Siempre he escuchado decir que la gente no se debe arrepentir de las cosas que deciden... pero, pensando bien en eso, es un tanto difícil no arrepentirse, una vez que uno ha perdido tantas veces las oportunidades de ser feliz...
Después de un cansador entrenamiento en el PSG (NOTA: si, lo se, soy floja y me canso de escribir lo mismo tantas veces...) y mientras abría mi casillero, me crucé con tres fotos pegadas descuidadamente... pero no por ello eran poco importantes...
Una, era mi papá con su... "novia-casi esposa" Mariane Neveu... Je, no había que ser tonto para notar que ellos se querían mucho desde que se conocieron en Francia, y cuando papá me contó su decisión de estar con ella, me alegré mucho por él. Sin contar que Mariane es de lo más simpática y de verdad la aprecio mucho... ellos son felices ahora
Otra, es de Tsubasa, Genzo, Sanae y yo... mis grandes amigos. Esa foto la tomamos durante el matrimonio de los Ozora, y es la típica foto que te saca una sonrisa cada vez que la vez...
... Y la última... yo se que si papá o Sanae la ve, de seguro que me retarían mucho...
Es la foto que Hikari me regaló cuando cumplí los 14 años...
Se que soy tonto, que no debería tener esa fotografía ahí porque así nunca lograré olvidar a Hikari... pero bueno, se que soy un caso perdido, así que ya no me molesto por nada, jejeje. Además, hace tres meses que no le veo ni la sombra a Ohira así que ya que...
La verdad, estar en Francia me ha hecho bastante bien, la única queja que tengo es que hace demasiado frío...
-¡Oye, Misaki!.- me dijo animadamente Michel, cerrando la puerta del casillero y sacándome de mis pensamientos pesarosos hacia Ohira -¿cómo estamos para hoy?
-Lo siento, no podré salir con ustedes hoy- le dije, sonriendo levemente
-Noo, no puedes salir con eso- me reclamó Napoleón, mirándome con enojo y después de darme un buen manotazo en la espalda, que dolió bastante
-De verdad, hoy no puedo- insistí, alejándome un poco de los otros dos por el bien de mi salud –Emilia me obligó a invitarla a salir hoy
Se escuchó un barullo general entre los presentes, no pude evitar sonreír
-¡Eh, Misaki, vas bien con Neveu¿eh?- me molestó Michel –llegué a pensar que su rompimiento con ese tipo le había afectado un poquito más
-No hables de algo que no sabes, Michel- le dijo, algo molesto. Sobretodo porque todo lo que dijo estaba equivocado. Agarré mi bolso y comencé a salir –que lo pasen bien, adiós
Después de esa conversación me fue directamente al departamento, casi congelándome debido al frío que hacia. Abrí la puerta y entré
-¿Emilia?- preguntó, mientras cerraba la puerta, pero nadie me contestó... ¿dónde se pudo meter? -¿Neveu, estas aquí!
Nadie me contestó... para que preguntar por Azumi, ella nunca estaba en casa porque se las pasaba con su querido desabrido... Bien, fui a la cocina y me encontré con una nota de mi amiga Neveu...
"Salí a comer con Azumi, llegaré para la cena. No seas avaro, Misaki, y espero que me invites a un lugar decente. Emilia"
A decir verdad, nada de lo que dice esa notita me sorprende... Pero aún así, en momentos como este pienso en que estaba pensando cuando acepté irme a vivir con ellas...
RECUERDO
-¡Que gran noticia, Taro!- sonrió Ichiro ,mientras se sentaba
-Ya era hora- dijo Azumi, que también estaba ahí "de visita", como había dicho –ya te estabas demorando mucho en tu decisión
-Exacto- la apoyó Ichiro –y sólo por esa niñi...
-Papá, no metas a Hikari aquí, que no tiene pito que tocar- gruñó Taro, cortando a su padre –estas hablando de más
-Pero...
