GOLOSINAS

Por Maytelu

Disclaimer: Los personajes de la serie de libros de Harry Potter, pertenecen a la maestra J.K. Rowling y demás compañías con derechos. Sueño con que Ronald Weasley sea mío, pero me conformo con que sea de Hermione Granger. Utilizo los personajes para esta historia, es cierto, pero sin algún fin de lucro.

ADVERTENCIA: Léase con lamparita a la mano para evitar accidentes como el que se describe a continuación.

PERSONAJES: Remus Lupin y Nymphadora Tonks.

GOLOSINA II.- "CHOCOLATE"

Primero hubo un enorme resplandor.

Luego sonó a estática.

Después nada. Solo oscuridad.

No sabia cuanto tiempo había pasado, sencillamente despertó en una cama y abrió lentamente sus ojos, mirando hacia donde la voz de su madre y Molly Weasley, charlaban en susurros. ¡Uh! Pequeño problema.

La oscuridad no se fue.

Pero ya que ella, más calmada que su madre y Molly, escuchó atentamente al sanador decir que era una perdida temporal de la visión y habían pasado ya tres semanas de eso, no se hacia problemas.

Después de todo, salir de una batalla contra Voldemort y solo haber perdido momentáneamente un sentido, era poco precio… a comparación de lo que muchos otros habían perdido.

Si, en solo tres semanas había aprendido a conocer su departamento mejor de lo que lo hubiese conocido antes.

¡Doxies!

Y luego, estaba él. No la dejó un segundo sin cuidado tras enterarse de la noticia. ¡Hmp! Como si él no necesitara cuidarse más que ella, como si él no hubiese estado a punto de… ¡Si hasta estuvo más días en San Mungo! Aunque tampoco es que se quejara mucho, de hecho esperaba con ansias la llegada de la noche.

Necio.

Lobito necio.

Nymphadora Tonks sonrió dando brillo a su rostro. Estaba demasiado consciente que la sola presencia de Remus Lupin era todo lo que necesitaba para ser feliz. Si, ya, todo fue muy horrible y días verdaderamente grises se posaron sobre ellos. Pero finalmente, entre el recuento de los daños, ambos estaban bien… y juntos.

Ese día cumplían tres meses de estar juntos.

¡Y que Morgana la hechizara si no hacia algo especial para festejar eso!

Estaba ciega ¿y qué? No es tampoco como si no tuviese manos o varita. No podía cocinar ni un huevo (con o sin vista) ¿y qué? Para eso es que existían los servicios de comida rápida vía lechuza… aunque dudaba que con lo que había dejado la guerra eso estuviese disponible por el momento. Bueno, no tenia todavía un plan, pero algo haría y punto.

Palpó por las paredes y muebles, sin golpearse una sola vez con algo, como toda una experta, hasta llegar a su cocina. Repitió el proceso y con poca gentileza abrió el mueble donde tenía su despensa de donde sacó varios frascos y recipientes con el mayor cuidado posible, para después colocarlos en la mesa.

Suspiró.

-¿Qué podrás hacer con esto Tonks? –Se preguntó en voz alta.– Tan solo faltan un par de horas, tal vez, para que Remus llegue y tu solo tienes… -la metamorfomaga se detuvo para abrir un par de frascos,– mayonesa, mermelada y ¡por Merlín¿Qué es esto? –esa exclamación fue hecha cuando abrió un recipiente con leche que por descuido se había agriado.

Por cierto, he de hacer un par de aclaraciones. ¿Cómo Tonks es capaz de saber la hora y el contenido de los frascos? Digamos que las personas con capacidades diferentes, tienden a desarrollar habilidades que les hagan reemplazar las faltantes. Eso Nymphadora lo descubrió pronto, encontrando que podía calcular la hora del día escuchando con atención los sonidos de los habitantes humanos y no humanos que estaban a su alrededor (ventajas de vivir en un edificio y cerca de un árbol), además que su sentido del olfato era más sensible, lo suficiente para reconocer sus alimentos, ropa e incluso, personas.

