Recuerda
que a un escritor le encanta que comenten su trabajo, y yo soy uno de
ellos.
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¡Ayúdame!
por
JD Wordenwood
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Capítulo 16: Coincidencias
"Excelentísimo Señor Harry James Potter Evans,
Es usted invitado a la Conferencia Mundial de Aurores Calificados, donde asistirán los mejores aurores del mundo, incluyéndolo por su puesto, a usted.
La conferencia se llevará a cabo del 1 al 5 de Septiembre, tome en cuenta que es mejor salir días antes para llegar lúcido a la mencionada conferencia. Después de los eventos con los demás aurores, lo invitamos a quedarse en las cabañas de "Alpes Luxury Hotel", al pie de los maravillosos Alpes Suizos, ente los bosques lugareños, realizaremos tours, bailes y banquetes para ustedes hasta el 20 de Septiembre fecha en que todos partiremos a nuestros países de nuevo, a menos que firmen propuestas de trabajo de las diferentes firmas y gobiernos mágicos.
Atentamente,
Curt
Frodge Prodge
Organizador y Anfitrión "Aurors Mundial
Conference – Switzerland"
El ojiverde guardó la carta en uno de los cajones de su escritorio, en menos de una semana partiría a Suiza, tenía planeado reunirse con la Brigada Mundial de Aurores, que más de una vez le habían ofrecido trabajo, y era una oportunidad excelente, el pago sería igual que el de la "MMU" pero deseaba la experiencia de poder dirigir las misiones Mundiales más importantes, y poder trazarlas a su gusto y criterio, sería su propio jefe, y no tendría que rendirle cuentas a tantos ministros encargados.
Pero el no quería dejar Inglaterra, su país. No quería dejar a Hermione para siempre, pero si ella lo deseaba así, así lo haría, por que el la amaba y la complacería en todo y principalmente no quería que ella sufriera más al verlo y al recordarlo, por eso esperaría la respuesta y si no se la daba antes de irse, se iría para siempre.
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La curiosidad de un hombre, es muy grande, se podría decir que duplica la curiosidad de una mujer, por lo que el resfriado ojiverde abrió otro de los cajones de su escritorio de caoba fina y sacó un pequeño librito de tapa azul oscuro, se notaba algo húmedo por la lluvia del día anterior.
La tentación surgió en el ambiente, ¿abrir o no abrir ese diario, ¿conocer o no conocer secretos y pensamientos de su amada, era en verdad, un dilema, pero su curiosidad crecía cada segundo que pasaba el librito de mano en mano, lo volteaba, veía la primera página y finalmente se decidió, era la perfecta oportunidad de saber que le ocurría a Hermione y por que se mostraba así con él.
Y lo abrió.
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El sonido metálico de las máquinas de fuerza resonaban por todo el gimnasio, en una de ellas estaba un fornido chico de veinte años. Este se dejó caer en una de las colchonetas, haciendo que su short de deporte, la única prenda que llevaba se bajara ligeramente dejando ver la parte donde la espalda pierde su nombre.
La japonesa llevaba un muy, muy apretado traje de gimnasia, que se comenzó a medi-sacar al acercarse al chico, y comenzar a hacerle masajes en la espalda, y otras partes del cuerpo.
- Matt, Matt, Matt - susurraba la japonesa de manera sensual y provocativa, provocando mayor acaloramiento en el chico – Vamos a mi habitación, ya le pagué a tu jefe para que cuando te vea conmigo no te amoneste querido
El chico se volteó acorralando a la japonesa entre la colchoneta y él, diciéndole:
- No Cho, hoy yo seré el jefe y solo por celebrar nuestro plan, que mañana saldrá perfecto
Los dos sonrieron maquiavélicamente mientras se besaban con furor y se desprendían de sus ropas.
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Mientras Hermione Granger releía uno de sus libros favoritos "Orgullo & Prejuicio" de Jane Austen, le era inevitable pensar que ahora Harry tendría su diario, se enteraría de su embarazo y vendría a buscarle y la obligaría a escuchar. Pero ella no quería escuchar más mentiras de su parte, ella no quería volverlo a ver, ella solo quería al Harry que ella amaba no a ese monstruo.