-Ya Ichiro, Taro tiene razón- dijo una voz femenina
-¡Gracias, Mariane, alguien que me apoye en esta casa!- exclamó Taro
Mariane sonrió ante las palabras de Taro. ¿Quién era ella, era la "futura esposa" de Ichiro Misaki, vecina de ellos cuando vivieron en Francia... al decir verdad, se demoraron bastante en darse cuenta de sus sentimientos... pero lo bueno es que lo hicieron antes que fuera demasiado tarde... no así Hikari y Taro
-¿Y cuando te vas, Taro?- le preguntó Mariane
-Creo que la semana que viene- contestó Misaki (hijo) –tengo que ir a buscar departamento y tam...
-¿Por qué no te quedas con Emilia y conmigo!- preguntó de pronto muy animada Azumi –tenemos una habitación libre en el departamento
Taro dudó unos momentos, y bastante...
"¿Con Emilia y Azumi, demonios, esas son terribles cuando andan juntas", pensó Taro
-Es buena idea, Taro- dijo animadamente Ichiro
-Si- apoyó Mariane –así puedes vigilar las andanzas de Emilia...
-Oye, que no soy niñero de nadie, menos de tú hija
-Anda, vamos, Taro, acepta...
FIN RECUERDO
Y terminé aceptando...
No era que no lo pasaba bien, con las chicas me divertía mucho, a pesar que cada una se pasaba la mayor parte del tiempo con sus respectivos novios, y a pesar que con Emilia pasábamos discutiendo la mayor parte del tiempo
Bien, me senté a ver televisión...
-¡Llegué!- escuché la voz de Emilia –Taro¿estas aquí?
-Si, Emilia- contesté, desde el sofá – llegaste temprano, pensé que me tendrías mínimo tres horas más solo...
-Si, llegué temprano porque Azumi me dejo plantada- contestó enojada Emilia, tirandose a mi lado sobre el sofá –espérate que la vea, mínimo me pudo haber avisado
-Demás...- le dije, en un murmullo. No se que tanto alega si ella también es bastante impuntual... como sea -¿aún tenemos que salir?
-¡Si, me tienes que ayudar con esto, por favor...
-Claro, prefiero salir contigo que con los chicos- le sonreí
-Gracias, me halagas- me dijo, con un tono que pude captar que era irónico y poniéndose de pie –me encanta cuando hablas con sinceridad
No pude evitar reírme
-¡Pero si hablo en serio!- le dije –al menos tú no te agarras a golpes con los demás cuando tomas demasiado...
-Buen punto...
-Sólo los tapas de insultos- agregué
-Púdrete, Misaki- gruñó, yo reí otra vez –iré a prepararme para que salgamos, lo pasaremos muy bien, en serio...- dijo, mientras se iba a su cuarto
-¡Por supuesto que lo pasaremos bien!- le grité de vuelta -¡con tú ex novio con deseos de asesinarme lo pasaré genial!
-¡Seguro que si!
Rato después, cerca de las diez de la noche, Emilia ya estaba lista... bueno, al verla me di cuenta que se empeñó mucho esta vez en arreglarse. Se veía preciosa, realmente. Por momentos, me pregunté por que nunca pude verla más allá de una gran amiga, algo así como lo que me paso con Azumi, que nunca la vi más allá... quizás lo debí intentar...
-¡Taro, prometiste que me ayudarías!- me gritó Emilia, mientras cerraba la puerta del departamento. Era verdad que la estaba ayudando, pero lo único que le faltaba pedirme era que la besara
-Emilia¿no crees que te estas pasando?- le dije, en un suspiro. Pero aún así, sabia perfectamente que terminaría por convencerme
-¡Sólo te estoy pidiendo que me tomes la mano, nada más!- replicó ella, cuando llegábamos a las escaleras -¡Ni que tuviera tiña o sarna!
-No se trata de eso- le dije, tranquilamente –sólo me pregunto que viene después de esto¿un beso en la boca?
-No te pases, hasta ahora no te mereces tanto...
Nada más suspiré, dándome cuenta que con Emilia no había caso...
