Las clases habian empezado. Dumbledore daba su discurso de bienvenida a los alumnos. Presentó a Ipekci como la nueva profesora de Defensa contra las artes oscuras. Ella se levantó orgullosa. Vestía una tnica negra con bordados de runas en hilo dorado, llevaba el pelo suelto y una amplia sonrisa en su rostro.
- Siempre quise sentarme en esta mesa...- le dijo Aida a Snape cuando empezaron a comer. – Fueron los años mas felices de mi adolescencia. Ja, como me hacian reir Sirius y James!.- Snape no dijo nada, recordaba perfectamente sus risotadas mientras ellos se burlaban de el.
- Y que hacen para divetirse?.- le pregunto ella.
"Que hacemos para divertirnos, acaso cree que sigue siendo una adolescente"
- Parece que nada.- murmuro ella cuando no consiguio respuesta del profesor.
- Estas igual que antes, callado, sumido en tus pensamientos,... solo que con arrugas, y unos kilos mas..., sin ofender claro..- le dijo con una
sonrisa falsa.
"Vos tambien estas como antes, arrogante, hipócrita, presumida, falsa"
No contesto nada. Si lo hacia tenia que insultarla, o agredirla... ya lo habia hecho una vez...
Snape colgaba por los pies en el aire, por segunda vez. Todos se estaban riendo... James preguntó:
- Quien quiere ver como le quito los calzoncillos a Snape?.- Todos reian. A pesar de la advertencia de Lily Evans, James continuó con la broma y dejo a Snape sin calzoncillos. Las carcajadas aturdian.
Por fin dejo a Snape en el suelo, aturdido, humillado. Ya no queria pelear, tomo sus cosas y se fue.
Al otro dia tenia clase de pociones, lamentablemente junto a sus despreciables enemigos. Entró al salón y se percato de que todos estaban en gran escandalo. Reian, gritaban, silbaban.
- Te felicito Aida, despues de lo que hizo James, esto es...- Uno de los alumnos la aplaudio. Snape pudo ver, horrorizado, como su prenda estaba pegada a la pizarra, y de ella salian varias flechas indicando detalles... y en la parte superior de la pizarra rezaba: "Interior de Quejicus, fecha de ultima lavada (segun estudios realizados por el metodo de carbono) : hace 6 años. Fecha de compra: 6 años atras.Estudios minuciosos registran que la prenda es de valor historico, y tambien es altamente TOXICA. NO TOCAR"
Esto era demasiado, Snape se dispuso a quitarla de la pizarra, pero con un rapido movimiento de varita Aida la metio en una bolsa que luego desaparecio.
- Todavia sirve para un par de bromas mas Quejicus.- le dijo ella con tono altivo. El profesor entró, de modo que no pudo hacerle nada.
Pero se tomaria venganza..., claro que lo haria.
Salian hacia Hogsmeade, Aida caminaba junto a sus amigas cuando Sirius se acerco corriendo y la tomo por las piernas para subirla y llevarla como a una bolsa de papas. Aida reia, Sirius acostumbraba hacerle esas bromas.
- Bajame sirius!.- le deica ella riendo. El no le hacia caso. Aida vio que Snape venia atras, y la miraba de vez en cuando. – Atras viene Quejicus... y me mira...- le susurro Aida a Sirius. Ella empezó a cantar burlandose de Snape: "-Su nariz parece el pico de un hipogrifo, de quien estoy hablando, Que-ji-cus..., no te acerques que apesta, de quien estoy hablando?... de Que-ji-cus, ten cuidado, no te acerques, su aliento puede matarte, de quien estoy...- Snape saco su varita y apunto a Aida. – Sirius bajame Quejicus va a ...- Un resplendor, y luego silencio, los gritos de Aida para que la bajaran se habian ido. Sirius la miro horrorizado, asi tambien los que se encontraban a su alrededor, Snape se reia, por fin se habia vengado de ella. Aida se tocaba los labios desesperada, al borde de las lágrimas, sus labios... sellados, cocidos, no podia abrirlos, no podia hablar. – Deshace lo que hiciste!.- le dijo James enojado. Snape se rio unos segundos mas y le apunto con la varita. Pero en vez de deshacer el hechizo le lanzo otro, nunca se habia reido tanto. Aida ahora tenía la boca sellada y la cara completamente verde.
- Te parece gracioso, deshace los hechizos ahora, o te las vas a ver conmigo!.- le gritó Sirius. Aida no sabia lo que le habia hecho, asi que preguntaba con señas que era, nadie queria decirle, asi que corrio hacia su amiga y le revolvio el bolso para sacar un espejo, y cuando se vio... exploto en bronca y llanto, miro a Snape con tal ira que él dejo de reirse y deshizo los hechizos.
Aida se le acercó lentamente, enfurecida y cuando lo tuvo a tres centimetros de su cara, (Snape contenia la respiración) le dijo:
- Esto no es nada a comparación de lo que te espera, apestoso, grasiento , sucio, y morboso Quejicus... nada, que pasa, parece que contenes la respiración, acaso yo ... te pongo nervioso?.- Aida se le rio en la cara y luego se dio vuelta bruscamente dandole de lleno con su cabello en la cara.
- Yo, en cambio, parece que los años me hicieron bien porque.. bueno, velo por ti mismo... estoy en mi esplendor...- decia ella mientras corria cuidadosamente la carne de su plato con un tenedor. Ahora le vendria bien aquel hechizo para sellarle la boca.
- Te acordas cuando te me quedabas mirando como enbobado en los desayunos?- le preguntó ella riendo.
