Podía notar en la cara de Hikari cierta burla... sin contar que con su sonrisa mostraba que estaba muy entretenida con el entrenamiento de los demás
-No pongas esa cara- le dije, sentándome a su lado en la banca y suspirando
Hum... en momentos como este me gustaría tener a alguien como Roberto al lado... él logró que los chicos del Nankatsu mejoraran mucho y no en mucho tiempo... me pregunto qué habrá hecho con ellos...
-Ehh...- escuché que Hikari comenzaría a hablar –hay que reconocer que han mejorado un poquito... pero con esto no lograrán mucho. Así que te digo que te quedan dos alternativas: tendrás que entrar a jugar (cosa que dudo bastante), o simplemente tendrás que tirar la toalla...
¿Tirar la toalla, ese no es mi estilo, no me gusta rendirme muy fácil. Miro bien a los chicos, pensando que debe haber una manera de que mejoren, encontrar el punto en que están fallando, para repararlo
A ver... empezando. Desde que tienen el balón no pueden manejarlo bien y...
-Idiota- murmuro sin poder evitarlo, golpeándome la frente por lo tonto que fui al no darme cuenta antes
-Sí- dijo Hikari –el idiota de Kensou siempre tiene problemas para avanzar con el balón... da la impresión que no puede caminar y comer chicle al mismo tiempo... ¿tú crees que algún día pueda mejorar?
-¡No!- le digo
-Bueno... era lógico...
-¡Tampoco, ¡el idiota soy yo!
-Ah, también
No hice más que más que mirarla unos momentos... esos ánimos que da son increíbles...
-Gracias por tu apoyo- le digo, irónico
-Sabes que puedes contar conmigo
Sin responderle, me acerqué al grupo de chicos que intentaban jugar al fútbol... y recién en ese momento, me pregunté porqué Hajime me había dicho de que tenían posibilidades de ir al nacional...
-¡¡¡Eh, chicos!- grité, llamando su atención -¡acérquense!
¿Cuánto habrá sido, me pasé cerca de dos semanas dándoles un rato de charlas en el entrenamiento sobre eso de "el balón es tu amigo", y que para conocerlo debían estar siempre con él y acostumbrarse a llevarlo a todas partes
Poco a poco se fueron viendo los resultados de las tediosas charlas (que en un comienzo no fueron tomadas muy en serio)
-¡Qué genial, Taro, lograste que al menos estuvieran más de dos minutos con el balón en sus pies, y avanzando...
-Hum... gracias...- murmuré, sabía que no era suficiente
-Pero no creo que este año queden...
-Yo tampoco, pero demás que el próximo sí, si se siguen esforzando...
-Bueno, en ese caso, tú irás como entrenador y yo como asistente
La quedé mirando y , sin poder evitarlo, me largué a reír
-¿Tú asistente, ¡por favor!. Lo único que haces es echarles malas vibras a los pobres...
-Pobres diablos...- terminó
-Hikari, deja al menos que lo intenten- le dije, acostándome a su lado en el pasto –además, te conviene, porque iríamos como entrenador y asistente
-Mm... estaría bueno, así cambiaríamos un poco de aire
-Sip... y quizás vea a viejos amigos...
Hablando en serio, demás que el "quizás" de mi frase estuviera fuera de lugar. El Nankatsu, el Toho y el Furano TENIAN que ir... era lógico, por Tsubasa, Hyuga y Matsuyama...
Un momento... si odio cuando me llaman por mi apellido, ¿por qué también lo hago, definitivamente debo cambiar esa costumbre...
-¿Sabes?- dije, mientras una idea se armaba en mi cabeza –si quieres ir como asistente, comienza a trabajar
-¿¡Qué?- me preguntó Hikari, visiblemente escandalizada
-¡Por supuesto, ¿qué crees, ¿qué irás de vacaciones?
-¿Y qué quieres que haga, ¡entérate que no pienso hacer nada humillante!. Olvídate de lavar la ropa, prepararles almuer...
-Nah, si no es para tanto- le digo –saca un cuaderno y anota lo que te iré dictando
-¿Ahora ya?
-Ahora ya... mientras antes empecemos, mejor- me quedo pensando unos momentos –vamos a planificar un entrenamiento para que vayan mejorando y, si tenemos suerte, quizás no tengamos que esperar un año para salir a un corto viaje
-¡Uh, genial!- dijo Hikari. Se sentó en el pasto y sacó un cuaderno de su bolso –listo, dicta
-Bien, primero...
Pasamos toda la tarde trabajando en un programa de circuitos para los chicos del equipo
-Uh, van a morir- me dijo Hikari, divertida -¿tú logras pasarlo?
-Mm... espero, en realidad- le respondo –porque tendré que hacerlo para mostrarles cómo es y no quiero pasar una vergüenza
-Tú lo harás bien
-¿Sí?
-¡Claro, estás acostumbrado a hacer estas payasadas con la pelota
-Vale... payasadas...- juro que esperaba cualquier otra respuesta, menos esa... aunque no me sorprende que venga de Hikari
Al mostrarles al equipo lo que había preparado junto a Hikari, éstos se quedaron con la boca abierta, aunque lo aceptaron un tanto dudosos
Mientras los realizaban, mi querida asistente prácticamente se partía de la risa, mientras yo me dedicaba a observarlos y así encontrar sus puntos débiles
Aunque Hikari lo único que hacía era reír y tomar nota de lo que iba diciendo, resultamos ser un buen equipo trabajando juntos, por lo que empezamos a sobresalir por el innegable mejoramiento del equipo
Pero a nosotros no nos cambió en lo más mínimo. Continuábamos siendo los dos chicos solitarios y algo tristones... aunque ahora más ocupados de lo normal. Nuestros sentimientos no cambiaron, seguíamos deseando que el padre de Hikari cambiara, y que el mío viniera por mi
-Escribió papá- le conté a Hikari durante un partido
-¿Sí, ¿y qué te cuenta?- me preguntó. Me encogí de hombros
-Lo mismo de siempre y, para variar, no me especifica en dónde está...- le respondí -¿a qué le teme, ¿a que agarre un avión y lo vaya a buscar?
-No sería mala idea...-me dijo, sonriéndome
-Claro que no, hace tiempo que me ronda la cabeza... Tatsumi está jugando mal...
-Sí, es como la quinta vez que pierde la pelota- dijo ella –pero, ¿tú mamá no sabe dónde está?
-Si lo sabe, no quiere decírmelo- respondo –a veces me da la impresión de que me cuesta aceptarla...
Nos quedamos en silencio, observando el partido
-Hay algo que no entiendo- me dijo Hikari -¿te cuesta aceptarla porque te abandonó cuando eras bebé, o porque te alejó de tu padre?
Por primera vez, me ponía a pensar en eso. Miro a Hikari, que me sonríe con cara de "respóndeme". Pero en ese momento, me doy cuenta de que no soy capaz de hacerlo
Puede que lo que siento sea una mezcla de ambas cosas...
¿Es posible?
-Mmm... definitivamente Tatsumi está jugando pésimo, tendré que cambiarlo...- fue lo que conteste, quizás evitando así responderle...
