Léxico Necesario:
Huachafo:
Dicho de una persona: Que presume de fina y elegante sin serlo.
Dicho de una cosa: Que, con apariencia de elegancia o riqueza, es ridícula y de mal gusto.
Recuerda que a un escritor le encanta que comenten su trabajo, y yo soy uno de ellos.
¿Me dejas un review?
Read & Review Org.
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¡Ayúdame!
por JD Wordenwood
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Capítulo 17: No puede Ser
El concepto de dormir, había cambiado tanto para Harry como para Hermione, y extrañaban esa sensación de dormir abrazados, cada uno con diferentes aromas representativos.
El ojiverde extrañaba el aroma a vainilla que tenía la castaña, extrañaba su cremosa e hidratada piel, extrañaba su cabello, extrañaba que cada mañana antes de levantarse ella se apoyara y dormitaba en el pecho de él, o a veces encima de él.
Ella extrañaba echarse en diferentes posiciones encima de Harry, así como extrañaba que él jugara con su cabello, extrañaba la piel del ojiverde, extrañaba sentirlo, extrañaba los cariñosos besos que le daba cada mañana para levantarla.
Ellos extrañaban el maravilloso acto de unión a base de amor, jugar entre ellos, seducirse todo él día para después fundirse en el otro, ellos extrañaban amarse con pasión, sentirlo y demostrarlo.
Pero seguirían extrañándolo, si las cosas no se arreglaban pronto, Harry ya estaba tramitando unos papeles para que le dieran la residencia en Suiza, y estaba contactando a su representante de la MMU en Suiza para que después de la conferencia le tuviera un departamento listo.
También había pagado un extra al pasaje para que pudieran llevar su camioneta a Suiza y así movilizarse con mayor facilidad.
La castaña estaba comenzando con las primeras compras para el bebé y sacando cita para todos los chequeos mensuales.
Un aire de tristeza los embriagaban, estando separados definitivamente, reprochándose el por que no pudieron actuar de otra manera en diferentes ocasiones, Harry se maldecía constantemente por su gusto a Cho, en determinado tiempo de su vida, también por brindarle ayuda, cuando sabía que lo que traería sería desgracia.
La castaña estaba convencida, aunque con cierto margen de duda, que lo que le decía la japonesa y lo que le decía su amigo Matthew sobre que una persona infiel no se merece tener la confianza de nadie, la hacían cada vez más cerrada y triste.
Ella quería cambiar, por ella, por su bebé.
Pero no podía.
Por la simple y llana razón que él le hacía falta.
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El ojiverde había partido al aeropuerto, lo esperaba un avión privado donde irían todos los magos del Reino Unido, él era el único que llevaba automóvil, por lo tanto sin ningún problema llegó, y su camioneta pasó por los chequeos muggles correspondientes hasta que lo hicieron subir a una plataforma especial, donde dejó su auto, con su baúl y maletas adentro.
Pasó los controles respectivos y se subió al avión donde vio llegar a varios colegas suyos, les dieron unos aperitivos, y procedieron a pasar lista de asistencia y finalmente después de pasar todo el protocolo aeronáutico correspondiente, el avión comenzó a avanzar por la pista de aterrizaje.
A la par del avión, la vida del ojiverde avanzaba, dejaba atrás a Hermione, dejaba atrás a sus amigos, a su país, pero, el no quería dejarlos a ellos, no quería dejarla.
Entonces ¿por qué lo hacía?
Por amor – pensaba el Harry – para que puedas olvidarme sin ningún problema, Hermione – decía en sus interiores – pero yo nunca podré olvidarte.
Inconscientemente una lágrima, brotó de los esmeraldas ojos del chico, que al sentirla caer en su mano, se limpió y trató de fortalecerse y no llorar.
No llorar por la obligación de olvidar.
¿Qué acción mala había cometido él en su vida?
¿Por qué hasta en el amor le iba mal?
¿Porqué una persona loca interfería con la única persona que lo había ayudado sin interés alguno, entregándose cuerpo y alma, enteros a él, solamente a él y sin hablar por apellidos, cicatrices o dinero?