Snape se levantó despacio. Habia terminado de comer. No tenia porque quedarse ahi escuchandola, ni mucho menos no ser grosero con ella al no despedirse. Pero ella tambien se levanto.
- Me acompañarias a dar una vuelta, es que quiero hacerlo hace tanto... pero temo perderme si voy sola.- le dijo Aida.
Snape contuvo las aballasantes ganas de meterle la cabeza en el plato de carne, que ella tanto detestaba, y refregarsela hasta que se le incrustara en la piel. Se contuvo, respiro hondo y dijo : -- Estoy cansado, tal vez en otra ocasion.- y se fue.
Harry estaba cambiado. Snape lo veia revolver la poción que les estaba enseñando, esperando a que se equivocase.
La noche anterior no habia dormido en lo absoluto. Estaba padeciendo insomnio.
Draco Malfoy lo despertó al dejar su frasco con la poción en el escritorio. Snape se habia dormido con los ojos abiertos, asi que nade lo habia notado.
Neville se acercaba con un frasco lleno de una espesa sustancia marron, muy dierente a la que debia lograr. "Puede ser tan imbécil?" se preguntó el profesor mientras veia al chico asustado dejar el frasco sobre el escritorio.
Los alumnos se habian ido. Snape examinaba los frascos. El unico digno era el de Granger , pero no le pondria mas de un ocho como calificación, a pesar de que estuviera para un diez.
- Profesor, profesor!.- le gritaba alguien en el oido despertandolo súbitamente, y de muy mal humor. Se habia vuelto a dormir en el escritorio, pero esta vez con los ojos cerrados y la cabeza sobre sus brazos cruzados. La que le gritaba era Ipekci. – Se quedo dormido..., se le nota que no esta durmiendo, tiene esas inmensas ojeras debajo de los ojos-
- Necesita algo?.- la corto él.
- Bueno, queria saber si accederias a ayudarme con las clases, la idea es que los alumnos de sexto vean un ataque, tomando los recaudos necesarios para que ninguno salga herido, claro-
- Que nosotros tengamos un duelo?.- le preguntó él sorprendido, de seguro él era mucho mejor que ella en ataques, por su experiencia como morti fago...
- Si, sera divertido-
- Divertido, permitame decirle "profesora" que su idea es completamente absurda-
- Absurda, porque?.- le dijo ella que empezaba a exasperarse porque no habia recibido un gran SI por respuesta, como ella habia creido que recibiria.
- No se da cuenta, por favor..., no sabe lo que dice-
- Me estas tomando por ignorante, porque si es asi te digo, querido "quejicus", que aca la que consiguio el puesto de profesora de defensa contra las artes oscuras soy yo, no vos, que no pudiste enseñarla en los años que estas aca, por algo sera-
- Me llamaste... Quejicus?- le dijo él amenazante.
- Por supuesto que no, que trauma te ha quedado!.- le mintio ella.
- Se perfectamente lo que oi-
- Bueno, limpiate mejor las orejas porque la verdad es que escuchaste mal...- siguio mintiendo ella-
- Le agradeceria que deje de tutearme, no somos amigos ni mucho menos, ni pienso que lo seamos... nunca.- dijo él arrastrando las palabras.
- Bueno, va a ayudarme o no-
- Usted que cree?.- le dijo él sobreentendiendose.
Aida se le acerco lentamente quedando a unos pocos centimetros de su nariz. – Que siempre consigo lo que quiero...- le dijo susurrando. Miro su boca de forma tentadora y abrio la suya exhalando seductoramente. Snape dejo de respirar. Sintió un frio sudor recorrer su espalda. – Y lo que quiero es que seas mi ayudante por un par de clases..., podes hacer eso por mi?.- le dijo casi en un gemido. Snape asintió con la cabeza anodado y tragando saliva.
Ella salio victoriosa por la puerta con una gran sonrisa de derrota en la boca.
- Podes ayudarme con esta poción Sevy, te lo agradeceria tanto...- le decia la jóven Aida susurrándole al oido de un jóven Snape.—Ah, y mi tarea de historia... no te molestaria hacerla por mi, no?.- El asentia con la cabeza.
Ella habia aprendido a manipularlo a su antojo cuando comprendió que él era capaz de cualquier cosa por ella.
No podia estar pasandole de nuevo, pero si el era un hombre, no un adolescente con las hormonas descontroladas. Y ella volvia a salirse con la suya. No, tenía que resistirse e imponerse. Iria a las clases, claro, pero la haria sufrir, la haria quedar en ridiculo frente a todos sus alumnos.
Ese dia seguian las clases de Oclu mancia con Potter. "Maldita idea de Dumbledore". Como odiaba darle esas clases. Sobre todo después de que el niño vio uno de sus penosos recuerdos.
Estaba dandole clases al chico cuando vio, o ma bien sintió la presencia de Voldemort en la mente de Harry. Harry cayó agarrandose la frente. Snape se agarró el brazo que tenia el tatuaje con dolor. Se acercó a Harry y trató de levantarlo, pero él tambien cayo de rodillas. Pronto escucho una voz fria que le decia "—Me decepcionaste... seras castigado...—" y la voz siguio diciendo otras palabras que no udo llegar a entender, pues el dolor en el brazo era tal que sintió la necesidad de cortarlo.
Todo pasó. Harry se levantó despacio y miró a profesor.
- Usted tambien lo escucho?- Snape le asintió con la cabeza. – Eso quiere decir que sabe que ya no esta de su lado—
-- Que perspicáz—le dijo entredientes.
