Recuerda que a un escritor le encanta que comenten su trabajo, y yo soy uno de ellos.
¿Me dejas un review?
Read & Review Org.

--------------OoOoO--------------

¡Ayúdame!
por JD Wordenwood

--------------OoOoO--------------

Capítulo 15: Te Encuentro

Pasaron unos dos días desde que Hermione se había enterado de la noticia, su madre Jane le había obligado a comer, cosa que la castaña no se había negado porque los antojos comenzaron a hacerse presentes, su padre le había dicho que debía de trabajar como recepcionista en el consultorio dental "Granger", donde asistían varios de los ricos y famosos de toda Inglaterra, mientras Mari la secretaría, que se iba de vacaciones, y por supuesto la castaña debía de estar activa un tiempo de su embarazo, lo que sería mejor para el bebé, según sus padres habían leído en una revista de salud y maternidad, a la que se suscribieron al día siguiente de saber la noticia.

En cuanto a Harry, los señores Granger querían avisarle, pero ella se los prohibió tajantemente, rogándoles de que no quería verlo ni en pintura, y que ella ya encontraría 'el momento' para decirle que sería papá.

- Hermione, por favor come un poco – le pedía Jane a su hija – Lo he hecho especialmente para ti, es tu comida favorita.

- Gracias Mamá, pero no tengo hambre – mintió la castaña, ella no quería comer eso, porque Harry se lo preparaba una vez a la semana.

- Está bien – suspiró su madre - ¿Y cuanto piensas decirle a Harry lo del bebé? Se debe de poner tan feliz, ¿Qué te parece si les reservamos una mesa para que arreglen esa dificultad que los acecha?

- ¡Ni loca mamá! – la castaña se levantó casi agresivamente de la mesa – Yo seré quien le diga a Harry lo del bebé ¡cuando crea conveniente! – estaba rabiosa, y sabía perfectamente porque – Nos vemos mañana en el consultorio ¡Adiós! – dijo corriendo hacia las escaleras.

--------------OoOoO--------------

El ojiverde se sintió impotente al no poder hacer nada por ayudar a Hermione, no quería caer en la desesperación así que tenía que pensar con mente fría y calculadora, tenía que acorralar a Cho para que le dijera la verdad a la castaña, o por lo menos algo así, y para eso un plan, y los planes los hacía… Hermione.

Por ese tiempo, Ron, había comprendido lo que su amigo le decía, así que comenzó a apoyarlo y tratar de idear un plan, pero era simplemente imposible, la materia donde Cho siempre destacó fue pociones, y ganó un premio en un programa de TV mágico por reconocer la poción veritaserum en un jugo de frutas, en una gaseosa y en un helado.

- Simplemente, no se que hacer Ron – le dijo el ojiverde cayendo pesadamente sobre el sillón de la cama.

- Lo primero que deberías volver a hacer, es el método más fácil, hablar con ella y volverle a explicar.

- Ron, es en serio ¡ella se desmayó! Si vuelvo a hacer eso, puede traerle consecuencias en el futuro, y no quiero que eso pase, lo único que me queda es negociar con Cho, a ver que quiere, y tengo que solucionar esto, porque pronto se viene el consejo internacional en Suiza

- Hmm! Suiza ¡La tierra del chocolate! ¡La tierra del mágico y delicioso chocolate! –dijo el pelirrojo comiéndose una bomba de chocolate

- ¡Ron! – le dijo Harry a su amigo que le logró sacar una sonrisa

--------------OoOoO--------------

La japonesa estaba disfrutando de su buena vida en el hotel, le encantaba hacer travesuras y maldades, y tenía planeado seguir haciéndolas hasta que de pronto uno de los dos decidiera hablar con el otro y su maléfico plan terminara.

Pero mientras tanto, ella estaba completamente feliz, en el suelo, a diferentes costados de la gran cama de dos plazas estaba toda su ropa, y un short de deporte de un varón.

El cuarto estaba completamente a oscuras, se oían sonidos guturales, gemidos y gritos, en resumen sonidos de placer y satisfacción.

De pronto sonó el despertador, y automáticamente la luces de la habitación se prendieron, descubriendo a una japonesa y un fornido chico rubio de unos veinte años en plena intimidad.