Por qué.
Porque la vida es injusta – recordó haber escuchado decir a Tío Vernon.
Su malvado tío tenía razón, la vida era injusta muy injusta, y parecía que la vida se desquitaba con él.
Destrozándole su sueño de casarse con la castaña, tener una familia amplia, con varios hijos que pudieran revolotear y jugar en su casa, que él les enseñe todo lo que sabían y que ella todo lo que ella sabía, si esto pasaba, serían los hijos perfectos, se imaginaba el chico.
Y así, imaginándose, la maravillosa creación de Dios: la imaginación, esa capacidad de ver tus sueños y retenerlos en tu mente, más no materialmente, el ojiverde se quedó dormido.
Y otra lágrima cayó, lentamente.
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- ¡Hermione Granger! - exclamó Jane Granger al ver que su hija no bajaba y todos ya estaban en el mercedes – ¡Baja en este instante!
- Ya bajo mamá – decía la castaña mientras terminaba de guardar los documentos necesarios para viajar y poniéndose el abrigo.
Los Granger estaban listos para partir a Londres, donde es unas horas más saldrían a Suiza. Gordon el chofer, estaba esperando a Hermione, para que subiese al auto, y al subir esta él cerro la puerta y partieron.
Dejando Liverpool.
Así llegaron al aeropuerto, donde abordaron sin problemas el avión, con destino a Suiza, donde se enteraron, que ese año el país realizaba más de 1500 convenciones de diferentes organizaciones.
Y ahí fue donde el sentimiento de tranquilidad y relajación que la castaña creía que tendría en su viaje, para llegar y solucionar todo, se acabó.
- ¡Hermione¡My sweetness darling! – chilló la japonesa, dirigiéndose al asiento en primera clase donde se encontraba la castaña completamente pasmada - ¿Cómo estás queridita?
- No puede ser – susurró la castaña sintiendo que todo el encanto de las vacaciones desaparecía.
- ¿Perdón? – inquirió la japonesa claramente escuchando los susurros de la chica.
- ¡Oh! Cho ¡que sorpresa! – dijo con una sonrisita irónica - ¿Qué haces aquí¿Es la convención de arpí…? – al darse cuenta lo que estaba a punto de decir comenzó a reírse escandalosa y tontamente – de modelos bellas, fogosas y bien pagadas?
- Casi lo adivinas, my darling, es la Convención Mundial del Maquillaje – dijo solemnemente - Bueno queridita, me voy a mi asiento, porque tengo que descansar los párpados para no llegar con unas ojeras terribles¡ah! Y una recomendación honeymoon, no comas tanto chocolate, por que has engordado – le espetó y se fue.
La castaña estaba iracunda, Cho Chang, se estaba pasando, su transformación de una delgada y tonta muchachita a una operada y sumamente arreglada modelo, era detestable. Y más con sus modismos huachafos, palabras en otro idioma, exageradas joyas, haciendo que por cada movimiento de sus manos, las pulseras sonaran estruendosamente, algo que la castaña no sabía como había pasado por la máquina detecta metales.
- Hermione – susurró su mamá – esa amiga tuya, la Cho, es muy recargada ¿verdad, si sigue poniéndose tanto maquillaje, su cara se va a terminar arruinando horrible, además de que por sí da de primera impresión ser una japonesita tonta.
- Lo es mamá, créeme que lo es – lo único que quiero hacer ahora es dejar Inglaterra
- Pero recuerda lo que me prometiste, Hermione, apenas lleguemos arreglas la situación con Harry
- ¡Ya mamá! Pero solo ahora… no me hables de él ¿Está bien?
- Está bien – le dijo su madre dándole un beso.
Después de unos minutos de tranquilidad, las azafatas comenzaron a contar a los pasajeros y detectaron que uno esta en un lugar erróneo y lo pasaron a primera clase y este paró en seco al ver a la castaña en la misma fila que él solo que el pasillo los separaba.
