Bueno, este es segundo fic que escribo y aunque no he terminado el primero quería comenzar a enviarlo... pero en fin, espero que les guste y a nadie le moleste el tema del que trata, pero ahí si a alguien le esta interesando me dice OK.
Bueno, aclaro que por ahora es un poco... incomprensible y verdaderamente no tiene mucho sentido. la personalidad de los personajes como siemrpe esta totalmente cambiada...
Además es un Universo Alterno y es contado directamente por los personajes...
Y al igual que todos mi otro fic es Yaoi, supongo que sabran que pareja por el sumary... y bueno ahora...
El fic.
Capitulo 1: Nuevas perspectivas.
- Escucharon lo del cambio de sacerdocio? – oh si, ese era el comentario del momento en mi salón de clase... y es que mis compañeros de colegio no tienen nada mas interesante que decir que eso, aunque sea una noticia estúpida y que a muy pocos realmente les importe, como a mi, por ejemplo. Mi pregunta sería ¿a quien le interesa si hay un nuevo sacerdote en el lugar? Por lo menos a mi me tiene sin cuidado y no es para menos, talvez si siguiera su religión me importaría un poco mas pero... soy ateo, para los que no saben no creo en Dios y sin embargo se mucho más que los que si lo hacen sobre esas cosas...
- Porque lo habrán cambiado? – bien, era una pregunta fácil de responderle en mi caso, ya que por error me había enterado que los motivos fueron "aparente violación por parte del clérigo a una niña" así salió en los periódicos de la semana pasada y desde ese momento hasta hoy no se ha comentado de otra cosa.
- Era una buena persona, por lo menos a mi me lo parecía – comento la compañera mas cercana a mi en ese instante... Tamao Tamamura, es una chica tímida, realmente cuesta mucho que converse tan abiertamente sin embargo la tiene preocupada este hecho, ella es muy creyente...
- Bien, basta de conversaciones – el profesor llegó en ese momento y fue bueno ya que me estaba fatigando escuchar a todos aquellos idiotas que no sabían decir nada mas, realmente no me caen muy bien mis compañeros, soy algo aparte de ellos y prefiero mi soledad así como esta. – quería informales que hoy iremos a la iglesia para dar gracias al señor, puesto que hay que darle la bienvenida al nuevo sacerdote del lugar – se escucho por parte de todos un murmullo... y se que yo lancé una maldición en protesta, pero este colegio privado tiene reglas demasiado estrictas... lo detesto por lo que pude escuchar al profesor dirigirse explícitamente a mi y otros cuantos muchachos – por su falta de respeto se sentarán en la primera banca: Diethel, Hao e Yoh Asakura y usted señor Tao.
- Pero... – traté de objetar... solo que el murmullo seguía así que eleve mi voz un poco – usted sabe que soy ateo. – todos me miraron inmediatamente y se hizo el silencio... ahora recuerdo porque era el único que no participaba de aquella conversación... soy el único ateo en todo el salón, en toda la escuela y mi familia es la única atea en todo el lugar... – no voy a ir en contra de mis creencias a hacer el ridículo en una iglesia.
- Señor Tao, considere que ese SERA su castigo, además... usted no tiene creencias es ateo, así que todos pónganse de pie, tomen sus cosas y suban al autobús, ya que la misa se oficiará en dos horas. – quise objetar algo mas, ya que aunque sea ateo no quiere decir que no tenga costumbres, respeto ALGO de su religión pero no SOY como ellos, aun así supuse que eso empeoraría el castigo y... bueno... no puede ser tan malo, al menos no me tocará sentarme en este asqueroso pupitre por cuatro horas luego de la salida llenando hojas con las palabras que me digan tendré que poner.
El autobús iba lleno a reventar, sin embargo yo gozaba de un privilegio algo extraño y el lugar en el que me encontraba estaba desierto a mi lado, donde atrás iban Hao y Lyserg, que aparentan no caerse bien pero esa no es la verdad, delante van Yoh y Anna que son novios y en los asientos de junto están Manta y Tamao
Al fin llegamos a la maldita iglesia... también estaba algo llena... y eso hizo que me avergonzara por tenerme que sentar justo enfrente de esa cosa que se conoce como altar, pasó un rato mientras que me encontraba ahí cuando todos se pusieron de pie y comenzaron unos cantos algo raros, un poco lúgubres según mi gusto... supuse que todo daría inicio.