- Ya Matthew – le dijo la japonesa levantándose de la cama mientras el rubio le trataba de besar el cuello y seguir tocándola – Ahora tengo que ir a trabajar

- Pero, si la sesión de fotos es mañana Cho, lo estamos pasando tan bien ¿no quieres ir al jacuzzi? Ya estoy listo de nuevo – le susurró el fornido rubio en el oído

- Matt – le dijo la ex–Ravenclaw pasando sus dedos entre los pectorales del chico – ya te dije, que este es un trabajo extra, una venganza, me voy a vengar de esos dos por arruinarme la oportunidad

- Pero si ellos han hecho que nos conozcamos Cho, si no te hubieras ido a Japón de nuevo y vuelto aquí, no nos habríamos conocido en el gimnasio, y no lo habríamos hecho en los vestidores, comenzando esta maravillosa relación.

- ¡No seas estúpido! – le dijo con una voz fría, demasiado fría – Yo no te dejaría por nadie, pero, si Harry me hubiera propuesto matrimonio, sería Lady Cho Potter acreedores de la antigua mansión Potter, y de una inmensa fortuna, más de lo que tiene él ahora, más de lo que tiene cualquier mago inglés, además que todos se enteraran de quién es el heredero de los Potter ahora, sus abuelos, al morir sus padres y antes de que los mataran a ellos dejaron el título, la casa y la herencia, en pare, hasta que el heredero legítimo esté casado.

- Pero ese Potter, ¿no sabe nada sobre esto?

- No, es demasiado famoso, y ni siquiera lo sabe

- Yo no lo conozco, ni nadie habla de él

- Es algo muy diferente, querido – le dijo besándolo el los labios y yendo hacia el baño

- ¿Te puedo ayudar con tu venganza?

- Claro, y hasta tal vez, le podríamos cambiar de curso y salir como Lady, todas tienen un amante ¿no? – sonrió maliciosamente

--------------OoOoO--------------

Hermione estaba sentada en el cómodo asiento de secretaria con vista a la acogedora sala de espera del consultorio "GRANGER", leyendo un artículo sobre la realeza en "HELLO" mientras de pronto escuchó el timbre, ya estaba cansada, deseaba ir a pasear por la playa y caminar en el atardecer con Harry... si tan solo Harry sintiera lo que yo siento – pensaba la castaña

- Consultorio Granger, diga – pronunció perfectamente la chica

- ¡Hermione! ¡My darling! Soy yo Cho, ábreme, te invito a tomar un café – pronunció pomposamente la chica

La castaña se dirigió con un suspiro hacia la puerta, y vió a la japonesa, estaba vestida de negro, algo no muy usual en ella, y llevaba el pelo amarrado con un listón de color azul oscuro.

- Buenos días Cho – le dijo la castaña cabizbaja – Lo siento, no puedo tomar un café, me estoy encargando del lugar

- No importa, solo será por quince minutos, yo tampoco tengo todo el tiempo del mundo, además ahora que somos amigas, ¡hasta podemos ir de compras juntas! – le chilló

- Sí, es verdad ya debo de comenzar con las compras para mi – la castaña paró, no le diría la verdad a Cho, porque seguro que haría algún escándalo y era lo que ella menos quería – para mi mamá – prosiguió – pronto es su cumpleaños

- Ahh, bueno si quieres te puedo ayudar a comprarle algo ¿y si lo discutimos mientras paseamos por el muelle y nos tomamos una malteada o algo?

- No, Cho, no puedo, y ahora me siento un poco mal, así que te agradecería si

- Está bien, nos vemos pronto

Y cerró la moderna puerta del consultorio dentífrico para seguir leyendo, y esperando a que algo suceda.

Ya en la tarde, después de cerrar el consultorio, la castaña decidió que era hora de salir a dar un paseo por los muelles y el malecón central de Liverpool y apreciar la apuesta de sol, así que se puso una chompa con cuello alto y salió abrazándose a si misma con un libro entre sus brazos.

La brisa marina, hacía levantar sus enmarañados cabellos, sus orbes color chocolate miraban fijamente el horizonte, ese horizonte que siempre miraban con Harry, ese bello horizonte, que para ella ya no existía más.

