Yo soy aquel
Era una noche de verano realmente calurosa. Spy se encontraba incapaz de dormir por el insoportable calor, aunque los ronquidos de Scout, su compañero de habitación, quien estaba durmiendo en el suelo con solamente los calzoncillos puestos en un intento desesperado de conseguir algo de fresquito para dormir, también contribuían a la faena. El aburrimiento y el insomnio le llevaron a pensar en cómo podía pasar la noche, completamente convencido de que dormir en esas condiciones le iba a ser imposible. No tardó en ocurrírsele una idea: molestar a alguien. Pero ese alguien no era alguien de su equipo (no sería una buena opción molestar a algún aliado por la noche dado que al día siguiente había una batalla muy importante), ese alguien sólo podía ser una persona: el Sniper enemigo.
Decidido, bajó de la litera, esquivó a Scout para no despertarlo, cogió el Embozador y se dirigió hacia la base enemiga. Por suerte, los Snipers de ambos equipos tenían la costumbre de dormir en sus respectivas caravanas, especialmente en noches como esa, lo que hizo la infiltración de Spy mucho más fácil.
Una vez estuvo junto a la caravana de su némesis, Spy buscó la ventana bajo la cual dormía el australiano, que se encontraba abierta. El francés se hizo invisible y con voz profunda (y en alto) empezó a cantar:
Yo soy aquel, que cada noche te persigue
El Sniper enemigo se despertó alarmado, dándose un golpe contra el techo de la caravana.
Yo soy aquel que por matarte ya no vive
El australiano gruñó "maldito Spy" al reconocer la voz, y comenzó a buscar Fraskungfú. Por desgracia para él, parecía que se habían agotado sus reservas.
El que te espera, el que te sueña
Aquel que reza cada noche por tu perdición
El enfurecido Sniper abrió la puerta de la caravana con fuerza, buscando al Spy para mandarle de vuelta a su base vía respawn a base de kukri, pero por la noche y sin fraskungfú iba a ser difícil lograrlo. Entonces notó que algo brillaba bajo la caravana y sonrió siniestramente: le quedaba todavía una jarra.
Y estoy aquí, aquí, para matarte
Y estoy aquí, aquí, para apuñalarte
Finalmente y usando su agudo oído, el australiano localizó a su mayor enemigo, quién concentrado en su recital, no lo había oído venir.
Yo estoy aquí, aquí para decirte...
El Sniper le tiró el fraskungfú, el líquido revelando a Spy, quién enmudeció al instante. El francés desactivó su invisibilidad, miró a los ojos al australiano y dijo la última línea de su canción:
Cabróooon, Cabróooon, Cabróoooon
Con la última nota, el australiano atravesó el pecho del francés con su kukri, matándolo.
-Spys, putos inútiles- se burló entre risas mientras se metía de nuevo en su cama.
Spy no tardó en aparecer en el respawn de su base.
-Bueno, creo que ahora probaré con "All you need is love"- dijo con maldad mientras salía de la sala en dirección a la base enemiga, decido a hacer pasar a aquel Sniper una noche inolvidable a base de serenatas.
Al día siguiente, en medio de la batalla, ambos equipos se preguntaron por qué el rendimiento del Spy de uno y el Sniper de otro había bajado hasta tal punto de que ambos se habían quedado dormidos, el uno encima del otro en plena persecución.
-Son adorables, ¿verdad?- preguntó en tono de burla el otro Sniper al otro Spy cuando los encontraron.
-Sin duda- respondió el otro con sarcasmo.- ¿Por dónde íbamos?
-Por la parte en la que te mato por pincharme las ruedas de la caravana, ¡hijo de puta!
Bueno, esta semana no he podido escribir mucho porque hemos estado pintando la casa. Adivinad lo que encontramos haciendo limpieza: un viejo disco con varias canciones del año de la pera, entre ellas "Yo soy aquel" de Rafael. Así que ya sabéis de dónde vino la inspiración para este capítulo.
