Disclaimer: Tengo que aclarar que los personajes no son míos, como todos saben, pertenecen a la mente prodigiosa de la Sra. Meyer. Yo solo juego con ellos, intentando que ese juego los entretenga a ustedes.

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Algunas palabras o frases en este Fic están colocadas en cursiva, cuando esto pasa es que se está utilizando otro idioma. Al desarrollarse esta historia es los ., es de suponer que todos hablen Ingles y es por esto que las cursivas se refieren a las personas que hablan en Español.

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Para Recordar: Si estoy publicando esta historia y tú leyéndola, es porque hemos sobrevivido a "TODO", en el 2020, el Año de la Rata. A la Pandemia más grande conocida hasta ahora, y lo digo así, porque el resto de las Pandemias que han atacado a la Humanidad solo pudimos conocerlas por las referencias históricas y el COVID-19 ha llegado a nosotros mientras transitábamos esta aventura llamada "Vida". Si has perdido a alguien, realmente lo lamento. Si fuiste de los que se contagió y sobrevivió, o de los que hemos sobrevivido ilesos, entonces "Celebra la Vida".

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Dedicatoria: Durante mi viaje y mi periodo de cuarentena que duro varios meses, estuve en Colombia. Barranquilla y Bogotá.

Esta historia se la dedico a dos personas, Andrea (te quiero mi muchachita) y Nestor (para ti, aunque nunca la leas), quienes me vieron aquellos días frente al computador y de una forma u otra me incentivaron para seguir, mientras me "refugiaron" en su casa. Gracias.

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Capítulo 40

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Buscando Un Final Feliz

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I'll let you set the pace

Because I'm not thinking straight

My head's spinning around

I can't see clear no more

What are you waiting for?

Love me like you do

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Permitiré que tú impongas el ritmo

Porque yo no pienso con claridad

Mi cabeza está dando vueltas

Ya no puedo ver con claridad

¿A qué estás esperando?

Quiéreme como tú sabes

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Ellie Goulding – Love Me Like You Do

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Cuando Lizzy llego a casa después de un día de recorrido por la Ciudad, estaba emocionada y feliz, su Mami estaba con ella, no se había ido y le había asegurado, un montón de veces, cuando ella preguntaba que no se iba a ir lejos de ella.

Su Papi también estaba allí, por eso cuando entro a la casa y lo vio parado en la entrada del Salón, se lanzó velozmente a sus brazos y fue alzada por los aires mientras ella comenzó a contar sin querer detenerse las mil y una cosas que había hecho en la Ciudad, le contaba a su Padre entre salpicones cuantas cosas había visto, un montón de casas que había visitado.

Todo para la gran consternación de Bella, que mientras la niña contaba de su día hacía que Edward enarcara sus cejas y la mirara con esa mirada penetrante que a veces solía tener.

Bella estaba clara, tal vez no pudieran hablar abiertamente delante de Lizzy, pero no terminaría el día sin que Edward le pidiera explicaciones completas y absolutas de todo cuanto había hecho o deshecho desde que había llegado a aquel Rancho.

En unas horas, Bella podía cambiar su vida en un giro de 360 grados, nuevamente.

Pero mientras las horas finales del día llegaban, el nerviosismo se fue equiparando con una sensación de incertidumbre ante las miradas casi indiferentes de Edward. No era que la ignorara, no… Las actitudes del cobrizo ante ella eran como si "nada hubiera pasado". Los minutos para ella fueron eternos, mientras Edward parecía tan calmado como si nada.

Bella no entendía porque de esta actitud, el cobrizo debería estar de alguna forma recriminándola, de alguna forma acusándola y su pasividad y tranquilidad tenían los nervios de Bella de punta.

Ángela no ayudo para nada.

Su muy querida amiga había asistido a la cena –con una mesa extrañamente vacía, ya que ninguno de los aliados de había paseado por allí esa noche– y había centrado la mayoría de su conversación con Lizzy, mientras la niña volvía una vez más a repetir todas sus aventuras del día. Y mucho más aun, bromeo y converso con Edward como si no hubiera un cumulo de secretos que deberían ser develados. La tranquilidad en esos dos seres era pasmosa y Bella no podía entender el porqué.

Para cuando la cena termino, Lizzy ya mostraba signos de cansancio y se notaba que caería en su cama y en el su sueño rápidamente, así que Edward la tomo en sus brazos y la comenzó a llevar a su habitación cuando la niña exigió la mano de su Madre en su propia mano.

Ángela aprovecho el hecho para disculparse y decir que tenía una cita y salió tan apresurada que sus últimas palabras se perdieron antes de que atravesara la puerta de salida.

Lizzy dormía en su cama menos de 10 minutos después, ambos Padres besaron su frente y aseguraron sus cobijas y una sonrisa se plantó en los labios de la niña cuando ambos Padres abandonaron la habitación.