Salinas gotitas, se acumularon en sus ojos, cayendo lentamente en su pequeño diario y corriendo la tinta, impregnada de recuerdos, los mejores recuerdos.

Cerró su diario y se llevó una mano a su todavía plano vientre.

--------------OoOoO--------------

Los padres de la castaña habían citado a Harry para hablar sobre su hija y por que esta no lo quería ver ni en pintura, más no le contaron nada sobre el embarazo por orden directa de Hermione.

El ojiverde solo argumentó que fue todo una confusión, y una emboscada hecha por una amiga de la escuela que los quería dañar, y que él ya había tratado de hablar con Hermione, pero esta se cerraba, y no quería oír absolutamente nada de él.

También les pidió que no intercedieran ni por él ni por ella, y que él lo solucionara, porque sabía que ella lo amaba tanto como él a ella.

Así que bajó los escalones y cruzó la calle hasta llegar al malecón principal de Liverpool. Había cantidades de niños, divirtiéndose mientras tomaban helados, adolescentes que acortejaban a sus novias, o a la chica especial y por último él. Solo. Sin ella.

Se acomodó el saco y siguió caminando atravesando varios muelles, la brisa desordenaba aún más su pelo azabache,

Comenzó a llover.

Y la vió.

Estaba en la primera banca del último muelle recreativo de Liverpool, la banca era alumbrada tenuemente por un farol que titiritaba

Los verdes ojos del chico brillaron, ¡la volvía a ver, ella estaba ahí. Sentada. Esperándolo. Llorando.

El ojiverde comenzó a correr. Splash. Splash. El agua estancada salpicaba. Plum. Harry se cayó, embarrándose.

Ella lo escuchó, y lo vió, ahora que la luna brillaba lo podía ver a él, todo embarrado, tenía la pierna rasmillada, un hilillo de sangre se distinguía entre el barro y el pantalón empapado.

Se preocupó. Pero él siguió corriendo. Ella sabía que él no debería de correr con la pierna rasmillada, pero corría.

Ella se levantó y comenzó a caminar a pasos largos.

Peró él fue más veloz, la agarró por el brazo, la atrajo hacia sí y la besó.

El beso fue delicioso, un sabor salado por la lágrimas y dulce por la lluvia.

La castaña acarició la mejilla del ojiverde que tenía ya un poco de barba. La melena azabache del chico estaba empapada y disparaban miles de gotitas que caían en la cabeza de la castaña.

El la volvío a atraer hacia sí. Ella, estaba feliz de volver a estar en sus brazos, protegida y embarrada, pero feliz.

Las palabras arruinarían el momento – pensó el ojiverde, era mejor quedarse así, por un tiempo, disfrutando del la compañía del otro.

El reino del silencio se propagaba por todo el lugar, excepto por la lluvia que caía, ahora en menos cantidad.

Después de unos minutos, el ojiverde comenzó a percibir otro sonido, el del llanto, y miró abajo, estaba Hermione llorando abrazándolo muy fuerte. Era Pequeña. Muy Pequeña. Y era suya.

Él la separo unos centímetros, solo unos centímetros, y con su pulgar limpió las lágrimas de la castaña.

- No llores – le dijo acariciando su enmarañado cabello y jugueteando con él – Se que lo que ha pasado Herms, ha sido muy fuerte, pero te juro que no es verdad, yo te amo con todo mi corazón y no soy un maniaco del placer para acostarme cada día con diferentes mujeres.
Yo solo estoy hecho para ti, solo para ti y no entiendo porque no me comprendes. No entiendo porqué la vida no me deja ser completamente feliz por primera vez y para siempre, junto a ti, no junto a Cho, ni la tal Lourdes, solo junto a ti y nuestros hijos – ahí uno de los sollozos fue más sonoro – porque yo quiero tener una casa grande, con muchos hijos, somos jóvenes, así que tenemos muchos años para tenerlos.

Después de una pausa el ojiverde dijo:

- Hermione, yo te amo, y te pido que por favor hablemos sobre el tema, no lo evitemos más, cada mañana cuando me despierto sin tu aroma ni tu calor a mi costado me duele muchísimo y ya no quiero sufrir más, y principalmente no quiero que tu sufras más, así que por favor hablemos, vuelve conmigo Hermione, vuelve para ser marido y mujer, y si no quieres, me han ofrecido trabajo en el extranjero, me iré y te juro que no me volverás a ver, te juro que no te molestaré más, pero si hablamos, me quedaré y te haré la mujer más feliz del mundo y yo seré el hombre más feliz del mundo gracias a tí.

