Hola a todos! He aquí traigo algo especial, no daré detalles pero espero que les guste jeje, pero tranquilos, todavía queda más de esta temporada, y ya sin más qué decir…. COMENZAMOS!
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Capítulo 66.
Justicia oscura.
Todo parecía ir de acuerdo a su plan y Lila no podía estar más que feliz. No sólo a lo que refería a la fama y fortuna por el uso de su imagen, sino también el dejar abajo a Marinette y así estar cada vez un paso más cerca de Adrien le gustase a él o no. Y justo hoy, le robó a Marinette el diseño del vestido que, supuestamente, usaría en una gala a la que Adrien le invitó. Debía destruir a Marinette a cualquier costo, no importando qué. Su humillación sería una joya más a su corona y esto sería lo que llevaría a Marinette a su total caída. Había conseguido robar de esa tonta libreta de bocetos el diseño del vestido y después de que ella llegase primero junto con los invitados de honor, en el momento en que Marinette llegase la haría ver como una copiona y una farsante. Ensuciaría su nombre frente a todos los íconos de la moda.
Clavó en su pared el boceto.
-Oh, Marinette. Me has servido en bandeja de plata tu humillación. Mañana temprano iré a con un sastre o diseñador para que me haga este vestido lo más pronto posible. Ya quiero ver tu cara cuando me veas en este en la gala.
Rio satisfecha a sabiendas que sería cuestión de tiempo.
De repente su celular sonó y respondió.
-Hola mamá. Sí, estoy bien… no, no pasa nada, tengo qué cenar…- en ese momento sintió una leve corriente fría, al volverse vio su ventana un poco abierta.- ¿Eh? Oh, claro, claro, no te preocupes…- dijo escondiendo su completo fastidio y cerrando la ventana.- Ya te dije que no pasa nada mamá… sí, sí, ya vez…- se dio la vuelta, revisando uno de esos folletos para ver qué puede pedir de cenar por medio de su aplicación… cuando escuchó la ventana de nuevo abrirse.
Rodó los ojos con fastidio al ir a cerrar de nuevo la ventana.
-Sí, mamá. Yo también te quiero. Adiós.- cuando estaba cerca, su pie golpeó una pequeña pesa que tenía para hacer ejercicio, por suerte era de esas de plástico que se rellenaban de agua.- Ugh, ¿qué hace esto aquí?- acomodó la pesa en su lugar junto a un mueble y cerró de nuevo la ventana con fuerza, al mismo tiempo la puerta se cerró a sus espaldas en un fuerte portazo haciéndola saltar en su sitio.- ¿Quién es? ¿Hola?
Revisó con consciencia el departamento pero al no ver a nadie se calmó.
-Debió ser el viento. Estúpida ventana.- regresó a su habitación y revisó de nuevo el folleto para ver qué podía pedir.
Toc, toc.
Escuchó que alguien tocaba a la puerta. Se levantó para ir, pasando junto al baño y escuchó el agua correr. Se asomó encontrando la llave de agua abierta. La cerró y con clara desconfianza miró alrededor.
Toc, toc.
Se dio cuenta que aquellos toques no venían de su puerta. Regresó a su habitación y los toques volvieron a hacerse presentes…
Toc, toc.
… En su armario.
Abrió la puerta pero no vio nada, a pesar de que movió entre sus prendas para ver si veía algo o a alguien oculto entre estas.
-Ya está bien. ¿Quién está allí?
Silencio fue la respuesta, se dio la vuelta para buscar quién podría estarle jugando aquella broma pesada más escuchó a sus espaldas el sonido de su ropa caerse de los ganchos. TODA su ropa estaba desparramada en el interior del ropero.
Intentó recogerla, ya que esa ropa se la había comprado y también ganado en cada sesión de fotos que hacía, ropa que había dicho que donaría a los pobres, pero ningún pobretón podría lucir tan excelsas prendas como ella.
Un gancho cayó en su cabeza, haciéndola doler un poco y aumentando su mal humor.
-¡Ya está bien! ¿Quién está allí? ¡Muéstrate!
Escuchó el sonido de pasos cerca de su cama y al mirar vio un par de zapatos que estaba segura no estaban allí segundos atrás. Los pateó y siguió buscando alrededor, hasta que una sonrisa torcida apareció en su rostro.
-¿Eres tú Marinette? No me digas que ahora te da por querer jugar a los fantasmas.- rio segura que debía ser su compañera.- Awww, ¿acaso buscas algo?- tomó el boceto entre sus manos rasgando parte del papel al quitarlo de la pared.- Si quieres esto ven y trata de quitármelo.
Nada, no hubo respuesta.
-¿Qué pasa? ¿Tienes miedo? Ven si atreves. ¡Anda! Te re-to.- recalcó con malicia sin saber que el infierno se desataría en esos momentos.
Escuchó el sonido de los botones del microondas sonar. Corrió a la cocina esperando ver un desastre en este, más cuando llegó vio que en el interior había decenas de cubiertos dentro. Lila intentó apagarlo pero fue demasiado tarde, el estallido hizo que esta cayera sobre su trasero. La llave del fregadero y la llave del baño se abrieron al mismo tiempo, así como la de la ducha. Se levantó para cerrar todo y escuchó una serie de ruidos en su habitación, corriendo para encontrar todas las máscaras de su colección en el suelo y sólo una de estas seguía en la pared, o al menos así lo creyó hasta que esta por sí sola se movió poco a poco hacia arriba por sí sola. Corrió pensando que podría pegarle al culpable que debía ser invisible, pero no era así, y la máscara cayó sobre su cabeza.
