Hola a todos! He aquí tenemos un nuevo relato de miedo con nuestros protagonistas del PV, espero que les guste y que no les dé mucho miedo… nah, mentira, MUAJAJAJAJAJA! Y sin más qué decir… COMENZAMOS!
….
Capítulo 52.
El bebé fantasma.
Bridgette dejó de lado su tarea, estaba cansada, aburrida, y necesitaba salir de su habitación o se volvería claustrofóbica.
-Suficiente, necesito distraerme con algo que no sea trabajo.
-Pero ya es tarde, ¿a dónde irías?- preguntó Tikki y Bridgette se dio cuenta que ya estaba atardeciendo.
-Bueno… podría ir por ahí. Donde sea, creo que lo único que necesito es caminar. Chicos, hoy es noche de película.- todos los kwamis celebraron, ya que eso significaba ver una película mientras comían patatas, chocolatinas entre otras cosas.
Bridgette salió de la cafetería y caminó por el parque. El lugar le parecía de lo más tranquilo y todavía había algunas personas, más que todo parejas, que estaban disfrutando de esa tarde de fin de semana. Tenía que admitir que sentía algo de envidia, ya que cómo le gustaría que Félix al fin la invitase a una cita y no al contrario.
-¿A dónde vamos, Bridgette?- preguntó Tikki desde su bolso.
-¿A dónde más? Vamos a comprar unas empanadas.
-¡Sí! ¡Empanadas!
Bridgette había descubierto el lugar meses atrás. El sitio era dirigido por una pareja latina que vendía empanadas dulces, de dulce de leche, mermeladas, chocolate, pero sus favoritos y los que se llevaban la corona eran los llamados fresas con crema, ya que los preparaban con una crema espesa y dulce y con pedazos de fresas con su mermelada. Bridgette podía comerse cinco de esas, Tikki veinte.
Caminó observando cómo el cielo nocturno empezaba a abrirse paso mientras el sol se ocultaba. Suspiró el aire fresco pero todavía tolerable. De repente vio a un chico detrás de ella, lo miró de reojo, iba con chaqueta de cuero, gafas, una pañoleta en el cuello, pensó que tenía un increíble estilo pero el chico pareció caminar de repente lento así que rápido lo perdió de vista.
Aunque si hubiese puesto atención hubiese notado que el chico mantenía su distancia debido a que la había reconocido. Félix acababa de salir de una sesión de fotos y no quería perder tiempo. Necesitaba llegar a ese sitio de empanadas y no quería irse a casa sin antes haber probado la deliciosa joya de esta.
-¿Por qué de repente te has vuelto tan lento?- preguntó Plagg.- Quiero mi empanada de pay de queso.
-Shhh. Bridgette está al frente.- el kwami rodó los ojos.
-¿Y eso qué? Con las pintas que traes de seguro que ni te reconoce. Vamos, anda o se van a terminar.
-No molestes, no voy a acercarme a riesgo de que me reconozca.
-Chico, a veces eres ridículo. Como si no te gustase toda la atención que te da.
-¡Eso no es cierto!- respondió ofuscado aunque Plagg bien sabía que su chico no soportaba cuando la chica ponía su atención en alguien más y lo ignoraba, el asunto de cuando le hizo más caso a un video juego que a él todavía estaba en su memoria.
-Vaaaya, tal parece que ella también conoce el lugar.- señaló a Bridgette que se detenía frente al establecimiento.
-Hmph. No importa.- dijo con una sonrisa de lado.- Ya que ella de seguro no sabe cuál es la verdadera joya de este lugar.
-¿Podría darme por favor quince empanadas de fresas con crema?
Félix mismo se congeló en el sitio.
-Lo sentimos pero sólo nos quedan seis.
-Oh, ya veo. Bien, me las llevo todas.- fue que sintió una mano en su hombro y al voltear a ver quién era vio a Félix quitarse las gafas.
Momentos después ambos caminaban de regreso con una bolsa de las empanadas y una bolsa extra de botanas cortesía de la tienda de conveniencia.
-Qué casualidad habernos visto. Muchas gracias por ayudarme.
-Ni lo menciones.- la verdad era que no quería privarse de su postre y gracias a eso había conseguido la mitad de los que quedaban.- Y todas estas cosas son…
-Ah, es que… mis tíos y yo vamos a ver algunas películas y quería abastecernos por si acaso se nos antojaba algo.
-Ya veo.- al ver toda esa comida se pensó que quizás podría hacerle una visita como Chat Noir.
-¿Quieres llevarte algunas bolsas? Creo que incluso tengo de más.
-No gracias. No debo.
«Como quiera te ayudaré a comerlos luego purrincesa»
Casi quiso abofetearse ante este pensamiento. A veces no entendía ni él mismo ese lado suyo como Chat Noir.
-Bien. Como quiera te agradezco que me acompañes.