La castaña no respondió solo se soltó y comenzó a correr, olvidando un pequeño diario, olvidando una gran propuesta. Olvidándolo todo.

--------------OoOoO--------------

El ojiverde quedó desconcertado, se sentó en la banca, se metió las manos en el bolsillo del saco, y sacó la pequeña caja de terciopelo negro y la abrió, ahí estaba el hermoso anillo con una gran piedra verde esmeralda que quería que los comprometiera.

¿Qué le pasaba a su Hermione? ¿Por qué lloraba de esa manera? ¿Por qué no quería hablar con él? ¿Por qué diablos no la había seguido?

El ojiverde se levantó y se dispuso a correr para alcanzarla, pero vió algo, un pequeño libro de tapa azul oscuro, se acercó más a la luz y vió que en la primer página decía Hermione con la perfecta caligrafía de la castaña.

El ojiverde no quiso leer más ahí, se mancharía y se le correría la tinta debido a la lluvia así que se lo guardó en el bolsillo y comenzó a correr a pasos agigantados hasta su camioneta más allá de la casa Granger.

--------------OoOoO--------------

Al día siguiente, el ojiverde estaba en cama, con Doby a un costado sirviéndole el desayuno y sentado en el sillón a Ron, como suponemos, Harry se había enfermado, y estaba con mucha tos y algo de fiebre.

- Usted desea algo Señor Ronald – preguntó cortésmente el elfo

- Si tuvieras unas galletas de de chocolate estaría encantado – le dijo el goloso pelirrojo

- Así que Herms no te dijo ni "A" – comenzó a hablar el pelirrojo

- No – dijo Harry con voz ronca – Ni "A" ni "B", simplemente me abrazo con mucha fuerza, me decía a gritos que la protegiera, que la salvara, pero no entiendo ¿salvarla de que?

- No lo sé Harry, pero tienes que solucionar esto pronto, ya pronto te irás a Suiza y tienes que decidir si firmar o no.

De pronto Hedwig entró por la ventana trayendo un sobre muy elegante, Harry apenas lo vio, supo que se trataba de la invitación oficial y el pasaje para irse a una conferencia en Suiza, la tierra del chocolate.

º--------------OoOoO--------------º

º--------------OoOoO--------------º

¡Hola a todos! Bueno me ha encantado recibir más de 110 reviews, significa mucho para mí, por que me demuestra que les gusta mi historia y que la recomiendan a sus amigos/as para que también puedan leerla. Este capítulo es algo diferente, mostramos planes de Cho, pensamientos de Harry y a una Hermione extraña y cerrada, también nos encontramos con un viaje a Suiza que podría cambiar la vida de nuestros protagonistas. Bueno ahora que estoy en el colegio me dan más ganas de escribir, jejejejeje, ¿Qué curiosa es la vida no? Cuando tienes tiempo, no lo usas y cuando lo tienes limitado lo agotas, jejejeje. Les quería comentar a mis lectores que si quieren contactarme para preguntarme algo, etc, pueden ir a mi perfil y poner "Send Message" yo se los responderé con mucho gusto, otra cosa que les quería comentar, es que estoy en proceso creativo de un fic, que es antes de "¡Ayúdame!" osea cuando Harry y Hermione estaban en Hogwarts y se enamoran, etc, y después ella se casa con Víktor. ¿Les gustaría leerlo? Si pueden coméntenmelo en el review que estoy seguro me dejaran ¿verdad? Jejeje.

¿Harry se irá a Suiza?
¿Hermione hablará con alguien?
¿Cho seguirá regando su veneno?

MUCHISIMAS GRACIAS A:

Claudia Granger, Brenda Potter Granger, Arissita, ValeChan, Azamy Delacour, paogranger, Daphne Potter, yuli35, Babyjapan, Francis HHr, Angie y Alex

¡¡MUCHAS GRACIAS POR AYUDARME A LLEGAR A LOS 117 RR!

READ & REVIEW

¡GRACIAS!