Capitulo 9: Nuevas formas de vivir...

Hace unas tres semanas que ocurrió aquello... su hermana realmente parecía el demonio en la mañana (es que Pilika tiene el sueño pesado) y me dijo que había sido un desconsiderado al hacer aquello y además de todo una descarado... esto no se porque.

Pero ya cumplida mi apuesta no me importaba... solo que me di cuenta que Horo no era una simple jugada... se había vuelto una obsesión para mi, él era más que un capricho y no entendí porque, después de la primera semana que traté de no verle más, no pude evitar seguir yendo a visitarle.

También me di cuenta que no quería arruinarle la vida... y no comenté nada de nuestro beso, además el no lo recordaba y yo no era nadie en su vida como para causarle un problema de esa magnitud... pude ver como él no lo deseaba y como se hubiera arrepentido de ello si lo supiera...

Y eso me hizo darme cuenta que nunca ganaría la apuesta que hice, pues para ello el beso debería ser frente a ellos... y no lo iba a hacer, puedo ser frío y orgulloso pero nunca le haría daño, por algo tan simple, a alguien que aprecio tanto como Horo.

Horo

Me pregunto si hoy vendrá... ya ha pasado mucho desde aquello y de alguna forma se, que no me arrepiento de eso tanto como debería, fingí no recordarlo pues creí que sería lo mejor... y si él no me lo dijo significa que no le gustó, aunque eso no explica porque me respondió DE ESA MANERA... aun recuerdo su olor, su sedoso cabello, sus labios suaves... húmedos por la intensidad de nuestro beso que hacía que nuestras esencias se fundieran...

- Ya basta Horo, deja de pensar eso – Me dije a mi mismo y es porque pensar eso cuando se toma un baño no es bueno... y en ese momento ¿dónde quedó lo mucho que me ha costado mantenerme casto para mi sacerdocio? Todo a la basura...

Ren me gusta, me enloquece... su forma de ser dulce que trata de ocultar bajo toda esa frialdad y prepotencia... su cuerpo... si lo pienso es muy lindo y me logra descontrolar como nadie; tengo mucha paciencia pero el logra que la pierda por completo.

Lo peor es que no se que siente por mi... no me respondió si le gustaba... no me dijo que le desagradaba, ¡no me dijo nada en aquella ocasión!... y yo mismo no entiendo que siento por él...

- ¿Hermano? – escuché la voz de Pili al otro lado de la puerta...

- Si?

- Tengo que salir de viaje... será solo una o dos semanas... pero volveré a pasar la última contigo antes de irme a una gira por Inglaterra, espero que te cuides... ¡hasta pronto!

No me dio tiempo de decir nada... Pilika siempre me deja en los peores momentos...

Ren

Acaban de informar que adelantaron el paseo... será una semana después de vacaciones de Navidad... y Horo irá con nosotros, aceptó el viaje, pero se que si supiera que es con mi grupo con el que irá al viaje se hubiera negado poniendo cualquier pretexto.

Últimamente trata de evitar hasta inconscientemente estar solo conmigo y siempre que me encuentro con él trata que Pilika también este, dando sus consejos de Psicología.

- ¡¡¡Señor Tao! – esa es la voz de mi profesor de educación física, el señor Karim y por su mirada hace mucho que me está llamando y no le he prestado atención...

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Salí de mi clase de educación física con un reporte... de Biología con otro, de estudio del idioma... de Química... de Física Matemática... ¡hasta de Psicología! Y eso es el colmo porque para que un psicólogo te mande un reporte ya tienen que estar demasiado cansados de ti pues se supone que ellos deben ser los señores paciencia.

Hoy no tenía ánimos para ir donde Horokeu... por lo menos no por el momento... por lo menos no hasta que llegue a casa...

Horo

Vaya... son las seis, creo que no vendrá; me hace falta que venga a verme, aunque sin Pilika para que me controle me da muchísimo miedo, miedo de hacer una locura como la vez anterior y esta vez pasarme de la raya...

Me disponía a prepararme algo de comer cuando escuché que el timbre sonaba... debía ser algún vendedor, un mendigo, una de las señoras mayores que a veces vienen para que les haga una oración... hay tantas cosas que pueden ser, pero de todas las que analicé cuidadosamente nunca pensé encontrarme con aquella opción...

Abrí cuidadosamente la puerta con una sonrisa igual que siempre, pero en cuanto vi allí a Ren, a esta hora y con una maleta algo GRANDE para ser material del colegio se me borró...

- Ren? – si, una pregunta bastante tonta teniendo en cuenta que es inconfundible...

- Bueno... – parecía seriamente nervioso aunque se notara que trataba de evitarlo – es solo que quería saber si podía pasar unos cuantos días aquí...

