Una mañana con Pyro
Los rayos de sol se filtraban por las ventanas de la base de Viaduct, augurando un buen día de descanso. Era la primera hora de la mañana y Pyro ya caminaba animadamente por el pasillo del piso inferior, con un libro en sus manos. Aunque fuera una de las localizaciones más frías, el interior de la base era bastante confortable, equipado con todo lo necesario para soportar el frío, y en ocasiones las mañanas se presentaban agradablemente soleadas, por lo que era la localización invernal preferida de los mercenarios.
El destino del pyromaníaco no era otro lugar sino el cuarto de trabajo de Engineer. Pyro pasó por delante de la cocina, donde Demoman, a quien le tocaba preparar el desayuno, y Spy discutían sobre la existencia del monstruo del lago Ness (aunque a Pyro aquello le importaba bien poco) y dejó detrás la enfermería, donde Medic mostraba a un muy asqueado Heavy los resultados de su último experimento (cosa que tampoco le importaba lo más mínimo a Pyro). Lo único que quería el mercenario era que Engineer le leyera un cuento.
En primer lugar, había ido a buscarlo a su habitación, pero el texano no había respondido cuando había llamado a la puerta y esta se encontraba cerrada, por lo que Pyro supuso que su compañero debía haberse levantado ya. Sin embargo, tampoco le había encontrado en el salón o el comedor.
-¿Buscando a Engi?- le preguntó Scout al verle asomarse al exterior para comprobar si Engineer había salido a tomar el aire. Pyro asintió como respuesta.- La última vez que lo vi se dirigía a su cuarto de trabajo, pero eso fue...
Pyro no escuchó el resto de lo que Scout tenía que decirle: entró dando trotes en el interior de la base y tras recorrer el pasillo llegó a la puerta del cuarto de trabajo de Engineer. Dio un par de toques a la puerta, pero de nuevo no obtuvo respuesta alguna. Sin embargo esta se encontraba abierta, por lo que el piromaníaco decidió entrar.
-¿Emphgi?- preguntó Pyro abriendo la puerta con precaución. La única respuesta que obtuvo fue un sonoro ronquido del texano.
Pyro se acercó a Engineer, quien se había quedado dormido sentado, su cabeza reposando sobre el complicado plano de uno de sus proyectos de armas aún sin acabar (que a los ojos de Pyro era un dibujo de un objeto bastante adorable).
"Otra vez se ha quedado dibujando hasta tarde..." se dijo a si mismo Pyro. Le había dicho muchas veces que ese comportamiento podría hacer que acabara agotándose antes cuando salían a jugar (luchar), pero comprendía lo mucho que le gustaba a Engineer trabajar. "No tiene remedio" volvió a decirse mentalmente con una sonrisa.
Dejando de lado el libro, Pyro salió sin hacer ruido del cuarto de trabajo. Volvería unos minutos después, con una manta en sus brazos.
Con la delicadeza con la que se trata a un niño pequeño, Pyro tapó a Engineer con la manta procurando que no se despertara. Luego, se le quedó mirando fijamente: el texano le resultaba especialmente adorable mientras dormía.
Miró hacia la puerta y de nuevo volvió a mirar al texano. Le apetecía mucho acurrucarse junto a él, al menos cinco minutos. El resto del equipo podría jugar por su cuenta al menos un rato.
Un par de horas más tarde, un agotado Engineer abría los ojos lentamente. Suspiró resignado al comprobar que había vuelto a quedarse dormido mientras trabajaba. Notó que estaba tapado por una manta, y antes de que pudiera preguntarse quién se había podido tomar la molestia de taparle, comprobó que Pyro estaba sentado en otra silla, acurrucado junto a él y completamente dormido.
Engineer sonrió, se quitó la manta y la acomodó para que cupieran los dos, procurando no despertar a Pyro con su movimiento. Decidió que quizás debería descansar un poco más y cerró los ojos, no sin antes sonreír al pensar en la agradable compañía que le proporcionaba Pyro. Aunque eso no le hacía olvidar el hecho de que este fuera un pirómano con un desequilibrio mental, el tenerlo a su lado le reconfortaba ( además, había comprobado que siempre y cuando no se le diera un objeto cortante o algo con lo que quemar, Pyro resultaba completamente inofensivo). Algunos le llamarían loco por haber pasado la última Navidad en su casa con semejante personaje pero... ¿quién de ese grupo de mercenarios estaba cuerdo?
… ¿Yo? ¿Emparejar a estos dos? No sé de que me habláis *esconde su Tumbrl de manera apresurada*
Bueno, si no os gusta el tema de los " ships" siempre se puede interpretar como que son mejores amigos...¿verdad?
