Capitulo 4: Nuevos planes...
Entre a mi casa deprisa por el hecho que ya era un "poco" tarde y creí indebido retrasarme mas, pude ver como su auto se alejaba desde la puerta y me voltee esperando ver a mi madre o en especial a mi padre furioso, pero no, por una vez nada ocurrió. Subí las escaleras y entré a mi cuarto, pero tampoco vi a nadie por ahí.
Sentí algo de sed y decidí bajar por un poco de leche y bien, hasta ahí todo fue bueno para mi pues cuando entre a la cocina me encontré a "mi familia" teniendo una cena con mi profesor del colegio.
- OH! Hola Ren ¿cómo estas? – él es un hombre alto, de piel blanca y ojos oscuros, usa el cabello largo y suelto y tiene un gusto para vestir que a mi parecer es anticuado y tonto.
Su nombre es Sylver y, aunque no nos llevamos de las mil maravillas tampoco es del todo mal. Se que tiene preferencias en el grupo, especialmente con Yoh, que es pariente suyo o algo así mas a pesar de eso no soporta a Hao y viceversa.
Me pregunto ¿qué demonios estará haciendo aquí?
Mis padres voltearon hasta donde estaba aun de pie, mi madre preocupada, mi padre enojado - ¿dónde estabas? – pregunto con el tono colérico muy mal disimulado.
- Me dieron permiso de salir hoy, ¿recuerdan? Salí con unos amigos.
- Pero es tarde Ren ¿qué hubiéramos hecho si te pasa algo malo? es tardísimo – mi madre estaba muy preocupada y no era para menos, no estaba acostumbrada a que me ausentara por tanto tiempo.
- Si, estoy cortado en pedacitos frente a la puerta – solté con sarcasmo, me encanta hacer eso, pero solo me gané una mirada asesina de mi padre.
- Bien, creo que ahora que Ren esta aquí podemos comentarle acerca de aquello.
- Esa no es una situación que deba interesarle a él, somos nosotros quienes decidimos.
- Quiero saber de que hablan. – interrumpí, pues me parece injusto que no me digan que mi profesor va a venir.
- Lo que sucede es que comentaba con tus padres que siempre has sido demasiado aparte de las personas del grupo, y quería saber si existe algún motivo explicito, o trauma de pequeño para que esto suceda.
- No pasa nada, me gusta ser como soy.
- Bien, lo que sucede es que siempre has sido de esa forma desde que entraste a la institución, y como es tu último año en ella sería una buena forma de pasarlo con tus amigos.
- No me agradan esos idiotas.
- Pero ellos no opinan lo mismo de ti – suspiré algo cansado de la tediosa conversación que teníamos en ese momento – y es por ello que me sorprende el que digas que hubieses salido con unos amigos.
- Es mi forma de ser, estaba además con Yoh, Hao y Anna, no veo nada de malo en ello; además, estaba en la casa del nuevo 'sacerdote'.
- Creí que su familia era atea.
- Y lo es, pero es una persona joven y me agrada bastante su forma de ser, no lo trato como sacerdote, sino como un igual.
- Es un buen inicio que te intereses por la religión.
- No, solo hablamos de deportes.
- Bien, el punto es que quería discutir el tema contigo y tus padres, el caso de que seas tan aparte del grupo...
Mientras que este hombre mas hablaba mas cansado me sentía, ¿cómo venía aquí de buenas a primeras a decirme como diablos es que tengo que vivir mi vida? En parte lo que dice es cierto, me gusta bastante mi soledad... y mi carácter no es el mejor.
Si me pongo a pensar en todo lo que me han dicho las demás personas no pueden tomarse ni como insultos o halagos; prepotente, presuntuoso, orgulloso, sarcástico, cínico, insolente, que me encuentro absorto en mi mismo y no me interesan los demás, completamente frío y muy cerrado para tener una conversación, y eso es solo para empezar, podría enumerar todo el día las cosas que soy... y los defectos que me han dicho que tengo...
Es por eso que prefiero estar solo, porque mi carácter es demasiado fuerte para que las demás personas puedan manejarlo como se debe.
- ... Y bien, ¿qué opinas? – me preguntó cuando supongo termino de contar todo lo que debía; mi padre tenía una cara de fastidio enorme y mi madre se veía cansada de la tediosa conversación.
- ¿De que?
- Pues del paseo, muchacho.
- Creo que no entendí...
- El grupo organizó una excursión a la playa y luego a Canadá, y quería saber si tus padres te otorgaban el permiso, por si te interesa la idea... – medité un poco y cuando estaba punto de decir que no... – parece que todo los muchachos quieren que vaya el nuevo sacerdote y me sorprende que te lleves bien con él, así que le preguntaremos si desea y puede venir con nosotros.
- Si quiero ir – no dudé un segundo en responder a la pregunta debido a la cercanía que tendrá con 'él' y el profesor me miró satisfecho. Terminó la cena y se retiro pero en ese momento yo solo pensaba en la oportunidad que me estaba dando la suerte, jamás pensé que sería era causa de eso que llaman destino...
