Harry Potter, pertenece a J.K. Rowling.

Cazadores de Sombras, pertenece a Cassandra Clare.

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53: La Casa Solariega de los Wayland.

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— ¡Janeth! —la pelinegra giró su cabeza, cuando escuchó el llamado de su hermano, quién se veía preocupado y algo asustado, mientras lo alcanzaba.

— ¿Sí, Alex? —preguntó ella.

—Umbridge... Decreto... —al ver que no soltaría nada útil, la agarró del brazo, obligándola a caminar, hasta estar frente al nuevo Decreto Estudiantil.

—De ahora en adelante quedan disueltas todas las organizaciones y sociedades, y todos los equipos, grupos y clubes. —Leyó Hermione, con un hilo de voz. —Se considerará organización, sociedad, equipo, grupo o club cualquier reunión asidua de tres o más estudiantes. —Hermione tomó aire y buscó su voz, mientras las lágrimas corrían libres por sus ojos y mejillas. —Para volver a firmar cualquier organización, sociedad, equipo, grupo o club, será necesario un permiso de la Suma Inquisidora. No podrá existir ninguna organización, ni sociedad, ni ningún equipo, grupo, ni club de estudiantes sin el conocimiento y aprobación de la Suma Inquisidora. Todo alumno que haya formado una organización o pertenecido a alguna entidad de este tipo que no haya sido aprobado por la Suma Inquisidora, será expulsado del colegio.

— ¿Eso significa que eliminarán el club de Gobstones? —preguntó Ron Weasley, triste.

—Umbridge sabe de nuestro grupo, Ron —gruñó Janeth, comenzando a alejarse a paso lento. Los miembros del grupo de estudios, algo temerosos, se acercaron a ella, para escucharla. —Y no nos detendremos. Van a aprender de mí. Así sea, lo último que hagamos.

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Cuando Alex despertó aquella mañana, lo hizo porque sintió algo extraño bajo su almohada. Algo duro y pequeño, lo extrajo, encontrándose con una llave, la cual tenía un trozo de pergamino. — "¿Qué es esto?" —susurró confundido, mirando el pergamino. — "¿Que use está llave, para abrir cualquier puerta del fondo del ala oeste, a las 18:30?" —se preguntó, al leerlo mentalmente. Miró el pergamino por el otro lado, pero no había nada.

Todos los miembros del grupo, encontraron notas en lugares extraños: bajo sus almohadas, entre sus cobijas, en los bolsillos de sus pantalones, al abrir un libro. Todos con la misma nota: Que Umbridge no los pille, dirigiéndose al ala oeste a las 18:30, busquen a Alex Potter, él los guiará hasta el lugar de la reunión.

Era bueno para la moral de todos, saber que todavía, tendrían esas clases por parte de Janeth. Eso solo le dio al grupo, más decisión y convicción.

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A las 18:30, Alex se sintió intimidado, por el gran número de alumnos reunidos allí, y en los alrededores, quienes intentaban vigilar por si Umbridge llegaba. Tragando saliva y teniendo a Nasira a su lado, Alex asintió, empujó la llave en la cerradura, la giró y luego giró el pomo de la puerta empujándola, dejándoles ver a todos los alumnos, la sala de una casa común y corriente.

—Bienvenidos a la casa Solariega de la familia Wayland —dijo Daphne sonriente. —Alumnos, bienvenidos a Defensa Contra Las Artes Oscuras, dictado por la profesora Janeth Fairblue.

Chicas y chicos, se quedaron con la mandíbula por los suelos, al ver a Janeth vestida con una camisa de botones blanca, que tenía algunos de ellos desabrochados y permitía ver el inicio de su escote, y por el otro lado, llevaba una falda entubada. —Bien clase, varitas fuera —así lo hicieron todos, emocionados. — ¡Expelliarmus Múltiple! —barrió con su varita, la sala y las varitas de todos (incluida su novia) saltaron de sus manos. Sabiendo ella, que Macmillan no se lo tomaba en serio, porque casi nadie lo consideraría un hechizo útil, se alistó para lo que les diría. —Y todos están muertos. Sin nuestras varitas, no tenemos armas. Sin nuestras varitas, estamos virtualmente desarmados y listos para ser asesinados. Macmillan, atáqueme con... Con Avis: Corvus. —Macmillan dio un paso al frente. —Cuando yo, menos me lo espere.

¡Avis: Corvus!

Janeth espero y siguió esperando, a que se acercaran. — ¡Protego! —Los cuervos graznaron, pero no la lastimaron.

Hermione extendió su brazo, lista para atacar a Janeth. — ¡Expelliarmus! —y la varita saltó de la mano de Granger. — ¿Entiendes ahora, por qué ambos hechizos son tan importantes? Expelliarmus y Protego. Formen parejas.

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La primera clase, había comenzado.