Volviendo otra vez a lo nuestro: la auror hizo una mueca de disgusto, al parecer las cosas no le iban a salir como ella esperaba. Tal vez debía darse por vencida y pedir ayuda a un tercero… aunque no se había dado por vencida en cuanto a lograr su relación con Remus y eso ya es mucho decir. Comenzó a meter los frascos de vuelta a donde los había tomado, con coraje ¿de que le podía servir un…? Momento. Sus dedos palparon en el fondo de la alacena un recipiente más, uno que no había sentido momentos atrás. Y entonces, al acercarlo a su nariz, comprobó lo que sospechaba: Chocolate.

¡Por supuesto! La última vez que los gemelos Weasley la visitaron, le regalaron una botella con chocolate liquido de Honeydukes, de ese que era dulce o amargo de acuerdo al cliente.

Tonks casi saltó de gusto. Algo era mejor que nada y si chocolate era algo, mucho mejor, porque casualmente a él le gustaba mucho el chocolate. Ahora solo tenia que encontrar con que acompañar ese descubrimiento.

:PLOP:

-Hola.

-¡AHHH!

-¡Oh! Lo-lo siento.

Todo pasó en un segundo, así que repasemos: Tonks estaba tranquilamente pensando que podría utilizar para acompañar el chocolate, cuando un sorpresivo ¿ruido de aparición? alteró sus nervios y eso empeoró al escuchar la voz que la saludaba. La habían atrapado en el acto. Y gritó apretando fuertemente el recipiente que tenia en sus manos, lo que por supuesto trajo como consecuencia que una buen parte de su contenido se vaciara sobre ella misma.

Ahora estaba cubierta de chocolate y había sido ella la sorprendida en lugar de que pudiera sorprender a Remus. Sin embargo, había algo que no podía notar.

-Hum… olvide mi varita en el otro saco, podrías… -Nymphadora sintió que Remus movía sus manos como buscando algo y solo alzó las cejas mirando hacia el punto en que, suponía, él estaba. –Disculpa, olvide que… ahem, nos hemos quedado sin luz, parece. ¿Podrías utilizar un Lumos?

La metamorfomaga se tardó en comprender lo que le habían dicho, por supuesto, ella NUNCA podría notar que no había luz porque ya se había acostumbrado a estar en oscuridad continua –Si, claro, solo tengo que ir por mi varita y cambiarme –respondió al tiempo que comenzaba a palpar los muebles para encontrar el camino hacia la sala, en donde se supone estaba su varita.

Hay que recalcar que conocía mejor que siempre su departamento. El problema es que en condiciones normales, su departamento no tenía a un Remus atontado por la oscuridad, tratando de moverse como ella en sus primeros días de ceguera…

:THUMP:

Y ventaja que Remus estaba en buena posición para atajarla entre sus brazos, cuando ella tropezó con él.

-Te tengo –le susurro él al oído.

-Gracias, yo… ¡Oh, por Gryffindor! –Nymphadora no pudo seguir hablando, por el contrario se llevo una mano a su boca y se aferró fuertemente con la otra a la espalda de su novio. Yo le doy toda la razón, no encuentro otra forma de reaccionar si te lamen el lóbulo de la oreja.- ¿Re-Remus? –preguntó titubeante.

-¿Mmm? –al parecer el ex-merodeador estaba bastante ocupado para utilizar sus labios en conversar.

-¿Q-qé haces? –interrogó de nuevo, tratando de tomar aire y mantener los pies sobre la tierra. Aunque no lo logró por mucho tiempo, Remus había dejado su oreja en paz pero ahora su cuello era victima del ataque.

-Huelo que estas llena de chocolate –respondió con rapidez, como si perdiera valiosos segundos.

Tonks suspiró débilmente, sofocando una risita –Aja, pero hay otras formas de limpiarlo.

Entonces Remus Lupin se enderezó de golpe, parpadeando confundido como si hubiese estado bajo un maleficio Imperius. Aunque la sonrisa juguetona que apareció en su rostro como pocas veces, desecho esa posibilidad. De cualquier forma, ninguno de estos ademanes los advirtió Tonks, excepto por la brusca separación de él.

-Tampoco es que me queje –dijo la metamorfomaga, sintiendo que tal vez su frase anterior hubiese sonado como un reclamo. –Siento que aún tengo un poco aquí –agregó tocándose la frente y dirigiendo su dedo hacia su boca, probando ella misma el chocolate.

