Disclaimer:
Los personajes de Inuyasha no me pertenecen a mí, si no que a Rumiko Takashi, el fic escrito a continuación es sin fines de lucro y hecho solamente para la diversión de la autora y los lectores.
Aclaraciones preliminares:
Lo que está en cursiva son los pensamientos de los personajes, lo que está entre son mis acotaciones, las escenas están separadas por ----. Espero que lo disfruten )
"Pasión por la música"
Capítulo II
- Confianza, la base de una amistad -
Un nuevo día comenzaba en la disquera Shikón, los nervios de los funcionarios estaban de punta, ya que el segundo dueño había llegado el día anterior, y era sin dudas, más estricto que Inuyasha.
Kagome, quien iba vestida de jeans y un top blanco, se quitó las gafas al entrar en la disquera. Saludó a Sango quien estaba en un escritorio a la entrada y se dirigió a la salita para ver si ya había llegado Miroku.
-Buenos días-saludó Miroku- ¿cómo ha amanecido señorita Kagome?
-Muy bien, gracias, ¿y usted?
-Bastante bien también-sonrió-hace un lindo día además, ¿qué le parece si vamos a componer al parque?
-¡Claro, me gustaría mucho!-exclamó
-Bueno, entonces ruego que me disculpe unos segundos, porque iré a avisar a Inuyasha que estaremos fuera.
-Por supuesto, adelante
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-¿ya grabó un álbum?-preguntó imperiosamente, había amanecido de un humor terrible.
-ya te dije que no Sesshomaru, entiende que llegó recién ayer y están componiendo las canciones con Miroku.
-¿y cuántas canciones llevan?
-Una-respondió Inuyasha
-ja, a este paso terminará el disco el año entrante, lo cual no es de mucha utilidad ¿no crees?
-¡¿Y que más quieres que haga!-dijo exaltado, ya que su paciencia tenía un límite
-¡Presiónalos, entiende que si el disco no está para un mes más como máximo, nos iremos a la ruina. Es hora de que repares tu error Inuyasha, todo esto esta pasando sólo porque se te ocurrió consentir a tu amiguita y su estúpido capricho.
-¡No metas a Kikyo en el tema!
-¡Kikyo está involucrada!-exclamó
-Maldición Sesshomaru, las canciones no se hacen por arte de magia y requiere de mucho trabajo llegar a componer una sola, agradece que la chica tenía algunas letras creadas y que sólo falta ponerles melodía.
-Está bien, entonces quiero que tú vigiles a esos dos, para que el trabajo ande más rápido
La acalorada discusión se vio interrumpida por unos golpes en la puerta.
-Pase-dijo Inuyasha fastidiado
-Buenos días Inuyasha, Sesshomaru-saludó Miroku- he venido a pedirles su consentimiento para poder ir al parque a componer con la señorita Kagome, es más fácil buscar inspiración en un lugar abierto.
-Está bien, pero Inuyasha irá con ustedes, ya sabes lo que te dije hermanito
-Pero no puedo dejar la disquera sola-reclamó
-Me quedaré yo. Ahora vayan.
Salieron de la oficina con un Inuyasha refunfuñando y diciendo cosas como "que se cree" o "estúpido consentido"
-Ya cálmate Inuyasha, ya verás como todo va bien.
-El muy imbécil metió a Kikyo en el tema
-¿por lo del auspicio?
-Sí, aún critica el hecho de que hayamos auspiciado su desfile de modas
-¿y no crees que tiene razón?
-¡Feh! ¡Cuánta falta me hacía que además de mi hermano, mi mejor amigo comenzara a criticarme!-dijo sarcásticamente
-criticarte constructivamente, sabías que la disquera no estaba en condiciones de auspiciar un evento tan poco masivo como ese, además, el modelaje no tiene nada que ver música. Lo único que te pido Inuyasha, es que si la señorita Kikyo decide formar una agencia, no te asocies a ella, no creo que te convenga.