-No es seguro salir tan tarde sola. Deberías ser más prudente en eso.
-Vale, tienes razón.
Caminaron por el parque que ya estaba vacío. Las largas sombras cubrían casi todo y los faroles comenzaron a encenderse uno a uno. Por un segundo Félix sintió que estaba en una película de terror. Era el escenario perfecto para darle un susto a alguien.
-Cielos… el parque sí que luce diferente por la tarde.- dijo Bridgette con cierto temor en su voz. Félix tuvo ganas de picarla un poco y asustarla. Vaya que su lado Chat Noir salía más estando con ella. Pero mientras caminaban escucharon el llanto de un bebé que les puso los pelos de punta.
-No puede ser…- los dos se miraron sorprendidos. El llanto del bebé sonaba fuerte y doloroso, como si le estuviesen haciendo daño y con este se sumó un grito animal. Corrieron hasta donde el llanto estaba, pensando que quizás un animal estaba atacando al infante y querían salvarlo antes de que algo horrible pasara.
Llegaron detrás de unos arbustos y allí lo que vieron les dejó clavados en el suelo. De la tierra removida salía la cabeza y las piernas de una mujer que gritaba horriblemente de forma ronca como un animal gruñendo. Saliva salía de su boca en espumarajos y sus ojos inyectados en sangre parecían que saldrían de sus cuencas. La tierra se movía de donde estaban las piernas completamente separadas, y de allí salía el llanto del bebé.
Algún enfermo había enterrado a una mujer embarazada y esta estaba dando a luz.
-¡Félix llama a la ambulancia!- ordenó Bridgette que tuvo un momento de lucidez y fue a desenterrar al infante. Félix así lo hizo, de inmediato llamó a la ambulancia intentando que la operadora le oyese a pesar de los gritos y llantos.
Bridgette comenzó a mover la tierra, rogando con que aquel pequeño no se ahogase. De inmediato vio lo que parecía una cabeza.
-¡Lo tengo!- gritó pero apenas e iba a ayudarle retrocedió de inmediato. Félix se asomó a ver qué ocurría y lo que vio le dejaría huella por mucho tiempo…
El bebé sucio se retorcía de un lado a otro con la cara contorsionada, abría y cerraba sus ojos, unos ojos rojos y una boca deforme emitía ese llanto horripilante que estaban escuchando. Bridgette estaba llorando ante tal escena, incluso Félix sintió que se haría en sus pantalones. Esa cosa entonces se fijó en ellos y mostró en su pequeña boca deforme unos colmillos pequeños mientras lanzaba chorros de sangre por la boca. De alguna forma logró reaccionar y tomar a Bridgette del brazo para jalarla y correr los dos fuera del parque, lejos de esa escena sacada del inframundo…
…
Cuando una ambulancia y una patrulla llegaron ambos estaban dentro de la cafetería con un té que les ayudase a calmar los nervios. Momentos antes el señor Agreste había ido cuando se enteró que su hijo estaba en estado de shock y los dos jóvenes apenas y pudieron decir a los adultos lo que vieron. Por supuesto, el señor Dupain fue a ver con sus propios ojos lo que ellos describieron pero no pudo encontrar más que las bolsas de compras tiradas a un lado de unos arbustos.
El oficial Raincomprix les interrogó y este hizo un par de llamadas antes de regresar a con ellos.
-Esta es la llamada que hiciste al hospital hace una hora. Necesito que la escuches.- puso la grabación, en el fondo se escuchaban los gritos y llantos de antes. Félix asintió temblando ante ese sonido.
-Sí, es mi voz.
-Miren, hemos revisado el lugar. Fuimos al punto donde ustedes dicen haber estado pero no encontramos más que sus bolsas. ¿Están seguros que no pudo haber sido una broma?
-Entonces sería una broma demasiado enferma en mi opinión. ¿Quién en sus cabales haría algo así?- replicó Gabriel ya que ninguno de los dos chicos parecía en condiciones para hablar.
-Estoy de acuerdo con el señor Agreste. Pido al menos que se investigue quién pudo haberlo hecho. ¿No hay cámaras en las entradas del parque?- preguntó Sabine igual de molesta, ya que sentía fría las manos de su sobrina.
-Investigaremos qué ocurrió. Por mientras sería bueno que un médico los viese, no parecen estar bien.
-Voy a llamar en este momento a nuestro médico familiar para que examine a ambos.- sugirió el señor Agreste con parsimonia.- Mi hijo no parece en condiciones para moverse aún.
-Le agradecemos mucho.- asintió Tom.
Después de un chequeo, una cena dulce para que los chicos recuperasen color, y una despedida incómoda, los dos fueron esa noche a sus camas con una leve fiebre. El único que se desveló esa noche fue Shadow Moth que buscaba por la ciudad al psicópata que le hizo esa broma a su hijo. Podía ser un villano pero no un monstruo.