Edward, miro a Bella por un par de segundos y luego se dio media vuelta y se dirigió a su habitación sin decir una sola palabra.

Fue en ese instante en que los nervios de Bella estallaron.

¿Qué coño le pasaba a este tipo? ¿Es que no le interesaban las cosas que habían pasado en ese Rancho? ¿Es que no tenía mil preguntas sin respuesta? ¿Es que no se había dado cuenta que había dormido con alguien que no era su Esposa?

Bella apresuro sus pasos hasta la habitación de Edward, no necesito tocar a la puerta ni girar el picaporte, la puerta de la habitación estaba abierta, como si Edward hubiera estado esperando que ella lo siguiera.

El cobrizo, con cara de póker, estaba sentado en el borde de la cama y parecía esperar tranquilamente a que Bella viniera por él.

—¿A ti qué coño te pasa? —dijo Bella furiosa—. ¿Es que no tienes sangre en las venas? ¿Es que no vas a decir nada? ¿Es que no vas a preguntar nada?

La única señal de comprensión de las palabras de Bella por parte de Edward, fueron sus cejas que se levantaron mientras levantaba su brazo y verificaba la hora.

—Wow, esa mujer es una Bruja. He perdido 50 $ —dijo sonriendo.

—¿Qué? ¿De quién Demonios estás hablando? —inquirió Bella.

—De Ángela claro. Ella dijo que no tardarías ni quince minutos de que ella saliera de esta casa, en que tú estallarías pidiendo una explicación. Yo aposte a que serias tímida y temerosa al tratar de explicarme y ella dijo que, si dejaba que pasara el tiempo para que Lizzy no notara nada, tu explotarías como un volcán

—¿Apostaron por mí?

—¿Dudas de que Ángela lo haya hecho? —pregunto Edward con una de sus cejas levantada.

Bella solo lo pensó un segundo.

—No, ella sería capaz de eso y más —se quedó mirando a Edward—. Porque ella te dijo más, no es cierto. Le dije que me permitiera explicarte.

—Ella no dijo gran cosa —refuto Edward—. No porque no quisiera hacerlo, sino porque yo solo hice un par de preguntas. Después de todo lo que he visto y oído, solo tenía que sacar conclusiones.

—Pero las conclusiones —dijo Bella, temiendo que Edward no hubiera entendido con claridad las razones por las que había llegado a aquella casa—. Pueden estar a veces erradas.

El silencio se cernió sobre aquella habitación. Con Edward sin querer parar las palabras que Bella quisiera decir y con Bella temiendo lo que pudiera decir y que lastimara a Edward.

—¿Conclusiones erradas? —dijo Edward, mirándola fijamente—. Erradas o no, tuve que sacar conclusiones yo solo —cuando Bella quiso refutar Edward levanto las manos pidiendo tácitamente que lo dejara seguir, su frustración estaba a flor de piel y Bella lo sabía—. Puede que este plan de ustedes fuera por un bien mayor, pero no puedes negar que quienes más pudimos ser perjudicados fuimos también los más engañados. Alec nos engañó, Heidi lo hizo, en que te hace diferente…

—Ni siquiera me compares con esa mujer —estallo Bella.

—Como no hacerlo —refuto Edward, enojado, en un arrebato que sorprendió a Bella y al mismo Edward, colocando su cuerpo en tensión frente a Bella, cara a cara—. Mentiste —levantaba la voz—, engañaste, fingiste, si no te comparo con Heidi, ¿con quién te comparo? ¿Con tu hermana? ¿Hay alguien que pueda ser más egoísta y mal sana? Solo interesada en el dinero y lo que este le podía dar, no había un paso que esa mujer diera sin que no fuera en su beneficio. Tú hermana, ella podría competir por su puesto como Reina de la Mentirosas.

Bella cerró los ojos, con el dolor reflejado en su rostro.

Edward lo sabía, lo vio allí, había dado en el clavo, fuerte y claro, y también supo con esto que aunque Bella sabía, tenía que saber, que su hermana había sido insensible y egoísta, ella la había amado.

El cobrizo froto sus manos en su cara con frustración, este no era él, no alguien que perdiera el control y definitivamente no era así como quería que saliera esta conversación, no con frases que hicieran daño, no cuando sabía que Bella no se parecía a su hermana, muy dentro de él lo sabía. Respiro fuerte un par de veces tratando de tranquilizar su temperamento.

—Pero a pesar de las mentiras y la farsa… tu… tu no querías hacerlo ¿verdad? No querías fingir, querías ayudar, no querías hacerle daño a nadie, ¿o me equivoco?

—Nunca quise hacerles daño, a ti, a Lizzy, a tu familia.

—Eso pude haberlo pensado al principio, pero… no… ya no.