Llegamos a la puerta del edificio, discutiendo un poco, aunque Neveu ya había tomado mi mano.
No le dije nada¿para que discutir con ella, era tan persistente que siempre ganaba por cansancio
Abrí la puerta para llegar a la calle y, cuando Emilia estaba saliendo, después de un "gracias" por la cortesía de abrirle, chocó con alguien
-¡Au!
La voz la reconocí inmediatamente, pero... ¿qué hace en Francia?
-¿Hikari?- no lo podía creerlo, tenia a Ohira frente a mis ojos. Pero la conozco, estaba a punto de salir corriendo... ¿por qué?
Ah, claro... por Emilia y nuestras manos tomadas...
-Hikari¿qué haces aquí?- le pregunté. Por momentos, nada más me miró, sin decir palabra. Emilia la miraba con curiosidad, quizás recordando todas las cosas que le había contado Azumi de una tal Hikari, y preguntándose si era la misma
-Yo...- balbuceó, pasando su mirada entre Emilia y yo –yo... sólo venía de pasada, nada más- sonrió a medias –creo... que los debo dejar solos...
Dio media vuelta y comenzó a alejarse. No había alcanzo a reaccionar (para que no se fuera), y Emilia se me adelantó
-¿Por qué mejor vienes con nosotros?- la invitó, con una sonrisa –con Taro vamos a un restaurante espero que decente, sería genial que pudieras acompañarnos
Ni siquiera miré a Emilia para intentar adivinar sus verdaderas intenciones, sólo le sonreí a Hikari para que se animara a acompañarnos. De verdad que había sido una sorpresa que estuviera aquí... una sorpresa agradable
Hikari sonrió
-Esta bien- dijo
Tomamos un taxi para llegar al restaurante. Durante el trayecto, Emilia se apoyó en mi hombro y Ohira miraba a la calle. Para ser sincero, me sentía bastante incómodo en esa situación. ¿Qué era lo que Neveu se proponía siento tan cariñosa conmigo?. Por otra parte, podía ver en el reflejo de la ventana la triste mirada que Hikari tenia, algo me dolía bastante...
Llegamos por fin y entramos (después de pagar el taxi, por supuesto). Debo admitir que el ex novio de Emilia tenia buen gusto (... ¿comenté que estábamos ahí con Emilia porque esta sabia que él iba a estar ahí y quería sacarle celos conmigo?). En fin, nos sentamos en una de las mesas del fondo (el ex de Emilia estaba cerca de nosotros, y al vernos se puso pálido, jejeje)
-Oye Hikari¿a que te dedicas?- le preguntó Emilia, mientras comíamos
-Estudio arquitectura- contestó Ohira
-Ah, que bien. Tengo un conocido que también lo hace...- dijo Emilia, yo la miré. Sabia que se refería a su ex, que parecía querer asesinarme lentamente (desgraciada que es Emilia, ella sabe que el tipo ese me odia porque vivo con ella y Azumi)
-Oye- continuó Emilia con su interrogatorio -¿y a que se debe tú viaje¿vacaciones?
-Ehm... algo así...- me miró fugazmente y luego continuó comiendo. ¿Acaso debía creerle, aún tenia las dudas de cómo había conseguido la dirección del lugar en que vivía
-¿Has visto a Ken?- le pregunté, por decir algo
-No mucho, sólo de pasada- contestó, después de pensar unos momentos –hace mucho que no hablo con él
-¿Y tú familia?
-Todos están muy bien, gracias
Otra vez silencio sobre la mesa... tenia ganas de preguntarle "¿qué diablos haces aquí?", pero no lo encontré prudente
-Me alegra que te este yendo bien en tú equipo- me dijo Hikari –algunos de tus partidos los pasan en Japón
-Si, algo así me había dicho papá- sonreí
A pesar que por causa de Hikari había sufrido bastante, no podía evitar sentirme contento de verla ahí, en Paris... y, a pesar que sabia que no debía, me imaginaba que Hikari no estaba aquí sólo por sus "vacaciones", como había dicho ella... debía de haber una razón mucho más fuerte que, esperaba, tenia que ver conmigo
Pero, para mi extrañeza (o molestia), Emilia se mostraba demasiado cariñosa conmigo. No se si era porque estaba siguiendo su plan o si estaba haciendo algún tipo de experimento conmigo y con Hikari... ah, y no pude evitar seguirle el juego... momentos después podía ver la mirada triste y arrepentida de Ohira... ¿acaso?...