Al otro día llegaron a la escuela con un mejor semblante, aunque tampoco estaban del todo bien.
-Viejo, en serio, qué susto.- dijo Allan que tras escuchar el relato sintió escalofríos.
-No pienso a cruzarme por ese parque lo que me quede de vida.- dijo Félix con ceño fruncido.
-Yo tuve pesadillas con ese llanto.- confesó Bridgette.- Creo que hoy llegaré y dormiré hasta más no poder.
Félix tenía pensado hacer lo mismo. Incluso Plagg fue de lo más atento con él cambiándole el paño de la frente.
Todos sus amigos eran de lo más comprensivos con ellos, todos excepto Aly que no dejaba su tableta.
-¡Aja! Creo que encontré algo.- dijo al fin y miró a sus amigos.- Miren esto.- mostró la tableta donde una vieja nota de hace años estaba escrita.
Se recuerdan los treinta años del atroz crimen de la mujer enterrada.
Aly parecía emocionada por el descubrimiento.
-Resulta mis queridos amigos que hace más de treinta años un hombre enterró viva a su esposa embarazada en el interior del parque. La mujer era víctima de violencia familiar y una noche el sujeto se le pasó la mano y creyó que estaba muerta, así que la llevó a enterrar y que así nadie descubriera su crimen, pero mientras la enterraba la mujer despertó y comenzó a gritar por los dolores de parto. Asustado, el hombre siguió echando más tierra al mismo tiempo que el bebe nacía, pero los gritos llamaron la atención de algunos peatones nocturnos y llamaron a la policía. Lamentablemente fue demasiado tarde, aunque unos cuentan que el bebé quedó atorado en mitad del canal al mismo tiempo que se sofocaba por la tierra. El tipo fue condenado a cadena perpetua y ahí sigue desde entonces.
Todos palidecieron ante el relato y luego Aly volvió a sonreírles.
-Creo que ya sé de qué será mi reportaje de este mes. ¿Puedo hacerles una entrevista?
-Ni… loco.- musitó Félix con los dientes apretados y Bridgette no paraba de temblar al tiempo que Allegra le daba una bolsa de papel.
-Respira, eso es, lento.
-Tu novia necesita poner sus prioridades en orden, amigo.- le dijo Claude a Allan que tragó saliva ante tan horripilante hecho.
…
En la salida, Bridgette estaba enfrente del parque. Había una cinta de la policía alrededor y no estaba dando paso a los peatones.
-¿Qué haces aquí?- preguntó Félix haciendo que se asustara de repente.
-¡Félix! Y-Yo… es que…- apretó los labios.- Es que quiero empanadas…- admitió para luego voltear a verlo más decidida.- ¡Después de ese susto exijo unas empanadas de fresas!- reclamó con rabia y Félix abrió grande los ojos pero tras unos momentos suspiró y tomó la mano de Bridgette.
-Rodeemos el parque. Será tardado pero más seguro.
Ella asintió y ambos caminaron sin decirse palabra. No sería hasta después de regresar que se darían cuenta que iban de la mano, algo digno de recordar más adelante. Pero por ahora les traería cierta calma cada vez que ambos necesitasen un poco de apoyo.
…
El llanto taladró sus oídos con fuerza mientras se retorcía en el suelo de la sucia celda.
-¡No más! ¡Basta! ¡BASTA!- rogaba aquel hombre viejo mientras tomaba su cabeza y gritaba en un ruego que sólo los otros prisioneros escuchaban.- ¡PIEDAD! ¡Piedad por favor! ¡POR FAVOR YA DÉJAME!
El llanto se hizo más fuerte y él gritó más fuerte hasta que los guardias entraron en su celda para callarlo como siempre hacían por esas fechas…
…
Despertó sobresaltado por su sueño y Félix escuchó un leve lloriqueo que venía fuera de la habitación. Al llegar a la fuente se recargó en la puerta con una sonrisa al encontrar a Bridgette, su amada esposa, acunando a uno de sus hijos de dos años que se había despertado por el sonido de la tormenta que había afuera.
-¿Maximilian?
-Sí, Alexander no parece siquiera afectarle la tormenta.
-Dame acá.- tomó a su hijo y comenzó a arrullarlo poco a poco.- ¿Qué tal si los niños duermen hoy con nosotros? Por si acaso despiertan que al menos nos vean con ellos.
-Me parece bien. Pero cuidado que a veces patean.
-¿A quién se parece?
-¡Félix!
Una lejana memoria que todavía le daba escalofríos, y que era inevitable no recordarla cada vez que escuchaba el llanto de un infante, incluyendo los de sus hijos, pero ya estaban resignados, sabiendo que quizás ninguno de los dos olvidaría por el resto de sus vidas.
…
Y… espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, aceptamos dulces y bebidas de temporada y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