- ¡Hermione! – Exclamó un chico rubio y bien formado
- ¡Matt! – Dijo la castaña dándole un beso en la mejilla - ¿Qué haces tu aquí?
- Voy a dar una conferencia a los gimnastas y físico culturistas de todo el mundo, sobre el uso debido y las horas que se pueden utilizar las máquinas de los gimnasios, y una charla a adolescentes que aspiran a tener un cuerpo bien formado.
- Ahh, que interesante – dijo la castaña, mostrando el menor interés – Yo voy a una conferencia de dentistas
- Que coincidencia que más del 50 de conferencias y organizaciones estén organizando sus reuniones en Suiza.
- Sí, y yo que creía que solo íbamos a estar nosotros y algunos turistas, veo que no. ¿Dónde te hospedas? – le preguntó
- Me toco compartir una cabaña con una modelo, en el "Alpes Luxury Hotel", mi agente no pudo encontrar otro lugar, todos los demás hoteles están abarrotados de Griegos y la cabaña de la modelo es extra grande, tiene dos cuartos y es algo así como dividida para dos familias creo.
- Ah, ya veo, con tal que no te toque con una modelo Chang, estará bien
- ¡Pero si me toca con una modelo Chang, creo que se llama Cho – dijo el chico pensando que merecía un Oscar.
- ¡Ay! Pobre no sabes lo loca que es, ella fue la que me separo de él – dijo susurrando las últimas palabras
- No te preocupes, me cuidaré – le dijo el chico
La castaña que creía que iba a estar sola, relajada y disfrutando de deliciosos chocolates, de leer frente a la chimenea, de jugar con la nieve, se dijo que, ahora, sería un viaje multi – propósito:
Pensar, Conocer, Salir y Hablar.
Y así, pensando fue como el avión comenzó a ascender, por los nublados cielos de Londres, y así la castaña se quedó dormida en el hombro de su mamá.
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El ojiverde llegó a la puerta de "Alpes Luxury Hotel" donde unos jóvenes vestidos de guardabosque le abrieron la puerta.
La vista era espectacular cuando las grandes puertas de madera se abrían. Se notaba un camino entre los bosques de miles y miles de pinos mientras más cerca de los Alpes, más pinos nevados habían.
La luz era un factor primordial, le daba un perfecto contraste con la sombra y con el precioso cielo que se alzaba en cima de ellos
El ojiverde notó que el camino se dividía en tres caminos más pequeños y al medio de los tres encontró un farol, que a su vez tenía escrito que por el camino de la izquierda lo llevaría al "Alpes Manor House" donde estaba la recepción, los grandes salones para baile y banquetes, casinos, y centros de turismo.
Era una mansión muy bella, tenía una torre, donde estaba la puerta principal, y tenía dos pisos, donde en ninguno habían habitaciones, solo las estancias comunes para huéspedes.
El ojiverde entró a la gran mansión después de aparcar su camioneta al frente.
- Buenos días ¿Usted es?
- Harry Potter – dijo este muy serio
- Muy bien señor Potter, su reservación está hecha y su cabaña es la 0515, un pedido especial con nuestra mejor vista, aunque la ubicación es un poco lejos de aquí, sin embargo es la mejor y más costosa de nuestras cabañas, esperemos que se sienta cómodo y le recomendamos descansar estos dos días.
- Muchas Gracias – dijo el ojiverde tomando la antigua llave hermosamente tallada.
- Frank, lleve usted al señor Potter a su cabaña.
El asistente agarró un carrito de golf, y guió al ojiverde mientras se internaban por el bosque hasta llegar a una parte donde se notaba más la luz solar y el ojiverde se encontró con una cabaña:
Construida en piedra y con un hermoso tejado en madera, la cabaña estaba internada en el bosque, salvo por algunos metros que la separaban de los árboles, tenía una hermosa puerta de roble tallada y dos ventanas a sus costados frontales, se notaba que poseía dos chimeneas y tenía un lugar especial para guardar el carro en una especie de sótano.
