. La lámpara cayó de lado tras golpearlo con el brazo al caer. Algo la arrastró un metro hasta que el brazo de Jagged se enredó bajo sus axilas y la jaló con él.
-¡¿Qué mierda?! ¿Qué ha sido eso?
-¡No sé! ¡Corre! ¡Vámonos de aquí!
Los dos salieron corriendo del cuarto, gritando y corriendo hacia recepción donde un chico que se estaba quedando dormido por el turno nocturno se despertó al escuchar los constantes lloriqueos de estos y al cocodrilo pequeño que estaba en brazos del hombre.
Un guardia fue a ver el cuarto. Además de la lámpara caída sobre la mesa no vio nada raro.
-¿Están seguros que vieron algo?
-No vimos nada, ¡me tomaron del pie y me arrastraron!- gritó Anarka molesta pero el de seguridad vio sus pintas y al cocodrilo.
-Miren, como ven no hay nada. Quizás bebieron de más y tuvieron alguna alucinación por el alcohol.
-¡¿Está de broma?!- gritó Jagged furioso.
-Y están prohibidas las mascotas. Así que les pediré que se vayan y no vuelvan.
Minutos después comenzaron a recoger sus cosas, después de todo no querían pasar ni un segundo más en ese sitio.
-Bien pueden quedarse con la reservación, ¿quién mierda quiere quedarse donde encontramos un dedo humano?- preguntó Jagged molesto mientras empacaba sin importarle si iban como pelota sus pocas pertenencias y los juguetes de Fang. Anarka fue la primera en terminar.
-Toma tu guitarra y ya vámonos.
-Ya voy, ya voy.- el cantante puso a Fang dentro de su camiseta y el cocodrilo se asomaba por su cuello. Fue a la esquina y se quedó paralizado de repente.- Na-Nanarki…
-¿Qué?
-¿Sacaste mi guitarra del estuche?
-¿Qué?- ella se acercó y vio la guitarra tirada en el suelo a lado del sillón.
-Lo habrás cerrado mal.
-No. Estoy seguro que le cerré bien. Yo…- se quedó paralizado perdiendo el color en un segundo.
-¡Jagged! Mueve tu trasero que debemos de irnos.- pero la mano temblorosa del músico señaló el estuche.
-Na-Na-Nanarki… mira.- la joven miró a esa dirección y vio el estuche que estaba abierto unos pocos centímetros, donde vio un brillante ojo ámbar mirarlos desde adentro y unos dedos putrefactos estaban asomando por esta, notándose en uno de estos que le faltaba una parte. Los dedos se introdujeron al estuche lentamente y este cerró solo.
Gritar hubiese sido perjudicial para sus cuerdas vocales, así que salieron corriendo de allí, dejando atrás ese estuche y con la lluvia sobre sus cabezas en una madrugada fría en Paris.
…
Jagged sintió escalofríos después de terminar el relato.
-Menudo susto. Después de eso dejé de recoger cosas de la calle.
-P-Pero ¿qué pasó con ese estuche?- preguntó Penny y Anarka movió sus hombros.
-Ni idea. Tal vez los del hotel se deshicieron de él. Pero a mí me da igual. Lo único que me interesa es no volver a toparme con ese maldito estuche.
Penny quedó pensativa el resto de la velada y se dispuso a investigar por su cuenta el dichoso estuche fantasma. No encontró nada acerca de alguien que hubiese tenido una experiencia similar en línea y eso que ese tipo de incidentes ya eran muy normales de publicar. Pero si encontró una noticia que la dejó helada. El resultado de su búsqueda fue un artículo de periódico de un par de años antes del incidente de Jagged y Anarka. En este se relataba como el líder de una banda asesinó a su compañera, la cantante del grupo porque iba a lanzarse en solista. Descuartizando su cuerpo para meterlo en su estuche y tirarlo en la calle. El sujeto fue detenido, o mejor dicho, fue él quien se entregó a la policía completamente demente y alegando que el fantasma de su compañera lo seguía atormentando dentro del estuche que aparecía sin importar cuántas veces se deshiciera de él.
…..
Y… espero que les haya gustado! Y recuerden, no recojan cosas de la calle, no saben de dónde ha salido. Gracias a todos por leer! Dejen review, nada de tomatazos, acepto dulces de temporada, más chocolates que nada, así que sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