-No te metas en mis asuntos Miroku
-Es sólo un consejo de amigos Inuyasha-dijo abriendo la puerta de la salita- Bueno señorita Kagome, iremos al parque en compañía de Inuyasha
-¡Qué bien!-sonrió ella- Buenos días señor Taisho
-Buenos días Higurashi-saludó desviando la mirada, había algo en esa chica que lo ponía nervioso.
Subieron al auto de Inuyasha y se dirigieron a un parque bastante lejano del centro de la ciudad y muy poco concurrido, ya que necesitaban tranquilidad por sobre todo. Se sentaron junto a un riachuelo mientras Kagome buscaba desesperada algo en su bolso.
-¡Ups, creo que deje la agenda en el departamento
-Bueno entonces crearemos una
-sí claro, sólo escríbanla luego
-Vamos Inuyasha, no quiebres el buen ambiente que hay aquí.
-¡Feh!
Estuvieron hasta cerca de las una de la tarde tratando de escribir algo que agradara a los 3, aunque Inuyasha con su apatía no ayudaba mucho.
-ok, "vida quiero hacerte, sólo mía…" hay que agregar algo más, no puede decir sólo eso en el interludio-comentó Miroku
-Mhhh…. ¿qué tal "dejar los cuerpos en la noche que nada nos nuble al despertar"?
-¡Excelente idea Señorita Kagome! El interludio entonces se repite y luego el coro también
-¡Por fin terminamos!-sonrió Kagome
-ok, probemos como queda con la guitarra-dijo Inuyasha tomando su guitarra- ¿qué notas dijiste Miroku?
-La y sol sostenido menor para las estrofas, Mi, sol sostenido menor, y re para el coro, y para el interludio Fa sostenido y La.
-Ok-dijo y comenzó a tocar mientras Kagome cantaba
Pasan
los meses juntos
llega otro invierno
y todo es igual
uno
tras otros
persiguen
rostros
sólo una cara que mirar
pasan las tardes
llega la noche
esperar nunca entender
que somos muchos
varios
ejecutando el mismo plan
Pasan los años
llega un bisiesto
y a celebrar
uno tras otros
Plaza
de Armas
lugares comunes
que mirar
hombres oscuros
grises paredes
esas ideas
crisis total
Esperar
nunca entender
que somos muchos varios
ejecutando el mismo
plan
Pasan las nubes
llega la lluvia
y nada es igual
uno tras otros
persiguen sueños
y a despertar
pasan las tardes
llega la noche
enamorarse
siempre es
mejor
ya somos uno
esperar
nunca entender
que somos
muchos varios
ejecutando el mismo plan
Esperar nunca
entender
que somos muchos varios
ejecutando el mismo plan
Vida quiero hacerte, sólo mía
dejar
recuerdos en la noche
que nada nos nuble al despertar
vida
quiero hacerte, sólo mía
dejar los cuerpos en la
noche
que nada nos nuble al despertar
Esperar nunca
entender
que somos muchos varios
ejecutando el mismo
plan...(bis)
Inuyasha terminó y Miroku comenzó a aplaudir
-¡Bravo, muy bien, salió excelente, tiene una gran voz señorita Kagome
-Gracias-se sonrojó ella
-Muy bien, vamos a almorzar entonces, estoy famélico-propuso Inuyasha
-Oh, lo siento, no podré acompañarlos-se disculpó Miroku-le prometí a Sango almorzar con ella hoy, pero vuelvo a las 2 acá para seguir, nos vemos-dijo parándose y yéndose a prisa antes de que su jefe le dijera que no.
-Primera vez que lo veo tan interesado en una mujer-dijo Inuyasha-bueno Higurashi, te invito a almorzar
-ehh… yo…-titubeó sonrojada la chica
-No aceptaré un no por respuesta
-Está bien-aceptó
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Corrió a toda velocidad por el centro comercial y entró abruptamente en la disquera provocando que los presentes se espantaran.