- Bienvenido a Suiza, señor Potter
- Muchas Gracias – dijo el ojiverde dándole una propina al chico que había dejado las maletas en la puerta de la cabaña.
Al abrir la puerta el ojiverde vio algo extraordinario.
La pared de piedra de todo el otro extremo de la cabaña tenía una ventana sumamente larga e ininterrumpida, que poseía unas cortinas de color verde claro y daba un tono acogedor a la estancia.
Lo extraordinario era que a través de esa ventana, se podían apreciar miles de árboles en bajada hacia un hermoso lago que brillaba gracias a luz del sol, y pasando ese lago se veían en toda su magnificencia los Alpes Suizos.
La belleza del paisaje era tal, que el ojiverde se quedó varios minutos anonadado, estático examinando el lugar, se notaba que la cabaña estaba al borde de un precipicio inclinado que poseía hectáreas de hectáreas de bellos árboles hasta llegar a ese hermoso lago.
Los esmeraldas ojos del chico, se quedaron maravillados, y por primera vez deseó ser un pintor, para retratar esa hermosura, y tenerla siempre con él.
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Una limusina negra se presentó en la puerta del "Internacional Ginebra Airport" recogiendo a la familia Granger, que habían sido escogidos como los dentista del año anterior, y por eso tendrían todos esos tratos especiales, hasta que entregaran el título al nuevo equipo de dentistas.
La limusina los dejó en la puerta del "Alpes Manor House" y los esperó hasta que realizaron el mismo procedimiento que el ojiverde, aunque no tenían ni idea de que un muchacho de ojos verdes y pelo azabache se encontraba ahí.
- Señores Granger, la asociación, nos ha pedido especialmente que les demos la cabaña 0515, pero lamentablemente otra asociación la pidió con anterioridad, así que les daremos nuestra segunda mejor cabaña con una vista muy bonita, se encuentra cerca de la 0515, es la 0513, Alfred los llevará a su cabaña, y esperamos que pasen una muy linda estancia aquí en Suiza.
- Muchas Gracias – dijo Jake Granger mientras le daba la mano a su hija y a su esposa y se dirigieron a la limosina que los dejó al frente de una hermosa y acogedora cabaña, que tenía varias ventanas y daban a un hermoso lago, que no se podía apreciar con toda su magnificencia debido a varios árboles que al verlos más de cerca tenían más de 100 años.
- Bueno – dijeron los padres de la castaña – nosotros nos vamos a tomar una siesta Hermione, si necesitas que te recojan o algo, solo llamas y te traerán uno de esos simpáticos carritos de golf.
- Está bien, pero¿Qué haremos esta noche?
- Los Doctores Harrigan nos han invitado, creo que para tener paz con nosotros, tú sabes como siempre nos querían hacer envidiar por ellos haber ganado el título cinco años consecutivos.
- Mmm, yo mejor me quedó aquí, pediré la cena, ustedes saben como me cae su hijo Fernand, demasiada adrenalina, además de ser seductor y descarado.
- Ok, pero será mejor que tengas cuidado, la guía de prevención dice que puede haber osos, lobos o… ¡Ay! – Jane Granger acababa de tirarle una palmadita a su esposo:
- Jake, no asustes más a la niña.
- Está bien.. Está bien, pero solo la estoy previniendo… recuerda todo esto Hermione, además de siempre ver quien está si es que tocan la puerta… puede resultar un bosque muy misterioso.
- Está bien papá – dijo la castaña dirigiéndose a su cuarto, para después tomar un baño y una siesta, pedir la cena, con mucho chocolate caliente y leer un buen libro.
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- Matthew – exclamó la japonesa - ¡Te exijo que cargues los dos baúles hasta la cabaña!
- ¡Cho, parece que has traído piedras! – le dijo el chico
- A ti no te debe de importar lo que traigo o no, al contrario, debes de estar agradecido porque te estoy trayendo a Suiza a una cabaña exclusiva
- ¡Pero si es tan exclusiva por qué no puede llevar los baúles!
