-Por favor decíme que el último antivirus está a salvo.-rogó Yuichiro a Meijin que negó con la cabeza.
-No. Todo lo que tenía relación con el virus desapareció por completo.-Regal sonrió nerviosamente.
-Pobre de Lan. No serán muy lindas noticias para él.-el padre del chico suspiró.
-No puedo creer esto. Simplemente no puedo creerlo. Esto es lo peor que le pasó.-gruñó, cubriendo su rostro con sus manos.-Seguramente Starfield ya le mandó un mensaje a Megaman y seguramente en estos momentos ya debe de estar informado.
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-¿¡CÓMO!-gritó Lan cuando escuchó a su navi. Megaman rió nerviosamente.
-Lo siento Lan...
-¿¡Voy a ser un gato para siempre! ¡¡Esto no puede estar pasando! ¡Es una pesadilla! ¡Sí! ¡Estoy soñando!
-Ojalá lo fuera.-dijo el navi, sudando una gotita.-¿Qué vas a hacer?
-Voy a meterme en la cama y a dormir otra vez. Todo esto debe ser una pesadilla, sí, una horrible pesadilla. Cuando mañana despierte, el Neko Virus todavía seguirá en SciLab...
Megaman volvió a suspirar, derrotado. Miró el reloj digital del Pet que marcaban las veinte horas con cuarenta y cuatro minutos y veintiocho segundos. Se estremeció cuando una sensación recorrió su cuerpo y el pelaje de su cola se erizó levemente.
-¿Qué fue eso?-se preguntó.
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-No me digas... –susurró Chaud, cuando llegó a SciLab y recibió las noticias.-Lan se va a poner como loco.-Laika rió con suavidad.
-Lo sé, lo sé.-dio un gruñido y se aflojó la corbata amarilla de su uniforme.-Mierda, todavía hace un calor insoportable.
-¿Te crees que no lo sé?-la puerta de la cafetería se abrió de golpe y ambos vieron entrar a un Lan no muy contento esa mañana.-Hola Lan...
-Hola.-dijo sin tantos ánimos y los pasó de largo, sin siquiera detenerse a saludar a Chaud propiamente. Se dirigió al ascensor y desapareció cuando las puertas se cerraron.
-Jú, ya esperaba una reacción así de él.-dijo el coronel, sonriente. El bicolor suspiró.
-Espero que no ande así todo el día.
-Es muy posible que esté así toooodo el día. ¿Qué te hace pensar lo contrario? El pobre estuvo enfermo por el calor y no pudo recibir el antivirus y un apagón acabó con toda información y programas acerca del Neko Virus. ¿Cómo esperás sentirte si algo igual te pasara a vos?
-Tenés tu punto en ello.-reconoció Chaud.
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-¿Seguro que no se salvó nada?
-Estamos seguros. Nada del virus se salvó durante el apagón. Sabés que el sistema de emergencia tarda cinco minutos en activarse y en ese lapso su información se destruyó por completo.
-¿Y cómo es que el antivirus se perdió también?-Yuichiro suspiró.
-No lo sé, Lan. Cuando volvimos a reingresar en el sistema principal no había quedado nada. ¿Qué te pasa?-preguntó al ver a su hijo hacer una mueca.
-Nada, sólo me estremecí.
¿Con este calor, pensó el hombre sorprendido. El castaño se sentó en la silla giratoria de su padre y movió su cola suavemente al igual que sus orejas.
-O sea, ¿voy a ser un gato para siempre?
-Me temo que sí.-Lan escondió su rostro entre sus brazos murmurando un "grandioso".-Sé que estás enojado pero no pudimos hacer nada. Yo me siento igual que vos, no creas que todo este asunto lo tomé a la ligera. Temía que esto pudiese pasar.
-¿Y por qué no trasladaron al virus a un dispositivo portátil?-dijo furioso el ahora híbrido.
-¡Porque no pudimos! Lo intentamos varias veces pero no logramos trasladar la información de un sistema a otro. No sé si era por la compatibilidad o qué, pero no se pudo... –se detuvo de repente al ver que su hijo hacía unas muecas.-¿Estás bien? ¿Lan?
-Aouuu... Me duele un poco la panza... –Yuichiro le puso la mano en la frente y dio un quejido al notarla muy caliente.
El hombre le dijo que no se moviera de aquel lugar y salió en busca de los médicos que se encontraban en los laboratorios para arrastrarlos hasta el décimo piso.
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-¿Qué pasa Mega?-preguntó Protoman, colocando un brazo sobre los hombros de su amado que lo miró.
-Me siento algo raro.-confesó. Tenía sus mejillas coloradas y presentaba un leve aumento de su temperatura y sus ojos se los veía cansados.
-¿Algo raro? ¿A qué te referís?-el albino no ocultó su sorpresa. El menor se encogió de hombros.
-No sé. Siento que Lan también está con algo similar a lo mío.
Megaman sintió otro escalofrío recorrer su espalda cuando Protoman lo abrazó con ternura. Sintió una ansiedad en su pecho y de pronto el albino le resultó más atractivo de lo que era en realidad.
Recorrió su espalda con sus zarpas, entrelazó su felpuda cola con una de las piernas de su compañero y lamió su mejilla. El mayor lo miró de una forma divertida, sin saber qué se traía en garras el navi azul.
