Qué me dijeron... a pensar mi papá me dijo ese "si puedes, no tengo ningún problema", corrí hacia el hotel
Entré y me dediqué a buscar a Mikami y a Katagiri, creo que eran los más indicados para decirme si podía irme o no. Bueno, finalmente no los encontré, pero vi a la distancia a Ryo y a Shun Nitta, parece que estaban jugando cartas. Me acerqué a ellos
-¿Han visto a Mikami o a Katagiri?- les pregunté, rápidamente. Me miraron unos momentos antes de contestar
-Eh... en donde tenemos las reuniones
-¡Gracias!
En muy poco tiempo estuve ahí, en frente de la puerta. Debo decir que estuve a punto de llegar y entrar, pero me obligué a tranquilizarme. Suspiré y golpeé
-Entre...- escuché, y lo hice. Ahí estaba todo el equipo técnico, y me miraban fijamente
-Eh...
-¿Cómo te fue con tú padre?- me preguntó Katagiri
-Muy bien, gracias- dije –y... de eso quería hablarles...
-Te escuchamos- me dijo Mikami
-Eh... yo me preguntaba si era necesario que me quedara acá
-¿Cómo?
-Eh... es que me voy a vivir con mi papá
Bueno, se suponía que debía preguntar si podía irme, pero ese "me voy a vivir con mi papá" sonó como una afirmación... será, ya lo dije y, además, eso le da seguridad a mis palabras... creo... espero... ejem...
-¿Si?- me dijo Katagiri
-Sí... y me... me quiero ir hoy
Veo que se miran con algo de sorpresa, pero me tinca que, al menos Katagiri, se lo esperaba
-Sólo espero, Misaki, que seas puntual
-Claro, señor- digo, sonriendo –no se preocupe... permiso, debo ir a preparar mi bolso
Salgo de lo más contento, y me dirijo rápidamente a la habitación que ocupaba con Tsubasa... oh... espero que no se moleste porque lo dejaré solo... aunque no creo; supongo que después de todo lo que les grité a él y a Genzo en la tarde, se pondrán feliz de que todo se volviera como quería en mi vida
Entro al cuarto que usaba con Tsubasa y veo que está con Genzo, Hikaru y Kojiro (¿Kojiro y Genzo juntos, esa sí que es novedad)
-Hola chicos- les digo, sonriendo
-¿Qué tal con tú padre, eh, Misaki?- me preguntó Tsubasa al verme
-Muy bien- respondo, sonriendo
-¿Te vas con él, cierto?- me preguntó Genzo, yo lo miro algo sorprendido
-¿Cómo lo sabes?- le pregunté
-Digamos que te conozco...- me dijo, sonriendo
-Ahm...
Podía notar que mientras preparaba mi bolso, mis amigos me miraban de lo más divertidos...
-¿Qué me miran tanto?- les dije, cuando me aburrí
-Te vez muy contento- dijo Hikaru –muy distinta a la cara que traías cuando llegaste
-Pues sí, estoy muy contento- dije, sonriendo y tomando mi bolso, al fin había terminado de arreglarlo –y, nos vemos mañana
-¡Qué estés bien, Misaki!
Bueno, debo admitir que me llamaran por mi apellido no me importó en lo más mínimo.
Salí del hotel y vi que mi papá me esperaba apoyado en la misma baranda que ayer estaba yo...
-¿Nos vamos?- le dije, él sonrió y empezamos a caminar
-¿No te pusieron problemas?- me preguntó
-Nop, ninguno. Sólo me dijeron un "esperamos que seas puntual"
-¿Y por qué eso?
-Ah... es que soy el último en levantarme, por eso... Tsubasa se agarró la tarea de ser mi "despertador personal", jejeje
Se quedó en silencio unos momentos... lo noté serio, preocupado por algo
-Papá¿ocurre algo?-le pregunto
-No es nada, Taro- me respondió
-Vamos, papá¿qué ocurre?
-Taro... mejor después hablamos
Sus palabras, lo admito, me preocuparon un poco. ¿Acaso se había arrepentido de ir a buscarme?... me dio una gran inquietud este pensamiento¡yo no quiero volver con los Yamaoka!
