Hola a todos! He aquí otra historia, apaguen las luces si se atreven, todos en este día de Halloween manténganse en calma, porque los fantasmas pasean en su día y es mejor llevar la fiesta en paz con ella. Y hablando de fiestas, creo que esta fiesta podría gustarles, así que sin más qué decir… COMENZAMOS!

….

Capítulo 44.

Demonio.

La noche de brujas llegó, fantasmas y duendes asustaban a los paseantes, y un viento frío recorría travieso las calles.

Ding dong

El timbre de la residencia Agreste sonó, las rejas de metal se abrieron a los visitantes y cuando la puerta se abrió, ya los estaba esperando el monstruo guardián.

-¡RAAAAAARGH!- rugió el enorme Frankenstein de cara verde y tornillos en el cuello. Todos gritaron pero rieron después.

-¡Genial!- exclamó Nino y detrás de Gorila, Adrien apareció con un elegante traje negro y guantes de esqueleto.

-¡Bienvenidos! Me alegra que vinieran a la hora.

-Viejo, ¿acaso te crees que me perdería la oportunidad de celebrarte tu primera fiesta de Halloween?- preguntó Nino vestido como Sparrow, y con la máscara arriba.

-Gracias, y sus disfraces son geniales. Pasen para arreglarlo todo.- todos pasaron a la habitación de Adrien que estaba ligeramente decorada con cráneos y telarañas falsas.

-Cool.- celebró Alya que venía disfrazada como Uncanny Valley.

-Gracias. Marinette, espero que me ayudes a ponerme el maquillaje.- la chica que vestía con un elegante vestido victoriano negro estilo steampunk y con el cabello recogido en un moño alto adornado con un sombrerito con engranes, se sonrojó y asintió.

-C-Claro, no hay problema. Ya maquíllate, digo, ya te maquillo.- Alya tomó la bolsa de papel que Marinette tenía en mano.

-Anda, ve y ayúdale mientras todos arreglamos por aquí.- Marinette miró con nervios a Alya que le dio un empujoncito para seguir a Adrien al baño. El modelo ya se había puesto una liga para el cabello para recoger su cabello y este no estorbara, al verlo así su corazón se detuvo, ¿por qué tenía que verse tan guapo?

-Gracias por ayudarme. Soy un desastre en este tipo de cosas.

-V-Vale, no hay problema.- se acercó a Adrien que tenía el maquillaje listo sobre el lavabo, agarró un frasco y tomó una brocha. Intentó concentrarse antes de darle l primer brochazo, el cuarto entero olía a su shampoo, casi se perdió en el aroma pero se obligó a reaccionar.- Cierra los ojos y no te muevas.

-Sí. Todos llevan disfraces geniales. Se nota que has metido mano en ellos.

-¿Cómo lo sabes?- preguntó sorprendida.

-Llámalo intuición.

-Sus disfraces ya era geniales, yo nada más di un consejo o dos.- respondió con un leve sonrojo.

-Ya, pero igual todos los disfraces siguen siendo increíbles.

Marinette pensaba lo mismo. Juleka y Luka se vistieron como espectros de la época victoriana, la gótica se veía genial con esa peluca azul y Luka muy apuesto con el cabello recogido hacia atrás. Rose siempre escogía disfraces tiernos, pero esta vez escogió el de una muñeca maldita con un vestido de lacitos rosa, desgarrado y maquillaje blanco en su rostro y labios rojos. Iván y Mylene iban a juego, vistiendo como payasos diabólicos. Kim y Ondine también iban a juego, siendo ambos una sirena y un tritón malditos con el dibujo de sus columnas visibles en sus estómagos y maquillaje que los hacía ver demacrados, además de pintura verde en su cabello. Max y Markov iban a como Jekyll y míster Hyde, siendo Max este último y Markov como un elegante caballero. Nathaniel y Marc también se complementaron en un traje de diablo y ángel, era raro ver a Nathaniel con el cabello recogido hacia atrás pero le quedaba genial. Alix iba como una versión bizarra del conejo blanco. Y para su sorpresa, Sabrina había ido y no con Chloe, sino que fue acompañada de su amigo Delmar, el chico de América que había ido a verla después de un incidente extraño que tuvo la chica hacía unos días, ambos eran la perfecta pareja de vampiros y el largo vestido azul quedaba de maravilla en Sabrina, que tenía unos colmillos falsos junto con el americano.

