-¡Nya!-exclamó Megaman, atrapando una pelota amarilla que rodaba por el suelo. La mordió un poco antes de soltarle y dejarla rebotar para ir tras ella nuevamente.
Roll rió al ver a su amigo ir de un lado a otro persiguiendo la pelota que rodaba. A sus costados aparecieron Starfield y Dragoness, sonriendo de oreja a oreja.
-¿Por qué tan contentas?
Y ellas les respondieron que habían encontrado al Neko Virus pero estaba con un navi que al parecer estaba bajo su cuidado. Le preguntaron si se lo podían llevar pero el navi se opuso, diciendo que se encontraba en una misión importante como para entregarlo pero accedió a hablarlo con su superior para ver qué podía hacer.
-¿Y cómo se llamaba ese navi?
-Algo con ese... ¡Starman!-exclamó la dragona y Megaman detuvo su juego.
-¡Pero él es nuestro enemigo!-las chicas lo miraron.
-¿Oops?-dijo Dragoness.
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-¿Una bodega?-dijo Chaud al ver el lugar citado por el navi estrella.-Parece bien vieja... –comentó, acercándose con Laika y Lan a ella.
-Espero que no se nos venga encima como nos pasó la otra vez.-dijo el coronel moviendo sus orejas gatunas y olfateando el aire sin encontrar nada raro.
Al entrar, tampoco encontraron nada fuera de lo común. Un área dimensional se creó de la nada y Starman, junto con el gato, aparecieron frente al trío.
-Hola tanto tiempo.-dijo este.-Me dijeron que necesitaban al Neko Virus y ya veo por qué.-rió suavemente moviendo su coleta.-Parece que fueron infectados.-volvió a reír y un sin número de virus aparecieron por doquier, rodeándolos.-A ver si los derrotan y veré qué hago con ustedes después jeje.
Los tres se fusionaron con sus respectivos navis con tanta rapidez que al instante ya estaban atacando a los virus sin piedad alguna, reduciendo así la cantidad de ellos hasta acabar con todos en menos de cinco minutos. Starman dejó escapar un silbido de asombro y acarició la cabeza del gato con suavidad. Volvió a reír y detrás de él aparecieron Swallowman, Cosmoman y Plantman.
-Jú, ahí tienen para divertirse. Yo los espero en la guarida.-y sin más, se retiró junto con el gato. Plantman tronó sus nudillos, Cosmoman se estiró los dedos y Swallowman se puso en posición.
-Oh qué bien... –murmuró Laika.
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-¡Ahí está!-dijo emocionada Nadia.-¡Ya sabemos dónde se oculta!-dijo viendo la ubicación actual de Starman.-¡Dragoness! ¡Ya sabés qué hacer!
-¡A la orden mi capitana!-y desapareció de la pantalla del Pet.
-Stardfield, aseguráte de que no haga líos.-dijo Carla suavemente y su navi asintió, desapareciendo por igual.
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Chaud le dio una patada a Cosmoman, ya debilitado por su lucha contra él, y lo obligó a desconectarse. El bicolor cayó de rodillas jadeando. Su visor volvió a romperse al igual que su traje que a penas le quedaba algo de él. En sus piernas casi ni existía y en su torso nada lo salvó y su pechera también fue destruida, dejando ver sus tetillas. El largo cabello se le pegó a su sudado cuerpo.
Y sus compañeros estaban en una situación muy parecida a la suya, por ahí con algunos cortes menores pero sus enterizos no se salvaron de nada. Aunque la pechera de Laika y una de sus botas sufrió daños severos cuando luchó contra Swallowman mientras que Lan sólo tenía rasguños por su pelea con Plantman.
Y ahora estaban los tres cansados y ya sin fuerzas para seguir cuando el área dimensional fue desactivada. Lan gruñó, exhausto.
-Yo no pienso salir otra vez si vuelven a atacar. Que vaya otro.-los otros dos rieron suavemente.
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Starman se sobresaltó cuando, desde atrás, dos cintas amarillas lo golpearon. Rodó por el suelo y gimió en dolor, reincorporándose. Ya casi había llegado a su guarida y se preguntaba quién fue lo suficientemente idiota para seguirlo hasta allá. El gato que estaba a su cuidado se le acercó, maullándole.
