Bar de carretera
El equipo se encontraba en pleno desplazamiento entre una base y otra. Habían salido temprano por la mañana y no habían tenido tiempo para desayunar, así que poco más tarde del medio día, debido al hambre atroz que sentían, el equipo tuvo que hacer una parada para comer en el primer bar de carretera que pudieron encontrar.
Los mercenarios bajaron de los tres vehículos que usaban para sus viajes y se reunieron antes de entrar en el local. No parecía ser de buena calidad, y no solo se debía que estaba casi vacío, probablemente debido al olor a rancio, vómitos y alcohol, sino también al estado de este. Las ventanas estaban medio rotas, las sillas y mesas desgastadas y la cocinera, una señora gorda, con una nariz grande, aunque no tan grande como la verruga de su frente, tenía cara de tener malas pulgas. En un rincón sombrío del bar, dos hombres con mala pinta conversaban sobre asuntos probablemente turbios. Un borracho roncaba sobre la barra del bar, su botella de whisky barato derramada por el suelo (y probablemente parte de su ropa). Otro hombre, de mediana edad, yacía en el suelo, sobre un charco de lo que parecía ser sangre.
-Tíos, que mal rollo- susurró a Scout a sus compañeros, quienes asintieron completamente de acuerdo con sus palabras.
-Non, no pienso comer en este antro de mala muerte- se quejó Spy. Al oír aquellas palabras, la cocinera se giró violentamente hacia el francés.
-¡Nadie insulta mi bar!- gritó la mujer, quien tenía una voz grave, cercana a la de un hombre, furiosa, mientras agarraba un cuchillo oxidado y lo lanzaba con fuerza hacia Spy. El francés lo detuvo en el aire con dos dedos antes de que llegara a su cara. Sus compañeros lo miraron impresionados.
-Conque tenemos a un chulo aquí- gruñó la mujer.
-Señora, por favor- dijo elegantemente Spy, guardando el cuchillo en su bolsillo.- Siento si mis palabras le han ofendido- el francés sacó una rosa y se acercó a la barra, ofreciéndosela a la cocinera.- A una mujer tan hermosa como usted no le sienta bien enfadarse. Ruego acepte mis más sinceras disculpas.
La mujer se sonrojó y sonrió al sentirse tan alagada.
Con una risilla como la de una adolescente (con voz de camionero) enamorada, recogió la flor. Mientras tanto, el resto del equipo luchaba internamente por contener la risa.
-¿Qué puedo hacer por un caballero tan apuesto cómo usted?- preguntó la mujer completamente embelesada.
-Mis compañeros y yo nos encontramos en mitad de un largo viaje y estamos hambrientos- respondió Spy.- ¿Sería tan amable de prepararnos algo de comer?
-Faltaría más, señor…
-Llamame Spy, ma beau mademoiselle.
La mujer se sonrojo aún más debido al francés de Spy, y se adentró en la cocina. Los ocho mercenarios se sentaron en la barra, donde el borracho roncaba sonoramente.
-Mira Demo, un colega alcohólico- rió Scout señalando al hombre. Un segundo después recibía un capón por parte del escocés. A los pocos minutos, la cocinera volvió cargando con platos de carne , que sabían mejor de lo que habían esperado. Los mercenarios comieron rápidamente, pagaron la cuenta y se dispusieron a continuar su viaje hacia la siguiente base.
-¿Volveré a verte?- preguntó la cocinera a Spy antes de que se marchara.
-No se a donde me llevará mi destino, puesto que el arduo viaje que he de emprender me lleva por caminos peligrosos donde la muerte acecha a cada instante- respondió este, dramáticamente. Pero le prometo que no olvidaré nuestro encuentro.
Finalmente, los miembros del equipo volvieron a sus respectivos vehículos y continuar con su viaje.
- Buena actuación la de ahí dentro- felicitó Scout a Spy pocos segundos después de que el coche arrancara. Ambos, junto con Soldier y Pyro, era quienes viajaban en aquella ocasión con Engineer.
-No era del todo una actuación- replicó el francés dejando a sus compañeros sorprendidos.-Toda mujer merece sentirse querida alguna vez en la vida. Y es el deber de un caballero hacer que se sientan así.
-¿Incluso la Administradora?- preguntó Soldier.
-No. Dudo que la Arpía si quiera necesite sentir algo. Es más fría que mi Apungelador un quince de enero en Coldfront- fue la respuesta contundente de Spy. Sus compañeros rompieron a reír , salvo Pyro, quién no había oído nada de la conversación pues estaba absorto en un profundo diálogo filosófico con Globocornio.
-Como sea, ¿dónde aprendiste a agarrar cuchillos como lo has hecho antes?- preguntó Scout con curiosidad- ¿Eres un ninja?
-Soy muchas cosas, entre ellas el que se está tirando a tu madre- respondió este con malicia.
En menos de lo que se tarda en decir "focata", Scout se lanzó al cuello del francés violentamente y comenzó a sacudirle. Spy le dio un cabezazo para quitárselo de encima. Scout respondió propinándole un puñetazo al francés, y este contra atacó con un fuerte pisotón.
-Chicos, ¿recordáis que quedamos en que no volveríais a pelear en mi coche o de lo contrario íbais a tener que hacer el resto del trayecto a patita?- oyeron decir a Engineer. El tono calmado pero completamente furioso del texano les hizo parar de pelear- Eso esta mejor.
Pese a todo, los insultos murmullados de Scout hacia Spy no cesaron en el resto del trayecto.
Siento no estar escribiendo con tanta frecuencia. Los exámenes de mi carrera están ya encima mía. Trataré de tener el siguiente capítulo de "Off the Fortress" para este fin de semana y después probablemente venga un mes sin actualizar ninguno de los dos.
