Nueve. Adiós, Ohira

Al día siguiente, me despertó Tsubasa (otra vez, ya parecía mi despertador personal, jejeje); éste ya estaba listo para ir a desayunar

-¡Sí que resultaste ser flojo!- me dijo, saliendo del cuarto

Diez minutos después, ya estaba desayunando con los demás (seré flojo, pero no lento)

El entrenamiento fue igual que siempre, incluso la desagradable actitud de Wakabayashi que tenía con nosotros continuaba igual (algo insoportable, tengo que decirlo)

-¿Vas a salir hoy también?- me preguntó Tsubasa

-Sí- respondí como al pasar, guardando mis cosas

-Voy contigo

-Si quieres...

-Wakabayashi también irá

-Bueno, los espero afuera...- dije, saliendo

Llegaron cerca de cinco minutos después (Tsubasa no andaba con el balón, esa era novedad)

-¿A dónde vamos?- preguntó Wakabayashi

-Por ahí...- dije

Caminamos durante un buen rato. Mis amigos hablaban y yo no podía poner atención a lo que decían... había algo que me preocupaba mucho...

-Oye...- escuché decir a Tsubasa –pero Matsuyama también...

Hikaru... ¡Hikari!

-¡Ah!- me detuve, los otros dos me miraron

-¿Te pasa algo, Misaki?- me preguntó Genzo

-¿Me esperan un poco?- les dije al divisar un teléfono público. Comencé a marcar y mis amigos se pusieron a mi lado (apuesto que de puro copuchentos que son)

-¿Aló?- escuché del oto lado, y supuse que era la mamá

-Hola, buenas noches. ¿Se encuentra Hikari?

-No, ella no está

-¿No?... ¿y a qué hora podría ubicarla?- pregunté, pero en ese momento, algo pasó al otro lado, aunque no supe qué -¿Qué pasa?

-¿Dónde está Hikari!- escuché... era su padre

-¿Dónde?- pregunté... sinceramente no entendí su pregunta -¿no tendría que estar en su casa?

-¡Sabes perfectamente que se fue!- eso me cayó de sorpresa

¡Hikari se fue de su casa!

-Señor... yo no tenía idea- dije, algo shockeado

-¡No mientas, niñito!- me interrumpió -¡Tú fuiste el que le metió basura en la cabeza!

Eso lo encontré el colmo, después de todo, yo recibí más influencias de ella que Hikari de mi...

-¿Yo!- dije, ya molesto -¡yo no le metí nada en la cabeza a su hija!- noté que Genzo y Tsubasa me miraban, por lo que les di la espalda (a estas alturas...) -¡todo lo que ella pensaba acerca de usted fue la imagen que se formó desde pequeña!

-¡Basta, me dirás dónde tienes a Hikari, o...!

-¿O qué¿acaso me piensa golpear, como lo hacía con ella?

-¡Te iré a buscar a tu casa...

-¡No va a sacar nada, porque no estoy ahí!

-¡Te fuiste con ella!

-¡Por supuesto que no¡ni siquiera sabía que se iba a escapar!

-¡No mientas¡le hablaré a la policía que tú te la llevaste!

-¿Qué!- ese sí que era el colmo... ¡me estaba culpando de rapto, o algo así! -¡No sea ridículo!

-¡No me hables así, chiquillo!

-¿Y por qué no, eh, a usted no se le debe el ni el mínimo de respeto por todo el daño que le ha hecho a Hikari este tiempo. ¿Por qué nunca lo pensó, eh?. ¡Es que acaso es tan ciego como para no ver que ella se cortaba cada vez que recibía sus maltratos?

-¡Cállate!

-¡No me pienso callar!- claro, debía aprovechar que estaba a miles de kilómetros de distancia (táchenme de lo que quieran) –todo lo que dije es verdad. ¿Y sabe qué¡me alegra que por fin Hikari esté lejos de usted!

-¡Tú la ayudaste!

-¿Y si lo hice qué¿desde cuándo le importa tanto su hija?

-¡Espera a que te tengo en frente, Misaki, porque a golpes te sacaré en dónde escondiste a esa irresponsable!

-¡Ni aunque me matara se lo diría, además, tendrá que venir a París si quiere golpearme- dije, y colgué

Recién en ese momento recordé las palabras de Hikari, y eso de que "tengo la sensación de que éstos serán nuestros últimos días juntos"... ella ya lo tenía todo planeado. Pero¿dónde se pudo haber metido?

-¿Misaki, qué ocurrió?- escuché, y recordé que no andaba solo en el paseo

-¿Eh?

-¿Con quién hablaste?- me preguntó Tsubasa

-Con... con nadie- respondí, y de pronto me comencé a sentir cansado -¿saben, voy a volver al hotel...