En ese mundo de problemas en el que la castaña se encontraba, escuchó la siempre confortable voz de su papá:
- ¡Familia! – anunció el Señor Granger al llegar a su casa con su típico maletín de trabajo, se sacó el saco y lo colocó en el perchero, después se dirigió a la sala de estar, donde estaba Hermione leyendo un libro y Jane, su esposa, tejiendo ropa para bebé.
Las dos mujeres de su vida voltearon rápidamente y lo saludaron afectuosamente, dejando sus quehaceres para escucharlo atentamente:
- ¿Si papá? – dijo la castaña apenas esbozando una sonrisa, se veía ojerosa, cansada y llevaba una caja de pañuelos desechables a todos los lugares de la casa.
- Dime cariño – dijo Jane tratando de animar las cosas - ¿Quieres que le diga a Martha para que nos sirva el almuerzo?
- No, cariño, primero les quiero anunciar algo que nos alegrará un poco a todos – dijo con una sonrisa el Señor Granger
- ¿Qué es papá? – dijo más animada la castaña
- Me acaba llegar la confirmación de la Confederación Mundial de Odontólogos eso quiere decir que una semana de conferencias y dos de vacaciones!
Jane Granger y su marido se pusieron a comentar, sobre el clima, a los dentistas que dejarían a cargo del consultorio, pero la castaña seguía leyendo, total pensaba ella, ellos no la llevarían, se quedaría en Liverpool, más sola de lo que ya estaba, Ginny no podía visitarla más que una vez a la semana, y Luna tenía a cuatro bebés por cuidar.
- ¿Y donde es la conferencia a donde irán? – preguntó la castaña con indirecta incluida
- ¡Hermione! ¡Nos vamos a Suiza! y ¡Todos! – la castaña sonrió, por fin, lo que necesitaba eran unas vacaciones con sus padres, lejos de Inglaterra, de él y cerca de un lugar de cultura y bellas edificaciones, serían unas vacaciones casi perfectas.
- Siii – chilló la castaña parándose para ir con sus padres al comedor, mientras hablaban que en dos semanas sería la Confederación de Dentistas y que ya tenían reservados una hermosa cabaña en el "Alpes Luxury Hotel" al pie de los alpes suizos.
- Lo único Hermione – le dijo su mamá – tienes que tener cuidado con engordar más de la cuenta para un embarazo ya sabes que te encanta el chocolate y cuando pruebes los Suizos.
- No te preocupes mamá, tengo el suficiente autocontrol – le dijo con una sonrisa de autosuficiencia.
Y así los Granger comenzaron a almorzar.
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El ojiverde estaba sentado en la terraza de su casa, leyendo el diario, mientras tenía al frente suyo el pequeño riachuelo y los verdes bosques atrás de ellos.
Todas las páginas del diario, tenían un bello borde como si fuera una enredadera de flores pequeña en el mismo manuscrito, y estaban en diferentes estaciones según el ánimo del día, el título decía:
"Días
más Importantes de mi Vida"
Una gran cantidad de páginas de la primera parte del diario, tenían bordes otoñales, bellos, pero a la vez se notaba un dejo de tristeza. El ojiverde no queríaviolar toda la intimidad de la castaña solo leía fragmentos. Muchas de las páginas otoñales decían:
"Otro lindo día con él, pero todavía no me nota, todavía no se da cuenta de mí".
El ojiverde mientras más leía esas otoñales páginas, más se culpaba de no haberse dado cuenta lo que sentía por ella antes, debía de haberle hablado de ese sentimiento atrapado por algún tiempo dentro de su ser, si tan solo hubiera sabido.
Por fin encontró una página de primavera llena de flores, luz y colores y se alegró al leerla y recordar esos días:
"Por fín, hoy me lo dijo, después de todas las miraditas que te he contado Diario, después de todo hoy me dijo que le gustaba mucho, más de lo que yo creía"
Harry sonrió al releer varias veces ese fragmento, que además de las flores, Hermione había puesto varios corazoncitos y había dibujado a un niño con gafas y una cicatriz en forma de rayo, de la mano con una niña con el pelo enmarañado y soltaba una gran cantidad de libros.
