No se muerde la mano que te da de comer
Era ya la hora del almuerzo y la dura batalla que se estaba librando en Dustbowl entre RED y BLU había quedado pausada media hora para que ambos equipos pudieran comer algo. Normalmente el almuerzo no era otra cosa que focatas, comida precocinada del tipo "calentar y listo" o sobras de la cena de la noche anterior.
-¿De dónde ha sacado pequeño Scout ese otro Focata?- le preguntó Heavy a su compañero mientras comía el suyo propio.
-Se lo he mangado al otro Heavy- respondió Scout.- Menuda cara puso cuando se lo quité. Primero le hice un BONK en toda la boca, le metí con el bate en la barriga y cuando soltó el focata se lo quité- contó el joven con aire presumido.- Seguro que ahora está llorando en el hombro de su Medic.
De hecho, en la otra esquina del mapa un furioso Heavy enemigo estaba limpiando su Natasha, no pudiendo esperar a que empezara la siguiente ronda para machar al Scout que había osada robarle su comida cuando él no miraba.
Volviendo con nuestro dúo, Heavy miró a Scout con cara de "eso no te lo crees ni tú" y decidió seguir comiéndo.
-A todo esto, ¿cómo es qué la Admin nos da estás pausas?- se le ocurrió de pronto a Scout.-Siendo tan mandona como es me extraña que nos dé este descanso para comer todos los días.
-Por mucho que esa mujer sea una hija de puta en toda regla- decía Sniper mientras comía una ensalada- sigue siendo humana, y como todos los humanos necesita comer, así que estas pausas no son realmente para nosotros, si no para ella. Además, todo trabajo decente debe tener una pausa para el almuerzo.
-Oui, trabajar para un viejo demente matando a un equipo de mercenarios igualito al nuestro en todo, contando con una máquina que nos resucita tras morir , lanzando pis y lo que quiera que sea la "leche loca", entre otros, y buscando sombreros como si nuestro salario dependiera de ello es un trabajo muy decente- dijo Spy con sarcasmo.- Eso sin hablar de tener que soportar a una mujer histérica gritándonos a casi todas horas.
-Creo que con un buen polvo se le quitaría- opinó Scout. Luego rápidamente añadió-no que se lo vaya a echar yo.
-Qué sabrás tú de echar polvos- se río Spy.
-¡Pues más que tú, que seguro que eres pésimo en la cama!- le replicó el joven.-¡ Es más, apuesto que ni se te levanta!
-Tu madre no opina lo mismo- le devolvió el francés con cara de troll.- Y se me levanta muy bien.
-Estos no son temas para hablarlos mientras la gente come- se quejó Engineer.- Y Scout, deja de darle a Spy con la sartén. El ruido es molesto y no le estas haciendo daño.
Scout maldijo el día en que se desarrolló el anti-daño aliado y arrojó hacia atrás la sartén, que fue a darle al Sniper enemigo en la cabeza, dejándolo inconsciente. Spy sacudió la cabeza con una media sonrisa de diversión y miró su reloj.
- En doce minutos tendremos que volver a la batalla- suspiró el francés
- Y otra vez tendremos que oír a la tía esa quejándose- gruñó Demoman antes de darle un sorbo a su botella.
-No puedo esperar al día en el que esta guerra acabe, con nosotros alzándonos victoriosos por supuesto, y poder meterle un puñetazo en la cara- dijo Soldier enfadado.
-Caballeros-oyeron decir a la voz de la Administradora a través del sistema de megafonía, cosa que hizo que el equipo se pusiera nervioso- pues como ese día está aún por llegar y hasta entonces YO pago vuestro salario, os ordeno que desmontéis este chiringuito de marujas parloteando y saquéis las armas, porque me habéis ofendido y he decido que – la mujer cogió aire y gritó con toda su fuerza y como nunca antes se había oído-¡ LA MISIÓN COMIENZA EN SESENTA SEGUNDOS!
Los mercenarios corrieron despavoridos a coger sus armas, dejando el almuerzo a medio terminar.
-Ah, y este mes no cobráis- añadió la Administradora con maldad.
-¡Pues que te follen!- le gritó Scout enfurecido al megáfono más cercano.
-Pues el mes que viene tampoco- replicó la mujer.
Y por ese motivo, durante los dos meses siguientes, Scout tuvo que ser el que limpiara el baño de la base con un cepillo de dientes todos lo días.
La administradora ha demostrado en los comics que es más mala que un dolor de muelas, por eso nunca debes meterte con ella. NUNCA.