Veintidós. Amenazas

Bien, dicen que al final todo se descubre... y sí que lo hice, jejeje

Por mera casualidad, me enteré que la "misteriosa llamada" que Azumi iba a hacer, no era a otro que mi querido archirribal Pierre Alcide...

Caminábamos hacia mi próximo juego con los chicos, mi amiga Hayakawa incluida (que, se llevó muy bien con todos desde el primer momento)

-Oye Sanae¿tienes vuelto?- le pregunté, de hace unos días que le debía dinero a mi amiga

-Nop, no tengo. ¡Y no te preocupes tanto, después me pagas- me dijo, o más parecía reprimenda

-Prefiero hacerlo ahora- respondí -¿tienes tú cambio, Azumi?

-Si, espérame un momento

Hayakawa sacó de su mochila su billetera y, al abrirla, una foto me llamó la atención

-¿Y ésta?- le pregunté, quitándole la ya dicha billetera de las manos. Una vez en las mías, la vi con más detalle. En efecto, era quien yo creía que era: Pierre Alcide, que salía a su lado muy pegadito a ella... demasiado pegadito a ella

-¡Taro dame eso!- me gritó, intentando quitarme a mi la billetera, pero como soy más alto que ella, podía evitarla de una manera relativamente fácil

-¡Hey¡¿qué hace Pierre aquí!- le pregunté. Los demás me miraron sin comprender, puesto que lo dije en francés (mejor que quedara entre ambos, nada más) -¡no me digas que te gusta el desabrido de Alcide?- agregué, con tono como si fuera la peor elección de su vida

-¿Cómo que desabrido¡¡Pierre no es ningún desabrido!- me dijo, mientras seguía con sus intentos de arrebatarme la billetera

-¿Qué no¡por favor, Azumi, mírale su cabello rubio!; más en cima¿a quién se le ocurre ponerse una rosa en la boca?

-Ah, pero sí que te gusta jugar con él¿no?

-No viene al caso, puesto que yo sólo juego, no salgo con él- dije, con desdén –apuesto a que era a él a quien ibas a llamar el otro día

-¿Eso qué te importa¡¡¡dámela!- Azumi continuaba con su lucha por cogerla, pero yo no se la entregaría tan fácil...

-No seas malo, Misaki- me dijo Sanae

-A ella le encanta molestarme, pero cuando la molesto ni gracia le hace- dije, y con razón. Con estas palabras, ella dejó de insistir -¿tan luego te rindes, Hayakawa?- le alegué, sonriendo de manera burlona

-¡Ugh¡eres lo peor, Misaki!- me dijo, molesta. Me largué a reír

-Ya, no te enojes- le pedí

-¡No me hables!- me dijo –si va a ser para molestarme, no gastes saliva...

-Ya, no te enojes, toma- le entregué la billetera y ella, aún molesta, la recibió -¿vas a cambiarme?

-Sí... aunque no debería

-Ya... ¿qué no te das cuenta que lo hago por ti?- le dije

-¿Por mi?- me preguntó, sin entender mis palabras

-¡Por ti, por supuesto, de verdad me preocupa lo que el desabrido de Alcide pueda hacerte...

-¡Pierre no es ningún desabrido!- gritó, y en japonés. Todos la miraron y se puso roja

-Tú misma te delataste, Hayakawa...- le dije, tranquilamente, me miró horrible

-Una palabra más sobre Pierre y la pagarás...

-¿Qué¿me amenazas?. ¡No seas injusta!

-Ya, cállate...

-Pero...

-Ya, Misaki, déjala- intervino Sanae, algo divertida

-Bueno, como quieran... aunque...

-¡Cállate!- me gritaron a la vez Hayakawa y Sanae

Con el cambio de Azumi logré pagarle a Sanae

Con los chicos caminamos hacia el estadio en que se llevaría a cabo el próximo juego y, a la distancia, pude distinguir a Hikari junto a Wakashimazu... no pude evitarlo, mi mirada se clavó en ellos por varios momentos

-No deberías torturarte- me dijo Sanae, mirando hacia el mismo lado

-¿Torturarme¿no crees que estás exagerando un tanto?- le dije, sonriendo

-Para mi esto te hace mal, y si eres masoquista seguirás persiguiéndola y pensando en ella...