Después de cenar nos quedamos un rato más, conversando. Debo decir que hacía bastante tiempo que no la pasaba tan bien. Nos reímos mucho los tres y la conversación fue muy fluida... quizás fue el vino... quien sabe
La cosa, es que se nos hizo tarde, y ya teníamos que irnos. No se porque presentí, que si en ese momento dejaba ir a Hikari, nunca más la volvería a ver... pero¿qué podía hacer yo?
Al salir, hice detener un taxi...
-Me gustaría volver a verte- le dije a Hikari, mientras abría la puerta -¿por qué no aprovechas y tomas este taxi?
-Mejor vayan ustedes- se negó ella, alejándose de nosotros –muchas gracias por todo, la pase muy bien
-Pero...
-Adiós...
Dio media vuelta y se fue, con paso lento. Emilia y yo la observamos...
-Yo no le creí eso que vino de vacaciones- dijo Neveu. La miré y sonrió a medias –vamos, no hay que ser genios para darse cuenta que vino por ti...
-Pero¿por qué no me lo dijo?- le pregunté a Emilia
-Porque somos tan buenos actores que se creyó que yo era tu novia- sonrió Emilia –si la engañamos a ella, me imagino la cara de tres metros que debe andar trayendo mi amorcito¿te imaginas?- y se largó a reír. La miré –me voy al depa, que te vaya bien... suerte con Hikari
Entró al taxi y cerró la puerta, momentos después se fue
Me quedé unos momentos de pe, intentando digerir las últimas palabras... bueno, el que hable con ella una última vez no será mal para nadie...
Mientras caminaba con paso rápido entre la gente, pensaba en los posibles lugares que Hikari podía estar... en eso estaba cuando empezó a nevar...
Después de caminar algunas calles, llegué a una pequeña placita, una que nunca había visto. Algo desanimado caminé a ella, mirando atentamente los lugares en que podría estar Hikari, buscándola...
En eso, vi a una chica solitaria sentada en una banca, estaba mirando al suelo y estaba desprotegida ante la nieve...
Sin querer, recordé algo que nos ocurrió hace muchos años...
No pude evitar mirarla antes de sentarme a su lado. No lloraba, como ese día, pero su mirada mostraba mucha tristeza...
-Creo que esta vez no tengo nada contra la nieve- dije. Ella me miró, con ojos sorprendidos –lo siento...
Me senté a su lado y la miré, ella no atinaba a decir palabra...
-Yo... no importa...- murmuró una respuesta -¿Y... Emilia?
-Volvió al departamento- contesté –ha de estar esperando "esa" llamada tan importante, fruto del teatro de hoy
-¿Cuál teatro?- me preguntó
-Nada importante...- contesté, sin dar mayores explicaciones
Nos quedamos en silencio
-¿A que viniste?- le pregunté, la duda no me dejaba –y por favor, no me mientas...
-No te voy a mentir- dijo ella, suspirando –creo que ya te he mentido muchas veces, y ya no quiero hacerlo más
-¿Y bien?
-Vine por ti- contestó –se que ha pasado bastante tiempo desde la última vez que dejamos todo claro, pero... no se como explicarte lo que me pasa, te prometo que ya no tengo miedo, me gustaría estar contigo, en serio, porque ahora si que estoy segura que te amo, pero...- Hikari dudó unos momentos, yo sólo esperé, mientras intentaba que la sonrisa de felicidad que quería formarse en mi rostro no lo hiciera –si ya no quieres saber más de mi, lo entenderé, te dejare por fin tranquilo
-¿Qué te hace pensar que quiero eso?- le pregunté, sin poder evitar sonreír a medias...