—Había razones Edward, estabas en peligro, decirte la verdad podía tener consecuencias que no podíamos controlar, Alec pudo haberse enterado de que estábamos sospechando y detenerse por un tiempo y así… alargar todo el daño.

—Eso también lo entendí —le dijo Edward, con su ceño fruncido y voz fuerte—. No soy tonto.

—Jamás he dicho eso —se defendió Bella.

—Pero dudas de que haya entendido toda esta situación. Dudas de que no haya atado los cabos con respecto a Alec, Heidi o Reynolds y de cuantos están surgiendo que están involucrados en esto —implico el cobrizo—. Pero más importante aún, estas dudando no de lo que pude haber entendido, sino de lo que he sentido, de lo que te he brindado a ti, de lo que siento por ti. ¿Es eso no? Tú no crees en mis sentimientos.

Bella miro a Edward intensamente, tratando de ver más allá de la superficie, sin poder dilucidar lo que quería.

—¿Cómo puedes estar seguro de lo que sientes cuando no me conoces? Cuando no sabías quien era yo o pensando que era mi hermana quien había vuelto. ¿Cómo puedes estar claro en tus sentimientos cuando ni siquiera sabias mi verdadero nombre?

—Te repito, "Bella" —insistió Edward, enfatizando su nombre—. No soy tonto. Al principio solo eran detalles, cualquiera pudo decir que era por esa falta de memoria que decían que tenías. Pero todo se fue acumulando. La noche del incendio no podía dormir pensando… Pensando en todo lo que había pasado en el Rancho, haciéndome preguntas a mí mismo. Pero después llego el incendio…

Edward suspiro sin fuerza, como si dejara salir con esto todo cuanto se hubiera acumulado en él.

—Sabía que estabas todavía dentro de las Cuadrillas, mientras el fuego se extendía —conto Edward—. Sabía que tenía que estar seguro de que estuvieras a salvo. No porque fueras la Madre de mi hija, no porque estuvieras viviendo en esta casa, tenía que sacarte de allí porque te necesitaba bien y sana, para mi… no te permites pensar que soy tonto, entonces piensa que soy un egoísta… porque eso es lo que me impulso a encontrarte y después a olvidarlo todo.

»Es que ya no importo… no sabía porque estabas aquí, pero con todo lo que he aprendido de ti desde el día en que llegaste a esta casa, me dijo que tú eres… tu eres diferente a ella… te guías por tus convicciones equivocadas o no, ellas son tu norte y eso solo termino por decirme que si estabas aquí era por algo importante, y más aún, si no me estabas diciendo porque estabas aquí era porque era necesario.

»No sabía si así era, pero mi lado egoísta le valió de excusa, para dejarte en mi vida, en mi mundo, en mi cama.

Bella, que se había mantenido en silencio y escuchando todas y cada una de las frases de Edward, se estremeció cuando las últimas palabras fueron pronunciadas.

—¿Es eso entonces?

Su pregunta sonó a reclamos en los oídos de Edward.

—¿Eso? —pregunto mirando fijamente mientras, fruncía su ceño.

—Soy a quien necesitas para calentar tu cama, no importa quien sea, sin siquiera saber ni mi nombre.

Edward suspiro de nuevo, esta vez con exasperación.

—No Bella, no. Ni se te ocurra ofender a la mujer que lleve a mi cama —dijo con total convicción—, ella no es una noche, ni es una aventura, la conozco lo suficiente para saber que no es así. Puede que no supiera como llamarla, en eso tienes razón, pero la mujer que lleve a mi cama no era una desconocida para mí, puedo recordar cada una de sus palabras, esas que ha dicho con total convicción, puedo entender su furia o su indignación, puedo ver cuando algo dentro de ella se enciende como un fuego. No Bella, no te permito ofenderla, porque estarías ofendiéndome a mí, no vas a dudar de la mujer que amo.

Los ojos de Bella se abrieron ampliamente. ¿Él estaba diciendo lo que ella creía que estaba diciendo?

—Repite eso —insistió la morena.

—¿El discurso completo? —se sombro Edward.

—No, no, lo último, repítelo.

Edward esbozo una sonrisa mientras lentamente daba el último paso que lo acerco al cuerpo de Bella. Su rostro fue bajando lentamente, como dándole tiempo a que se acostumbrara a la cercanía. Roso con su nariz la propia nariz de Bella mientras la recorría para rosar su mejilla y luego acerco los labios a su oído mientras decía.

—¿Qué quieres que repita Bella? ¿Quieres que diga letra por letra que amo a esa mujer? ¿Quieres que diga letra por letra que te amo, Bella?

Bella, que después de todo lo que había pasado no creyó que Edward pudiera entender todas y cada una de las decisiones que había tenido que tomar en los últimos meses, no podía creer que él estuviera diciéndole al oído lo único que había deseado escuchar de él hace mucho tiempo.