Chloe y Lila fueron las únicas que se negaron a ir. La primera por su mala baba, y la segunda porque dijo que no podía ir porque iba a viajar a supervisar la colección de Valentino en Italia, pero cuando se enteró que la fiesta cambió de lugar a la casa de Adrien, todo porque Nora no quería un grupo de adolescentes en su casa, no pudo retractarse.

-Listo. Ya eres todo un esqueleto.

Adrien sonrió al verse al espejo y luego miró a su amiga. El vestido de Marinette era excelso y estaba fruncido del centro dejando ver sus botas blancas a juego de punta negra.

-Tu disfraz es genial. Creo que es el que más me gusta de todos.

-G-Gracias… ah, ¿Kagami va a venir?

-No, dijo que estaría ocupada y que este tipo de fiestas no le llamaban la atención. Un poco triste.- Marinette no dijo nada, por dentro saltaba de felicidad pero mucho más adentro sabía que Kagami era más importante para Adrien de lo que era ella como amiga. No podía comparar.

-Vamos a mandarle fotos, así no se sentirá mal y hasta podemos hacer un directo.

-Sería estupendo.

Cuando salieron todos aplaudieron al anfitrión y Adrien vio encantado que el aparato de sonido, los bocadillos y dulces ya estaban puestos. Nino comenzó la fiesta y todos comenzaron a saltar por el ritmo.

-Me alegra que tu padre te haya dado permiso para esto.- habló en voz alta Marinette y Adrien sonrió nervioso.

-Pues… la verdad es que no le pedí permiso. Llegará de un viaje de negocios mañana y quise aprovechar que no estaba.

-¿Es en serio? Pero te podrías meter en problemas.

-Sí, pero como la última vez recogeremos todo antes de que llegue. No te preocupes. Lo tengo todo controlado.- le guiñó el ojo haciéndola sonrojar más, la preocupación de la chica le parecía adorable.

La fiesta siguió un par de horas, con baile, música, juegos, bocadillos aterradores, todo parecía ir perfecto.

Gorila estaba afuera, escuchando cintas de relajación y comiendo deliciosos bocadillos. De repente una sombra pasó a su costado. Este se giró pero no vio a nadie, se preguntó si sería uno de los chicos. Volvió a concentrarse en las grabaciones y tras unos momentos, una figura sombría se alzó detrás. Pudo sentir una respiración en su nuca y la sombra cubriéndolo casi por completo. Se giró, y lo que vio le hizo gritar tan fuerte que la música fue opacada por su grito de terror.

-¿Qué fue eso?- preguntó Alya que bebía una soda con Marinette.

-¿Ese no fue el guardaespaldas de Adrien?- en ese momento la luz se fue. Todos se quejaron, pero otros buscaron algo que les diera luz, Luka, Alix y Alya tenían linternas en sus llaveros, pero Markov era quien tenía una linterna integrada. Y Nino se quejó lastimero.

-¡Viejo! ¿Cómo puede pasar esto en lo mejor de la noche?

-Podemos ir a revisar.- sugirió Luka.- Tal vez saltó algún fusible.

-Claro, vamos.

-Yo voy también.- sugirió Marinette y Max alzó la mano yendo también con Markov. Los cuatro abandonaron la habitación, el cuarto entero estaba a oscuras y de repente una serie de discos cayeron desde arriba casi golpeando a algunos.

-¡Kim, idiota! ¿A qué juegas?- se quejó Iván.

-¡Eh! Que yo no he sido.- se asomó Kim del otro lado con Ondine, en ese momento un sonido metálico llamó la atención de todos. El futbolito que estaba a unos metros, se movió lentamente, como si alguien lo hubiese usado hacía poco.

-¡Ah!- gritó Rose abrazando a Juleka.- ¡Algo me rozó la pierna!- todos tragaron duro y de repente la aureola de Marc fue golpeada por algo y cayó en medio de todos.

Revisar la caja de fusibles era imposible, este tenía una combinación y un candado especial.

-En tu casa no se andan con pequeñitas con la seguridad, ¿verdad?- preguntó Luka al rubio y Adrien rascó su nuca, avergonzado.

-Es cosa de papá.

-Bueno…- suspiró Marinette.- Tenemos dos opciones, una es acabar con la fiesta o encontrar una fuente de luz.

-Claro. Compré unas velas para dar más ambiente pero me pareció un poco excesivo así que las guardé.

-¡Genial! Una fiesta con estilo tradicional.- exclamó Marinette.

-Eso si alguien no quema algo.- mencionó Max preocupado.

