Hola a todos! Ha llegado la fecha que muchos hemos estado esperando, pero cuidado, porque no sabemos con qué cosas podemos encontrarnos en la noche, tomen mi advertencia y no entren en lo desconocido y sean buenos, a menos que quieran llevarse un buen susto MUAJAJAJAJAJAJA! Y ya sin más qué decir… COMENZAMOS!
…..
Capítulo 56.
La criatura.
La escuela iba a tener una pequeña venta de pasteles para celebrar un poco el día de brujas con todos los demás. Todos se habían propuesto a llevar postres sencillos que hicieron en pequeños equipos. Había malvaviscos en chocolate, manzanas en caramelo, galletas de avena, gelatina con frutas, y cubos de cereales. Pero lo que más destacaba entre estos era la galette que Marinette hizo con su abuelo.
-Mira nada más.- sonrió Alya al ver el postre.- ¿En serio quieres dejarla para la venta de pasteles? Mejor comámosla ya.
-¡Alya! No seas glotona.- rio Marinette.
-¡Es hermoso! De seguro que se vende primero.- dijo Rose extasiada.
-Gracias Rose, pero quién sabe, me gustan mucho tus galletas de avenas.
-Las hice con Juleka y Luka. A Luka se le da bien la repostería.
-Yo y Adrien trajimos cubos de cereales.- dijo Nino con orgullo.- Debo decirlo, para ser la primera vez que hacemos un postre nos ha quedado bien.
-Lástima que mi padre me prohibió entrar de nuevo a la cocina en lo que me resta de vida.- rio apenado el joven modelo al recordar la cara de su padre y cómo parecía sacar humo cuando vio el desastre que dejaron. Todos se rieron y fue entonces que Sabrina puso al centro una caja de bombones muy caros.
-Chloe, dijimos que serían postres hechos a mano.- le regañó Marinette.
-Bah, como si de verdad fuese a hacer algo tan tonto como cocinar. Esa es tarea para los gente de clase baja como tú comprenderás.- Marinette quería decirle algo pero alguien más se le adelantó.
-Supongo que sólo tienes habilidad para sacar la tarjeta de crédito de tu padre.- dijo Lila dejando a un lado un pastel de fresas.- No te preocupes Chloe, cocinar no es para todos, así nos ahorrar probar lo que sea que pudieses preparar.- algunos se rieron de la mofa y Chloe salió del salón de clases furiosa.- Oh, ¿quién hizo este postre tan bonito?
-Es la famosa Galette que hacen los Dupain-Cheng.- dijo Alya.- Es tan buena que todos deben pedir una por separado porque se terminan rápido.- todos asintieron a las palabras de la morena, alabando aquel postre que sólo hacían en temporada.
-Mmm, ya veo. De seguro que será lo mejor que vendamos.- sonrió Lila de forma inocente. Marinette tragó un poco y la miró con clara desconfianza. No le gustaba cuando hablaba así.
-Sí, bueno, vamos a preparar el puesto para vender.
-/ ¡Sí!/- gritaron todos.
-Dejemos los postres en la cocina de la cafetería.- sugirió y todos asintieron, aunque cuando tomó su postre casi tropieza cuando Lila le puso el pie, por suerte Adrien la atrapó primero.
-Marinette, ¿estás bien?
-Sí… fiuuu, estuvo cerca.
-¡Cuidado Marinette!- exclamó Lila.- Debes cuidar tu caminar con tu postre en mano. No queremos que algo le pase.
-Sí, gracias.- dijo entre dientes sabiendo que debía cuidarse.
Todos dejaron sus postres en la cocina de la cafetería y se fueron a terminar de planear su pequeña venta. Pero quien no parecía nada feliz era Lila. Ya sabía que Marinette iba a traer un postre único siendo hija de unos panaderos, pero aquel postre no se veía como la gran cosa, incluso tuvo que evitar reírse cuando lo vio, más cuando todos comenzaron a alabarlo y a decir lo famoso que era estuvo tentada de aplastarlo con sus manos. Su postre era de lo más común, pero haría de este el postre estrella saboteando algunos postres incluyendo el de Marinette.
Entró en la cocina vacía. Debido a que todos iban a vender algo de comida los empleados de cafetería no harían la gran cosa por lo que el sitio estaba vacío. Lila se acercó al refrigerador y buscó algo que le ayudase en su misión.