—No soy ella —fue lo único que pudo decir Bella, temiendo aun que él estuviera solo confundiendo a una hermana con otra. Reflejando el mayor de sus miedos con respecto a Edward.

—No, no eres ella, jamás podría haberla amado como te amo a ti.

—Edward… —la voz de Bella se perdido en su garganta, ahogada por las emociones que estaban surgiendo dentro de ella.

—Te amo, Bella. Te amé sin saber tu nombre, ahora que lo sé, lo voy a repetir hasta que termines realmente por creer que en realidad te amo.

Cuando la frase termino Edward ataco su boca, no fue tierno, no había dudas, Bella podía sentir sus labios y lengua reclamando los suyos, ese beso solo llevaba consigo posesión y deseo, sentimientos que Bella también sentía por el hombre que ahora la tenía en sus brazos y la tomaba como quien no quisiera soltarla nunca.

Cuando ambos se separaron con la necesidad de aire y Edward quiso volver a su boca. Bella lo detuvo, colocando ambas manos a los lados de su cara y fijando su mirada en la suya. Tenía que decirle algo antes de que continuara porque sabía que si él volvía a besarla de esa manera perdería la capacidad de razonar.

—Lo siento, siento haberte mentido —dijo la morena—. Era necesario.

—Lo sé, Bella, lo sé —dijo Edward.

—Y Edward —dijo Bella.

—¿Sí? —pregunto Edward.

—Yo también te amo. Yo… Isabella Swan… Bella… te amo.

Edward formo una pequeña sonrisa que surgió en la comisura de sus labios, a Bella le recordó tanto a esas sonrisas que le daba Lizzy.

Pero cuando Edward volvió a atacar su boca, la sostuvo entre sus brazos y la metió en la cama, Bella dejo de pensar de manera lógica y solo dio rienda suelta a su cuerpo y a su propia pasión

~0~

Las semanas y meses que siguieron a todos estos eventos fueron lentas y en algunos momentos tensos y conflictivos.

Uno de ellos, fue todo el conflicto que envolvía a estos delincuentes que se habían cruzado en la vida de los Cullen. Bella no quería ser Juez en las vidas de Reynolds y Heidi, o en las vidas de los cómplices o ladrones, ella pensaba que no era su misión, creía en la Justicia y el Sistema Judicial Americano. Así que en su declaración ante las Autoridades solo dijo exactamente lo que le sucedió y todo lo que oyó de las bocas de estos dos personajes, lo que los Juzgados creyeran que era su castigo, se los dejaba a ellos, simplemente.

Bella tampoco supo si fue la influencia de Jasper en toda esta situación o cualquier otra cosa que estuviera pasando por la cabeza de Heidi y Reynolds –que por cierto habían contratado al mejor Bufete de Abogados del Estado según supo Bella–, lo cierto es que no había sabido que ninguno de ellos hablara de su complicidad con su hermana y tampoco que alguno de ellos hablara de que ella no era la Bella Swan que ellos creyeron, es más Bella ni siquiera sabía si alguno de ellos sabía conscientemente de este cambio de identidad.

Los Vulturi también querían contratar los servicios del mismo Bufete, pero según se supo, tuvieron que conformarse con el segundo mejor, en el afán de separar las causas y del perjuicio de tener a todos los Ganaderos del Estado detrás de ellos.

Lyda y Valente, no tuvieron tanta suerte, ambos se declararon en banca rota –evidenciando que habían desperdiciado todo cuando habían ganados con estos negocios sucios– y tuvieron conformarse con los Abogados que el Estado les proporcionaba.

Una vez que las Autoridades recopilaron todos los datos, lo único que le tocaba a todos los involucrados era hacer la misma declaración en los Juicios de todos ellos.

Todos ellos eran culpables, Edward lo sabía, Bella lo sabía y Jasper lo sabía, al igual que todos los amigos que habían sufrido o descubierto sus tramas. Pero ni Edward ni Bella querían volver a saber de ellos, así que lo poco que supieron de sus destinos se los informo Jessica que sí, estuvo –como siempre– muy empapada de todo cuanto pasaba dentro y fuera del Rancho.

Jasper no pudo acusar a los indiciados de cargos de Asesinato, algo que indigno a Bella y extraño a Edward. Jasper debió explicar detenidamente a ambos y a muchos de los cómplices que preguntaron, las razones. Ante la Autoridades, Annabella Cullen "jamás existió", los documentos de identidad que alguna vez presento en La Vegas, en el Estado de Nevada, la identificaban como Isabella Swan y ante las Autoridades de Texas, ante la Banca del Estado, ante cualquier Autoridad, ella era Isabella Swan, es más Annabella presento un certificado de nacimiento donde se le identificaba como tal. Según lo que les explico Jasper, si alguien hubiera querido hurgar en todos estos eventos, sin conocer realmente los hechos, podría haber acusado fácilmente a Bella de bigamia ya que los documentos contaban con absoluta legalidad y el Matrimonio de Edward había sido anterior al Matrimonio de Bella.