- Eres sordo o qué ¿no oíste al tarado de la recepción? Los trabajadores tienen una junta y si queremos llegar a nuestra cabaña rápido tendremos que ir por nuestra cuenta.
Así era como patéticamente una mandona y dominante japonesa chillaba al medio de la recepción a un chico algunos años menor que ella, que la miraba y confrontaba, pero al esta decirle "debes de estar agradecido porque te estoy trayendo a Suiza a una cabaña exclusiva"; bajó la mirada.
Así era como Cho Chang trataba a su amante, y acompañante en alocadas y apasionadas noches, Matthew Lambes, un chico bueno, pero que había caído lamentablemente en las garras de la japonesa controladora y calculadora, que ahora lo manejaba a su gusto.
Pero el chico, se lograba dar cuenta que las personas a las que su fogosa novia quería dañar, era gente buena, que sufría, solo por el despecho de esta.
Pero, si se lo pensaba bien, y su plan salía bien, aunque era muy largo y específico, podría convertirse en Lord, o eso era lo que él creía. Por que: conquistar a Hermione Granger, una chica tan decidida, no sería fácil, que Cho se case con el joven Potter, no sería fácil, y menos aparentar un suicidio, haciendo que el título y la fortuna recayera sobre ella, y finalmente que ella se enamorara de un chico menor, y se casaran, convirtiéndolo en Lord.
Era demasiado difícil.
Demasiado Tele novelero.
Y como Tessy de Lambes le había dicho a su hijo, las telenovelas, eran solo telenovelas.
A sus veinte años, era demasiado cándido, para creer que la calculadora japonesa compartiría el título, después de "matar al estúpido de Potter" como decía esta.
Y así después de una bofetada de la japonesa, comenzó a cargar los baúles, por el camino de hierba cortada entre las dos franjas de piedras.
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El ojiverde no lo podía creer, la mala suerte lo perseguía:
Había tomado una reconfortante siesta, y se había bañado en el jacuzzi, después de pedir unos masajes a su cabaña.
Se había cambiado, y se había puesto unos impecables pantalones blancos, con una camisa de manga larga del mismo color, y una chompa de lana, crema.
Había salido para poder encontrar algo que hacer en el Aples Manor House, cuando de pronto comenzó una terrible ventisca, lo que hizo que una gran cantidad de tierra, de no sabe donde, manchara su ya no- impecable pantalón blanco.
Después la consecuencia de la ventisca fueron varias injurias de parte del ojiverde, que a su vez provocaron la furia de los cielos, y comenzó a llover, y el ojiverde que estaba completamente concentrado en explorar el área antes de salir a la Manor House casi se empapa por completo.
Pasó el tiempo, dentro de la cabaña donde leyó alguno de los libros que había traído, y después a las ocho y media, en punto, salió con un paraguas, a la Manor House, para ir al bufete de bienvenida.
Se subió a su camioneta y condujo unos cinco minutos, cuando un sonido sordo se escuchó.
Salió del auto, con su paraguas.
Y lo vió.
La maldita llanta del carro se había reventado completamente, gracias una piedra con muchas puntas que justo estaba ahí, para empeorar su vida.
El paraguas, se le voló, debido a su distracción.
La tormenta aumentaba cada segundo.
¡Ya estaba harto!
¡Porqué la vida le hacía esto!
¡Porqué cuando estaba resignándose a perderla, simplemente la vida, no se lo permitía!
¡Cuando sentía tranquilidad, esta se evaporaba, dejándole un mal sabor en la boca, y su mente a flor de pensamientos – no- deseados en ese momento!
¡Estaba harto!
Si fuera por él, se tiraría desde el precipicio donde se encontraba su cabaña.
El ojiverde comenzó a llorar.
A llorar.
Se apoyó en su camioneta, maldiciendo la vida, el destino, a él, a todos, menos a ella.
El la quería, el quería el castaño, el quería en chocolate, el quería la inteligencia, el romanticismo y la autosuficencia, el quería a Hermione, a Hermione Granger.