Los gritos de sus compañeros se escucharon desde donde estaban, y estos les helaron la sangre hasta creer que los estaban atacando o peor. Corrieron de regreso, y al entrar al cuarto a ver qué ocurría todos estaban temblando, ocultándose de lo que fuera en distintas esquina, incluso Iván y Mylene estaban cubiertos por las sábanas.

-¿Qué pasa?- preguntó el rubio y Nino se acercó a su amigo.

-Adrien, dime por amor a Dios que no preparaste nada como escuchar voces o cosas moviéndose solas.

-¿De qué hablas?

-Entonces, ¿no has sido tú?

-No.- dijo él seguro, y más porque Plagg estaba todo el tiempo con él.

JAJAJAJAJAJAJA!

Una risa hueca se escuchó por todo el lugar. Luka iluminó cada pequeño rincón buscando el origen de ese sonido pero no había nada, incluso el estéreo y computador estaban apagados. Y tras tener su linterna en el computador de Adrien, los cajones del escritorio comenzaron a abrirse y cerrarse, uno a otro, a ritmo pausado, después, el armario se abrió dejando salir toda la ropa que tenía, hasta unos calzoncillos de patrón de Ladybug que el rubio tomó en el aire antes de que alguien los viera.

-¿Qué está pasando aquí?- preguntó Marinette y en ese momento la alarma de seguridad sonó, las ventanas fueron selladas y la alarma los hizo cubrirse las orejas.

Todos gritaron y Adrien señaló a la puerta que aún estaba abierta.

-¡Salgan todos!- no tuvo que repetirlo, así lo hicieron.

Salieron al vestíbulo, muertos del miedo mientras intentaban abrir las puertas de entrada, atoradas por alguna razón.
-¡No abren! - gritó Alix que intentaba abrirlas con Kim e Iván.

-¿Qué está pasando?- volvió a repetir Marinette sin entender lo que ocurría y mirando a Adrien que empezaba a asustarse tanto como los demás.- ¿Adrien?

-Te juro que no sé nada, Marinette.- ella le creyó, el pánico brillaba en esos hermosos ojos verdes que no le quedó duda de su inocencia.
Una risa hueca se escuchó desde el pie de la escalera, Adrien y Marinette fueron los primeros en alzar la mirada y desde las escaleras del lado derecho, una alta figura vestida con una túnica negra, bajaba los escalones lentamente, con un farol brillando en rojo en mano. Todos miraron expectantes y aterrados a esa figura. Este se detuvo arriba, bajo el cuadro de los Agreste y Marinette y Adrien se pusieron enfrente de sus compañeros en defensa.
-¿Quién eres? - preguntó Marinette valiente pero por dentro estaba tan asustada como sus amigos.
-¿Quién?- habló con voz gruesa y siseante.- He venido a mi fiesta...
-¿Tu fiesta? - preguntó Adrien confundido y aquel hombre rio.
-Por supuesto... - su mano cubierta por un guante negro, comenzó a retirar con cuidado la capucha.- Después de todo… Halloween es mi fiesta predilecta. - dos cuernos de carnero se revelaron y una luz roja apareció en los pies de ese ser demoníaco que lanzo una carcajada demente al aire.

-¡Que siga la fiesta!
Gritos, llantos, desmayos, hubo de todo y al fin lograron abrir las puertas y lanzarse hacia su libertad, tal vez traumados de por vida.

Las luces se encendieron y Gabriel Agreste sonrió satisfecho poniéndose sus lentes.
-Buen detalle lo de activar el sistema de seguridad Natalie.- habló a la pantalla de su celular donde Natalie estaba en su habitación recostada.- Ya sabía que esas luces y accesorios de la pasarela de otoño me servirían.
-Gracias, señor.- sonrió a medias la asistente.- ¿Va a dejar que Adrien duerma afuera?
-Siempre me pide que quiere dormir a con sus amigos. Hoy va a tener esa oportunidad.- Nooroo apareció con un dulce en mano y Duusu con la cara llena de chocolate y riendo.
-¡La mejor Noche de Brujas de la vida! ¡Jajajajaja!
Gabriel sonrió amplio y dejó que los kwamis se zamparan de dulces por una noche.
Natalie rodó los ojos, cuando Adrien y sus amigos se enteraran de que fue cosa de su padre, seguro que no les quedarían deseos de acercarse a la propiedad Agreste. Ya que, tenía que decirlo. Su jefe podía ser diabólico.

….

¡JAJAJAJAJA! Espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, acepto bebidas y dulces de temporada, y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y FELIZ HALLOWEEN!