-No se... el verte con Emilia, quizás. Pensé que podía tener una oportunidad porque hasta tu padre me aceptó...
-¿Mi papá?- le pregunté, extrañado. Eso me venia de sorpresa. ¿Mi papá aceptar a Hikari, que raro, si incluso en un momento llegué a pensar que la odiaba, poco menos...
-El me dio tú dirección- sonrió Hikari –aunque claro, fue toda una entrevista la que tuve que aguantar- ambos reímos un poco –aunque te cueste creerlo, es verdad...
-¿Puedo preguntar que fue lo que lo convenció?
-Algo que le dije...
-¿Y que fue?
-Que te haría feliz...- contestó, sonriendo. Admito que no fui capaz de decir palabra durante unos momentos –aunque creo que llegué tarde... en todo caso, no te culpo, ni mucho menos, creo que me lo merezco, después de todo...
-¿Eso le dijiste a mi papá?- le pregunté, ignorando lo último que dijo
-Pues si... aunque veo que poco importa ya- me miró, y noté que le costaba un poco que le salieran las palabras –disculpa si te molesté hoy, de verdad fue muy agradable verte otra vez, sobretodo verte feliz... aunque haya sido por poquito rato
Se puso de pie y comenzó a alejarse. ¿Qué podía hacer?...
RECUERDO
-¿Crees que si mi papá cambia, lo deba perdonar?- preguntó una Hikari de 12 años, que estaba acostada sobre el pasto de una plaza. A su lado, Taro Misaki pensaba en una respuesta convincente
-Claro- contestó
-¿Por qué?- volvió a preguntar ella, mirándolo
-Porque todos tenemos derecho a equivocarnos- contestó Taro –todas las personas cometemos errores, nadie es perfecto...
-¿Aunque nos haya dañado a mi mamá y a mi?
-Si alguien se equivoca y pide perdón, puede comenzar a actuar intentando aminorar el dolor causado. Cuando tu padre se de cuenta del gran error que esta cometiendo, no le quedará de otra...
-Dicen que la gente no cambia- replicó Hikari
-Si quiere hacerlo de verdad, lo hará, dando su mejor esfuerzo
Ohira se quedó en silencio, pensando...
-Pero... ¿si el daño es mucho?
-Todos podemos tener segundas oportunidades. Lo importante es darse cuenta del error e intentar remediarlo... también, es importante intentar cambiar lo malo que hay en nosotros, para tratar de mejorar como personas...
-Aunque yo cometa muchos errores¿me perdonarás siempre?
-Claro, siempre y cuando estés dispuesta a mejorar...
FIN RECUERDO
Me quedé unos momentos de pie, pensando...
Era algo tan fácil, lo que siempre había deseado ahora lo estaba dejando ir... ¿acaso ahora a mi me estaba dando miedo? (NOTA: Noo, si a Taro le da miedo tengo como pa diez capítulos más XD. Sorry, no estoy para eso)
Pero, de pronto, reaccioné. ¡Idiota que soy a veces, no podía permitir que Hikari se fuera así no más¡Tenia que detenerla, tenia que lograr que estuviera por fin a mi lado, como quizás, siempre debió haber sido...
... Debía lograr que intentáramos ser felices, los dos
Dándome cuenta que no podía dejar que se alejara nuevamente de mi, me acerqué casi corriendo a ella...
-¡Hikari!- le dije, deteniéndola y tomándola del brazo suavemente. Ella no volteó a verme –Hikari... no te vayas...
-¿Por qué no tendría que hacerlo?- me preguntó, noté que su voz estaba quebrada
-Porque yo te amo...- dije –porque no soporto cuando sacas tus conclusiones sin dejar terminar a los demás... porque quiero que te quedes conmigo...
Ella me miró. En ese momento me di cuenta porque no quería que la viera: estaba llorando. Pero en ese momento las lágrimas quedaron atrás, puesto que en sus ojos negros vi sorpresa... ¿y esperanza?
