Conga: el origen

Las cosas no pintaban bien, pero nada bien. Ni una pizca de bien.

Scout, Soldier y Demoman habían sido acorralados por el Heavy, el Medic y el Engineer otro equipo. Era una batalla de Arena, que se disputaba en Sawmill, y se habían quedado sin munición alguna en el exterior de la base enemiga. Aparte de ellos tres, los únicos que quedaban con vida de su equipo eran Pyro y Spy, pero ignoraban su paradero y si les daría tiempo a llegar a socorrerles.

Sus tres enemigos sonrieron con malicia. Tenían la batalla ganada, teniendo en cuenta que ellos sólo habían perdido a su Sniper y a su Pyro, así que habían decidido regodearse de ellos y mantenían sus armas en alto

-Chicos...¿alguna idea para salir de esta?- le murmuró Scout a sus compañeros.

-Yo tengo un plan- respondió Soldier en el mismo tono. Demoman y Scout le miraron.- Imitad todo lo que haga- les ordenó.

Normalmente ninguno de ellos hubiera hecho caso alguno a las locas ideas del americano, pero si querían ganar aquella ronda (decisiva, ya que ambos equipos iban empatados a dos rondas cada uno), su única esperanza era que el probablemente descabellado plan de Soldier funcionara.

-¡CONGA!- gritó Soldier de pronto, y comenzó a bailar conga al ritmo de una canción que tarareaba.

Los presentes le miraron estupefactos. Demoman y Scout se recuperaron rápidamente y se unieron a su compañero en el baile, tal y como les había ordenado, mientras que sus rivales les miraban sin saber que hacer.

Poco a poco, el trío se fue alejando de quienes los perseguían sin dejar de bailar. Scout estaba sorprendido: estaba convencido de que les matarían en cuanto se alejaran un poco más... Pero al darse la vuelta contempló asombrado como los miembros del otro equipo se habían sobrepuesto a su sorpresa y habían decidido unirse a ellos, formando una cola que bailaba la conga. Scout se encogió de hombros y lo dejó estar.

Soldier, quien iba delante, les condujo hacia el centro del campo de batalla, evitando la primera de las sierras mecánicas y pasando por encima del punto de control. Spy, quien estaba escondido debajo de la escalera vio a pasar a la comitiva.

-¿Qué cojones...?- murmuró el francés sin dar crédito a lo que veían sus ojos. Aunque la lógica le decía que no debía unirse a ellos, la música le invitaba a bailar. El otro Spy, quien se había acercado con disimulo a él mientras era invisible y estaba a punto de apuñalarle bajó el cuchillo y contempló la fila con la misma expresión de incredulidad que su contraparte.

-No me pagan lo suficiente...- gruñó por lo bajo el otro Spy, lo que hizo que su víctima se diera cuenta de que estaba ahí. Spy sacó su rápidamente revólver y le disparó en la cabeza, antes de que la música lo venciera y saliera a unirse a la fila de la conga que atravesaba el campo de batalla. Por el camino perdieron a Scout (se lo llevó por delante la otra sierra cuando iban camino hacia la otra base), pero se les unieron el resto del otro equipo, y una vez llegaron a la otra punta del mapa, se quedaron allí bailando en círculos durante un tiempo.

De pronto, de uno de los tejados saltó Pyro, quien aquel día llevaba el dragón para divertir a sus amigos mientras estos reían alegremente (vamos, chamuscar horriblemente a sus oponentes mientras gritaban horrorizados y enojados). Por supuesto, al ver a todos bailar no pudo contener las ganas de rodear la coreografía por hermosos arcoiris.

El otro equipo no lo vio venir. En un segundo estaban bailando alegremente y al siguiente estaban ardiendo a punto de morir y gritando de dolor.

-¿Por qué...?- murmuró el Medic del otro equipo antes de morir dramáticamente.

-¿Victoria?- anunció la Administradora por megafonía, confundida ante el extraño giro de los acontecimientos.

Soldier miró a Pyro frustrado.

-Maldita sea recluta...¡Nos estábamos divirtiendo de lo lindo!- le reprochó el americano con enojo.

El pirómano ladeó la cabeza, dando a entender que no entendía por qué Soldier había reaccionado así.

-Déjalo estar, Solly- le dijo Demoman dándole una palmadita en la espalda, aunque también lamentaba que la diversión se hubiera acabado.

-¿Puedo al menos castigarle sin cenar?-preguntó Soldier.

Pyro comenzó a negar con la cabeza enérgicamente y murmurar cosas que nadie entendió (pero que debían ser o bien disculpas o bien insultos a Soldier por enfadarse con él por haber hecho su trabajo).

Aquel día sentó un precedente: a partir de entonces cada vez que alguien se encontraba en una situación de apuro comenzaba a bailar la conga en un intento de salvar su vida (y, de paso, montar una fiesta).


Y con "Off the Fortress" por fin finalizado, vuelvo a la carga con Convivencia. Cada vez que se me ocurra una idea para un corto intentaré escribirla, por lo cual las actualizaciones volverán a ser más frecuentes.

Este corto por supuesto está inspirado por la bendita actualización "Love and War" ( o " la de la Conga"). Por si Team Fortress 2 era un juego ya poco serio, con esto la poca seriedad que quedaba se ha ido al garete.