Pasó las páginas que sabía que era toda su relación, por le marco primaveral, diversos dibujitos, y encontró la página que se refería a su primera vez:
"Harry me trató con mucha delicadeza y romanticismo, toda la noche me preguntaba sobre si me sentía bien, si quería continuar, y me dijo que quería que recuerde siempre mi primera y su primera vez juntos. Aparte de eso mi Harry es un verdadero dios griego. Dios bendiga al Quidditch."
El ojiverde se sonrojó por la descripción que le había acreditado Hermione, sabiendo que ella no era muy de decir esas cosas en público, ella lo amaba, y en esas páginas estaba demostrado, hasta que llegó a páginas donde el invierno se hacía notar:
"El me traiciono, como amiga y como pareja, no lo quiero volver a ver, eso duele, y mucho"
El chico se quedo mucho rato observado esas páginas, cientos de páginas invernales, llenas de puntitos mojados, que perduraban mojados, lágrimas de Hermione, algo que él se prometió no saldrían de ella por él.
Después observó páginas de verano, varias páginas que al pasarlas se fueron convirtiendo en primavera, y esta vez en una primavera más hermosa, toda la vida de Hermione había resurgido, ella fue muy feliz todos esos meses, hasta que de pronto el invierno comenzó a llegar de nuevo, y la ultima página escrita de ese diario mágico tenía una revelación:
"Ha pasado lo inevitable, yo lo sabía, lo sabía, pero porque cuando este invierno que me devora ha vuelto, ha tenido que pasarme la cosa más maravillosa ¿por qué, Sí Diario estoy em……"
Las demás letras quedaron convertidas en una tinta ilegible y corrida, esas ultimas partes estaban mojadas de la lluvia y lágrimas, por ende lo ultimo escrito estaba completamente corrido imposibilitando su lectura.
- ¿Qué es lo que me tienes que decir Hermione? – Susurró el ojiverde - ¿Qué es lo más maravilloso que te ha pasado?
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Al día siguiente, la castaña se levantó con grandes rayos del sol en su cara, decidió que ese sábado, invitaría a Ginny a tomar unos helados, para poder charlar un rato y así contarle lo de su viaje a Suiza.
Se dirigió a su baño y se aseó, después se puso una bata y fue a mirar el mar, donde por sorpresa se encontró con una lechuza muy blanca, era indudablemente Hedwig, que cargaba un pesado sobre. Desató el sobre y lo abrió, ahí encontró su diario con una nota:
"Respóndeme pronto, por favor"
La castaña rápidamente examinó su diario, y se dio cuenta al instante que Harry lo había hojeado. Con gran rapidez y sin pensarlo dos veces, agarro una hoja de pergamino y escribió:
"Haz lo que quieras, lo que se te venga en gana, ya eres libre."
Lo ató de nuevo a la patita de Hedwig que la miraba fijamente y la dejó volar por los aires, ¿Por qué había hecho eso? ¿Por qué no le había dado una oportunidad? ¿Por qué cometía los errores del pasado? ¿Por qué no lo escuchaba de una vez por todas?
Porque soy una estúpida – se dijo.
La castaña no tomó desayuno, si no que llamo a Ginny y se bañó, cambió y salió a esperarla en un restaurante, donde la terraza que daba al mar, ahí se sentó y la esperó.
Pero Ginny nunca llegó.
Después de una hora de espera, la castaña decidió pedir por fín su desayuno, muy extrañada por la gran falta de Ginny, ella siempre había sido muy puntual y siempre le gustaba tomar un desayuno con ella, pero debe de haber tenido una emergencia en San Mundugo, o al menos eso se imaginó la castaña.
El restaurante se comenzó a llenar de ejecutivos y empresarios, cuando la castaña notó llegar a un chico rubio, muy guapo, que la miraba fijamente. Se sintió extraña, desde que lo vió sintió una especie de simpatía hacía él, un buen presentimiento. Pero no dijo nada. No se movió.
Pero él Sí.
- ¿Qué hace sola una señorita tan bella como usted? – le preguntó el elegante chico
- Nada especial – dijo la castaña con una sonrisa melancólica – Solo pasando el tiempo y esperando a una amiga, que nunca llegó.
- ¿Me permite acompañarla?