-Sango-dijo mientras trataba de recuperar el aliento- disculpa… si llegué tarde
-No pasa nada, aún es temprano-lo tranquilizó algo sonrojada.
-que bien, pensé que llegaría atrasado, ¿Vamos?
-eh si, déjame terminar de imprimir algo
-Está bien.
Miroku se sentó en la recepción y comenzó a hojear algunas revistas. Cinco minutos después, Sango llegó donde él poniéndose las gafas.
-Listo-sonrió ella
-¿A dónde quiere ir la señorita?-preguntó mientras tendía el brazo
-A dónde quiera el caballero-rió ella siguiendo el juego y tomándole el brazo.
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Caminaron hasta una cafetería cercana, se sentaron en una mesita para dos y cada uno pidió lo que quería
-Ayer cuando te vi entrar en la disquera, te noté algo asustada, ¿te venían siguiendo?- preguntó Inuyasha
-No, la verdad es que me estaba escondiendo de alguien que me desagrada
-ah ¿eres de Tokyo Higurashi?
-No, soy de Kyoto
-¿y qué te hizo venir tan lejos?-preguntó-claro, si es que se puede saber
-quería estudiar medicina… de hecho estudié los dos primeros meses, pero la empresa de mi padre quebró y no pudieron seguir pagándome los estudios, yo decidí quedarme aquí para trabajar y juntar dinero para poder estudiar más adelante.
-Aquí está su orden-dijo la mesera dejando todo encima de la mesa y mirando descaradamente a Inuyasha- que lo disfruten
-Gracias-dijeron los dos al mismo tiempo
-No sabes cuanto me molesta que hagan eso, ¡cómo si no hubiesen visto a un hombre en su vida por Dios!-exclamó provocando que Kagome riera
-Lo siento-dijo parando de reírse
-Y bueno, ¿tienes amigos o familiares aquí en Tokyo?
-No, la verdad es que estoy completamente sola, de hecho conozco muy poco
-Si gustas, un día de estos podría llevarte a conocer la ciudad-ofreció él sin darse cuenta de lo que decía
-Mu…muchas gracias-tartamudeó ella
-Higurashi, disculpa si he estado muy apático, es que tuve una discusión con mi hermano, es el segundo propietario de la disquera-dijo sin poder creer que le estuviera contando esas cosas a alguien que no fuera Kikyo o Miroku.
-¡oh, no se preocupe-sonrió ella haciendo que Inuyasha se pusiera algo nervioso.
Terminaron de comer, dejaron el dinero y se fueron de vuelta al parque, aunque aún les quedaban 15 minutos antes de que llegara Miroku. Inuyasha se acercó a uno de los carritos del helado y pidió dos.
-Toma-dijo pasándole uno a la chica
-Gracias-dijo ella sentándose en el pasto.
Hubo unos minutos de incómodo silencio, en el que sólo se escuchaba el trinar de los pajarillos que se posaban en la pileta a beber agua y algunas voces de niños que salían a jugar.
-¿tienes hora?
-las 2 menos 5
-¡Lo colgaré si llega atrasado! ¡sabe que tenemos mucho que hacer!-gruñó haciendo que Kagome riera-¿qué sucede? Cada vez que gruño te ríes
-Lo… lo siento-se disculpó tratando de contenerse
-Vamos, dímelo, con confianza
-Es que… se ve muy gracioso cuando se enoja
-eres increíble, eres la primera persona que se ríe cuando gruño, la mayoría me teme-comentó asombrado
-oh, pero de verdad perdóneme si le molestó
-No, no me molestó en lo absoluto… tal vez tu y yo Higurashi podríamos llegar a ser grandes amigos-murmuró más para sí, pero Kagome lo escuchó. Se vieron interrumpidos por la apresurada llegada de Miroku
-Creo que… que si sigo así… quedaré en los huesos… por tanto… correr-dijo agitado apoyándose en un farol.
-Entonces deberías aprender a repartir tu tiempo-dijo Inuyasha- ¿qué tal tu almuerzo con Sango? ¿alguna noticia?
