Alguien entran a la oscura y húmeda cueva. Son tres monjes con túnicas de un café oscuro con un lazo blanco amarrado en la cintura, largas hasta el suelo y con capucha cubriendo su rostro. Su aspecto me provoca un escalofrió.
-¿Has terminado?- pregunta el monje que esta en medio.
Me encuentro sentado en un silla de mimbre cerca de una mesa un poco coja alumbrado por una vela.
-Aun no- respondo.- Esperad un poco más, os juro que en pocas horas los habré terminado...
-Ya se te ha dado demasiado tiempo, Nuestro señor espera vuestra ofrenda.
-Acaso no os dais cuenta que es muy difícil pintar imágenes de Nuestro señor en estos espejos.
-No nos importa- dice el monje que esta en la orilla derecha- Eres el mejor en ese trabajo ¿no es así? Vuestro padre lo ha asegurado.
-Mi padre...
Mi padre esta muerto...
Todo esta oscuro... tengo los ojos cerrados... ¡Vaya! eso lo explica todo. Me duele todo el cuerpo, también mi cabeza que esta mojada... ¿mojada¿Estoy sudando? No.
Una persona esta poniendo algo en mi frente, tal vez un pañuelo empapado.
¿Quién esta junto a mi¿Por qué me siento tan mal?
Abro lentamente los ojos, la luz del foco me deslumbra. Estoy en una habitación del piso de arriba del burdel, lo sé. La cama es dura, las paredes están sucias, el olor del negocio llega muy lejano.
-Ren... Ren...- Es la voz de Jun.
Trato de girar mi cabeza pero me duele, siento como si se fuera a partir en dos. Cierro nuevamente los ojos salvándome del impulso de vomitar sobre el largo vestido verde de mi hermana.
-¿Qué... qué pasó¿dónde estoy?- Las ideas no logran ponerse de acuerdo en mi cerebro.
-¿No lo recuerdas?- Suena preocupada.
¿Qué debo de recordar? La cabeza me esta matando... espera.
Era de noche, un viernes por la noche, un cuarto, un tipo alto, una bata cayendo, yo siendo azotado, un fuerte dolor...
-Jun... ¿qué pasó?- pregunto temeroso... Recuerdo al tipo y que él quería...
No puede ser, me niego a creerlo... yo... no fui ¿o si¿yo lo hice¿qué hizo el tipo¡¿Qué demonios pasó!
-Ren... tu...- entreabro los ojos solo para ver a mi hermana con lagrimas en sus ojos violetas apunto de ser derramadas- ese hombre... lo que quiero decir es que...
-Jun... ¿qué me pasó?...
-Bueno yo... fui a buscarte después de una hora cuando me entere de que tu... pensé que ya habías terminado... pero cuando entre... tu... no había nadie... estabas boca abajo dormido, ó eso pensé, te llame pero no despertaste... quite las cobijas que te cubrían... estabas sangrando y... - Su voz se corto.
-¿Y?
-¡Oh Ren!- Cubre su rostro con sus manos- ¿qué no recuerdas nada? - pregunta desesperada
-No...- me estoy preocupando.
-Hermano... ¿recuerdas con quien...¿quién estuvo contigo?
-Si...- Ese tipo, Fausto... era un doctor.
-¿Recuerdas que hizo?
No puede ser... al fin caigo en cuenta de lo que ha sucedido...
-El... él... te golpeo y te...
¡No lo digas¡NO LO DIGAS!
No puede ser, no puede ser, simplemente no puede ser, él es un hombre y yo también, él no pudo... ¡maldita sea!
-Ren...ese hombre te...
-¡Cállate¡CALLATE!- Esto no es real... es una pesadilla, simplemente no puede ser... yo no pude... no, no, no, no, no...
- Cálmate...- ¡No puedo¡Maldita sea! No puedo, no puedo calmarme... Esto no ha ocurrido, estoy soñando, yo lo sé, sé que lo estoy soñando... - por favor cálmate. Todo esta bien.- Trato de levantarme, mi cabeza me da vueltas, me siento tan débil... no puede ser¿por qué a mi? Mi cuerpo no soporta su propio peso y me dejo caer en el colchón... siento los resortes... como pegan en mi cuerpo, y... como se clavaban en mi cuerpo, como me lastimaban y como él...
No puedo más, no quiero... no quiero que me vea mi hermana... por favor Jun, no me veas llorar. Le doy la espalda...
-Ren...- siento su suave mano sobre mi hombro. Me vuelve a llamar, me sacude.
-Vete- Hasta para mi mismo sueno distante.
-Pero...