Y fue tan solo un momento que sentí aquello mientras el "sacerdote" llegaba al altar y hacía un ademán para que todos se sentaran; era joven, muy joven a mi parecer, si yo tengo diecisiete años el puede tener unos veintidós; no se porque me sonroje de sobre manera cuando el examinó a la multitud...
Aunque no podía verlo muy bien me di cuenta de que me gustaba, aunque solo pudiese verle el rostro, la sotana cubría todo en él y no podía saber que color de cabello tenía ya que llevaba una especie de sombrero algo extraño, pero aquella sensación no se me quitó en toda la ceremonia... y sentía unas ganas terribles de hablar con él, su voz sonaba profunda en todo el lugar por los alto parlantes, la ceremonia estaba finalizando sin que me enterara.
- Quiero dar un agradecimiento especial a los muchachos del instituto por haber venido a este recibimiento, ahora bien, si alguno desea hablar conmigo de algo puede hacerlo, quiero realizar con los muchachos mis primeras confesiones, así que si lo desean pueden hacerlo.
Luego de eso mucha gente se levanto y comenzó a retirarse puesto que era una invitación exclusiva para nosotros... fue entonces cuando volví a la realidad gracias a un codazo que me propinó Hao Asakura; por cierto, no lo he descrito, es un muchacho alto que usa el cabello largo y lo amarra en una coleta generalmente, dejando sus mechones sueltos, de tez blanca y un mirada desconfiada como la mía propia, pero el no tenía mi frialdad y era mucho más burlón que yo... en el fondo se parecía bastante a Yoh, su gemelo el cual no tenía el cabello largo, lo llevaba siempre corto y con el también estaban sus inseparables audífonos naranja extra – grandes, es despreocupado... y siempre suelta esa risita tan molesta con todo.
- Estabas muy concentrado en el canónigo Ren – comento al propio Hao logrando que volteara a verlo algo enojado...
- Jijiji – es a esa risita la que me refería...
- Bueno, dejen a Ren y sus fantasías sexuales con el padre – Anna Kyouyama habló, es una muchacha rubia y fría como el hielo, no se como Yoh y ella llegaron a ser novios... estaba enojada, sus ojos negros lo demostraban.
- Creo que yo me quedaré para la confesión – dijo Lyserg Diethel, el muchacho de cabello verde y ojos del mismo color veía con reproche a Hao y a Anna, pero a ella todos le tenían miedo y entonces siguió viendo solo a Hao.
- Y usted que hará joven Tao – Tamao, ella tenía el cabello rosa, al igual que sus ojos, aunque estos eran un poco mas oscuros.
- Te apuesto a que no puedes ir ahí y decirle "tu pecados" al padre – me retó Hao mientras yo solo lo miraba...
- No creo en esas cosas – contesté con simplicidad.
- Hagamos una apuesta entre tu y yo y los demás – prosiguió.
- Que vaya a decirle "eso" a aquel hombre... no lo haré.
- No es eso, es algo para lo que vas a necesitar las agallas, se bien que sabes que fue lo que propicio que echaran a aquel viejo libidinoso... veamos que tanto resiste este o que tanto puedes hacer tu.
- A que te refieres? – esa forma de actuar de Hao no me inspiraba confianza, y no es que fuese malo, pero era algo masoquista.
- Apostemos – comenzó y se detuvo como dándole suspenso a la frase – a que no puedes ni tienes lo que se necesita para seducir al párroco.
- Sedu... cirlo? – pregunté algo incrédulo de aquello... ¿qué clase de apuesta era esa?
- Lo sabía, no tienes lo que se necesita... – eso me enojo, estaba mi orgullo en juego y si algo tenía alto en ese momento era mi orgullo.
- Hasta donde hay que llegar? – pregunté con la voz firme haciendo que su sonrisa se volviera a ensanchar.
- Creo que un simple beso con el padre nos bastará ¿te atreves? – pregunto y yo afirmé con la cabeza, todos nos miraban expectantes y Tamao estaba aterrorizada – hecho; comenzamos desde ahora y tienes hasta que termine el año para probarnos que lo lograste. – se fueron y sentaron adelante diciendo a todos que yo hablaría con el sacerdote al final... y así todos fueron pasando... esa forma de ver el tener que estar en la iglesia era un poco más interesante...
Bueno, ahí me dicen si les gustó y en todo caso si le sigo, porque aun no estoy muy segura de eso, ustedes opinan, entonces nos vemos.
Leo