-No-dijo abatido- aún no pasa nada… Señorita Kagome, ¿qué cree usted que debería hacer para conquistar a una mujer totalmente distinta a las otras?
-¿eh?-preguntó algo confundida
-Es por mi fama… de… mujeriego
-eso lo explica todo-dijo ella- a las mujeres nos molesta que los hombres sean mujeriegos y que coqueteen con otras.
-Es que es un mal de familia-se excusó
-¡Ya dejen de hablar tonterías y pongámonos a trabajar!-reclamó Inuyasha pasándole la guitarra a Miroku.
Se la pasaron el resto de la tarde trabajando en canciones, lograron hacer dos.
-Bueno, creo que es hora de irme, pasaré por Sango, nos vemos mañana ¡adiós!-se despidió poniéndose de pié
-Adiós, que tengas buen regreso-le sonrió Kagome
-Nos vemos, y llega puntual-acotó Inuyasha para luego mirar a Kagome- ¿quieres que ensayemos la última?
-Claro
Si vuelves por mí,
no te des prisa, puedes pensar en sufrir
si no estoy aquí,
es por mi cuenta, no quiero hacer más por ti
Si ya no
puedo besarte, como podré demostrar
que ya no quiero
esperarte, dejo todo el resto a mi azar.
No pidas perdón,
ya no me sirve seguir viviendo en error
no te sientas mal, yo voy
más lejos de lo que me puedas dar
No pierdas tiempo en
buscarme, como podré demostrar
que ya no quiero esperarte
ya no quiero nada de ti.
Si vuelves por mí, no te des
prisa, puedes pensar en sufrir
no pidas perdón, ya no me
sirve seguir viviendo en error
Si ya no puedo besarte, como
podré demostrar
que ya no quiero esperarte, dejo todo el
resto a mi azar.
No pierdas tiempo en buscarme, como podré
demostrar
que ya no quiero esperarte, ya no quiero nada de ti.
-Cantaste bien-felicitó él- ¿ya tienes un título para la canción?
-No… la verdad es que estaba pensando en algo como… "azar"
-Me gusta… Se queda entonces como "azar"
Las primeras estrellas de la noche comenzaban a aparecer, el sol se había ocultado por completo y los faroles estaban encendidos. Sólo quedaban ellos dos en el parque. Mientras Inuyasha guardaba la guitarra en la funda, Kagome se puso de pié
-Creo que es momento de irme, se hace tarde y no me ubico muy bien
-Pero si quieres te puedo ir a dejar
-No… no se moleste, tomaré un taxi-dijo aún sabiendo que era peligroso el lugar y que lo más probable era que se perdiera- bueno, hasta mañana-se despidió sonriendo
-¿Estás segura?-preguntó para ver si la chica se arrepentía ya que tenía un mal presentimiento
-Sí, estaré bien, gracias de todos modos, adiós-le dio una última sonrisa y se puso en marcha.
Atravesó el gigantesco parque y luego de cinco minutos se dio cuenta de que como sospechaba que pasaría, estaba perdida. No sabía en que lugar se encontraba ni que hacer para salir, ya que por ese lado no pasaba nada ni nadie.
Todo fue muy repentino, sintió que alguien la tomaba de la cintura con una mano y con la otra le tapaban la boca. Trató de gritar pero la áspera mano del sujeto se lo impedía, como pudo lo mordió haciendo que éste aullara de dolor, aprovechó esos segundos y gritó como pudo.
-¡Ayuda por favor!
-Más vale que te calles si no quieres ver este cuchillo enterrado en tu cuello-le dijo el sujeto al oído mientras volvía a taparle la boca- no te resistas, no será por mucho tiempo…
-¡Suéltala!-ordenó una tercera voz que parecía furiosa
-¡No te metas a menos que quieras verla morir!- amenazó enterrando el cuchillo en el brazo de Kagome, la cual dio un grito desgarrador por el dolor.