-VETE, DEJAME SOLO. LARGATE- Le grito desgarrándome la garganta. Siento mi cuerpo temblar sin control. No soy yo quien está en la cama, no soy yo quien está llorando, no soy yo quien fue violado, no soy yo quien está sufriendo. Pero lo soy ¡lo soy!- ¡JUN!- Vuelvo a gritar. Golpeo la cama.-Jun, por favor...- mi propia voz me ha traicionado, se ha roto y no me deja hablar- no quiero... no me dejes.
-Tranquilo... tranquilo Ren, estoy aquí.
Siento como el colchón se hunde ante el peso de mi hermana, pasa su brazo por mi cintura, me está abrazando, también está llorando, sus sollozos son silenciosos, no quiere que me de cuenta. Una de sus manos acaricia mi cabello como si fuera un pequeño niño. Sigue susurrándome al oído que todo estará bien.
¡Como quisiera creerte!
No he podido dormir. Jun se preocupara si me ve todavía despierto¡pero no puedo! Cada vez que trato recuerdo el rostro del tipo, como me tomaba de mis muñecas, como trataba de tocarme, como... No quiero dormir, así mi cuerpo grite por descanso no dormiré..
Me acuesto sobre mi lado derecho.
La puerta del cuarto que queda detrás de mi rechina, ahí vienen otra vez. Mi hermana ha estado mandado cada hora a una de las muchachas a que se cerciora que siguiera dormido. Se esta acercando a la cama, cierro los ojos simulando mi sueño. Siento la mirada de la chica sobre mi. No se va. Vamos, ya lárgate. Escucho el susurro de su vestido caminar hacia la salida. Al fin... pensé que se quedaría esperando a que yo despertara.
Abro los ojos. El dolor de cabeza no ha desaparecido pero se ha concentrado en mi sien izquierda. Fijo mi mirada en la pared. Supongo que en algún momento fue totalmente blanca sin embargo ahora esta gris, me da asco. Desvió mi vista hacia el buró que esta junto a mi. Es viejo, astillado y con la sombra de una pintura muy barata, esta lleno de medicinas, se le podría llamar el "botiquín de primeros auxilios".
Gritos comienzan a llenar el lugar junto a los pasos apresurados de varias personas, se acercan a la habitación. El chirrido de la puerta aumentado por la brusquedad con la que se abrió me ha asustado. Cierro los ojos.
-¡Por favor déjelo descansar por el día de hoy¡Se lo suplico!- Es mi hermana.
-¡No!- ¿Qué demonios? Las cobijas ya no me cubren, y me jalan del brazo- ¡Levántate¡A trabajar!- Estoy mareado, no se quien es el que me esta gritando.
-¡Por favor déjelo en paz¡Solo por hoy!
-¡Si van a vivir aquí tienen que trabajar¡Esto no es una pensión!- Al fin lo reconozco. Lackiff, un tipo alto, robusto, piel blanca, con cabeza de huevo, barba corta y con una cruz en el mentón, siempre esta vestido con un traje negro y es la mano derecha del dueño.- ¡Te he dicho que te levantes!- Me siento un muñeco de trapo, mis huesos son de goma y solo responden ante los movimientos que el tipo ejerce sobre mi, como tratarme de sacarme de la cama y lo ha logrado. Mis rodillas caen el frío suelo. No hago ni un esfuerzo para levantarme, que el lo haga.
-¡Por favor¡Haré lo que quiera!- No Jun ¿qué haces?
-¿Lo que quiera?- El tipo suelta mi brazo. Levanto mi mirada. Mi hermana esta enfrente del Lackiff, sus manos están en forma de rezo, su rostro es sumiso aunque el exceso de maquillaje la hace ver como una muñeca mal cuidada. El tipo voltea a verme, luego a mi hermana y una sonrisa se dibuja en sus labios. Se hinca hasta quedar a mi altura, toma mi mentón con su mano derecha.- Me parece bien- dice dirigiéndose a Jun- De todas formas nadie compraría algo en tal mal estado. Ve a cambiarte, nos vemos en el vestíbulo en cinco minutos.
-¡No!- Su puño golpea mi mejilla, pruebo el sabor de la sangre en mi boca.
-Por favor no le haga más daño. Iré... iré a cambiarme- Mi hermana salé de la habitación sin siquiera mirarme.
-Jun...-
-Mas vale que a las siete de la noche estés listo para trabajar o sino no solo tu hermana tendrá que convencerme para que se queden.- Me dice en voz baja para después levantarse e irse.
Esto no puede estar pasando... ¿Por qué no todo puede terminar de una buena vez?
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Reviews: Eli Kyouyama: Que bueno que te haya gustado, espero poder actualizar lo mas pronto posible, gracias tu por review. Aumi-Yus: Gracias por tu review, sigue leyendo por favor. Vickyng: Muchas gracias por tu review me ayudo mucho para este capitulo, tu apoyo tus consejos los aprecio mucho, espero que capitulo también sea de tu agrado. Cholis: T.T Gracias.