- Porque? ¿sucedió algo malo? – pregunté... otra pregunta estúpida, era obvio que si necesitaba pasar unos días conmigo era porque había tenido problemas en su casa.

- Bien... creo que estas ocupado, mejor me iré a un hotel.

- Espera – dije deteniéndolo de una mano cuando estaba por marcharse – no he dicho que no; pasa, adentró me explicarás mejor las cosas...

- Bien. – Ren no agradece muy seguido, pero tiene palabras que completan esa forma de ser suya, ese bien, quiso agradecer que le dejara entrar.

Una vez adentro le hice sentarse en uno de los sillones de la sala y entré a la cocina... la apagué y me senté frente a él para hablar un poco, quería saber los motivos de que me pidiera aquello.

- Y... – no supe por donde empezar y es que nada coherente me salía junto a él - ¿Por qué necesitas pasar unos días aquí?

- Me fui de casa... al menos por un tiempo. – me pareció que era algo demasiado obvio que se había ido de su casa pero quería saber los motivos que le llevaron a tomar tal decisión.

- ¿Por qué?

- Tuve una discusión con mi padre... y estaba tan enfadado que cogí algunas de mis pertenencias y me fui de ahí, supongo que esperan que regrese, pero les demostraré que no los necesito para sobrevivir, que hay mas personas con las que puedo contar que ellos.

- Deberías haber arreglado el problema – opiné y me arrepentí de ello.

- Si no quieres que esté aquí simplemente dímelo – sus palabras estaban algo dolidas y se que yo también me hubiera puesto así, además de que seguramente venía sensible de aquella discusión.

- Ren yo no me refería a eso yo...

- Eres igual que las demás personas... soy un estorbo para ti y tus intereses pero no te preocupes, ya me voy... – tomó sus cosas y se levantó, y no se porque me levanté y avancé hasta él, le quité la maleta de forma rápida... – dámela, es mía, además, aquí estoy de mas – volvió a insistir, se había dado vuelta y no soportaba que me diera la espalda mientras hablábamos de cosas como estas, lo tomé de la cintura y le voltee para que me mirara – Horo, no quiero que te sientas incomodo por mi, tengo dinero, puedo irme a vivir a un hotel... solo estaré fuera de casa el tiempo suficiente para que me extrañen... no quiero estorbarte.

- Tu no me estorbas Ren – le dije de modo suave... pude observar que no quería hablar de los motivos por los cuales había discutido, pero de seguro lastimaron sus sentimientos con ello – puedes quedarte aquí el tiempo que quieras...

- Pero la gente empezará a hablar... – me dijo con desesperación... parece que no había pensado en ellos cuando vino aquí, pero me agrada que fuera la primera persona en la que pensara en un momento en el cual necesitaba un sostén – No se porque no pensé en eso antes...

- Ren, tranquilo... – sentí como tembló ligeramente... ¿tan fuerte fue su discusión? El nunca se dejaba ver por nadie así, me di cuenta de ello desde el primer momento – mi deber es ayudar a las personas, puedes quedarte, además me sentiré solo sin la escandalosa de Pilika... – él bajo su mirada... estaba avergonzado pero triste y eran tantas las emociones que una lágrima cayó de sus ojos. Sin pensarlo mucho le abrace, vi como se tenso pero después me correspondió el abrazo, acurrucando su cabeza en mi pecho... Ren es un poco mas bajito que yo, al menos por una cabeza y eso ayudó mucho a que tomáramos esa posición...

- Gracias – articuló con dificultad una vez se hubo tranquilizado, lloró unos momentos... eso era evidente por el tono quebradizo de su voz y que dejó mi camisa ligeramente mojada, pero se que nunca dejaría que le mirara así. Lo atraje mas hacia mi, era demasiado perfecto para existir...

- No tienes porque agradecerme – mi voz era decidida, pero creo que por esta ocasión hablé demasiado de mas – Te quiero... nunca te abandonaría si me necesitas... – Ren levantó la cabeza y me miró a los ojos, mi nerviosismo no se hizo de esperar y comencé a darle excusas sin que él me las solicitara – ya sabes... como somos amigos... no pienses que es por nada más... – él esbozó una sonrisa algo triste...

- Me alegra tener un amigo que me quiera tanto en tan poco tiempo – respondió y nos separamos... evitaba mirarlo a los ojos... – podías empezar por decirme donde me quedaré... ya que no está Pilika creo que...

- Estas loco! Si quieres que te mate duerme en su habitación – le dije y el sonrió – además está pintara de rosado y tiene estrellas de neón por todo el techo...

- Y se hace llamar psicóloga?

- Bueno... ya ves como son las cosas... ven, dormirás en una habitación al lado de la mía.