Por tanto, la acusación de Asesinato solo enredaría y perjudicaría el caso en contra de todos estos criminales. Es por eso que Jasper pidió para ellos acusaciones por Secuestro, Robo de Ganado, Allanamiento de Propiedad, Intimidación y Complicidad para Cometer Daños a Terceros.

Jasper, siendo un Abogado Comercial, demostró que sus dotes en las Leyes eran mucho más completas de lo que muchos podrían haber pensado.

Las pruebas en contra de todos los indiciados fueron claras y en muchos de los casos contundentes.

Tanto Demetri como Heidi fueron declarados inocentes del cargo de Secuestro –apoyándose en la propia declaración de Bella y en cierta forma manipulando los acontecimientos– y presentando como responsable de todas estas acciones sola y únicamente a Alec.

En el caso de Heidi Noot Seear, Viuda de Henderson, fue declarada culpable del delito de Intimidación –ya que la propia Señora Coleman, la Tía de Lauren, aquella amiga que le informo a Jessica sobre las flores, tuvo su turno en el Juzgado y reconoció plenamente a Heidi– el Juez dictamino que debía cumplir 3 años de Prisión, pero sus Abogados aún estaban luchando por una diminución en el tiempo de reclusión,

Demetri Reynolds fue declarado inocente de Complicidad para Cometer Daños a Terceros, ya que nadie pudo declarar que él estuviera de alguna forma involucrado en el daño a las Oficinas o a las Caballerizas de los Cullen, más fue condenado por Robo de Ganado, Allanamiento de Propiedad e Intimidación, el Juez dictamino que debía cumplir 15 años de Prisión. Pero los Abogados del famoso Bufete –por órdenes exclusivas de Heidi– estaban luchando por una apelación en favor de una diminución de pena, el poder del dinero de Heidi hablaba y se manifestaba en el caso de los dos cómplices.

Los Vulturi, ambos hermanos, fueron declarados culpables de Allanamiento de Propiedad y Robo de Ganado. Fueron condenados a 8 años de Prisión, pero al igual que el otro Bufete de Abogados ya estaban buscando las apelaciones. Sin embargo, sobre ellos pesaban multiplex denuncian y Juicios pendientes por parte de varios Ganaderos del Estado que pedían altas sumas de dinero para resarcir sus daños. Lo que si fue inmediato fue la sentencia en el caso civil que se venía llevando por los linderos del Rancho, el Juez del caso declaro sin lugar el reclamo de los Vulturi sobre estas tierras y ratifico el derecho de las mismas de la Familia Cullen.

Kevin Valente fue condenado a 12 años de Prisión por los delitos de Robo de Ganado, Allanamiento de Propiedad y Complicidad para Cometer Daños a Terceros, ya que muchos pudieron declarar que él se encontraba en el Rancho Cullen en el momento en que las Caballerizas se quemaban.

Gerald Lyda fue condenado por los mismos delitos al mismo tiempo en Prisión, aunque sobre él pendía una acusación ante un Tribunal Civil de la Asociación de Ganaderos del Estado y de varios Ganaderos del Estado, sus actos delictivos en nombre de la Asociación no habían sido olvidados.

Hubo una docena de acusaciones por delitos de Robo de Ganado sobre aquellos que habían acompañado a Lyda en sus incursiones en diversos Ranchos y estas personas fueron condenadas a tiempos de Prisión que iban desde los 14 meses a los 2 años.

Otro acusado, inesperado para muchos, fue un hombre llamado Fred Seear, acusado de Usurpación de Profesión, este hombre era quien se presentaba como Psicólogo Infantil, Especialista en su área, y quien había atendido a la pequeña Lizzy meses antes de la llegada de Bella. El acusado –primo de Heidi Henderson– fue declarado culpable y sentenciado a 18 meses de Prisión.

Como ultima reporte de toda esta información, se enteraron de que tanto Rocky como Mike estaban fuera de peligro y en perfectas condiciones después de ser debidamente atendidos, en el caso del perrito, fue acogido en el cuarto de Lizzy para su reposo y la niña cuido de él con esmero y cariño, mientras Michael fue dado de alta sin ninguna secuela a futuro y luego fue recompensado por Edward con una ayuda bastante generosa para el pago de sus estudios.

