Siete. Despedida
Sinceramente, noté extraña la actitud de mamá cuando le conté que me habían convocado para ir a Francia, me dio la impresión de que por más que intentaba estar feliz, no lo lograba... pero decidí que mejor dejaba de pensar en eso, demás que me pasé rollos
-¿Y por cuánto es?- me preguntó
-Ah...- buen detalle, se me había olvidado preguntarle a Katagiri –eh... no lo sé, mamá. Mientras dure el campeonato...
-Bueno¿y cuándo te vas?
-Mañana
-¿Qué¿tan luego?
Su actitud me molestó un poco... está bien que quiera saber por cuántos días estaré fuera del país, pero que se molestara porque me iba al día siguiente, era el colmo
-¿Y qué tiene, mamá?- le pregunté, algo cansado –no debes preocuparte tanto, allá estaremos en un hotel, y...
-Sí, lo se
-¿Ves que exageras?- le insistí, poniéndome de pie –ahora, debo ir a preparar mi bolso para el viaje
Quise evitar continuar la conversación, así que salí de la sala...
-¿Y si lo va a buscar?- escuché decir a mi madre a su esposo
Me detuve... ¿irme a buscar quién?...
¡Pero es imposible¿qué tal si mi padre aparecía por allá¿qué haría?... bueno, mejor decidí dejar de pensar... así no termino de desilusionarme, en caso de que sea mentira
Hice el bolso para el viaje (con pocas cosas, con mi padre me acostumbré a llevar poco equipaje) y, durante la tarde, estuve con Hikari
-Mañana te iré a dejar al aeropuerto- me dijo Hikari
-Mamá también irá- le conté -... no se por qué, me da la impresión de que no está contenta de que me hayan seleccionado
-Quizás teme a perderte otra vez
-¿Y cuándo volvió a recuperarme?
-Buen punto... – me dice, algo pensativa –pero ahora estás con ella
-¿Y qué puedo hacer allá en Francia?- le corté –no soy lo bastante atrevido como para quedarme en Francia solo...
-Solo no...
-¿Te refiere a que alguien se quedará conmigo allá?
-Puede ser...
-No quiero pensar así, Hikari, porque esa idea pasó por mi mente también- le dije, adivinando el sentido de sus palabras (yo también lo había pensado antes)
-Es una posibilidad
-Pero no quiero tomarla como real...
-No quieres desilusionarte
-... ¿Qué pasa si no aparece, siendo que lo más seguro es que lo voy a esperar¿qué pasa si no está en París¿qué pasa si no quiere verme?
-¡Taro!
-¡Es la verdad!- repliqué, aunque sabía que estaba hablando puras estupideces –pueden haber miles de posibilidades por las cuales mi padre no ha venido por mi...
-En ese caso- dijo Hikari –dedícate a jugar bien en los partidos, y a conocer bien París...
-Es una buena idea... no creo que haya de otra
-Sí, puede que tengas razón
Nos quedamos en silencio, disfrutando de nuestra compañía (estamos abrazados)
-Hikari...- digo bajito, tanto, que parece un susurro
-¿Qué?
-Tengo algo importante que decirte
-Dale...
No entiendo la razón del por que me cuesta hablar... sólo debo decir un simple "me gustas mucho"
-Yo...
-¿Qué cosa, Taro¿por qué estás tan nervioso?
¿Qué por qué estaba tan nervioso¡siempre me ponía así cuando la tenía demasiado cerca! (como ahora...)
-¿Sabes?- comencé –desde que te conocí me ha gustado estar a tu lado; eres muy importante para mi, Hikari, no tienes idea cuánto...
Ella sólo me sonreía mientras hablaba; quizás sospechaba lo que sentía por ella
Confieso que moría de los nervios
-Taro...- me dijo, acercándose más a mi –yo siento lo mismo
Uhm... creo que olvidé algo muy importante cuando Hikari se fue...
¡Idiota de mi, se me fue pedirle que fuera mi novia (jejejeje)¡qué fiasco, creo que estaba demasiado emocionado cuando me besó. Bueno, cuando vuelva de Francia se lo pediré
Bueno, al día siguiente me fueron a dejar al aeropuerto... mamá continuaba extraña (me tinca que NO quería que me fuera), y con Hikari nos despedimos de manera bastante especial
Cuando llegué a Francia eran cerca de la una de la mañana (no me digan nada, Katagiri fue el que me mandó el pasaje)... bueno, y era él mismo el que me esperaba
-Buenas noches, señor...- lo saludé, acercándome a él
-Hola Misaki-... otra vez la estupidez del apellido -¿cómo estuvo el viaje?
-Bien, supongo...
-¿Vamos?
-Bueno...
Me fue a buscar en automóvil, y fue ahí cuando me di cuenta de que estaba muy cansado porque un gran sueño comenzó a invadirme mientras íbamos al hotel... o quizás era la noche y las calles vacías las que inducían sueño en mi...
-¿Y cómo sigue tú amiga?
-¡Eh?- supongo que fue el silencio de pronto interrumpido, pero del susto llegué a saltar
-... Lo siento...- me dijo Katagiri, mirándome de reojo
-No se preocupe...- repliqué. Debido al susto, el sueño se esfumó (y no volvería en un buen rato) -¿qué me preguntó?
-¿Qué cómo está tú amiga?
-Ah... está bien, dentro de lo que se puede, claro...
-¿Resolvió el problema con sus padres?
-Nunca lo ha hecho- respondió, encogiéndome de hombros – y si sigue así, nunca lo hará. A veces me da la impresión de que sólo está esperando el momento para salir de su casa
-¿Tú crees?
-La conozco- dije... y sí que la conocía bastante –Hikari sólo espera el momento adecuado para salir de ahí, aunque no la culpo...
-Ya veo... ya llegamos
Nos bajamos del automóvil y aunque lo poco y nada que había visto de la ciudad estaba como sin vida, me prometí que en la primera oportunidad que tuviera, la recorrería
-Mañana temprano comenzarán los entrenamientos- dijo Katagiri, mientras caminábamos al hotel –así que a penas llegues a tu cuarto, intenta dormir
-Sí...- entramos al lugar y noté que era bastante agradable
-Tsubasa será tu compañero de cuarto
-¿Tsubasa?
-Sí...- ¡Qué genial!
Después de saludar a Mikami, por fin estaba en el cuarto, listo para dormir
Debido a la iluminación que venía de la calle, no fue necesario encender la luz del cuarto... sonreí al ver a Tsubasa dormir (tenía unas ganas tremendas de despertarlo)
Mientras intentaba dormirme, no podía evitar pensar en muchas cosas. Sentía cierta emoción por ver a mis amigos al día siguiente... y, en todo caso, las ganas de despertar a mi querido amigo Ozora estuvieron a punto de ganarme...
