Seis. Acercamientos

Supongo que la cara que puse al escuchar las palabras de Katagiri era de confusión

-Pero... señor Katagiri...

-Sólo deben ser unos días antes- dijo –estaré esperando tu llamada

Katagiri se despidió y se fue

No entiendo realmente para que quieren tanto que juegue con ellos... Tsubasa y los demás deben tener un nivel mucho más alto que yo, puesto que se han entrenado en un nivel bastante mejor que el mío

Deseo estar con ellos, jugar a su lado, pero... ¿qué tal si me están sobreestimando, ¿qué tal si cuando llego a Francia no soy más que un estorbo para los demás?

Ahh... estoy perdido, realmente no tengo idea qué puedo hacer

-¿Qué tienes ahora, Misaki Taro?- escuché. ¿En qué momento había llegado Hikari a mi lado?

No lucía del todo bien... su cara estaba algo moreteada y tenía vendadas las muñecas... ¿las muñecas?

-¡¿Qué te hiciste!- le pregunté (en realidad le grité), tomándole las muñecas (hum... creo que fui algo brusco, puesto que se quejó)

Por respuesta, bajó la mirada e hizo que la soltara

-No... no puedo creer que seas capaz de cortarte, Hikari- le dije

-Hay gente que lo hace para olvidar...- murmuró

-¡¿Olvidar el dolor causándote daño, ¡por Dios, Hikari, no puedes decir tamaña estupidez!

-¿Si, ¡pues ponte en mi lugar!

-¡Lo intento, ¿sabes, pero hay muchas actitudes tuyas que no las entiendo

-Nunca has tenido que pasar por lo que yo he...

-Pero sí que he sufrido, no tienes idea; no serán dolores físicos, pero aún así te afectan muchísimo... te miro, Hikari, y me da rabia de que no intentes mejorar las cosas, sólo escapas a esperar que los demás, que tus padres cambien, pero si no empiezas tú cambiando tu actitud, es difícil que los demás lo hagan

-¡Ah, ¡mira tú quién está hablando!- me cortó Hikari, usando un tono irónico – hablas de que yo debo cambiar y no se qué otra estupidez más. ¿Por qué no te miras, Taro, ¡mírate!. ¿Por qué no fuiste capaz de pedirle a tu padre que te viniera a buscar?

-Hikari...- sinceramente, quiero que se detenga...

-¡Hablas de valentía y no eres capaz de hablarle a tu madre con sinceridad!. Es muy fácil esconder todo detrás de una sonrisa, ¿no, eres experto en eso. Pero, en cambio me dices lo que tengo que hacer, ¿con qué moral, Misaki?

-¡No es lo mismo!- le digo... sin estar muy seguro de mis palabras, claro –yo no me hago daño cuando sufro, intento salir adelante

-¡No seas ingenuo!- me cortó –has acumulado tanto rencor que algún día explotarás de alguna forma

-No...

-¡Claro que sí!- dijo -¡Sientes rencor hacia tu madre que te abandonó cuando eras un bebé, y que luego te alejó de tu papá!

-No

-¡Sientes rencor hacia tu padre, que te dejó con tu mamá a pesar de que le pediste que no lo hiciera!

-Cállate, Hikari- le digo... puede que tenga razón y que no me había dado cuenta

-¿Ves que tengo razón?- me dijo ella, tan bajito que me costó escucharla... la miro... ¿por qué siento que Ohira disfruta este momento?- ¿lo entendiste, Taro, es imposible vivir lo que tú has pasado sin tener un poquito de odio dentro...

Sólo la miré... ¿y qué si tenía razón?

-...y ahora- continuó... su tono me parecía que se asemejaba bastante con el siseo de una serpiente venenosa (¿me pasé?) -... ahora sientes rencor hacia mi, porque estoy descargando la rabia que tengo contigo, siendo que no te lo mereces, porque has sido la única persona que me ha valorado de verdad...