-¿Estás seguro de que no sabés qué te pasa?
-Si lo supiese creo que ya te lo hubiese dicho, ¿no lo crees?-le respondió, mordiendo el labio inferior de Protoman.
-Mmm... ¿Puede ser algo relacionado con el Neko Virus?-le murmuró de una forma provocativa, recorriendo su espalda con sus manos.
-Yo qué sé.-dijo Megaman, introduciendo su lengua dentro de la boca del albino.
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-Parece ser sólo un golpe de calor.-dijo el médico, guardando sus utencillos en sus bolsillos.-No está deshidratado pero quiero que le den mucho líquido. ¿Se desmayó en estos días?
-No que yo sepa.-respondió Yuichiro. Lan estaba recostado sobre el sofá con una toalla húmeda sobre su frente y su bandana estaba tirada en el suelo. Sus mejillas estaban rojas y sus ojos entrecerrados.-Ah, Chaud... ¿Mi esposa te dijo algo sobre que Lan se haya desmayado en estos días?
-No, no me dijo nada. Pero en tal caso la prioridad hubiese sido vos, no yo.
-¡No, quedáte recostado!-le indicó el médico a Lan, que se había sentado.
-Uh... Chaud... –estiró su brazo, tratando de tocarlo.
El bicolor tomó su mano entre la suya y lo volvió a recostar. Se sentó en el suelo, al lado del castaño que se tranquilizó al saber que su amado estaba cerca suyo. Yuichiro y el médico se apartaron para poder hablar en privado.
-¿Seguro que no es nada?-dijo el padre del castaño.
-Si, estoy seguro. Tiene que guardar reposo hasta que se recupere por completo y recuerde darle mucho líquido. Podría llegar a deshidratarse y no creo que le convenga. También que se bañe al menos dos o tres veces al día, eso le vendrá bien para tratar de bajarle la fiebre.-Yuichiro suspiró.
-Muchas gracias.-el médico sonrió y salió de la habitación.
-¡Ey, ey!-lo oyó exclamar al bicolor.-¡Eeeeey! ¡Laaaan!
El híbrido tenía abrazado con fuerza a Chaud y estaba besando su cuello suavemente, moviendo su cola lado a lado. Lo mordió, clavando sus garras en las ropas de su compañero.
-¿Ahora sos un vampiro? ¡Quedáte recostado!
Lan no obedeció. La toalla cayó al suelo con un ruido sordo. El castaño se sentó sobre el regazo del bicolor y lo besó profundamente, abrazándolo por su cuello. Gimió entre las bocas y pasó su lengua por los labios de su compañero que los separó y así comenzaron a jugar con sus húmedos músculos.
Yuichiro, no muy convencido ahora de que Lan solo tuviera un golpe de calor, salió de la habitación para buscar a una experta no muy experta en el tema.
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-Ejem... –aclaró su garganta Searchman, llamando la atención de Protoman y Megaman.
Ambos estaban tirados en el suelo, el albino sobre el morocho, muy entretenidos tocándose sus cuerpos y jugando con sus bocas. El pelirrojo notó que Megaman tenía su rostro completamente rojo. Protoman le gruñó pero no se movió de donde se encontraba.
-¿Necesitás algo?
-¿Sabés dónde está Dragoness? Laika no ubicó a Nadia ni a Carla, tampoco a Starfield.-el albino comenzó a jugar disimuladamente con las orejas gatunas de su compañero que ronroneó con suavidad.
-Creo que dijo que se iba a ir a la zona de Koto o a Sharo. No sé.-besó a Megaman, satisfecho al escuchar su suave sonido.-Ahora, si nos disculpas...
-Oh, claro.-dijo divertidamente Searchman, desapareciendo en una nube de píxeles.
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-Humm... No sé.-dijo Nadia, luego de escuchar a Yuichiro.-Puede ser que sea por efecto de su golpe de calor o su supuesto golpe de calor.-se recostó sobre el respaldo de su silla.-Aunque, es muy, muy posible que sea algo vinculado con el Neko Virus, en cierta forma claro está.
-Es que... Me dijo que se había estremecido. ¿Con este calor? ¡Imposible!-dejó caer sus brazos a los costados de su cuerpo antes de guardar su manos dentro de sus bolsillos. Suspiró.-Habías dicho que el comportamiento que tuvo Laika se debió a eso. ¿Acaso no existe una posibilidad de que Lan tenga algún efecto por el virus en su cuerpo?-Nadia miró el techo.
-Sí, sí es posible. ¿Dijiste que a penas se fue el médico se le tiró encima a Chaud?-el hombre asintió.-¿Qué te hace pensar que no es un golpe de calor?
-Cuando Lan tiene fiebre, su hiperactividad cesa de repente. Se muestra más tranquilo y callado. Duerme todo el día y lee. Si hubiese sido lo que el médico dijo, ya estaría durmiendo.
Nadia no estaba convencida de que no fuese otra cosa que un golpe de calor, pero Yuichiro tenía sus dudas. Suspiró, poniéndose de pie.
-Por el momento no podemos decir nada al respecto. ¿Qué te parece si esperamos uno o dos días a ver qué pasa?
-Me parece bien. ¿Y si resulta que no es un golpe de calor?-la chica sonrió.
-Si no es eso, sé de lo que podría llegar a ser y tengo una manera de comprobarlo.