-¿Qué cosa?- me preguntó, en un susurro. Sonreí un poco
-Eso...
-Pero... pero...- la noté confundida, al parecer no podía creerme mucho
-¿Pero qué?. Hikari, tu siempre has sabido de mis sentimientos hacia ti...- le dije, esta vez acercándola a mi y sonriéndole más aún
En esos momentos, había comenzado a nevar más fuerte aún, pero creo que en esos momentos no nos importó en lo más mínimo, a ninguno
-¿Pero... y Emilia?- me preguntó. Sinceramente, no pude evitar soltar la carcajada -¿por qué te ríes?
-Emilia es la hija de la novia de mi papá- le dije, feliz. Ella me miró incrédula -¡es verdad, te lo prometo!. Emilia Neveu es como esas hermanas a las que odias, por lo fastidiosas que son
-Pero... ¿y por qué actuaban de esa forma en el restaurante?
-el ex de Emilia iba a estar ahí, por eso salimos a cenar fuera hoy. Ese tipo nunca me ha tenido mucha buena porque vivo con ella y con Azumi, y el verme con ella esta noche hizo pensar a Emilia que él intentaría volver con ella...
-¿Hablas en serio?
-Por supuesto, no podría bromear con algo así
Hikari terminó por sonreír, y luego me abrazó. Yo también lo hice
-¿De verdad le dijiste a mi papá eso?- le pregunté en un susurro
-¿El qué?
-Que me harías feliz...- le dije, ella me miró y sonrió
La verdad, nunca la había visto con esa expresión... la vi tranquila, sus ojos reflejaban lo que los dos sentíamos en esos momentos
Ella se acercó a mi y me besó. Jejejeje, es rico hacerlo sin tener la presión de que ella tiene novio (y, peor aún, que es karateka)
Cuando terminó el beso (lástima), Hikari se alejó un poquito
-Yo... te amo, Taro... y la verdad, lamento haber esperado tanto para decírtelo...
-Al menos ahora estamos juntos- le dije –del pasado no hay que preocuparse
Ella asintió, sonriendo
-¿Qué quieres que hagamos?- le pregunté –nos estamos congelando acá afuera. Si quieres vamos a ver si Emilia se fue y...
Ella se puso completamente colorada, a lo que yo reí, muy divertido
-No pongas esa carita...- le dije, acariciándole la mejilla –vamos a ver a Neveu como le fue, si quieres. La otra opción es que vamos al lugar en que te hospedas
-Entonces mejor propongo que vamos a ver a Emilia- me dijo Hikari, tomando mi mano –aún no conozco tú departamento
La verdad, ahora tengo una duda... ¿si ella siempre hubiera estado a mi lado de la forma en que yo la buscaba, estaríamos juntos y felices, como lo estamos ahora?
Esa, la verdad, es una pregunta que nadie sabe... pero que no vale la pena hacérsela
Bueno, en esos momentos ambos nos dirigimos lentamente hacia el apartamento en que vivía con mis amigas Azumi y Emilia, conversando animadamente sobre las cosas que Hikari había hecho para llegar a Francia...
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En una ocasión me dijeron que nadie tenia una segunda oportunidad. Pero con el pasar del tiempo me di cuenta que esa persona no sabía lo que decía... pero admito que a mi también me costó comprenderlo...
Hay personas que te quieren, y que te tienden la mano cada vez que lo necesitas... que nunca se cansan de estar al lado tuyo para ayudarte...
Estos escritos se lo dedico a esa persona que me lo enseñó, la persona que me hizo ver que las esperanzas siempre valen, que uno tiene que luchar por ellas para verlas cumplidas...
Para Taro, que me a ayudado a comprender la felicidad...
Misaki Hikari.
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NOTAS FINALES: Espero que les haya gustado el fic y que haya cumplido sus espectativas.
Eso de que el fic al final lo escribiera Hikari se me ocurrió un poco antes de escribir el final :P.