Continuaba mirándola sin decir palabra... siento unos deseos tan grandes de callarla que a penas puedo controlarme... opto por lo que creo, es lo más sano

-Puede ser que tengas razón- dije –quizás es verdad que le tengo rencor a mis padres, pero trato de seguir adelante, ¿sabes, intento continuar con mi vida, ¡no me ando descargando con los demás como tú, Hikari!- ... eso ni yo me lo creía... pero tenía la sensación de que no podía quedarme callado –intento olvidar, estar mejor, ¡no me causo lástima a mi mismo, sigo adelante sin causarme daño!. Quizás no pueda hablar con sinceridad con mis padres, porque yo ya acepté que debía quedarme- eso tampoco era verdad, pero bueno...

Hikari me mira en silencio

-Digas lo que digas- me dijo –insisto que tú no entiendes- y se fue

Me dieron deseos de golpearla yo también, ¡¿por qué era tan burra!

Me quedé unos momentos en silencio y de pie, luego comencé a caminar a mi casa, porque no andaba con deseos de perseguir a nadie

Llegué a la casa con deseos de olvidarme de todo

-Te llamaron por teléfono- dijo mamá, cuando me vio al pasar a mi cuarto

-¿Quién?

-Hikari... hace menos de cinco minutos

-Ah... bueno...- dije, sin detenerme

-Dijo que la llamaras

-Mañana

Supongo que la cara de mi madre era de sorpresa... siempre que Hikari me llamaba corría al teléfono... hoy no ando de ánimos

Creo que Hikari se preocupó al no recibir mi llamada de vuelta, porque me fue a ver al día siguiente durante la tarde. Estaba un poco mejor en apariencia

-Hola- dijo algo tímida, mientras entraba a mi cuarto

-Hola...

Hum... no se en que momento comenzamos a discutir nuevamente, sacándonos en cara lo que habíamos decidido callar. Quizás Hikari tenía razón de que en algún momento explotaría... en una de esas, ya había comenzado poco a poco

A quien engaño... estaba molesto con mi persona y me desquitaba con el primero que se cruzara y me llevara la contra

Después de discutir un buen rato, nos quedamos en mi cuarto. Yo sentado en el suelo y ella en mi cama

-¿Cómo estás con tú papá?- le pregunté, después de un largo silencio

-Igual que siempre- respondió –oye... ¿y ésta?- miré y vi que se refería a la camiseta

-Mm... ¿recuerdas al tipo de lentes que nos llevó al hospital?

-Sí...

-Es de la Federación japonesa de fútbol- dije –me convocaron a participar a la selección

-¿Si, ¡pero si partieron hoy a Alemania, ¿qué haces aquí?

Me quedé en silencio unos momentos... eso sólo tenía una respuesta y, aunque quizás me avergüenza decírselo a ella, debo ser sincero... con ambos

-... No acepté

-¡¿Qué, pero si es tu sueño!- me dijo, y prácticamente se tiró al lado mío de la cama

Teniéndola tan cerca sentí algo extraño dentro de mi... me di cuenta que estaba nervioso de tenerla tan cerca

-Hay algo mucho más importante...- dije, mirándola

-¿Sí, ¿y qué puede ser más importante para ti que el fútbol?

-Tú...

Supongo que ella se debió impresionar tanto como yo con esas palabras, pero para serles sincero, no tengo idea el momento que salieron de mi boca, pero soy consciente de que son de verdad

-Taro...- ¡Hikari se había puesto nerviosa!. No se porqué disfrutaba tanto verla así... sí que soy malo...

Después de insistir varias veces, me pude comunicar con Katagiri

Quedamos que me iría días después, cuando el equipo llegara a Francia, y así se lo conté a Hikari

-¡Genial!- dijo, abrazándome -¡lo harás muy bien!

-¿Tú crees?- le pegunté, algo inseguro

-¡Claro, hombre, ¿por qué no podrías hacerlo?

-Ahm... quien sabe

-¿Sabes?- dijo Hikari, después de unos momentos de silencio –tengo la sensación de que éstos serán nuestros últimos días juntos...

-¿Qué?- le pregunté, divertido -¿de dónde sacas esas cosas?

-No lo sé...

Bueno, ahí comprendí que mi "amiga" definitivamente era extraña