Mi habitación estaba en el cuarto piso, junto al baño de ese piso, por lo que Ren se quedaría en el cuarto adjunto... esta casa es tan grande que parece un hotel... ¡hasta tiene ascensor!

Dejamos sus cosas y bajamos en total silencio, pero la preparación de la comida es otra cosa... me divertía ver a Ren cocinando, supongo que en su casa tienen empleada o algo por el estilo, pues siquiera sabía como lavar una lechuga...

Luego se un rato de estar en esas, enseñándole a cocinar, contemplamos nuestra "obra de arte" (bistec encebollado, arroz, ensalada, puré...) hace mucho no cocino tanto... pero cuando nos fuimos a comer... se fue la luz...

- Ren? – dije al sentir unas manos palpar mi piel en busca de apoyo... o quizás buscándome.

- Porque se fue? – negué con la cabeza, pero él, por razones obvias no me vio. – Tienes velas?

- Solo... sirios... y velas para los santos.

- Podemos...

- Es una emergencia, supongo que si – rápidamente subí y saque unas cuantas velas... encendí algunas en mi habitación, en la de Ren, el baño... mientras que le di otras a él para que pusiera en el comedor... mi sorpresa fue enorme...

Ya había sacado la mesa y sacó (no se de donde, supongo que él mismo la traía) una botella de vino tinto... parecía más una cena romántica a la luz de las velas que nada y me pareció una buena idea... en ese momento nada me disgustaba, ni él con sus comentarios sarcásticos... nada...

A pesar de lo "romántica" que parecía era una cena normal, no pensé en lo difícil que sería tener que vivir con Ren por ahora...

Ren

Justo después de la cena nos fuimos a dormir, o al menos a intentarlo debido a que la luz aun no había llagado... y ¿de donde saqué la 'maravillosa' idea de que venir aquí como primer recurso? Debo admitir que en cuanto salí a la calle y me pregunté ¿y ahora que? La primera palabra que cruzo mi mente fue 'Horo-Horo' y aquí estoy...

Además está esa postura tan quebrantable que según yo tuve... ¡¿me puse a llorar! Y ¡frente a él! Dejé que me abrazara y me confortara y lo sentí bien, en ese instante no me pareció malo, menos aun cuando me dijo que me quería... me hubiese gustado que no me explicara el porque dijo aquello, de todos modos no había malinterpretado nada.

Pero no se que hacer... esa maldita luz no llega, se que es una actitud algo infantil pero me da terror la oscuridad... me da miedo que pueda atraparme, que me envuelva y nunca mas pueda ver la luz... y las velas hace rato que se apagaron.

Cuando estaba en casa y se iba la luz, Jun siempre llegaba...

Ella es mi hermana y tiene 19 años, es muy bonita y esta estudiando modelaje; desde pequeño me acostumbre que cuando tenía miedo ella trataba de protegerme, es una actitud que siempre me gusto... aunque no se lo pidiera ni agradeciera supongo que ella conocía perfectamente que lo hacía.

Ahora, esa es la única opción, son como las 11:00 de la noche, y desde hace 2 horas estoy tratando de dormir y no lo logro por el miedo...

Me levanté y abrí la puerta... todo estaba oscuro...

Horo

La puerta de la habitación se abrió... supongo que Pilika quiere decirme algo... un momento... ¿Pilika no salió de viaje?

Sentí como alguien de pronto se recostó a mi lado... y me di vuelta rápidamente... esa persona se acurrucó como un gatito bajo mi cuerpo... ¿gatito?... ¿Ren?... Dios!

Me sonrojé... creo que había olvidado que Ren estaba en la casa por no se que motivo... y ¿qué le sucede? ¿por qué viene y se acuesta a mi lado como si quisiera que lo protegiera?

- Ren... ¿sucede algo?

- No – me respondió y se pegó más a mi... ¿era mi impresión o estaba hablando con un tono caprichoso pero consentido?

- Entonces porque no estas en tu habitación?

- Te molesta?

- No, pero no me devuelvas la pregunta con otra, quiero saber que sucede para que vengas y te acuestes a mi lado. – le dije utilizando un tono algo duro para venir de mi... pero el que se pegue tanto NO es para nada bueno en mi actual situación...

- Me da miedo la oscuridad... y las velas se deshicieron... – fue un acto reflejo, pero rodee su delgada cintura con mis manos... y lo aproximé... me encantaba el olor que tenía su cabello, me encantaba su todo...

- Tranquilo... – dije de modo que sonara seguro y cariñoso – nada pasará si estamos juntos.

- Si... – luego de eso se quedó dormido y solo pude darle un ligero beso en el cuello que no notó... tenerlo cerca, por dos semanas, sin Pilika aquí sería mas peligroso de lo que creía en un inicio...