-Te juro que si podría, me olvidaría de ella...- murmuré. Y era verdad, en parte, SÓLO en parte

-¿Y por qué no lo intentas?

-Quizás porque ya me rendí que lo haría...

-Eres muy chico aún para hablar de esa forma, Misaki. Además, ella no es la perfección en persona como para que están taaaan enamorado de ella...

-Tsubasa tampoco lo es y mírate como estás

-Es distinto... empezando, Tsubasa no me hace daño...

-En caso que le gustara otra chica, sí...- indiqué, pero no me hizo caso

-Y, él ya me dijo que me quería, antes de irse a Brasil

-Hikari también me dijo que me quería, antes de irme a Francia, y mira como están las cosas...

-Hum... con tus palabras dejaré de creer en Tsubasa- me dijo, yo sonreí -¿Ves, me estás lavando el cerebro- continuó, sonriendo divertida –además, capitán, no debería estar pensando en ella ahora, concéntrese en su próximo partido, que empezará dentro de un rato...

-Bien dicho, asistente, tiene toda la razón...

Continuamos nuestro camino, notando que Azumi se llevaba extremadamente bien con los chicos...

-¿Vamos a calentar?- les dije, todos aceptaron

-¡Misaki!

Me detuve, igual mis amigos. Me volví y vi a Ken Wakashimazu caminando hacia mi... mirando su cara me daba la impresión que habrían algunos problemas...

-Uh¿y ahora qué le hiciste?- me preguntó Azumi, poniéndose a mi lado

-¿Wakashimazu?- dije, adelantándome unos pasos e ignorando las palabras de mi amiga -¿qué tal?

-¿Qué le dijiste a Hikari?- me reclamó, una vez que estuvo frente mío. Fruncí el cejo, extrañado.

¿Qué fue lo que le dije?...

-¿A qué te refieres?- le pregunté –no hablo con ella desde ayer...

-¡No te pases de listo, Misaki!- me gritó -¡no quiero volver a verte cerca de Hikari, o si no...!

-¡O si no qué?- lo interrumpí –tú no eres quien para prohibirme que la vea o hable con ella, es decisión de Hikari si quiere que o no estar conmigo, no tienes porque meterte- le dije, molesto

-Soy su novio...

-Y yo soy amigo de ella desde los once años, Wakashimazu... apuesto que se más cosas de ella que tú- le dije, sonriendo –aún así, no eres ni su padre para mandarla

-¡Cállate!

-¡No¡Hikari es amiga mía y ahora que la volví a ver no dejaré de frecuentarla sólo porque a ti te place!. Además¿no se te ocurre que pueden ser tus celos las que la tiene así, extraña, como tú dices?

-¡Cállate!

Me agarró de la camiseta y noté que varios de mis compañeros se adelantaban unos pasos. Me quedé quieto, esperando que él diera el siguiente paso (algo así de "dame un motivo y me desquito contigo", pero no se que tanto podría haberme desquitado, siendo que Ken es karateka). Sonreí

-¡Ya te lo advertí, Misaki!- me gritó, empujándome. Caí al suelo y Sanae y Azumi se agacharon junto a mi

-¡Si tanto te molesta, dile a tú novia que no se acerque a Taro!- le gritó molesta Hayakawa

-¡Eso!- la apoyó Sanae –no hay que estar ciego para darse cuenta que ella es la que busca a Misaki, Wakashimazu, quizás hablaste con la persona equivocada

Ken nos miró unos momentos y se fue, más furioso que cuando había llegado...

-¡Idiota¿quién diablos se cree!- alegaban mis amigos mientras me ponía de pie

-¿Por qué dijeron eso?- les pregunté a las chicas

-Porque es la verdad- se adelantó Sanae