-¡Dije que la soltaras maldito imbécil!-exclamó y con unos rápidos movimientos dejó al sujeto tirado en el piso inconciente- ¿te encuentras bien Kagome?-preguntó visiblemente preocupado
-Sí… muchas gracias…-no se había dado cuenta de quien la había rescatado, pero al mirarlo, supo en seguida quien era, esos ojos miel no podían ser de nadie más que no fuera Inuyasha.- Señor Taisho, no me había percatado de que era usted
-ya basta de formalidades Kagome… haces que me sienta viejo-trató de bromear y luego su expresión cambió abruptamente a una de preocupación- ¿te encuentras bien? ¿te hizo algo más?
-No-negó tratando de sonreír- si no es por usted… es decir por ti… no se qué podría haber pasado… ¿cómo me encontró? Se suponía que ya te habías marchado
-Es que tenía claro que este parque era peligroso y decidí seguirte… no me gustaría que le pasara algo a nuestra nueva artista, sería fatal para nuestra disquera…-fingió él, no le gustaba dar a conocer lo que sentía realmente.
-Así que era eso… y yo que pensé que se había preocupado de verdad…
-¡Hey te estoy hablando!-exclamó sacándola de sus pensamientos
-Disculpa, estaba distraída-dijo dándose cuenta de que le había vendado el brazo para que parara de sangrar.
-Vamos, tenemos que curar eso-dijo indicando la herida en su brazo
La chica no se negó ni asintió, sólo se limitó a seguirlo. Caminaron en silencio y subieron al auto. Inuyasha prendió la radio y escuchó como Kagome cantaba por inercia.
-¿te gusta Christina Aguilera?-preguntó el
-Sí, me encanta, es mi ídola, canta muy bien y sus vocalizaciones son excelentes
-Tal vez algún día podrías hacer un cover de ella
-¿de… de verdad?-preguntó entusiasmada
-¡Claro, si manejas el inglés no veo el problema-sonrió él mientras estacionaba el auto frente al hospital
Entraron rápidamente en emergencias donde Kagome fue atendida de inmediato. Salieron cerca de las diez de la noche y el frío llenaba las calles de Tokyo.
-Ten-le dijo pasándole su chaqueta
-Gracias-la aceptó sin decir nada, ya que sólo estaba con una top y sentía que se congelaría si seguía así.
-Te iré a dejar a tu departamento, sube-le indicó abriendo la puerta del auto
Kagome subió silenciosamente, estaba realmente agradecida de su jefe.
-Si lo necesitas puedes tomarte la semana libre Kagome…
-yo… gracias por la oferta, pero prefiero ir
-Esa herida se veía muy mal, y si no sana por completo podría ser más grave
-De verdad no te preocupes… ya te has tomado muchas molestias por mí hoy, no me gustaría terminar siendo una carga para mi jefe.
-No eres una carga, cualquier persona con un poco de sentido común lo hubiese hecho
-ah…-sólo pudo murmurar ella.
Siguieron en silencio hasta llegar al departamento de Kagome. Inuyasha se estacionó y le pasó un papel con un número de teléfono
-Sé que no tienes a nadie en Tokyo, así que si necesitas algo no dudes en llamarme…
-Muchas gracias Inuyasha-dijo mientras se sacaba la chaqueta que él le había prestado
-No, quédatela-le indicó para que ella no se la sacara- llévamela cuando quieras
-Está bien… Buenas noches Inuyasha
-Buenas noches Kagome- se despidió y encendió el motor para partir sabiendo que ese era el comienzo de una hermosa amistad.
N.a.: se me había olvidado poner en el capítulo anterior que las canciones son de un grupo chileno que me encanta que se llama "Saiko", así que si quieren saber como son, bajen canciones de ellos, son buenísimas. Gracias a quienes dejaron sus reviews :) ojala les haya gustado este capítulo!
Marcelita
Citus
Hikari Dark
Serena tsukino chiba
Melany Bolivar
Bye!