No quise hacer caso a las caras que ambos pusieron, así que di media vuelta y comencé a caminar... momentos después mis amigos caminaban a mi lado

-¿Estás bien?- me preguntó Wakabayashi

¿Si estaba bien?... ¿podría estar bien después de enterarme que Hikari se había ido¿a dónde¿tendría dinero suficiente?... ¿y por qué no me lo habrá dicho, o sea... quizás la habría ayudado (¡por favor, de seguro la habría retado hasta el cansancio)

-¿Misaki?- ahora era Tsubasa

-Lo siento- dije –pero no tengo deseos de hablar ahora...

-Has estado muy raro- comenzó Tsubasa (hum... otro más con el discursito ese...) –y casi no hemos hablado, como que te escapas siempre que...

-Ya, Tsubasa- lo corté, no andaba de ánimo para recibir sermones de nadie (y menos de él, que no entendía nada de lo que me pasaba) -¿qué importa, no tengo deseos de hablar, y ya

-Pero Misaki¿qué ha pasado contigo estos años?

-¡Nada!- comencé a caminar más rápido. Era lógico que los otros dos no me dejarían hasta ahí (hum...)

-Misaki...- otra vez lo del apellido -¿ves tú reacción¿cuál es el problema que tienes?

-Uh... ya, por favor, amigos- les dije, mirándolos. Ya faltaba muy poco para llegar al hotel –no me pasa nada¿ya, estoy bien

-No tienes por qué mentirnos- me dijo Genzo

Tengo que decirlo, perdí la paciencia...

-A ver... ¿quieren saberlo?- dije, ya molesto –bien, todo comenzó un poco después que yo nací, mi mamá se fue, abandonándonos a mi padre y a mí. Mi papá comenzó a viajar conmigo por todo Japón¿y saben, todo era perfecto, o sea, era feliz, a pesar que me tenía que cambiar de escuela muy seguido. Hasta que un día llegó mi mamá y no se cómo convenció a mi papá de que la mejor solución para todo era que me dejara con ella¿a qué no adivinan qué decidió?

-...- me miraban bastante sorprendidos

-¡Me dejó¿entienden¡me dejó con ella a pesar de que le pedí que no lo hiciera, y no tienen idea cómo es sentir que la persona más importante para ti te abandona. ¿Saben lo que me pasa¡hace tres años que estoy viviendo con gente que no conozco, que no es mi familia!- dije... ¿por qué sentía una presión en mi garganta? -¿y saben qué más, que la única amiga que tengo en ese lugar, su padre la maltrata, cada vez que se siente triste se corta y se acaba de escapar de su casa. ¡Contentos?

-Taro... nosotros... ¿por qué no nos dijiste?- me preguntó Tsubasa

-¿Y para qué, eh?- le dije -¿acaso me iban a ayudar?... además, no es algo muy adecuado para ir gritándolo a los cuatro vientos

-Pero somos tus amigos...- comenzó Genzo

-Miren, ya les conté todo. ¿Me dejan tranquilo?

-¿Quieres hablar?

-¡No¡quiero que me dejen solo¿¡es que les cuesta tanto entenderlo?

-¿Y qué harás?- me preguntó Genzo

-No tengo porqué decirles...

-¿A si, entonces no nos vamos, ni te dejamos solo- dijo Wakabayashi, cruzándose de brazos

Se muy bien que querían ayudarme y todo eso, pero me tenían cansado (en realidad, TODO me tenía cansado...)

-¿Qué quieren?- les pregunté, rendido (como se dice, ganaron por cansancio)

-Ayudarte- respondió Tsubasa, sonriendo con la típica sonrisa

-¿Y cómo quieren ayudarme, eh?- les pregunté

-Eh...- se miraron. Sé que tienen las mejores intenciones de ayudarme, pero aún así siento rabia

-Ustedes no entienden lo suficiente como para ayudarme, amigos- les dije, sonriéndoles, aunque mi tono de voz era triste –les agradezco, amigos, pero he llegado muy bien hasta aquí solo

-Taro- dijo Tsubasa, acercándose unos pasos a mi –somos tus amigos, no nos gusta verte así.

Puede que hasta ahora hayas estado bien solo, pero no podrás estar siempre así. Déjanos ayudarte

Les sonreí, agradecido... ahora sé porqué los necesitaba tanto

-Propongo que vamos a nuestro cuarto- nos dijo Tsubasa –ahí estaremos más tranquilos

Llegamos en poco tiempo al hotel; el camino fue triste, silencioso. Entramos y nos dirigimos directamente al ascensor

-¡Taro!

Esa voz... no sólo yo me detengo al escucharla, mis amigos también

Siento dentro de mi una oleada de sensaciones... pero no me muevo

-Taro- repite, algo impide que me mueva

-... Señor Misaki- escucho decir a Tsubasa