-Estoy bien, estoy bien... –le dijo mientras se ponía de pie y descubrir a su atacante.-Nah, son ustedes... –murmuró amargamente viendo a las navis frente a él.-Ya les dije que no les puedo dar el Neko Virus. Estoy en una misión.
-Justamente por eso vinimos.-dijo Dragoness, poniéndose en posición de batalla.-Si no lo quieres entregar, nosotras te lo sacaremos.
Starman frunció el ceño.
Las cintas que una vez lo habían golpeado ahora se encontraban alrededor de su cuerpo, inmovilizándolo por completo. Pero esto no lo preocupaba, a pesar de ser un navi pequeño tenía mucha fuerza. Agitó su coleta y Starfield tuvo que retirar sus cintas con rapidez, dejando al navi estrella libre otra vez. Volvió a agitar su coleta y de esta salieron formas estrelladas y luminosas que explotaban al mínimo contacto.
A Dragoness no le asustaban y simplemente las golpeaba, desapareciendo al momento que explotaban. Así, se hizo camino hasta su enemigo y le proporcionó un fuerte coletazo, mandándolo a volar varios metros. El gato miró a su actual dueño y dio un maullido, volviéndose a mirar a las navis.
-Ne, no te preocupes.-le aseguró la de color amarilla arrodillándose frente al animal.-Mi amiga puede ser muy bruta pero no lo lastimó severamente. Sólo lo dejó inconsciente para que podamos trabajar contigo.-el gato ladeó su cabeza a la derecha. Ella sonrió.-Te vamos a sacar unos pequeños datos para hacer un antivirus, ¿te parece?-El felino sonrió y le asintió con la cabeza. Se sentó y le tendió una pata, maullando otra vez.
-¿Y pensabas salirte con la tuya?-dijo una voz masculina detrás de ella, haciendo que se estremeciera.
Se viró y vio a Shademan detrás de ella, con su garra en alto a punto de darle un golpe. Starfield se cubrió con sus brazos en un gesto instintivo, esperando el golpe. Pero nunca vino.
Dragoness había llegado a tiempo y le dio un puñetazo muy fuerte en el estómago de vampiro. Este cayó de espaldas, casi sin aire, adolorido. La dragona dio un gruñido de advertencia cuando vio que otros dos navis de la fortaleza se acercaban al felino y a la navi amarilla. Gruñendo más fuerte y mostrando sus colmillos, la dragona se abalanzó contra ellos, noqueándolos en el acto.
Para ese entonces, Starman ya se había recuperado lo suficiente como para ponerse de pie. Tambaleante, comenzó a caminar hacia Starfield y el Neko Virus, ignorando por completo el ahora comportamiento de Dragoness.
Shademan se levantó, jadeando. Hizo una mueca cuando se dobló un poco y su estómago le mando una oleada de dolor. Maldijo bajo su aliento, tronando sus nudillos.
Burnman y Sparkman se levantaron y vieron a la dragona frente al navi estrella, que parecía aterrorizado. Intentaron moverse pero sus piernas no le respondieron y volvieron a caer al suelo, sin poder hacer nada. Starfield apretó sus puños, tomando una decisión. No podía dejar que eso siguiera así.
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Nadia se retorció en dolor que sentía no sólo en su pecho, sino en todo su cuerpo. Carla y Meijin estaban a su lado, tratando de ayudar pero la chica no los dejaba acercárseles mucho. Se apoyó contra el tablero y apretó con fuerza sus ropas, dando un gruñido.
Una vez ya calmada, se sentó en la silla, jadeando. Sus ojos estaban llorosos y su cuerpo le dolía. Volvió a gruñir, tomándose la cabeza entre sus manos, furiosa. Pateó la computadora que tenía delante, apretando sus dientes.
-Virus de mierda... –murmuró. Meijin no entendía nada pero al ver la expresión de dolor en Carla supo que se trataba de algo muy malo.
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Dragoness sonrió maniáticamente, moviendo sus dedos con deleite al ver a Starman frente a ella temblar. Movió su cola lado a lado, juguetonamente, mientras se acercaba y su contrincante retrocedía. Sus ojos brillaban en un tenue rojo, sonriendo ampliamente cuando el navi estrella dio un quejido al verlos detalladamente.