Se juró matar a Cho con sus propias manos, a penas volviera a Inglaterra.
Quería dormir.
Sí, dormir, ese sentimiento que da cuando uno está en una época de tristeza, pero más no de depresión, quería quedarse en su cama, y dormir para siempre.
Pero quería algo más.
Quería que ella le rascara su espalada desnuda, que jugara con sus azabaches cabellos, que lo besara en los labios consolándolo.
O por lo menos, ser amigos.
Pero eso no pasaría, porque eso pasaba cuando te enamorabas de tu mejor amiga, era un paso crucial, que decidiría su vida, de ese día en adelante.
Y el decidió intentar.
Y falló.
Ahí se encontraba Harry James Potter, acucurrucado en su auto, completamente empapado y en un estado deplorable, triste, muy triste, y a punto de caer en lo peor:
La resignación.
Así pues, el chico decidió en caminar, un poco más hasta ver si había alguna cabaña donde pudiera llamar a ala Manor House, para que vinieran a refaccionar su carro o si no se quedaría en su auto con la calefacción, escuchando radio Suiza.
No se podía aparecer, simplemente porque era un lugar muggle, y no podía visualizar más que el centro de la recepción.
Así que comenzó a caminar por el costado del bosque, titiritando, mojado, y algo mugriento, algunos árboles le rasparon algunas partes de su anatomía, pero no fue nada grave.
El ojiverde estaba dispuesto a abandonar la búsqueda de cabañas e ira su camioneta, hasta que vio, un haz de luz directa que venía a su vista.
Comenzó a correr un poco más, con las pocas fuerzas que le quedaban, y pudo distinguir dos ventanas frontales con mucha luz, y humo saliendo de una chimenea.
Había encontrado ayuda.
Por fin.
Se dirigió a la puerta, y la tocó con dos secos pero fuertes golpes en la madera fina.
Pasaron unos momentos y la puerta se abrió.
Y por obra del destino, la vió.
Hermione Granger estaba en bata, con un libro en su mano, los labios y la nariz con chocolate, y su enmarañado cabello, estaba libre, en su mayor y hermosa expresión.
- No puede ser – susurró la castaña al verlo anonadada.
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Si, mis fervientes lectores, este es uno de los últimos capítulos, aunque no lo crean, "¡Ayúdame!" en cualquier momento se acaba, así que estén muy atentos, porque no voy a decir nada más hasta que llegue el capítulo final.
Les quería comentar, que lamentablemente me demoré más al escribir este capítulo porque tuve una explosión creativa, es decir, tenía tanta pero tanta inspiración y ganas de escribir, y tan poco tiempo, y ¡plop! exploté creativamente y tuve que apuntar ideas a cualquier lugar donde iba, eso es gracias a la película "Pride & Prejudice" que recomiendo a todo el mundo ver, y si son escritores, aun mejor, les llenará de inspiración, se las recomiendo.
Sobre el fic, bueno les quiero decir que ¡ya tengo el final exacto para Cho y Matthew! Así que el secreto de estado, no será revelado hasta el último capítulo, donde sabrán todas las verdades de este fic, y aclaro, yo maniático de los reviews, que espero llegar a más de 150 reviews para el final, y espero que se cumplan mis deseos, para así trabajar en Semana Santa, en el "Happily Ever After" que tanto han esperado. ( mmm, pero si no hay reviews, a Harry le podría pasar un repentino accidente y hummm.. xD)
¿Qué le dirá Hermione a Harry?
¿Qué hará Cho y Matthew?
¿Por qué hay rumores de que el próximo capítulo hay abogados? O.o
MUCHISIMAS GRACIAS A:
Juan Pablo, Jim, Francis, Brenda Potter Granger, Vale-Chan, Arissita, Azamy Delacour, Lilian Granger, Carolina, Tereza de Potter, Hermione de Potter Granger
¡MUCHAS GRACIAS POR AYUDARME A LLEGAR A LOS 138 RR!
READ & REVIEW
¡GRACIAS!