Quizás Genzo tenía razón en eso que las relaciones habían cambiado y, para que negarlo, al menos en mi caso, para mal...
No era necesario ser sabio para darse cuenta. Como ya había comentado antes, no se si era yo o ellos los más fríos... quizás los éramos ambos. Tan así, que después de unas semanas de quedarme en Francia con papá perdimos completamente el contacto. Me duele darme cuenta que, en realidad, ni extrañé a los Yamaoka.
Pero después de la visita de Yoshiko mi modo de ver las cosas cambiaron radicalmente... de rabia, a arrepentimiento.
... Sólo me pregunto si aún es tiempo de recuperar algo, aunque sea, de la relación madre hijo que quizás, siempre debimos tener.
Quedamos, en la Copa Asiática, en el grupo B, junto con Arabia Saudita, China, Ujbenistán y la UEA.
Después de varios partidos (cual más difícil) llegamos a la final. Debo decir que deseaba mucho jugar para la selección, aunque por un momento, después que Gamo nos echara, había pensado (y considerado seriamente) en mandar todo a la punta del cerro (NOTA: jejeje), es decir, no volver más... estúpido orgullo que en ocasiones, me hace pensar estupideces.
Debo decir, que durante este tiempo varias cosas ocurrieron...
Primero (y creo que la más importante), a la mamá de Kojiro algo le dio que la hospitalizaron (NOTA: sorry, no tengo idea de que se enfermó), pero creo que era algo grave. Y era todo bastante preocupante, sobretodo por la reacción de Kojiro (aunque es completamente entendible).
También, que Aoi se lesionó mientras esperábamos un partido, no conozco muy bien la historia, pero creo que desafió a alguien y no pisó bien... si me equivoco, no se enojen, el de los detalles es Ryo (¿el de los detalles, yo diría que el copuchento, jejeje).
Y así, llegamos a la final y, después de un duro partido, ganamos la Copa Asiática... que felicidad. Puedo decir, que lo que sentía era distinto a lo sentido cuando ganamos el torneo en Francia, porque este nos costó más. Pasamos cada preocupación y tristeza... fue más duro, más confortante la victoria.
Y, ahora, a pensar en el mundial sub-19.
Según nos contaba Katagiri, deseaba que el mundial se realizara en Japón... sería muy bueno, tendríamos el apoyo de toda nuestra gente... ojalá y que acepten.
-¿Y tú, Misaki¿qué harás ahora?- me preguntó Ryo –tenemos un buen tiempo libre para hacer lo que queramos...
-Iré a ver a mi mamá- respondí, sonriendo. Noto que todos me miran sorprendidos, les cayó de sorpresa.
-¿A tú mamá, Misaki?- preguntó Teppei -¿por qué?
-Porque de hace un buen tiempo que tengo deseos de verla... y bueno, no hay nada de malo en el tratar de arreglar la relación.
Los demás sonrieron y yo continué con lo mío, mientras escuchaba a mis amigos y sus planes de su salida nocturna... lo que más me hace gracia, es que, según ellos, iban a lograr recorrer todos los locales nocturnos en una noche...
Cuando llegué a casa, papá me esperaba con una gran sonrisa.
-¡Felicidades, Taro!- me dijo, sonriendo a más no poder -¡estoy muy contento por ti!
-Gracias, papá¿cómo has estado tú?
Nos sentamos a conversar, bastante animados y poniéndonos al corriente de todo lo que había ocurrido durante mis días de ausencia.
-Oye, papá...
-Dime...
-Eh... yo... voy a salir.
-Si?- me dijo extrañado -¿y a dónde vas?
-A ver a mamá...
Me miró más que sorprendido durante unos momentos... pero luego sonrió, complacido por mi decisión.
-Me alegra saberlo, hijo. Pero¿qué te hizo cambiar de opinión?
-Bueno... no sé... sólo tengo deseos de hacer bien las cosas con ella, papá. Quizás no se merezca lo mal que la he tratado.
-Que bien que pienses así, Taro¿le vas a llamar antes?
-Eh... no, mejor que no.
-¿Por qué?
-Porque mejor le doy la sorpresa... además, quiero pasar a ver a Hikari a su casa, también- noto que papá me mira de manera contrariada –ya... ¿qué me quieres decir de ella ahora, papá?
-Yo no he hecho nada...
-Te vi la cara, papá, habla...
-Todo lo que te he querido decir, te lo he dicho, Taro.
-Hikari es mi amiga...
-Tú no la buscas por eso.
-Ya, apuesto que sería distinto si se tratara de Azumi¿no, papá?
-Ella no te hace daño como Hikari, Taro.
-Ya, no quiero discutir de ese tema contigo...
-Porque sabes que tengo razón.
-Sabes que a Hikari la quiero- insistí.
-No deberías seguir con eso, piensa en ti.
-Exageras, papá, no soy de los que andan desesperados por la vida buscando novia...
-Eso no es lo malo, hijo, pero piensa en todo el tiempo que estás perdiendo por ella...
-¿Perdiendo¡por favor, papá¿no crees que estás exagerando demasiado!- le reclamo, ya molestándome de a poco –Hasta ahora no he encontrado ninguna chica que me llame la atención, aparte de Hikari, claro está.
-¿No¿y Azumi?
-Y dale... además, a ella le gusta el desabrido de Pierre. Y deja de buscarme candidatas, que no es tú estilo y tampoco te corresponde. Y me voy, antes que empecemos a discutir.
... Sé que tiene razón... sé que me lo dice porque es verdad¡pero es algo que no puedo evitar!. Además, yo estoy seguro que Hikari me quiere a mi... en todo caso, no voy a estar esperando a que se decida por mi o por Wakashimazu por toda la vida... yo también tengo mi paciencia.
El viaje a la casa de mi madre me sirvió para pensar bastante... excepto cuando me quedé dormido, jejeje.
Ah, otra cosa, me había enterado que Katagiri había ganado: el mundial sería en Japón... ¡excelente noticia!
El camino a la casa de los Yamaoka lo hice con paso lento... cada lugar, cada rincón, me traía muchos recuerdos. Tardes que pasaba junto a Ohira dando vueltas, caminando y conversando de cualquier cosa... o también, estudiando para algún examen. Bueno, dicen que hay cosas que no cambian.
Esos son mis pensamientos cuando llego a la casa, y me quedo de pie.
Dudo... si debo tocar o mejor me vuelvo a casa. Trato de convencerme que no necesariamente va pasar lo de hace años... las cosas han cambiado, yo estoy más maduro y con ánimos de arreglar las cosas con mamá.
... Sí, puede que sea lo único necesario para que las cosas se arreglen entre mamá y yo... ¿o debo decir entre los Yamaoka y yo?
Ya con un poco más de seguridad toco el timbre y espero a que salgan a ver... cuando ya estaba pensando que la casa estaba sola... (y agradecía eso), alguien sale... era mamá
Se quedó unos momentos mirándome...
-¿Taro?...
-Hola...- le dije, aunque más parecía un murmullo –yo... pensaba si tenías tiempo de recibirme hoy.