Se abalanzó contra él, pero no llegó a golpearlo ni siquiera a tocarlo porque Shademan se interpuso entre ambos y golpeó a la dragona con fuerza en su estómago como lo había hecho antes con él. La navi voló varios metros y rebotó unas cuantas veces en el suelo antes de detenerse por completo y empezar a reincorporarse con lentitud.
-¡Star! ¿Estás bien?-le preguntó el vampiro tomando en brazos al tembloroso navi. Este asintió.
-Un poco... –le murmuró.-Cuidado, ahí viene de vuelta.-le dijo, al ver a Dragoness mirarlos con rabia.
Dio un rugido sordo y dio dos pasos antes de que las cintas de Starfield se enredaran entre sus piernas, haciéndola caer otra vez. Sostenía entre sus manos lo que parecía ser un tubo de ensayo lleno de píxeles flotando al vacío. Dio un tirón con su cabeza y su compañera comenzó a ser arrastrada por ella. Gruñendo, la dragona movió sus piernas violentamente liberándose de sus ataduras. Volvió a reír y arremetió contra ella, dañándola severamente.
Starfield gimió en dolor, sosteniendo todavía en sus manos el tubo de ensayo. Vio a Dragoness a sus pies y se arrastró por el suelo alejándose de ella. Levantó su garra y sonrió.
-¡¡¡MEEEEEEEOWWWWWW!
Para entera sorpresa de los presentes, el Neko Virus se abalanzó contra la dragona haciéndola caer de espaldas. La navi amarilla, aprovechando la distracción, se levantó y corrió lo más lejos posible.
Dragoness forcejeaba con el felino que había incrustado sus dientes firmemente en su antebrazo y no planeaba soltarlo. Furiosa, comenzó a darle puñetazos y rasguños pero no tenía éxito en sacárselo de encima.
-¡Ya basta! ¡Le hacés daño!-gritó Starfield, acercándose con precaución. La dragona la miró de reojo antes de continuar golpeando al felino.
Gruñó y abrió su boca, mordiendo uno de las patas del gato que gimió en dolor pero sin soltarse. Una estrella luminosa golpeó a la dragona, haciendo que parara momentáneamente. Miró con rabia al navi estrella desde los brazos de Shademan y se puso de pie, moviendo su cola.
-¡Dejálo tranquilo!-chilló Starman, bajándose de los seguros brazos del vampiro.
Dragoness empezó a correr en su dirección sin importarle tener colgado de su brazo derecho al Neko Virus. Este se soltó pero terminó sobre el rostro de la navi, impidiéndole ver. Se detuvo y trató de sacarse al gato sin éxito de nuevo.
-Hay que hacer algo... –murmuró Starfield, sosteniendo las muestras.
Pero para cuando Starman y Shademan se acercaron, la dragona había traspasado su garra izquierda por el cuerpo del virus haciendo que parte de su data se fuera desprendiendo de él. Cayó al suelo adolorido y ya sin salvación, cuando el vampiro noqueó a Dragoness. Burnman y Sparkman seguían sin poder moverse y eso los exasperaba.
-Ey, ey... –susurró el navi estrella, acariciando el pelaje bicolor del felino. Este abrió sus ojos y le maulló.-Ey amigo... –dijo con suavidad.-No te preocupes, te vas a poner bien. Yo te voy a ayudar... –sintió una mano en su hombro. Era Shademan y le negó con la cabeza suavemente.-Pero... –los ojos de Starman se llenaron de lágrimas.-No es justo.-sollozó.
Starfield se acercó insegura a los dos navis, viendo la data del Neko Virus esparcirse en la net con rapidez.
-Yo... –comenzó.-Podría ayudarlos.-dijo, sosteniendo el tubo con fuerza en sus manos.-Si me permitieran atrapar toda la información del Neko Virus, yo podría hacer otra copia de él. Si me lo permiten...
Starman lloró con más fuerza sobre el cuerpo del felino, asintiendo.
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Yuichiro suspiró, al oír la historia de Starfield. Ella lo había prometido. Asintiendo en silencio, le dijo que le dejara la data del Neko Virus en uno de los cilindros que tenía dentro de su computadora para una seguridad total. Si se perdía, el neko virus definitivamente habría muerto.
Pero ahora que tenían la suficiente información, podría desarrollarse un antivirus y poder curar a los enfermos.