Después de la descripción de todos los eventos y el detallado reporte que les brindo Jessica a todos los Aliados, también les informo que por sus labores de investigación, Jasper la había recompensado con cierta cantidad de dinero. Jessica fue bastante discreta con respecto a la cantidad exacta, pero según se pudo enterar Ángela más tarde, su "recompensa" le permitiría a Jessica cancelar toda su educación universitaria y por ende, no tendría necesidad de seguir trabajando en la Casa Cullen por el resto de su periodo universitario. Aun así la joven había decidido seguir al servicio de su Señora Bella y al cuidado de la pequeña Lizzy como su Niñera Oficial. Cuando Rosalie, llena de curiosidad, le pregunto a la joven por su decisión, ella le expresó que le agradaba muchísimo la Señora Bella, que ella la había tratado con respeto y amabilidad y que amaba cuidar de Lizzy, así que separarse de la niña hubiera sido un cambio doloroso para ambas, sin olvidar que el dinero que seguía ganando como sueldo estaba ayudando al enganche de un Local en Abilene para la pronta inauguración de la Floristería que ella y su Madre gestionarían.

~0~

Dentro del Rancho Cullen, la primera de las señales que indicaba que todo cambiaria fue bajar aquel cuadro infame y dominante que ejercía su energía negativa sobre todos los que habían vivido en aquel Rancho.

En su lugar, fueron colgados dos cuadros nuevos.

Uno de ellos era una composición, Bella había encontrado un Artista en Houston que hizo un excelente trabajo. Le pidió ayuda a Esme con respecto a lo que querían para el cuadro y la Matriarca pudo facilitar a Bella imágenes de la infancia de todos los chicos Cullen. El cuadro reflejaba a una Esme y a un Carlisle a principios de sus 30 –jóvenes y hermosos, aunque para muchos la belleza de ambos Patriarcas seguía existiendo y en auge– a ambos lados de la pareja Edward y Alice, sonrientes y con miradas picaras de uno años y en el regazo de Esme la bebé Rosalie de más o menos un año de edad. La imagen jamás había sido tomada, es más, los hermanos no tenían una fotografía que los mostrara a los tres juntos y menos en esos periodos de edad que no cuadraban, pero Bella en su deseo de hacer de la Casa Cullen un lugar realmente cálido y hogareño, solo quería mostrar que eso era lo que siempre debió ser, todos ellos, juntos, como familia, espantando de alguna forma las energías de Rowan que solo quiso su desunión.

El siguiente cuadro también era una composición, pero en este estaban Bella, Edward y Lizzy, en una pose similar, todos juntos y sonrientes.

Ambos cuadros representaban el pasado y el futuro deseados. Uno que los mantuviera juntos siempre.

El siguiente paso para seguir, desapareciendo estas malas energías, fue la impugnación del indigno Testamento de Rowan, una Cláusula nueva había sido presentada por el Abogado encargado del Testamento, en esta, Rowan exigía el Matrimonio de Alice y de Rosalie para que una conservara su parte de la herencia y para que la otra "por fin" fuera incluida como beneficiaria.

Edward estallo en cólera, Bella jamás lo había visto tan enojado y fuera de sí. Tuvieron que ser Carlisle, Esme y hasta Eleazar quienes lo calmaran. Pero con esto, tanto los Denali como los Cullen dieron por finalizado este juego macabro. Jasper junto a grupo de Abogados especializados en la materia se pusieron manos a la obra, y para sorpresa de todos, un Juez revoco rápida y eficazmente lo que llamo "UN EXABRUTO DE UN MUERTO" y acepto de buena gana los arreglos que ambas familias le presentaron con la repartición justa de la herencia.

Rowan estaba destinado a morir, porque dentro de lo que Bella había aprendido en su vida, las personas que amamos permanecían vivas en nuestro pensamiento, mientras estuvieran en nuestras mentes y corazones, mientras recordáramos sus palabras, sus acciones y sus risas, allí estarían vivos. Rowan estaba destinado al olvido de todos y por ende muerto finalmente.

De esta forma, el terreno que en cada Clausula pasaba de mano en mano fue entregado en partes iguales a Eleazar Denali y Carlisle Cullen y de manera rápida y efectiva comenzaron a construir la Fábrica de Engorde que ambas familias ya tenían en mente.

Después de una seria discusión y de evaluar quienes serían los mejores para encargarse de las tareas de la Fábrica, Kate y su nuevo Esposo Garrett, ambos Administradores, fueron elegidos. Todos estaban de acuerdo que ellos serían los mejores para manejar todos los procesos de la Fábrica y más cuando la idea inicial de todo esto había salido precisamente de Garrett, cosa que había llenado de orgullo a Kate y que según sus hermanas, la hizo "pavonearse" durante semanas.