-Llegamos- me dijo, y nos detuvimos en frente de un edificio –es el apartamento de arriba
Inconscientemente, miré hacia arriba. Papá se rió
-No verás mucho desde aquí- me dijo, entrando. Le sonreí y le seguí
Entramos al edificio (que estaba en penumbras) y, después de llegar al segundo piso, entramos al departamento. No era tan pequeño, ni tampoco muy grande: perfecto para alguien como mi papá.
Habían varios cuadros apoyados en las paredes, y otro en el atril
-Ven
Me mostró la cocina y su cuarto
-... éste es el tuyo
Abrió la puerta y la primera impresión que me dio, es que estaba más que preparada para mi llegada
-¿Mi cuarto?- le pregunté, mirándolo
-Tú cuarto- afirmó –ahora acuéstate, Taro, es tarde, y mañana...
-Aún no- lo corté -... no me dijiste lo que te ocurría
Se quedó en silencio, y pude notar que dudaba
-¿Quieres comer algo?- me preguntó, asentí (aunque no tenía nada de hambre)
Papá se fue y entré a "mi cuarto"... me senté en la cama. Había un escritorio y una repisa... bueno, me apresuré para ir con papá
Nos sentamos a la mesa. Papá me había preparado un sandwich
-Mira Taro- comenzó papá, después de un largo silencio –durante este tiempo he hablado mucho con tu madre, sobre ti...- me quedé en silencio, esperando que papá continuara –no creas que este tiempo no me he preocupado de ti...
-... En ese caso- dije, extrañamente calmado para todas las conclusiones que estaba sacando en esos momentos -¿sabías todo lo que pasaba?
-Sí...
-¡Y por qué no hiciste algo?- admito que quizás perdí la paciencia demasiado luego... en esos momentos sentía que mi enojo hacia el mundo crecía más a cada momento
-Por tu mamá
-¿Qué, pero...!
-Taro, ella quería estar contigo
-¡Ella me abandonó después que nací!- grité. Recuerdo que cuando papá me comunicó que me iría con ella tuvimos la misma discusión
-Pero eres su hijo...
-¡No tenía derecho, papá!- lo interrumpí. Creo que ya había esperado mucho con todo eso que me aprisionaba -¡ella nos dejó y formó otra familia sacando todo lo que le estorbaba!
-¡Taro, no hables así!
Ahí comprendí que quizás las cosas se estaban poniendo algo feas, pero no iba a callarme
-¿Es mentira?- dije -¡acaso pensó en nosotros cuando la necesitamos, cuando tú estabas mal, cuando no tenías dinero?
-Taro...
-¡Es la verdad, papá!- lo corté -¡es fácil desaparecer y volver cuando ya está todo bien¿no¡¿porqué no pensó en nosotros!
-Cálmate, Taro...
-¡No¡¡ya estoy harto de estar calmado!- dije, poniéndome de pie -¿por qué me dejaste ahí¡¡yo no quería estar con ellos, te lo dije, papá!
-Pero, Taro...
-¡Por qué no pensaste en lo que yo quería¡si sabías todo lo que pasaba conmigo este tiempo¿por qué no hiciste algo!
-Para mi tampoco fue fácil...- eso me hizo reaccionar, y fue como un fuerte golpe en la mejilla
-... Lo sé, es que...- sentí que nuevamente me caían lágrimas... realmente no me hacía mucha gracia, sobretodo porque lloraba porque me sentía culpable, triste... –papá, yo... no sé, ha sido difícil para mi... todos llegan y me dicen "has cambiado", pero no se preocupan porqué. Lo escuché tanto de mamá que me molestaba. Daba la impresión que no quería ver lo que me pasaba en realidad
-Tu madre tenía la esperanza de que la quisieras
-No es cuestión de querer... a mamá siempre la quise, pero... yo no quería estar con ella, si debía separarme de ti
Hubo un silencio momentáneo, el cuál lo aproveché para sacarme las lágrimas de los ojos, que aún salían
-Muchas veces- comenzó papá –estuve a punto de ir a buscarte, pero... me detenía el
pensamiento que estabas con una familia bien constituida
-Papá, te lo dije ese día... los Yamaoka nunca van a ser mi familia
-Pero...
-¡No quiero volver allá, papá!
-¿Comprendes que todo volverá a ser como antes?
-Es lo que más quiero...