- Si usted desea – dijo la chica desviando su mirada al mar.
- Mi nombre es Matthew Lambesterden – dijo el chico, aumentando ligeramente su apellido.
- Mucho gusto Matthew – le dijo dándole la mano – Mi nombre es Hermione Granger – esbozó una sonrisa
El moso se acercó y Matthew pidió otro desayuno y un café para Hermione.
- ¿Y en que trabajas Matthew? – Preguntó curiosamente la castaña
- Soy dueño de una compañía que vende las máquinas para los gimnasios, atendemos a más del 50 de los gimnasios del país – mintió el chico, que en realidad era personal-trainer del gimnasio del "London Hotel"
- Ohhh, así que tienes un muy buen puesto y posición económica – le dijo la chica
- Así es, y ¿tu Hermione?
- Yo soy historiadora e investigadora profesional
- Que interesante, y ¿tienes novio?
- No, y no quisiera hablar de eso, con alguien casi desconocido - dijo estañándose
- Tu misma lo has dicho, casi – le agarró una mano - ¿Te parece si nos vemos otro día?
- Sí, por que ya me tengo que ir Matthew, toma el número de mi celular – le dijo sacando de su cartera un papelito, y después sacado algunos billetes
- No te preocupes Mione, yo pago - le dijo el chico con una sonrisa atrevida.
Después de unos minutos, al salir del restaurante e ir a su casa a preparar las maletas y ayudar a su mamá, la castaña comenzó a pensar en el tal Matthew, le caía bien, pero necesitaba conocerlo más para fijar su personalidad.
"La próxima vez que me diga Mione, lo mato, nombre de gato, solo él sabe que no me gusta que me digan Mione, ¿verdad bebé?" – dijo acariciando su vientre- "pero él, tu papá, ahora es libre bebé, pero no te preocupes, tendrás una mamá y unos abuelos que te querrán mucho mucho, aunque de todas maneras va a hacerte falta" – pensaba la castaña con expresión melancólica.
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El ojiverde caminaba de un lado a otro en su gran oficina de la MMU, no sabía nada de Hermione, el diario mágico ya debería de haber llegado a Liverpool y por ende Hedwig ya debería de haber regresado con aunque sea una nota, o cualquier papel.
Pero no.
Cuando de pronto, vío como una pequeña manchita cada vez se hacía más grande y llegaba a él.
Fue profunda su decepción al leer ese pergamino.
Ya lo había decidido. Ella lo había decidido.
Se iría
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Así pasaron los últimos días de la semana, donde Hermione y Matthew pasaron mucho tiempo juntos, a Hermione, el rubio le caía bien, pero lo consideraba solo su amigo, por su parte, este guiado por la japonesa, trataba de sacarle cuanta información pudiera, aunque sintió debilidades amistosas por la castaña, le dio mucha pena la historia que le contó sobre Viktor y otros detalles de lo pasado con Harry.
Matthew no estaba seguro si continuar con el plan o no.
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¡Hola a todos! Esta vez no se pueden quejar, no me he demorado casi nada para actualizar, como, ejem, hacen otros que pasan meses y meses y cuando por fín actualizan te llenan de una emoción. Bueno les agradezco a todos por sus reviews, me he sentido muy halagado y honrado con los comentarios y eso me hace escribir más rápido. Bueno este capítulo, es como suponen de "transición" hacia una nueva temporada del fic, ya vieron que coincidencias hay en este capítulo, ¿Qué coincidencia que Hermione conosca a un chico rubio y alto (que no es Malfoy)? Jajajajajaja. Bueno espero que no me maten en este y los próximos capítulos, ups he dicho mucho. Estoy comenzando con el precuela de Ayúdame espero que les guste cuando la publique.
¿Llegaran
a Suiza?
¿Habrán más coincidencias?
¿Cuál
es el maléfico plan de Chochana Chang?
MUCHISIMAS
GRACIAS A:
Brenda Potter Granger, Arissita, Azamy –
Delacour, Kry Potter, Francis, Vale Chan, Edalnar, Alex y Lilian.
¡¡MUCHAS GRACIAS POR AYUDARME A LLEGAR A LOS 126 RR!
READ & REVIEW
¡GRACIAS!