-¡AGH! ¡Sé que eres tú Marinette! ¡Muéstrate de una buena vez!
Las puertas de todo el departamento se azotaron una a una con fuerza, siendo la última la de su habitación. Las luces se apagaron en su totalidad y salió de su habitación tropezando con algo que la hizo caer al suelo, sobre algo pegajoso y que olía extraño. Notó la luz del baño y la puerta se abrió poco a poco, se acercó con desconfianza y ante sus ojos pudo ver en el espejo del baño y escrito con sangre la palabra: Mentirosa.
Y su propio reflejo mostraban que estaba cubierta del mismo líquido rojo.
Comenzó a gritar, dispuesta a ir a su habitación a por su celular pero no lo encontró donde debía estar, y entonces una risa demente y maliciosa se escuchó por el pasillo iluminado de repente por una extraña luz amarilla.
Crunch, crunch, crunch.
¿Qué era ese sonido?
¡Jijijiji!
Escuchó esa risa perversa y de la nada, una sombra se hizo presente en aquella luz, una figura con cuernos que tenía sus brazos alzados mostrando unas largas y enormes alas de vampiro.
Esta vez no pudo hablar, incluso olvidó respirar. La demoniaca figura se acercó poco a poco, cada vez más y más cerca de su puerta, hasta que la luz desapareció dejando de nuevo aquel pasillo a oscuras.
Corrió a cerrar su puerta sintiendo una corriente de aire frío penetrar a su cuarto. Miró alrededor tomando como única arma al alcance su lámpara.
Mentirosa…
Escuchó una voz arrastrada en medio de la oscuridad.
Mentirosa…
Repitió la voz, o quizás otra muy similar. Lila balanceó la lámpara sin poder darle a algo.
-¡Muéstrate ahora Marinette! ¡No te tengo miedo, maldita!- sacó el dibujo del bolsillo de su chaqueta.- ¿Es esto lo que quieres? ¡Pues aquí lo tienes!- al momento de estar a punto de romperlo, una fuerza extraña lo jaló y el papel se perdió en alguna parte de la oscura habitación.- ¡NO! – intentó buscarlo pero se tropezó con una de sus máscaras y cayó al suelo de rodillas.
¡JAJAJAJAJA!
La voz de antes se hizo sonar con un eco extraño.
-¡No te tengo miedo! ¿Me escuchaste Marinette? ¡No te tengo miedo!
¿Miedo?
Siseó la voz con burla en una risa gutural.
Tú no sabes lo que es el miedo…
Una luz la cegó por unos instantes y entonces observó la luz en la pared de su habitación iluminando a la misma figura que replegó sus alas de demonio.
¡YO SOY EL MIEDO MISMO! ¡MUAJAJAJAJAJA!
-¡AAAAAAAAAH!
Lila corrió fuera de su habitación y de su departamento, dejando atrás la oscura estancia que pronto volvió a iluminarse… mostrando a una Tikki disfrazada como Wonder Woman con un pequeño lazo de la verdad que era en realidad hilo dental que Marinette pintó de dorado.
-¡Lo logramos!- dijo desenredando su hilo de la verdad del boceto. Plagg apareció con su pequeño disfraz de Batman.
-¡Muajajaja! No me divertía así desde hacía siglos. No me esperé que fueses tú quien viniese con la idea, Sucrette.
-¡Que no me digas así! Hoy soy ¡Wonder Tikki!
-¡Y yo soy Plaggman! ¡JAJAJAJA!- dijo jugando con su capa en forma de alas de murciélago. Tikki no pudo evitar reírse de su compañero. En serio que habían hecho correr a Lila, todo gracias a la luz de su celular, el sonido de ella masticando un macarrón, y la salsa de tomate combinada con quién sabe cuántas cosas cortesía de Plagg, le habían dado un susto de muerte y conseguido recuperar su objetivo.
-Vamos Plagg, es hora de regresarle esto a Marinette.
-Debo agradecerle por el disfraz, me veo gatástico.
-Vamos Plaggman, que la noche es joven, y como prometí hay un queso con tu nombre.
-¡Es el mejor Halloween de todos! Pero que se cuide esa mentirosa. Porque tarde o temprano, Plaggman atacará de nuevo.
-Anda, que todavía nos falta ir al hotel para darle un susto a Chloe.
-¡OOOH! ¡ESTO SÍ QUE VOY A GOZARLO! ¡Adelante, Wonder Tikki!
-¡ALLÁ VAMOS!
Y así, los kwamis volaron esa noche de luna llena hacia su siguiente objetivo para traer justicia a sus portadores. Y si bien no pudieron encontrar al primo de Adrien, Lila quedaría como una loca frente a todos, y más cuando acusó a Marinette de embrujarla siendo que Alya estuvo con ella toda la noche.
Pero más le valía que se cuidase las espaldas, porque tarde o temprano, volvería a enfrentarse a la furia justiciera de ¡Plaggman y Wonder Tikki!
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Y… espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer! Que vivan los grandes héroes de la noche! Así que dejen review, nada de tomatazos! Y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