-Veamos que hay aquí…- sonrió ante cada cosa que veía. Pescado, carne molida, melaza, entre otras cosas que podrían ayudarle pero necesitaba algo más sutil.- ¡Aja! Esto servirá.- dijo al tomar un bote de salsa picante.- Esto arruinará todo. Y esto me podría ayudar también.- dijo al tomar algo de ajo en polvo.- Vamos a ver que piensa la gente del famoso postre de Marinette.
Las luces se apagaron de repente y ella se volvió rápido, sólo quedando la luz del refrigerador como única fuente de luz.
-¿Quién anda allí?- no escuchó ruido alguno.- ¿Marinette? ¿Eres tú Chloe?- eran las únicas personas que se le venían a la mente y que podrían intentar perjudicarla.
Grrr.
Un gruñido le paralizó.
-Hey, ¿esto es una broma?- preguntó a quien fuera que estuviese haciendo eso.- Marinette, sé que eres tú. No sabía que pudieses ser tan infantil.
Grru… Grrr…
Farfullo algo en medio de la oscuridad. Lila dio un paso al frente, cerca de la mesa de los postres.
-¿Quién anda allí?
Grrrr… ¡Argh!
Dio un salto hacia atrás y la luz de la nevera iluminó en parte la mesa, donde pudo ver movimiento sobre la tarta de Marinette, pero no era un movimiento normal, lo que fuera venía desde dentro. La corteza se movía como un corazón latente. ¿Qué rayos era lo que tenía dentro? Se acercó esperando ver con mayor claridad ese extraño movimiento y entonces pedazos de tarta golpearon su cara.
-¡Aaaah!- retrocedió y algo surgió de la masa, un pequeño ser cubierto de caramelo y pedazos de manzana fijó su vista en ella con el único ojo que tenía, masticó la corteza e hilos de caramelo asomaban en su boca al masticar, fue entonces que abrió su boca lo más grande que pudo articulando una sola palabra.
¡MIOOOOOOOO!
-¡AAAAAAAAAAAHHH!
Corrió fuera de allí gritando histérica.
-¡Un monstruo! ¡Un monstruo!- todos sus compañeros se acercaron a ella que sollozaba tras lo visto. Y todos corrieron a la cafetería.
Las luces estaban encendidas, todo parecía en orden, sin embargo, nada más había pedazos de lo que antes fue la galette de Marinette.
-Ay no…
-Lila, ¿qué pasó?- preguntó Alya molesta.
-Y-Yo vine a ver que nada les pasara a los postres cuando de repente una criatura salió del postre de Marinette, ¡yo lo vi!
-¿Disculpa?- logró decir Nino.
-¡Era un monstruo! ¡Una criatura de otro mundo! ¡Una cosa!
Todos la miraron como si estuviese loca aunque Adrien notó algo.
-¿Qué tienes en la cara?- señaló y Alya tomó unas migajas de esta y luego rio.
-Vaya, al parecer alguien no pudo aguantar la tentación.
-¿Qué? ¡Claro que no!
-Vamos Lila, que no te de pena.
-Sí, es cierto. Con este postre a todos le pasa.- todos empezaron a justificar el comportamiento de Lila.
-¡No! Es verdad lo que les digo, un monstruo, una criatura extraña hizo eso.
-Claaaaaaro.- dijo Alix aguantando la risa.- Y esos pedazos de migajas llegaron a tu rostro por accidente.
-Mejor vamos a la enfermería. No vaya a ser que estés viendo cosas.- dijo Alya que sacó a Lila del sitio. Todos rieron a sus espaldas, aunque Lila estuvo segura de escuchar un gruñido en el fondo… nunca probaría algún postre de la panadería Dupain-Cheng.
…
Marinette suspiró resignada pero seguía sonriendo.
-Bueno, admito que no me esperaba que sucumbieras así. Pero has hecho un gran avance y sólo te comiste un postre.- dijo a Tikki que estaba envuelta en un pañuelo que le servía como manta y tenía un dedal que servía como taza de té.
-Fue… difícil pero logré controlarme cuando terminé el postre.
-Y lo de Lila es algo que siempre recordaré por lo que me queda de vida. Lo hiciste bien Tikki. Descansa.
La venta de pasteles fue todo un éxito y Lila se fue a su casa negándose a celebrar con ellos o siquiera tocar el nuevo pastel que Marinette llevó para celebrar y que hizo gritar a Chloe, pero esa es otra historia.
¡FELIZ NOCHE DE BRUJAS!