Las Cuadrillas Cullen fueron restauradas en su totalidad, con reformas que permitieron no solo el mismo funcionamiento que tenían antes si no también mejoras y una pequeña ampliación que beneficio mucho al proyecto de Cria de Ganado que tenían Rosalie y Emmett, porque si, Emmett se había instalado permanentemente en Texas y estaba dedicado junto a su chica –una que le había costado meses para que le diera el "si"– y ya estaban entrenando al pequeño y hermoso potro de Zurah, un animal hermoso al que permitieron que Lizzy colocara nombre y orgullosamente la ayudaron a colocarlo en su cabina, Lizzy aplaudió alegre cuando le tomaron una fotografía con aquel letrero y su ahora consentido Coco. Kaamla y Mira ya estaban preñadas y un muy orgullo Samson era quien se pavoneaba ahora en los Potreros cuando se reunía con ambas yeguas.

El "si" de Tanya, fue más sencillo, la "Fresita" como la llamaba Ángela había puestos sus ojos y sus intenciones en Felix y según sus hermanas, ese hombre ya estaba perdido, aunque Carmen lo describió como "amarrao".

El siguiente paso después de estos codiciados y algo difíciles de obtener "si" –en el caso de Rosalie– fue llevarlas a la Casa McCarthy.

A su regreso a casa, a Texas, Rosalie se sentía feliz y algo abrumada. Grace McCarty era una fuerza de la naturaleza, amorosa, cordial, dulce y Matthew McCarthy era alegre, galante y consentidor, así que estar a su lado hizo sentir de maravilla tanto a Rosalie como a Tanya. La Fresita estaba ahora viajando durante semanas enteras a Colorado, así que estaba recibiendo –aunque no menos que Rosalie– el "gran empujón McCarty para llegar al Matrimonio". La gran Boda de Jean no era suficiente para Mamá McCarty, ella estaba deseando casar a todos sus hijos, cosa que a Irina le hizo bromear diciendo que a lo mejor lo único que quería era "deshacerse de ellos".

Así que los anillos de compromisos fueron apareciendo rápida y consecutivamente, ya Irina también había decidido proponerle Matrónimo a su Novia Charlotte, para la alegría de todos los Denali y Cullen –menos Alice– y fue precisamente Alice que al volver de la rehabilitación no quiso tomar agua si no venía de un botellón sellado, "por si acaso alguien había envenenado el agua de ambos Ranchos y hechizado a todas esas mujeres".

Emmett no había pedido Matrimonio, Ángela tuvo con él una conversación larga y seria y el moreno decidió esperar, no porque no quisiera pasar el resto de su vida con Rosalie, eso ya era un hecho para él, sino porque era justo que Rosalie, siendo tan joven, fuera libre de experimentar algo más de su libertad de soltera, aunque Emmett dejo claro que no sería demasiado tiempo, aunque eso fuera influencia del lloriqueo de Mamá McCarty.

La que no quería esperar, sorprendiendo a Bella con su decisión, fue Ángela.

Una noche llego a la Casa Cullen con el ruido de su bocina y de música a todo volumen como si fuera Emmett y despertando a todo el que había decidido dormir temprano. Cuando Bella salió al porche de la casa, los gritos de emoción de Ángela mientras le mostraba su anillo de compromiso fueron suficiente para que Alice la llamara Loca y no Loquera.

La conversación que ambas amigas tuvieron más tarde aclaro a Bella el porqué de la gran decisión de su amiga, a pesar de ser el deseo más ferviente del Reverendo para ella.

~0~

—Te das cuenta que al final estás haciendo todo lo que el Reverendo ha querido que hagas.

—¿De qué hablas?

—De todo, el Matrimonio, la barda blanca, los niños, hasta el perro y el gato.

—Ummm puede que sí, que al final yo también hubiera querido algo de lo que el Reverendo decía, pero no quería que fuera en sus términos, sino en los míos.

—¿No eras la que decía que si le dabas la razón te lo sacaría el resto de tu vida?

—Ciertamente, pero sigue siendo en mis términos y créeme cuando el Reverendo se entere de que he decidido casarme le dará "algo" y no será de alegría.

—¿Cómo puede ser que él no se sienta triunfador en esto, Angie? —dijo Bella sin entender el razonamiento de su amiga.

—Fácil mi querida Swan, muy fácil, mi Jasper es Judío.

—¡O por Dios! Tu Padre no soporta a los que no son Presbiterianos.

—Por eso mi amiga, quiero ver la cara del Reverendo cuando le dé la noticia —dijo muy sonreída.

~0~

A pesar de que Edward fue realmente sincero con respecto a sus sentimientos, no quería decir que todo estaba solucionado y todo era color de rosa.

Como Alice había escrito en su carta, "estaban programados para meter la pata", así que hubo un reproche que resbalo de vez en cuando, una duda, una mala actitud y con esto Bella tuvo que tragar grueso, respirar y contar a diez en números romanos, un palilo, dos palitos, tres palitos, palito ve, ve…

Si… hubo discusiones, disgustos, malas caras, pero el amor seguía luchando allí, seguía permaneciendo allí y seguía creciendo allí. Y tanto Bella como Edward estaban dispuestos al compromiso. Los buenos momentos, que cada vez eran más, compensaban con creces algún evento adverso. Según le conto Bella a Ángela, en sus palabras "Edward valía la pena, lo valía todo".