Remus aspiró profundamente. Sus ojos ya comenzaban a acostumbrarse a la oscuridad, pero aún no podía ver claramente a su chica -¿Aquí? –preguntó depositando un beso delicadamente succionador en el sitio indicado. Ella asintió. –Aquí también tienes. –sus labios se posaron en su nariz esta vez y su lengua se deleito con ese dulce sabor.

Tonks no pudo aguantar la risa esta vez. -¡Oh, que lastima! Te he embarrado a ti –exclamó de forma totalmente fingida. –Permíteme.

La hora de la venganza había llegado. Las manos de Nymphadora comenzaron a trazar el rostro maduro de Remus Lupin, su frente amplia, sus gruesas cejas, sus ojos, algunas pequeñas arrugas, su bigote y barba a medio rasurar, sus delgados labios. Todo era para saber como estaba el terreno. Él solo cerró los ojos. La metamorfomaga se guió con su olfato y comenzó a besar a Remus sobre los parpados, las mejillas y finalmente, demorándose a propósito, los labios.

Por supuesto él no se dejo ganar. Y la batalla inició. Ambos guiándose tan solo por el tacto, el olfato y sobretodo, el gusto.

Tonks pasó la lengua por sus propios labios, quitando los últimos rastros de chocolate en estos. Remus abrió los ojos lentamente y se percató entonces de la luminosidad de la habitación.

-Vaya… ya no necesitamos tu varita. –exclamó Remus burlón.

-¿Ha regresado la luz? –preguntó ella.

-Si.

La auror entonces recordó algo -¡Remus! Lo había olvidado. ¡Feliz aniversario! –gritó con renovada alegría y apretando el abrazo que ya sostenía con él.

-Es verdad –dijo él con voz cansina y extrajo del bolsillo de su pantalón un paquete pequeño que colocó en las manos de Tonks. –Espero que te agrade, aunque te advierto que no es la gran cosa, no pude comprarte algo y… -Ella lo calló con un beso y abrió a tientas el regalo. Pudo sentir entre sus dedos una delgada pulsera de metal. Antes de que pudiese decir algo, Remus volvió a hablar –Era de mi madre, emite un olor agradable cuando se te ha olvidado algo.

-Muchas gracias. Lamento no tener nada para ti, justamente estaba preparando algo cuando tu llegaste –dijo Tonks en tono triste.

-¿Pero de que hablas? Me has dado las dos cosas que más me gustan: El chocolate y… tu. –Remus la beso y se sintió sumamente conmovido con la enorme sonrisa que apareció en el rostro de su chica.

¿Quién lo diría? Ella que intentaba pensar en algo que pudiera acompañar el chocolate y había resultado ser ella misma.

Remus levantó el recipiente que en todo aquel proceso había caído al suelo y se lo entregó a Tonks. –Supongo que encontré una nueva forma de comer chocolate.

Nymphadora sonrió de lado y sus mejillas se tiñeron de rojo –Pues todavía queda algo, por lo que sospecho que no he terminado de darte tu regalo.

Él se puso serio y habló como cuando daba sus lecciones de Defensa Contra las Artes Oscuras –Sospecho lo mismo. –Ambos se rieron abiertamente y él guió a la metamorfomaga a la habitación.

Como que ya se les había ocurrido algo más en lo que podían ocupar el chocolate.

FIN DE GOLOSINA II

POR

MAYTELU

Nota de la autora ( 10 de septiembre de 2006): Admitiré que esta no es mi mejor 'Golosina', pero no podía dejar la idea fuera, ya lo había aclarado, que estos one-shots son ideas que me rondan la cabeza y que preferí no dejarlos como fanfic individual. De cualquier forma, me divertí escribiéndolo.

¿Por qué coloque a Tonks ciega? Hay un personaje inventado de una autora que admiro y respeto mucho (y de quien se ha influenciado mi escritura, por cierto) que es ciega. Justamente ella tiene una escena en donde explora el rostro de otra persona. Fue así que se me ocurrió esta historia.

Esperando que les haya agradado, espero sus comentarios a maytelu15hotmailcom o aquí mismo. ¡Cuidense!