Chocolate
Heavy tarareaba una alegre cancioncilla mientras se dirigía a la cocina pasada ya la media noche, mientras todo el mundo dormía. Desde un par de semanas atrás, el enorme mercenario había desarrollado la mala costumbre de levantarse a aquellas horas para picar algo. Ese algo solía ser chocolate, focatas o incluso restos de la cena de esa noche. Aquella vez estaba deseando coger un poco de chocolate, y por un poco se refería a lo menos cinco tabletas.
-¿Pequeño chocolate echó de menos a Heavy?- pregunto retóricamente el ruso mientras abría el frigorífico y sacaba una tableta.
Heavy cerró la puerta del frigorífico y comenzó a desenvolver el chocolate, deseando comérselo. Estaba a punto de darle un bocado cuando...
-¡Nein!
... una flecha disparada a gran velocidad atravesó la tableta, quitándosela de la mano y clavándola en la pared.
-¿Cómo ha ocurrido esto?- preguntó Heavy mirando la flecha confundido.- ¿Quién ha quitado chocolate a Heavy?- preguntó furioso antes de girarse.
-Yo- respondió Medic a su espalda. El ruso se giró para mirar a su compañero, aún enfadado pero menos que si hubiera sido cualquier otro miembro del equipo. El alemán, que aún no se había puesto el pijama, llevaba en la mano la ballesta del cruzado.
-Pillado con las manos en la masa- dijo Medic a su compañero, mientras pasaba junto a él sin mirarle y quitaba la flecha con la tableta incrustada de la pared.
-¡¿Por qué ha hecho eso pequeño Doctor?!- preguntó Heavy finalmente.
-Comer a estas horas de la noche no es un hábito saludable, mein freud- respondió el alemán mientras envolvía de nuevo el chocolate tras dejar la flecha y la ballesta sobre la mesa de la cocina.-¿Cuántos días llevas haciendo esto? ¿Diez? ¿Quince?
-Dos semanas más o menos- respondió el ruso, y con curiosidad preguntó- ¿cómo supo doctor que Heavy comía a escondidas?
-¿De verdad creías que nadie del equipo se iba a dar cuenta de que faltaba comida?- preguntó Medic con un tono que llevaba algo de burla. Heavy se quedó pensativo unos segundos, tras lo cual sonrió avergonzado y se encogió de hombros.- Además -prosiguió tras dejar la tableta de chocolate sobre la mesa- he visto que no has dormido bien últimamente y esta mañana me comentaste que llevas unos cuantos días teniendo pesadillas. ¿Sabías que pueden ser causadas por una cena demasiado abundante?
-No- se limitó a responder su compañero.
-Pues es así- Medic miró al chocolate y añadió soltando una risilla- sé que necesitas comer más que los demás por tu complexión física, pero no te tenía por un glotón.
Dicho esto el alemán miró a su amigo y preguntó:
- ¿Y bien?
El ruso suspiró profundamente, y avergonzado respondió:
-Heavy... Heavy siente mucho haber comido a escondidas y promete no volver a hacerlo.
-¡Eso es justo lo que quería oír!- dijo Medic con una sonrisa.- Ahora vuelve a la cama y descansa, mañana nos espera un largo día en Well.
-Sí, eso será lo mejor- concordó Heavy mientras salía de la cocina.- Buenas noches, doctor.
Cuando se quedó solo, Medic se giró hacia la mesa y contempló a la tableta de chocolate con cierta gula. Un mordisquito nada más no le haría daño, ¿verdad? Tomando su decisión, el alemán desenvolvió el chocolate y se lo metió en la boca.
-Pillado con las manos en la masa.
El corazón de Medic dio un vuelco al verse sorprendido. Tras darse la vuelta vio que Heavy estaba en la entrada de la cocina, mirándole con una sonrisa burlona. El doctor se quitó el chocolate de la boca, partió la tableta por la mita y se la dio a su compañero, quedándose él con la parte ya mordida.
-Solo esto por esta noche, ¿vale?- dijo el alemán avergonzado.
-Da- respondió Heavy alegre mientras cogía su parte y la devoraba de un bocado.
Siento mucho no haber actualizado en el último mes. He tenido la temporada de exámenes. En breve volveré a actualizar el fic con más frecuencia, no os preocupéis.
Esta idea me la dio un amigo quien tiene la manía de cuando se pone de Heavy empezar a comer chocolate sin parar en la espera de las partidas de Mann vs Machine.