~0~

La Navidad llego al Rancho Cullen en medio de todos y cada uno de estos acontecimientos.

La tarde y noche de Víspera de Navidad se programó para un Evento íntimo.

Solo familiares y amigos, aquellos antiguos aliados, estuvieron todos reunidos en la Casa Cullen para Celebrar la Boda de Edward y Bella.

Antes las Autoridades esto era una renovación de votos entre los cónyuges Cullen, ante el Párroco que asistió a la Ceremonia, los familiares y amigos y los corazones de Edward y Bella, era su Ceremonia de Unión Oficial y Verdadera, para Edward que no podía ni siquiera recordar el momento de su primer Matrimonio era como su primera vez, para Bella era el Matrimonio de su corazón, porque el anterior estaba olvidado en su mente, para siempre.

La Celebración fue amena, llena de anécdotas y risas, con cada uno de los amigos respirando con tranquilidad después de meses de mentiras y conflictos que los habían rodeado.

Pero la mañana siguiente una niña hiperactiva y extremadamente feliz se zambullía debajo del Árbol de Navidad, sacando regalos y repartiéndolos entre todos los presenten en la casa. Lizzy ayudo a todos a desenvolver regalos, los ayudaba a abrirlos entre gritos de felicidad y fue aún más feliz al darse cuenta de la cantidad de regalos que había recibido, no solo de Santa Claus sino también de sus Padres, Abuelos y sus innumerables Tíos y Tías.

Una vez que todos los regalos se acabaron debajo del Árbol, Lizzy comenzó a desordenar cada papel de regalo en busca de un obsequio que no parecía encontrar.

—¿Qué estás buscando Princesa? —pregunto Bella.

—Mi degalo, Mami —dijo Lizzy con ojos inocentes.

—¿No te trajo Santa todo cuanto le pediste? —pregunto Edward—. ¿No está todo lo de la lista?

Porque si, la pequeña Lizzy había hecho una gran lista de regalos que quería recibir de Santa, cuando toda la familia se enteró de la lista, cada uno se tomó un regalo para sí y fue llevándolo a la Casa Cullen para esconderlo hasta el Día de Navidad, y cada regalo era doble porque todos sabían que la niña agradecería un regalo de cada uno de ellos.

—Sí, pedo… —dijo la niña

—¿Pero qué…? —dijo Bella ya curiosa.

Lizzy se acercó a su Madre y susurro en su oído, o lo que ella pensó que era un susurro, pero todos los que estaban en el Salón pudieron oír.

—Es que había un degalo más, Mami —insistió Lizzy—. Le dije a Santa que me tajieda un hemanito.

Declaro, haciendo que Bella y Edward se miraran a la cara sorprendidos, mientras las carcajadas se escuchaban alrededor.

—Pumkin —intervino Ángela—. He hablado con Santa y él me dijo que solo tenías que esperar un poquito más, porque eso lleva un poco más de tiempo, pero no te preocupes, Santa —dijo mirando a sus dos amigos—, ya ha hecho la labor, una y otra y otra vez, así que ese pastelito está en el horno.

Eso hizo que todos en el Salón miraran a Bella y Edward esperando por una confirmación, mientras Lizzy gritaba:

—YUPIIII, TAMBIEN ABA PASTEL —y salió corriendo a la cocina en busca de una rebanada de su celebrado pastel.

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Wenday 14: Asumimos cuando una historia termina, que hay un Felices Para Siempre y no siempre es así, la vida no es siempre color de rosa, pero nosotros tenemos los colores en la mano y nuestro deber es intentar pintar lo más bonito que podamos. Muchísimas gracias por compartir conmigo este Fic.

Lothrine: Yo también he tenido problemas con wifi horribleeeee. Amo a Lizzy ella es todo lo tierno que intente mostrar, y Dios siempre está allí, SIEMPRE. Gracias por leer el adelanto. Ya has visto que es terca, son dos fuerzas de la naturaleza, pero hay AMOR, gracias, gracias por escribir.

Como decían las Comiquitas:

"Esto es to… Esto es to… Esto es todo amigos".

Quiero dar las Gracias a todos aquellos que se han pasado por aquí y han dejado comentarios que me han levantado el ánimo y me han hecho pensar que plasmar esta historia valía la pena.

Aquellas constantes que esperaban semana a semana por estas líneas, mil, millones de gracias por haber estado allí.

A los lectores silenciosos por tomarse el tiempo de leer este Fic.

Espero verlos en alguna próxima oportunidad.

Besos Para Todos.

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